Castillo de Neuschwanstein

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ÍNDICE
• Introducción......................................................................... página 2
• Luís II de Baviera................................................................ página 2
• El Castillo de Neuschwanstein............................................ página 3
• El entorno............................................................................. página 8
• Análisis turístico
• EL TURISMO EN ALEMANIA.............................página 9
• CASTILLO DE NEUSCHWANSTEIN.................página 10
• Neuschwanstein entre las Siete Maravillas del Mundo.....página 12
• Opinión personal..................................................................página 12
• Bibliografía...........................................................................página 13
• Introducción
El Castillo Neuschwanstein, candidato a ser una de las Siete Maravillas del Mundo el próximo mes de Julio,
se encuentra en el sur de Alemania, en Baviera, a unos 100 kilómetros de Munich y cerca de la frontera
austriaca. Los Alpes ocupan este territorio, con montañas de eternos glaciares. A sus pies, las poblaciones se
asientan en el fondo de valles fluviales. Schwangau, el pueblo donde se sitúa el castillo, está situado
aproximadamente a 4 kilómetros de la ciudad Füssen. Es el más célebre de los tres castillos reales que hizo
construir Luís II de Baviera, junto al de Herrenchiemsee y de Linderhof.
• Luís II de Baviera
Nació en el castillo de Nymphenburg en Munich el 25 de Agosto de 1845. Era hijo del rey Maximiliano II de
Baviera y de la reina María de Prusia, una de las hijas del príncipe Guillermo de Prusia. A causa de su rango
de heredero estuvo severamente controlado por sus preceptores y sujeto a un estricto régimen de estudio y
ejercicios.
De niño le aburrían los libros, pero se ensimismaba con las leyendas que una institutriz francesa le contaba
sobre un fascinante palacio en Versalles, que el pequeño heredero al trono de Baviera imaginaba en los
magníficos parajes alpinos que le rodeaban.
En 1864 estaba cursando en la universidad, a la edad de dieciocho años, cuando, por muerte de su padre, tuvo
que ocupar el trono. Reinar en Baviera en aquella época era, en lo político, muy difícil, ya que se habían
multiplicado desde 1861 los movimientos nacionalistas y liberales, iniciados en 1848. Asimismo, Austria y
Prusia luchaban entre sí por la hegemonía de la unificación alemana. Tras la batalla de Sadowa de 1866
(Guerra de las Siete Semanas) con el príncipe Otto von Bismarck al frente, Prusia eliminó a Austria, venció a
Francia en 1870, proclamó el Imperio Alemán (II Reich) en Versalles. La cuestión para Baviera era muy
incómoda ya que, aliada de Austria en 1866, había sido vencida por Prusia. Y en 1871 quedó anexionada al
Imperio Alemán.
Tres meses más tarde de ocupar el trono, realizó el soñado viaje a Versalles (palacio mandado construir por
Luís XIV, el Rey Sol de Francia, a finales del siglo XVII). Fue a partir de esta visita cuando a Luís II de
Baviera le entró la fiebre de construir castillos. Una fiebre que se le convirtió en obsesión. Mandó construir
tres en la Alemania bávara. El primero de ellos y el más espectacular, en 1869, en Neuschwanstein, que
tardaría 17 años en ser acabado. Doce meses más tarde se levantaba el castillo de Linderhof, el único que vio
terminado en vida, y ocho años después, el de Herrenchiemsee. Los tres fueron construidos por el arquitecto
alemán Georg Dollman, principalmente.
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Luís II se preocupó lo menos que pudo de los asuntos del trono, entregándose por completo a la música de
Richard Wagner (al que admiraba desde que escuchó su obra Lodhengrin), a quién llamó a su palacio, colmó
de honores y gratificó espléndidamente, convirtiéndose en su mecenas.
Con el alejamiento voluntario de la capital de Baviera, Munich, Luís II se refugió en el Castillo de
Neuschwanstein y terminó viviendo allí de manera permanente, supervisando su construcción. El 10 de junio
de 1886, el príncipe Leopoldo, su primo, asumió la regencia al juzgar que su estado mental le imposibilitaba
para las tareas del reinado. Luís II de Baviera fue sacado de Neuschwanstein, donde apenas había residido
unos meses, y trasladado al castillo de Berg.
Fue en las inmediaciones de este castillo, donde encontraron su cuerpo el 13 de Junio de 1886 (tres días
después), junto con el de su médico, el psiquiatra Von Gudden, flotando en el Lago Sternberg.
La historia del rey Luís II de Baviera es representada en forma de un musical en la ciudad Füssen. Se puede
combinar una visita del castillo con una noche de musical.
• El Castillo de Neuschwanstein
Este castillo, cuyo nombre traducido al castellano es El nuevo cisne de piedra, fue obra de los arquitectos
Eduard Riedel, Georg Dollman y Julius Hoffman (cada uno en un momento determinado de la construcción).
Normalmente suele ser definido como neogótico o romántico, aunque el edificio muestra una singular muestra
de estilos, como románico, gótico, barroco y bizantino. Por su laberíntica construcción es conocido también
como El Castillo de los Puzzles.
