PROYECTO DE ACUERDO NO. 248 DE 2006 POR MEDIO DEL CUAL SE MODIFICA EL ACUERDO NRO. 034 DE 1998, POR MEDIO DEL CUAL SE CREA EL CONSEJO MUNICIPAL DE PAZ, SE OTORGAN FUNCIONES Y SE DICTAN OTRAS DISPOSICIONES EL CONCEJO DE MEDELLÍN En uso de sus facultades constitucionales y legales que le confiere el artículo 313 de la Constitución Nacional y en especial las conferidas por el artículo 13 de la Ley 434 de 1998, Ley 782 de 2002, y la Ley 975 de 2005. CONSIDERANDO a. Es función legal del Alcalde desarrollar acciones encaminadas a garantizar la promoción de la paz, la convivencia, la solidaridad entre los habitantes de la ciudad de Medellín, diseñando mecanismos que permitan la participación de la comunidad en la planeación del desarrollo, la concertación y la toma de decisiones. b. Que la paz, la convivencia y la reconciliación se ambienta mejor en comunidades organizadas, por lo que al fortalecer las organizaciones comunitarias se contribuye a la paz y la reconciliación, la gestión intersectorial e ínter organizacional para la viabilización de los proyectos culturales, recreativos, ambientales, etc. c. Que se torna necesario incrementar el diálogo propositito en los ciudadanos como instrumento de progreso a partir de la construcción de herramienta denominada “NÚCLEOS COMUNALES PARA LA PAZ Y LA RECONCILIACIÓN”, los cuales se implementarán para el fortalecimiento y la consolidación de los procesos de planeación, coordinación y gestión comunitaria. Lo anterior se basa en el argumento de que la participación comunitaria garantiza el espacio para el debate y la concertación necesarios para promover el proceso de reconciliación, el derecho de las víctimas a la verdad, la justicia y la reparación. Además, es importante promover los escenarios para adelantar acciones que propendan por la restitución, indemnización, rehabilitación, satisfacción; y las garantías de no repetición de los hechos. ACUERDA Articulo 1°. Creación. Créase EL CONSEJO MUNICIPAL DE PAZ Y RECONCILIACIÓN en el Municipio de Medellín como un organismo promotor, asesor y consultivo de la Administración Municipal en virtud de la política estatal de paz, permanente y participativa, establecida en el artículo 13 de la Ley 434 de 1998. Artículo 2°. Misión. EL CONSEJO MUNICIPAL DE PAZ Y RECONCILIACIÓN tendrá misión promover de manera integral los procesos de paz, fortalecer la convivencia, la reparación y la reconciliación con la colaboración de las entidades y órganos del Estado. A través de mecanismos de participación que afirmen una paz y desarrollo social para las comunas y corregimientos del Municipio de Medellín. Artículo 3°. Composición. EL CONSEJO MUNICIPAL DE PAZ Y RECONCILIACIÓN estará integrado por dignatarios de calidad ética y moral, así: El Alcalde Municipal quien lo presidirá Secretario (a) de Gobierno Municipal Dos (2) Concejales Comandante de Policía Metropolitano y Ejercito Personero (a) de Medellín o delegado Un representante designado por la Arquidiócesis de Medellín Un representante de las organizaciones de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos y del Derecho Internacional Humanitario Un representante por cada Universidad Pública y Privada Un representante elegido por las organizaciones que agrupen a miembros desmovilizados que hayan firmado acuerdos de paz con el Estado Un representante de la Comisión Facilitadora de paz de Antioquia Un representante del Consejo Municipal de la Juventud (C.M.J) Un representante de los desplazados por la violencia en la región antioqueña y con asentamiento en Medellín Un representante de la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación Parágrafo 1: La participación de los funcionarios de las diferentes dependencias de la Administración Municipal se hará de acuerdo con los requerimientos y la temática tratada. Artículo 4°. Secretaría Ejecutiva. La Secretaría Ejecutiva del Consejo Municipal de Paz y Reconciliación será ejercida por la Secretaría de Gobierno Municipal y la Oficina de Paz y Reconciliación, las cuales podrán delegar sus funciones, que serán las siguientes: a. Coordinar, canalizar y acompañar el desarrollo e implementación de los acuerdos, disposiciones, proyectos y sugerencias que emanen del CONSEJO MUNICIPAL DE PAZ Y RECONCILIACIÓN. b. Desarrollar e implantar la coordinación interinstitucional. c. Las demás que le asigne el CONSEJO MUNICIPAL DE PAZ Y RECONCILIACIÓN. Artículo 5°. Elección. En lo concerniente a los representantes sujetos