FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS UNIVERSIDAD NACIONAL DE ROSARIO CURSO SUPERIOR UNIVERSITARIO EN DERMATOLOGÍA AÑO 2011 “HELICOBACTER PYLORI Y SU ROL EN LA ROSÁCEA” Errecalde, Luciana Mat.: 15.509 Tercer año en curso. Hospital Provincial Rosario Tutor: Merli, Analía 1 ÍNDICE GENERAL OBJETIVOS................................................................................................................. 3 INTRODUCCIÓN...........................................................................................................3 DIAGNÓSTICO.............................................................................................................3 EPIDEMIOLOGÍA.........................................................................................................4 CLASIFICACIÓN..........................................................................................................5 MANIFSTACIONESCLÍNICAS.....................................................................................6 DIAGNÓSTICO DEFERENCIAL..................................................................................8 MANIFESTACIONES CLÍNICAS DE INTERÉS..........................................................8 FISIOPATOLOGÍA.......................................................................................................9 ALTERACIÓN VASCULAR.......................................................................................10 SUSTANCIAS QUÍMICAS Y ALIMENTOS................................................................11 EFECTOS CLIMATOLÓGICOS Y DEGENERACIÓN DE LA MATRIZ DÉRMICA...................................................................................................................11 DEMODEX FOLLICULORUM....................................................................................13 INMUNIDAD...............................................................................................................13 CATELICIDINA Y ROSÁCEA………………………….…………………………………15 ENZIMA TRÍPTICA DEL ESTRATO CÓRNEO (S.C.T.E) Y ROSACEA..................................................................................................................16 ESTRÉS OXIDATIVO Y FERRITINA.........................................................................17 HELICOBACTER PYLORI.........................................................................................18 AFECTACIÓN DEL H.P. FUERA DEL APARATO GASTROINTESTINAL..............20 ROSÁCEA Y HELICOBACTER PYLOR...................................................................21 TABLA 3. ESTUDIOS Y TRABAJOS ENCONTRADOS QUE INTENTAN CONFIRMAR O REFUTAR LA ASOCIACIÓN DE LA ROSÁCEA CON ELHP.........................................................................................................................22 COMENTARIOS........................................................................................................25 BIBLIOGRAFÍA.........................................................................................................27 2 OBJETIVOS Actualizar la fisiopatología de la rosácea, teniendo en cuenta el impacto psicosocial y la morbilidad de esta enfermedad. Relacionar uno de los factores mayormente implicados desde hace tiempo en la etiología de la rosácea como es, el Helicobacter pylori. Determinar la relación e importancia de una posible participación existente entre dicho germen como factor de riesgo, como causa directa de la aparición o como agravante de la rosácea en algunos pacientes. INTRODUCCIÓN La rosácea es un desorden inflamatorio crónico recurrente y progresivo que afecta principalmente en los sitios salientes del rostro, mejillas, nariz y mentón. Su cuadro clínico está comúnmente compuesto por eritema centro-facial primero episódico, luego persistente por períodos largos. Es característico que respete la región periocular, esto lo diferencia de la dermatitis de contacto en que la presentación clínica es similar y tenemos que hacer el diagnóstico diferencial. Las telangiectasias son visibles, fijas, asintomáticas y solo constituyen un problema cosmético. A menudo se agregan pápulas y pústulas y las lesiones características del acne, los comedones, no están presentes. Este cuadro se acompaña por remisiones y exacerbaciones. Finalmente aparecen los fimas compuestos por hiperplasia de las glándulas sebáceas y aumento del tejido conectivo y donde la nariz es el sitio de mayor localización (2, 3, 32). DIAGNÓSTICO Aunque el diagnóstico es sencillo considerando los aspectos clínicos y morfológicos de la enfermedad, a menudo es mal o sub-diagnosticada. Los criterios diagnósticos se resumen en la tabla 1 3 TABLA 1 CRITERIOS DIAGNÓSTICOS. Presencia de una o más de las siguientes características primarias: − Eritema transitorio − Eritema persistente − Pápulas y pústulas − Telangiectasias Pueden Incluirse una o más de las siguientes características secundarias: − Sensación de quemadura o ardor (más frecuente en la región malar) − Agrupamiento de lesiones que forman placas rojizas sobreelevadas − Apariencia de piel seca (a veces coexiste con dermatitis seborreica) − Edema − Manifestaciones oculares − Localización de las lesiones fuera de la región facial − Cambios fimatosos. EPIDEMIOLOGÍA En las primeras etapas, las mujeres se ven mas afectadas que los hombres (3:1) pero los hombres presentan con mayor frecuencia hiperplasia de las glándulas sebáceas (fimas). La edad de presentación es mayor de 30 años y afecta a mujeres de piel blanca, de origen celta, por lo que se la llamo “Enfermedad de los Celtas” (34). Siendo la piel de la cara el sitio principalmente afectado, muchos pacientes piensan que la rosácea afecta sus relaciones laborales y sociales (relaciones interpersonales, de pareja etc.). (2,17) 4 CLASIFICACIÓN Se encuentran distintas clasificaciones: La primera, de acuerdo a la presentación y severidad de la enfermedad la clasifica en Inflamatoria, que comprende dos tipos de lesiones, las pápulas y pústulas y la no inflamatoria caracterizado solo por eritema y telangiectasias. Esta clasificación, la utilizó Camilo Díaz en su trabajo Rosácea: A Cutaneous Marker of Helicobacter Pylori infection? Results of Pilot Study. (19). Me resultó atractiva ya que relaciona las lesiones clínicas con el componente inflamatorio de la lesión predominante. La segunda, clasificada por Fitzpatrick, Plewig y Kligman en: