La fotonica

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La fotón¡ca,
ayer y mañana
José Antonio Martín-Pereda
Universidad Politécnica de Madríc
J
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La Ingeniería ha ido, a lo largo de
los siglos, adaptándose casi siempre a
lo que la tecnología iba dictaminando
en cada momento. Gracias a ello ha
podido satisfacer muchas veces las
necesidades que la sociedad demandaba
en cada ocasión, mientras que otras, por
el contrario, ha servido para encaminar
los deseos de esa sociedad por senderos
que estaijamás hubiera pensado.
Cada tecnología se ha ido
superponiendo a las que existían antes
que ella y ha sido el escalón necesario
para pasar a la siguiente. Así, el siglo
XX nació con el esplendor de la
Electricidad, llegó a su cénit con la
gloria de la Electrónica y concluyó con
el auge de la Fotónica.
Entre medias, muchos otros campos
vieron también cómo la sociedad les
hacía partícipes del descubrimiento
de nuevos horizontes y basaba en
ellos nuevas ramas del saber. Nuevos
materiales, con propiedades nunca
soñadas antes, aparecían en múltiples
actividades; tecnologías relacionadas
con las ciencias de la vida ayudaban a
resolver problemas antes insolubles;
nuevos ordenadores y nuevos sistemas
de comunicaciones imponían un ritmo
nuevo a cada actividad humana. Los
últimos años del siglo XX impusieron, a
su vez, una nueva filosofía de trabajo en
cada una de esas actividades. Si durante
un tiempo, cadacienciao cada tecnología
parecía casi una isla separada del resto
por océanos infranqueables, a partir de
los años ochenta nació una nueva idea
que casi había sido abandonada desde
los tiempos del Renacimiento: que todas
ellas estaban relacionadas y todas ellas
podían ayudar en el desarrollo del resto.
El concepto de pluridisciplinariedad o
de multidisciplinariedad fue tomando
cuerpo y ya todas empezaron a buscar
senderos que las aproximaran. Ideas
fructíferas de unas podían servir de
base en otras; desarrollos alcanzados en
algunas podían ayudar al desarrollo del
resto.
El caso de la Fotónica, que es el que
aquí vamos a tratar hoy, es un caso claro
de cómo la pirámide de la Ciencia y la
Lecnología se ha ido formando por la
aproximación de campos contiguos. Si
gracias a las ecuaciones de Maxwell
se pudieron unir la Electricidad, el
Magnetismo y las propiedades del
Estado Sólido conocidas, y de esa unión
pudo nacer la Electrónica con la radio,
la televisión y el radar, la unión de
todos ellos con la Óptica y la Mecánica
Cuántica, dio lugar al nacimiento del
máser en 1957 y, posteriormente, del
láser, en 1960.
Einstein había publicado en 1918
unas ecuaciones que casi habían pasado
desapercibidas; anunciaba el concepto
de la emisión espontánea pero su interés
para los campos entonces existentes
era prácticamente nulo. Solo tras los
avances en microondas originados por
la Segunda Guerra Mundial se apreció
lo que aquel concepto podía generar.
Americanos y soviéticos lo entendieron
muy pronto y ambos se esforzaron
por hacer nacer al máser. Muy poco
después Maiman, en 1960, llegó por
fin al máser óptico, esto es al láser. En
breves años, no más de hasta 1965, se
habían planteado ya todos los conceptos
que gobernaban el nuevo entorno y se
habían desarrollado la mayor parte de
los láseres que conocemos hoy.
Había aparecido una herramienta que
se intuía era muy potente, pero faltaba
darle aplicaciones. Y esas llegaron a
los pocos meses. Las comunicaciones,
el procesado de materiales, la medición
de distancias, aparecieron pronto en
múltiples artículos y patentes por todo
el mundo. La "solución a la búsqueda
de un problema", como se designó
al laser en los primeros años, había
encontrado pronto múltiples problemas
que resolver. Lodo ello configura el
entorno que hoy conocemos como
Fotónica.
