Causalidad

Anuncio
TEMA 11
Penal I DÃ−a 31/1/2002
LA CAUSALIDAD
Causas de exclusión de la acción y de la omisión. (es del tema 12 pero didácticamente es mejor darlo
aquÃ−)
Se parte de que las causas de exclusión de la acción y de la omisión son las mismas, y todo el mundo
está de acuerdo en este punto.
Esto es porque la acción existe siempre que haya una conducta humana y voluntaria, de manera que la
exclusión de la acción se produce cuando no haya acción humana, o externa, o voluntaria.
Causas de exclusión de la acción:
• Porque la conducta no sea humana.
• Porque no sea externa. Se excluye la acción en el mero pensamiento o disposición de ánimo.
• Porque no sea voluntario.
Lo más complejo serÃ−a todo lo que tiene que ver con los supuestos de falta de voluntad.
Penal I DÃ−a 4/2/2002
Hay que excluir la acción y omisión en los movimientos que realiza quien sufre un ataque epiléptico.
Si alguien en ataque epiléptico causa daños, lesiones... no hay responsabilidad penar porque ni siquiera
hay acción ni omisión en ese comportamiento.
No hay acción u omisión en los movimientos realizados durante el sueño, ya sea normal o propio del
sonambulismo o a la embriaguez letárgica. En estos dos casos existe un mecanismo conocido como actio
libera in causa. Ese mecanismo permite afirmar que sÃ− hay acción, aunque en el momento concreto no
exista ni acción ni omisión cuando esa situación de sueño o esos movimientos de ataque epiléptico se
han podido y debido prever antes de que se produzcan.)
En estos supuestos a través de este mecanismo (actio libera in causa) nos podemos retrotraer a un
momento anterior a aquél, en el que se produce la acción u omisión, y si se pudo y debió prever y no se
hizo nada, por lo que hubo omisión en caso de que deje de hacer algo para evitarlo, o bien hizo algo para que
sucediera. Por ejemplo el epiléptico que no toma las pastillas para que no pase, o el que tiene que levantar
una barrera y se está quedando dormido, y encima se toma una tila o pone la calefacción.
La fuerza irresistible es otro supuesto de exclusión de acción u omisión. Se excluye la acción, decÃ−a
el anterior Código penal, cuando se actúa violentado por una fuerza absoluta e irresistible, que tiene que ser
fÃ−sica, atendiendo a las caracterÃ−sticas de la persona que la padece. Un ejemplo de fuerza irresistible es
una persona que es empujada por la muchedumbre, que acaba cayendo sobre un niño y le causa lesiones o
incluso la muerte. AquÃ− la persona que recibe la fuerza absoluta se comporta como un objeto. Esta fuerza no
puede ser nunca psÃ−quica, si es psÃ−quica no es fÃ−sica y por tanto no excluye la acción.
Esa fuerza irresistible puede ser indirecta, puede hacerse recaer sobre un objeto y ese objeto sea el que actúa
sobre una persona. Por ejemplo el que le corta a otro los frenos y ese otro pilla a un peatón. La persona
1
relevante penalmente es el que corta los frenos.
También se excluye la acción u omisión en los supuestos de movimientos reflejos en sentido estricto.
Lo importante es que es sólo en movimientos reflejos en sentido estricto, no en aquellos otros movimientos
que se parezcan. Sólo en actos inconscientes.
Se entiende por movimientos reflejos en sentido estricto en aquellos movimientos en que la excitación de los
nervios motores no estén bajo la influencia psÃ−quica. Es decir, el estÃ−mulo exterior se transmite
inmediatamente desde el centro sensorial hasta el motor, sin pasar por el sistema nervioso central. Se
transmite de manera mecánica.
Los actos reflejos en sentido estricto son reproducibles siempre, de manera que un sujeto de determinadas
caracterÃ−sticas fÃ−sicas sometido las veces que queramos, sometido al mismo estÃ−mulo, responde
siempre de la misma manera. Ejemplos: vómitos, calambre, espasmos, paralización momentánea por
picadura de un insecto, ceguera momentánea por deslumbramiento, descarga eléctrica, el cerrar un ojo por
aproximación de un insecto o cualquier objeto...
En los actos reflejos en sentido estricto no intervienen lo que en psiquiatrÃ−a se conoce como la afectividad
del sujeto, es decir, su carácter, y no interviene cuales quiera que sean las circunstancias.