pre-rosácea, 3 estadios clínicos progresivos y algunas variantes, que el agregado de lesiones nuevas con agravamiento de la clínica le da un aspecto más evolutivo. (34). La tercera, fue realizada por The National Rosacea Society’s Expert Committee on the Classification and Staging of Rosácea en 2004, vigente en la actualidad, en cuatro subtipos clínicos de rosácea y una variante: eritematotelangiectásica, papulopustulosa, fimatosa, rosácea ocular y la variante: granulomatosa. Esta clasificación fue primariamente basada en los síntomas y las características morfológicas de la lesión predominante tratando de agruparla. En base a ésta división de la rosácea, han sido propuestas opciones estándar de tratamiento para los diferentes subtipos. Según pude observar en lo expresado anteriormente, relacionado con lo observado con los pacientes en el consultorio, muchas veces tenemos estapas o subtipos de rosácea superpuestos en un mismo enfermo y habrá que adecuar los tratamientos en forma personalizada para cada caso en particular Según Kligman. “Reducir esta enfermedad a 4 subtipos es empequeñecer la complejidad de esta misteriosa enfermedad”. De los trabajos científicos utilizados en esta monografía, ésta última clasificación fue la más aceptada. (4) Tabla 2. 5 TABLA 2. CLASIFICACIÓN CLÍNICA DE LA ROSÁCEA (4) Subtipos clínicos: • Eritematotelangiectásica • Papulopustular • Fimatosa • Ocular Variante • Granulomatosa. MANIFESTACIONES CLÍNICAS La forma eritematotelangiectásica se diferencia fisiológico, en que éste tiene menor duración. del enrojecimiento Primero comienza con un eritema episódico (la diátesis rosácea) y luego es un eritema congestivo con telangiectasias más visibles que persisten horas o días. (34). La porción central de la cara es la más afectada, pero el enrojecimiento puede incluir también las zonas periféricas de la región facial, cuello, orejas o la porción superior del tórax, (17). Estos episodios de flushing pueden ser espontáneos o desencadenarse por estrés emocional, bebidas calientes, ingesta de alcohol, especias, ejercicio, temperatura fría o caliente y baños con agua caliente. Frecuentemente el flushing intenso presente en algunos pacientes se debería a perdida del tono vascular resultando en dilatación de ambos: pequeños vasos sanguíneos y linfáticos de la dermis. (34). Puede haber sensación de quemazón o picor y a menudo son intolerantes a la mayoría de los productos aplicados. Uno de los diagnósticos diferenciales más importantes en esta etapa es el Sindrome Carcinoide donde la sudoración y palpitaciones hacen posible diferenciarla de un cuadro de rosácea. La forma pápulopustulosa o “rosácea clásica” es un cuadro persistente o episódico en la región central de la cara, caracterizado por pequeñas pápulas 6 que pueden evolucionar a pústulas menores a 1 mm. Estas últimas se originarían en pequeños abscesos papilares, no foliculares y asépticos, en donde el edema muy frecuentemente acompaña este cuadro. (37). Los folículos sebáceos se encuentran dilatados y las lesiones inflamatorias mas profundas pueden curarse y dejar cicatrices planas y pequeñas. Los brotes papulopustulosos son cada vez mas frecuentes y la enfermedad puede extenderse sobre toda la cara y el cuero cabelludo. Existe historia previa de enrojecimiento facial, pero menos intenso en los pacientes con la forma eritematotelangiectásica, así como también estos pacientes toleran mejor la medicación local. Luego de la quinta o sexta década las manifestaciones clínicas suelen disminuir. La rosácea fimatosa, aparece casi con exclusividad en los hombres. En las mujeres puede encontrarse en pacientes luego de la sexta década y se caracteriza por engrosamientos marcados de la piel y nodularidades superficiales como resultado de un aumento progresivo del tejido conectivo, hiperplasia de las glándulas sebáceas, ectasia venosa e inflamación crónica profunda.(34) Puede aparecer en la nariz (rinofima), la mas frecuente, una o ambas orejas (otofima), mentón (gnatofima), frente (metofima) o párpados (blefarofima). La rosácea ocular puede preceder varios años a las manifestaciones cutáneas. Las lesiones más frecuentes y leves son la blefaritis y la conjuntivitis. La iritis, escleritis y queratitis en cambio, son las complicaciones más severas. Variante Se considera una variante aquella que no representa un patrón morfológico o una combinación de los subtipos de rosácea. El comité norteamericano sólo reconoce una variante: la rosácea granulomatosa. Rosácea granulomatosa: Se observan pápulas o nódulos firmes de color rojo-amarillentos, o de color café claro, localizada sobre una piel enrojecida y engrosada en forma difusa, en párpados inferiores principalmente. Es de curso crónico y permanente. En la imagen histopatológica se observan granulomas epiteloides no caseificantes perivasculares y perifoliculares lo que llevo a darle el nombre de tuberculide rosaceiforme de Lewandowsky y tuberculide micropapular. 7 De forma estricta es difícil considerar esta entidad nosológica por su patogenia dentro del espectro de la rosácea. Se ha propuesto la denominación de “Dermatitis Facial Granulomatosa”. Con estas observaciones podríamos concluir que no estamos frente a una variante de rosácea y se trataría de un estado rosaceiforme. DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL Hay otras enfermedades clínicamente similares con las cuales habría que hacer el diagnóstico diferencial ya que presentan pronóstico y terapéutica distintos (32): Dermatitis seborreica. Acné. Policitemia vera. Enfermedades del tejido conectivo.(LES) Síndrome carcinoide. Mastocitosis. Fotosensibilidad. Dermatitis de contacto alérgica. Foliculitis por Gram. (-). Iatrogenia por corticoides fluorados tópicos. CONSIDERACIONES CLÍNICAS DE INTERÉS Edema persistente de la rosácea. (Linfedema de la rosácea, Edema crónico eritematoso facial superior o enfermedad de Morbihan.) Presenta síntomas leves con edema duro no depresible sobre todo en frente, glabela, párpados superiores, la nariz o las mejillas con deformidad del contorno facial.(34) Rosácea glandular. Presenta eritema centrofacial con hiperplasia difusa de glándulas sebáceas, piel de aspecto seborreico con poros grandes y dilatados.