La HELIEA era el gran tribunal judicial de Atenas

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La HELIEA era el gran tribunal judicial de Atenas.Fué el lugar en donde se
juzgó a Sócrates. Conocía de todos los asuntos que no fueran de homicidio ni
implicaran delitos de los funcionarios del estado (estos eran enjuiciados por la
Bulé). Los delitos muy graves contra el Estado los juzgaba la Asamblea
popular. En cuanto al homicidio, la principal audiencia criminal era el Areópago,
ante el que comparecían los acusados de homicidio premeditado (consumado
o no), así como los de incendio provocado que pusiera en peligro vidas. El
Areópago estaba facultado para imponer la pena de muerte por asesinato, o el
destierro con confiscación de bienes en los casos de delitos menores.
Plano ágora
El Pécile ocupaba una ubicación privilegiada en el linde septentrional del ágora,
orientado a la Vía Panatenaica y a la Acrópolis. Brindaba protección contra el
viento norte y el sol de mediodía en verano, y recogía la mayor parte del sol
invernal. Se erigió al poco tiempo de la retirada de los persas. Tenía por
fachada una columnata dórica simple, mientras que en su interior una fila de
columnas jónicas soportaban la cubierta. Este soportal debe su nombre (poikile
significa pintado) a la serie de obras colgadas en las paredes,ejecutadas sobre
grandes paneles de madera por los tres grandes pintores atenienses del
momento, Polignoto, Micón y Paneno. Representaban los principales hechos
de armas de Atenas.
Plano ágora
Estoa de Zeus. Unos 40 años despues de la construcción del Pécile se
construye en el ágora otra Estoa dedicada, en este caso, a Zeus Eleuterio
(defensor de la libertad y la integridad del pueblo) y que estaba situada al lado
de la Estoa real.
Plano ágora
Las Estoas (En este caso se trata de la Estoa sur) formaban una parte esencial
del ágora ateniense. Bajo sus soportales, y, trás sus columnatas, se reunían los
amigos a conversar, se cerraban tratos comerciales y se transmitían ideas
filosóficas. No se puede olvidar que el nombre de los estoicos provenía
precisamente de ahí.
Plano ágora
Las Estoas (En este caso se trata de la Estoa Real) formaban una parte
esencial del ágora ateniense. Bajo sus soportales, y, trás sus columnatas se
reunían los amigos a conversar, se cerraban tratos comerciales y se
transmitían ideas filosóficas. No se puede olvidar que el nombre de los estoicos
provenía precisamente de ahí.
Plano ágora
El Templo de Hefesto, situado en la colina Kolonos Agoraios, dominaba los
principales edificios públicos del ágora ateniense.
Plano ágora
La colina Kolonos Agoraios era algo más baja que la Acrópolis y estába situada
al oeste del ágora. En ella se encontraba situada el Templo de Hefesto.
Plano ágora
El altar de los 12 dioses se encontraba situado en el recinto situado delante de
la Estoa de Zeus y la Estoa real. La Vía Panatenaica pasaba junto a ellos hacia
las puertas del Dipilon y Sacra.
El Monumento de los Heróes Epónimos fue erigido en honor de los heróes que
dieron su nombre a las diez tribus establecidas por Clístenes en el 508-7 antes
de Cristo. En la base del monumento, bajo el heróe correspondiende, se
colocaban avisos destinados a los miembros de esa tribu. Tambien se ponían
anuncios de carácter más general. El Monumento se encontraba enfrente a la
Heliea.
Aunque los tribunales principales de Atenas eran la Heliea, la Asamblea
popular y el Consejo del Areópago, existían otros muchos TRIBUNALES. Por
ejemplo, en el Paladion se juzgaba el homicidio involuntario. La pena máxima
que podía imponer este tribunal era el destierro. Tambien existía un tribunal
que procesaba a ciudadanos que, encontrándose en el exilio por haber
cometido un homicidio involuntario, cometían un asesinato en primer grado. El
juicio se celebraba junto al mar; el acusado se defendía desde una barca.
Existía tambien un tribunal religioso que se reunía en el exterior del Pritaneo.
Se encargaba de purificar al Estado por delitos cometidos en la ciudad por
autores desconocidos. Lo prisidía el arconte-rey y la sentencia condenatoria
recaía sobre un animal, o sobre el objeto causante de la muerte, y lo arrojaban
al exilio.
El ÁGORA ateniense era el centro político, comercial y judicial de Atenas. Aquí
estaban los puestos de los comerciantes, pero tambien los edificios públicos y
los tribunales. Tambien era la sede de las Stoas o soportales, lugares de
reunión y discusión filosófica. En las guerras contra los persas éstos
destruyeron casi la mayor parte de los edificios del agora. Pero tales edificios
eran esenciales para los atenienses, de ahí que comenzaran su restauración.
Así, por ejemplo, el Buleterion (boulé), que era la sede en se reunía el Consejo
de los 500 fue reparado inmediatamente y funcionó durante 60 años, hasta que
se construyó uno nuevo. Tambien se restauró la Estoa real, en la esquina
noroeste del ágora. Lo mismo se hizo con el gran tribunal popular (Heliea)
situado al lado de la Stoa Sur y con la Ennea Krounos (fuente de los 9 caños).
Pero tambien se construyeron edificios nuevos, como sucedió con el Pécile que
acabaría por convertirse en la Estoa más famosa. Todavía 40 años más tarde
se construiría la Stoa dedicada al Zeus Eleuterio.
La Acrópolis de Atenas
El Partenón es un templo dórico dedicado a Atenea Parthenos, diosa griega de
la sabiduría, situado en el lugar más destacado de la Acrópolis de Atenas. Se
construyó en el siglo V antes de Cristo, a partir de los proyectos de los
arquitectos Ictinos y Calícrates, aunque su concepción suele relacionarse con
el escultor Fidias. Los especialistas consideran que el Partenón es uno de los
edificios más importantes de la historia y la obra culminante de la arquitectura
griega.El arte giego había heredado mucho de civilizaciones anteriores,
especialmente de Egipto, y su evolución coincidió con el cambiante espíritu de
cada época. En la edad de oro de Atenas alcanzó tan elevado grado de
perfección que desde entonces el mundo lo ha considerado como paradigma y
lo ha calificado como clásico.asta levantar la mirada desde cualquier punto de
Atenas para ver la majestuosidad de la Acrópolis. El Partenón y sus
monumentos recuerdan la grandeza de un pueblo que irradió su cultura por
todo el mundo occidental.
Acrópolis (Akropolis): En las ciudades antiguas, recinto fortificado en un lugar
elevado, refugio de la población en caso de peligro y en el que, generalmente,
se hallaban los santuarios de las divinidades protectoras de la ciudad. En
griego significa "ciudad santa". Entre las más famosas, cuyos restos se
conservan, cabe citar la de Pérgamo, magnífico ejemplar helenístico (siglo III a.
C.) y, sobre todo, la de Atenas. en la colina donde ésta se asienta, quedan
vestigios prehelénicos y de la acrópolis arcaica de los siglos VII-VI a. C., como
el templo de Hecatómpedon. Arrasada por las guerra Médicas, Pericles decidió
su reconstrucción (segunda mitad del siglo V a. C.), que dirigió Fidias con la
colaboración de numerosos arquitectos y escultores. Así se alzaron el
Partenón, obra cumbre del arte griego (dórico), el Erecteión (Jónico), el
pequeño y armonioso templo de Niké Áptera (jónico) y los Propileos, especie
de pórticos unidos (dórico el exterior y jónico e interior). A los pies de la
Acrópolis, en tiempos helenísticos y romanos, fueron levantados,
aprovechando las condiciones naturales del terreno y con decoración
arquitectónica fija, los teatros de Dioniso, epidauro y Megalópolis. También el
odeón (teatro destinado a audiciones musicales) de Herodes Ático. La
ocupación turca causó estragos irreparables. Con ocasión de las luchas por la
independencia griega, Lord Elgin la despojó de la mayor parte de sus relieves,
que hoy se exhiben en el British Museum de Londres. Desde finales del siglo
XIX se llevan a cabo campañas de excavación y restauración de la acrópolis
ateteniense, que han logrado rescatar el más admirable conjunto artístico de la
Grecia clásica.
Atenas: Ciudad de la antigua Grecia, capital del actual nomo de Ática y, desde
1835, de la Grecia independiente. La Gran Atenas tiene unos 5 millones de
habitantes. Centro administrativo, fabril e intelectual. Universidad.
Atenas fue durante la antigüedad un foco principalísimo de las ciencias y las
artes. Alcanzó su máximo esplendor en el siglo V a. C., época en que
dominaba todo el Mediterráneo. Sucumbió a la dominación romana (146 a. C.)
y posteriormente fue conquistada por los godos, los hérulos y Alarico (396). Los
almogávares la integraron en la Corona de Aragón, para volver a dominio
bizantino en 1838. Perteneció al imperio turco desde 1458.
Cáucaso: Sistema montañoso que se extiende de SE. a NO. entre el mar
Caspio y el mar Negro. Es una de las cordilleras mayores del mundo y forma el
límite tradicional entre Europa y Asia. Es de origen terciario y está compuesta
por granitos, esquistos y gneis. El núcleo central o Gran Cáucaso, comprendido
entre Bakú y Sotchi, tiene una longitud de 1000 km. y en él se hallan los puntos
culminantes del sistema, en los antiguos volcanes de Elbruz, con 5633 m. y el
kazabek, con 5043 m. El Pequeño Cáucaso, paralelo al anterior y separado por
el valle del Jura, alcanza su altitud máxima de 4095 m. en el Alaghez. El
subsuelo es rico en minerales, petróleo, hierro, manganeso, bauxita, plomo,
cinc y plata. Abundan los bosques. La región está poblada por antiguas
comunidades integradas por tipos étnicos característicos, que han perdurado
hasta hoy pegados a sus ancestrales costumbres. Queda comprendido en su
totalidad dentro de la antigua URSS.
Creta: Isla griega del Mediterráneo, situada al sur del Peloponeso y del mar de
Creta. Extensión: 8.331 km.2; población: 502.165 hab. aprox. Capital, Jania (La
Canea) Cereales, vid, olivo, agrios, tabaco; ganado ovino y cabrío; industria
alimentaria; fabricación de alfombras.
En esta isla se desarrollaron, muchos siglos antes de Cxristo, importantísimas
culturas que la arqueología moderna ha ido descubriendo. hacia el segundo
milenio se originó la cultura minoica, cuyo foco fue Knosos; los cretenses
ejercieron la talasocracia (supremacía marítima o poderío naval de un Estado
sobre los restantes) en todo el Mediterráneo hasta que, en el 1400 a. C.,
llegaron a la isla los aqueos. Posteriormente fue provincia del Imperio romano,
sarracena, bizantina y veneciana. En 1645-1669 fue reconquistada por los
turcos, hasta que en 1908 la isla declaró su anexión a Grecia. La antigua
historia de Creta es aún poco conocida, pero lo suficiente como para
percatarse de la considerable importancia que tuvo. Durante mucho tiempo los
escritos conservados no habían podido ser descifrados, fue a partir de 1953 y
gracias a los trabajos de Ventris cuando el alfabeto cretense más reciente pudo
interpretarse.
