Ramón Vargas 15/03/08 [email protected] Fundación Encuentro por la Vida: cultura y democracia ambiental ___________________________________________________________________________ MODALIDADES DE REGULACIÓN DEL ACCESO AL AGUA EN ARGENTINA: 1) Principales modalidades de regulación del acceso al agua Se ha realizado una pequeña descripción de las modalidades de regulación del acceso al agua, en la Argentina. Por la estructura federal de nuestro país, el dominio originario de los recursos naturales pertenecen a las Provincias. Nuestro país ha desarrollado estructuras federales sectoriales en las que se arriban a acuerdos y se gestionan recursos económicos. Por este motivo persisten distintas modalidades de regulación del acceso al agua, que se corresponden con la geografía y los procesos socioambientales y políticos de cada provincia. En el Anexo nº1 se hace un análisis de las ofertas de agua y problemas de agua de la Argentina. Las separaremos en función de sus usos: Agua potable: Los “consumidores” o “usuarios” se conectan a las redes de agua potable mediante trámites administrativos ante los prestadores de servicios, principalmente en las áreas urbanas. En las áreas rurales, los pobladores captan directamente el agua de lluvias, el agua subterránea y en menor proporción las aguas superficiales, sin intervención de prestadores del servicio. El agua potable básicamente es un “problema urbano” que está atendido por Programas Nacionales de Financiamiento de Obras y Gerenciamiento de las mismas. Los compromisos financieros son atendidos por las jurisdicciones provinciales o los municipios de mayor tamaño. El servicio es prestado por Empresas públicas (85 %), privadas (10%) y cooperativas u organizaciones vecinales (5%). En 1999, el 70,6 % de la población urbana de Argentina, tenía servicios brindados por Sociedades Anónimas de Capital Privado, mediante contratos de concesión. En estos años han ido cayendo las principales prestadoras: Empresa de Aguas de Aconquija (Grupo Vivendi) en Tucumán; Azurix en Provincia de Bs.As. Bs.As.; Aguas Argentinas (Suez Lyonnaisse des Eaux) en Ciudad y Provincia de Bs.As y finalmente Aguas Provinciales de Santa Fe (Suez). La que generó más movilizaciones y experiencia social en el tema fueron las movilizaciones y organización (Asamblea Provincial por el Derecho al Agua) realizadas en Santa Fe. De este modo en la actualidad, el sector privado estaría sirviendo aproximadamente un 10 a 15 % de la población urbana. Otro sector de la población está servido por Cooperativas de Agua Potable (652); Uniones Vecinales (356) y otras formas (36 casos). Como servicios públicos estatales hay Municipios (539), Provincias (11); Sociedades del Estado Provincial (3); Sociedades del Estado Municipal (1); Gerenciamiento del ENOSHA (1) Sociedades Anónimas de Capital Estatal (2) y otras formas (37). Riego: En el Mundo Andino, aún persisten formas locales de gestión del agua y ejecución de obras compartidas de riego, siguiendo usos y costumbres ancestrales con ingredientes de raíz española. Son sistemas que involucran muy pocas hectáreas y reducido número de regantes y familias. Persisten fuera de las normas que generalmente tienen las provincias en sus Códigos de Agua La experiencia de regulación estatal más antigua es la de la Provincia de Mendoza, con un Código de Agua de 1878, basado en principios de legislación española con ingredientes claramente árabes. Es un sistema que se caracteriza por la rotación de las autoridades que manejan los canales de riego mediante elección de los propios regantes y que se ha mantenido en el tiempo, aún en Ramón Vargas 15/03/08 [email protected] Fundación Encuentro por la Vida: cultura y democracia ambiental ___________________________________________________________________________ períodos dictatoriales. El Director General de Irrigación perdura en su cargo más tiempo que el propio Gobernador de la Provincia, con lo que se asegura la continuidad de una Política Hídrica consensuada como política de Estado. En las otras provincias no han podido implantarse sistemas de administración del riego con principios democráticos de gestión, como en el caso de Mendoza. Las prestaciones del servicio de riego está en manos de empresas públicas y privadas altamente verticales en su gestión y dependiente de intereses económicos locales