(2) Lesiones extrafaciales. En el subtipo eritematotelangiectásica se observa, máculas eritematosas en el borde de las orejas, nuca, pecho, parte superior de espalda. Las lesiones extrafaciales en el subtipo papulopustulosa se observan en regiones con signos de elastosis solar con telangiectasias y consisten en pápulas y pústulas en parte centrales de pecho, espalda, nuca y ocasionalmente en extremidades. (2). 8 Rosácea por corticoides tópicos. En tratamientos prolongados con corticoides tópicos se presenta una mejoría inicial pero luego se observan signos de atrofia cutánea con adelgazamiento de la piel, telangiectasias, de color rojo oscuro y aparecen papulopústulas foliculares redondas y profundas, nódulos duros y comedones secundarios.(2, 34) Rosácea por Gram. negativos. Actualmente se incluye en las infecciones por Gram. negativos. Consiste en pústulas diminutas amarillentas o nódulos profundos en región perioral o perinasal resistente al tratamiento convencional para rosácea. Los microorganismos involucrados son klebsiella, E.coli, Pseudomonas, Acinetobacter y Proteus entre otros.(34) Rosácea conglobata. Paciente mujer, con rosácea grave diagnosticada previamente, presenta una reacción con abscesos nodulares hemorrágicos y placas induradas que puede ser consecuencia de administración oral de compuestos halogenados. Es crónica y progresiva y hay que hacer el diagnóstico diferencial con acné conglobata.(34) Rosácea fulminante. Forma extrema de rosácea conglobata de comienzo súbito, con nódulos grandes coalescentes y senos confluentes que drenan, mas frecuentes en mujeres, y se localiza en mentón, mejillas y frente.(34) FISIOPATOLOGÍA A pesar que la patogenia de la rosácea aún se desconoce, varios factores han sido implicados. Recientemente se han reportado casos familiares de rosácea y se ha sugerido la existencia de una predisposición genética como lo describe Plewing y col. También influyen factores endocrinológicos, donde un desequilibrio hormonal puede conducir a la inestabilidad vasomotora y subsiguientes episodios intensos de flushing, comparables con los observados en pacientes en períodos iniciales de rosácea. También se ha visto que muchas mujeres en la peri -menopausia desarrollan rosácea aunque ésto no esta del todo aclarado. Otros factores como los farmacológicos, inmunológicos, infecciosos, climáticos, térmicos y alimentarios se tratarán a continuación (1, 2, 3). 9 SE CONSIDERARÁN CON MAYOR PROFUNDIDAD CIERTAS TEORÍAS O MECANISMOS INVOLUCRADOS: Alteración Vascular Sustancias químicas y alimentos. Efectos climatológicos. Degeneración de la matriz dérmica. Demodex Folliculorum. Inmunidad. Ferritina y estrés oxidativo Helicobacter Pylori. Alteración Vascular En la rosácea se observa vasodilatación persistente, con angiogénesis y desarrollo de telangiectasias faciales, ocasionados probablemente por mecanismo neural y por agentes humorales circulantes. (38). Las alteraciones neurológicas de la vascularización cutánea en las áreas afectadas por fibras vasodilatadoras del sistema nervioso autonómico se producen a través de la liberación de neurotransmisores como acetilcolina y neuropéptidos, (péptido intestinal vasoactivo y el péptido histidina-metionina), segregados por las fibras parasimpáticas, así como otras sustancias (sustancia P, gastrina, serotonina, neurotensina, somatostatina, endorfina y calcitonina). Estas alteraciones en la homeostasis vascular se encuentran determinadas por la acción de un gen único (CAMP) que controla a los mediadores enzimáticos, neurotransmisores y citoquinas, responsables del inicio de la rosácea. El factor de crecimiento neural (NGF) es capaz de activar a los mastocitos que liberan sustancias vasodilatadoras (histamina y prostaglandinas), y actuarían estimulando la secreción sebácea. La angiogénesis juega un papel importante, especialmente en las formas severas de rosácea así como también los mastocitos contribuyen a la cronicidad de la inflamación, la angiogénesis antes mencionada y la fibrosis tisular. Ésto fue confirmado por un estudio realizado en 2007 en Grecia por Aroni k y col. donde se hace un análisis de la vascularización y los mastocitos encontrados en piel afectada por la rosácea comparada con la piel sana. (32). 10 Por otra parte, la expresión de factores de crecimiento endotelial de los vasos sanguíneos (VEGF) se ha encontrado aumentado en la piel de pacientes con rosácea, participando así, en la angiogénesis y el aumento de permeabilidad. Fue demostrado por Gomaa y col. (39), donde evidenciaron una diferencia en la expresión de éste factor en piel con lesiones de rosácea y sin ellas (88.9% y 55.6% respectivamente), lo que contribuye a los cambios vasculares y la infiltración celular presente en estos pacientes. Se ha postulado que una alteración funcional del sistema venoso angular de la cara y el flushing, se asocien a una desregulación de los mecanismos termoreactivos, esta teoría no se encuentra totalmente aclarada. (38, 39). Las migrañas son 2 hasta 3 veces más comunes en individuos con rosácea que en personas sanas de la misma edad y sexo, esto sugiere una inestabilidad vascular (44) Sustancias químicas y alimentos El enrojecimiento en la rosácea se sabe que puede ser espontáneo o provocado por ciertos alimentos, sobre todo comidas condimentadas, alcohol y bebidas calientes, (1, 5, 38). Wilkin estudió la ingesta de café como desencadenante de flushing y demostró que es la temperatura más que la cafeína, la responsable de dicho proceso. (2) Ciertos fármacos pueden ocasionar empeoramiento de la enfermedad o incluso producir dermatosis similares a la rosácea. Ej.: Vasodilatadores utilizados en la hipertensión arterial. (38). Este tema se encuentra todavía en estudio, no se cuenta en la actualidad con evidencia científica significativa al respecto. Efectos climatológicos y degeneración de la matriz dérmica. Se ha visto con frecuencia que los efectos nocivos del medio ambiente, principalmente exposición solar y el calor, afectan a los pacientes con rosácea produciendo alteraciones tanto en los vasos sanguíneos cutáneos como en el tejido conectivo dérmico. La exposición y el daño solar afectan el curso de la rosácea y puede precipitar episodios agudos de flushing en éstos pacientes. Los hallazgos clínicos son usualmente limitados a las áreas expuestas al sol como la cara y el pecho pero las áreas protegidas como la región submentoniana están respetadas. Sin embargo, un incremento en la sensibilidad UV no ha sido demostrado. 