La Fotónica está hoy en casi todas
nuestras actividades diarias. En el
supermercado nos leen el código de
barras con un escáner hecho con un láser
de semiconductor; en casa cambiamos
de canal con un mando que emite la
radiación de un LED hacia el detector
del televisor y oímos la música de un
CD gracias a otro laser que recorre sus
surcos; nuestra miopía es corregida
gracias a un láser que moldea nuestra
comea; el aparejador que va a hacernos
un obra en casa mide la distancia entre
las paredes de una habitación con
un medidor láser; los programas de
televisión y nuestra conexión a internet,
alcanza nuestros hogares gracias a una
radiación láser que circula a través
¿? ¿Neuronics?
LASER: Com. Opts., Comp. Opt., Proc. Imag
Ees. MAXWELL: Radio, Tv, Radar, .
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o
•o
de una fibra óptica. Los grandes y
potentes ordenadores de los centros de
computación intercambian información
entre sus chips gracias a mínimas guías
por las que circula la luz con los datos.
La lista podría extenderse páginas y
páginas. Y la pregunta que podríamos
nacernos es, ¿qué más queda por
llegar? Casi nos encontramos como al
principios de los sesenta del pasado
siglo: tenemos una herramienta muy
poderosa a la que todavía es necesario
seguir planteando problemas para que
pueda resolverlos. Y, ¿dónde se pueden
encontrar esos problemas?
Dos son los entornos en los que el
campo de actividad puede ser todavía
fructífero. Uno es continuación del de
arranque del propio láser. El láser nació
gracias a conceptos cuánticos que antes
muy escasamente habían entrado en la
Tecnología. De hecho, la mayor parte de
las actividades que hoy tiene la Fotónica
estaban incorporadas a un entorno que
se conoció en sus primeros años con
el nombre de Electrónica Cuántica;
hoy la Electrónica Cuántica tiene su
campo de acción bien definido y la
Fotónica le engloba o no dependiendo
de quién le considere. Pero algunos
de los últimos premios Nobel, y en
concreto los de 2012, Serge Haroche
y David Wineland, han mostrado un
camino que está aun por recorrer. Es
el del estudio de los procesos en los
que intervienen átomos y fotones de
manera individual. El conocer el estado
de un fotón sin que nuestra observación
del mismo altere su estado ha sido
siempre uno de los problemas a los
que no se podía dar solución. Haroche
y Wineland demostraron que si era
posible observarle. La instrumentación
requerida es realmente sofisticada y las
posibilidades de llevarla a cabo están
hoy por hoy fuera de lo que pudiéramos
designarcomo tareas de la vida cotidiana.
Pero el camino está trazado y, si se sigue
por él, quizás algún día se pueda llegar
a lo que los augures designan como un
computador cuántico, un computador
que juega con qbits en lugar de con los
bits tradicionales y en el que los estados
de las unidades de información ya no
están perfectamente definidos, no son
simplemente unos o ceros, sino que lo
están en superposiciones de estados.
Dada la imposibilidad de entrar aquí
en más detalle sólo procede apuntar
algunas de las consecuencias: las
velocidades de computación podrían
multiplicarse por cifras no soñadas y
la posibilidad de conseguir el envío de
información encriptada sin posibilidad
de des-encriptación total. Pero el
camino que queda por recorrer es aún
muy largo y posiblemente no lo será
en su totalidad, con la realización de
un ordenador cuántico asequible para
muchos, hasta dentro de varias décadas.
El otro camino puede ser el
que aparece representado como
continuación de la pirámide en la Figura
anterior. Es el que enlaza con el camino
de la Biología y de las Ciencias de la
Vida. Existe ya un campo muy definido
que es el de la Biofotónica. En él, la
luz y sus múltiples herramientas actúan
como instrumentos para la detección de
propiedades de la materia orgánica así
como a su tratamiento. Lo conseguido
hasta hoy nunca antes se hubiera podido
soñar. La dermatología, la oftalmología
a que se ha hecho alusión antes, la
diagnosis y la terapia de algunos tipos
de cáncer, la cirugía o la cardiología son
algunas de las áreas con más avances
en este campo. También existe la
Neurofotónica, en la que ya el objetivo
final es el uso de técnica fotónicas para el
estudio de los fenómenos relacionados
con la neurofisiología del cerebro.
