Circulación fetal y factores teratogénicos

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República Bolivariana de Venezuela
Universidad Nacional Experimental “Rómulo Gallegos”
Hospital Militar “Cnel. Albano Paredes Vivas”
4to Ano de Medicina
Clínica de Gineco – Obstetricia I
CIRCULACIÓN FETAL Y FACTORES
TERATOGÉNICOS
Maracay; Octubre del 2008
Sistema circulatorio
El sistema circulatorio del feto es diferente del adulto,
tanto anatómica como funcionalmente, ya que los órganos
de la respiración y la alimentación so distintos. La placenta
es el órgano de la respiración y de la nutrición fetal; tras el
nacimiento, estas funciones son sumidas por el pulmón y el
aparato digestivo. Sin embargo, el papel del sistema
cardiovascular es el mismo: La captación de oxigeno y
sustratos desde el medio ambiente, en un caso a través de
la placenta y en otro a través del pulmón y el aparato
gastrointestinal, y su liberación en el organismo para
mantener la homeostasis
Anatomía de la circulación fetal
Las principales diferencias anatómicas entre la
circulación del feto y del adulto son:
1.
2.
La existencia de cortocircuitos en la circulación fetal
destinados a dirigir la sangre con mayor contenido en
oxigeno desde la placenta hacia la circulación
braquicefálica, como son el Conducto venoso de
Arancio, el Agujero Oval y el Conducto arterioso de
Botal.
La circulación placentaria, que permite el intercambio
de las sustancias nutritivas y respiratorias entre la
madre y el feto.
Anatomía cardiocirculatoria fetal se puede estudiar
conociendo el modo en que se produce el retorno de la
sangre al corazón del feto, y después como es distribuida
por éste hacia el organismo fetal.
Retorno de la sangre al corazón:
La sangre que retorna al corazón del feto procede de
varias fuentes:
a)
b)
A la aurícula derecha llega la sangre de la vena cava
inferior (VCI), vena cava superior (VCS) y seno
coronario.
A la aurícula izquierda llega sangre de las venas
pulmonares.
A la aurícula derecha.
Vena cava inferior: La sangre que alcanza la aurícula
derecha a través de la VCI represente alrededor del 67%
del volumen de sangre que retorna al corazón y tiene tres
orígenes:
1.
El retorno venoso de la porción somática inferior
(venas iliacas, mesentéricas, renales, venas
hepáticas derechas, etc.) con una saturación de
oxigeno (SaO2) muy baja (40%).
2.
La sangre de retorno de la placenta procedente de
la vena umbilical a través del cortocircuito venoso
de Arancio (Primer cortocircuito de circulación fetal).
El Conducto de Arancio permite el paso de la
sangre rica en oxigenote la vena umbilical
directamente a la VCI sin prefundir el tejido
hepático. Es la sangre con una SaO2 más alta de la
circulación fetal (83%)
3.
La sangre de las venas hepáticas que recoge :
•
•
•
La procedente del sistema porta que,
procedente del territorio esplácnico, perfunde
al lóbulo derecho hepático con un contenido
de oxigeno muy bajo.
La aportada por las ramas hepáticas de la
vena umbilical.
La sangre de la arteria hepática, rama de la
aorta, con un contenido de oxigeno menor que
la de la vena umbilical, pero mayor que el
sistema porta.
En consecuencia, en la porción torácica de la VCI se
reúnen la sangre de la VCI abdominal y la de la vena
umbilical a través del conducto venoso de Arancio. Las dos
corrientes de sangre no se mezclan.
La sangre del conducto venoso de Arancio, con alto
contenido de oxigeno, ocupa la porción central de la VCI y
su dirección preferente de flujo es hacia el territorio
braquicefálico a través de la aurícula derecha, agujero oval
(segundo cortocircuito de la circulación fetal), aurícula
izquierda, ventrículo izquierdo y aorta ascendente.