11 La piel naturalmente usa antioxidantes para protegerse a si misma del fotodaño. Los descubrimientos recientes mantienen la hipótesis que la protección antioxidante esta disminuida en los pacientes con rosácea, esto favorece la acumulación de radicales libres, y la presencia de microorganismos. particularmente, el Demodex Folliculorum. (1, 31, 32). La radiación UV induce anormalidades cuali y cuantitativamente, en particular del tejido conjuntivo dérmico, incluyendo la acumulación de material elastótico anormal y proteoglicanos. Este daño actínico crónico, a través del proceso de elastosis solar, le proporciona un soporte inadecuado a los vasos sanguíneos y linfáticos a nivel de la dermis, alterando también, la integridad y la función de dichos vasos. Todo este proceso originaría alteraciones vasculares permanentes, retraso en el clearance de proteínas séricas, liberación de mediadores inflamatorios y acumulación de restos metabólicos, resultando así una degeneración matricial por pérdida de tejido elástico y colágeno. El mecanismo fisiopatológico por el cual el flushing progresa a la rosácea en estadios mas avanzados probablemente requiere formación de edema. El daño de la pared de los vasos permite la extravasación inespecífica de fluido, las proteínas del plasma y los mediadores inflamatorios. Ésta fuga vascular promueve el desarrollo de un infiltrado inflamatorio compuesto inicialmente de neutrófilos y más tarde de macrófagos y linfocitos. El infiltrado leucocitario sirve para limpiar el tejido dañado, pero también, al mismo tiempo, puede causar daño al tejido sano terminando en una reacción inflamatoria crónica. Considerando todos los puntos antes mencionados, los pacientes con rosácea serían más susceptibles que los individuos normales para los factores medioambientales, especialmente para la luz solar. (2,38). La afectación del sol en los pacientes con rosácea fue vista por Kyriaki Aroni y Col. en su trabajo de investigación “Rosácea: A clinicopathological Approach” y refiere que: “La elastosis solar fue una condición sine-qua-non en los hallazgos histológicos, y la luz solar fue el factor agravante más frecuente reportado por los pacientes. Describe que: “La presencia de granulomas elastóticos, observado en nuestras muestras, junto con el hecho que la rosácea en su mayor parte ocurre en áreas expuestas al sol, sería una indicación de un enlace causal entre la exposición crónica al sol y desarrollo de rosácea”. “Los granulomas en empalizada, como los vistos en nuestras muestras, representan una reacción hacia el colágeno alterado. Esta reacción ocurre completamente en la dermis superficial y profunda al contrario de los granulomas elastóticos, los cuales se ubican usualmente en lo superficial de la dermis.” Sin embargo, como ya sabemos los RUV no son el único factor implicado, de otra manera cada persona con fotoenvejecimiento eventualmente desarrollaría rosácea. Tampoco se evidenció científicamente un aumento de la sensibilidad 12 de estos pacientes a los RUV. Si podría destacar personalmente, su relación con las áreas foto-expuestas, la degeneración de la matriz dérmica asociada, remarcando el empeoramiento de los síntomas casi inmediato en algunos pacientes ante la exposición solar. Demodex Folliculorum. Se trata de un ácaro que se encuentra en los folículos sebáceos principalmente de la cara, sensible a la sequedad y los cambios de temperatura. Estos se han implicado en la fisiopatogenia de la rosácea durante mucho tiempo y es un tema controvertido en la actualidad para diferentes autores. No obstante, según las investigaciones del Dr. Porta Guardia en 2003, con resultados estadísticamente significativos se concluyó: “…la densidad cutánea del Demodex Folliculorum no parece ser un factor obligado en la etiología de la rosácea”. “…la grasitud del cutis es un factor de riesgo de la magnitud de la población demodécticas”. “…la diferente presencia y el grado de la misma no constituye un factor de riesgo para la enfermedad”. “…la mera presencia del Demodex Folliculorum en piel no afectada, no parece generar ninguna alteración cualquiera sea su densidad, aun cuando dependiere de la grasitud para su desarrollo, lo que sustenta la idea de que el parasito no desempeñaría otro papel que el de un simple comensal”. “…la diferencia entre densidades demodécticas se vincula al tipo de cutis”. Por lo que se determinó que hay evidencia suficiente para afirmar que “el Demodex Folliculorum es un comensal dependiente de la secreción sebácea, cuya densidad cutánea no constituye un factor de riesgo en la etiología de la rosácea.”(37). Inmunidad. La mayoría de expertos creen que la causa infecciosa es improbable y que la enfermedad es primordialmente inflamatoria. Se acepta que las sustancias pro-inflamatorias y las enzimas degradativas liberadas por células inflamatorias en la piel facial, participan en la angiogénesis y la destrucción dérmica asociadas con la rosácea. Investigaciones recientes demuestran una up-regulation de las citoquinas locales en pacientes con rosácea y estos mediadores pueden desempeñar papeles claves en la fisiopatología de esta enfermedad. 13 Un medio ambiente diverso desafía a la piel a que mantenga una temperatura, humedad, y equilibrio electrolítico acorde mientras la función inmunológica funciona normal. La rosácea es una enfermedad común de la piel con una respuesta inflamatoria que presenta manifestaciones únicas hacia estímulos medioambientales normales. Yamasaki y col. refieren que existe una proteasa, una enzima del estrato córneo y un péptido antimicrobiano, la catelicidina, cuya acciones son la de promover la inflamación de la piel en la rosácea. (8, 31, 45). Tisma VS y col. evidenciaron que la inflamación está asociada a la producción de especies reactivas al oxígeno (ERO) y enzimas proteolíticas liberadas por parte de células inflamatorias, como los neutrófilos, que ante la presencia de metales de transición, como el cobre y el hierro, generan radicales de oxhidrilo que dañan el tejido conectivo, soporte importante de los vasos sanguíneos. (25, 29, 31, 39). Es por esto que el metronidazol, (agente antimicrobiano y antiinflamatorio), medicación estándar en la rosácea papulopustulosa, es utilizado en el tratamiento. Las propiedades antiinflamatorias del mismo, mostrarían una actividad antioxidante, interfiriendo con la generación y liberación por parte de los neutrófilos