TENDENCIAS LEGISLATIVAS PLAN DE LA PATRIA: ¿LA NUEVA CONSTITUCIÓN?

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TENDENCIAS
LEGISLATIVAS
PLAN DE LA PATRIA: ¿LA NUEVA CONSTITUCIÓN?
El martes 03 de diciembre se aprobó en la Plenaria de
la Asamblea Nacional, con el voto en contra de
diputados de la coalición democrática, el Plan de la
Patria 2013-2019, otorgándole, según el Presidente de
la Asamblea Nacional, el carácter de Ley de la
República. Sin embargo la decisión fue publicada en
Gaceta Oficial Extraordinaria No. 6.118 de fecha 04 de
Diciembre, donde claramente se expresa que es un
acuerdo aprobatorio del poder legislativo. ¿Pero qué
significa esto para el régimen de libertades? ¿En qué
me afecta? ¿Debería ser apoyado?
Una perspectiva constitucional
Dado lo anterior, y tomando como cierta la
declaración del Presidente de la Asamblea Nacional,
cabe recordar que para que un proyecto pase a ser
Ley de la República, es necesario que sea aprobado en
primera y segunda discusión. Como esto no ha
sucedido, con el Plan Patria 2013-2019, por lo que no
puede considerarse como Ley de la República.
Al mismo tiempo, al ser aprobado el Plan de la Patria
como Ley de la República, colisionaría con la
constitución de forma inevitable. Ya no se trataría de
una violación puntual a la Constitución, sino de un
proyecto que atentaría contra el ordenamiento de la
vida democrática tal como la conocemos, se trataría
de un proyecto incompatible con la carta magna
porque va en contra de la misma y amenaza con
sustituirla. Un ejemplo claro aparece al revisar el
artículo 6 de los principios fundamentales de la
constitución “El gobierno de la República Bolivariana
de Venezuela y de las entidades políticas que la
componen es y será siempre democrático,
participativo, electivo, descentralizado, alternativo,
responsable, pluralista y de mandatos revocables.”
Tendencia Legislativa. Análisis de la Actividad Parlamentaria.
Caracas, 08 de diciembre de 2013.
Sabiendo esto, cómo podría un gobierno ser
alternativo y pluralista, por no decir democrático,
cuando trata de implementar como primer objetivo
nacional “Garantizar la continuidad y consolidación de
la Revolución Bolivariana en el poder.”, propósito que
deja de lado cualquier otro tipo de pensamiento
político y atentando al régimen de libertades.
Por otro lado, qué fotografía de la realidad
venezolana muestra el que mientras la Constitución
dicta en su artículo 7 que “La Constitución es la norma
suprema y el fundamento del ordenamiento jurídico.
Todas las personas y los órganos que ejercen el Poder
Público están sujetos a esta Constitución”, el
Presidente de la Asamblea Nacional declare que “El
presidente Nicolás Maduro trae este documento
hecho por el comandante Chávez. Razón más que
suficiente para aprobarlo”
¿Es acaso que el expresidente se convierte en la
nueva constitución? ¿Y cuando ya no queden planes
pendientes a qué Constitución se obedecerá? ¿Y si el
día de mañana ya no es el expresidente quien norme
la vida en sociedad sino otro?. Todas las respuestas a
estas interrogantes son muestra de una enorme
inseguridad jurídica que se dibuja sobre el país.
Cuando este tipo de situaciones se presentan, se debe
entender que sin importar el sesgo político que se le
dé, una violación contra la Constitución es una
violación a la ciudadanía, a cada individuo y al estado
de derecho que lo protege como parte de una
sociedad que ha decidido elaborar una Constitución
para dicho fin.
TENDENCIAS
LEGISLATIVAS
Una perspectiva económica
Luego del colapso de la Unión Soviética el único país
que se aferró a la idea de un modelo productivo
socialista fue Cuba. Hoy, mientras Cuba decide
emprender un proceso de apertura económica con
importantes beneficios para su población, Venezuela
cae en la tentación de una economía totalmente
dirigida por el Estado.
Tal y como aparece en el Plan de la Patria 2013-2019,
el segundo objetivo nacional busca “Propulsar la
transformación del sistema económico, en función de
la transición al socialismo bolivariano, trascendiendo
el modelo rentista petrolero capitalista hacia el
modelo económico productivo socialista, basado en el
desarrollo de las fuerzas productivas.”
Cuando se habla de trascender el modelo rentista,
aparece una vez más en nuestra historia el fantasma
de Uslar Pietri con su famosa idea de “Sembrar el
petróleo”, donde proponía utilizar la renta petrolera
como motor del desarrollo de otros sectores. Para
llegar a eso, se tendría que producir los suficientes
bienes y servicios como para satisfacer la demanda
interna de los distintos productos, buscando exportar
y generar ingresos suficientes para que el Estado
opere. ¿Pero cómo se logra tal nivel de productividad
sin adecuada recaudación fiscal por parte del Estado?
¿Cómo diversificar y generar empresas competitivas
en relación a las grandes multinacionales extranjeras
cuando se viven constantes ataques a la propiedad y
al inversionista privado? Es imposible.
El Estado parece haber olvidado que su rol es
primordialmente generar condiciones para la sana
convivencia y el desarrollo productivo, basado para
ello en los ingresos por impuestos y en el caso
venezolano (lamentablemente) en el ingreso que
recibe de las empresas del Estado (PDVSA), mientras
que el rol propio del ente privado es el productivo, y a
este le interesa aumentar el tamaño de su empresa y
captar mayor número de compradores. Es por ello
Tendencia Legislativa. Análisis de la Actividad Parlamentaria.
Caracas, 08 de diciembre de 2013.
que la reducción del sector privado a favor del sector
público ha generado tan pocos resultados en cuanto a
niveles de producción nacional. Por poner un ejemplo
de esto, si se evalúa la variación del volumen de
producción de la industria manufacturera privada a
nivel general, se encuentra que entre septiembre
2012 y septiembre 2013 aumentó el volumen de la
producción en tan sólo un 0,8%, que está por debajo
de la tasa de crecimiento poblacional que enfrenta el
país, presionando para que haya mayor escasez y
aumento de precios, otro dato lapidario es que la
producción manufactura del sector público descendió
en igual período 13,5%.
Lo anterior permite afirmar que las medidas que se
toman desde el Estado venezolano, pretendiendo
desarrollar la producción y trascender el modelo
rentista generan tres efectos concretos. El primero ha
sido potenciar la dependencia del petróleo a
consecuencia de un sector privado debilitado por los
constantes ataques, especialmente las expropiaciones
(expoliaciones, etc.) y fiscalizaciones. El segundo es
una inflación que aumenta dramáticamente a causa
de la baja producción, un aumento poblacional
sostenido, gasto público desmedido, emisión
monetaria con fines electorales y la aparición de
mercados informales como respuesta a los controles
al comercio formal. El tercero es la escasez, que a su
vez tiene efectos sobre la inflación y es
principalmente causada por falta de producción
interna. En fin cercenan las libertades económicas.
Al final, Venezuela se encuentra frente a un proyecto
que atenta contra la Constitución de manera frontal y
habla de la profundización de un modelo económico
que ha perdido vigencia. Es por ello que hoy más que
nunca se vuelve necesario participar en la difusión de
ideas que promuevan el debate y compartir
posiciones para entender lo que vivimos. Y sobre esa
base promover alternativas para la construcción de
una sociedad libre y responsable.
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