Arte: Del 4000 al 1200 a. C. se desarrolló la cultura cretense o minoica. Entre
2000 y 1700 a. C. se edificaron los palacios de Cnosos, Faistos y Mallia, y se
configuró la cerámica Kamares. Entre 1700-1400 a. C. se crean los palacetes
de Hagia Triada y el de Gournia, y la pintura al fresco alcanza su máximo
esplendor. A partir del 1400 a. C. entra en una fase de deecadencia hasta ser
absorbida por Micenas.
Delfos: Antigua ciudad de Grecia, emplazamiento del famoso oráculo del dios
Apolo, situada en la ladera suroccidental del monte Parnaso, en la región de
Fócida, a 9,5 km del golfo de Corinto. Considerada por los antiguos griegos el
centro de la tierra, Delfos fue sede del oráculo de la diosa de la tierra Gaya.
Según la leyenda, Apolo derrotó a la monstruosa serpiente Pitón, que
custodiaba a Gaya y la expulsó del santuario, el cual después compartió con el
dios Dionisio. Los sacerdotes délficos desarrollaron un complicado ritual,
centrado en la sacerdotisa principal llamada Pitia. Sus manifestaciones eran
consideradas las palabras de Apolo y el oráculo era consultado tanto por
ciudadanos particulares como por oficiales públicos. El camino sagrado al
templo estaba alineado con ricas casas construidas con las ofrendas dadas por
las ciudades estado griegas.
La ciudad de Delfos, que en un principio era una dependencia de la ciudad
focense de Crisa, más tarde se unió a la Anfictionía, que tenía como uno de
sus objetivos proteger el templo de Apolo en Delfos, el cual patrocinó los
juegos píticos (de Pitia). Cuando Fócida exigió tributo a los peregrinos del
oráculo, la Liga Anfictiónica destruyó Crisa en la primera Guerra Sagrada (595
a.C.). En el 480 a.C. fracasó un ataque persa a Delfos debido a un terremoto
atribuido a Apolo. Los focenses (habitantes de Fócida), que se habían
apoderado de nuevo de Delfos y de sus tesoros en el 356 a.C., fueron
derrotados en el 346 a.C. por el rey Filipo II de Macedonia en la tercera Guerra
Sagrada. Hacia finales de ese mismo siglo, la Liga Etolia controló Delfos. La
riqueza de la ciudad la convirtió en objetivo de sucesivos ataques, incluida la
incursión de los celtas el 279 a.C. Tras la conquista romana de Grecia y sobre
todo con la expansión del cristianismo, Delfos decayó. La mayoría de su arte y
tesoros fueron confiscados por los romanos, en particular por el emperador
Nerón, quien se llevó 500 estatuas. Sin embargo, el oráculo continuó hasta el
390 d.C., año en que lo cerró el emperador Teodosio I. La ciudad fue
finalmente ocupada por la ciudad de Kastri. En 1891 Kastri fue trasladada, el
enclave recibió el nombre de Dhirfis (Delfos) y en 1892 comenzaron las
excavaciones del emplazamiento. Los descubrimientos incluyen templos, el
gran altar, un estadio, los muros de la antigua ciudad y edificios considerados
ofrendas con inscripciones de himnos a Apolo. El emplazamiento contiene más
de cuatro mil inscripciones que proporcionan una valiosa información sobre la
antigua Grecia.
Delos: Grupo del archipiélago griego de las cícladas en el mar Egeo. Los
forman dos islas: Delos Megalé de 17 km.2 y Delos Mikra, de 5 km.2. La
mitología griega situó en Delos Mikra el nacimiento de Apolo y de Artemisa, por
lo que la isla se convirtió en uno de los principales lugares de culto de ambas
divinidades. En su honor, todos los años, al acercarse la primavera, tenían
lugar grandes fiestas, que congregaban a numerosos peregrinos venidos,
principalmente, de ls ciudades jonias. Desde 477 a. C. fue sede de la
confederación promovida por Atenas, cuyo tesoro custodió hasta 454 a. C. (V
CONFEDERACIÓN ATENIENSE o LIGA DE DELOS). Ese mismo año hubo de
someterse a la soberanía de Atenas, de la que no logró liberarse hasta 314 a.
C. Algún tiempo después, gracias a un activo comercio con todos los países
ribereños del Mediterráneo, se abrió para ella un largo periodo de esplendor.
En 166 a. C. Roma la conquistó, para cederla poco más tarde a Atenas, a
condición de que hiciese franco su puerto. Desde esos años hasta las primeras
décadas del siglo I a. C. canalizó buena parte del tráfico de esclavos entre
Oriente e Italia. Durante la primera guerra entre Roma y Mitrídates VI del Ponto
(88-85 a. C.) los saqueos y destrucciones infligidos a la isla por los dos bandos
en contienda pusieron fin a su prosperidad.
Tiene un inmenso conjunto de ruinas: santuarios, gimnasio, estadio, palestras y
ágoras. Restos del templo de Apolo, de Artemisa y del santuario de los Toros.
En el monte cinto se hallan los restos del santuario de Serapis, de los Cabiros,
de Hera y en la misma cumbre las ruinas de los templos de Zeus y de Atenea.
Alrededor del teatro existen algunas casas pavimentadas con mosaicos,
modelos de viviendas de la época helenística. El Museo de Atenas conserva
numerosas obras de arte procedentes de Delos: estatuas femeninas y
masculinas, como la Artemisa de Nikandré, la Niké alada de Arquermo y la
copia del Diadúmeno.
Esparta: Ciudad de Grecia, capital del nomo (departamento) de Laconia, unos
13000 habitantes. Ciudad estado de la antigua Grecia, en el Peloponeso. Era la
ciudad más importante del Peloponeso durante la antigüedad, situada en la
orilla derecha del río Eurotas, a 32,5 km. del mar, en las laderas del monte
Taigeto.
La antigua ciudad, incluso en sus días más prósperos, sólo era un grupo de
cinco pueblos con casas simples y algunos edificios públicos. Los pasos que
conducían al valle del Eurotas se defendían con facilidad y Esparta no tuvo
murallas hasta finales del siglo IV a.C. Los habitantes de Esparta estaban
divididos en ilotas (esclavos), quienes realizaban todos los trabajos agrícolas;
periecos, una clase sometida de hombres libres pero sin derechos políticos,
que principalmente eran comerciantes; y los ciudadanos espartanos (homoioi o
iguales), la clase gobernante política y militar, descendientes de los dorios que
invadieron la zona en el 1100 a.C.
La base de la grandeza espartana se atribuyó a la legislación de Licurgo, pero
lo más probable es que fuera resultado de las reformas introducidas hacia el
600 a.C. En el siglo VII a.C., la vida en Esparta era similar a la de otras
ciudades griegas, florecieron el arte y la lírica. Desde el siglo VI a.C. en
adelante los espartanos acrecentaron su austeridad y rigidez militar, de forma
que toda su disciplina estaba dirigida a la guerra. Así, no se permitía que un
niño con defectos físicos sobreviviera; los niños comenzaban su instrucción
militar a la edad de siete años y entraban en filas a los veinte. Aunque podían
casarse, estaban obligados a vivir en los cuarteles hasta los treinta años; desde
los veinte años hasta los sesenta, todos los espartanos tenían que servir como
hoplitas (soldados de a pie) y comer en la fiditia (comedor público).
Las primeras luchas de Esparta fueron contra Mesenia, en el suroeste del
Peloponeso, y Argos, una ciudad localizada en el noreste de dicha península.
La primera guerra contra Mesenia terminó hacia el 668 a.C. con la derrota de
los dorios, la mayoría de los cuales fueron reducidos a la calidad de ilotas. Por
lo general, vencieron a los descendientes de los aqueos y a los dorios de Argos
en las guerras que mantuvieron con ellos. Con su disciplina severa, se
convirtieron en una nación de guerreros decididos y osados, capaces de un
patriotismo abnegado, como demostraron los 300 héroes de las Termópilas,
cuando en ese desfiladero perecieron las tropas del rey espartano Leónidas I
enfrentadas a los persas (480 a.C.), pero incapaces de adoptar un programa
político y económico sensato, debido a la peculiar configuración autoritaria y
poco representativa de la sociedad y el poder político espartano, todo ello
agravado por el siempre presente enfrentamiento con las sucesivas revueltas
de los ilotas.
La guerra del Peloponeso, iniciada en el 431 a.C., transformó la rivalidad
latente entre Atenas y Esparta en conflicto abierto. La derrota de Atenas en el
404 a.C., condujo a la consolidación de la hegemonía espartana sobre los
estados griegos, pero los ejércitos de Tebas, a las órdenes de Epaminondas,
privaron en el 371 a.C. a Esparta de su poder y de sus adquisiciones
territoriales, reduciendo su territorio a las fronteras originales. Más tarde,
Esparta se convirtió en parte de la provincia romana de Acaya y parece ser que
prosperó durante los primeros siglos del Imperio romano. Los visigodos,
dirigidos por su rey Alarico I, destruyeron la ciudad en el 396 d.C.
Estige: La Estige es un río del mundo subterráneo; según Hesíodo, fue hija del
Océano y Tetis. En la Gigantomaquia, Estige junto con sus hijos (Zelos, Niqui,
Cratos y Bia) ayudaron a los dioses del Olimpo y especialmente a Zeus para
conseguir la victoria.
Por esta ayuda inestimable fue recompensada por Zeus con el honor de que
los dioses prestasen juramento en su nombre. Es más, cuando un dios iba a
prestar juramento por las aguas de Estige, Zeus mandaba a Iris que trajera del
río del mismo nombre un cántaro lleno de aquellas aguas sagradas hasta el
mismísimo Olimpo. Estige es también el nombre de una fuente en Arcadia, que
tiene muchas cualidades benéficas.
Gortina: Antigua ciudad de Creta situada en la llanura de Messara. Las
excavaciones han proporcionado abundantes ruinas de teatros, ninfeos, termas
y templos.
Grecia (Ellas): Este de europa meridional; República parlamentaria; situada
entre Albania, ex-Yugoslavia, Bulgaria y Turquía. Bañado por el mar Jónico al
oeste, por el Mediterráneo al Sur y por el mar Egeo al Este. Comprende un
sector de la península Balcánica, la gran isla de Creta, las islas Jónicas (Corfú,
Cefalonia, Zante) y las islas del mar Egeo (cíclada y Esóradas).
Es un país muy montañoso, destaca entre sus alineaciones la cordillera del
Pinto (altura máxima Smolikas, 2637 m.), que se prolonga al Sur con las
cadenas del peloponeso. Ríos cortos y torrenciales. Clima mediterráneo, costas
muy recortadas.