de especies reactivas de oxígeno (ERO), evitando así, la injuria en el sitio de inflamación. (39) Estos mecanismos son importantes para explicar también el beneficio del ácido azelaico (AzA), usado como una formulación en gel al 15 %, como droga efectiva en el tratamiento actual. Camera y col. mostraron que el AzA inhibe la producción de especie reactiva de oxígeno liberadas por los queratinocitos así como también la up-regulation inducida por UVB de citoquinas pro-inflamatorio IL-1, IL-6 y TNF-alfa. La catelicidina antes mencionada, es un péptido antimicrobiano limitado a un gen único, CAMP que se encuentra elevado en la piel de pacientes con rosácea. Este péptido estaría implicado en la respuesta inflamatoria de dicha enfermedad y explicaría por qué presentan respuesta exagerada a diversos estímulos Esta expresión anormal del péptido antimicrobiano (catelicidina) es secretada como una pro-proteína, llamada proteína catiónica antimicrobiana (CAP18 o 18-kDa), biológicamente inactiva., cuyo procesamiento proteolítico da como resultado la liberación del péptido antimicrobiano activo mas conocido como hCAP18/LL-37 (péptidos 37 aminoácido), el primer péptido maduro aislado de este producto genético. 14 Esta etapa es esencial para la función de la catelicidina y terminaría cumpliendo un doble papel en la inmunidad, ya que por un lado puede actuar eliminando microorganismos, y por el otro, desencadenando diferentes respuestas en el tejido del huésped como una molécula pro-inflamatoria. En la piel, LL-37 es elaborado por neutrófilos, mastocitos y queratinocitos activados por un proceso inflamatorio, en respuesta a la injuria o infección. La catelicidina además, contribuye a las propiedades antimicrobianas elementales del sudor y la saliva, esto se asocia también a la capacidad del huésped de montar una defensa efectiva contra una infección; representando el sistema inmune innato. (31) Función de la catelicidina: Eliminación de microorganismos. Reparación de heridas. Liberación de citoquinas. Promoción de quimiotaxis de neutrófilos. Estimulación de angiogénesis. Facilita la expresión de componentes extracelulares de la matriz . Catelicidina y rosácea: Debido a que algunos de estos efectos relacionados con la función de las catelicidinas son semejantes a los cambios clínicos que se observan en la rosácea, Yamasaki y col. en 2007, consideraron que la expresión anormal de este péptido, podría ser un factor en su fisiopatogenia. Para demostrar este postulado se realizaron biopsias de piel, obtenidas del pliegue nasogeniano, y se compararon con piel de una zona similar de individuos sanos. En todos los casos de rosácea por medio de una tinción inmuno-histoquímica, la catelicidina estaba aumentada en forma difusa, mientras que en piel facial normal tenía expresión mínima. (8,31) Las formas proteolíticas producidas de este péptido, encontradas en la rosácea, son distintas de las observadas en individuos sanos y son el resultado de una anormalidad en su elaboración asociada a un aumento de la actividad de la enzima tríptica del estrato córneo (SCTE) o Kalicreína 5 en la epidermis. La catelicidina posibilita la inflamación, mediada por dicha enzima. Muy recientemente Yamasaki y col. encontraron que el ácido azelaico (AzA) en concentraciones de 10 a la 8 mol /L a 10 a la 9 mol/ L disminuiría la expresión de la enzima proteolítica calicreína 5 y la catelicidinas. Este descubrimiento podría ayudar a explicar la eficacia del AZA en la rosácea. 15 Estos autores también observaron que el péptido 37 aminoácidos, LL-37, fue una de las formas principales identificadas en la rosácea, y fue mucho menos abundante en la piel normal. Un cambio en la expresión local de este péptido antimicrobiano puede también alterar la población de microorganismos comensales en la piel comprometida y esto puede contribuir, aún más, a la manifestación de la enfermedad. Todos estos hallazgos encontrados confirmaron el papel de la catelicidina en la respuesta inflamatoria de la piel y sugieren una explicación para la patogenia de la rosácea, al demostrar que la inmunidad innata exacerbada puede reproducir elementos de esta enfermedad. (8,31). Enzima tríptica del estrato córneo (SCTE) y rosácea: La enzima tríptica del estrato córneo (SCTE) o kalicreina 5 (KLK5 o hK5) como dijimos antes parte CAP8 a péptidos activo en la epidermis. Yamasaki y col. analizaron si la expresión de la SCTE estaba alterada en la rosácea en comparación con la piel normal. Demostraron que la SCTE estaba altamente expresada en la rosácea y se localiza junto a la catelicidina en las capas granular y córnea. Por el contrario, la catelicidina y la SCTE eran mucho menos abundantes y estaban localizadas superficialmente en las muestras de piel normal. El aumento en la inmuno-reactividad en la rosácea se correlacionaría con la actividad mayor de la proteasa en la epidermis, lo que fue determinado por la zimografía in situ (técnica por electroforesis que permite observar la actividad de las proteasas) de piel con rosácea y piel sana. (8,31). Este año los mismos autores se plantearon la hipótesis que la función anormal del sistema inmune innato en los pacientes con rosácea podría explicar la sensibilidad aumentada, y mayor porcentaje de receptores toll-like 2 (TLR2) que en pacientes normales. La expresión aumentada de éstos receptores no fue vista en eccema atópico o psoriasis. La sobre expresión de TLR2 sobre queratinocitos, tratamiento con ligandos de TLR2, y el análisis de ratones con deficiencia de TLR2 dieron como resultado una liberación por parte de los queratinocitos de kalicreína 5 (KLK5) fuertemente dependiente de calcio, la enzima proteolítica principal involucrada en la patogénesis de rosácea. 16 Estas observaciones muestran que la función anormal del TLR2 puede explicar respuestas inflamatorias exageradas para los estímulos medioambientales y puede actuar como un elemento clave en la patogénesis de rosácea. Conclusiones de este trabajo: 1. El aumento en la expresión de TLR2 esta asociada con aumento de KLK5 en los pacientes con rosácea. 2. El TLR2 aumenta la expresión de KLK5 en queratinocitos epidérmicos humanos. 3. Los ligandos del TLR2 aumentan liberación de KLK5 en una fuente dependiente de calcio. 