Fundamentalmente, la ponencia deberá identificar, resumir y

Anuncio
Cenicientas posmodernas
Claudia Hassan
[email protected]
Introducción
Mi tesis de grado tendrá como objetivo profundizar acerca de la
representación de la mujer a través del personaje de ficción más consumido
por las mujeres de América Latina en general y por las argentinas en particular:
la heroína de las telenovelas.
A través del interrogante “Cuál fue la representación de la mujer en la
televisión argentina en las décadas del '80, '90 y 2000” se analizarán las
heroínas de tres telenovelas emitidas en las últimas tres décadas en la
televisión argentina:
• “Amo y Señor” (1984) emitida por Canal 9, protagonizada por Luisa Kuliok y Arnaldo André
• “Celeste Siempre Celeste” (1993) emitida por Telefé, protagonizada por Andrea del Boca y Gustavo
Bermúdez
• “Resistiré” (2003), emitida por Telefé, protagonizada por Celeste Cid y Pablo Echarri
La selección de las telenovelas no fue arbitraria, sino que resultó de una
búsqueda guiada por tres parámetros fundamentales:
• Emisión en una década determinada (’80, ’90 y 2000, respectivamente)
• Medición de rating (cada una fue la de mayor medición en su década)
• Características innovadoras (en cuanto a formato, horario, edición, etc.)
A continuación se hará una brevísima reseña de cada una de ellas para
facilitar una mayor comprensión de lo expuesto:
Amo y Señor: En aquella tira, Arnaldo André y Luisa Kuliok se
propinaban, además de ardorosos besos, unos estruendosos cachetazos y
cada vez que uno sonaba sobre las mejillas de la protagonista, el rating se
disparaba. Fue distribuida internacionalmente por empresarios que
compraron al incipiente productor Raúl Lecouna todos los derechos de por
vida de la exitosa obra, siendo adoptada por mujeres de varios continentes
y culturas, no solamente en América Latina. En ese entonces, la
telenovela era considerada como un genero menor, pero en la década del
90, comenzaron a desplazarse hacia los horarios nocturnos del prime time.
Celeste, siempre Celeste: Aquí se inauguró el horario de las 20:00 para
el género telenovelesco. Desmitificando la teoría de que las segundas
partes no son buenas, la continuación de “Celeste” fue la más exitosa de
la saga del tándem Andrea Del Boca – Enrique Torres (cuñado y guionista
de todas las novelas que la tuvieron como protagonista). La característica
principal de esta novela se centró en que tanto la villana como la heroína
eran interpretadas por la misma actriz, facilitando la asimilación de una
contracara directa por parte de la audiencia y dando lugar a que se
identifique fuertemente con ambos roles como si se tratara de la misma
heroína.
Resistiré: Su último capítulo midió más que cualquier otro programa –
grabado o en vivo – en Telefé (sin contar las películas y los partidos de
fútbol) y fue transmitido en simultáneo en un teatro para 3.500 personas.
En esta novela Pablo Echarri encarnaba el papel de un chico de barrio,
sensible, que se dedicaba a la costura y que conoce a la heroína al
sacarla de apuros en una fiesta, cosiéndole el bretel del vestido. Ésta es
una mujer imperfecta, ambiciosa, no necesariamente buena y con
características demasiado humanas como para ser considerada “heroína”
(1).
No se da el esperado final feliz porque el protagonista muere en el
último capítulo. Esta telenovela reinventó el género y marcó un hito en la
historia de la televisión argentina.
Continuando ahora con las características de la investigación, es
pertinente aclarar que la selección del rol de la heroína tampoco fue
caprichosa, sino que más bien responde a su rápida apropiación por parte de
las mujeres como un factor constitutivo de pertenencia y diferenciación. El resto
de los roles femeninos de telenovelas (la villana, la amiga incondicional, la
madrastra y demás personajes secundarios) no constituyen un referente
identitario lo suficientemente fuerte y perdurable en el tiempo(2).
Partiendo de la premisa de que "las imágenes femeninas que divulgan
los medios de comunicación (...) constituyen poderosos y a la vez sutiles
instrumentos de presión social, que pueden precipitar cambios o favorecer el
inmovilismo”(3) emprenderé el camino de la investigación que me concierne
para determinar cuál es la imagen femenina que representan estos medios (la
televisión argentina) en la actualidad y desde hace tres décadas.
Para ello, la investigación abordará el discurso de la telenovela a través
de las prácticas comunicacionales, el contexto social, las relaciones
interpersonales y el aspecto físico de la heroína en cuestión, en relación a tres
ejes centrales: poder, sexo y familia. Asimismo pondrá estos tres elementos en
interacción para poder establecer similitudes y diferencias entre sí, y a su vez
determinar si hubo cambios en tal representación.
Estado del Arte
Para trazar un punto de partida en la producción de nuevos
conocimientos y no repetir trabajos realizados con anterioridad, se llevó a cabo
una exhaustiva búsqueda de investigaciones previas, que se mencionan a
continuación:
• Aizerberg, Eleonora - Vázquez, María Luciana; "La heroína: arte y parte del
relato de telenovela. De las apropiaciones del género"; Tesina de la
Licenciatura de Ciencias de la Comunicación; Universidad de Buenos Aires;
1996.
• Martínez Mendoza, Rolando; “Telenovela argentina y estilo de época: el
debilitamiento del motivo de la boda final”; Tesina de la Licenciatura de
Ciencias de la Comunicación; Universidad de Buenos Aires; 1997.
• Livchits, Romina; "Cosas de mujer: figuras femeninas en el melodrama
cinematográfico argentino"; Tesina de la Licenciatura de Ciencias de la