Intentos de tratamiento de la epilepsia,
del autismo o de la esquizofrenia se
encuentran dentro de los objetivos de
este entorno.
Pero existe, finalmente, otro posible
camino que es al que se ha referido el
autor de estas líneas en la publicación:
"Fotones y neuronas: otras puertas de
la percepción"1.
La Fotónica ha constituido desde sus
inicios, como ya se ha comentado, una
formidable herramienta para resolver
innumerables problemas que estaban sin
resolver. Pero en dichos planteamientos
la Fotónica ha actuado siempre como
mero instrumento que actuaba sin
apenas "aprender" nada del entorno
sobre el que actuaba. El láser actuaba,
por ejemplo, sobre la cornea para
corregir su curvatura o sobre el agujero
macular para repararle, pero no sacaba
' "Fotones y Neuronas: otras puertas de la
percepción". Real Academia de Ingeniería.
2014. http://www.raing.es/es/publicaciones/
lecciones-ínaugurales/fotones-y-neuronasotras-puertas-de-la-percepción
ninguna lección de cómo funcionaba
la retina o cómo se interconectaban
las neuronas que la configuran para
detectar movimientos. Y aquí es donde
entra en escena el posible nuevo campo
de actividad de la Fotónica.
La neurofisiología ha partido,
desde sus inicios, del estudio de
anormalidades que se daban en
determinados pacientes para extraer
consecuencias sobre cómo funciona
el cerebro. Así, Broca y Wernike, en
el siglo XIX, determinaron dónde se
encontraban en el cerebro las zonas
que controlaban el lenguaje merced a
pacientes que sufrían ciertos trastornos
del habla. Y gracias al accidente que
sufrió Phineas Gage en 1848, en el que
una barra de hierro le atravesó la parte
frontal del cerebro, pudo conocerse a
finales del siglo XX cuál era la porción
del cerebro en el que radicaba el
comportamiento social del ser humano.
De análoga manera, analizando ciertas
anomalías que se producen en el
reconocimiento de imágenes, como
las que mostró la escuela de la Gestalt
en Alemania a principios del siglo
XX, o en la percepción de los colores,
como estudiaron algunos miembros
de la Bauhaus a partir de los años 20
del pasado siglo, podría conocerse
mejor cuál es la configuración de las
arquitecturas neuronales que permiten
en el cerebro la percepción visual. La
Biología puede ser así una fuente de
nuevos conceptos para ser aplicados en
la Fotónica.
La importancia de lo anterior se basa
en el hecho de que el sistema visual de
los seres vivos es el fruto de una lenta
evolución a través de los siglos para
adaptarle a las necesidades de cada
animal. Las soluciones encontradas por
la Naturaleza en su proceso de "prueba y
error" no deberían ser desaprovechadas.
Una tarea de mimesis sensorial podría
redundar en el desarrollo de sistemas
sensoriales artificiales con unas
prestaciones posiblemente superiores,
por lo que en algunos casos tienen
de eficientes, a las realizadas por
métodos tradicionales. Además, esta
mimesis redundaría en la posibilidad de
detectar ciertas impresiones de carácter
subjetivo que muy difícilmente podría
implementarse a través de los sistemas
convencionales.
Un ej emplo muy directo de lo anterior
lo tenemos en una de las realizaciones
presentadas mediante la cual es posible
detectar, de una manera directa, las
posibles simetrías o asimetrías que
están presentes en una determinada
escena. La detección de la simetría es
una de la características más inmediatas
del sistema visual de los seres humanos.
Los arquitectos de toda las épocas han
tenido siempre este concepto en mente
cuando han diseñado sus grandes
obras, bien para mantener una rigurosa
simetría o bien para alterarla en la
manera más adecuada para obtener una
cierta belleza en un edificio. El ojo
humano es capaz de captar de manera
directa la presencia o no de simetría. Y
esto puede hacerlo simplemente gracias
a un proceso realizado en muy pocas
capas de neuronas y por medio de una
arquitectura muy simple. La mimesis
de estas estructuras mediante circuitos
fotónicos, realizados bien mediante fibra
óptica o por óptica integrada, permite
llevar a cabo configuraciones que
determinen propiedades, normalmente
consideradas como subjetivas y que
el ser humano lleva a cabo de manera
automática.
