PROCURADURIA GENERAL DE NACION

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CONCEPTO NUMERO 3160 DE 2003
Demanda de Inconstitucionalidad Contra el Artículo 157 de la Ley 734 de 2002.Discriminar al
trabajador frente a otros servidores públicos investigados, pues con ello se está alterando las
obligaciones principales de una relación laboral, como son la prestación personal del servicio y
el pago del salario, que se convierte en una sanción disciplinaria anticipada, que priva al
trabajador y a su familia de las más elementales necesidades para la
subsistencia.EXEQUIBILIDAD
PROCURADURIA GENERAL DE NACION
Concepto No. 3160
Bogotá, D.C., marzo 4 de 2003
Señores
MAGISTRADOS DE LA CORTE CONSTITUCIONAL E. S. D.
Ref: Demanda de inconstitucionalidad contra el artículo 157 de la Ley 734 de 2002, “Por la cual
se expide el Código Disciplinario Único”
Demandante: CARLOS JÁCOME SOLANO
Magistrado Sustanciador: Dra. CLARA INÉS VARGAS HERNÁNDEZ
Expediente No. D-4335 Concepto No. 3160
Una vez esa Corporación admitió los impedimentos manifestados por el señor Procurador
General de la Nación y por el señor Viceprocurador General de la Nación, en cumplimiento de
la Resolución No. 104 de febrero 10 de 2003, proferida por el Jefe del Ministerio Público,
procedo a rendir concepto en relación con la demanda instaurada ante esa Corporación por el
ciudadano Jácome Solano, quien en ejercicio de la acción pública consagrada en los artículos
40, numeral 6 y 242, numeral 1 de la Constitución Política, ha solicitado a la Corte que declare
la inconstitucionalidad del artículo 157 de la Ley 734 de 2002, que regula lo relacionado con la
suspensión provisional en la investigación disciplinaria.
1. Planteamientos de la demanda
El ciudadano Jácome Solano manifiesta que la norma impugnada viola los artículos 4, 5, 13, 25
y 29 de la Constitución Política, por cuanto:
1.1. La disposición impugnada vulnera los artículos 5, 13 y 25 de la Constitución Política, al
discriminar al trabajador frente a otros servidores públicos investigados, pues con ello se está
alterando las obligaciones principales de una relación laboral, como son la prestación personal
del servicio y el pago del salario, que se convierte en una sanción disciplinaria anticipada, que
priva al trabajador y a su familia de las más elementales necesidades para la subsistencia.
1.2. La disposición demandada vulnera el debido proceso dado que la medida constituye una
sanción disciplinaria anticipada impuesta sin la observancia del citado principio. El precepto
atenta contra el derecho de defensa material, porque no se puede controvertir previamente las
pruebas de cargo, solicitar y aportar pruebas de descargo, etc. Además que tomar esta medida
cuando no se tienen las suficientes evidencias que permitan determinar la culpabilidad del
investigado constituye un desconocimiento a la dignidad humana.
1.3. Se desconoce el artículo 8 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos que
consagra el debido proceso como garantía fundamental del investigado, es decir que debe ser
oído previamente a la imposición de una sanción, con prevalencia de la presunción de
inocencia.
2. Problema jurídico
Corresponde al Ministerio Público establecer si la suspensión provisional del servidor público
durante la investigación disciplinaria, vulnera los derechos constitucionales de la honra, el buen
nombre, el debido proceso, el derecho al trabajo y el mínimo vital del suspendido.
Sobre el particular, el Ministerio Público habrá de conceptuar lo siguiente.
3. Aclaración previa
Con relación a la norma acusada, este Despacho tuvo oportunidad de pronunciarse en el
concepto No. 3119, emitido dentro de los expedientes acumulados Nos. D-4234 y D-4238.
Teniendo en cuenta que los cargos de la demanda bajo estudio son en esencia iguales a los
presentados en esa ocasión, se reiteran a continuación las consideraciones expuestas por el
Ministerio Público en esa oportunidad. Así, es posible que para la fecha en que esa
Corporación deba resolver la presente demanda haya operado el fenómeno de la cosa juzgada
constitucional.
4. La suspensión provisional es un mecanismo que protege el interés público dentro de la
actuación disciplinaria
El cumplimiento de los fines del Estado Social de Derecho, sin lugar a dudas constituye el
principio y la razón de ser de la estructura estatal, de allí que el ordenamiento jurídico superior
y legal encomienda esa misión a quienes se les inviste de la calidad de servidores públicos, los
cuales se erigen en los instrumentos esenciales para llevar a cabo los cometidos estatales
consagrados en la Constitución Política.