Comunicación; Universidad de Buenos Aires; 2001.
• Greco, Julieta; “Modelo para armar. La construcción de la mujer en las
revistas femeninas”, Tesis de la Licenciatura en Comunicación Social;
Universidad Nacional de La Plata; 2005.
Desarrollo
La heroína: arte y parte del relato de telenovela.
De las apropiaciones del género
Aizerberg, Eleonora - Vázquez, María Luciana
(Tesina de la Licenciatura de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Buenos Aires, 1996)
Este trabajo, realizado en el año 1996, es de vital importancia para la
investigación a realizar, ya que las autoras establecen una diferencia esencial
entre las heroínas clásicas (de los ’60 a los ’80) y las que ellas denominan
“modernas” (de los ’90).
Si bien parten de tres hipótesis relacionadas entre sí, sólo tomaré como
antecedente clave la primera de ellas, que reza “A partir de los últimos años
aparece con fuerza creciente un rol nuevo para la protagonista de la
telenovela”.
A este respecto, considero fundamental la clasificación que Aizerberg y
Vásquez realizan de los tres mitos del ideal femenino creado por la telenovela,
a saber: la mujer-madre, la pasividad erótica femenina y el amor romántico. Las
autoras manifiestaron en ese entonces la necesidad de crear un nuevo mito,
debido a que las necesidades sociales e individuales de la mujer estaban
cambiando; considerando que este trabajo date de hace doce años, puedo
encuadrar mi tesis como una continuación y complemento, pues habiendo
transitado los primeros años del nuevo milenio, las necesidades de las mujeres
pudieron haber cambiado aún más.
También realizan, a su vez, una macro-clasificación entre esta mujer
(madre, sin necesidad de sexo y romántica) y la mujer “moderna” que decide y
avanza a fuerza de voluntad y contra todos los obstáculos. Si bien considero a
esta mirada levemente “peligrosa” en tanto establece un criterio bipolar de
estereotipación de heroínas (y por ende simplista), me permitirá anclar
fácilmente los límites para descubrir matices internos y para salir de ellos, y me
ayudará a comprender la complejización de la posmodernidad a través de
estas representaciones.
Por último, debo aclarar que el resto de las hipótesis contempladas en el
trabajo citado no serán descartadas como material bibliográfico de consulta,
pero tampoco serán tenidas en cuenta como una línea válida para mi
investigación, debido a que versan sobre el discurso de las novelas en general
y su impacto social en la mujer.
Telenovela argentina y estilo de época:
el debilitamiento del motivo de la boda final
Rolando Martínez Mendoza
(Tesina de la Licenciatura de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Buenos Aires, 1997)
Esta tesina no indaga directamente sobre heroínas de ningún tipo, pero
realiza una clara exposición de los presuntos motivos por los que las
telenovelas de la época comenzaron a prescindir del esperado final feliz.
Partiendo de que el trabajo data de fines de los ’90, puedo destacar que
ya se manifestaban allí claros indicios del cambio que estaría instalándose de
forma definitiva hacia el nuevo siglo.
Como cita el autor, la institución matrimonial ya no es “una fuerza
insustituible, casi mágica y absoluta contra las dificultades”, lo que implica que
las prioridades de la pareja protagonista han cambiado sus prioridades. Y aquí
debo remarcar que la pareja protagonista se compone del galán y de la figura
que me atañe, la heroína.
Si bien el trabajo también se centra en el análisis de tres telenovelas
(Antonella, Perla Negra y Zíngara) éstas están claramente enmarcadas en la
década del ’90, por lo que en este sentido mi investigación podría considerarse
una continuación, al aportar un elemento extra del año 2003 como lo es
“Resistiré”.
Desde una problematización de género y estilo (definidos por el autor
como un horizonte de espectativas y un modo de hacer, respectivamente),
Martínez Mendoza retoma a Oscar Steinberg y distingue entre un momento
clásico, uno moderno y uno posmoderno o neobarroco(4).
Si bien la presencia de elementos clásicos y modernos no afectan de
forma directa a mi investigación, este análisis de estilos me permitirá reconocer
y delinear más claramente las características de cada uno y centrarme en las
concernientes al momento posmoderno. A este respecto, finalizo descartando
de forma rotunda limitar conceptualmente a este último, a una mera burla y
parodia del propio escenario(5).
Cosas de mujer: figuras femeninas
en el melodrama cinematográfico argentino
Livchits, Romina
(Tesina de la Licenciatura de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Buenos Aires, 2001)
Aquí la autora se ocupa de las figuras femeninas en el cine, por lo que
desde ya descarto una similitud o un aporte en cuanto a características propias
del género de producción audiovisual.
No obstante, es un antecedente riquísimo por realizar una interesante
clasificación de estereotipos de heroínas y villanas. El análisis de estas últimas,
si bien a primera vista podría parecer irrelevante, constituye un aporte valioso
en tanto que las heroínas posmodernas son complejas y pueden presentar
tanto características de heroína tradicional como de villana.
Asimismo es interesante porque la autora no analiza aquí las
características de las mujeres reales o el impacto que las mujeres de ficción
tiene en ellas, sino que se concentra en la representación que de ellas hace el
cine argentino. Éste es un anclaje invalorable para mí, puesto que mi trabajo
tampoco deberá extenderse a análisis sociales o usos y apropiaciones, sino
que deberá limitarse a la representación.
Mi análisis de esta representación también compartirá con el trabajo aquí
