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INFLAMACION Y FUNCION DE LOS NEUTROFILOS Y MACROFAGOS
NEUTRÓFILOS
Los neutrófilos, denominados también micrófagos o polimorfonucleares
(PMN), son glóbulos blancos de tipo granulocito. Miden de 12 a 18 μm y es el tipo
de leucocito más abundante de la sangre en el ser humano. Se presenta del 60 al
75%. Su periodo de vida media es corto, durando horas o algunos días. Su función
principal es la fagocitosis de bacterias y hongos. Se caracterizan por presentar un
núcleo con cromatina compacta segmentada en 2 a 5 lóbulos conectados por
delgados puentes. En neutrófilos inmaduros el núcleo se presenta sin segmentar,
como una banda fuertemente teñida. Su citoplasma contiene abundantes gránulos
finos color púrpura, (con el colorante Giemsa) que contienen abundantes enzimas
líticas, así como una sustancia antibacteriana llamada fagocitina, todo esto
necesario para la lucha contra los gérmenes extraños. Los neutrófilos
normalmente se encuentran en el torrente sanguíneo. Debido a sus funciones
fagocíticas, los neutrófilos también se conocen como micrófagos, para
diferenciarlos de las células fagocíticas más grandes, los macrófagos.
INFLAMACION Y FUNCION DE LOS NEUTROFILOS
Cuando se produce una rotura de la piel o de las mucosas, los microorganismos
pueden pasar del medio externo al interno. Como reacción y en un intento de
localizar al agente invasor, se produce una reacción en el tejido conectivo
vascularizado que se denomina inflamación. Este complejo proceso produce el
acúmulo de fluidos y leucocitos en el espacio extravascular. La inflamación puede
ser originada por factores endógenos (necrosis tisular o rotura ósea) o factores
exógenos como lesiones por agentes mecánicos (corte, etc), físicos
(quemaduras),
químicos
(corrosivos),
biológicos
(microorganismos) e
inmunológicos (reacciones de hipersensibilidad). Aunque en algunos casos, como
la hipersensibilidad, la inflamación puede tener consecuencias nocivas, por lo
general es una respuesta protectora que trata de restaurar los tejidos lesionados.
La respuesta inflamatoria está formada por plasma, células circulantes, vasos
sanguíneos y constituyentes celulares y extracelulares del tejido conectivo. Entre
las células circulantes se incluyen los neutrófilos, monocitos, eosinófilos, linfocitos,
basófilos y plaquetas. Las células del tejido conectivo son los mastocitos, que
rodean los vasos sanguíneos y los fibroblastos. La matriz extracelular consiste en
proteínas fibrosas estructurales (colágeno, elastina), glicoproteínas adherentes
(fibronectina, laminina, entactina, tenascina y otras) y proteoglicanos. La
membrana basal es un componente especializado de la matriz extracelular que
consiste en glicoproteínas adhesivas y proteoglicanos.
Los cuatro signos cardinales de la inflamación fueron descritos por Paracelso (30
AC al 38 DC) y son:
1.
2.
3.
4.
rubor (coloración roja)
tumor (hinchazón)
calor
dolor.
TIPOS DE INFLAMACION
La inflamación según su duración se divide en aguda y crónica. La aguda es de
duración relativamente corta (minutos, horas o unos pocos días), se inicia muy
rápidamente y se caracteriza por el exudado de fluidos plasmáticos y la migración
de leucocitos predominantemente neutrófilos. La inflamación crónica dura semanas,
meses o incluso años y se caracteriza histológicamente por el infiltrado de linfocitos
y macrófagos con la proliferación de vasos sanguíneos y tejido conectivo
Microscópicamente la inflamación crónica se caracteriza por la presencia de
macrófagos y sus derivados (células epitelioides y gigantes), linfocitos, células
plasmáticas, neutrófilos, eosinófilos y fibroblastos.
MECANISMOS QUE INTERVIENEN EN LA INFLAMACION
Migración leucocitaria
Inicialmente, en la inflamación aguda se acumulan predominantemente los
leucocitos neutrófilos polimorfonucleares y en las fases tardías, los monocitos y
macrófagos. Hay tres fases para el reclutamiento de las células en la región
dañada, es decir, la extravasación o salida de las células desde la luz del vaso al
espacio intersticial. En el capítulo dedicado al estudio de las moléculas adhesión
se analiza la función de las mismas en los procesos de migración leucocitaria.