a elección, estos serán nombrados por el Alcalde Municipal de listas de candidatos que sean presentadas por las diferentes instituciones, organizaciones o sectores sociales o gremiales que compongan por Acuerdo Municipal este Consejo. En caso de que no exista acuerdo entre las organizaciones proponentes de candidatos, el Alcalde nombrará los representantes respectivos. Con el fin de dar representación a otros sectores de la sociedad civil cuya participación pueda ser fundamental para el proceso de paz, EL CONSEJO MUNICIPAL DE PAZ Y RECONCILIACIÓN podrá ampliarse como lo estime conveniente. Los servidores públicos serán miembros de EL CONSEJO MUNICIPAL DE PAZ Y RECONCILIACIÓN mientras ocupen sus respectivos cargos. Los miembros de la sociedad civil lo serán hasta tanto sean reemplazados por las organizaciones a las que representan. Artículo 6°. Funciones. Las funciones del presente CONSEJO MUNICIPAL DE PAZ Y RECONCILIACIÓN de acuerdo con la Ley 434 de 1998, Ley 975 de 2005 y con relación al Gobierno Municipal son las siguientes: a. Las consagradas en la Ley 434 de 1998 especialmente las contenidas en su artículo 6° con relación al ente municipal. b. Propiciar la participación y la organización de la ciudadanía en torno a la paz, la defensa de la vida, la convivencia, la reparación y la reconciliación. c. Desarrollar estrategias que contribuyan a ambientar la paz y la reconciliación en las comunas y corregimientos de la ciudad, contribuyendo a la promoción de una paz sostenible. d. Planear políticas de paz zonales y de ciudad para que sean ejecutas por las autoridades respectivas, en aras de fortalecer el proceso de convivencia pacífica en barrios de Medellín. e. Creación y fomento de espacios de debate entre organizaciones sociales y no gubernamentales y agentes del Estado sobre los temas de justicia restaurativa y justicia transicional. f. Estimular los procesos de reinserción y adaptación de los habitantes para que participen en los procesos de paz, autorizados por el Gobierno Nacional. g. Dentro de las normas constitucionales y legales, propiciar la participación del sector privado en las actividades tendientes a desarrollar la integración social, la solidaridad, la convivencia y la reconciliación. h. Crear escenarios y condiciones propicias para que en la ciudad se adelanten y establezcan bases para acompañar la negociación nacional, su resolución política, pacifica y democrática. i. Coordinar con las diferentes autoridades e instituciones las acciones tendientes a facilitar el buen desarrollo de los programas y procesos encaminados a garantizar de manera segura y digna la reincorporación de los desmovilizados a la vida civil con su tejido social. j. Participar en el logro y mantenimiento de la paz, facilitando la colaboración armónica de las entidades y órganos del Estado, buscando soluciones y alternativas políticas que permitan la negociación del conflicto armado. k. Elaborar y trazar políticas encaminadas a construir una cultura de paz y convivencia que facilite la participación ciudadana y comunitaria en la reconstrucción y tejido social. l. Emprender y coordinar acciones con otros entes, dependencias e instituciones para la prevención, atención y solución al problema del desplazamiento forzoso en la ciudad de Medellín. m. Impulsar la priorización en el sistema educativo en el educar para la paz, la convivencia y la resolución pacifica y democrática de los conflictos que fortalezcan y apuntalen una cultura de paz. n. Constitución y fortalecimiento del observatorio para la paz y la reconciliación en el área metropolitana y la integración de las distintas iniciativas y organizaciones que entorno a este tema se desarrollan en la ciudad. (ver observatorios de las universidades o el de la alcaldía) o. Desarrollar actividades de comunicación por diversos medios, que permitan dar a conocer las políticas públicas de paz y los programas proyectos y acciones que se adelantan desde el gobierno departamental y nacional p. Las que le asigne el Comité Nacional de Paz q. Darse su propio reglamento interno r. Rendir informes a los organismos que el presente acuerdo establezca y a las que el reglamento interno del Consejo Municipal de Paz y Reconciliación determine. Artículo 7. Comité Municipal de Paz y Reconciliación. En virtud de los dispuesto por el artículo 7° de la Ley 434 de 1998, EL CONSEJO MUNICIPAL DE PAZ Y RECONCILIACIÓN, designará a su vez un Comité Municipal de Paz y