MEMO/02/130 Bruselas, 7 de junio de 2002 Estudio sobre el desarrollo de las nuevas técnicas publicitarias y sus consecuencias sobre la normativa La Comisión Europea acaba de recibir un informe de expertos independientes sobre el desarrollo de las nuevas técnicas publicitarias. Dicho estudio, que no compromete a la Comisión, se sitúa en el contexto de la evaluación de la Directiva sobre «televisión sin fronteras», que será objeto de un informe adoptado por el Colegio antes de que acabe 2002. El informe de evaluación irá acompañado de un programa de trabajo destinado a preparar, en su momento, una revisión de la directiva. El estudio independiente confirma las razones que han impulsado a Viviane Reding, comisaria europea encargada de la política audiovisual, a inclinarse por un programa de trabajo para preparar la posterior revisión de dicha directiva, en lugar de optar por su revisión inmediata. Las disposiciones de la directiva «televisión sin fronteras» sobre la publicidad Persiguen un objetivo de protección de los telespectadores por diferentes medios: separación de los anuncios publicitarios en relación con los programas, prohibición de la publicidad para los productos del tabaco y restricciones de la publicidad sobre los medicamentos y las bebidas alcohólicas, así como prohibición de toda publicidad que pueda atentar contra la integridad física o moral de los menores. Estas normas también tienen por objeto la protección de la integridad y el valor de los programas, y la protección de la salud. Además, la directiva prevé restricciones en cuanto a la inserción de anuncios publicitarios o de emisiones de televenta en los programas, tanto entre las emisiones como durante ellas. Por último, la directiva sobre televisión sin fronteras prevé disposiciones específicas para el patrocinio de programas y para la televenta. Las conclusiones del estudio El estudio ha analizado los efectos sobre la reglamentación de tres nuevas técnicas de publicidad: la publicidad interactiva, las pantallas compartidas («split screen») y la publicidad virtual. La publicidad interactiva, que hace al telespectador dueño del contenido que desea ver y de la duración de su exposición a la publicidad, está destinada a desarrollarse no sólo con la televisión digital, sino también con Internet y la telefonía móvil. Según el estudio, si la directiva sobre televisión sin fronteras se aplica también a la televisión digital, no es seguro que las disposiciones sobre la publicidad puedan aplicarse a la publicidad interactiva, puesto que, desde el momento en que el telespectador cambia voluntariamente un programa televisado lineal para conectar con un entorno comercial, puede decirse que sale del ámbito de aplicación de la directiva (que incluye los servicios prestados para la recepción del público y no por petición). Con independencia de la cuestión del ámbito de aplicación de la directiva, se plantea la pertinencia de la normativa actual. Según el estudio, las normas relativas a la duración de la publicidad ya no serían aplicables. Por lo que se refiere a las demás disposiciones sobre la publicidad que contiene la Directiva, la que parece conservar su pertinencia para la protección del telespectador es la de la identificación clara entre lo que es programa y lo que es publicidad. A este respecto, son interesantes las normas dictadas en el Reino Unido para esta forma de publicidad: separación clara y presencia de una pantalla intermedia entre el momento en que el espectador cambia de programa y el momento en que entra en un entorno comercial. Los profesionales del sector de medios de comunicación, consultados para la realización del estudio, desean una reglamentación ligera (teniendo en cuenta el control que tiene el consumidor) e idéntica para todos los medios. Las pantallas compartidas permiten la presentación simultánea de un contenido editorial y de informaciones comerciales en la misma pantalla. Esto es algo ya utilizado habitualmente en Internet y en algunos programas televisados. Exceptuando el caso ya evocado en que la pantalla compartida invita al espectador a entrar en un contexto de publicidad interactiva, el estudio considera que las disposiciones sobre la publicidad que contiene la directiva sobre televisión sin fronteras se aplican, evidentemente, a los casos de pantalla compartida entre un programa lineal y una publicidad. Ahora bien, según el estudio, cabe preguntarse si esta división de la pantalla no se opone al principio de separación de la publicidad y los programas, así como a las normas sobre inserción de publicidad, tal como se prevén en la Directiva. En la actualidad, algunos Estados miembros -los Países Bajos, Portugal, Suecia y Francia- prohíben la pantalla compartida. Sin embargo, esta forma de publicidad está autorizada, con modalidades diferentes, en el Reino Unido y en Alemania. En vista de ello, el estudio considera que sería útil que la Comisión clarificara la interpretación de la Directiva sobre televisión sin fronteras en lo que se refiere a la obligación de separación: ¿basta con una separación espacial, o la directiva impone una separación temporal? El estudio aborda también, a propósito de las pantallas compartidas, otras cuestiones como el respeto de las obras y el acuerdo de los titulares de los derechos del programa lineal difundido en la parte no comercial de la pantalla. La publicidad o el patrocinio virtuales permiten introducir en un programa mensajes publicitarios o la mención de un patrocinio sobre estos soportes especialmente previstos a tal efecto en el programa. Es lo que sucede, por ejemplo, con los paneles en los estadios deportivos, en los que el radiodifusor puede reemplazar una publicidad presente en determinado momento por otra, o adaptar la publicidad que se ve en la pantalla a la zona de recepción del programa. Esta forma de publicidad está prohibida en varios Estados miembros, como Italia, Francia y Portugal, pero permitida en Grecia y en España, y, con ciertas condiciones, en Alemania y el Reino Unido. En este último país, la reglamentación impone que se preserve la calidad de la imagen y que los radiodifusores no participen en la venta de los espacios de publicidad. En Alemania es obligatorio informar al telespectador de que el programa contiene esta forma de publicidad o de patrocinio. 2 Según los autores del estudio, y en la medida en que, al parecer, esta técnica es utilizada actualmente sobre todo para el patrocinio, esta forma de publicidad no parece contraria a la Directiva sobre televisión sin fronteras, cuyas disposiciones sobre el patrocinio encuentran plena aplicación. Las recomendaciones del estudio El estudio, que subraya claramente la gran incertidumbre de los operadores en cuanto a una transformación rápida del paisaje audiovisual europeo (pronto estará disponible otro estudio sobre este tema), considera que no hay ninguna urgencia en revisar la reglamentación comunitaria sobre el sector audiovisual, pero detecta una necesidad de clarificación de algunas disposiciones de la directiva sobre televisión sin fronteras en el ámbito de la publicidad. Teniendo en cuenta la lentitud de la convergencia de los diferentes medios de comunicación a escala del gran público, el estudio estima que no es necesario buscar una reglamentación sobre la publicidad que sea aplicable a todos los medios. 3