No son actos reflejos estrictos los que son reacciones primitivas:
• Reacciones explosivas.
• Actos en cortocircuito.
En estos dos casos sÃ− hay acción u omisión, porque aunque sean parecidas a los actos reflejos no lo son.
Las reacciones primitivas son lo que llamamos actos instintivos de defensa. En todas la reacciones primitivas
sÃ− que hay una cierta consciencia, lo que sucede es que el estÃ−mulo no sufre la interpolación de una
personalidad plenamente desarrollada, sino que es controlado por la capas bajas de la personalidad. Por
ejemplo al mÃ−nimo golpe se suela un codazo.
La propia jurisprudencia en alguna ocasión no ha tenido clara la diferencia entre actos reflejos y actos en
cortocircuito, que son un tanto más sofisticadas.
Hay una sentencia del Tribunal Supremo de un caso producido en Tenerife. Sucede que un grupo de amigos
se van a una bodega. Uno se servÃ−a de un barril y otro le pellizca. El que se servÃ−a suelta un codazo y le
da en la cabeza, dejándolo inconsciente. Pide que lo lleven a casa, y éste no llega a entrar porque se cae
antes de llegar. El Tribunal Supremo dijo que sÃ− era un acto en cortocircuito, que no es un acto reflejo,
porque al pellizcarle hay una conexión mÃ−nima. Al final eximió de pena.
Penal I DÃ−a 5/2/2002
TEMA 11.
La relación de causalidad es un concepto que se plantea en todos los conceptos de acción.
Pero el primer problema que se plantea es saber si realmente es un elemento que tiene que estar presente
siempre en toda acción. Tenemos que preguntarnos si es un elemento que pertenece siempre o no a la
acción.
La relación de causalidad es un elemento que forma parte de la acción en los delitos dolosos.
2
En los delitos imprudentes no forman parte de la acción ni el resultado, ni la relación de causalidad que
produce el resultado.
La relación de causalidad por tanto no forma parte siempre de la acción.
En la omisión tampoco hay relación de causalidad, además hay algunas figuras delictivas en la que se
presume el resultado y la relación de causalidad que lleva a ese resultado. Por ejemplo en el artÃ−culo 166
del Código penal “El reo de detención ilegal o secuestro que no dé razón del paradero de la persona
detenida será castigado, según los casos, con las penas superiores en grado a las señaladas en los
artÃ−culos anteriores de este capÃ−tulo, salvo que la haya dejado en libertad”. Este precepto tiene su
precedente en el antiguo Código penal en los artÃ−culos 488 y 483. Estos artÃ−culos son precisamente los
aplicables en el penoso caso del Nani. El actual artÃ−culo 166 lo que haces es agravar las penas, pero no se
presume al menor algo que no se sabe si ha pasado, por lo que no vulnera la presunción de inocencia.
También se discute si hay relación de causalidad cuando alguien es cómplice de una actuación
delictiva. Se discute aquÃ− si hay relación de causalidad entre la conducta del cómplice y la causación del
delito.
Todas estas cuestiones llevan a que el causalismo (necesidad de relación de causalidad) no sea
absolutamente indispensable pero sÃ− importante.
Autores como RodrÃ−guez Muñoz y Gimbernar entre otros afirmaban que la relación de causalidad es un
requisito necesario pero no suficiente para la responsabilidad penal.
Podemos llegar a la conclusión de que en contra de lo que afirman estos autores, que ni siquiera siempre es
un factor necesario.
El concepto de causalidad es un concepto metajurÃ−dico, es un concepto común a todas las ciencias.
Para Welzel el concepto de causalidad es un concepto ontológico, es decir, una categorÃ−a óntica, que
pertenece al ser. No es una categorÃ−a del pensamiento, sino real. De manera que no es perceptible por los
sentidos, pero sÃ− es perfectamente captable mentalmente.
La relación de causalidad es una ley de sucesión del acontecer real “según Welzel”.
Es importante tener en cuenta que es un concepto metajurÃ−dico, porque si estuviéramos ante un concepto
jurÃ−dico de causalidad, realmente estarÃ−amos hablando de una teorÃ−a de la responsabilidad penal, no de
una teorÃ−a del nexo causal. Es necesario primero analizar la relación causal, ya que no es un concepto
jurÃ−dico, sino que es un concepto común a todas las ciencias.
