INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL DELEGACIÓN REGIONAL EN BAJA CALIFORNIA JEFATURA DE PRESTACIONES MÉDICAS COORDINACION DELGACIONAL DE EDUCACION EN SALUD ESCUELA DE ENFERMERIA EN TIJUANA INCORPORADA A LA UABC MATERIA: ENFERMERÍA QUIRÚRGICA TEMA: “PROCESO DE ATENCIÓN DE ENFERMERÍA COLECISTITIS SUBAGUDA MULTILITIASICA” GRUPO: 5TO.SEMESTRE NOMBRE DEL DOCENTE: Lic. CARMEN ALICIA VÉLIZ BENITÉZ. INTEGRANTES DE EQUIPO: CRUZ PÁEZ JESSICA KARINA. ZUNO INCAPIE WENDI YESICA Tijuana, Baja California a 18 de abril del 2011 CASO CLÍNICO Resumen: Nombre: V.M.M.A 53 años de edad APP: HTA tres años de evolución, controlada. Cirugías: histerectomía Fecha de ingreso: 30 marzo 2011. Padecimiento Actual: Paciente femenina de 53 años de edad, que acude a urgencias por referir dolor abdominal de 24hrs de evolución en hipocondrio derecho, que se irradia hacía el hombro, de comienzo rápido, dolor intenso, continuo de tipo ardoroso. Acompañado de náuseas y vómito, de color amarillento, con mal estado general, fiebre de 39°. Dato: la paciente refiere, hace 6 años con los mismos datos clínicos, fue tratada con analgesia, y hace 3 semanas también refirió la misma sintomatología en urgencias, y refiere que no le hicieron nada, solamente trataron el dolor. Exploración física: paciente consciente, cooperadora, orientada en sus 3 esferas, mucosas hidratadas, con pupilas isocoricas normoreflexicas, con tinte ictérico en conjuntivas. Abdomen globoso expensas de tejido adiposo, con peristalsis presente, en la palpación abdomen blando depresible, doloroso a la palpación en el hipocondrio derecho, Murphy positivo, sin datos de irritación peritoneal. APP: HTA de tres años de evolución. Cirugías: Histerectomía. Laboratorios y Gabinete: BH: Leucocitosis 14.1, Neutrofilos 88%, Hb 13.7, Plaquetas 281. QS: Glucosa 107, BUN 10, Bilirrubina directa 0.30, Fosfata alcalina 131, TGP 164, TGO 154, amilasa 143. US: Vesícula biliar de paredes ecogénicas con cálculos múltiples de entre 9 y 8mm los mayores. Murphy ecográfico positivo, conducto hepático común y colédoco dilatados 10 a 8mm respectivamente. Diagnóstico: Colecistitis sub aguda multilitiasíca. Dilatación de las vías biliares extrahepáticas. Probable colédocolitiasis. CCL. Plan: Hospitalización Estudios perioperatorios. Cirugía programada: Colecistectomía laparoscópica. COLECISTITIS AGUDA ETIOLOGÍA Y PATOLOGÍA Es una complicación inflamatoria de la colelitiasis que afecta a la vesícula con una gravedad variable. Como el cólico biliar, el acontecimiento inicial de la colecistitis aguda es la obstrucción del conducto cístico por un cálculo impactado. Aunque la aparición y el carácter del dolor son similares a los del dolor asociado al cólico biliar, este no remite y puede persistir durante varios días. Esta enfermedad se caracteriza clínicamente por la presencia de signos generales y locales de inflamación, y desde el punto de vista histopatológico, por la presencia de inflamación aguda en la vesícula. En el 90% de los enfermos o más, se asocia con cálculos. No encontrar bacterias en más o menos 50% de los casos, sugiere que el problema no suele depender de infección bacteriana. Se acepta que la colecistitis aguda es una inflamación química reforzada a veces por la invasión bacteriana secundaria. La colecistitis aguda comienza por la obstrucción calculosa del conducto cístico. Se piensa que el exceso de concentración de la bilis que causa al ser atrapada en la vesícula, produce inflamación de la mucosa, y derrame de líquido, que causa distensión notable de este órgano y la aparición de hipertensión en su interior. Si la obstrucción no es corregida de manera espontánea o quirúrgica, el riego sanguíneo a la vesícula puede disminuir peligrosamente, y con ello aparecer necrosis y perforación. La invasión bacteriana cusa empiema vesicular y facilita la necrosis. En el 10 a 15% de los pacientes con colecistitis aguda hay gangrena y perforación, esta ultima tabicada, por lo regular por el epiplón y órganos vecinos, lo que da como resultado un absceso pericolecístico, o absceso subfrénico o fístula enterovesicular. La perforación libre con peritonitis biliar aparece solo en el 1% de los casos. ANATOMÍA DE LA VESÍCULA BILIAR La vesícula se localiza en la fosa vesicular, en la cara inferior del hígado, entre los lóbulos