País en vías de desarrollo, tiene un 34% de su población activa empleada en la
agricultura. El capítulo ganadero se resiente del desequilibrio entre el ganado
vacuno y unas cabañas ovina y caprina mucho más nutridas. Un
aprovechamiento forestal es el de la resina. La pesca constituye una riqueza
importante. Del subsuelo se extrae una gama de productos variados (lignito,
hierro y piritas, cinc, plomo, bauxita, etc.). La industria, poco desarrollada, se
basa en los ramos textil, de cuero y alimentario. En los últimos años han
surgido grandes plantas siderometalúrgicas, químicas y refinadoras del
petróleo.
Hay minorías búlgaras, macedonias, turcas y armenias. Los griegos
propiamente dichos representan alrededor del 97 %. Lengua: el griego.
Religión: cristiana ortodoxa, grupos musulmanes (la minoría búlgara). Capital:
Atenas. Ciudades importantes: Salónica, Patrás, Candia, Larisa. Población:
10.451.000 Superficie: 131.944 Km2.
Historia Antigua: Los primeros vestigios prehistóricos remontan al peleolítico.
La esplendorosa civilización helénica, que puso los cimientos de la occidental,
estuvo precedida por la cicládica, en las islas del Egeo, la cretense o minoica
en Creta y la micénica en la parte continental (invasión de los aqueos, s. XV a.
C.). A mediados del siglo XII a. C., tuvieron lugar las invasiones dorias. El país
se fraccionó en ciudades-estado utónomas e independientes (polis -polis), cuya
evoluciòn reflejó las cambiantes relaciones de fuerza entre los grupos sociales.
Pronto despuntaron Atenas, donde triunfó desde el siglo VI a. C. la democracia,
y Esparta, militarista y oligárquica. Estas polis griegas olvidaron sus diferencias
para hacer frente en el siglo V a. C. a un enemigo común, los persas, en las
guerras médicas. Tras ellas, Atenas se convirtió a dirección de Pericles en el
centro intelectual y político del mundo helenico. El inevitable conflicto
hegemónico con Esparta se dirimió en la guerra del Peloponeso (431-104 a.
C.), resuelta a favor de los espartanos. Pero contra ellos se levantó poco
después un movimiento dirigido por Tebas, ciudad que pese a sus exitos
militares no supo consolidar tampoco su primacía. En el siglo IV a. C. la polis
clásica se derrumbó y Grecia cayó bajo la dominación de la monarquía
macedónica. Las conquistas de Alejandro Magno expandieron el helenismo
hasta los confines del antiguo imperio persa (en el Indo) y en Egipto. En el año
146 a. C. el territorio griego pasó a poder de Roma, y cuando el imperio
romano quedó dividido, se le incluyó en el ámbito de Bizancio.
Arte y literatura antiguas: A las civilizaciones prehelínicas (cretense, micénica)
siguió una decadencia artística larga de unos tres siglos, hasta la aparición del
estilo geomético (900-750 a. C.), considerado como el inicio del período arcaico
(900-480 a. C.). La arquitectura se afianzó a partir del siglo VII a. C. con el
florecimiento del estilo dórico y posteriormente del jónico. Un tercer estilo, el
corintio, se afirmó en el período llamado clásico (480-323 a. C.). Se levantaron
entonces grandes edificios civiles (teatros, palestras), pero sobresaliendo ante
todo la consturcción del Partenón ateniense, célebre por su friso, y el Pórtico de
las Cariátides. la escultura rompió el esquematismo anterior y alcanzó la
armonia perfecta entre las distintas proporciones del cuerpo humano. En la
pléyade de artistas destacaron Fidias, Mirón y Plicleto, los dos exaltadores del
desnudo femenino, Prasíteles y Escopas, y los pintores Apeles y Lisipo. El
período helenístico (323-30 a. C.) representó la consolidación de las conquistas
artísticas anteriores, con un denominador común de eclecticismo. La primera
obra maestra literaria de la Grecia clásica es la de Homero (siglo VIII a. C.), el
cual suscitó numerosos epígonos con los poemas épicos de la Ilíada y la
Odisea. En la poesía religiosa destacaron hesíodo, Calímaco y Píndaro; en la
lírica, Safo. El gran género literario fue la tragedia, llevada a sus cimas por
Esquilo, Sófocles y Eurípides. La comedia culminó con Aristófanes y, ya en el
período helenístico, con Menandro.
Icaria: La isla de Icaria tuvo su nombre por Ícaro. Es una hermos isla del Egeo
Oriental y Septentrional. Fue habitada por los jónicos a finales del siglo IX a.C.
Ida: Monte de Grecia, en la isla de Creta. Altitud: 2456 m. Según la leyenda allí
fue criado Zeus por las ninfas.
Micenas: Antigua ciudad situada en la llanura de la Argólida, en Grecia, que dio
su nombre a la cultura (micénica) que se desarrolló en el continente griego
durante la edad del bronce. Las ruinas de la ciudad están cerca de la actual
localidad de Micenas. Otros centros importantes de la cultura micénica fueron
Tirinto y Pilos. Homero llamó aqueos a los micénicos en la Iliada y la Odisea,
quienes es posible que se identificaran con los pueblos que llegaron a Grecia
hacia el 2000 a.C., como parte de la migración indoeuropea. Su lengua, un
antiguo dialecto griego, se reproducía en una escritura conocida como lineal B.
Hacia el 1400 a.C. parece ser que Micenas conquistó Cnosos, en Creta, para
convertirse en el centro de la civilización del Egeo. Hacia el 1200 a.C. los
micénicos, al parecer bajo el rey Agamenón, de la casa de Atreo, eran unos de
los principales participantes en la guerra de Troya, cuya duración y amplitud sin
duda exageró Homero en la Iliada. Poco después, la supremacía de Micenas
llegó a su fin, quizá debido a la rivalidad interestatal agravada con la invasión,
en el siglo XII a.C., de otro pueblo griego, los dorios, procedentes del norte. La
ciudad, aunque más tarde habitada de nuevo, no recuperó su antiguo
esplendor. Hacia el 468 a.C. los habitantes de Argos sitiaron y destruyeron la
ciudad, que no volvió a ser reconstruida.
Las ruinas de Micenas incluyen las ciclópeas, poderosas murallas llamadas así
porque se creyó que las habían construido los gigantes epónimos; la famosa
Puerta de los Leones y las tumbas excavadas entre 1876 y 1878 por el
arqueólogo alemán Heinrich Schliemann, y que por error se identificaron con el
tesoro de Atreo y la tumba de Clitemnestra.
Olimpo: El Olimpo, el monte griego más alto situado en Macedonia, era el lugar
donde vivían los dioses de Olimpo y antes que nada donde estaba el trono de
Zeus. Según Homero, en aquella morada divina en los aposentos de los dioses
tomaban lugar escenas realmente únicas. Ser recibido, o aún más, permanecer
algún tiempo en el Olimpo era un gran honor incluso para los dioses. El
semidiós Hércules fue recibido allí como muestra de la alta consideración de
los dioses a su persona.
Oráculo: Respuesta en forma de consejo o de profecía que, especialmente
durante la antigüedad griega y romana, daba una deidad después de que le
fuera formulada alguna consulta; también, por extensión, el lugar en el que el
pueblo consultaba a sus deidades. En el antiguo mundo griego había muchos
de esos lugares, los más destacados de los cuales se hallaban en Delfos,
Dídimo (en la costa de Asia Menor), Dódona (en Epiro) y Olimpia. La respuesta
del dios se podía obtener de diversas formas; en Delfos a través de una
sacerdotisa en trance; en Dódona a través de la interpretación de las señales
que producía el tintineo de una caldera golpeada por una cadena que se movía
con el viento, o mediante el sacrificio de animales.
El Oráculo de Zeus era el más antiguo de los oráculos griegos, y estaba en
Dodona. Se estableció así: dos palomas negras emprendieron el vuelo en
Tebas, Egipto. Una voló hasta Dodona, en Epiro, se posó en un bosque de
robles y proclamó en lenguaje humano, a los habitantes de aquella provincia,
que debían establecer allí un oráculo dedicado a Zeus. La otra paloma voló
hasta el templo de Júpiter Amón en el oasis libio y dio allí un mensaje similar.
El Oráculo de Apolo era el más famoso de Grecia, y estaba situado en Delfos.
Se venía observando desde hacía mucho que las cabras que pastaban en el
Parnaso sufrían convulsiones cuando se acercaban a una hendidura que se
abría en la ladera de la montaña. Esto se debía a ciertos vapores que se
desprendían de la caverna y cuyos efectos experimentó cierto pastor sobre sí
mismo. Al inhalar este aire enrarecido el pastor se vio igual de afectado que el
ganado, y como los habitantes de Delfos no sabían a qué se debía realmente,
creyeron que era por intervención divina y construyeron el oráculo. La
sacerdotisa o Pitonisa, se sentaba en un trípode que estaba situado encima de
la hendidura, respiraba el aire y lo que decía era interpretado por los
sacerdotes.
El Oráculo de Trofonio estaba en Lebadea, Beocia. Trofonio y Agamedes eran
hermanos y unos arquitectos muy notables, que construyeron el templo de
Apolo en Delfos y un edificio para el tesoro del rey Hyrieus. Colocaron en el
muro de este edificio una piedra que se movía de tal forma que la podían sacar
todas las noches y robar el tesoro de ese rey. El rey puso una trampa para
atrapar a los ladrones y en ella cayó Agamedes. Como Trofonio no quería que
se supiese quién era el ladrón, ya que luego darían con él, le cortó la cabeza a
su hermano y se la llevó para que el rey sólo descubriese el cuerpo. Se dice
que Trofonio fue tragado por la tierra. En una ocasión hubo una gran sequía y
el dios de Delfos envió a los beocios a Lebadea en ayuda de Trofonio. Llegaron
allí, pero no había ningún oráculo, así que lo hicieron sobre una grieta que les
habían mostrado unas abejas. Las personas que se acercaban a consultar el
oráculo debían hacer antes de entrar unas ceremonias. Para entrar tenían que
ir por un pasadizo estrecho y tenía que ser de noche. Para salir debían salir
andando de espaldas y cuando reaparecía la persona tenía un aspecto
melancólico y abatido. Por eso cuando alguien está desalentado se dice que
parece venir del oráculo de Trofonio.
El Oráculo de Esculapio estaba en Epidauro. Allí acudían los enfermos que
esperaban recobrar su salud durmiendo en el templo. Las serpientes estaban
consagradas a Esculapio, probablemente por la superstición según la cual
estos animales recuperan su juventud cuando cambian la piel.
El Oráculo de Apis estaba en Menfis. El toro sagrado Apis respondía a aquellos
que lo consultaban aceptando o rechazando lo que le ofrecían. Si el toro se
negaba a comer de la mano del que le preguntaba, se consideraba como un
signo desfavorable y todo lo contrario cuando aceptaba la comida.
Se cree que los oráculos paganos dejaron de contestar (según los antiguos
escritores cristianos) cuando nació Cristo y ya no volvió a oírseles después de
esa fecha.