En cualquier caso aunque partimos de que es algo óntico, hay que tener presente que la filosofÃ−a de la
ciencia en general considera que no es fácil afirmar que estemos ante una categorÃ−a óntica porque la
relación de causalidad es una hipótesis que solo resulta válida mientras no se demuestre que es falsa. Karl
Popper afirma que la relación de causalidad es una hipótesis que sólo resulta válida mientras no se
demuestre que sea falsa y por tanto es difÃ−cil mantener que es algo óntico.
Conclusión.
Podemos afirmar que es una categorÃ−a ontológica hipotética, es decir, que es una hipótesis, una
descripción, entre otras posible de la realidad. Por ejemplo cuando se afirma que el aceite de colza fue el
causante de la muerte de miles de personas, dado que no era para el consumo humano. Esta hipótesis válida
en tanto en cuanto no se demuestre que no es válido.
3
La teorÃ−a de la equivalencia de las condiciones se considera el método más seguro para poder
constatar una relación de causalidad.
La teorÃ−a formula o afirma lo siguiente: todo resultado o efecto producido es consecuencia de una multitud
de condiciones que son igualmente necesarias o igualmente equivalentes. Esto lleva a que no se pueda
distinguir entre causa y condición, porque precisamente todas las condiciones son igualmente necesarias.
Esta teorÃ−a tiene que desarrollar fórmulas para poder saber si esa condición es realmente una causa
verdadera.
Para saber si esa condición es verdadera o no, para saber si es una causa, esta teorÃ−a desarrolla fórmulas,
y una de ellas es la conditio sine qua non (condición sin la cual no). Por tanto causa es toda condición de la
no quepa hacer abstracción mental sin que deje producirse el resultado en su configuración concreta. Por
tanto es causa aquella condición sin la cual no se hubiera producido una situación concreta.
Esta fórmula ha sido criticada por Gimbernar y Birmeyer, porque ellos decÃ−an que no es coherente afirmar
que es causa del resultado la concurrencia de todas las condiciones y al mismo tiempo decir que cada una de
ellas es decisiva (es causa).
Réplica a esta crÃ−tica: en realidad no hay incoherencia, porque como afirman Assúa y Cerezo esta
afirmación que critican es coherente con una teorÃ−a que afirma todas las condiciones igualmente son
coherentes.
En cualquier caso esta teorÃ−a tiene importantes limitaciones porque tanto la teorÃ−a de la equivalencia de
las condiciones como la fórmula de la conditio sine qua non primeramente para poder afirmar un nexo causal
a un caso concreto es preciso que la ciencia haya conseguido establecer una ley causal general o relación de
causalidad general.
Penal I DÃ−a 6/2/2002
Esto da lugar a importantes problemas en la práctica.
AsÃ− sucedió por ejemplo en el caso “Contergan” en Alemania y en España con el caso de la
“Talidomina”. Cortengan era un medicamento que se suministró en Alemania en los años 50 con efectos
tranuquilizantes; cuando nacieron los niños lo hicieron con malformaciones. En Alemania surgió el
problema de que el nexo causal no estaba claro, es decir, se desconocÃ−a los efectos de la Talidomina sobre
los fetos. Se recurrió entonces al peritaje de los cientÃ−ficos y no se pusieron de acuerdo con los efectos que
producÃ−an. Los cientÃ−ficos dijeron finalmente los efectos del medicamento fueron que fetos inviables
salieran adelante. Esto nos pone de manifiesto el problema al que se enfrenta esta teorÃ−a.
En España hemos tenido otro caso, el de la colza. El Tribunal Supremo en Sentencia 23/1993 de 23 de Abril
afirmó que en los nexos causales sencillos en los que hay un material empÃ−rico conocido los Tribunales
pueden decidir en base a reglas y principios de la experiencia para determinar el nexo causal. Pero dice el
Tribunal Supremo: hay relaciones causales más complejas, por lo que hay que acudir a informes de
especialistas en la materia. Por ejemplo la afirmación de que la depresión de una vÃ−ctima de violación
es causa de dicha violación.
Hay relaciones causales en las que no hay consenso cientÃ−fico sobre la ley causal o bien sobre las
condiciones concretas de formulación de la ley causal.
En relación a este tema dice el Tribunal Supremo que en estos casos el tema de la ley causal natural pasa a
ser una cuestión normativa, y las condiciones de formulación de esa ley también pasa a ser normativa.
