Algunas notas sobre el anАlisis de la Prueba de la Realidad

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Algunas notas sobre el análisis de la Prueba de la Realidad.
Autoras
Lic. Lic. Campos, Silvia G.
Lic. Castillo, Mariana
Lic. Pili, Laura
Agradecemos la revisión y aportes de la Prof. Pozzi Raquel y ejemplos recibidos de
Pérez Lalli, Mariela
En relación al juicio y sentido de realidad son diversas las referencias teóricas
que dan cuenta de estas nociones. Lejos de pretender realizar un cierre con este
escrito que obture una mayor profundidad y extensión de los conceptos tratados, nos
proponemos detallar a continuación cómo abordan el tema diferentes autores.
Según el Diccionario de Psicoanálisis de Laplanche y Pontalis (2003)
prueba de realidad es un proceso postulado por Freud, que permite al sujeto distinguir
los estímulos procedentes de mundo exterior, de los estímulos internos; y, prevenir
la posible confusión entre lo que el sujeto percibe y lo que meramente se representa,
confusión que se hallaría en el origen de la alucinación.
Freud en “Pérdida de realidad en la neurosis y la psicosis”,(1895 p.193-196))
transcribiendo frases, el autor escribe: “( …) en la neurosis el yo, en vasallaje de la
realidad, sofoca un fragmento del ello, (vida pulsional) (…) cada neurosis perturba de
algún modo el nexo del enfermo con la realidad, “(…) la pérdida de realidad – en la
neurosis - atañe justamente al fragmento de esta última a causa de cuyos reclamos se
produjo la represión de la pulsión. Esta caracterización de la neurosis, como el
resultado de una represión fracasada no es algo nuevo (…) en la neurosis se evita, al
modo de una huida, un fragmento de la realidad, mientras que en la psicosis se lo
reconstruye, la neurosis no desmiente la realidad, se limita a no querer saber nada de
ella. La neurosis se conforma, por regla general, con evitar el fragmento de realidad
correspondiente y protegerse del encuentro con él, los intentos de sustituir la
realidad indeseada por otra más acorde al deseo. La posibilidad de ello la da la
existencia de un mundo de la fantasía, un ámbito que en su momento fue segregado
del mundo exterior real por la instauración del principio de realidad “(…) de este
mundo de fantasía toma la neurosis el material para sus neoformaciones de deseo…”
Rafael Paz, (1970) conceptualiza al respecto expresando, “El mundo de lo
imaginario, de las fantasías “(...), constituye el ámbito envolvente y relativamente
difuso en el que la realidad, en tanto trama de significaciones compartidas, tiene que
recuperarse y construirse permanentemente mediante la negación (dialéctica) de lo
subjetivo profundo (fantasías inconscientes) que tienden a surgir. Los criterios
perceptuales comunes (...) que permiten mantener una cierta invariancia en la lectura
de las significaciones, constituyen el núcleo de lo que se denomina juicio de realidad”.
Lunazzi de Jubany, H. cita a O. Kernberg en los fundamentos que avalan los criterios
de diferenciación de las grandes estructuras clínicas (neurosis, psicosis y
organizaciones borderline). Estos criterios, de orden metapsicológico son: la prueba
de realidad (que evalúa la conservación o pérdida del juicio de realidad), las
organizaciones defensivas, y la integración de la identidad y relaciones objetales.
Los principales aspectos a evaluar sobre la prueba de realidad son:
La distinción entre estímulos externos e internos.
La precisión de la percepción (incluye orientación en el tiempo y el espacio), e
interpretación de los acontecimientos.
La precisión de la prueba de realidad interna, autoconocimiento y discriminación de
los estados interiores psicológicos.
Otto Kernberg, (1976) refiriéndose a la prueba de realidad, argumenta: “(…) tanto la
organización neurótica de la personalidad como la límite, presentan mantenimiento de
la prueba de realidad, en contraste con las estructuras de personalidad psicótica. Por
lo tanto, mientras el síndrome de difusión de identidad y la predominancia de las
operaciones defensivas primitivas permiten la diferenciación estructural de los
trastornos límite, de los neuróticos; la prueba de realidad permite la diferenciación de
la organización límite de personalidad, de los principales síndromes psicóticos. La
prueba de realidad se define por la capacidad de diferenciar el sí mismo del no sí
mismo; lo intrapsíquico, de los orígenes externos de la percepción y estímulos; y la
capacidad para evaluar realistícamente el contenido de nuestro propio afectos,
conducta y pensamiento en términos de las normas sociales ordinarias. Clínicamente,
la prueba de realidad se reconoce por:
La ausencia de alucinaciones y delirios, 2- Ausencia de un afecto o emoción, o un
contenido de pensamiento o una conducta fuertemente inapropiados o bizarros.