Peloponeso: Península del Sur de Grecia, bañada por el jónico y el Egeo;
21379 km2, 1.012.500 habitantes aprox. (datos de 1990), capital: Patrías;
ciudad principal: Kalamata. Relieve accidentado (Taigeto, 2407 m.). Ríos:
Eurotas y Alfeiós. Cereales, vid, olivos. Ovinos, caprinos. Industria alimentaria,
textil, manufacturera, tabaquera, de la construcción. Fue ocupada por jonios,
aqueos y dorios. Éstos últimos fundaron Esparta (siglo IX a. C.).
Sidón: Antigua ciudad portuaria de Fenicia que ocupaba el lugar en el que se
halla situada la actual Sayda (Líbano). Según Herodoto fue fundada antes del
2750 a. C. y constituyó una de las principales bases navales de los faraones
egipcios hasta que fue invadida por los Pueblos del Mar (siglo XIII a. C.) y los
filisteos (1100-1090 a. C.). Hacia el siglo X comenzó a perder importancia en
favor de Tiro. Sublevada contra Asiria a la muerte de Senaquerib, fue
conquistada por Asaradón en el 676 a. C. Fue la capital de la satrapía de
Fenicia con los aqueménidas. Sublevada de nuevo contra Artajerjes III, fue
incendiada en 334 a. C. Recibió favorablemente a Alejandro Magno y le
proporcionó naves para el asedio de tiro. Convertida posteriormente en colonia
romana, fue una de las primeras sedes episcopales del cristianismo. En el siglo
VII fue tomada por los musulmanes. Conquistada por los cruzados, volvió a
poder de Saladino para ser reconquistada en 1197 y comprada por los
Caballeros Templarios en 1200.
El cabo Sounio: El cabo Sounio, el extemo sur de ática es mencionado en las
obras de Homero. Desde este cabo el rey Egeo miraba ansiosamente el mar
esperando la buena noticia de la victoria de Teseo, hecho que desde luego no
llegó a ver realizado ya que murió antes.
En Sounio, en el siglo VI a.C. fue construido un Templo que fue consagrado a
Poseidón, y cuyos restos arquitectónicos existen hasta nuestros días.
Troya: Antigua ciudad de Asia Menor, cerca del Egeo, a 2 km. del río
Menderez, en los Dardanelos. Las excavaciones realizadas por Schiliemann en
1871 revelaron la existencia de nueve ciudades, dispuestas en un espesor de
50 m. cuyo origen se remonta desde fines del Neolítico (3000 a. C.). Los restos
más recientes corresponden a la época de los romanos.
Heinrich Schliemann inició las excavaciones que desenterraron las verdaderas
murallas de piedra y las almenas de una antigua ciudad en el montículo
denominado Hissarlik (‘lugar de fortalezas’), a unos 6,5 km del mar Egeo y
equidistante de los Dardanelos. En el montículo de Hissarlik, se determinaron
los siguientes asentamientos: Troya I, primer asentamiento con una muralla
construida con piedras pequeñas y pizarra, fechado hacia el 3000 a.C.; Troya
II, fortaleza prehistórica, con fuertes terraplenes de defensa, un palacio y
casas, que databa del siglo III a.C.; Troya III, IV y V, villas prehistóricas
construidas sucesivamente sobre las ruinas de Troya II durante el periodo
transcurrido entre el 2300 y el 2000 a.C.; Troya VI, una fortaleza, que abarcaba
una zona más amplia que cualquier asentamiento precedente, con grandes
murallas, torres, puertas y casas que databa del 1900 al 1300 a.C.; Troya VII a,
reconstrucción de Troya VI, construida después de que la ciudad fuera
destruida por un terremoto; Troya VII b y VIII, villas griegas, casas sencillas de
piedra, fechada desde el 1100 a.C. hasta el siglo I a.C. aproximadamente, y
Troya IX, la acrópolis de la ciudad grecorromana de Ilión, o Nueva Ilión, con un
templo dedicado a Atenea, edificios públicos y un gran teatro, y que existió
desde el siglo I a.C. hasta aproximadamente el 500 d.C.
Guerra de Troya: Expedición que, según las leyendas griegas, emprendieron
los aqueos en el siglo XII a. C., para vengar el rapto de Helena por Paris, hijo
de Príamo, rey de Troya. El sitio de Troya duró diez años, al cabo de los cuales
una treta de Ulises permitió a los aqueos tomar la ciudad. La Ilíada relata esta
guerra.
En Grecia, aseguran que la restauración de la Acrópolis tardará 15 años
Los expertos explican que la contaminación ambiental provocó un daño muy
grande. El Partenón es uno de los edificios que requerirá más cuidado para su
preservación.
ATENAS
En Atenas, cuna de la civilización Occidental, yacen los restos de la ciudad
estado más emblemática de la cultura griega: Acrópolis. Su restauración,
iniciada más de treinta años atrás, ahora deberá postergarse por quince más,
según informó ayer el equipo de arqueólogos y arquitectos que están a cargo
de la obra.
La razón por la que los tiempos de reconstrucción de la "Ciudad Alta"
(significado de la palabra Acrópolis en griego) debieron estirarse reside en el
daño colateral que la contaminación atmosférica ocasionó sobre las
construcciones. Amenaza que se sumó a la erosión esperable que producen el
viento, el agua y el paso del hombre a lo largo del tiempo.
"Para nuestra sorpresa, durante los trabajos de restauración nos dimos cuenta
de que los daños ocasionados por restauraciones anteriores eran mayores de
los que estimábamos hasta el momento", apuntó la arqueóloga Fani Malouhou
a la prensa.
Y es que Acrópolis fue construida durante la segunda mitad del siglo V a.C;
hace más de 2.400 años. El objetivo de su emplazamiento sobre una meseta
escarpada de piedra caliza ubicada a 156 metros sobre el nivel del mar, fue
crear una ciudad singular donde albergar a los dioses, a las deidades naturales
y aprovechar su altura para aspectos de corte estratégico-militar.
De esta forma, desde el lugar más alto de Atenas, los ojos de los antiguos
habitantes de Acrópolis vieron elevarse el Palacio Municipal y los edificios reli
giosos más importantes. Para la organización y planificación urbana griega, el
establecimiento de esta ciudad fue considerado un acto religioso.
La elección de su emplazamiento también fue deseo de la visión militar porque
desde esa altura era posible transformar la ciudad en una ciudadela
amurrallada. Y de hecho los cálculos funcionaron al dedillo ya que los
habitantes griegos del campo encontraron refugio en Acrópolis cuando debían
escabullirse de sus enemigos. Y fue deseado por las autoridades religiosas por
tratarse de un lugar de un espíritu natural ideal: colinas completamente
imbuidas de un halo de misterio rodeado por bosquecillos, manantiales,
cañadas y cuevas. Un espacio único para cultivar el espíritu de los dioses.
Con el pasar del tiempo en Acrópolis, ciudad protegida por la diosa de la guerra
de la antigua Grecia Palas Atenea, sólo sobrevivieron algunos de sus edificios.
Entre aquellos cuyos restos se conservaron se encuentra una de las
construcciones más famosas del mundo: El Partenón (447-438 a.C). Templo
consagrado a Atenea, construído con base a piedras y mármoles del monte
Pendéli.
Y es hoy precisamente el Partenón uno de los focos de atención del equipo de
arqueólogos y arquitectos a cargo de la restauración. En tal sentido Malouhou
señaló que la contaminación "obliga a ser especialmente cuidadosos; sobre
todo con los trabajos de saneamiento del Partenón".
Al parecer el principal obstáculo que los arqueólogos enfrentan en El Partenón
es la sustitución de las viejas barras de hierro de sus columnas por otras de
Titanio: "El hierro está oxidado y amenaza con hacer estallar la columna",
enfatizó Malouhou. Un hecho que se suma a otra de las preocupaciones de los
arqueólogos y arquitectos que trabajan en la vieja polis de Palas Atenea: no
saben exactamente en qué estado se encuentra el mármol del interior de las
columnas.
El resto de las estructuras de Acrópolis que sobrevivieron y que, mayormente,
deberán estirar sus plazos de restauración unos 15 años, son: Los Propileos
(437-432 a.C.), puerta de entrada y vía de acceso al recinto sagrado; una
construcción que combina características del estilo arquitectónico dórico con
formas jónicas; el Templo Erecteion (421-405 a.C.), santuario de las deidades
del campo y la agricultura, especialmente de Erecteo (quien según Homero fue
un héroe antiguo y el fundador de Atenas). Por último, el Templo de Atenea
Nike (430-420 a.C.), una construcción con la que se honró a Atenea. Fue
diseñado por Kallikatres para celebrar la victoria de Atenas sobre Persia.
Quizás porque el Templo de Atenea Nike fue reconstruido por primera vez en el
siglo XIX, es que sobre él, ayer el mundo cultural escuchó la única buena
noticia: su restauración final estará completamente terminada a mediados del
año 2006.
En el 461 a.C. el pueblo eligió a Pericles (495-429 a. C.) que cuando hablaba
“Grecia se ilumina, tronaba y se conmovía “, y por ello fue llamado “Olimpo”.
Su gobierno duro hasta su muerte (víctima de una epidemia que diezmó a más
de un tercio de la población ateniense) y durante ese periodo, la potencia de la
ciudad y sobre toda su cultura, las artes y las letras, alcanzaron el punto
culminante de la gloria; contemporáneamente se consolidaba la democracia.
Pero la obra que inmortalizó a Pericles, y con él los artistas Fidias, Mnesicles,
Ictino, Calícatres, etc., fue la construcción de los monumentos de la Acrópolis.
La Acrópolis (acro=alto, polis=ciudad) fue construida en la segunda mitad del
siglo V a.C.; hace mas de 2.400 años.
El objetivo de su emplazamiento sobre una meseta escarpada de piedra caliza
ubicada a 156 metros sobre el nivel del mar fue construir, aprovechando su
altura, una ciudadela para aspecto de corte estratégico-militar y también
albergar a una de las construcciones mas famosa del mundo: el Partenón (447438 a.C.) construido con base de piedra y mármoles del monte Pendéli.
Fue así como el Partenón se convirtió en un gran santuario donde se adoraba a
los dioses pero, sobre todo, Atenea la diosa de la sabiduría, el trabajo y de las
artes, diosa de la paz pero también diosa de la guerra, que ofrendaba la victoria
a su ciudad. (El Templo de Atenea Nike, 430-420 a.C, construido en su honor,
fue diseñado por Kallikatres para celebrar la victoria de Atenas sobre Persia)
En la Acrópolis entre el Templo Erecteión (421-405 a.C.) santuario de las
deleidades del campo, especialmente de Erecto, quien según el poeta Homero
fue un héroe antiguo y fundador de Atenas, y los Propileos (437-432 a.C),
puerta de entrada y vía de acceso al recinto sagrado (es una construcción que
combina características del estilo arquitectónico dórico con formas jónicas) se
elevaba una colosal estatua de bronce de Atenea, (que según algunos tenia 16
metros de altura), y que también era obra de Fidias.
