A C U E R D O En la ciudad de La Plata, a 5 de octubre de 2011, habiéndose dispuesto en el siguiente orden establecido, Acuerdo de 2078, votación: de que conformidad deberá doctores con lo observarse Hitters, el Negri, Kogan, Soria, se reúnen los señores jueces de la Suprema Corte de Justicia en acuerdo ordinario para pronunciar sentencia definitiva en la causa C. 107.080, "La Casa del Ferretero S.R.L. contra Banco de la Provincia de Buenos Aires. Cumplimiento de contratos". A N T E C E D E N T E S La Sala I de la Cámara de Apelación en lo Civil y Comercial del Departamento Judicial de Mar del Plata confirmó el pronunciamiento de primera instancia que había hecho lugar a la acción deducida. Se interpuso, por la demandada, recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley. Dictada la providencia de autos y encontrándose la causa en estado de pronunciar sentencia, la Suprema Corte resolvió plantear y votar la siguiente C U E S T I Ó N ¿Es fundado el recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley? V O T A C I Ó N A la cuestión planteada, el señor Juez doctor Hitters dijo: I. demanda por corriente La Casa revisión bancaria del Ferretero judicial contra el de S.R.L. contrato Banco de la promovió de cuenta Provincia de Buenos Aires -Sucursal El Monolito- (v. fs. 510/524). Precisando el objeto de su pretensión, solicitó que se declaren excesivos y, por ende, contrarios al orden público, a la equidad, a la moral, a las buenas costumbres, a la doctrina legal y a las reglamentaciones de la autoridad de Superintendencia Bancaria, los intereses liquidados abierta y a su debitados en la nombre la sucursal en cuenta corriente bancaria 3901/7 demandada, accionando simultáneamente por la vía prevista en el art. 790 del Código de Comercio, denominada "arreglo de cuenta corriente". Igualmente, requirió que se declare ilegal la forma de capitalización de aquellos intereses y que se desestimen los gastos improcedentemente le y comisiones han sido que injustificada debitados de la e cuenta, solicitando en suma la reducción a su justo monto de los servicios realmente prestados conforme las circulares y reglamentaciones fijadas por el Banco Central, desechándose aquéllos que -estimó- encubrían intereses que en el conjunto constituyeron una verdadera usura (v. fs. 510 y vta.). Corrido el traslado de ley, se presentó la entidad bancaria accionada en forma extemporánea, teniéndose -en consecuencia- por no contestada la demanda (v. fs. 645). El lugar a la señor demanda juez por de primera revisión y instancia repetición de hizo sumas promovida, con costas (v. fs. 778/786 vta.). II. demandada, la Apelado Cámara lo el pronunciamiento confirmó, con costas por la (v. fs. 835/860). III. Contra esta última decisión se alza la demandada mediante recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley en el que expresa que la sentencia viola los arts. 621, 622 y concs., 656, 953, 1063, 1071, 1198, 3960 y 4027 del Código Civil; 565, 793 y 796 del Código de Comercio; Circular OPASI II del B.C.R.A. Asimismo, denuncia la errónea aplicación de la ley 24.240, y absurdo y arbitrariedad en el pronunciamiento. Hace reserva del caso federal (v. fs. 864/909). IV. El recurso es parcialmente fundado. 1) En primer lugar, he de recordar que de conformidad con la doctrina sentada en la causa Ac. 93.950 (sent. del 5-VII-2006), no es de recibo la crítica apoyada en el consentimiento tácito operado a consecuencia de la falta de impugnación de los resúmenes de cuenta (conf. art. 793, Cód. Com.). En efecto, al pronunciarme en dicho precedente tuve oportunidad de expresar que el art. 790 del Código de Comercio autoriza a los clientes de la entidad a requerir la rectificación de los asientos incorporados a la cuenta respectiva aún operado el transcurso del plazo establecido en el art. 793 del ordenamiento de marras, sin que hayan formulado