4
Añade el Tribunal Supremo que aunque se puede normativizar el nexo causal, se corre el riesgo de que se
aumenten las exigencias de formulación de la ley natural, de manera que no se puede satisfacer nunca.
La conclusión más importante al que llego el Tribunal Supremo fue:
Para poder establecer la relación del nexo causal basta que provocado el hecho en un número de casos
notables sea posible destacar que se haya producido por otras causas. Por ejemplo el caso de los dializadores
Baxter.
Aclara el Tribunal Supremo que en cualquier caso lo que nunca puede utilizarse para establecerse un nexo
causal es el común sentir, un convencimiento general, y tampoco la posibilidad cientÃ−fica de una ley
casual (hipótesis cientÃ−fica tal que “esposible”)
Este problema se ha discutido muchÃ−simo, Se planteó si hay que normativizar o no el nexo causal. Se
planteó también en Alemania con el Lederspray.
Este fue un caso (Lederspray) en el que se atribuyeron muchas muertes y daños a un spray para limpiar
pieles. En este proceso se podÃ−a establecer que la gente que utilizaba el producto producÃ−a daños, pero
nunca se pudo establecer que componente producÃ−a ese daño.
A propósito de este caso RoxÃ−n afirma que en el mismo sentido que el Tribunal Supremo que no cabe
sustituir una prueba cientÃ−fico - natural por la convicción subjetiva del juez, pero basta que se pruebe que
un producto ha realizado un daño a la salud, aunque no se sepa exactamente cómo. Basta con que se pueda
probar que el contacto con el spray es lo que produce el daño.
De todas maneras en relación a esta cuestión considera Cerezo que eso supone normativizar el concepto
causal, que se está dando lugar a un concepto jurÃ−dico de causalidad, de manera que ese nexo causal
normativizado no siempre será contradictorio, pero en cualquier caso no es natural.
Pero esto no es siempre una verdadera normativización. Diez Ripollez afirma que esto supone no una
verdadera normativización porque hay que tener en cuenta que la estadÃ−stica es una ciencia desde hace
mucho tiempo (al igual que por ejemplo la medicina)
A pesar de este problema que plantéa hay que concluir que sigue siendo el mejor método para determinar
el nexo causal.
Penal I DÃ−a 7/2/2002
La teorÃ−a de la equivalencia de las condiciones dice que es causa aquella conclusión...(definición de la
teorÃ−a)
En primer lugar hay que atenerse a que ese resultado que dejarÃ−a de producirse; hablarÃ−amos del resultado
concreto producido tal y como ha tenido lugar, de manera que la causa será la situación que se produce y
no el que se podÃ−a haber producido en caso que no se produjera la primera.
Lo mismo hay que decir de la acción. Tiene que tratarse de la acción concretamente realizada.
Hay un caso que expone Englisch. Hay un criminal que va a ser ajusticiado por un verdugo. El padre del
criminal de la vÃ−ctima está presente. El verdugo tiene que apretar una palanca por la cual se activa un
mecanismo que produce la muerte al criminal. Pero el padre de la vÃ−ctima se adelanta y la pulsa él. Pero
hay que atenerse al resultado producido y a la acción concretamente realizada aunque el resultado fuese el
mismo.
5
Hay que decir también al respecto de esta teorÃ−a que nos permite establecer relación de causalidad entre
la conducta imprudente y el resultado producido, aunque este se hubiera producido exactamente igual si el
autor hubiera realizado el cuidado debido.
Hay otros problemas más complejos, y vamos a ir sometiendo a prueba a la teorÃ−a de la equivalencia de
las condiciones:
A.- El problema de las llamadas acciones impeditivas. Las acciones impeditivas implican una interrupción
de un curso causal (acción salvadora).
Por ejemplo una persona ahogadiza C, está presente A que es un experto nadador que se va a arrojar al agua
al ver que C se ahogaba, pero B impide que A se tire, por lo que la acción de B es una acción impeditiva,
porque impide que se realice la acción de salvar a C.
En este caso no hay problema en cuanto a la fórmula de la conditio sine qua non para afirmar que la acción
de B es causa de la muerte de C porque si suprimimos mentalmente la acción de B deja de producirse la
muerte de C.
Hay que aclarar el hecho de que se haya producido una omisión no impide establecer una relación de
causalidad entre la acción de B y la muerte de C, porque aunque la acción de B haya conseguido una
omisión, es decir, impida que se tire A, lo que ha realizado es una acción.