Era la Atenea "Promano"(aquélla que combate con los primeros rangos) o
también "Polias"(protectora de la "polis"). Sin embargo, la diosa era más
conocida con el nombre de Palas Atenea, es decir, aquélla que aterrorizaba a
los enemigos blandiendo la lanza ("pallo" en griego).
Durante este "siglo de oro" en Atenas alcanza su máximo esplendor la filosofía
con Anaxágora, Sócrates.etc. , la historia con Herodoto y Tucídides, y la poesía
ateniense por excelencia, la tragedia con Esquilo, Sófocles y Eurípides.
Este esplendoroso siglo de victorias, de glorias y de conquistas espirituales se
cerró de forma lamentable con la guerra entre Atenas y Esparta (431-404 a.
C.), la guerra del Peloponeso, que terminó con la derrota de Atenas y
transformó la vida cultural de la ciudad, anuló su potencia naval y militar
provocando gravísimos daños en toda Grecia.
Pero la civilización ateniense encontró su natural continuación en Platón,
Praxiteles, Jenofonte y Demóstenes.
Fue precisamente esta vitalidad cultural lo que más tarde deslumbró a
Alejandro Magno que, a pesar de haber derrotado a los Atenienses y a sus
aliados en Queronea en el 338 a. C., respetó, enviando a Atenas los escudos
de la batalla de Gránico para que fuesen fijados en el arquitrabe del Partenón.
Durante la época que siguió a las conquistas de Alejandro Magno (Edad
Helenística 351-200 a. C.), muchos soberanos demostraron su admiración por
la ciudad de Palas Atenea con grandes donaciones. Entre ellos estaban
Eumenes, Atalos de Pérgamo, y los Ptolomeos de Egipto.
En el 146 a. C. Grecia fue sometida por los romanos. Durante los primeros
años de su dominio Atenas sufrió graves devastaciones: Sila en el 86 a. C.
destruyó la ciudad y el puerto del Pireo, y se adueño de numerosas obras de
arte para llevárselas a Roma. Durante la época imperial, y sobre todo en el
siglo II d. C. Atenas conoció nuevamente un periodo de esplendor, fue
adornada con nuevos monumentos, templos y acueductos gracias al liberal
emperador Adriano, pero también gracias a ciudadanos privados, como
Herodes Ático.
Tiberio Claudio Herodes Ático fue un noble y generoso ciudadano ateniense,
del demos de Maratón, que vivió en el siglo II d. C. Sobresalió como excelente
retórico y maestro de todos los Sofistas y de muchas personalidades de su
tiempo, como por ejemplo, el emperador Marco Aurelio. Por desgracia todas
sus obras se han perdido.
Fue procónsul en Asia; en Atenas se le honró con el cargo de pontífice de las
Panateneas. De su padre, de quien se decía que había encontrado el tesoro de
los Persas escondido en Maratón, heredó una enorme fortuna. De todas
formas, y cualquiera que sea la historia, Herodes puso todo su dinero a
disposición para favorecer la construcción de obras públicas.
Mandó recubrir de mármol el Estadio de Atenas, construir piscinas de mármol
en las Termópilas, un ninfeo en Olimpia, el estadio en Delfos, etc.
Cuando murió su mujer, Apia Annia Regila, para honrarla y en señal de luto,
mandó pintar de negro incluso la casa. Se cuenta que una vez su amigo sofista
Lucio, al ver a un siervo que pelaba rábanos le dijo: "Pero, Herodes no cometes
una injusticia a la memoria de Regila, comiendo rábanos blancos en una casa
completamente negra?".
Athenea
Reconstruccion
Fue pues en memoria de Regila, que Herodes mandó construir el Teatro
Odeón, en el 161 d. C..
La prueba de la sensibilidad musical de los griegos es el hecho de que todos
los niños estudiaban música y que en todos los grandes centros había
innumerables conservatorios. En ellos se llevaban a cabo competiciones
musicales, concursos de declamación y espectáculos de melodrama. Al
contrario que los teatros, los conservatorios eran locales cerrados.
El edificio del teatro Odeón esta construido según el estilo de los teatros
romanos. A diferencia de los griegos, (que construían los teatros en la
hondonada de una ladera de la montaña) los romanos construían generalmente
los teatros sobre arcos y bóvedas en el lugar preciso que querían.
La escena del teatro Odeón, de 35,40 metros de longitud, tenía tres niveles; la
orquesta, de 18,80 metros de diámetro, estaba embaldosada con lastras
blancas y negras de mármol de Káristos; la cavea, con sus 32 filas de asientos,
tenia una capacidad para 5.000 espectadores.
El techo estaba construido con madera de cedro. La escena, que está bien
conservada, era majestuosa, con tres niveles y portal arqueado.
Entre el teatro de Dionisio y el Odeón de Herodes Ático se extiende la
"stoa"(pórtico) de Eumenes II, rey de Pérgamo, que mandó construir en el siglo
II a.
C. como refugio para los espectadores en caso de mal tiempo y como lugar de
paseo. Esta galería tenia una longitud de 164 m., y estaba construida con poros
y mármol del Himeto y contenía estatuas, monumentos y fuentes.
La cavea del Odeón ha sido reconstruida y en la actualidad todos los veranos,
durante el Festival de Teatro de Atenas, se llena, como en los tiempos
antiguos, de espectadores que asisten, no solo a representaciones de dramas
clásicos, sino también a conciertos de música clásica, ballet y óperas líricas.
Periodo clásico: Segunda mitad del siglo V a. C. A este periodo se le conoce
como el Siglo de Pericles, por ser Pericles el político con el que se da el salto a
la democracia. Pericles se preocupó mucho de embellecer Atenas, dotándola
de numerosos edificios como templos, teatros, odeones (para escuchar
música) o estadios. Junto a Pericles, otra figura cumbre es Fidias, que fue el
gran supervisor de todas las obras de Pericles. Otros arquitectos eran Ictino y
Calícrates.
Los griegos son los creadores de los órdenes arquitectónicos (arquitectura
sometida a principios racionales), que presuponen proporción entre las partes,
medida, armonía. El arte griego es uno de los elementos fundamentales que
constituyen la cultura occidental, porque se pasa de la abstracción al realismo.
A diferencia de los romanos, los griegos no cubrían los espacios mediante
cúpulas o bóvedas sino mediante un primitivo entramado de vigas y simples
cruceros. Los edificios se caracterizaban por una viva policromía heredada de
los cretenses. Los azules y los rojos intensos predominaban en muros y
columnas.
Posteriormente la policromía desapareció y dejó templos de apariencia
marmórea Se denomina órdenes a las diferentes soluciones estructurales y
ornamentales que caracterizan las distintas etapas de la arquitectura griega.
Hay cuatro órdenes según el tipo de columnas que se utilicen, el dórico, el
jónico, el corintio y el cariátido:
a) Orden Dórico:
Se caracteriza por su simplicidad. Las columnas son sin basa, arrancan del
piso (estilobato), el fuste es acanalado (con estrías), a arista viva. Va en
disminución de diámetro hacia arriba. Hacia el medio del fuste tiene un
pequeño ensanchamiento llamado éntasis. El capitel tiene una parte convexa
que es el equino y una cúbica que es el ábaco.
El entablamento (parte sustentada por encima del capitel) tiene cuatro partes:
Arquitrabe.
Gotas: Entre el arquitrabe y el friso.
Friso: Está decorado con:
Triglifos: 3 glifos (acanaladura cóncava).
Metopas: Espacio entre triglifos. Están decoradas con relieves.
Los triglifos tapan las cabeceras de las vigas, y las metopas los vacíos entre las
vigas.
Cornisa: Monta encima del friso. Es una moldura saliente y convexa.
Tejado: Es a dos aguas. Es un triángulo que a su vez tiene otro triángulo
dentro, llamado tímpano, con una espléndida decoración escultórica.
b) Orden Jónico:
Tiene basa, compuesta por dos toros (convexa) y una escocia (cóncava). Esta
es la basa ática. El fuste es mucho más esbelto, con diámetro mucho menor,
estriado, pero las aristas están biseladas. Se pasa al capitel con un pequeño
collarino. El capitel tiene forma de cuernos de carnero, llamada voluta,
compuesta por ovas y perlas. El arquitrabe está compuesto por tres piezas o
lísteles. El friso puede ser limpio o decorado, pero toda una banda corrida, sin
dividirlo en partes. La cornisa está bastante más saliente que en el Dórico.
c) Orden Corintio:
Tuvo un gran desarrollo en Corinto y comarca. Tiene basa y el fuste es todavía
más esbelto que en el caso anterior. El capitel tiene pequeñas volutas, y entre
ellas presenta hojas de acanto. Se acentúan los elementos decorativos en el
friso y la cornisa.
d) Orden Cariátido:
La columna es representada por una jóvenes llamadas cariátides, que eran
unas jóvenes condenadas a ser columnas.
Hay mucha perfección técnica en la arquitectura griega. Se da mayor volumen
a las columnas de las esquinas de los templos para que parezcan todas iguales
(ya que la luz hace que se vean más pequeñas). Hacen retroceder la fachada
del templo para que no lo veamos inclinado hacia nosotros si miramos hacia
arriba estando a sus pies; además aprovechan los desniveles del terreno.
El templo griego no es lugar de reunión de los fieles, sino simplemente es
morada del dios. Cada ciudad tenía un dios, y por lo tanto, un templo situado
en lugares altos y difíciles de la ciudad, llamado acrópolis. También se les
ubicaba en los bosques. Hay una perfecta simbiosis entre lo arquitectónico,
escultórico y pictórico.
A diferencia de la arquitectura cretense y de la micénica, caracterizada por los
palacios, la arquitectura propiamente griega, realizada en la península a partir
del siglo VIII a.C., tenía en el templo su principal elemento. Los templos
correspondientes al periodo arcaico presentan una estructura cuadrangular con
travesías y vigas de madera y apenas se distinguen de las viviendas de los
ciudadanos. A partir del siglo VII a.C. la planta de los templos se volvió más
alargada y ya en el siglo VI a.C. aparecieron los primeros templos dóricos cuya
estructura se mantuvo durante toda la civilización griega. La estructura de un
templo griego constaba de un pórtico de entrada y una cámara rectangular
destinada al culto, rodeados por una columnata; todo ello situado sobre una
plataforma escalonada
Megaron y Megaron precedido de un pórtico. El megaron es el antecedente de
los templos griegos. En sus orígenes era el lugar de reunión de los jefes de los
genos (la más antigua estructura social, un clan con genete de la misma
sangre, donde el trabajo, hogar y descanso era común y donde sólo existía una
autoridad, el más viejo). Había bancos alrededor de las paredes interiores del
templo, y en el centro estaba el hogar (donde ardía el fuego).
In Antis, In Antis, Próstilo y Anfripróstilo. El templo in antis (antis=columna)
tiene dos columnas en el pórtico y a veces detrás del templo.
El templo próstilo tiene cierto número de columnas (siempre pares) en la
fachada delantera, más otras dos en el pórtico. El templo también se clasifica
por el número de columnas, así si son cuatro es tetrástilo.
El templo anfipróstilo tiene cuatro columnas adelante y atrás. Es tetrástilo.