4. La estimulación microbiana de KLK5 es dependiente de TLR2 . La observación que la enzima tríptica del estrato corneo (SCTE) es una enzima proteolítica que activa a la catelicidina, es tal vez indicativa de por qué los inhibidores enzimáticos efectivos como las tetraciclinas disminuyen los niveles de catelicidina y por lo tanto serían beneficiosos en el tratamiento de la rosácea Estrés oxidativo y ferritina: La ferritina, proteína almacenadora de hierro, puede captar y ceder hierro rápidamente y con ello convertir esto en una función de defensa antioxidante o volverlo potencialmente peligroso. Esto se explica por la capacidad que tiene de dañar el tejido al participar en la conversión de peróxido de hidrógeno en radicales libres que afectan membranas celulares, proteínas y ADN. Una sobrecarga de hierro puede influir en la sobreproducción de estos peróxidos en un amplio espectro de condiciones inflamatorias agudas y crónicas. (31). A nivel celular, la mayor parte del hierro que no es metabolizado es secuestrado en la ferritina como un núcleo cristalino de iones férricos (Fe3+). Para catalizar las reacciones oxidativas, el hierro debe ser primero liberado del núcleo. Es por eso que la importancia de la ferritina en este caso (estrechamente controlada por la proteína -1 reguladora de hierro) es la de restringir la disponibilidad del hierro para estas reacciones entre el ERO y biomoléculas. 17 La mayor presencia de ferritina intracelular puede ocurrir como una respuesta al estrés oxidativo provocado por el hierro acumulado, ésto se ve como consecuencia de la exposición a la luz UVA (320-400 nm.), a las temperaturas elevadas y a la inflamación. (31). Tisma VS y col. midieron los niveles de peróxido y los niveles totales de potencial antioxidante en suero. Además realizaron un análisis inmunohistoquímico de la expresión de ferritina en las células de pacientes con distintos subtipos de rosácea. Los niveles de ferritina se encontraban más elevados en pacientes con lesiones mas inflamatorias y extensas que explicaría por qué hay exacerbación de los síntomas al exponerse a la luz UV, ya que el estrés oxidativo inducido por la luz UV en los pacientes con rosácea puede promover la degradación de la ferritina y una liberación de hierro. (29). En consecuencia, la progresión de la rosácea podría estar relacionada a nivel de ferritina y estos pacientes pueden ser objeto de infiltración de microorganismos, que podrían competir por el hierro del huésped y desplazarse hacia donde el hierro es más abundante. (29). Helicobacter pylori El Helicobacter Pylori es un bacilo curvado, uno de los patógenos más común que afectan a seres humanos, infectando aproximadamente el 50% de la población del mundo. Se encuentra con más frecuencia en países en vías de desarrollo que en los países industrializados, probablemente debido a las condiciones sanitarias deficientes. El resultado de la infección depende de una combinación de elementos: virulencia bacteriana, factores del huésped, y ambientales. Dos investigadores australianos Barry J. Marshall y Robin Warren, descubrieron el bacilo curvado Campylobacter Pylori, que más adelante fue nombrado Helicobacter Pylori en 1982. Por este descubrimiento les adjudicaron el Premio Nobel en el año 2005. Refutaron un dogma de muchos años en la ciencia médica al cuestionar el stress y la forma de vida como factores desencadenantes de gastritis y úlcera péptica. (20). Desde entonces el potencial patogénico del H. Pylori, no sólo causa daño en la mucosa gástrica, sino también en una variedad de enfermedades que incluso no se relacionan con el aparato gastrointestinal. (Cuadro 1). 18 Enfermedades gastroduodenales: Cáncer gástrico Gastritis Linfoma MALT Úlcera péptica. Enfermedades Cardio y Cerebreo-vascular: Enfermedad coronaria Cefalea primaria. Raynaud primario. ACV Enfermedades dermatológicas: Alopecia areata Dermatitis atópica Enfermedad de Behçet Urticaria crónica Púrpura trombocitopénica immune. Liquen plano Esclerosis sistémica progresiva. Prurigo crónico multiforme. Prurigo nodular Prurito Psoriasis Estomatitis aftosa recurrente. Rosácea Púrpura de Schoenlein-Henoch Sindrome de Sjögren Sindrome de Sweet Enfermedades pulmonares: Asma bronquial. Bronquitis obstructive crónica. Cáncer pulmonary Enfermedades hepato-biliares: Colangiocarcinoma Cálculos biliares. Carcinoma hepatocelular Enfermedades intestinales: Enfermedades entéricas. Enfermedades inflamatorias intestinales. 19 Enfermedades neurológicas: Enfermedad de Alzheimer Otras: Linfoma extra-gástrico MALT Retraso del crecimiento. Anemia por deficiencia de hierro. CUADRO 1. Enfermedades con una participación probada o sospechada del Helicobacter Pylori en su fisiopatología (20) Ana C. Hernando- Harder et al. Helicobacter pylori infection and dermatologic diseases. J. Eur. Dermatol. 2009. Afectación del H.P. fuera del aparato gastrointestinal Varios mecanismos de acción se han propuesto en un intento por explicar las manifestaciones extraintestinales de la infección por H.P. estos incluyen: gastritis atrófica, aumento en permeabilidad vascular gástrica durante la infección, liberación de mediadores inflamatorios, mimetismo molecular y respuesta inmune sistémica. (20). Luego de la colonización gástrica, el H.P. desencadena la producción de grandes cantidades de sustancias pro-inflamatorias como: citoquinas, eicosanoides y proteínas de la fase aguda. Esta respuesta inflamatoria puede llevar al desarrollo de complejos antígeno-anticuerpo o anticuerpos cruzados dando por resultado daño a otros órganos. (20, 23, 33). Fae KC y col. han propuesto que el H. P. induce un fenómeno similar al observado entre los antígenos del estreptococo beta hemolítico del grupo A y proteínas, dando por resultado reacciones autoinmunes humorales y celulares para finalmente ocasionar fiebre reumática con miocardiopatía. De acuerdo con estas observaciones, los investigadores han examinado el papel del H. P. como determinante patógeno para las enfermedades extra intestinales idiopáticas en la cual se halla implicada la desregulación del sistema inmune (20). 