5.- Lucia y el sueño de paternidad El deseo de paternidad Marc llega esta tarde de viaje. Lucía está súper nerviosa, precisamente hoy tendría que empezar una nueva tanda de pastillas anti conceptivas y ahora que lo tiene decidido ya quisiera embarazar-se enseguida. Se da cuenta que tiene que ir despacio y no plantearle las cosas a Marc por el final. Descansa en el sofá mientras espera y se tranquiliza un poco. Lucia se duerme y puede soñar un encuentro diferente: Lucia con lo nerviosa que está suelta de un tirón y rápido la pregunta ¿qué te parece si tuviéramos un hijo?, lo he estado pensando y a mí ya me gustaría tenerlo, pues si esperamos más seré demasiado mayor y mi reloj bilógico empezará a ponerme problemas y aunque tengamos la fecundación asistida que ganas, de complicarnos la vida. A él, le encanta la idea, ya que ve a Lucia nerviosa y radiante de alegría y felicidad sólo con plantear la idea. No obstante Marc acoge a Lucia y en sus faldas para hacerle sentir que sí, que será la madre de su hijo, y decirle unas cositas en relación a los dos como pareja que no quiere que se le olviden jamás. Ya nunca más volveremos a ser dos mi vida, tu para mí y yo para ti. Pero nos tomaremos nuestras días de vez en cuando, para recordar que lo fuimos, saldremos a cenar, a bailar y tú te seguirás poniendo guapa, radiante, como estás hoy para seguir siendo mi chica adorada. Cuando llegue nuestro niño, la vida que estamos acostumbrados a llevar cambiará de arriba abajo, y tendremos que seguir cuidando nuestra relación aunque de otra manera. No me gustaría que me pasara como mi amigo Juan, que va todo el día agobiado, y no sabe qué lugar ocupa en el corazón de su mujer. Prométeme Lucia mía, que no te encerrarás con mi hijo y harás una fortaleza donde no se pueda entrar, por qué eso es lo que le está pasando a Juan, hay días que su mujer ni se viste, ni se arregla para salir a la calle, con la bata está todo el día en casa, despeinada y dejada, entre pañales y biberones. Riiiiiing ring ring. Un timbre largo y dos cortos, es el timbre de Marc, que despiertan a Lucia de su ensueño. Hola Marc ya has llegado, que bien, le abraza le besa, le quiere, mientras piensa aturdida con quién habrá soñado, era fantástico pero ella quiere a Marc aunque no le plantee las cosas así. Los dos saben que no hay recetas para ser buenos padres, pero les gustaría que de la experiencia de criar a un hijo juntos, surgiera un aprendizaje, un enriquecimiento personal, para ello buscarán un tiempo para pensar y reflexionar como cada uno podrá desempeñar su función dentro de la estructura familiar.