El tipo de leucocito que migra depende mucho del tiempo que dura la inflamación
y del tipo de estimulo. En la mayoría de los casos, en la inflamación aguda los
neutrófilos son las células predominantes durante las primeras 24 horas. Estas
células empiezan a acumularse en los primeros minutos tras la lesión, mientras
que los monocitos y macrófagos se acumulan más tarde, tras 24 horas. Después
de la extravasación, los leucocitos migran en los tejidos a los lugares donde se ha
producido la lesión mediante el proceso de quimiotaxis.
Células que intervienen en la inflamación
En la inflamación intervienen multitud de células pero entre ellas destacan los
granulocitos neutrófilos y los fagocitos mononucleares. La vida de los neutrófilos
es muy corta, sólo de 3 a 4 días. Algunos de los productos de los gránulos son
bactericidas, mientras que otros son capaces de degradar la matriz proteica
extracelular. Muchos de los neutrófilos mueren en los lugares de inflamación
liberando los enzimas que pueden dañar las células o las proteínas de la matriz
extracelular. Los fagocitos mononucleares se diferencian en prácticamente todos
los tejidos del organismo de distinta manera según el tejido que ocupan, dando
lugar a macrófagos. Los macrófagos tienen una producción autocrina de factores
de crecimiento tales como el GM-CSF o el M-CSF que hacen que proliferen
localmente en los tejidos. Para llevar a cabo sus funciones, los macrófagos
necesitan ser activados por el IFN-g.
Manifestaciones sistémicas de la inflamación
Las manifestaciones sistémicas se conocen de forma colectiva como respuesta de
la fase aguda (acute phase response). Al llegar un agente que produzca una lesión
hay un ajuste rápido en la composición de las proteínas plasmáticas y la
concentración de algunas aumenta, mientras que la de otras disminuye.
La inflamación produce fiebre a través de pirógenos externos (endotoxina
generalmente) que estimulan la producción de pirógenos endógenos como la IL1 o
el TNF. Estas citocinas actúan sobre el hipotálamo anterior, donde se encuentra el
termostato central del organismo e inducen la producción de PGE2 que hace
aumentar la temperatura corporal. Además, en la sangre periférica se puede
observar una leucocitosis, es decir, un aumento del número de leucocitos (dos o
tres veces). Este aumento se debe sobre todo a los neutrófilos, entre los que
aparecen algunas formas inmaduras (cayados).
Reparación de la inflamación
En la inflamación se produce una destrucción de las células del parénquima y de
las del estroma. El tejido lesionado se repara mediante tejido conectivo que va a
producir la fibrosis y la escarificación. En este proceso intervienen los
componentes siguientes:
1.
2.
3.
4.
formación de nuevos vasos sanguíneos (angiogénesis)
Migración y proliferación de fibroblastos
Depósito de matriz extracelular
Maduración y organización del tejido fibroso (remodelación).
El proceso de reparación empieza a las 24 horas tras la lesión. Los fibroblastos y
las células del endotelio vascular comienzan a proliferar formando el tejido de
granulación en el cual se forman nuevos vasos (angiogénesis).
MACROFAGOS
Los macrófagos son unas células del sistema inmunitario, que se localizan en los
tejidos procedentes de la emigración desde la sangre a partir de un tipo de
leucocito llamado monocito.
La palabra macrófago procede del griego y significa gran comedor (macros +
phagein).
Son células mono nucleadas que se caracterizan por su capacidad de fagocitar y
degradar material particulado. Se originan a partir de células de la médula ósea
que dan origen a los monocitos de la sangre los que luego migran desde el lumen
de los capilares sanguíneos al tejido conjuntivo donde terminan su diferenciación
Función de los macrófagos
Su alta capacidad fagocítica les permite cumplir un rol importante en la eliminación
de microorganismos, tejidos dañados y contaminantes particulados. Su capacidad
de secretar diversos factores y su participación en la respuesta inmune como
células presentadoras de antígeno, se discutirán en el capítulo de Linfático y
Defensa Inmune.
Fagocitar cualquier partícula extraña (colorantes, bacterias, virus...) englobándola
en su interior para digerirla mediante lisosomas. Este proceso conlleva el
reconocimiento y la adherencia del material extraño y la formación de
fagolisosomas.
Elimina las células viejas no funcionales.