20 Rosácea y Helicobacter Pylori En los últimos años, varios artículos han propuesto una posible relación causal entre H. pylori y la rosácea. De este modo se ha postulado que el aumento de óxido nítrico (ON) producido por dicho germen podría ser causante del flushing y el eritema presente en la rosácea o tener un rol en la patogénesis de la inflamación observado en estos pacientes. Un Estudio realizado por Argenziano G. y col. en Italia evaluó la serología para Helicobacter pylori en 48 pacientes con rosácea por medio de ELISA refiriendo que: la IgG indicadora de infección establecida, IgA permite observar la severidad de la infección y los anticuerpos contra la Cag A, citotoxina asociada al gen A, cuyo gen es el más conocido responsable de la virulencia del germen. (15). La prevalencia de ambas: IgG e IgA fue más alto en los pacientes con rosácea papulopustulosa que en la variedad eritematotelangiectásica En más del 80% de los pacientes con algún desorden gastrointestinal y rosacea tenian IgG positiva y el 75% de los pacientes tenían anti Cag A positivo. La Cag A, es una citotoxina notablemente inmunogénica y estimula al epitelio gástrico para que secrete altos niveles de citoquinas inflamatorias como IL8, Mip-I alfa y Mip-I beta (proteínas macrofágicas inflamatorias) etc. Estas citoquinas estimulan quimiotaxis para neutrófilos, linfocitos T (IL8), monocitos, basófilos y eosinófilos. Una de las consecuencias de la activación de los neutrófilos es el estrés oxidativo con la formación de radicales libres como el óxido nítrico (ON), éste ha sido relacionado con ciertos procesos fisiológicos en la piel, incluida vasodilatación, inflamación e inmunomodulación. El incremento de la actividad de las especies reactivas de oxígeno (ROS) y el descenso de compuestos antioxidantes en plasma tal como el ácido ascórbico se han detectado en pacientes infectados con H. pylori. Trouba KJ y col. han reportado una reducción de los niveles de vitamina C en infectados por H. pylori que podría contribuir a la etiología de algunas enfermedades asociadas con deficiencia de antioxidantes. Una protección inadecuada de antioxidantes o un exceso de producción de especies reactivas de oxígeno (ROS) liberadas principalmente por estas células inflamatorias, los neutrófilos, crea un estrés oxidativo que juega un papel importante en cáncer de piel, envejecimiento cutáneo y numerosas enfermedades inflamatorias de la piel como la rosácea. (15, 20, 25, 29, 31). Además, el tratamiento eficaz de la enfermedad con drogas tópicas o sistémicas con características antioxidantes (ej.: metronidazol), sugiere que la rosácea pueda estar de hecho relacionada con una actividad creciente de ROS 21 y la función deficiente del sistema antioxidante de individuos afectados. (20, 25). Es posible que las sustancias tóxicas producidas por el Helicobacter pylori podrían invadir la circulación sistémica y dañar el endotelio. La capacidad del H.P. para inducir la producción de citoquinas proinflamatorias juega un rol importante en la inducción y mantenimiento del proceso inflamatorio en esta enfermedad, sobre todo por la capacidad de la CagA de producir IL8. TABLA 3. Estudios y trabajos encontrados que intentan confirmar o refutar la asociación de la rosácea con el H.P. Los trabajos se encuentran en orden de publicación y se resaltan los datos positivos en la asociación. Serie de casos 31 pacientes Prevalencia de histología y serología más alta que la población general. respuesta positiva al tratamiento erradicador del H.P. Herr and You. ( 2000 Korea) Relationship between H.P. and rosaca: it may be a myth. Estudio de casos y controles+ controles con placebo en tratamiento erradicador del H.P. 50 casos y 50 controles, 20 erradicaciones y 20 controles con placebo No hay diferencia en la prevalencia de infección ni en la respuesta al tratamiento Rojo-Garcia y col. (A.D.V España 2000) H.P. in rosacea y chronic urticaria. Casos y controles 124 pacientes: 79 con rosácea y 45 con urticaria crónica Mayr-Kanhauser et al.( J.E.G.H. 2001 Austria) Resolution of granulomatous rosacea after eradication of H.P. with clarithromycin, metronidazole and pantoprazole. Casos reportados 1 paciente La prevalencia de H.P. no fue significativa en ambos grupos de pacientes , pero con buena respuesta clínica al tratamiento erradicador en pacientes con rosácea Resultados favorable ante el tratamiento erradicador del H.P. Szlachic (J.E.A.D.V. 2002 Polonia). The H.P. erradicación casos series 53 pacientes con estudio de Rebora et al.(J.A.G. 1994) Primer estudio realizado investigando dicha asociación. Alta prevalencia de H.P. en pacientes 22 link between H.P. infection and rosacea Gurer Mehmet Ali et al. (J.I.D. 2002 Turquia) the seroprevalence of H.P. and N.O. in acne rosacea. Casos y controles erradicación con rosácea. Con terapia erradicadora desaparecen smas.o marcada mejoría en 51 pacientes. 33 pacientes con rosacea y 20 controles sanos La seroprevalencia de H.P. en pacientes con rosácea fue más alta. El nivel de O.N. fue normal. Díaz Camilo et al. (A.D.V. 2003 Inglaterra) Rosacea: a cutaneous marker of H.P. infection? Results of e pilot study Serie de casos 49 pacientes con rosácea Evidencia sugestiva de la asociación entre la severidad de la rosácea y la presencia de H.P. Candeli M. (D.L.D 2003 Italia) H.P. eradication and acne rosacea resolution: cause-effect or coincidence? Caso reportados 1 paciente Resolución de su rosácea posttratamiento erradicador para H.P. Kiymet Baz, MD ( J.I.D. 2004 Turquía) Plasma reactive oxygen species activity and antioxidant potential levels in rosacea patients: correlation with seropositivity to H.P. Casos y controles 29 pacientes con rosácea y 20 controles sanos En los pacientes enfermos la IgM contra H.P. fue más alta, la IgG fue mas baja, con incremento de ROS y disminución de AOP. Mini Roberta y col. (Proteomic. 2005 Italia) H.P. inmunoproteomes in case reports of rosacea and cronic urticaria. Casos reportados 3 pacientes Se observo inmuno respuesta mediada por IgA, IgG e IgE contra antigenos del H.P. Resultado discutido Gedik GK (J.E.A.D.V. 2005 Turquia) Has H.P. eradication therapy any effect on severity of rosacea symptoms? Casos reportados 39 pacientes con rosácea 66,6% positivos para H.P., similar a los pacientes sin rosácea que consultaron en el mismo hospital. No hubo mejoría significativa después del tratamiento erradicador R.E.E.D..Boixeda de Serie de casos 44 pacientes con Relación positiva 23 Miquel y col. (2006 Madrid) Efecto del tratamiento erradicador frente a H.P. en la rosácea. clínicos rosácea entre rosácea y H.P. y amplia mejoría con el tratamiento erradicador. Dakovic Z et al.