El rey exigió dos condiciones en su construcción: primero, que sería edificado por trabajadores bávaros y con
materiales bávaros, sin apenas excepciones, lo que favoreció la creación de una poderosa artesanía en Baviera,
que ha hecho de ella uno de los mayores enclaves industriales de Alemania. Y segundo, que por fuera debía
asemejar los castillos de los cuentos de hadas que tanto admiraba en su juventud, conservando el auténtico
estilo de los antiguos castillos de los caballeros alemanes, tal y como escribió; pero por dentro debía contener
todos los avances tecnológicos de la época.
Así, ambas exigencias se cumplieron: el castillo asemejó tanto los relatos tradicionales alemanes que fue
elegido por la Disney como modelo para el castillo de la Bella Durmiente, el cual es el principal símbolo (de
hecho, hay una réplica en este parque) del Disneyland Resort Paris. También, el famoso poeta Rubén Darío le
dedicó su poema Blasón. Por dentro, además de continuas referencias a estos cuentos o a diversas leyendas y
personajes medievales (Tristán e Isolda, Fernando el Católico), contiene una completa red de luz eléctrica, el
primer teléfono móvil de la historia (con una cobertura de seis metros), una cocina que aprovechaba el calor
siguiendo reglas elaboradas por Leonardo da Vinci, y maravillosas vistas y paisajes de los Alpes.
Luís estaba muy inspirado por la música de Richard Wagner y una de sus prioridades era la construcción de la
sala de los cantantes donde se enseñaron luego las famosas óperas de este compositor alemán. Posteriormente
se añadió una sala de trono, que imita el estilo bizantino.
La mayor parte de decoración del castillo está ambientada en dramas musicales, así, podemos encontrar en
diferentes salas:
• Antesala:
Los murales están inspirados en escenas de la primera parte de la leyenda nórdica de Sigurdo (antigua versión
de la primera parte de la leyenda de Sigfrido, perteneciente a la "Leyenda de los Nibelungos). Escenas de la
segunda parte se encuentran en la antesala del cuarto piso. Esta antesala está cubierta por bóvedas cruciformes
románicas, decoradas con pinturas multicolores, y cuyos arcos descendentes están rematados por capiteles de
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mármol representando escenas de caballeros y animales.
• El salón del trono:
Decorado en estilo bizantino. Una escalinata conduce a un ábside que debía estar ocupado por el trono, pero
que, a la muerte del monarca, no se llegó a finalizar. El suelo es de mosaico, confeccionado con más de 2
millones de piedrecillas que representan a distintos animales. Lo más destacado es una pintura que representa
a San Jorge luchando contra el dragón, fue uno de los temas preferidos de Luís II, por lo que tiene de lucha
entre el bien y el mal, que volvemos a encontrar en la entrada del castillo en el que aparece Sigfrido matando
al dragón. Varios de los cuadros que decoran el castillo representan fragmentos de la leyenda escandinava de
Sigurd, que se convertirá en el famoso Sigfrido.
• El comedor:
Los cuadros fueron realizados por el pintor más famoso de los que trabajaron en Neuschwanstein, Ferdinand
Piloty de Munich. Encima de la puerta está representado Wolfram von Eschenbach, el poeta de Parsifal y
Lohengrin. Encima de la puerta de servicio puede verse a Gottfriend von Strassburg (Tristán e Isolda, hacia
1210). El centro de mesa, sobre la mesa extensible, es un regalo de artistas de Munich a Luis II. La escultura
elaborada en bronce con baño de oro muestra la lucha de Sigfrido contra el dragón.
• El dormitorio:
El rey tenía especial predilección por los dormitorios suntuosos. Llama la atención que tuvieron mucho
cuidado en disimular las invenciones modernas, por ejemplo, para disimular el lavabo con grifos en forma de
cisne, se recubrió el baldaquino, totalmente extraño a la decoración medieval, por un dosel ricamente tallado
en estilo gótico. La armonía entre los tonos oscuros de la madera y los grises de los tejidos da una cierta
homogeneidad a este decorado lleno de elementos exuberantes, como los cuadrióbulos de las puertas. La
decoración de la cama, con rica tapicería en azul y blanco tejida con hilos de oro y plata, son útiles de un
clima tan riguroso y hacen juego con los tonos de las pinturas murales, con el tema de los amores trágicos de
Tristán e Isolda. Se trabajó durante cuatro años y medio para terminar este dormitorio.
• La capilla:
Se abre al dormitorio de Luis II de Baviera. Está decorada en estilo gótico moderno), está dominada por el
ricamente tallado retablo. En el altar se encuentra un valioso crucifijo de marfil. Las pinturas y las vidrieras
muestran escenas de la vida de San Luis, patrón del rey.