muy poderosos, en acuerdo con las autoridades políticas. El proceso de apropiación del agua se acentuó en la Década neo-liberal de los ’90, principalmente hacia sectores trasnacionales. Algunas provincias resistieron el proceso privatizador y continúan con modelos estatistas de gestión del agua de riego Navegación: En Argentina se garantiza la libre navegación de los ríos por mandato Constitucional. El eje del río Paraná – Paraguay es navegado principalmente por empresas de bandera de otros países y no de Argentina. Uso integrado del agua y otros recursos naturales: Existen dos casos muy interesantes de estudiar a fondo: Uno es el de las formas de utilizar el agua y el territorio por parte de los indígenas tonocotés y mataraes al momento de la llegada de los españoles. Ocupaban parte del territorio de la Provincia de Santiago del Estero, una de las más pobres de la Argentina, que cuenta con todo su territorio dentro del área semiárida (entre 500 y 800 milímetros anuales de precipitación y con un déficit de agua que va de 1000 a 600 milímetros por la alta evapotranspiración potencial, por estar en pleno Polo de Calor de Sudamérica, con temperaturas estivales máximas de 48º C). Encontramos relatos de los cronistas españoles que hacen referencia a una cultura del agua, hoy desaparecida: la de los tonocotés. Los relatos son sorprendentes pues nos hablan de un manejo integrado del agua y del conjunto de los recursos naturales. Tenían producción agrícola de secano y de inundación, cría de animales, miel, piscicultura, etc. En lo que es hoy una de las provincias más pobres y áridas de Argentina. Merece un estudio arquelógico y de análisis de los relatos de los cronistas para comprender cómo se manejaba ese territorio con elementos tan sencillos y a la vez complejos. La otra experiencia importante es aportada por los migrantes italianos de Udine (Friuli) en el Municipio de Colonia Caroya, provincia de Córdoba. Los migrantes ocuparon la zona en 1878 y construyeron un sistema de irrigación propio para sostener un complejo sistema de producción de horticultura, viñedos, producción de mimbre, tejido de muebles y otras actividades de granja. El sistema es administrado por la propia Municipalidad (único caso en Argentina) y nunca pudo ser reemplazo por otras obras más “modernas”, pues ellas no funcionaron y se sigue utilizando el sistema del siglo XIX. Es indudable que la cultura del agua y ambiental de los Friulanos no pudo prosperar en otras zonas más húmedas y subtropicales, donde también se radicaron sin el éxito que tuvieron en Colonia Caroya. Pesca: La organización de los pescadores de agua dulce del Río Paraná, es un caso muy interesante de autogestión de su propia organización como también de las pesquerías. En el caso de los pescadores de la zona del Paraná Medio, desde Reconquista hasta la Isla del Cerrito, estos se organizan para la limpieza de los tramos de río que van a utilizar en común y luego en los turnos de pesca con grandes redes de entre 100 y 200 metros de largo que se lanzan siguiendo la corriente. Ramón Vargas 15/03/08 [email protected] Fundación Encuentro por la Vida: cultura y democracia ambiental ___________________________________________________________________________ 2) Como han evolucionado estas modalidades de regulación: amenazas, adaptaciones; como el Estado las ha tomado en cuenta: La evolución de las modalidades de regulación es la historia de las formas de apropiación del territorio y de los recursos naturales, por lo que las mismas han seguido los procesos políticos e ideológicos de las clases dominantes. Estas han dejado muy poco lugar para la sobrevivencia de formas locales de manejo de los recursos de agua y otros recursos naturales. Usos del agua en zonas rurales: En Argentina se ha tenido muy poco respeto por los pueblos originarios, por lo que la mayor parte de las etnías han sido exterminadas a lo largo del tiempo. Es muy poco lo que se ha conservado como cultura ancestral. Los principales relictos están en el mundo Andino del norte de nuestro país (Coyas, Diaguitas, Aymaras, Quechuas, Chiriguanos), principalmente en agricultura de riego, pastoreo de animales, obras comunitarias y ceremonias religiosas altamente sincréticas. Otros grupos habitan en la ecoregión del Chaco (Wichies, Q’oms, Pilagá, Mocovíes, Vilelas). Su cultura fue