Reconciliación, cuyo carácter es ejecutor de las políticas de EL CONSEJO MUNICIPAL DE PAZ Y RECONCILIACIÓN y estará compuesto por 7 (siete) miembros del mismo CONSEJO MUNICIPAL DE PAZ Y RECONCILIACIÓN. Los informes y evaluaciones sobre la ejecución de actividades, que éste Comité debe emitir, deberán ser rendidos ante el Presidente de la República, el Consejo Nacional de Paz, el Comité de Reparación y Reconciliación y el Alcalde Municipal y estarán sometidas al control del Ministerio Público. Parágrafo 1. El comité estará compuesto por siete (7) miembros del Consejo Nacional de Paz y Reconciliación, al menos tres (3) de ellos representantes de los organismos de la sociedad civil. La elección del Comité quedará establecida en el reglamento del que habla el artículo anterior. Artículo 8°. Coordinación. EL CONSEJO MUNICIPAL DE PAZ Y RECONCILIACIÓN se mantendrá en permanente coordinación con el Alcalde Municipal y el Secretario de Gobierno Municipal, a los cuales deberá sujetarse en lo atinente en materia de orden público. Articulo 9°. Se conformará un equipo encargado del seguimiento a la ejecución del proyecto, en la que se incluye su sistematización, monitoreo y evaluación de parte de la OIM u organismos internacionales como veedores del proceso. Articulo 10°. La Administración Municipal implementará una metodología para motivar e invitar a los ciudadanos que tienen relación con los procesos de paz, convivencia y reconciliación, y a sus propios funcionarios, a comprometerse con su comunidad para la intervención efectiva, por medio de la creación de los NÚCLEOS COMUNALES DE PAZ Y RECONCILIACIÓN, número correspondiente a las 16 comunas de la ciudad, y los 5 corregimientos de la ciudad de Medellín. Artículo 11°. La estructura de estos núcleos, estarán conformados por: Junta Administradora Locales Un representante por corregimiento Un representante por las Juntas de Acción Comunal o representativas Los jueces de paz de la comuna Un coordinador zonal o un promotor social Parágrafo 1: La participación de los funcionarios de las diferentes dependencias de la Administración Municipal se hará de acuerdo con los requerimientos y la temática tratada. Parágrafo 2: Las Secretarias de Gobierno, Desarrollo Social, Bienestar Social, Planeación, Hacienda y la oficina de Paz y Reconciliación se encargarán de reglamentar, operatizar y conformarlos. Parágrafo 3: Es importante la colaboración de las distintas fuerzas vivas de la ciudad, agrupadas en gremios, comités, grupos u organizaciones políticas, medios de comunicación, etc. Artículo 12°. La metodología deberá plantear un acercamiento, generar y cualificar espacios de debate y reflexión para contribuir en la construcción de una reconciliación sostenible, que a la vez cualifiquen la participación de personas y organizaciones en la definición, el diseño participativo y la aplicación de políticas públicas con enfoque en derechos humanos y paz. Artículo 13°. Harán parte de estos núcleos comunales todas las personas que estén interesadas en el desarrollo de esta iniciativa, que tengan algún tipo de representatividad y que vivan en el sector. Artículo 14°. Se establecerá una red de núcleos comunales como un ente dinámico, del cual se emanarán las recomendaciones, sugerencias y compromisos. Trabajando en conjunto con los diferentes observatorios. Además promoverá la mediación para el acercamiento y apertura de diálogos entre los actores en conflicto y la búsqueda del cese de hostilidades. Se busca además su compromiso hacia el bienestar de la comunidad, sensibilizándolos frente a la tolerancia, la convivencia y el respeto. Artículo 15°. Para la financiación de este proyecto en el presente acuerdo y sin mengua de las facultades constitucionales y legales del Alcalde Municipal, éste podrá: a. Gestionar, obtener y firmar con las Empresas Públicas de Medellín un convenio de participación económica, acorde con el artículo 8 del Decreto Municipal Nro.100 de 1994 y con destinación exclusiva a la implementación y organización del programa. Para el efecto, el Alcalde solicitará las respectivas autorizaciones. b. Acordar con el Gobierno Nacional y otras instancias administrativas debidamente autorizadas para ello, la utilización de partidas con destinación especifica al programa, e incorporarlas al mismo, de acuerdo con el ordenamiento legal vigente. c. Destinar e incorporar al presupuesto, en todo o en parte y con destinación al programa, mayores recaudos de