observaciones. Si bien dicha omisión genera una presunción de conformidad del cuentacorrentista con el saldo documentado, tal confesión tácita extrajudicial puede ceder en diversos casos, como ocurre en los supuestos de abuso por parte del banco (arts. 1071, Cód. Civil y 37, ley 24.240) o en hipótesis en las que se encuentre involucrado el orden público (doctr. arts. 953, Código Civil y 65, ley 24.240) ya que una manifestación tácita no puede dejar sin efecto disposiciones en las que se encuentre comprometido dicho interés superior (art. 21, Código Civil; conf. Ac. 93.950, cit.; en el mismo sentido, v. causa C. 95.159, sent. del 28-X-2009). Por lo que la denuncia de infracción a la normativa aludida, en la medida en que se sustente exclusivamente en la conformidad tácita prestada por el cliente a los resúmenes periódicos remitidos por la entidad, carece de asidero, ya que la Cámara -en sentido análogo al exteriorizado por esta Corte en los precedentes recién aludidos- consideró que el caso presenta una de esas hipótesis en las que es posible rectificar los asientos de marras por encontrar demostrado un ejercicio abusivo de sus prerrogativas por parte del banco, incurriendo asimismo en estipulaciones nulas por contrariar previsiones de orden público en los términos del art. 953 del Código Civil. Por lo que el recurrente sólo podría lograr su objetivo demostrando el yerro en la valoración de dichos parámetros que autorizan la rectificación de los saldos, con independencia del consentimiento tácito aludido (art. 793, Cód. Com.), aspecto que abordo a continuación. 2) Según lo anticipado, sigue analizar si asiste razón al quejoso cuando impugna las conclusiones del a quo que llevaron a descalificar los intereses por excesivos, disponiendo la nulidad parcial de este aspecto de la convención. Para ello comienzo afirmando que dicha tarea valorativa está incluida dentro de las que -por regla- son ajenas de la competencia casatoria de este Tribunal. Ha señalado reiteradamente esta Corte que la determinación del carácter abusivo o inmoral de las cláusulas contractuales es una cuestión de hecho, privativa de los jueces de origen, salvo absurdo (art. 279, C.P.C.C.; doct. causas Ac. 44.221, sent. del 30-X-1990; Ac. 47.868, sent. del 10-III-1992; Ac. 61.024, sent. del 7-VII-1998; Ac. 73.545, sent. del 16-II-2000; C. 93.539, sent. del 20VIII-2008; mi voto en causas C. 91.452, sent. del 17-IX2008 y C. 95.159, sent. del 28-X-2009). Estimo que en el caso el aludido vicio descalificante se ha verificado. Asiste razón al quejoso en cuanto entiende que la Cámara se expidió en este punto de un modo dogmático (arts. 18, Const. nac.; 8, Conv. Americana de Derechos Humanos; doct. causas Ac. 55.855, sent. del 10-VI-1997; Ac. 78.454, sent. del 22-X-2003; C. 87.970, sent. del 5-XII2007). En efecto, a la hora de concretar las razones por las que -según el juzgador- corresponde hacer excepción en el caso a la regla pacta sunt servanda (art. 1197, Cód. Civ.) y declarar la nulidad parcial de las convenciones por las que se autorizó a aplicar una tasa de interés "abusiva", "desproporcionada" o "contraria a la moral y a las buenas costumbres", el a quo se limitó a remitir al tope fijado en "Acuerdos Plenarios" de dicho Tribunal (fs. 853 vta.). Esta Corte ha llegado a anular de oficio pronunciamientos de estas características, que carecen de motivación propia o de fundamentación legal, requisitos que -salvo supuestos excepcionales- no pueden ser suplidos por remisión a lo expuesto en otra causa, en el fallo de primera instancia conclusión de o un mediante fallo la remisión plenario, sin mecánica a desarrollar la los fundamentos que llevaron a adoptar tal determinación y sin hacer una descripción comparativa de la situación fáctica del precedente con la de la causa (doct. causas Ac. 50.455, sent. del 9-II-1993; Ac. 53.829, sent. del 30-IV-1996; Ac. 