La sangre de la VCI abdominal, con bajo contenido de
oxigeno, ocupa la porción lateral de la VCI y su dirección
preferente de flujo es hacia el ventrículo derecho, arteria
pulmonar, conducto arterioso de Botal (tercer cortocircuito
de la circulación fetal) y la aorta descendente.
Vena cava superior: La sangre de la VCS (22% del
retorno venoso) procede del cerebro y la porción somática
superior, y tiene una SaO2 baja (43%). En su mayoría, tras
alcanzar la aurícula derecha, pasa al ventrículo derecho,
arteria pulmonar, conducto arterioso de Botal, y aorta
descendente, por lo que la sangre con muy bajo contenido
de oxigeno es dirigida hacia la placenta.
Seno coronario: la sangre del seno coronario (3% del
retorno venoso) procede del miocardio y penetra en la
aurícula derecha; su SaO2 es baja (20%).
A la aurícula izquierda.
Llega sangre de las venas pulmonares (8% del retorno
venoso), con una SaO2 baja (45%), y la sangre que por el
agujero oval procede de la VCI a través de la aurícula
derecha. El resultado es que la sangre aurícula en la
aurícula izquierda tiene una SaO2 del 60%. El agujero oval
permite el paso de la sangre procedente de la VCI
directamente desde la aurícula derecha hacia la izquierda,
de ahí al ventrículo izquierdo, aorta y territorio
braquicefálico.
Distribución de la sangre desde el corazón
La función de los ventrículos es impulsar la sangre desde
el corazón hacia el sistema circulatorio.
Desde el ventrículo derecho.
El ventrículo derecho recibe alrededor del 65% de la
sangre que retorna al corazón y la envía hacia la arteria
pulmonar. La alta resistencia vascular pulmonar hace que
los pulmones reciban solo un 13% del gasto ventricular
derecho (8% del gasto ventricular combinado), mientras
que el 87% restante (57% del gasto ventricular combinado)
cruza hacia la aorta descendente a través del conducto
arterioso de Botal.
El conducto arterioso de Botal comunica la arteria
pulmonar con la aorta. En el feto, la presión en la arteria
pulmonar es mayor que en la aorta, por lo que la dirección
del flujo es desde la arteria pulmonar hacia la aorta. El flujo
de sangre a través del conducto arterioso depende de la
presión arterial de oxigeno (pO2) de la sangre; cuando la
pO2 supera los 50 – 60 mmhg, como ocurre tras iniciarse la
respiración aérea, el flujo de sangre por el conducto
arterioso de Botal disminuye.
Desde el ventrículo izquierdo.
El ventrículo izquierdo recibe alrededor del 35% del
retorno sanguíneo al corazón. Un 8% (3% del gasto
ventricular combinado) se dirige hacia el miocardio, 63%
(40% del gasto ventricular combinado) hacia el cerebro y
porción somática superior, y solo un 29% del gasto
ventricular izquierdo (10% del gasto ventricular combinado)
se dirige por la aorta hacia la porción inferior del cuerpo y la
placenta. La SaO2 de la sangre que el corazón izquierdo
envía a la aorta es del 60%.
Factores teratogénicos
Se considera teratogéno en sentido amplio a todo
agente ambiental que llega al embrión o feto a través de la
madre y que es capaz de causar directa o indirectamente,
anomalías estructurales o funcionales (Alteraciones
bioquímicas, metabólicas, hormonales, inmunológicas, del
crecimiento, y del comportamiento) en el embrión, el feto o,
incluso, en el niño después del nacimiento.
En un sentido más estricto un teratógeno seria todo
agente que puede interferir el periodo de organogénesis y
dar lugar a defectos congénitos.
Medicinas:
En los años 60 apareció un tranquilizante
denominado talidomida que reducía las náuseas y el
insomnio durante el principio del embarazo pero que
producía deformaciones en extremidades y orejas del feto.
La investigación hecha a continuación identificó otros
muchos fármacos nocivos para los fetos.