ingresos no comprometidos durante las vigencias presupuestales, previa determinación de la instancia administrativa ejecutora del mismo. Para lo cual el Alcalde solicitará las respectivas autorizaciones. Artículo 16°. Es necesario diseñar una estrategia de comunicaciones, la que incluirá campañas de sensibilización, talleres, foros, entre otros medios para socializar esta iniciativa y sensibilizar a la ciudadanía en el tema; así mismo, como los sistemas de monitoreo y evaluación del proyecto. Artículo 17°. Vigencia. El presente acuerdo rige a partir de la fecha de su publicación y deroga las disposiciones que le sean contrarias. Dado en Medellín a los veintidós (29) días del mes de agosto de 2006. EXPOSICION DE MOTIVOS ANTECEDENTES En 1993 nace la figura de la oficina de asesoría de paz y convivencia para buscar la solución negociadora del conflicto con la corriente de renovación socialista y milicias populares. Para 1995 la Alcaldía de Medellín sienta las bases y se ponen en marcha acciones para la solución pacífica de los conflictos en la ciudad. A lo que al mismo tiempo en la ciudad se acumularon experiencias en procesos de paz con actores armados a través de la Arquidiócesis de Medellín y algunas ONGs. En ese entonces las intervenciones debieron ser construidas desde los barrios y con participación de padres de familia, educadores, jóvenes, organizaciones comunitarias y entidades gubernamentales. Es decir, estos procesos deben reorientarse hacia la intervención de contextos y entornos, más que sobre los conflictos específicos. Con estas consideraciones, como estrategia básica de intervención se busca el fortalecimiento de la comunidad a través de procesos de planeación, coordinación, gestión y seguimiento; y así contribuir al proceso de paz, mediante la creación de una estructura de nivel comunal con la participación de las organizaciones sociales y la comunidad organizada. ORDENAMIENTO CONSTITUCIONAL La voluntad de paz del constituyente de 91 ha quedado plasmada expresamente en varias disposiciones. Para el preámbulo de la carta, la paz es uno de los bienes que se pretende asegurar en el marco de un orden político, económico y social justo. Con la promulgación de la Constitución, según el artículo 2° de la Carta, una de las principales finalidades del Estado es asegurar la convivencia pacífica. El artículo 22 define la paz como un derecho y un deber. Por su parte, el artículo 67, estatuye que la educación formará al colombiano en el respeto a la paz, junto con el respeto a los derechos humanos y a la democracia. Finamente, el artículo 95, en sus numerales 4° y 6°, nuevamente resalta que es deber de la persona y del ciudadano propender por el logro y mantenimiento de la paz. El control y verificación del cumplimiento de dicho compromiso estaría a cargo de la nación misma, que para desempeñar su función tiene que adoptar una organización mínima que sea concebida a la manera de la Ley 434 de 1998, creando un ente colectivo denominado “Consejo Municipal de Paz”. EL DEBER DEL ESTADO La paz tiene una dimensión de desarrollo social. Por eso, la obligación de la paz exige un justa presencia del Estado en la economía, la democratización de los mercados y de la actividad económica, la redistribución de los recursos y del ingreso, la dignificación del trabajo, la garantía del acceso a los diferentes niveles de la educación y una eficaz participación ciudadana en el ejercicio y el control del poder político. Sin duda estamos dotando a la ciudad de Medellín de una herramienta fundamental, que se encargue de recoger las experiencias y las practicas de diferentes mecanismos de concertación y conciliación, pretendiendo la búsqueda de la convivencia y la paz. Nuestra ciudad se ha convertido en el centro de mayores experiencias de propuestas de soluciones pacíficas de conflicto, porque el mismo conflicto que hemos vividos nos han convertido en expertos, en modelos de observación para el mundo y modelos de exportación para la paz. Tenemos que buscar a través del Consejo Municipal de Paz involucrar a todos y cada uno de los habitantes de la ciudad de Medellín; hay que buscar procesos dentro del Consejo Municipal de Paz de reeducación a los padres de familia de los sectores populares y no populares de la ciudad, hay que tener una actitud coherente y que abarque todos los componentes de la sociedad. El Consejo Municipal de Paz tiene que hacer reflexiones de cómo se reproducen las zonas, cómo se