62.840, sent. del 31-III-1998; Ac. 72.946, sent. del 20-IX2000; Ac. 79.199, sent. del 4-IV-2002; C. 101.357, sent. del 25-II-2009; 104.865, sent. del 30-III-2003, entre otras). Cabe también traer a colación en este aspecto lo expresado por el doctor Soria en la causa C. 102.650 (sent. del 10-VI-2009), oportunidad en la que mi distinguido colega puso de manifiesto que los jueces tienen facultades de morigerar la tasa de interés convenida en los negocios privados confiscatoria, cuando solución fuere abusiva, adoptada usuraria por o numerosa jurisprudencia con base en lo preceptuado por los arts. 21, 953, 1071 y concs. del Código Civil y, en su caso, de lo normado por el art. 37 de la ley 24.240. Ello así, pues la obligación del deudor no puede exceder el crédito actualizado con un interés que no trascienda los límites de la moral habilita y a las buenas establecer costumbres. pautas Mas tal doctrina no fijadas en materia de intereses con abstracción de las circunstancias concretadas de cada caso. Entiendo que la respuesta dada por la Cámara en este capítulo accesorio, incurre en la falencia aludida en los citados adecuadamente precedentes, señalado por el lo que quejoso- -habiendo autoriza sido a la revisión parcial del fallo en crisis. 3) En cuanto a la impugnación referida a lo decidido en orden a la capitalización de intereses, señala el impugnante que si bien el a quo convalidó el mecanismo a tenor de lo dispuesto por el art. 795 del Código de Comercio, con lo cual no hizo sino receptar la voluntad de las partes, a renglón seguido, sin justificativo alguno, e incurriendo nuevamente en arbitrariedad, laxamente expresa que ella participa conjuntamente con los intereses del tope o de los límites establecidos por medio de acuerdos plenarios. Las razones arriba expresadas y que me han servido de fundamento para descalificar la morigeración de intereses llevada a cabo por los jueces de la instancia anterior, son también adecuadas y suficientes para fundar la rescisión de este aspecto del fallo, en tanto se verifica el dogmatismo a la hora de su motivación. 4) En lo que hace a las comisiones y gastos, en su oportunidad, la actora reclamó "... la desestimación de los gastos, comisiones tales como condes, crdes, comcfo, js/bol, depefe, debint, comcre, debvis, debcaj, impsel, debfran, comint, impitf, devitf, c.mant, cobche, comext, certificación de firmas y todo otro servicio que en forma unilateral, ilegal, injustificada e improcedente han sido debitados de mis cuentas, servicios que no fueron convenidos, ni solicitados, ni prestados a mi mandante. V.S. debe reducir a su justo monto los servicios realmente prestados conforme las circulares y reglamentaciones fijadas por el Banco Central y desechar los que encubren intereses que constituyen, en el conjunto, una verdadera usura..." (v. fs. 510 y vta.). La demanda quedó incontestada, según se destacara en la reseña de antecedentes ut supra formulada. Por otro lado, no está en discusión que los arts. 793 in fine y 796 del Código de Comercio autorizan a las partes a pactar débitos por comisiones, gastos y demás relaciones jurídicas conexas o accesorias al contrato de cuenta corriente bancaria, en los casos y con los recaudos previamente autorizados por el Banco Central de la República Argentina. Resulta claro entonces que la controversia suscitada en relación a este acápite condujo necesariamente a dirimir -conforme ha quedado trabada la presente litisla legitimidad o ilegitimidad de los débitos practicados en concepto de comisiones y gastos. Para ello, resultó a la vez ineludible constatar la existencia -o inexistencia- de pacto expreso sobre tales rubros para -en su caso- analizar su eventual abusividad. La Cámara al respecto concluyó "... toda vez que en autos no obra constancia documental alguna que demuestre que las comisiones y los cargos debitados cuentan con la