principalmente de recolectores, pescadores, cazadores y pequeña agricultura. En la actualidad están afectados por las pérdidas de sus territorios, la desaparición de la caza, pesca muy limitada por las rupturas de los lazos sociales del grupo étnico y por el clientelismo político y religioso. También en el sur del país se encuentran grupos Mapuches con una fuerte cultura rural pastoril y que preservan muchos de sus conocimientos ancestrales. Distritos de Riego y perímetros irrigados: En el caso de las provincias que posen infraestructura de riego, la misma ha sido dada en operación a Empresas estatales y/ consorcios de regantes o empresas privadas. Se tiende ha hablar de gerenciamiento de las empresas y gestión del recurso hídrico. Los intentos por cambiar la legislación sobre la unidad del derecho del agua con la tierra que posee este derecho, con el fin de crear mercados del agua se ha visto frustrada en la mayoría de los casos, por lo que se han optado por otros mecanismos de apropiación y extranjerización de estos sistemas irrigados. Agua Potable: La gestión es principalmente centralizada en Empresas de Servicios Públicos Provinciales o en cooperativas de agua potable. Las privatizaciones realizadas en la década de los ’90, están siendo re-estatizadas por incumplimiento de los contratos de concesión. Pesquerías Estas están siendo afectadas por los contaminantes municipales y de la agricultura como así también por la alteración de los ritmos naturales debido al manejo de las centrales hidroeléctricas fuera de nuestro territorio, en Brasil. También está impactando iniciativas de promover la pesca turística y eliminar a los pescadores artesanales, que viven de esta actividad. . 3) Propuesta : Mirar desde la cultura y democracia del agua Ramón Vargas 15/03/08 [email protected] Fundación Encuentro por la Vida: cultura y democracia ambiental ___________________________________________________________________________ Se parte de la convicción de que: Todas las sociedades han tenido y tienen una cultura del agua. El carácter aborigen (ab origine) y vital del agua adquiere una relevancia tal y significación para los pueblos, que a diferencia de los conflictos por los otros recursos naturales, será motivo de un profundo cambio de paradigma civilizatorio. La cultura del agua del futuro será parte de una cultura democrática o no habrá paz. En definitiva, la cultura se manifiesta en la forma en que nos vinculamos con los demás seres humanos y con la naturaleza. Mirar el agua desde este enfoque nos hablará no sólo del agua sino de estilos de desarrollo, estilos de gestión, estilos tecnológicos, estilos de vida, valores, creencias, conocimiento, objetos materiales. Nos hablará de nosotros y de los otros en relación con la vida, pero en lugares y tiempos concretos. Está en nosotros apreciar las experiencias de sustentabilidad propias y ajenas para un futuro más sano y justo para todos. Centrarnos en el proyecto de futuro común desde la cultura del agua es reconocer la necesidad de reestablecer estos vínculos y alentar la construcción de una democracia del agua, es decir, una ética de la vida. Llamamos ‘cultura del agua’ al conjunto de modos y medios utilizados para la satisfacción de necesidades fundamentales relacionadas con el agua y con todo lo que dependa de ella. Incluye lo que se hace con el agua, en el agua y por el agua para ayudar a resolver la satisfacción de algunas de estas necesidades fundamentales. Se manifiesta en la lengua, en las creencias (cosmovisión, conocimientos), en los valores; en las normas y formas organizativas; en las prácticas tecnológicas y en la elaboración de objetos materiales; en las creaciones simbólicas (artísticas y no artísticas); en las relaciones de los hombres entre sí y de éstos con la naturaleza y en la forma de resolver los conflictos generados por el agua. La cultura del agua es por lo tanto, un aspecto específico de la cultura de un colectivo que comparte, entre otras cosas, una serie de creencias, de valores y de prácticas respecto de ella. Creemos que un análisis más correcto es el que podemos hacer desde la mirada de la cultura y democracia del agua a lo largo del tiempo. Algunas ideas en este sentido se dan en nuestro libro “La Cultura del Agua: Lecciones de la América Indígena”, publicado por UNESCO-PHI en Montevideo, 2005.