reproducen las comunas, los barrios, cómo cada cual asume la responsabilidad colectiva y social ciudadana con la paz, cómo nos integramos al Consejo Regional de Paz, cómo nos integramos al Consejo Nacional de Paz, con políticas de paz Nacional, Departamental y Municipal. La iniciativa que se presenta, se fundamenta en los anteriores fundamentos constitucionales y busca fomentar la participación de la sociedad civil en la construcción de la paz. Su carácter permanente pretende transcender los períodos gubernamentales e impedir que las situaciones coyunturales afecten el desarrollo del proceso. La participación de la sociedad civil en la política, en su ejecución y fiscalización, son elementos esenciales de la misma. Se parte de la idea que sin el compromiso e interacción entre la sociedad y el estado, no es posible consolidar una paz estable y duradera. La política de paz y convivencia permanente debe ser elaborada con base en el consenso de todos los sectores representantivos de la ciudad, es decir, se trata de estructurar una verdadera política municipal. Partiendo del concepto mismo de Estado, entendido como una organización activa y estable, políticamente soberana de una nación sobre un territorio, se puede resaltar la importancia de la participación del conglomerado social en la edificación de la paz. Se trata de comprometer tanto a los ciudadanos de Medellín, como el gobierno municipal, al Concejo de Medellín, para que con fundamento en un consenso y en un compromiso sobre unas líneas de acción, se llegue a la reconciliación y la convivencia ciudadana. SOLUCION POLÍTICA PARA LA CIUDAD Se requiere construir una voluntad de paz. Esta voluntad será el resultado del proceso de aprendizaje en la búsqueda de acuerdo con los factores reales de poder y en la comprensión de las mutuas desconfianzas. Además, debe buscarse un “gran consenso ciudadano” en torno a la urgencia de la paz, convirtiéndola en un gran propósito de todos los medellinenses; es decir, es preciso que se unan en un solo propósito por la paz: los sindicatos, los gremios económicos, los partidos políticos, las organizaciones no gubernamentales, los medios de comunicación, la academia, en fin, todos los sectores de la actividad social. Así mismo, la Ley 434 de 1998, con la que se crea el Consejo Nacional de Paz, da una razón más para pensar en una consejería cuando en su artículo 1° dice: “La política de paz es una política de Estado, permanente y participativa. En su estructuración deben colaborar en forma coordinada y armónica todos los órganos del estado y las formas de organización. Acción y expresión de la sociedad civil, de tal manera que trascienda los períodos gubernamentales y que exprese la complejidad nacional. Se podrá proponer la creación de la Consejería de paz la que orientaría y funcionaria con unos parámetros básicos, establecidos en el artículo 2° de la Ley 434 de 1998, que en resumen reza: “Los principios rectores con los que se orientará el Consejo Nacional de Paz y los Consejos territoriales de paz son: Integralidad, es decir, no es suficiente conformarse con la sola eliminación de la guerra. Solidaridad y responsabilidad, Participación, es decir, la que deber tener los ciudadanos, no solo a nivel de decisiones, sino también en lo referente a la participación activa en propuestas y proyectos para su comunidad, para lo cual la Consejería de paz, seria la entidad ideal para ser receptora de iniciativas ciudadanas en torno a la paz y a la convivencia con desarrollo social. Negociación, o sea, tener el suficiente criterio para la reflexión y colaboración en aspectos como la desmilitarización de los conflictos sociales y políticos, en este caso a nivel urbano. Gradualidad, es decir, algo que hoy tanto se necesita y que sería propio de una Consejería: el ser coadyuvante de un proceso continuo y gradual que debe ser la paz. La paz en un proceso que se construye ética y políticamente a través de la concertación, de la negociación de intereses particulares, del respeto por los acuerdos y del cumplimiento de los compromisos. Para construir la paz es necesaria la voluntad decidida de todos, hasta convertirla en un gran propósito Nacional. La paz es un estado deseable que puede ser alcanzado día a día, con acciones deliberadas y permanentes, a partir del entorno inmediato y trascendiendo al ámbito jurídico, es decir con el compromiso de todos. Atentamente, DIEGO HUMBERTO ARANGO VERGARA Concejal de Medellín