B.- Otro problema es la causalidad acumulativa. Hablamos de hipótesis en las que vemos que la fórmula
de la conditio sine qua non permite solucionar un la mayorÃ−a de los casos. Hipótesis donde hay dos causas
o condiciones, cada una de las cuales es suficiente para producir el resultado.
Por ejemplo imaginemos que en una familia tanto la madre como el hijo deciden acabar con la vida del padre,
y cada uno por separado envenenan la comida del padre. El padre muere por lo que se acumulan dos causas.
Sometámoslo a la fórmula de la conditio sine qua non. Si eliminamos la acción de la madre se produce un
resultado de muerte, luego no es causa. Si eliminamos la acción del hijo se produce el resultado de muerte,
luego no es causa. AquÃ− la fórmula de la conditio sine qua non falla.
Esto llevó a Welzel a establecer una corrección a estos supuestos: Cuando estemos ante varias condiciones
de las que quepa hacer abstracción mental alternativamente pero no conjuntamente, y que se siga
produciendo el resultado estaremos ante una conexión causal y diremos que causa serán las dos
condiciones.
Mir Puig hace una corrección a la perspectiva de Welzel y dice que hay que tener presente que la fórmula
de la conditio sine qua non nos lleva a tener su confirmación en el resultado concreto en su configuración, y
llega a la conclusión de que en realidad serán raros los casos en los que pese a la acumulación de las
causas el resultado que se produce no se altere aunque sea mÃ−nimamente. Si se altera se puede establecer la
conexión de causalidad.
Por ejemplo: La madre que pone 9 gramos y el hijo otros 9 de veneno en la comida. Se la sirven a las 2:00 de
la tarde y termina de comer a las 2:10. El veneno tarda en hacer efecto 30 minutos por lo que morirÃ−a a las
2:40. La actuación de las dos dosis puede que acelere la muerte. Si sumamos las dos acciones la causa de la
muerte son la madre y el hijo, porque se muere antes, a las 2:35.
Penal I DÃ−a 11/2/2002
Fundamentalmente nos vamos a referir a dos cuestiones para aclarar cuando sigue existiendo relación de
6
causalidad aunque no lo parezca, y cuando aunque se parezca se interrumpe.
Hay en primer lugar que hablar de unas contribuciones adicionales a la acción que llevan a la producción
del resultado. Por ejemplo alguien que dispara a otro que es hemofÃ−lico y como consecuencia del disparo en
la pierna muere.
Concretamente este problema se da según tres situaciones:
• Cualidades de la vÃ−ctima. Por ejemplo que la vÃ−ctima sea hemofÃ−lica o que padezca una enfermedad
cardiaca. En este caso hay una serie de condiciones adicionales que llevan a la producción del resultado.
• Hay una conducta dolosa o imprudente de la vÃ−ctima a través de acciones que vienen a sumarse en un
resultado. Por ejemplo la vÃ−ctima de un delito de lesiones que ha sufrido una rotura de hueso al que le
dice el médico que no tienen que apoyar la pierna. Pero este hace caso omiso y el hueso no cura bien y
tienen que intervenirlo quirúrgicamente.
• Comportamientos dolosos o imprudentes de terceros. Por ejemplo una persona que ataca a otra
lesionándola. La vÃ−ctima es trasladada al hospital donde no se le hace un diagnóstico correcto, o bien
se le intervine quirúrgicamente sin el cuidado debido y la vÃ−ctima empeora o muere. AquÃ− lo que nos
planteamos es si la existencia de esas aportaciones adicionales además de la acción permiten afirmar si
hay relación de causalidad por esas acciones posteriores entre el resultado y la primera acción.
Hay que afirmar que en estos casos hay relación de causalidad entre la acción criminal y el resultado, sigue
siendo causa. Se trata por tanto de supuestos de anudaciones del nexo causal.
Estos casos donde se produce anudación del nexo causal no hay que confundirlos en supuestos de
interrupción del nexo causal.
Hay interrupción del nexo causal cuando hablamos de dos nexos causales independientes que en un
determinado momento se entrecruzan interviniendo uno en el otro, de manera que uno interrumpe al otro.
Ese curso causal que interrumpe puede ser una conducta humana o bien fruto de la acción de la naturaleza.