expuesto la concepción de “imaginario social” como el proceso por el cual “una
colectividad designa su identidad elaborando una representación de sí misma;
marca la distribución de papeles y las posiciones sociales (…) fijando
especialmente modelos formadores (…) como un orden según el cual cada
elemento tiene su lugar, su identidad y su razón de ser”(6).
La autora retoma además un concepto fundamental para entender la
importancia de mi investigación, me refiero al “hábitus”, pieza fundamental de la
teoría de Pierre Bourdieu, quien lo define como el conjunto de percepciones y
esquemas mentales que actúan como mecanismos estructurantes y lo
responsabiliza de la posición de inferioridad (en el sentido de femineidad) de
las mujeres (7).
Desde esta sólida base, Livchits arriba a una clasificación de los
diferentes tipos de mujer representadas en el cine: la mujer-madre, la mujeresposa, la mujer-hombre, la prostituta y la devoradora de hombres, todas ellas
de especial relevancia en la complejización de la posmodernidad encarada
desde mi estudio.
Por último, retomo la mirada que realiza sobre las estrellas, que se
convierten en modelos inalcanzables para las espectadoras y “les enseñan no
sólo el estilo de ropa que se usa, sino cómo moverse, cómo utilizar el cuerpo”(8)
es decir, el arte de la seducción. No obstante mi enfoque hará énfasis en el
personaje, y no en la actriz que lo representa, sin reparar en si posee o no una
condición de estrella.
“Modelo para armar. La construcción de la mujer
en las revistas femeninas”
Greco, Julieta
(Tesis de la Licenciatura en Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata, 2005)
Aquí la autora se propone indagar sobre la construcción de la femineidad
en las revistas para mujeres y su rol en la construcción del discurso social
sobre el género.
Nuevamente y como en el caso anterior, descarto desde el inicio una
similitud o aporte en cuanto al enfoque, ya que no analizaré en ningún
momento la construcción social a partir de las heroínas de las telenovelas, por
lo que esta cuestión me resulta absolutamente irrelevante.
Sin embargo, esta tesis de investigación es de incalculable valor para mí
por diferentes motivos: en principio, porque la autora determinó tres ejes de
exploración: trabajo, sexualidad y familia, mientras que yo me centraré en:
poder, sexo y familia. Es decir que compartimos dos de los tres ejes
fundamentales para el análisis (aunque podrían ser tres de tres, si
consideramos el trabajo como una forma de poder económico).
Asimismo, durante el desarrollo de la investigación, Greco realiza un
recorrido por las formas pronominales de referirse al hombre y a la mujer, por
los procesos de construcción del “deber ser” de cada género en relación a los
medios de comunicación como espacios productores de significados.
También ciertas consideraciones que hace la autora acerca de los ejes
de análisis son de utilidad debido a que, al inicio, maneja una estereotipación
clásica de relaciones entre mujer-trabajo, mujer-sexualidad y mujer-familia y lo
enmarca dentro de un rico sustento teórico. Esto me permitirá aclarar y afianzar
aún más los conceptos adquiridos a este respecto y entender lo complejo de
estas relaciones en el momento posmoderno.
Luego elabora una nómina de rasgos comunes que resultan del análisis
de las revistas en sí: la necesidad de protección, el placer por el “chisme”, el
altruismo y el instinto maternal, el sentimiento de envidia, la necesidad de
erotismo, la legitimación de una mujer sexualmente activa, de la infidelidad y de
otras formas de sexo, la concepción de la mujer como protectora, sostén
económico del hogar y reproductora de prácticas hasta el momento
masculinas, entre otras características típicamente posmodernas.
Por todo esto considero que “Modelo para armar…” es la investigación
que más me aportará al momento de desarrollar mi tesis de grado.
Conclusión
Luego del análisis realizado sobre el estado del arte, estoy en
condiciones de afirmar que mi investigación se verá enriquecida desde varios
flancos por los trabajos expuestos. La cantidad y la calidad de la información
provista será de gran ayuda al momento investigar; ya sea por los ejes de
análisis, como por el marco teórico o los estereotipos de mujer elaborados,
todos ellos me brindaron una nueva mirada sobre el tema, que intentaré
conservar sin perder de vista durante mi trabajo.
Ansío que mi tesis sea de relevancia además para los futuros tesistas,
ya que espero aportar como nuevo conocimiento la representación de las
heroínas en los últimos treinta años, incluso más allá del 2000. Por eso
entiendo que continuaré con muchos trabajos que se iniciaron en el tema hace
algunas décadas pero que, por cuestiones obvias, no pudieron contemplar los
vientos de cambio del nuevo siglo.
Notas
(1)
Juego de palabras en relación a las primeras dos acepciones del término según la Real Academia
Española: 1- Mujer ilustre y famosa por sus grandes hechos, 2- Mujer que lleva a cabo un hecho heroico.
(2)
En contraposición con lo que sucedió en “Celeste, siempre Celeste” cuya protagonista interpretó a la
heroína y a la villana.
(3)
"La mujer en el mundo moderno", Kathleen Newland, 1982.
(4)
“La telenovela en la cultura audiovisual de la Argentina”, Oscar Steimberg, 1994.
(5)
“Prefacio”, Marita Soto, 1996.
(6)
“Los imaginarios sociales. Memorias y esperanzas colectivas”, Bronislaw Baczko, 1991.
(7)
“Las reglas del arte: génesis y estructura del campo literario” Pierre Bourdieu, 1995.
(8)
“Ador(n)adas de la cabeza a los pies: el vestuario de las estrellas de cine latinoamericanas de los años
1930 a 1950”, Nora Mazziotti, 2001.
Bibliografía