La continuidad de la función administrativa no solamente implica la realización material de la
misma, sino que ésta debe corresponder en estricto sentido al alcance que le confiere el
artículo 209 de la Constitución Política, es decir, que aquélla debe ser realizada conforme a los
principios de igualdad, eficacia, moralidad, economía, celeridad, imparcialidad y publicidad.
Por tanto, la ley disciplinaria comporta el direccionamiento en las relaciones de sujeción entre el
Estado y los servidores públicos, y la transgresión de la misma, se traduce en la
obstaculización en el cumplimiento de los fines del Estado, que debe generar la respuesta
inmediata de la potestad sancionatoria para evitar que la conducta del funcionario público
interfiera o sea reiterativa en los propósitos fundamentales del aparato estatal.
Es así como la suspensión provisional es un mecanismo adecuado y proporcional y es a su
vez, una respuesta protectora del interés general, siempre y cuando, como lo advierte
expresamente la norma acusada, existen evidencias idóneas para configurar elementos de
juicio que permitan establecer que la permanencia en el cargo, por parte del funcionario
suspendido, posibilita su interferencia en el trámite de la investigación o permite que continúe
cometiendo o reitere la falta que ha dado lugar a la investigación.
Cuando las actuaciones de los servidores públicos no están en consonancia con los deberes
que se le han asignado, los fines estatales dejan de cobrar importancia para priorizar el
desempeño irregular de quien desarrolla la actividad pública, con lo cual se atenta contra los
principios constitucionales que exigen del Estado y de sus servidores, la realización de las
funciones públicas dentro del marco del interés general.
No es razonable, entonces, que aquellos servidores públicos que se han apartado del sendero
de la responsabilidad que simboliza la actividad estatal, permanezcan en el ejercicio de sus
cargos, cuando es evidente que tal permanencia, constituye una reiteración de la conducta que
no tiene otro objetivo que desviar el cumplimiento de los fines del Estado o que debido a las
funciones desempeñadas, posibilite la interferencia en el trámite de la investigación
disciplinaria.
5. La suspensión provisional no vulnera las normas demandadas invocadas por los actores
5.1. El artículo 157 de la Ley 734 de 2002 dispone:
“Suspensión provisional. Trámite. Durante la investigación disciplinaria o el juzgamiento por
faltas calificadas como gravísimas o graves, el funcionario que la esté adelantando podrá
ordenar motivadamente la suspensión provisional del servidor público, sin derecho a
remuneración alguna, siempre y cuando se evidencien serios elementos de juicio que permitan
establecer que la permanencia en el cargo, función o servicio público posibilita la interferencia
del autor de la falta en el trámite de la investigación o permite que continúe cometiéndola o que
la reitere.
“El término de la suspensión provisional será de tres meses, prorrogable hasta otro tanto. Dicha
suspensión podrá prorrogarse por otros tres meses, una vez proferido el fallo de primera o
única instancia.
“El auto que decreta la suspensión provisional será responsabilidad personal del funcionario
competente y debe ser consultado sin perjuicio de su inmediato cumplimiento si se trata de
decisión de primera instancia; en los procesos de única, procede el recurso de reposición.
“Para los efectos propios de la consulta, el funcionario remitirá de inmediato el proceso al
superior, previa comunicación de la decisión al afectado.
“Recibido el expediente, el superior dispondrá que permanezca en secretaría por el término de
tres días, durante los cuales el disciplinado podrá presentar alegaciones en su favor,
acompañadas de las pruebas en que las sustente. Vencido dicho término, se decidirá dentro de
los diez días siguientes.
“Cuando desaparezcan los motivos que dieron lugar a la medida, la suspensión provisional
podrá ser revocada en cualquier momento por quien la profirió, o por el superior jerárquico del
funcionario competente para dictar el fallo de primera instancia.
“Parágrafo. Cuando la sanción impuesta fuere de suspensión e inhabilidad o únicamente de
suspensión, para su cumplimiento se tendrá en cuenta el lapso en que el investigado
permaneció suspendido provisionalmente. Si la sanción fuere de suspensión inferior al término
de la aplicada provisionalmente, tendrá a derecho a recibir la diferencia.”
De la norma transcrita, se puede deducir que la suspensión provisional es una medida de
carácter reglado que no obedece a la mera voluntariedad del funcionario investigador e
igualmente no se adopta por la sola apertura de la investigación disciplinaria, sino que esta
decisión debe estar debidamente motivada en situaciones claramente determinadas, es decir,
que no solamente basta que la falta sea calificada como grave o gravísima, además se exige la
existencia de serios elementos de juicio que conduzcan al investigador a establecer que la
conducta realizada por el servidor público pueda reiterarse u obstaculizar el proceso
disciplinario por la presencia del mismo.