Por ejemplo hay una persona que se dedica al tráfico de drogas y además es consumidor. Esa persona tiene
una deuda contraida con alguien que le suministra para vender y consumir. El proveedor decide eliminarlo
dándole una dosis de droga adulterada, pero resulta que no era el único al que le debÃ−a dinero y este (al
otro que le debÃ−a dinero) también tenÃ−a la intención de eliminarlo por otros medios. Justo cuando se
inyecta la droga sale a la calle y le disparan varios tiros y muere. En este caso nos planteamos si hay relación
de causalidad.
Es este caso hablamos de dos cursos causales independientes. El primer curso causal se ha visto interrumpido
por el segundo, y el resultado hay que relacionarlo con la segunda acción (el nexo causal lo encontamos en
los disparos).
Ejemplo de fuerzas de la naturaleza. A dispara a B y lo llevan en ambulancia al hospital. Pero un terremoto
afecta a toda la ciudad. En el terremoto muere B. El terremoto interrumpe el primer nexo causal puesto que B
muere por el terremoto.
Además de la teorÃ−a de la equivalencia hay que hablar de las teorÃ−as individualizadoras que surgen
como consecuencia de los defectos que presentan la teorÃ−a de la equivalencia de las condiciones que surge
cuando estaba en pleno auge el concepto causalista de acción, de manera que en esa época una vez que se
afirmaba el nexo causal se afirmaba también la responsabilidad criminal del sujeto con algunas
matizaciones.
Hay que tener en cuenta que la teorÃ−a de la equivalencia de las condiciones plantea el siguiente problema, y
7
es que podemos remontarnos desde la causa más próxima hasta la más remota siguiendo la regla de la
conditio sine qua non llegando a resultados ridÃ−culos e insatisfactorios de manera que podÃ−amos afirmar
siguiendo la teorÃ−a de la equivalencia y la conditio sine qua non que la madre del asesino es causa de la
muerte porque suprimiendo la acción de traerlo al mundo no se hubiese producido el resultado de muerte.
El Tribunal Supremo afirma que aplicando la teorÃ−a de la equivalencia de las condiciones que “causa de la
causa es causa del mal causado”
Este problema de posibilidad de regresión que a veces es grotesco, pero a veces no lo es llevó a muchos
autores a llegar a distinguir entre causa y condición, cosa que precisamente no es lo que hace la teorÃ−a de
la equivalencia. Con esta idea surgen por tanto las teorÃ−as individualizadoras, y se llaman asÃ− porque
pretenden saber cual es la causa y distinguirla de la que es condición.
La primera teorÃ−a que se elabora es la teorÃ−a de la causa eficiente que fue postulada por Köhler. Con
arreglo a esta teorÃ−a será causa aquella condición de la que dependa la cualidad del resultado. Esa
cualidad quiere decir la forma concreta en que se produce mientras que las demás serán condiciones.
Penal I DÃ−a 12/2/2002
Además de esta formulación de Köhler ha habido más formulaciones para diferenciar causa y
condición.
Hay una formulación de Binding que decÃ−a que es causa el factor decisivo.
Otra formulación de Birmeyer que decÃ−a que causa es la condición más eficaz.
Ortman formuló otra teorÃ−a que decÃ−a que causa es la última condición.
El problema que plantean estas teorÃ−as individualizadoras es que es más difÃ−cil distinguir entre causa y
condición en la práctica. El segundo problema es que incluso aunque fue posible distinguir causa y
condición esta distinción es irrelevante para el Derecho penal. Esta afirmación la pone de manifiesto
Gimbernat.
Por ejemplo dijo Gimbernat que una persona perseguida por un loco cuchillo en mano para matarlo. Esta
persona perseguida se refugia en cuan casa abierta y cierra la puerta con cerrojo. Toda esta escena es percibida
por el dueño de la casa y como la persona refugiada es su enemigo abre la puerta y el loco mata al
perseguido.
En este caso y aplicando cualquiera de estas tres formulaciones llegarÃ−amos a la conclusión que en este
ejemplo la causa de la muerte es la puñalada del loco en los tres casos.
Sin embargo desde el punto de vista penal no se nos escapa que hay que pedir más responsabilidades. No es
la causa eficiente que este abriera la puerta, pero es un acto sumamente importante.