La prueba de realidad puede considerarse presente cuando la información del
paciente indique que él no ha sufrido y no esté sufriendo de alucinaciones o delirios, o,
si los ha tenido en el pasado, en el presente tiene la capacidad de evaluarlos
plenamente, incluyendo la habilidad para expresar un interés o extrañeza apropiados a
dichos fenómenos.
Laplanche y Pontalis en Diccionario de Psicoanálisis (1981) definen proceso primario
y proceso secundario como dos modos de funcionamiento del aparato psíquico, tal
como fueron descriptos por Freud.
Desde el punto de vista tópico caracteriza el sistema inconsciente, mientras que el
proceso secundario caracteriza el sistema preconsciente –consciente.
Desde el punto de vista económico-dinámico: en el caso del proceso primario la
energía fluye libremente, pasando sin trabas de una representación a otra según los
mecanismos de desplazamiento y condensación; tiende a recatectizar plenamente las
representaciones ligadas a las experiencias de satisfacción constitutivas del deseo
(alucinación primitiva). En el caso del proceso secundario, la energía es primeramente
“ligada” antes de fluir en forma controlada; las representaciones son catectizadas de
una forma más estable, la satisfacción es aplazada, permitiendo así experiencias
mentales que ponen a prueba las distintas vías de satisfacción posibles.
La oposición entre proceso primario y proceso secundario es correlativa de la
existente entre principio de placer y principio de realidad.
Los términos “primario” y “secundario” poseen implicancias temporales, es decir
genéticas. En el proceso secundario, las funciones clásicamente descriptas en
psicología son el pensamiento vigil, la atención, el juicio, el razonamiento, la acción
controlada. Desde este punto de vista el proceso secundario constituye una
modificación del proceso primario. Cumple una función reguladora que se ha vuelto
posible por la constitución del yo, cuyo principal papel consiste en inhibir el proceso
primario.
De manera correlativa con los procesos citados, el principio de realidad (implícito en
las primeras elaboraciones metapsicológicas de Freud, es enunciado como tal en 1911
en “Formulaciones sobre los dos principios del funcionamiento psíquico), forma un
par con el principio del placer, al que sucede y al cual modifica: en la medida en que
logra imponerse como principio regulador; la búsqueda de la satisfacción ya no se
efectúa por los caminos más cortos, sino mediante rodeos y aplazando su resultado en
función de las condiciones impuestas por el mundo exterior. Así, el principio de
realidad gobierna el proceso secundario.
Identificar la presencia de Juicio de realidad, a través de las técnicas proyectivas, nos
conduce a retomar la significación de las nociones de proceso primario y secundario.
El primero bajo el predominio pulsional en la necesidad de descarga y satisfacción
inmediata, (principio del placer) se manifiesta con representaciones, percepciones,
expresiones “crudas” ligadas a la perseveración de temáticas sexuales o agresivas,
objetos despedazados, fragmentados, inadecuación de las respuestas-conductas a los
estímulos. Percepciones atípicas con escasa o ninguna compatibilidad con los objetos
del mundo físico y social. Desorganización de las secuencias temporal y/o espacial,
ausencia de coherencia ideacional con fallas a la lógica formal, y expresiones de
afectos masivos atribuidos a contenidos de muerte, miedo, destrucción, persecución o
euforia megalomaníaca, entre otras manifestaciones. En síntesis: desconocimiento del
principio de realidad.
El proceso secundario tiene la finalidad de moderar, controlar al proceso primario. La
defensa estructurante, la represión, permite que el pensamiento sea el eje cardinal
que dirige el discurso, las acciones, percepciones, acompañado de una investidura
afectiva-emocional acorde a los estímulos. Contrariamente al proceso primario, en el
proceso secundario predomina el principio de realidad, la lógica y la coherencia.