Elaboran la información antigénica: si la célula no puede digerir al microorganismo
da información a los linfocitos para la producción de anticuerpos.
Ante partículas de mayor tamaño que el suyo y que no pueden fagocitar se
produce una activa división de los núcleos o la asociación de varias células
formando sincitios de gran tamaño: células gigantes. Ante partículas como
astillas... se unen varias para formar una estructura similar a la del tejido epitelial:
células estrechamente unidas o epiteloides.
Estas células pertenecen al sistema retículoendoplásmico o retículo histocitario.
Actualmente se llama sistema fagocítico monocitario.
Fagocitosis
Un importante papel de los macrófagos es la eliminación de restos necróticos
celulares en los pulmones. Extracción de material de células muertas es
importante en la inflamación crónica, como las primeras etapas de la inflamación
están dominados por los granulocitos neutrófilos, que son ingeridas por los
macrófagos, si la mayoría de edad.
La eliminación del tejido necrótico, en mayor medida, a cargo de macrófagos fijos,
que se quedará en lugares estratégicos, tales como los pulmones, el hígado, el
tejido nervioso, hueso, tejido conectivo y el bazo, la ingestión de cuerpos extraños,
tales como los patógenos , la contratación de los macrófagos adicionales si es
necesario.
Cuando un macrófago ingiere un agente patógeno, el patógeno se queda atrapado
en un fagosoma, que luego se fusiona con un lisosoma. En el fagolisosoma,
enzimas y peróxidos tóxicos digerir el patógeno. Sin embargo, algunas bacterias,
tales com'Mycobacterium tuberculosis, han vuelto resistentes a estos métodos de
la digestión. Los macrófagos pueden digerir más de 100 bacterias antes de que
finalmente mueren debido a sus compuestos digestivos propia.
Papel en la inmunidad adaptativa
Los macrófagos son células versátiles que desempeñan muchas funciones. Como
carroñeros, que el cuerpo se deshaga de las células desgastadas y otros
desechos. Son sobre todo entre las células que "presente" antígeno, un papel
crucial en la iniciación de una respuesta inmune. Como las células secretoras,
monocitos y macrófagos son vitales para la regulación de la respuesta inmune y el
desarrollo de la inflamación, que producen una amplia gama de sustancias
químicas de gran alcance (monocinas), incluyendo enzimas, proteínas del
complemento, y factores reguladores como la interleucina-1. Al mismo tiempo,
llevan a los receptores de linfocinas que les permiten ser "activado" en la
búsqueda decidida de los microbios y las células tumorales.
Después de digerir un patógeno, un macrófago que presentan el antígeno (una
molécula, más a menudo una proteína que se encuentra en la superficie del
patógeno, usado por el sistema inmune para la identificación) del patógeno a la
ayuda correspondiente de células T. La presentación se hace por su integración en
la membrana celular y que muestra que concede a una clase de moléculas de
MHC II, lo que indica que otros glóbulos blancos que los macrófagos no es un
agente patógeno, a pesar de antígenos en su superficie.
Finalmente, los resultados de la presentación de antígenos en la producción de
anticuerpos que se adhieren a los antígenos de los patógenos, lo que facilita a los
macrófagos a adherirse a sus membranas celulares y fagocitar. En algunos casos,
los patógenos son muy resistentes a la adhesión de los macrófagos.
Los macrófagos constituyen otra línea de defensa contra las células tumorales y
las células somáticas infectadas con hongos o parásitos. Una vez que una célula T
ha reconocido su antígeno en particular en la superficie de una célula aberrante, la
célula T se convierte en una célula efectora activada, los mediadores químicos
conocidos como linfoquinas que estimulan los macrófagos en una forma más
agresiva. Estos macrófagos activados pueden engullir y digerir las células
afectadas mucho más fácilmente. Los macrófagos no genera una respuesta
específica para un antígeno, pero los ataques de las células presentes en la zona
en la que se activó. Estos principios-invasoras, los macrófagos fagocítica alcanzar
su más alta concentración de alrededor de 24 horas después de la aparición de
algún tipo de lesión de las células musculares o de recarga. Su concentración
disminuye rápidamente después de 48 horas.
La función principal de los macrófagos es la de fagocitar todos los cuerpos
extraños que se introducen en el organismo como las bacterias y sustancias de
desecho de los tejidos. Los macrófagos son fagocitos junto con los neutrófilos y
otras
células.
