DESCUBRIMIENTO Y CONQUISTA DE CHILE

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Instituto Tabancura
Estudios Sociales
Profesor Armando Gálvez Osorio
CONQUISTA DE CHILE:
Pedro de Valdivia solicitó a Francisco Pizarro la autorización para poder organizar la conquista de Chile,
sorprendiéndose el Marqués, pues Chile estaba completamente desprestigiado. Después de reiteradas insistencias logró la
autorización de Pizarro. Fue así como después de comprometer toda su fortuna logró salir de Cuzco en enero de 1540. No
formaban la expedición más de 15 hombres, el resto se iría agregando hasta completar 150. Lo acompaña la primera mujer
española que llega a Chile, doña Inés de Suárez. Valdivia siguió la misma ruta que siguiera de regreso Diego de Almagro,
llegando al valle de Copiapó donde tomó posesión del país con todos los títulos y honores de su rango (Teniente de
Gobernador) y en nombre del rey de España. A fines de 1540 fijaba su campamento en el valle del Mapocho, al pie de un cerro
agreste que los aborígenes llamaban Huelén y que Valdivia llamó Santa Lucía.
FUNDACIÓN DE LA CIUDAD DE SANTIAGO:
Valdivia y los suyos se formaron el mejor concepto del país tanto por su paisaje como por su clima. Valdivia echo las
bases de la fundación de una ciudad que llamó Santiago de Nueva Extremadura, en homenaje al patrono del ejército español y
en recuerdo de su provincia natal, el día 12 de febrero de 1541. Dio las órdenes al alarife Pedro de Gamboa para que diseñase
los planos de la nueva ciudad recién fundada. En un comienzo el trazado de las calles era de cuadras, luego se extendieron
otras 3 que constituyeron un total de 9. Las cuadras estaban constituidas por 4 manzanas. Cada una de las manzanas se
subdividió en 4 solares. La manzana central se destinó a la plaza; la del costado occidental de ésta, a la Iglesia y la del Norte, al
Palacio de gobierno y cárcel. Valdivia para confirmar su conquista envió a sus generales a distintos lugares del territorio quienes
fundaron las siguientes ciudades.
LOS CONFLICTOS CON LOS MAPUCHES
En 1547, Valdivia decidió viajar a Perú para reabastecerse y colaborar para resolver la revuelta social que se estaba
produciendo en el centro del virreinato. Llegó justo a la batalla de Jaquijahuana, en la que Pedro de La Gasca se aprestaba a dar
el golpe final contra Gonzalo Pizarro y sus seguidores, que habían provocado una gran rebelión y decapitado al virrey.
Los líderes de la rebelión fueron asesinados, y como recompensa Valdivia fue confirmado como gobernador de Chile.
A su regreso, Valdivia emprendió la conquista de las tierras ubicadas al sur de Santiago. Su objetivo era extender la
gobernación hasta el Estrecho de Magallanes. Como resultado de las exploraciones, se fundaron las ciudades de Concepción
(1550), La Imperial (1552), Villarrica (1552), Valdivia (1552) y Los Confines (1553). De regreso al norte, Valdivia fundó en plena
Araucanía los fuertes de Arauco, a orillas del mar, y Tucapel y Purén en las faldas occidental y oriental de la Cordillera de
Nahuelbuta(1553).
A estas fundaciones hay que agregar una anterior, La Serena (1544), por Juan Bohon, que tras ser destruida e
incendiada fue refundada en 1549 por Francisco de Aguirre. A la misma altura, pero al otro lado de la cordillera, en la provincia
de Tucumán, Aguirre fundó por orden de Valdivia, la ciudad de Santiago del Estero (1553).
Con la fundación de cada ciudad, se asignaban tierras y encomiendas de indios a los vecinos, y se creaba un cabildo.
Con la fundación de ciudades y fuertes al sur del río Biobío, Valdivia confiaba en la sumisión del pueblo mapuche, pero la
reacción no tardó. A fines de 1553 estalló una gran rebelión dirigida por el joven jefe indígena Lautaro, que había servido a
Valdivia y que, por lo tanto, conocía perfectamente sus estrategias de guerra.
El 25 de diciembre de 1553, Lautaro logró un triunfo decisivo al derrotar, apresar y asesinar a Valdivia en el fuerte
Tucapel. Después de esto, la resistencia indígena se fortaleció tanto, que Concepción fue abandonada y la defensa española
debió organizarse desde Santiago.
Unos años después, el 1° de abril de 1557, el campamento de Lautaro -que iba camino a Santiago con su ejército- fue
atacado de sorpresa por las fuerzas de Francisco de Villagra en Peteroa, a orillas del río Mataquito. Durante la batalla el líder
mapuche fue asesinado.
Pedro de Valdivia muere en tucapel a manos del toqui Lautaro.
LOS SUCESORES DE VALDVIA
Tras la muerte de Valdivia, los cabildos del sur, Santiago y La Serena nombraron, paralelamente, tres gobernadores:
Francisco de Villagra, Rodrigo Quiroga y Francisco de Aguirre. En tanto, la Corona, respetando el testamento del conquistador,
nombró gobernador a Jerónimo de Alderete, pero este murió antes de llegar a Chile.
Para poner fin a este conflicto de poder, el virrey del Perú y segundo marqués de Cañete, Andrés Hurtado de Mendoza,
impuso a su propio hijo, García Hurtado de Mendoza (1535-1609), como gobernador de Chile.
El nuevo gobernador llegó al frente de unos 450 soldados, acompañado de una corte de damas y caballeros. Su
primera medida fue mandar a Aguirre y Villagra presos al Perú; inmediatamente después se dirigió a Concepción, con el objetivo
de terminar la pacificación de los indios.