( A.D.A. 2007 Serbia) Ocular rosacea and treatment of symptomatic H.P. infection: a case series Serie de casos 79 pacientes con rosácea de los cuales 23 tenían rosácea ocular. Buena respuesta al tratamiento erradicador, la enfermedad ocular responde mejor que la rosácea cutánea Bonamigo Renan Rangel y col. (A.B.D. Brasil 2008) Factors associated with rosacea in population samples of southern brazil: análisis of case-control studies. 2 estudios de casos y controles Estudio 1: 62 casos y 124 controles. Se vio una pequeña asociación del H.P. con los pacientes con rosácea, pero se vio este resultado modificado por el uso previo de ATB. Lazaridou E y Col. (J.E.A.D.V. 2009 Grecia) Clinical and laboratory study of rosacea in Northern Greece. Casos y controles 100 pacientes con rosácea y 100 individuos sanos 42% (+) para H.P. en pacientes con rosácea y 46% (+) en los controles sanos, pero se vio este resultado modificado por el uso previo de ATB. En los que no usaron ATB hay una fuerte asociación entre H.P. y rosácea K.Abram y col. (JEADV Tartu, Estonia 2010) Risk factor associated with rosacea. Casos y controles 172 pacientes con rosácea y 145 controles sanos No se vio asociación estadísticamente significativa entre rosácea y H.P. Estudio 2: 34 casos y 29 controles. Como se ha visto en los trabajos revisados, hay varias investigaciones que sugieren un papel etiológico posible del H.P. en la rosácea y han demostrado que el predominio de la infección con H.P. en promedio, en pacientes con rosácea, es más alto que en los sujetos control. (14,19, 23, 25,27), Otros no han podido confirmar esta asociación (11,12, 22, 30). Hay reportes donde el tratamiento erradicador del H.P. reduce la severidad de la rosácea (11,13, 16, 17, 21, 24,), otros autores no han podido ratificar la misma afirmación. (9, 26). 24 COMENTARIOS No existe una respuesta concluyente a la pregunta de cual es el nexo o el mecanismo por el cual estarían asociadas estas dos entidades. Varias teorías intentan descifrar los puntos de conexión entre rosácea y Helicobacter Pylori, pero en la mayoría de los casos aún no se ha logrado reconocer o identificar con exactitud ese estrecho mecanismo. No hay dudas que la fisiopatología de la rosácea es multifactorial y que ninguno de los factores revisados alcanza por si solos a explicarla totalmente. No obstante, con lo observado en la literatura estoy en condiciones de afirmar que cada día se descubren nuevos mecanismos involucrados (principalmente a nivel molecular) que nos ayudarán a conocer cada vez mejor la patogenia y acercarnos así a un tratamiento mas específico. Entre los puntos más destacados: Los síntomas de la rosácea pueden ser exacerbados por factores que desencadenen una respuesta inmune innata exagerada, y la liberación de catelicidina expresada en forma anormal en la piel de estos pacientes. Estos importantes hallazgos también apoyan su probable asociación con los eventos generadores de especies reactivas de oxígeno (ERO) y el metabolismo del hierro. Se relaciona con el progreso en la evolución de la inmunidad innata que adopta al secuestro de hierro como un mecanismo antiguo de defensa del huésped contra los patógenos que lo invaden. Con respecto al Helicobacter Pylori, pude observar, que los diferentes estudios encontrados no fueron fácilmente comparables, ya que no sólo revisaron diferentes variables y presentaron sesgos que no fueron controlados, sino que muchos de éstos no trabajaron con muestras representativas, siendo sus resultados en definitivas estadísticamente no significativos. Con respecto a los métodos diagnósticos que utilizaron, difieren mucho entre los diferentes estudios. Algunos realizaron solamente serología, la cual variaba según el trabajo en IgG, IgM, IgA, IgE y anticuerpos contra la CagA, con diferentes combinaciones. La determinación cuantitativa de anticuerpos de tipo IgG contra Hp (Ac[IgG]cHp) tiene una sensibilidad de alrededor del 90%; pero, después de tratar la infección, los títulos de anticuerpos siguen altos por tiempo prolongado y, por lo tanto, su determinación no es útil para comprobar la erradicación, dato importante que ciertos estudios no han tenido en cuenta. También se observó en otros trabajos el test de la Urea marcada con C13, con una sensibilidad del 97% y costosos a la hora de realizarlos. Otros solicitaron endoscopía y biopsia. El estudio histológico de la mucosa permite precisar la presencia de H. P. (con una sensibilidad de casi el 100%, si se emplean las coloraciones de Warthin- Starry, Giemsa o Waisson). Esta diversidad observada en los métodos diagnósticos hace muy difícil la comparación entre ellos. 25 Así mismo pude observar que algunos textos coincidían que un alto porcentaje de los pacientes con rosácea asociados a un resultado positivo para Helicobacter Pylori, en su gran mayoría, presentaban lesiones de tipo inflamatoria (pápulas y pústulas), en comparación con la variedad eritematotelangiectásica. Esto a mi criterio podría estar relacionado con los cambios en la inmunidad, el proceso inflamatorio local y la liberación de citoquinas en la circulación sistémica mencionados anteriormente en relación a dicho germen. Estos resultados sugieren que el Helicobacter Pylori pueda estar implicado en la rosácea y que la erradicación puede ser beneficiosa. Sin embargo, se requiere evidencia adicional y ensayos clínicos controlados para confirmar el efecto del tratamiento en pacientes. Por lo tanto no es de rutina pedir pruebas diagnósticas para detectar Helicobacter Pylori en pacientes con rosácea. A pesar que no está estipulado, se podría considerar pedir métodos diagnósticos fidedignos como endoscopía y biopsia, con consentimiento del paciente, en casos muy puntuales, donde el cuadro clínico se encuentre en estadios avanzados, con compromiso extenso y resistente al tratamiento convencional. Las hipótesis nuevas acerca de la patogénesis de la rosácea nos ayudarían, si encontráramos la manera de influir efectivamente en la cantidad de los péptidos antimicrobianos, en el manejo de la génesis de ERO, atenuar el estrés oxidativo y el consiguiente desarrollo de terapias nuevas efectivas que extiendan el armamento actual para el tratamiento de la rosácea. Viceversa, la dilucidación de los mecanismos moleculares sobre terapéuticas efectivas, probadas científicamente, contribuirían a la mejor comprensión de la causa y el desarrollo de la enfermedad. 26 BIBLIOGRAFÍA 1). 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