Los macrófagos forman parte de la inmunidad celular innata, es decir, inician una
respuesta natural contra los microorganismos, porque los macrófagos expresan
receptores de membrana para numerosas moléculas bacterianos. Los macrófagos
de los vertebrados y de los invertebrados participan en gran medida de la
respuesta inmune innata a infecciones gracias a sus receptores "scavengers", o
barredores, que poseen una especificidad a ligandos muy amplia como:
lipoproteínas, proteínas, poli y oligonucleótidos, polisacáridos aniónicos,
fosfolípidos
y
otras
moléculas.
Cuando los macrófagos fagocitan un microbio, procesan y presentan los antígenos
en su superficie que son reconocidos por los LINFOCITOS T colaboradores, que
producen LINFOQUINAS que activan a los linfocitos B. Por eso los macrófagos
forman parte de las células presentadoras de antígeno, ya que poseen en sus
membranas moléculas del complejo mayor de histocompatibilidad MHC de clase
II. Los linfocitos B activados producen y liberan anticuerpos específicos a los
antígenos presentados por el macrófago. Estos anticuerpos se adhieren a los
antígenos de los microbios o de células invadidas por virus y así atraen con mayor
avidez
a
los
macrófagos
para
fagocitarlos.
Los macrófagos tienen la capacidad de quimiotaxis, es decir la de ser atraídos y
desplazados hacia una determinada localización por la presencia de determinados
factores quimiotáctivos para monocitos como interleuquina-I, trombina, factor de
crecimiento derivado de las plaquetas, factor de complemento C5a, fragmentos de
colágeno, elastina, fibronectina, calicreína, activador del plasminógeno,
inmunoglobulinas
y
leucotrienos.
Los macrófagos además de fagocitar microorganismos y células infectadas o
muertas,
participan
en
otras
fenómenos
fisiológicos
como:
Hemostasia: El macrófago produce una serie de substancias que participan en la
coagulación como son: proteína C, trombomodulina, factor tisular, factor VII, factor
XIII
y
el
inhibidor
del
activador
del
plasminógeno.
Inflamación.
Inflamación: Los macrófagos forman parte de la inmunidad celular innata (la
inflamación), es decir, inician una respuesta natural contra los microorganismos,
porque los macrófagos expresan receptores de membrana para numerosas
moléculas bacterianos, por ejemplo: receptor para lipopolisacárido (CD14),
receptores C11b/CD18, receptores para manosas, y receptor para glúcidos entre
otros. Los macrófagos de los vertebrados y de los invertebrados participan en gran
medida de la respuesta inmune innata a infecciones gracias a sus receptores
"scavengers", o barredores, que poseen una especificidad a ligandos muy amplia
como: lipoproteínas, proteínas, poli y oligonucleótidos, polisacáridos aniónicos,
fosfolípidos y otras moléculas.
Presentación de antígenos: cuando los macrófagos fagocitan un microbio,
procesan y sitúan sus antígenos en la superficie externa de su membrana
plasmática, donde serán reconocidos por los linfocitos T colaboradores; tras el
reconocimiento, los T producen linfoquinas que activan a los linfocitos B. Por eso
los macrófagos forman parte de las llamadas células presentadoras de antígenos,
ya que poseen en sus membranas moléculas del complejo mayor de
histocompatibilidad (MHC) de clase II. Los linfocitos B activados producen y
liberan anticuerpos específicos a los antígenos presentados por el macrófago.
Estos anticuerpos se adhieren a los antígenos de los microbios o de células
invadidas por virus y así atraen con mayor avidez a los macrófagos para
fagocitarlos.
Hemostasia: el macrófago produce una serie de substancias que participan en la
coagulación como son: proteína C, trombomodulina, factor tisular, factor VII, factor
XIII y el inhibidor del activador del plasminógeno.
Proceso inflamatorio
Las células que actúan en el proceso inflamatorio tienen la actividad enzimática
suficiente para elaborar leucotrienos, histamina y otros mediadores,
particularmente los mastocitos, basófilos, neutrófilos, y macrófagos que se
encuentran profusamente en las vías respiratorias de estos pacientes.
1 Bronco espasmo
2 edema
3 Luz bronquial reducida
4 Secreción mucosa
Yesenia Andrea gonzalez vasquez
V semestre
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