Otro concepto, con frecuencia usado como sinónimo de juicio de realidad, es el
sentido de realidad, intentaremos diferenciarlo. El sentido de realidad se refiere a
pensamientos y percepciones equivocadas por el incremento de ansiedad
persecutoria. El razonamiento tiende a distorsionar la realidad, cuando equivoca el
sentido de la conducta o intención de otro. Se interpreta como fallas en el sentido de
realidad, generadas al contrariar deseos, necesidades etc. e implica perturbaciones
de diferentes grados, en las interacciones. Puede manifestarse a través de
proyecciones masivas, tiñendo toda la producción del entrevistado de contenidos
persecutorios, acompañada de conductas de extrema desconfianza en el vínculo con el
entrevistador, en cuyo caso, la alteración del juicio de realidad, es evidente. Pero,
también puede expresarse en forma atenuada, por breves lapsos de tiempo y en
algunas técnicas proyectivas, sin otros observables que aludan a disfunciones
cognitivas o emocionales.
El siguiente ejemplo ilustra la forma atenuada: “Ud. me tortura con estas cosas”, “Las
inventó para mí, ¿para probar mi inteligencia?” (Expresión verbal al comienzo de la
administración de test de Rorschach). Sin embargo, a pesar estos comentarios, las
respuestas obtenidas presentan, en su clasificación y análisis, indicadores esperables
que remiten a un juicio de realidad conservado.
Simultáneamente, podemos detectar con el ejemplo la presencia, de dos dimensiones
de análisis: las características del fenómeno transferencial y la alteración del sentido
de realidad, en los comentarios, pero preservado el juicio de realidad.
La prueba de la realidad en la entrevista:
La complejidad de la traducción de conceptos teóricos a empíricos o la interpretación
de observables que refieran a modos de funcionamiento, remiten al concepto de
indicador.
Toda evidencia empírica debe ser comprendida a la luz de los modelos teóricos, de la
misma manera que estos últimos no pueden más que remitir a lo fenomenológico.
Por su parte, en este proceso interpretativo, deben tenerse en cuenta diversos
“indicios” que nos permitan estimar cuál es la hipótesis más verosímil y válida.
Uno de los observables protagónicos al momento de indagar juicio de realidad en un
entrevistado específico, lo constituye su respuesta a la consigna y adecuación a lo
solicitado. En este punto si le pidiéramos a Juan que nos hable sobre él mismo, y
contesta sobre la historia de vida de un prócer de nuestra nación, pues no hay dudas
de que no está respondiendo adecuándose a lo pedido. Tal observable puede ser
producto de alteración de su juicio de realidad, pero así también de una conducta
oposicionista, evitativa, inclusive que refleje problemas auditivos. Sólo podremos
comprender su sentido a la luz de los restantes observables y la recurrencia en tanto
insistencia de ciertas hipótesis presuntivas.
Sin embargo, ciertos ejes de la entrevista inicial deben constituir un foco de nuestra
atención, al momento de pensar en esta dimensión:
Adecuación a la consigna
Organización del pensamiento expresado en lógica discursiva.
Orientación espacio-temporal
Modalidad vincular, defensas y ansiedad son dimensiones que necesariamente
impactarán sobre la valoración del juicio de realidad, resignificando las hipótesis
presuntivas iniciales.
Podría tratarse de un sujeto que al solicitarle “Hábleme de usted” dedique toda la
entrevista a relatar las grandes cualidades de su exitoso hermano. Sin embargo su
organización discursiva permite comprender la lógica de su relato, predominantemente
utiliza defensas post-represivas, y oscila en cualidades depresivas y persecutorias de
ansiedad en niveles que permiten continuar con la tarea y no alteran su posibilidad de
contacto con el entrevistador. Es posible contemplar el fenómeno transferencialcontratransferencial de tal manera que podemos inferir que, la referencia a su
hermano, en realidad expresa un conflicto a nivel vincular y nos señala un área de
relevancia para comprenderlo, más que denotar una alteración de su juicio.
Otro caso sería el de un sujeto que hable de su hermano en la entrevista. Sin embargo
esto sea acompañado con el hecho de que por momento se expresa en primera
persona cuando en realidad no está hablando de él, y su modalidad discursiva impide
que podamos comprender cuando termina una temática, superponiendo distintos
tópicos. Constantemente nos preguntamos de quien estará hablando, quedando poco
claro el sujeto gramatical de las oraciones, las cuales son largas, aparentando no
tener puntuación. El tipo de ansiedad es confusional y por momentos paranoide y es
acompañada por actitudes agresivas. Explícitamente manifiesta desconfianza hacia el
entrevistador, un bajo umbral para el alerta a ruidos. Mira con perplejidad al psicólogo
a quien le pide le recuerde el motivo del encuentro.
O frases de notable incoherencia que no admiten rectificación a partir de alguna
intervención aclaratoria.