“Ador(n)adas de la cabeza a los pies: el vestuario de las estrellas de cine latinoamericanas de los
años 1930 a 1950”, Nora Mazziotti, 2001.

“Aproximación a la Telenovela”, Tomás López Pumarejo, 1987.

"Cosas de mujer: figuras femeninas en el melodrama cinematográfico argentino", Romina
Livchits, 2001.

"Estamos en el aire: historia del a TV argentina", Carlos Ulanovsky, Silvia Itkin y Pablo Sirvén

"Historia de la television argentina contada por sus protagonistas", Luis Buero, 1999.

"La heroína: arte y parte del relato de telenovela. De las apropiaciones del género", Eleonora
Aizerberg y María Luciana Vázquez, 1996.

"La mujer en el mundo moderno", Kathleen Newland, 1982.

“La telenovela en la cultura audiovisual de la Argentina”, Oscar Steimberg, 1994.

“Las reglas del arte: génesis y estructura del campo literario” Pierre Bourdieu, 1995.

“Los imaginarios sociales. Memorias y esperanzas colectivas”, Bronislaw Baczko, 1991.

“Modelo para armar. La construcción de la mujer en las revistas femeninas”, Julieta Greco, 2005.

“Prefacio”, Marita Soto, 1996.

“Telenovela argentina y estilo de época: el debilitamiento del motivo de la boda final”:, Rolando
Martínez Mendoza, 1997.
Descargar