derecho y cuadrado; por lo general es extrahepática pero se presentan algunos casos de vesículas empotradas y menos frecuentemente vesículas intraparenquimales. Mide de 7 a 10 cm de largo por 3 cm de diámetro transverso en el cuerpo; su capacidad es de 30 a 35 cc; es piriforme con el fondo hacia adelante llegando hasta el borde hepático, se continúa con el cuerpo y el cuello que termina en la ampolla y luego se continúa con el conducto cístico que se une al hepático común en ángulo agudo para formar el colédoco; el conducto cístico tiene en su interior una válvula espiral llamada de Heister que dificulta su cateterización. La vesícula biliar es irrigada principalmente por la arteria cística que en la mayoría de casos es rama de la hepática derecha, en otros casos se desprende de la hepática común y con menos frecuencia de la hepática izquierda. El principal medio de fijación es el peritoneo que recubre a la vesícula en la zona que sobresale del lecho hepático. FISIOLOGÍA DE LA VESÍCULA BILIAR La vesícula biliar no es un órgano vital, puede ser extirpada sin producir mayores molestias. Sirve como reservorio de la bilis secretada por el hígado, la cual es concentrada hasta la décima parte mediante la absorción de agua; la presencia de alimentos ingeridos, especialmente grasas, durante la digestión producen la contracción de la vesícula, gracias a su capa muscular, eliminando la bilis concentrada a través del cístico hacia el colédoco y luego al duodeno. La contracción vesicular es estimulada por la Colecistoquinina, producida en el duodeno. La vesícula biliar está ubicada en el abdomen, del lado derecho, por debajo del hígado. La vesícula biliar almacena bilis producida por el hígado y la deposita en la primera parte del intestino delgado (duodeno), donde ayuda en la digestión de las grasas. CUADRO CLÍNICO El signo más importante es dolor abdominal intenso. En el comienzo puede ser dolor característico de cólico vesicular, pero pronto se trasforma en dolor continuo en el hipocondrio derecho, intensificado por el movimiento y la respiración; se acompaña de uno o dos episodios de vómitos. Por lo regular hay fiebre (38.5 a 39 ºc) que puede acompañarse de escalofríos. Los síntomas son similares a los del cólico biliar, pero más graves. La progresión del proceso inflamatorio da lugar a la inflamación del peritoneo parietal y los pacientes son más recios a moverse. La mayoría de los pacientes presentan otras manifestaciones sistémicas como anorexia, nauseas, vómito y escalofríos. Los signos son fiebre, dolor en el hipocondrio derecho y en algunos casos peritonismo en el hipocondrio derecho o más difusamente. El signo de Murphy (interrupción de la respiración durante la palpación profunda del hipocondrio derecho) es característico en la colecistitis aguda. La ictericia sintomática es rara peor puede haber leve ictericia.( La señora V.M.M.A presento dolor abdominal de 24hrs de evolución en hipocondrio derecho, que se irradia hacía el hombro, de comienzo rápido, dolor intenso, continuo de tipo ardoroso. Acompañado de náuseas y vómito, de color amarillento, con mal estado general, fiebre de 39°, pupilas isocoricas normoreflexicas, con tinte ictérico en conjuntivas, Murphy positivo, sin datos de irritación peritoneal) DIAGNOSTICO Este depende de una serie de signos, síntomas y hallazgos característicos en las pruebas de imagen. EXPLORACIÓN FÍSICA Los datos a la exploración incluyen dolor notable a la palpación y rigidez en el cuadrante superior derecho y epigastrio. En más del 25% de los pacientes se palpa una masa que representa la vesícula y el epiplón adherido. LABORATORIO Los estudios de laboratorio muestran leucocitosis (12.000 - 15.000cel/µl) con predominio de polimorfonucleares, recuentos superiores a 20.000 sugieren complicaciones como gangrena, perforación o colangitis. Las pruebas hepáticas hay a menudo aumento moderado de la concentración de bilirrubina y fosfatasa alcalina en suero. También se observa aumento de la concentración de amilasa sérica. EL DIAGNOSTICO POR IMAGEN La ecografía es el método diagnóstico más sensible entre los hallazgos se encuentran inflamación de la pared y la detección de acumulaciones de líquido pericolecístico. La colescintigrafía con radionúclidos es necesaria en ocasiones, para obtener más información en casos