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En esta nueva embestida hispana, Hurtado de Mendoza venció a los indígenas en Lagunillas y Millarahue e hizo matar
a sus principales líderes, entre ellos Galvarino. Si bien obtuvo algunos triunfos, la guerra no estaba concluida, pero el
gobernador pensó que había logrado el apaciguamiento de los indígenas y se dedicó a reconstruir ciudades y fuertes.
Como reacción a estas refundaciones, los indígenas, comandados por Caupolicán (febrero de 1558), se alzaron en
contra de los españoles. Sin embargo, Hurtado de Mendoza respondió con un ataque sorpresivo venciéndolos y dando muerte a
Caupolicán.
Hurtado de Mendoza avanzó hacia el sur, auxiliando a las ciudades de La Imperial y Valdivia y fundando otras, como
Cañete y Osorno (1558). En esta expedición, el gobernador exploró el territorio hasta el seno de Reloncaví.
No obstante, consciente de que su gobernación alcanzaba hasta el extremo sur y de la importancia estratégica del
Estrecho de Magallanes, Hurtado de Mendoza envió dos barcos hacia esa zona, uno al mando de Francisco Cortés Ojeda y el
otro comandado por Juan Ladrillero (1557). El barco de Cortés Ojeda naufragó, pero Ladrillero logró tomar posesión del estrecho
(1558) en nombre del rey y del gobernador. Se había recorrido por completo la gobernación de Nueva Extremadura.
Pese a los logros obtenidos en el conflicto con los aborígenes, en 1559 el rey Felipe II destituyó a Hurtado de Mendoza,
por los informes que le habían llegado acerca de su manera autoritaria de gobernar, y en su lugar nombró gobernador a
Francisco de Villagra (1561-1563).
El período comprendido entre 1561 y 1600, con la excepción del gobierno de Alonso de Sotomayor (1583-1592), fue
una sucesión de calamidades: continuó la guerra de Arauco; una epidemia de viruela ocasionó muchas muertes entre los
indígenas que trabajaban en las minas y los campos; hubo dos grandes terremotos: el de Concepción en 1570 y el que afectó a
toda la zona sur en 1575, que destruyó las ciudades ubicadas al sur del Biobío; además de los ataques de los corsarios ingleses
y holandeses, entre ellos, el inglés Francis Drake, que saqueó e incendio Valparaíso.
Tanto Francisco de Villagra, como su sucesor, su primo Pedro de Villagra, murieron prematuramente.
Los siguió Rodrigo de Quiroga, en cuyo gobierno se lograron algunos triunfos sobre los mapuches, pero los indios
sometidos pronto murieron de viruela.
En 1567, Martín Ruiz de Gamboa fundó Castro, tras apoderarse fácilmente de la isla de Chiloé (1566).
Después de Quiroga, el rey Felipe II le confió el gobierno de Chile a la recién fundada Real Audiencia, tribunal de
justicia creado en 1567. Se estableció en Concepción, para controlar el conflicto de Arauco, tarea en que los letrados fallaron,
por su inexperiencia en materias militares. Fueron vencidos y Concepción quedó destruida con el terremoto de 1570.
A continuación asumió por segunda vez Rodrigo de Quiroga, cuyo gobierno se vio afectado por el terremoto de 1575 que destruyó Villarrica, La Imperial, Osorno, Valdivia y Castro-, la insurrección mapuche dirigida por el mestizo Alonso Díaz y los
ataques de los corsarios ingleses.
En 1580, Martín Ruiz de Gamboa asumió como gobernador. Construyó el fuerte de Chillán y la ciudad de San
Bartolomé de Chillán y Gamboa (1580), destinada a mantener la pacificación en la ribera norte del río Itata. Estableció la
resistida tasa de Gamboa, que suprimía el trabajo de los indios a cambio del pago de un impuesto.
Durante el gobierno de Alonso de Sotomayor (1583-1592) se logró derrotar a las fuerzas mapuche dirigidas por Alonso
Díaz y se derogó la tasa de Gamboa. Pese a que fundó algunos fuertes, como San Ildefonso de Arauco, no logró dominar la
región.
El sucesor de Sotomayor fue Martín García Óñez de Loyola, quien trató de humanizar el trato a los indígenas mediante
ordenanzas que fijaban obligaciones a los protectores y administradores de pueblos indios. Buscó el entendimiento pacífico con
los mapuches, fundando la ciudad de Santa Cruz de Óñez en la confluencia de los ríos Biobío y Laja.
Al finalizar el siglo XVI resurgió la resistencia mapuche, dirigida por el toqui Pelantaro, que atacó por sorpresa en
Curalaba (1598), donde murió el gobernador y sus hombres. Tras este triunfo, los distintos caciques reunieron a su gente para
sitiar las ciudades ubicadas al sur del Biobío.
Aunque la resistencia española fue heroica, las siete ciudades construidas al sur del Biobío -Santa Cruz, Angol, Arauco,
La Imperial, Villarrica, Valdivia y Osorno- fueron destruidas. Así se perdió más de la mitad del territorio ocupado; murieron más
de mil soldados; fueron capturados cuatrocientas mujeres y niños españoles y mestizos.
Este desastre y el término del gobierno de García Hurtado de Mendoza son señalados como los hitos del fin de la
conquista. El Chile español -el realmente conquistado- se extendía desde el río Copiapó al Biobío.
1.- CONFECCIONE UN MAPA, DE SANTIAGO DEL 12 DE FEBRERO DE 1541.
2.- PEGAR EN EL CUADERNO.
3.- EL MAPA SERA PARTE DE LA REVISION DEL CUADERNO.
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