Drogas psicoactivas:
Aunque algunas de estas drogas pueden causar
anomalías físicas, los efectos teratogénicos más negativos
son conductuales. Estos efectos tienen lugar porque estas
drogas lesionan el cerebro y el sistema nervioso del
organismo en gestación.
• El alcohol: Los bebés de madres que beben alcohol
durante el embarazo suelen nacer con el síndrome
del alcohol fetal (SAF); retraso del crecimiento,
problemas conductuales y rasgos faciales anormales.
Es la primera causa prenatal conocida de retraso
mental. Las víctimas más probables son las que
tienen mayor vulnerabilidad genética y aquellas cuyas
madres beben gran cantidad de alcohol durante el
embarazo, el daño más importante se produce al inicio
del embarazo. Los consejos que suelen dar los
médicos para evitar estos resultados es que la madre
se abstenga totalmente de beber alcohol durante el
embarazo.
• El tabaco: Los estudios muestran como el hecho de
fumar limita el crecimiento fetal, son de una estatura
más corta, tanto al nacer cómo en los años
posteriores. Fumar aumenta las posibilidades de un
embarazo ectópico (en las trompas), de niños nacidos
muertos, de separación prematura de la placenta del
útero y de nacimiento prematuro. Por último también
hay que decir que los hijos de fumadoras tienen
problemas conductuales.
• La marihuana: El nivel perjudicial de la marihuana
depende, al igual que el del alcohol, de la dosis. Los
niños cuyas madres fueron fumadoras intensivas
durante el embarazo, mostraron problemas en el
•
•
sistema nervioso central, con un tipo de llanto
anormal. Este nivel perjudicial se agrava al mezclar de
esta sustancia con otras drogas psicoactivas.
La heroína: Provoca en la madre (debido a la
adicción de los opiáceos) altibajos. Plantea problemas
graves al feto ya que es un adictivo potente para el
feto. Los recién nacidos adictos muestran signos
evidentes de un sistema nervioso central inestable, y
su adicción a la droga debe ser eliminada
cuidadosamente. Los efectos de adicción en recién
nacidos han causado a largo plazo consecuencias
fatales; retraso mental, desarrollo motriz deficiente y
problemas conductuales (agresión, bajo nivel de
concentración).
La cocaína: El consuma de la misma afecta al feto a
lo largo de todo el embarazo, también inmediatamente
antes y después del parto. El consumo de cocaína
aumenta el riesgo de daños estructurales,
especialmente a los órganos sexuales. Causa un
retraso general en el crecimiento y puede causar daño
cerebral. Al final del embarazo, la reacción repentina a
la cocaína puede causar convulsiones fetales, el
cerebro y el corazón del feto no pueden resistir el
estrés de estos cambios tan rápidos. El consumo de
cocaína materna alarga el proceso del parto y
aumenta las complicaciones, también aumenta el
riesgo de nacimiento prematuro. Los niños con restos
de cocaína en la sangre, cuando tienen que adaptarse
a respirar por su cuenta, son vulnerables a ataques
que
pueden
provocar
lesiones
cerebrales
permanentes, tener un sistema nervioso central
inestable o mostrar una actitud exageradamente
adormecida y lenta en respuesta a la estimulación. No
solo es perjudicial en el embarazo si no que también
es perjudicial cuando la madre la consume después
del nacimiento de su hijo. La cocaína en forma de
“crack” hace desaparecer todos los sentimientos
maternales. Los denominados “bebés del crack” son
niños pequeños irritables, difíciles de complacer, en
movimientos
constantes,
desorganizados
y
antisociales. Algunos programas demuestran que
estos niños no están del todo perdidos sino que
muestran mejoras considerables en un ambiente
sano, y que les ofrezca un apoyo sólido. Pero esto la
mayoría de las veces no se logra ya que estos niños
al vivir con sus madres no sólo tienen los problemas
de la cocaína ya que las madres que consumen esta
droga tienen muchas probabilidades de consumir
otras drogas, de estar clínicamente deprimidas y de
vivir en ambientes pobres e inestables.
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