Además de las teorÃ−as individualizadoras se han formulado las teorÃ−as de la causalidad adecuada con
la intención de evitar los problemas que plantean los delitos calificados por el resultado que sin figuras
delictiva en la relación de causalidad no esté bien definida (no son faltas).
La teorÃ−a de la causalidad adecuada son formuladas inicialmente por V. Bar y por el fisiólogo alemán V.
Kries que es el que la desarrolla.
Para V. Kries fundamentalmente hay relación de causalidad entre acción y resultado si ese resultado es
8
previsible ex ante, tendiendo en cuenta todo el conocimiento experimental de la humanidad, el llamado saber
nomológico, y teniendo en cuenta además las circunstancias del caso conocidas o cognoscibles (que
pudiera saber) por el sujeto.
Esta teorÃ−a se criticó porque prejuzga la previsibilidad subjetiva que es un elemento de la culpabilidad.
Como consecuencia de esta crÃ−tica se elabora otra serie de definiciones dando lugar a una serie de
formulaciones de la teorÃ−a de la causalidad adecuada.
Es asÃ− como nace la teorÃ−a de la previsibilidad objetivo - subjetiva propuesta por V. Hippel, que no es
más que una variante de la teorÃ−a de V. Kries, porque para V. Hippel la previsibilidad hay que establecerla
de la siguiente manera: el juez se coloca ex ante en el lugar del sujeto y habrÃ−a de tener en cuenta:
• El saber experimental de la humanidad.
• Las circunstancias del caso conocidas por el y las circunstancias cognoscibles por una persona
inteligente.
La diferencia entre la teorÃ−a de V. Hippel y V. Kries está en que en la teorÃ−a de la previsibilidad
objetivo - subjetiva también conoce de las circunstancias cognoscibles por una persona inteligente.
Ha habido otras formulaciones de la teorÃ−a de la causalidad adecuada. Una de ellas formulada por Traeger
que parte básicamente de lo mismo que la de V. Hippel, pero a diferencia de esta que habla de persona
inteligente Traeger intenta elaborar una teorÃ−a objetiva - subjetiva cambiando el matiz de la inteligencia por
otro matiz que debe valorar respecto a lo que deberÃ−a conocer no una persona inteligente, sino la más
inteligente y experimentada de la sociedad.
Este criterio fue criticado por esa referencia a esa persona más inteligente y experimentada por la sociedad
porque el Derecho penal no se dirige a “superhombres”, sino a personas normales, por lo que está fuera de la
realidad.
De todas maneras esta crÃ−tica no quiere decir que no se tenga en cuenta que el sujeto tenga unos
conocimientos especiales, porque en el caso de el sujeto tenga conocimientos especiales esos conocimientos
los incluimos en las circunstancias del caso conocidos por el autor.
Podemos llegar a la conclusión que la más correcta es la de V. Hippel.
Las tesis de la causalidad adecuada resultan criticables:
• Porque en ocasiones es muy difÃ−cil determinar el conocimiento experimental de la humanidad.
• Determinar cuando algo es previsible por una persona inteligente tampoco es fácil.
Por otra parte el propio concepto de previsibilidad objetiva plantea algunos problemas. ¿Cuándo podemos
decir que algo es posible objetivamente?
Hay que decir que hay autores que siguen la tesis de la causalidad adecuada que rechazan la equivalencia de
las condiciones como Gimbernat y Traeger, que han tratado de determinar cuando algo es posible
objetivamente.
Gimbernat y Traeger establecen una fórmula para saber cuando algo es objetiva previsiblemente: será
objetiva previsiblemente en tanto en cuanto la acción aumente de modo no insignificante la posibilidad de
producción del resultado.
9
Otro criterio es el que ha establecido Englisch: hay previsibilidad objetiva (habrá por tanto nexo causal)
cuando el resultado aparezca como una consecuencia no absolutamente improbable de la acción.
Conclusión: La única verdadera teorÃ−a de la causalidad es la teorÃ−a de la equivalencia de las
condiciones, porque estas teorÃ−as que veÃ−amos son teorÃ−as de la responsabilidad jurÃ−dica, de que es
lo relevante para el Derecho penal. Pero no tienen nada que ver con la causalidad natural.
Para establecer nexos causales sólo utilizaremos la teorÃ−a de la equivalencia de las condiciones y la
regla conditio sine qua non pero acotándola.
Para acotarla están los criterios de restricción de la imputación objetiva del resultado.
15
10
Documentos relacionados
Descargar