no bien definidos por la ecografía. La gammagrafía se realiza con derivados del ácido iminidodiacético, permitiendo la visualización del sistema biliar. La concentración del radionucleído en la bilis por parte del hígado permite la demostración del flujo biliar desde el hígado hacia el hepático común, rellenando o no la vesícula biliar, y el vaciamiento de la vesícula y el árbol biliar hacia el duodeno. En la colangiografía intravenosa se observa el colédoco, pero no la vesícula, dato que tiene valor diagnóstico. La visualización de la vesícula biliar con la colangiografía elimina el diagnostico de colecistitis aguda. La TC se practica, a veces, para el estudio de los pacientes con dolor abdominal y enfermedad aguda. Esta puede demostrar una colecistitis aguda con engrosamiento mural, liquido pericolecístico y edema por colelitiasis, y aire en la vesícula o en la pared de la vesícula (colecistitis enfisematosa) y colelitiasis. EL DIAGNOSTICO DIFERENCIAL El diagnóstico diferencial de la colecistitis aguda entraña tomar en consideración prácticamente todos los trastornos abdominales agudos, y otros de tipo extra abdominal, que incluyen pancreatitis, ulcera péptica perforada, apendicitis, obstrucción por estrangulación intestinal, oclusión mesentérica, pielonefritis, salpingitis, hepatitis aguda, infarto del miocardio, insuficiencia cardiaca congestiva, neumonía del lóbulo inferior derecho. TRATAMIENTO El tratamiento inicia de los pacientes comprende el ingreso hospitalaria, dieta absoluta, hidratación intravenosa y antibióticos sistémicos. El régimen antibiótico debe cubrir la flora abdominal típica (bacilos Gram.- negativo y anaerobio). Las combinaciones características son: 1) cefalosporinas de tercera generación con cobertura anaerobia, 2) cefalosporinas de 3ra generación con metronidazol y 3) aminoglucósidos con metronidazol. En la mayoría de los pacientes la colecistitis se resuelve con tratamiento médico; sin embargo, el efecto del tratamiento sistémico sin cirugía debe ser valorado con periodicidad, vigilando la curva de fiebre, la exploración física y los datos de laboratorio. Si el paciente se agrava o no mejora el tratamiento debe modificarse: cambio de antibióticos, colecistostomía percutánea o incluso colecistectomía o colecistostomía abiertas. Los pacientes con colecistitis aguda deberían ser colecistectomizados como tratamiento definitivo. La colecistectomía puede realizarse durante el transcurso de la enfermedad o en forma diferida, entre 6 y 8 semanas. La cirugía precoz tiene la ventaja de resolver la enfermedad en el mínimo espacio de tiempo. La laparoscopia, en especial, debe realizarse precozmente en curso de la enfermedad, mientras persista un mínimo de inflamación en torno a la base de la vesícula. El momento óptimo es en las primeras 48 horas desde el comienzo de los síntomas, al igual que la colelitiasis sistemática; sin embargo, el índice de conversión a cirugía abierta es más alto para las colecistitis agudas. Aproximadamente el 80% de las colecistectomía laparoscópicas en la colecistitis aguda pueden ser completadas. La colecistectomía abierta también constituye una opción terapéutica para las colecistitis agudas, y puede practicarse con un margen de seguridad hasta algo mas tarde (hasta las 72 hr) desde el comienzo de los síntomas. La colecistectomía electiva puede realizarse si el paciente mejora de la colecistitis aguda con tratamiento sistémico. Debe retrasarse 2 o 3 meses para permitir la resolución de la inflamación aguda alrededor de la base de la vesícula. Algunas veces es la única opción terapéutica en pacientes que consultan pasados 3 o 4 días desde el inicio de los síntomas de colecistitis aguda. La colecistectomía puede realizarse mediante laparoscopia o cirugía abierta. La colecistostomía se lleva a cabo en pacientes con colecistitis aguda en los que fracasa el tratamiento sistémico y en los que no esta indicada la colecistectomía por su gravedad. Se puede realizar quirúrgicamente o de forma percutánea. Esto último es menos invasivo y permite el drenaje de la vesícula, resolviendo el episodio de la colecistitis aguda en casi todos los casos. Un vez resuelto el episodio agudo, el paciente es colecistectomizado o bien se extraen los cálculos de forma percutánea y se retira el catéter de colecistostomía.