expresa conformidad del cuentacorrentista, el perito contador en descontar la etapa de oportunamente ejecución todos los de sentencia conceptos deberá incluidos indebidamente. Salvedad hecha de los gastos de franqueo, de conformidad con la copia del instrumento de apertura obrante a fs. 724 y vta..." (v. fs. 859 vta.). Confronta la quejosa ante esta instancia extraordinaria tal forma de zanjar el diferendo "... toda vez que de las propias cláusulas del instrumento [v. fs. 724 vta.] se desprende que el aquí actor autorizó a que se le debiten, no sólo los gastos de franqueo sino también las comisiones sellados ordenar operativas que que gravan se de las practique la cuenta y transacciones. la los impuestos Evidentemente liquidación sin y al considerar dichos débitos, se está generando un perjuicio manifiesto a mi mandante, haciéndolo soportar los costos propios de la operatoria y los impuestos y sellados establecidos por ley, no dependiendo su aplicación del arbitrio voluntario de mi instituyente..." (v. fs. 893 vta.). Asiste razón al impugnante en cuanto al absurdo que conlleva lo decidido sobre el punto, al haberse soslayado la consideración de prueba esencial y conducente para la solución de la disputa. Ha dicho esta Corte que incurre en absurdo el fallo que omite considerar un elemento de juicio esencial incorporado a la causa (conf. L. 94.498, sent. del 15-VII-2009). El vicio de este aspecto del decisorio surge nítida de la mera lectura del aludido instrumento de fs. 724 que, en lo pertinente expresa "Asimismo, autorizo a que estos intereses conjuntamente sean con debitados los de mi cuenta accesorios corriente, impositivos que correspondieren". Más adelante se autoriza expresamente al banco para "b) Percibir una comisión que se debitará en forma mensual, en concepto de costo operativo". Lo dicho a mi modo de ver resulta suficiente para acoger el agravio en la medida de lo peticionado. V. Por lo expuesto, si mi opinión resulta compartida, revocar corresponde el rectificación decisorio de la hacer en tasa lugar cuanto de al se interés embate incoado, refiere a la aplicada en el desenvolvimiento de la cuenta corriente bancaria que motiva estas actuaciones, incluido lo referido a su capitalización, como así también lo referente a los gastos y comisiones y reenviar a la instancia de origen para que se proceda -con integración adecuada- a dictar un nuevo pronunciamiento respecto de los agravios oportunamente deducidos por el apelante en estos puntos. En atención al modo de resolver, propongo que las costas de todas las instancias sean distribuidas en un 80% a cargo de la actora y en un 20% al demandado (arts. 71 y 289, C.P.C.C.). Con el alcance indicado, voto por la afirmativa. Los señores jueces doctores Negri, Kogan y Soria, por los mismos fundamentos del señor Juez doctor Hitters, votaron la cuestión planteada también por la afirmativa. Con lo que terminó el acuerdo, dictándose la siguiente S E N T E N C I A Por lo expuesto en el acuerdo que antecede, se hace lugar parcialmente al recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley y se revoca el decisorio anterior en cuanto se refiere a la rectificación de la tasa de interés aplicada en el desenvolvimiento de la cuenta corriente bancaria que motiva estas actuaciones, incluido lo referido a su capitalización, como así también lo referente a los gastos y comisiones. Reenvíense los autos a la instancia de origen para que se proceda -con integración adecuada- a dictar un nuevo pronunciamiento respecto de los agravios oportunamente deducidos por el apelante en estos puntos. En atención al modo de resolver, las costas de todas las instancias se distribuyen en un 80% a cargo de la actora y en un 20% al demandado (arts. 71 y C.P.C.C.). Notifíquese y devuélvase. HECTOR NEGRI DANIEL FERNANDO SORIA HILDA KOGAN JUAN CARLOS HITTERS 289, CARLOS E. CAMPS Secretario