CLAVES PARA EDUCAR LA MOTIVACION, BASE DEL CRECIMIENTO EMOCIONAL El impulso del logro o esfuerzo del niño o niña por mejorar o alcanzar una meta o aprendizaje. El compromiso para la realización de las actividades o tareas que le plantean para lograrlo. La iniciativa para reaccionar ante las oportunidades que le ofrece el aprendizaje o tarea. Y el optimismo necesario para mantener la perseverancia en la persecución de la meta que se ha planteado, a pesar de las dificultades. ¿Qué es la motivación? La motivación es una predisposición general que dirige el comportamiento hacia la obtención de lo que se desea, y la obtención de lo que se desea es un sinónimo de felicidad. La mayoría de los expertos afirman que la motivación por el logro es un aspecto que los seres humanos aprendemos, luego no forma parte de la herencia genética. Siendo así, parece claro que los agentes educativos, sobre todo la familia, necesitan fomentar la motivación de los niños y niñas por aprender sobre sí mismos, sobre los demás y sobre el mundo, y estimular su deseo por seguir aprendiendo, ya que la motivación es la clave de cualquier logro o progreso. Pero es necesario distinguir entre la motivación extrínseca y al automotivación. Motivación extrínseca y automotivación La motivación que llega del mundo exterior al pequeño es la motivación extrínseca. Y la que surge del mundo interior del niño o niña es la llamada motivación intrínseca o automotivación. La motivación extrínseca es deseada y necesaria. Hay que promover los estímulos internos que impulsan al niño o niña a desarrollar comportamientos adecuados en la dirección correcta y que, al convertirse en motivos íntimos, continúen dirigiendo su deseo de aprender. Sin embargo, las presiones externas son insuficientes para promover la motivación por el aprendizaje. Difícilmente, nadie puede conseguir que un niño o niña se esfuerce por alcanzar cualquier aprendizaje si decide no hacerlo. La automotivación permite al niño desarrollar el esfuerzo físico y mental para alcanzar el logro del aprendizaje, sin necesidad de que el adulto lo obligue o motive constantemente a hacerlo. Esta motivación se aprende desde la más tierna infancia a través de las experiencias. De hecho, un logro llega a ser el resultado de un conflicto entre el esfuerzo por conseguir el éxito y evitar el fracaso. Cuando un niño o niña alberga expectativas a tener éxito en una tarea, se esfuerza por alcanzarlo, ya que anticipa el sentimiento de orgullo que sentirá con el éxito, tiene confianza en la propia capacidad y este sentimiento estimula el esfuerzo. Sin embargo, si tiene miedo de sentir frustración, desaprobación o humillación, trata de evitar cualquier situación en la que cree que puede fracasar. La automotivación incluye aspectos como: ¿Qué podemos hacer como familia? La familia necesita ayudar al niño o niña ofreciendo patrones coherentes que le permitan juzgar su rendimiento de forma ajustada y realista y facilitándole apoyo intelectual para que desarrolle las habilidades necesarias con las que enfrentarse a los problemas y a las dificultades. Los adultos pueden proponer actividades atractivas e interesantes para el niño o niña, tareas que supongan retos superables y despierten su curiosidad e imaginación. Los progenitores que valoran y animan a sus hijos e hijas les transmiten confianza en sus capacidades y tienen un grado de esperanza mayor en que no les defraudaran, promueven la autoestima y la automotivación que conduce a los pequeños y pequeñas a alcanzar logros con éxito. Un hogar en el que se respetan y valoran positivamente las ideas de los hijos e hijas estimula mucho más la motivación interna que los hogares autoritarios en los que se exige obediencia absoluta a la autoridad de los adultos. Del mismo modo, se estimula la motivación cuando los niños y niñas reciben recompensas en forma de reconocimiento y elogios ante los esfuerzos y los logros, prestando poca atención a los rendimientos bajos o a los pequeños fracasos. Las recompensas extrínsecas y los premios materiales solo son válidos mientras el niño o la niña van dominando las habilidades, siendo necesario fomentar de inmediato la motivación interna para que los logros se consoliden y superen. ………………………………………………………………………………………………………… Si a las recompensas materiales, pero solo durante el proceso de aprendizaje. ................................................................................................................................................. La familia debe esforzarse para conseguir que el niño o niña comprenda que el logro y el éxito son consecuencia del esfuerzo y la dedicación; de este modo adquieren un sentimiento de control personal que refuerza la sensación de que lo que hacen merece la pena. A modo de resumen. Los niños y niñas motivados aprenden por la satisfacción de aprender, se esfuerzan todo lo necesario para cumplir con éxito las tareas y superar los retos, anhelan satisfacer la curiosidad de conocer cosas nuevas, se comprometen en el cumplimiento de responsabilidades, se enfrentan a la resolución de problemas y dificultades con optimismo, etc. En resumen, la motivación promueve el desarrollo de todo el potencial infantil y supone la base para el crecimiento emocional que garantiza la felicidad de los niños y niñas. Curso 2011-2012 2º Ciclo de Educación Infantil