Períptero. El templo períptero tiene un vestíbulo de acceso en la parte
delantera llamado pronaos; la morada del dios en la parte central, que es la
cella o naos; y el opistodomos en la parte trasera, que es la sala donde se
ponían los exvotos u ofrendas a los dioses. Este templo es in antis, por tener
dos columnas en la entrada delantera y trasera y está rodeado de columnas
(normalmente pares). Si no son columnas pares es que el templo es muy viejo,
primitivo. Un templo hexástilo es el que tiene seis columnas en los frentes.
Seudoperíptero. En el templo seudoperíptero todo es cella. En los frentes tiene
seis columnas (hexástilo) y está rodeado de medias columnas adosadas a la
pared (falso períptero o seudoperíptero).
Díptero. El templo díptero tiene un pronaos y cella. Delante tiene tres filas de
ocho columnas (octástiolo) y está rodeada de doble columnata (díptero) exenta.
Seudíptero. El templo seudíptero o de falso díptero tiene pronaos y cella. En el
frente tiene doble fila de ocho columnas exentas. Alrededor del templo hay dos
filas de columnas, una exenta y otra adosada a la pared.
Tolos. El templo tolos está dedicado a los dioses del fuego. Son circulares,
rodeados de columnas y en ellos se encierran tesoros.
In Antis, Tetrástilo, octástilo y períptero.
Las antelijas son estatuillas en la cornisa de los templos, junto con las
gárgolas. Los propileos son las entradas a la acrópolis con una escalinata.
Menesicles es el autor de la entrada de la acrópolis ateneinse.
Algunos ejemplos de templos y teatros son los siguientes:
Partenón: Está dedicado a Atenea Parthenos (la vírgen), que es la patrona de
la ciudad de Atenas. Data del periodo clásico de la arquitectura. El partenón fue
construido en el 447 a. C. y es obra de Ictino y Talícrates. Es un templo
hexástilo, anfipróstilo y períptero. Tiene pronaos y naos (o cella) y dentro de la
cella se levanta un nuevo piso. En el siglo XVII los turcos lo usaron como
polvorín y al explotar éste se perdió gran parte del edificio. En el piso alto de la
cella hay un friso de orden jónico, mientras que el del exterior es dórico, así, se
dice que es un templo ambivalente. En el friso se representa a las jóvenes
atenienses que han tejido un peplos (chal).
Templo de Atenea Niké (victoriosa): Está en la Acrópolis. Es del año 425 a. C. y
es tetrástilo, in antis y de estilo jónico.
Templo Erecteión: Erecteión es el fundador de Atenas. Es un templo jónico de
basa ática. Tiene la tribuna de las cariátides de orden cariátido. Las cariátides
tienen un cesto encima de la cabeza que sirve de capitel. Data de 421 a. C.
Tolos de Marmania: Está en Jonia y tiene una estancia interior circular donde
reside el dios.
Mausoleo de Halicarnaso: Era templo y lugar de enterramiento. Alli está
enterrado Mausolo. Es Hexástilo y tiene una disposición piramidal con una
cuadriga que lo corona. Sus arquitectos fueron Piteas y Sátiros.
Teatro de Epidauro: Data del siglo IV a. C. Se construye sobre la falda de una
montaña. Es ultrasemicircular, ya que ocupa un poco más que el semicírculo.
Tiene gradas o cavea, scena (lugar donde se situaba el coro) y en los laterales
se disponían las entradas (aditus). Tiene orchrestra (para la orquesta) y
scenarium (camerinos). El lugar donde se representaba la obra es semicircular
y forma un triángulo perfecto, de tal forma que esté donde esté el actor dentro
de ese triángulo, se oye todo a la perfección incluso desde la fila más alta de
las gradas.
Corazón de la milenaria civilización minoica y tan intrincado como en sus años
de esplendor, el Palacio de Knosos encierra aún hoy un enigma en el que la
historia y la mitología se cruzan a cada paso, ya que desde la rampa de acceso
se puede advertir que en estas tierras todo es puro cuento. Erigido sobre las
ruinas de una extensa población neolítica, Knosos es el palacio más importante
de la gran isla de Creta, la mayor de Grecia y la quinta del Mediterráneo.
Con una privilegiada situación geográfica, microclima mediterráneo y bañada
por los mares Egeo y de Libia, Creta tiene 1.447 pueblos en las provincias
Heraklion (la actual capital), Hania, Réthimmo y Lasthio. Sin embargo, poco se
conocía de la Creta minoica antes de las excavaciones de principios de siglo en
el Palacio de Knosos, de Minos Kalokerinós y, sobre todo, del arqueólogo
inglés Arthur Evans.
Su forma laberíntica inspiró numerosas leyendas -como la de Teseo, Ariadna y
el Minotauro- y su historia formaba parte de la Mitología griega (ver El mito).
Pero los hallazgos precisaron que desde 2600 a.C. hasta 1100 a.C. floreció en
la isla la Edad Minoi-ca, en alusión al rey Minos.
Junto con los palacios de Phaestos, Zakro y Malia, Knosos constituyó el centro
de una de las civilizaciones más importantes del mundo antiguo. Fue edificado
hacia 1900 a.C. y aseguraba la comunicación con el interior agrícola y los
caminos marítimos del Egeo y el Mediterráneo. Sobre una colina, y rodeado por
ricas villas, Knosos tenía 20 mil metros cuadrados. Era residencia del rey -con
dependencias de uso doméstico y frescos decorativos-, centro administrativo y
económico, y tenía carácter sagrado. El antiguo palacio fue destruido en 1700
a.C. y el nuevo en 1450 a.C., hasta que en 1375 a.C. quedó definitivamente en
ruinas.
El palacio minoico se caracteriza por evolucionar desde el interior hacia el
exterior, partiendo del patio central rectangular. Las paredes estaban
recubiertas por pinturas murales sostenidas por coloridas columnas.
Sorprenden los sistemas de abastecimiento de agua -que procedía del monte
Yujta- y de desagüe para aguas potable, de lluvia y residuales. También
contaban con un sistema de tragaluces que ventilaba a todos los pisos del
palacio.
A 6 km. de Heraklion, un colectivo lleva al otrora majestuoso Knosos, dividido
en dos alas: en la occidental están los santuarios y las estancias oficiales, y en
la oriental, las viviendas y talleres. El recorrido laberíntico comienza en el Patio
Occidental, pasando por los Santuarios y Habitaciones. En el primer piso,
donde se encuentran los aposentos oficiales restaurados, las fachadas se ven
coronadas por enormes cuernos de piedra.
La cantidad de Talleres y Almacenes se debe a que Minos era también jefe
religioso y en los depósitos se guardaban ofrendas. El Patio Central comunica
con Salón del Trono, con el famoso Trono de Minos, el más antiguo de Europa.
El ala oriental tenía 4 pisos y la Gran Escalera llevaba a la Sala de la Reina -allí
se aprecia el Fresco de los Delfines-, seguida por su Baño y Tocador.
Cerca de la salida y sin soltar el intrincado mapa, todos apuran el paso cuando
cae el sol en Knosos. No sea cosa que el Minotauro les tienda una trampa.
Exterior: Un palacio de leyenda que los visitantes recorren de punta a punta
EL MITO
Rey de Creta e hijo de Zeus y Europa, Minos ordenó al artista Dédalo que
diseñara un laberinto para encerrar al Minotauro. Mitad toro, mitad hombre, el
monstruo era hijo de unión de Pasífae, esposa de Minos, y un toro enviado por
Poseidón. Minos exigió a los atenienses un tributo dé Jóvenes y doncellas, que
daba como pasto al Minotauro. Teseo llegó al Laberinto como parte del tercer
tributo. Soto se liberaría si mataba a la bestia. Una de las hijas de Minos,
Ariadna, se enamoró de Teseo y le dio un ovillo de hilo que él fue
desenrollando hasta encontrar la salida. Teseo mató al Minotauro y se fugó con
Ariadna.
Un viaje por el Peloponeso.
El Peloponeso es una región de particular belleza natural, con extensos valles
poblados de olivares, cipreses y naranjos silvestres, de bellísimas playas. La
seducción de su paisaje, salpicado por los vestigios de los monumentos, que
son el recuerdo vivo de las diversas civilizaciones, que alguna vez se asentaron
en su suelo. A los restos arqueológicos que guarda como testimonio de su
glorioso pasado histórico en Epidauro, Micenas, Olimpia, Pilos, Patras, Corinto,
se suman los hermosos paisajes de sus montañas, el verdor de sus campos
huertos, que se destacan sobre el telón de fondo del Taigeto y del Parnón; el
encanto de los pequeños pueblos del interior y la calidez de su gente.
Un recorrido por Laconia
Nos trasladamos a catorce millas náuticas de Akra Malea; estamos en la punta
más meridional del Peloponeso, en Kitira (Kithera).
En otro tiempo esta isla fue llamada Cerigo, por marinos extranjeros. Y en la
antigüedad fue conocida como Porfirusa o Porfíride, debido a que se
encontraron pórfidos caracoles de mar, de los cuales se extraía la púrpura,
sustancia utilizada para teñir distintas prendas. Topónimos como Porfirusa o el
nombre del golfo de Fenicunte, que permanecieron hasta la época romana, dan
testimonio del paso de los fenicios por este lugar.
Según Heródoto, los fenicios erigieron un templo dedicado a la diosa Afrodita,
que fue venerada durante toda la antigüedad. En la obra La Odisea, Homero
llama a Afrodita "Citerea de hermosa Corona". Parece ser que esta isla fue un
centro del culto a esta diosa. Esta era la diosa de la hermosura y del amor, de
la procreación fecunda y de la vida. La leyenda dice, que había nacido de la
espuma del mar y arribado a la costa de esta isla en una concha. Es una de las
divinidades más frecuentemente representada por el arte (una obra admirable
es la Afrodita Gnido, de Praxíteles).
La capital homónima de la isla esta situada al sur y posee toda la belleza
insular. Construida en la ladera de un cerro, mirando desde arriba al mar y
coronada con un castillo veneciano hallamos en ella improntas medievales y
venecianas, mientras recorremos sus estrechas callecitas empedradas. En el
castillo se encuentra el museo que alberga hallazgos desde todas partes de
Kitira, como muestras de cerámica minoica y micénica, monedas de diferentes
épocas e íconos bizantinos y posbizantinos.
Visitamos monasterios e iglesias bizantinas y posbizantinas muy bellas. Agia
Elesa, una santa local posee una pintoresca iglesia y monasterio situados en lo
alto de una colina, en la parte meridional de la isla, en medio de un paisaje
salvaje, enmarcado por el azul del Mediterráneo. La iglesia de Agios Georgios
es bizantina y contiene mosaicos muy importantes.
En el lado oriental de la isla observamos los restos de la ciudad bizantina de
Paleójora. Mientras que, en el Paleocastro, visitamos la iglesia de Agios
Cosmás; en ella, se encuentran columnas y planchas de mármol. Allí están los
restos del templo de Afrodita que, según se cree, estuvo emplazado en este
pintoresco lugar.
