La alteración de la regulación de JunB epidérmico puede conducir

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La alteración de la regulación de JunB epidérmico puede conducir
a una enfermedad multiorgánica
La piel no solo funciona como barrera natural para proteger el cuerpo del exterior,
sino que también desempeña una función de tipo endocrino que modula el sistema
inmunitario innato. Un artículo publicado en el número de agosto de Nature Cell
Biology por el laboratorio de Erwin Wagner demuestra que una alteración de la
regulación de la función de tipo endocrino de la piel debido a la pérdida de JunB
puede dar lugar al desarrollo de una enfermedad multiorgánica.
En condiciones fisiológicas, el sistema inmunitario innato está estrechamente regulado y
sólo se activa transitoriamente, por ejemplo, durante infecciones o cicatrización de heridas,
sin causar efectos adversos, tal como inflamación. No obstante, en los casos de infecciones
crónicas, algunas citocinas inflamatorias, como el G-CSF, pueden alcanzar niveles
detectables en la circulación y activan el sistema inmunitario innato, lo que puede dar lugar a
un espectro más amplio de síntomas clínicos. Se ha propuesto que los mayores niveles
sistémicos de G-CSF desempeñan un papel importante en la manifestación de dermatosis
neutrofílica inflamatoria, como, por ejemplo, el síndrome de Sweet. También se ha
demostrado que este síndrome está relacionado con leucemias, incluida la leucemia
mieloide crónica.
El estudio publicado por el grupo de Wagner identificó que JunB era esencial para la buena
regulación de la producción de citocinas en la epidermis de la piel. Los investigadores
utilizaron un modelo genético de ratón que porta una deleción de JunB, un miembro de la
familia del factor de transcripción AP-1 específico de las células epiteliales/queratinocitos.
En estos ratones, el desarrollo de la piel es normal. Sin embargo, en ratones adultos, la
pérdida de JunB en los queratinocitos produce inflamación de la piel facial. Además, la
inflamación y la sobreproducción de citocinas inflamatorias, principalmente niveles elevados
de G-CSF y, también, de IL-6, producen defectos en otros órganos, como en el hueso
(osteoblastos, osteoclastos) y en las células hematopoyéticas.
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El G-CSF y la IL-8 son citocinas inflamatorias muy potentes que se sintetizan en los
queratinocitos. Mediante la investigación con modelos de ratones con una deleción genética
adicional en G-CSF o IL-6 los científicos pudieron demostrar que ambas citocinas
desempeñan un papel importante en la gravedad del fenotipo de la piel. Una deleción de GCSF también con una deleción en JunB redujo la inflamación de la piel y la enfermedad
mieloproliferativa, pero no evitó la pérdida de masa ósea. Por el contrario, una deleción de
IL-6 sólo produce una reducción del fenotipo de la piel, pero los demás fenotipos,
enfermedad mieloproliferativa y pérdida ósea, persistieron.
Además, el laboratorio de Wagner había demostrado anteriormente que una deleción de
JunB y c-jun, otro miembro de la familia de los factores de transcripción de AP-1, conduce al
desarrollo de un fenotipo de tipo psoriasis en ratones. Esto sugiere que la modulación de la
expresión de JunB en la enfermedad cutánea inflamatoria crónica podría ser un posible
agente terapéutico.
Referencia:
Meixner, A., Zenz, R., Schönthaler, H.B., Kenner, L., Scheuch, H., Penninger, J.M. and Wagner, E.F. (2008).
Epidermal JunB represses G-CSF transcription and affects hematopoiesis and bone formation Nat Cell Biol 10,
1003-1011.
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