Los parámetros fijados por el legislador, desechan la posibilidad de emitir decisiones de
suspensión provisional, sin fundamento alguno, arbitrariamente o de plano. El debido proceso
está garantizado en la medida de que la disposición impugnada proscribe la discrecionalidad de
la decisión, y no como lo pretende hacer ver el demandante, ya que no es en razón a que al
servidor público se le cobije con un auto de apertura de investigación para suspenderlo
provisionalmente, sino que la decisión debe obedecer al análisis del acerbo probatorio
recaudado y a las circunstancias que conduzcan a emitir un juicio valorativo con elementos
contundentes que determinen que la permanencia del servidor público sigue causando
perturbación a la función pública.
De la misma manera, es una medida que tiene límites en el tiempo, puesto que el término es de
tres (3) meses prorrogables por otros tres (3), lo que permite establecer que no es indefinida,
garantizando con ello el derecho que tiene el investigado a conocer previamente el alcance de
la suspensión provisional.
Además, como garantía procesal adicional, la disposición impugnada consagra la consulta,
tratándose de procesos disciplinarios de dos instancias y en los de única instancia procede el
recurso de reposición, es decir, que si la decisión de suspensión provisional se aleja de las
directrices consagradas en la ley, el superior o el mismo funcionario que tomó la decisión en
procesos de única instancia, puede revisarla y ajustarla al mandato legal. Igualmente, el debido
proceso se materializa a través del derecho de contradicción que establece la disposición
impugnada, cuando consagra que el investigado podrá no solamente presentar alegaciones
sino allegar las pruebas que considere necesarias para rebatir las argumentaciones que
condujeron al investigador a suspenderlo provisionalmente.
5.2. La suspensión provisional no es una sanción anticipada como lo advierten los actores, es
apenas una medida preventiva en aras de privilegiar el interés general. En ese sentido, la Corte
Constitucional ha manifestado que la suspensión provisional debidamente motivada es una
medida de prudencia disciplinaria que tiende a proteger el interés general y además garantiza
la buena marcha y la continuidad de la función pública (sentencias C-108 y C-406 de 1995 y C280 de 1996).
Por tratarse de una decisión transitoria, la Corte Constitucional ha indicado que dicha
suspensión no se opone al reconocimiento constitucional de la presunción de inocencia, pues
ésta permanece invariable y sólo se destruye en el momento en que en la decisión de fondo se
determine que el investigado es responsable disciplinariamente y se le imponga la
correspondiente sanción. Pero para que la suspensión resulte compatible con dicha
presunción, es necesario que la respectiva decisión consulte las normas sustanciales y
procesales, en cuanto a que sea expedida por funcionario competente; la autorice la naturaleza
de la falta, y que ella se justifique con base en elementos de juicio surgidos de evidencias,
razón por la cual la medida ha de ser necesaria y proporcional, en atención a la finalidad de la
misma (sentencia C-004 de 1996).
En este orden, la suspensión provisional se constituye en una medida preventiva, que no
vulnera el debido proceso y preserva la presunción de inocencia, como tampoco transgrede los
derechos a la honra y al buen nombre, puesto que la norma no está indicando que quien sea
cobijado por dicha medida, deba inexorablemente ser sancionado. Aquí prevalece el interés
público, a efectos de que el ejercicio de la función pública cumpla con los objetivos propuestos,
lo que supone también la garantía al suspendido de manera provisional, que en el evento de no
prosperar la imputación disciplinaria, se le reintegrará a su cargo o función y tendrá derecho al
reconocimiento y pago de la remuneración dejada de percibir durante el período de suspensión,
como lo preceptúa el artículo 158 del Código Disciplinario Único.
Además, la suspensión provisional no implica la restricción del derecho defensa y en especial
de la contradicción de la prueba del investigado, dado que éste goza de todas las garantías que
comporta el artículo 29 de la Constitución Política, desarrolladas por los principios y las normas
procesales de la ley disciplinaria, que le permiten presentar y contradecirlas desde el momento
mismo que tenga acceso al expediente.
Así las cosas, el Ministerio Público no encuentra reparo en cuanto a la constitucionalidad de la
norma demandada, por considerar que no desconoce los preceptos constitucionales invocados
por los demandantes.
6. Conclusión
El Ministerio Público solicita a la Corte Constitucional, declarar la EXEQUIBILIDAD del artículo
157 de la Ley 734 de 2000, por los aspectos aquí analizados.
Señores Magistrados,
NUBIA HERRERA ARIZA Procuradora Delegada
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