En Kitira comprobamos aquello que mencionamos; el encanto de los pequeños
pueblos del interior; hallamos que en Agia Elesa, Milopótamos, Mirtidea y
Mitala la naturaleza ha sido pródiga. Situados en verdes laderas, con una
atmósfera más que agradable; el aire fresco y perfumado, aunado a las
melodiosas y sentidas canciones de los pájaros, hacen de estos pueblos
lugares mágicos.
En silencio, bebemos lentamente un café frappé, para no perder una vele nota
de tan maravillosa sinfonía.
Kitira también posee cuevas de estalactitas con lagos como la de Agia Sofia,
en Milopótamos, Agia Sofía en Calámos y Agios lannis en Gremós. De estas
solo la cueva de Agio Sofía en Milopótamos puede ser visitada. Nos
contactamos con la Policía local, que es la encargada de designar a una
persona para que abra la cueva y oficie de guía. Luego de una caminata de
cuarenta minutos, desde el mágico pueblo de Milopótamos, por un sendero de
vegetación caprichosa llegamos a Agia Sofía. Nikos, nuestro guía abre la
cueva, la misma posee varias bóvedas y corredores adornados con estalactitas
y estalagmitas y lagos atractivos, Cerca de la entrada de la cueva se
encuentran algunos frescos religiosos, que han sobrevivido en buenas
condiciones. El efecto visual que causan las agujas colgantes en el agua, es de
una belleza extrema. Mientras que en la cueva del fondo, en el distante final,
observamos algunos mosaicos. Nikos nos informa que los corredores son de
110 metros de largo y la cueva cubre un espacio de 2.200 metros. La magia de
este lugar no se desvanece ante las explicaciones científicas. Cada estalactita
es diferente de la que acabamos de ver, lo cual nos permite imaginar dibujos o
formas siempre distintos.
Para cerrar esta imagen ensoñadora, basta con mirar los ojos simples y
profundos de Nikos, mientras decimos ¡Efgaristó poli Nikos, efgaristó poli Kitira!
Vista del interior de las cuervas Gremás, con sus lagos interiores y las enormes
estalactitas y estalagmitas.
Por el valle de Eurotas
El itinerario nos señala como próximo lugar a Mistrás, en el valle de Eurotas.
Aquí confluyen la historia, el arte y la mitología.
El valle de Eurotas es atravesado por el mayor río del Peloponeso, el Eurotas.
Este río, celebre en la antigua Laconia, era objeto de honores divinos. Su
origen es mitológico. Una leyenda cuenta que en sus orillas, Zeus, el dios
Supremo del Olimpo, sedujo y burló a Leda, hija del rey Testio y esposa del rey
espartano Tyndareo. Según Heródoto, Zeus se apareció a Leda en forma de
cisne, engendrando en ella a Pólux y a Helena. La escena de Leda y el cisne
fue objeto de un gran número de obras de arte, una de las más célebres
pertenece a Leonardo Da Vinci.
Mistrás.
Situada al pie de la colina y recostada sobre la ladera del Monte Taigeto se
levantan las ruinas silenciosas de Mistrás. Con su fortaleza, sus calles
invadidas de malezas, palacios, mansiones, viviendas de los pobres,
monasterios e iglesias.
El nombre primitivo de esta ciudad -''Mizitrás"- responde al nombre de su
propietario, del que se cree, que fue un fabricante de quesos, cuya marca
coincidía con el apellido de su creador.
Otrora avanzada ciudad bizantina, Mistrás es ahora un vasto museo de
arquitectura y arte decorativos que transmite y evoca con sobrecogedora
intensidad, una época de esplendor, la del helenismo bizantino. Guarda, pese
al implacable deterioro, una majestuosidad impresionante, sin embargo
subsisten importantes lienzos de la muralla, tanto del recinto primitivo, como de
la ampliación; palacios y calles pavimentadas con casas habitadas hasta 1821.
Pero donde podemos impregnarnos mejor del arte y del espíritu de Mistrás es
en el interior de sus iglesias. Allí se encuentran asociados los estilos de Grecia
y de Constantinopla.
En el año 1249, Guillermo Villehardouin, señor franco, edificó un castillo sobre
la cima de la colina de Mistrás, un verdadero punto estratégico, donde asentó
una infranqueable fortificación. Este castillo no duró mucho en manos de los
francos. Después de la batalla de Pelagonia (1259) y de la derrota de G.
Villehardouin volvió a manos de los griegos, a la vez que las fortalezas de
Monenvasiá y del Gran Mani, a cambio de la libertad de Guillermo (1262).
El sector norte, debajo del castillo, comenzó a ser habitado con el resultado
que en los dos siglos siguientes vino a ser la Ano Jora (pueblo superior) y luego
la Kato Jora (pueblo inferior); cada uno defendido por murallas. En el Mistrás
superior estaba el palacio de los Déspotas (en el antiguo imperio bizantino se
daba este nombre a los príncipes y señores de la nobleza). Este último es un
raro ejemplo de arquitectura bizantina, cuyo gran vestíbulo estaba bien
preservado. Construido sobre la llana extensión, mirando desde lo alto el valle,
posee cuatro pisos y era un edificio cívico. Un poco más arriba, al norte, pero
cerca del palacio se encuentra la iglesia palacio de Agia Sofía; ésta fue erigida
como lugar de entierro del Déspota de Mistrás, Manuel Katakouzenos.
Eh el pueblo inferior esta situada la mayor parte de las ruinas de los edificios:
monasterios e iglesias, como por ejemplo la catedral dedicada a San Demetrio,
que data del año 1309. La tradición sostiene que en esa catedral tuvo lugar la
coronación del último de los emperadores bizantinos, Constantino II,
Paleólogos. La arquitectura de Ayios Dimitrios, sus frescos, mosaicos y
esculturas hacen de ella un monumento de valor inestimable para la historia del
arte bizantino. Cabe citar que su piso está decorado con el bajorrelieve del
águila de doble cabeza de Bizancio. Un edificio adyacente a la catedral es el
Museo; allí se conservan fragmentos procedentes de frescos, esculturas,
capiteles, íconos posbizantinos, cerámicas, joyas, orfebrería, monedas e
inscripciones de iglesias y otros edificios. Por su parte la iglesia de la
Evanguelistría posee una magnífica decoración de relieves esculpidos y finos
frescos. En tanto que las iglesias Agi Teodori y Panagia Odiguitría pertenecen
al complejo monástico de Vrantochi. Agi Teodori fue construida en el siglo XIII
d.C., es la más antigua en Mistrás. Un poco más distante, pero digno de visitar
encontramos el Convento de Pantánasa; posee frescos típicos de la época de
los Paleólogos, su arquitectura es similar a la de Vrantochi, pero sus
proporciones son más refinadas. Data del siglo XV y es la única institución
religiosa habitada por monjas. Allí se encuentra también el monasterio de
Perívleptos, con una iglesia elegantemente diseñada, es una de las mis
importantes de Mistrás por la riqueza de sus pinturas.
El ascenso hasta el castillo es escarpado y pedregoso, pero una vez en la
cima, el paisaje es magnifico y compensa con creces la ardua escalada. La
soberbia vista que circunda el recorrido del Taigeto hacia el oeste y el valle
hacia el este, poblado de ondulantes olivares elevándose majestuosos en la
apacible llanura de Laconia, es una postal difícil de hallar. En primavera, el aire
huele a perfume de los capullos de naranjos; las níveas flores de los almendros
se destacan en un mar de olivos y las laderas de las montañas y llanuras se
encienden de colores rojos, amarillo, púrpura y azules, formando una alfombra
multicolor.
Dejamos Mistrás con sus bellezas bizantinas, custodiada por esbeltos y verdes
pinos. Descendemos por un sendero salpicado de bellas anémonas, que
florecen indiferentes ante el paso del tiempo, aferradas a las laderas rocosas.
Ladera del Monte Taigeto donde se ubican las ruinas de Mistrás.
Esparta
A nuestro arribo a Esparta, nos espera Míxalis, nuestro guía por esta ciudad,
quien nos informa que la antigua Esparta fue un conglomerado de pueblos
edificados en seis colinas. Los únicos vestigios de su primera supremacía son
las ruinas de un altar a la diosa Artemisa y la llamada Tumba de Leónidas
(siglo V a.C.), situada en las inmediaciones de la actual Esparta. Para su
defensa la antigua Esparta dependía del valor y potencia de sus guerreros, por
eso sus habitantes nunca creyeron necesario construir murallas alrededor de la
ciudad. La mayoría de los restos antiguos que hoy podemos apreciar son de la
era romana.
La actual capital de Laconia es la ciudad construida por el rey Otón, en el
emplazamiento de la antigua Esparta, de la que quedan escasos vestigios. Los
hallazgos efectuados en Esparta son muy escasos y nada prueba que allí haya
habido una población importante, anterior al segundo milenio, ni siquiera al final
de la época micénica. Según se cree, los verdaderos fundadores de Esparta
fueron los dorios. Nos dirigimos al este, por la carretera de Trípoli. Allí visitamos
las ruinas del santuario de Artemis Ortia. En este lugar se encuentran los
cimientos del arcaico templo del siglo VI a.C. Este sufrió una serie de
reparaciones y reconstrucciones hasta el siglo III d.C. Observamos también
que delante del templo se hallan los restos de dos altares, uno del siglo IV a.C.
y otro del siglo III d.C., así como los cimientos del anfiteatro romano, también
del siglo III. Nos trasladamos al norte de la ciudad moderna. Allí visitamos la
llamada tumba de Leónidas. Se trata de una construcción en forma de templo,
integrada por dos piezas de sillares rectangulares. Según la tradición, aquí
estarían depositados los restos de Leónidas, en cuyo honor se celebraban
unas fiestas llamadas "Leonídeas", instituidas en honor al rey espartano.
Míxalis nos informa que Leónidas decía ser descendiente de Herácles y
demostró ser digno de su legendario antepasado. Los espartanos guiaron a los
griegos aliados contra las invasiones persas. Con unos 5.000 soldados, de los
cuales 300 eran espartanos, seleccionados cuidadosamente, Leónidas se
enfrento con las hordas enemigas en el paso de las Termópilas. Aunque
Leónidas y sus trescientos compatriotas cayeron, la gloria los levantó para la
eternidad.
Al sureste de Esparta, visitamos las ruinas de Meneleon, en la orilla izquierda
del Eurotas. Es el santuario de Menelao y Helena; éste se encuentra
enmarcado por el impresionante macizo del Monte Taigeto. Míxalis nos relata
el origen mitológico, mientras los rayos de sol se filtran a través de las hojas y
las flores ponen su nota de color. Menelao, era rey de Esparta, hijo de Atreo,
esposo de Helena y por lo tanto, una de las figuras más destacadas en la
guerra de Troya, sobre todo en los tres episodios siguientes: 1) El combate con
Paris, el cual hubiera sucumbido de no tener la protección de Afrodita. 2) La
lucha por él, sostenida sobre el cadáver de Patroclo. 3) Su participación en el
ardid del caballo de madera y la muerte de Deifobo. Destruida Troya, se
embarca con Helena; pero perdió el rumbo y anduvo errante por espacio de
ocho años, hasta que Proteo le indicó la ruta de su patria. Las excavaciones
británicas (1975) han descubierto exvotos que prueban que la cima de la colina
era lugar de culto, desde la época micénica. Un arríbalo de bronce de la apoca
arcaica lleva la inscripción "...a Helena de Menelao", y una pieza, también de
bronce, está dedicada "...a Helena".