Ej. “…en el piso de arriba vivían una familia con sus dos hijos, una mujer y un varón,
que aún no habían nacido…”
La ausencia de correspondencia del afecto, como investidura emocional del
pensamiento: “… Juan es mi único hijo…, se acuerda que le dije que soy viuda…, Juan
tiene 13 años, y se fue a vivir a Japón, imagínese, desde Argentina hasta allá. Lo llevó
el club de futbol que lo contrató, nos íbamos a ver una vez al año, pero no va a pasar
porque se murió…”, expresado en un tono emocional “aplanado”, carente de aflicción,
impotencia o tristeza. Por lo general, es al entrevistador, a quien le suscita,
transferencialmente, los sentimientos que se hallan disociados en el entrevistado.
Ejemplo de respuestas inapropiadas a las intervenciones del examinador:
Eda: “…yo hace tres años que estoy de novia, él es divino, se llama Pedro. ¿Y vos,
¡hay! contame por favor, ¿tenés novio, cómo se llama?
Edora: Aquí, en este momento lo importante es lo que vos me digas sobre vos.
Eda: “…hay, que mala..!, si vos no me contás de vos, cómo querés que yo te cuente
de mí?...” con tono de disgusto.
Las respuestas inapropiadas admiten la posibilidad de ser conscientes e intencionales,
mostrando formas inadecuadas o verdaderas transgresiones al encuadre y las
propuestas del examinador, con el objetivo de manipular la situación, alterando la
asimetría en los roles. O conductas de naturaleza inconsciente que se imponen al
sujeto, por predominio del proceso primario.
La prueba de realidad en las pruebas gráficas:
En las pruebas gráficas se puede analizar la prueba de realidad a través de los
siguientes aspectos: 1) adecuación, 2) precisión formal, y 3) tamaño, emplazamiento y
secuencia.
La adecuación se define como la capacidad de responder a la consigna gráfica de
modo congruente.
La precisión formal incluye dibujar las figuras u objetos de la pruebas gráficas con: a)
buena representación de partes y relaciones, b) representación diferenciada de
partes, y c) integración de las diferentes zonas del gráfico.
Ejemplo de fallas en la delimitación del dibujo con respecto a la hoja: el entrevistado
dibuja la cabeza de una persona que no ha sido totalmente delimitada, produciendo la
impresión de que parte de la hoja entra en la cabeza. Son aberturas en el contorno,
(rupturas guestálticas) tal que algunas zonas del gráfico dibujado parecen confundirse
con la hoja. Imagen que permitiría inferir fallas en la discriminación yo, no yo.
En los procesos de despersonalización, la imagen corporal queda confundida, “fundida
con” el ambiente, el propio yo pierde sus límites como unidad de referencia. La
representación opuesta tendría, en exceso, remarcadas las paredes corporales para
delinear los límites del yo, como esfuerzo compensatorio defensivo ante la amenaza
de desintegración o despersonalización. Estas imágenes gráficas, por lo general,
presentan otras características (en el trazo, tamaño, emplazamiento, secuencia), que
refuerzan la hipótesis de juicio de realidad no conservado.
Ejemplos de fallas en la integración de las partes del dibujo se produciría al
superponer en el mismo espacio la boca y las orejas, así como también si faltara una
parte de los pares ojos, brazos, piernas u orejas, dibujándose sólo uno de ellos en un
plano en el que debieran de poder visualizarse ambos.
Lo esperable en la consigna de técnicas proyectivas, donde explícitamente se indica
dibujar una o más personas, debería coincidir la representación con lo solicitado,
aunque con respecto a la pauta: grado de humanización (completud, complejidad e
integración) hubiere imágenes precarias o mejor logradas. Es posible inferir
dificultades del orden de la interacción social, de igual manera si la respuesta no
incluye forma humana. Nuevamente, para atribuir ausencia de juicio de realidad, serán
necesarios otros observables que persistan, tanto entre las técnicas gráficas, como en
otras, verbales, temáticas etc.
En síntesis, la inadecuación a las consignas, se originan por diferentes factores que el
psicólogo investigará, cuidadosamente.
La investigación supone descartar varios aspectos, se detallan algunos:
Reconsignar la tarea y corroborar si se ha comprendido en tu totalidad.
Estimar el grado de colaboración que ha puesto de manifiesto el examinado desde el
comienzo del proceso psicodiagnóstico. Predomina el oposicionismo o negativismo?
Se abstuvo de expresar su disconformidad con el estudio, e intenta conformar a
terceros?, simulando un falso acuerdo.