De análoga manera, del estudio de
las ilusiones visuales, que la Gestalt
alemana planteó de forma exhaustiva a
lo largo del inicio del siglo XX y que
pueden ser interpretadas en función
de los trabajos llevados a cabo por
Hubel y Wiesel en 1977, pueden
plantearse configuraciones fotónicas
que determinen de forma directa las
orientaciones de líneas o rendijas de luz
así como mínimos movimientos de las
mismas. El modelo de Hubel y Wiesel,
que indica que cada orientación de una
línea es detectada en una minúscula
región del córtex visual, permite por
ejemplo justificar las sensaciones que
se presentan ante nosotros cuando se
contempla cualquier obra de un artista
del Op Art (Optical Art): aunque las
líneas del cuadro son líneas fijas, la
impresión que se tiene en muchos casos
es que se encuentran en movimiento. La
simple mirada del observador es la que
superpone la sensación de movimiento.
¿De dónde procede esta sensación?
La respuesta no está del todo clara,
pero radica con toda seguridad en las
mínimas interacciones que pueden
aparecer entre dos regiones próximas
del modelo de Hubel. La Fotónica,
por comparación con lo que ocurre en
una de sus ramas, la Óptica integrada,
puede aportar alguna idea de cómo
tiene lugar lo anterior. A su vez, este
efecto puede ser manantial de ideas
para la configuración de dispositivos
de detección de imágenes. La Fotónica
es así receptora de ideas de otros
campos y suministradora de conceptos
para la interpretación de fenómenos
en ellos. No es sólo suministradora de
herramientas para otras tecnologías,
como ha sido casi siempre hasta aquí.
Fodo lo visto hasta aquí no es,
como puede intuirse, mas que un breve
boceto de un campo que ya tiene más de
cincuenta años. Creció inicialmente de
forma muy rápida gracias a que se sirvió
para su desarrollo de las bases dadas
por muchos otros campos; llegó en
pocos años a lo que en otras tecnologías
se considera la madurez gracias a las
innumerables aplicaciones en todas las
áreas de actividad del ser humano que
encontró. Y finalmente se encuentra
hoy en un área mucho más sofisticada
que la que tienen muchos otros entornos
porque, al fin, se enfrenta con el mundo
cuántico que es en el que nació.
PARA SABER MAS
- José A. Martín Pereda, "Fotones
y Neuronas: otras puertas de la
percepción". Real Academia de
Ingeniería. 2014. http://www.raing.es/
es/publicaciones/lecciones-inaugurales/
fotones-y-neuronas-otras-puertas-dela-percepción
- José A. Martín Pereda, "El láser:orígenes
militares y aplicaciones civiles". Cáted ra
Isdefe. http://catedraisdefe.etsit.upm.
es/2011/09/05/el-laser-origenesm¡ lita res-y-aplicaciones-civi les/
- José A. Martín Pereda, "Mundo
cuántico, relojes y computación".
Revista electrónica mi+d. http://www.
madrimasd.org/informacionldi/analisis/
anal¡sis/analis¡s.asp?¡d=54828
- José A. Martín Pereda, "La luz,
protagonista en 15 ocasiones". El País.
http://elpais.com/diario/2009/10/07/
futuro/1254866402_850215.html
-Saleh, B. E. A., and M. C. Teich.
"Fundamentals of Photonics". New York,
NY: John Wiley and Sons, 1991.
- Verdeyen, J.T., "Laser Electronics". 3rd
ed. Prentice Hall. 1995.
- Hecht, E., and A. Zajac. "Optics". 3rd ed.
Reading, MA: Addison-Wesley, 1997.
- Svelto, 0. "Principles of Lasers". New
York, NY: Springer-Verlag, 2004.
- Yariv, A. "Optical Electronics in Modern
Communications". 5th ed. New York,
NY: Oxford University Press, 1997.
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