Vista de las ruinas de Meneleon, en la orilla izquierda del Eurotas. Es el
santuario de Menelao y Helena, personajes mitológicos de la guerra de Troya.
Nos trasladamos a cinco kilómetros, al sur de Esparta, en la pequeña colina de
Ayia Kiriakí. Allí se encontraba el santuario de Apolo, situado en el territorio de
Amiclas; aún podemos observar restos del mismo. Según nuestro guía, aquí se
alzaba la colosal estatua de Apolo, que se conoce por reproducciones en
monedas espartanas. No muy lejos de Amiclas se encuentran los restos de la
tumba de cúpula de Vafio, fechada -de acuerdo al tipo de construcción-, en la
segunda mitad del período micénico. En el interior de la tumba fueron
descubiertas ofrendas de oro y plata, entre ellas las célebres copas con
representaciones de la captura del toro.
La Esparta moderna es un agradable pueblo provincial bien trazado; construida
en 1834, en las laderas del norte de la última de las seis colinas de la antigua
Esparta. Posee amplias avenidas, verdes parques y bellos hoteles, además de
los pintorescos y populares laikí agorá (mercado popular); en él encontramos
bellamente ordenados puestos de frutas y verduras frescas, artículos para el
hogar, artesanías, etcétera. Son lugares estupendos para comprar y recorrer.
El mercado se establece en una calle o plaza principal; una o más veces a la
semana y por las mañanas. Un recorrido por él nos permite observar lencería,
bolsos de lana tejidos, vasijas de cerámica y pequeñas tazas de café, bandejas
de cobre, cencerros para cabras, mantas tejidas de variados colores, a rayas,
bastones o con las inconfundibles guardas griegas. Nos detenemos ante un
puesto donde se venden los tradicionales "komboloi", llamados también
"cuentas de la preocupación"; éstos constituyen recuerdos baratos y alegres;
atraen nuestra atención grandes alfombras lanudas con copetes en lana natural
sin teñir o teñidas con una variedad de vivos colores.
Cambiamos de paisaje, ahora nos encontramos frente a un delicado edificio de
estilo neoclásico construido en 1875-76 según los planos del arquitecto
Hansen: es el Museo Arqueológico. Asentado bajo la sombra de altas palmeras
en el centro de un jardín atiborrado de estatuas, ha sido ampliado sucesivas
veces y, en su estructura actual, comprende cinco salas además del vestíbulo.
En su interior podemos apreciar una colección de mosaicos y relieves de
mármol que datan del siglo VI a.C., objetos de cerámica, exvotos en terracota,
de plomo y de bronce procedentes de los santuarios de Artemis Ortia, de
Atenea Galcieco, del Meneleon, del santuario de Apolo en Amiclas, así como
mascaras votivas de terracota.
La iglesia de Agios Georgios del siglo XIII en lo alto de la ciudadela, es una
excepción. En su interior, diferentes motivos decorativos nos permiten apreciar
el influjo franco.
En la parte baja de Yeraki encontramos varias iglesias sumamente interesantes
por sus frescos y los antiguos sillares reutilizados. Entre las mejor conservadas
se encuentra la Evanguelistría, cuya planta es cruciforme; la basílica de San
Juan Crisóstomo, de una sola nave, que data del siglo XII; la basílica con
cúpula de San Nicolás; San Sozón de planta cruciforme con cúpula y la del
Profeta Elías.
Nos despedimos de las cíclópeas murallas del antiguo Gerontres, de sus
reliquias y de su gente bajo un cielo límpido, surcado de tanto en tanto por
pequeños velos níveos.
Cerca de la desembocadura de la ancha y fértil llanura de aluvión del Eurotas
nos encontramos con una "perla"; una pequeña villa cuyo nombre es Githio. La
llanura de Laconia, entre Esparta y Githio, es uno de los paisajes más bellos
del Peloponeso. El verde de los campos de naranjos y huertos se destaca
sobre el telón de fondo del Taigeto y del Parnon.
l brazo central del sur Peloponenso; el cual, extendido desde Githio hasta Cabo
Taínaron es llamado "Mani", después del castillo de Maina, edificado por
Guillermo Villehardouin por la misma apoca que construyó el de Mistrás y el de
Monemvasiá en el siglo XIII. La región de Mani esta recorrida por la cadena
montañosa del monte Taigeto, constituyendo su columna vertebral.
Al Mani oriental se le llama "Mani soleado"; mientras que al occidental, se le
denomina "Mani umbrío". Esta aislada región meridional del Peloponeso es
única por su belleza, tradiciones y costumbres que han perdurado a través del
tiempo. El Mani interior es un dedo montañoso, regado de iglesias bizantinas,
torres de piedra y castillos, cual si fuera un racimo abigarrado.
Nos hallamos a 15 kilómetros aproximadamente de Githio, en un fértil valle
rodeado de montañas escarpadas, cuando de repente visualizamos el histórico
castillo de Passava. Construida en 1254 por el francés Jean de Neuilly, la
fortaleza de Passavá se levanta en una colina. Lo que hoy perdura de ella, por
encima del barranco, da una idea de lo que fue en su momento. Este tipo de
fortaleza permitía a quien la poseía, controlar todo el conjunto de Mani.
Al pie de la colina se encontraba la ciudad homérica de Las, de la que se han
hallado vestigios de las épocas clásica y romana.
Penetrando en el Mani interior, el paisaje se torna árido y duro pero dignificado
y suavizado por los olivos que allí crecen.
Llegamos a Vathia, un pueblo situado en lo alto de la montaña regada de
cactus que, de no ser por su color podríamos pensar que son las orejas de
cientos de conejitos que se ocultan entre las piedras y flores silvestres, que
engalanan a este espectacular pueblo - torre. Nos alojamos en una de las
torres de Vathia, donde la Organización Turística Nacional de Grecia ha creado
asentamientos tradicionales, con el propósito de atraer a los turistas y
preservar la arquitectura griega vernácula, transformando hogares o edificios
construidos tradicionalmente en cómodas casas de huéspedes, en las que sen
han instalado servicios modernos, sin cambiar por ello el estilo arquitectónico.
Una vez instalados, recorremos Vathia y descubrimos que este pueblo está
repleto de casas antiguas, bastiones y torres medievales, así como iglesias
bizantinas. Desde Vathia hasta Kita encontramos las iglesias bizantinas más
antiguas de Laconia; éstas datan de los siglos X, XI y XII. Son de planta
cruciforme, con dos o cuatro columnas y cúpula con nártex, exonártex y con
decoración de relieves de terracota; la armonía de sus proporciones es única
en la arquitectura bizantina. Un kilómetro más abajo se encuentra una playa de
guijarros, donde el azul del mar se confunde con el cielo.
Más distante, hacia el sur, con dirección a Taínaron, allí donde la carretera
asfaltada termina, nos encontramos ante una de las bahías más bellas: Porto
Kagio
Vathia, y una vista desde la cima de una montaña.
Porto Kagio
Esta bahía fue famosa por sus aves de caza; de ahí su nombre, Puerto de las
codornices. Aún hoy, durante la temporada otoñal continúa siendo un lugar
preferido por aquellos que se dedican a la caza. Aquí, el paisaje varía y
sorprende a toda hora; el pueblo se asoma al mar. Por la mañana despertamos
con alegres canciones griegas (elliniká tragoúdia), entonadas por algún
pescador. El día es cálido, luminoso, sereno y el Mediterráneo de un azul
intenso nos invita a zambullirnos; a bautizarnos en el mar de los Argonautas.
Al mediodía, instalados bajo una pérgola de moras, almorzamos con Dimitría
quien nos agasaja con moussaká (cordero cocinado entre capas de queso y
berenjenas). Al caer el día, el sol de Apolo centellea en el horizonte, cual una
moneda gigante (Hesíodo diría que estamos frente al sol de la bahía, roja ya de
atardecer). Horas después nos encontramos bajo una maravillosa bóveda
tachonada de estrellas, cual si fueran pequeñas ventanitas llenas de luz. Este
pueblo invita a soñar y hasta nos lleva a pedirle a Kronos que nos permita
permanecer suspendidos en el tiempo.
Akra Tainaron
Al sur de Porto Kagio encontramos que la carretera está llena de pozos.
En un principio el paisaje es escarpado y semidesértico, luego bruscamente
finaliza en una cueva. Allí se encontraba un templo de Poseidón, dios griego
del mar, a quien se le representaba armado de un tridente (honrado en
particular por los marineros). Del templo ya no queda nada. Y en la cueva hoy
se encuentran burros; estos animales siguen siendo utilizados como medio de
transporte, allí donde el terreno es tremendamente abrupto.
Hacia el sudoeste, sobre un promontorio se halla el faro de Tainaron como una
alegoría de la soledad, la aventura y las leyendas. Porque en Grecia, la historia
y la mitología están estrechamente entrelazadas.
Ésta es la punta más meridional de la Grecia continental, donde los acantilados
salen al encuentro del mar para caer sobre las asombrosas y azules aguas del
Mediterráneo.
Ascendemos por un camino que serpentea entre las montadas. El trayecto a
través de la región nos ubica entre dos pueblos del Mani: Yerolimenas y
Areópolis.
Arribamos a un mundo medieval de torres grises, llenas de soledad. Extensos
olivares seculares se elevan silenciosos, mientras que a lo lejos descuella el
monte Taigeto. Aquí, la piedra, los verdes y el cielo se unen y forman un todo.
Caminamos por angostas veredas pavimentadas que corren entre los muros de
piedra rodeando las torres, muchas de éstas permanecen solitarias e
inhabitadas, pero abiertas para todo aquel interesado en visitarlas. Al observar
los olivos recordamos que éste es un árbol que en la antigüedad se veneraba.
Sófocles llamó "nuestra húmeda nodriza, dulce y argéntea", al olivo. Su fruto y
su aceite eran tan vitales que derribar uno de estos maravillosos olivos estaba
penado con la muerte. A primera vista, el olivo no llama particularmente la
atención. Quizás, porque no se eleva hasta el cielo como algunos árboles, tales
como el cedro. Su madera no es tan preciada como la del enebro; y sus flores,
no son atractivas como las del almendro. La parte más importante de este árbol
no se ve, esta bajo tierra. Sus extensas raíces, que pueden profundizar en el
suelo hasta seis metros y extenderse en sentido horizontal muchos más, son la
clave de su generosidad y abundancia. Un olivo puede producir aceitunas
durante siglos, aunque el retorcido tronco parezca no servir más que para leña
y puede suministrar hasta 57 litros de aceite al año.
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