Necesita exagerar dificultades motrices, cognitivas o emocionales a los fines de un
litigio judicial.
Ha sido “asesorado” para producir conforme a datos que le otorgarían un apto o un no
apto?
Otro ejemplo donde a partir de las intervenciones del entrevistador, se obtiene las
siguientes respuestas:
Edor: “¿quién podría ser esta persona?”
Edo: “Es mi papá”.
Edor: “¿qué está haciendo?”
Edo: “¿mi papá? …ehhh, no sé….está siendo uno con el universo….”
El sujeto dibujó un fantasma.
Ejemplos de fallas en la integración de las partes del dibujo se produciría al
superponer en el mismo espacio la boca y las orejas, así como también si faltara una
parte de los pares ojos, brazos, piernas u orejas, dibujándose sólo uno de ellos en un
plano en el que debieran de poder visualizarse ambos.
Y en el Test HTP, la consigna se ha cumplido en cada una de las producciones, con
diferencias respecto al tamaño. En el momento de solicitar asociaciones que
relacionen los tres dibujos, el examinado expresa que la casa – de tamaño pequeño –
le pertenece a la persona – cuyo tamaño es tres veces mayor y similar al árbol,
manifestando que está al lado de la casa. No advierte la desproporción de tamaños y
no incluye ninguna explicación que justifique las diferencias como por ejemplo,
argumentar que la casa está lejos y por eso se ve pequeña, que el árbol debería ser
más chico, etc.
La prueba de realidad en cuestionario desiderativo:
La prueba de realidad se manifestará globalmente cuando se pueda responder
adecuadamente a la consigna mediante cualquier contenido de la fantasía desiderativa.
Desórdenes diversos en la prueba de la realidad estarían manifestados en el fracaso a
responder la consigna ya sea a modo de silencio, huida o descarga emocional, por lo
menos alteraciones en la captación de la distancia simbólica con la realidad. También
comentarios autorreferenciales que sustituyan la respuesta a la consigna muestran
dificultades con la prueba o sentido de la realidad.
A modo de ejemplo:
1+) “Me gustaría ser un caballo alado porque puede bucear en los ríos”
Prueba de realidad en TRO :
Se tendrá en cuenta los aspectos que hacen a la adecuación con la consigna.
La construcción de relatos en los cuales se proyectan personajes y situaciones, como
opuesto al reconocimiento de personajes y situaciones.
Que se reconozca la situación interpersonal de administración de las pruebas como del
orden de una situación interpersonal de administración de técnicas, es decir, ajena a
procesos transferenciales masivos que impliquen una seria confusión en el aquí y
ahora, o derivando en actitudes muy inadecuadas.
Aspectos perceptuales y aperceptuales propiamente dichos en el trato con las
láminas: qué se ve, qué no se ve, qué sobra o se infravalora. Si aparecen percepciones
inusuales o elaboraciones es necesario analizar el sentido del desvío con respecto a
la normativa y observar si esta es de cualidad original – creativa adecuada o
inadecuada.
La realización de la tarea en tanto construcción de relatos en los tres tiempos
demandados, informará las zonas de omisión o dificultad, así como recursos de los
reconocimientos de errores, su recuperación, flexibilidad o rigidez.
A modo de ejemplo en TRO:
Incorporar una persona en una lámina de dos y que pertenece a la serie B de clara
delimitación de las figuras y el escenario o construir una historia absolutamente
disociada de los personajes y el entorno, claramente identificable en, cualquiera de
las láminas de esta serie.
La Prueba de realidad en Rorschach
Las alteraciones en el juicio de realidad o su ausencia, raramente se manifiestan
aislados, por el contrario, acompaña el discurso (conducta verbal) los dibujos
(conducta gráfica) y la modalidad perceptiva-aperceptiva, la presencia de mecanismos
defensivos primitivos. Esta articulación origina, como consecuencia, el detrimento en
las interacciones del sujeto con su entorno social y físico. La modalidad vincular
desadaptativa será constituyente como tercer factor asociado. En síntesis, los
aspectos cognitivos, afectivo-emocional y vincular, funcionan o difuncionan,
articulados entre sí, en la salud y en la enfermedad.
Los siguientes ejemplos pretenden ilustrar cómo quedan afectados los tres sistemas:
En Rorschach cuando el pensamiento se manifiesta con una lógica absurda,
desordenada o caótica, es posible apreciar además, el poder omnipotente asociado.
Ej.: (adulto 35 años) L II.: “Tipos pensantes. No, ideas fuertes que gobiernan todo.
Defienden la vida, van a ganar. Es irreal pero son reflexivos. (interrogatorio) Las
ideas en rojo, gobiernan con fuerza, las negras se niegan…” Se observa la
interrupción del pensamiento que se torna discontinuo y que retoma con interferencia
de la percepción – (de tipos a ideas) – la incoherencia – (irreal, reflexivos) – la
omnipotencia y certeza del juicio. Está ausente la interpretación de la lámina, el
percepto no se ajusta a las características formales del estímulo y el determinante F-,
evidencia la distorsión de la realidad. Predomina el pensamiento mágico, con
abstracciones de sentido propio, es decir lógica personalística/ autística, con la
sobreelaboración exagerada, del percepto que determina la irrupción del fenómeno
especial de la confabulación.
Las respuestas al interrogatorio no tienen la finalidad de establecer contacto con el
entrevistador. Se manifiesta a la manera de un monólogo, inadecuado a la situación.
Otros datos significativos sobre el juicio de realidad lo advertimos en las relaciones
entre indicadores (localización, determinantes, contenido y fenómenos especiales) y
su insistencia o frecuencia al clasificarlos.
En correspondencia con sus hipótesis interpretativas, citamos algunas relaciones
esperables en un adulto:
Comprensión y cumplimiento de las consignas en cada momento de la técnica.
Reconsignando a fin de verificar que las indicaciones fueron entendidas.
Atribución de percepciones identificables por el examinador, realidad compartible por
la correspondencia de características universales de los objetos, percibidos e
interpretados en cualquiera de las localizaciones.
Contenidos vitales e intereses en contenidos humanos por sobre los contenidos de
animales y objetos.
Presencia de cinco respuestas populares que indicaría pensamiento convencional,
compartido universalmente. Es importante estimar la frecuencia de las respuestas
llamadas comunes o banales, que aún no se han incorporado al listado de populares,
de no hallar el número esperado de populares.
En caso de hallarse fenómenos especiales tales como combinatoria confabulada,
confabulaciones, contaminaciones, fabulaciones, autorreferencias; se deberá evaluar
el porcentaje en relación a las respuestas totales, y a la presencia o ausencia de los
indicadores citados anteriormente, para establecer su incidencia en el juicio de
realidad.
Dice Lunazzi que hay requerimientos necesarios para la existencia de una adecuada
prueba de realidad a lo largo del test. Ellos son:
“Mantenimiento de la conciencia de interpretación: es un indicador mayor. Significa
que el sujeto es capaz de concebir la realidad de la situación como el despliegue de
una tarea interpretativa y no del orden de la certeza o del reconocimiento. Es
deseable que no aparezcan rupturas o anulaciones serias de la conciencia de
interpretación, como son las autorreferencias, la lógica autística, fracasos o fallos, las
respuestas geométricas, que mostrarían la fragilidad en la prueba de realidad”.
Ejemplo de respuesta autoreferencial:
L. V: un sujeto masculino de 40 años. "Uy que fea!!! Es el zapato de mi abuela, la que
murió hace unos meses; estoy muy angustiado por eso..."
Las respuestas (perceptos), son el resultado de la interpretación que el estímulo ha
generado en el entrevistado. El predominio de la cualidad formal, valorada
positivamente, constituye una hipótesis consistente para estimar el juicio de realidad
conservado.
Para terminar, recordamos que la recurrencia y/o convergencia de expresiones
verbales, perceptuales y gráficas otorgará validez a la interpretación sobre el juicio de
realidad, y no la presencia aislada de alguna de estas manifestaciones.
BIBLIOGRAFÍA
Freud, Sigmund (1985) La pérdida de realidad en la neurosis y en la psicosis. Volumen
XXIV. Buenos Aires/Madrid: Amorrortu
Kernberg Otto (1976) La teoría de las Relaciones Objetales y el análisis clínico.
Barcelona. Paidos. Primera edición.
Laplanche, Jean y Pontalis, Jean Bertrand (2003) Diccionario de Psicoanálisis. Buenos
Aires: Paidós. 5° reimpresión.
Laplanche, J. y Pontalis J.B. ( 1981) Diccionario de Psicoanálisis. 3ra.Edición revisada
por el Dr.J. Laplanche
Lunazzi, Helena (1992) Lecturas del Psicodiagnóstico. Buenos Aires: Editorial de
Belgrano. 1° edición
Paz, José Rafael (1970) Psicopatología. Sus fundamentos dinámicos. Buenos Aires:
Nueva Visión.
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