• La sala de estar:
Se compone de un salón grande y de una cámara más pequeña llamada, el Rincón del Cisne, separados por
columnas. El tema de los murales (de Heckel y Hausschild) es la leyenda de Lohengrin, en la que se inspiró
Ricardo Wagner para su ópera Lohengrin. Sobre la estufa de cerámica: Llegada de Lohengrin a Amberes. En
frente: El milagro del grial − Parsifal designa a su hijo Lohengrin como caballero defensor de Elsa de
Brabante. Más escenas alusivas a Lohengrin se hallan en El Rincón del Cisne. Las puertas de la gran librería
de estilo románico están decoradas con alegorías de la leyenda de Tristán e Isolda, Parzifal y Sigfrido. Encima
de la estufa, un jarrón de mayólica de Nymphenburg en forma de cisne, el animal preferido de Luis II.
• El despacho o gabinete de trabajo:
Se ha mantenido en el estilo románico, evocado el castillo de Wartburg, el cual se tomó como modelo para la
construcción de Neuschwanstein. Volvemos a encontrar los elementos empleados para crear la misma
atmósfera romántica: tonos oscuros en seda bordada, maderas oscuras, lámpara monumental. Todos los
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trabajos de talla se realizaron en madera de roble sin nudos. Sólo los frescos con temas wagnerianos,
especialmente de Tannhauser, iluminan el ambiente. Encima de la biblioteca aparece la representación de la
montaña de Venus.
• La sala de los cantores:
El techo con artesonado de madera de pino proporciona al recinto una buena acústica.
Los cuadros en la sala y en el pasillo de la tribuna están inspirados en la leyenda de Parzifal, que fue también
el tema de la obra cumbre de Ricardo Wagner. La mayor parte de las pinturas de este salón de fiestas son
obras del maestro Spiess y de Ferdinand Piloty, ambos de Munich. El escenario de El jardín mágico de
Klingsor es una obra del pintor del teatro real de Munich, Christian Jank, que fue el autor de la mayor parte de
los bocetos que sirvieron para la construcción y decoración del castillo de Neuschwanstein.
Encima de las dos puertas, al lado del escenario, se halla el escudo de los Wittelsbach con la inscripción: Luís
II, Rey de Baviera, Conde palatino. Esta inscripción aludiendo al rey es la única que se encuentra en el
castillo.
En vida de Luís II nunca se llegó a utilizar esta sala. Solamente entre 1933 (50 aniversario de la muerte de
Richard Wagner) y 1939 se dieron conciertos en esta sala.
Después de diversas gestiones realizadas en 1952, vuelven a tener lugar desde 1969 conciertos en esta sala del
castillo.
• La cocina:
La cocina está en perfecto estado de conservación. Las bóvedas se sostienen por medio de columnas de
granito pulido. La cocina estaba provista de un sistema de alimentación de agua corriente fría y caliente, así
como de un asador automático para venados y aves. Un adelanto muy considerable si tenemos en cuenta la
época. Por el aire caliente procedente del fuego del hogar, se movía una turbina colocada en un tubo grueso
encima del asador, y este movimiento giratorio se transmitía a través de un mecanismo al asador (Un invento
de Leonardo da Vinci).
El humo de la cocina de carbón situada en medio de la pieza se desviaba por un conducto subterráneo. El
calor de la chimenea calentaba a su vez la vajilla colocada en el armario construido a tal efecto en la pared, al
lado del horno. El grifo que está encima de la pecera, cavada en un bloque de granito y situada al lado de la
puerta, tiene la forma de una cabeza de cisne. La cocina estuvo en servicio dos años.
Ya en el año 1884, el castillo de Neuschwanstein disponía de calefacción central de aire caliente procedente
del sótano. A través de un sistema de conductos de ventilación, llegaba el aire caliente a los pisos superiores.
Las grandes calderas están situadas junto a la cocina y un montacargas subía las enormes cantidades de
madera que se necesitaban para alimentarlas.
Hasta la muerte de Luís II en 1886 sólo se había terminado de construir cinco pisos del palacio. Asimismo, de
las 228 habitaciones previstas sólo se amueblaron 15. Luís II de Baviera no vivió más que ciento setenta días
en el palacio.
• El entorno
La roca sobre la que se asienta el castillo de Neuschwanstein acaba en el lado sur en un acantilado que cae
perpendicular hacia la garganta del Pöllath. Esta garganta recibe el nombre del torrente alpino Pöllath que
forma la cascada del mismo nombre de 45 metros de salto, que se halla debajo del puente de curvada silueta
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que se alza a 92 metros sobre el barranco, el Marienbrücke (lleva el nombre de la reina María, madre de Luís
II). Este puente de estructura libre, es más antiguo que el propio castillo y fue considerado como una obra
maestra de ingeniería en la época en que fue construido. La obra fue encargada por la familia real a la empresa
MAN en el año 1866.
Atravesando este puente se llega, por un camino sinuoso, a una cabaña de caza en el monte Tegel
(actualmente un hospedaje de montaña). La ascensión hasta la cumbre puede hacerse a pie, o bien utilizando
el teleférico, cuyo comienzo se encuentra a los pies del castillo de Neuschwanstein. El monte Tegel ofrece una
de las mejores vistas panorámicas de los Alpes Bávaros, pudiendo alcanzar la vista, en días de buena
visibilidad, la ciudad de Munich y el pico Zugspitze.
• Análisis turístico
• EL TURISMO EN ALEMANIA
De una población de 63 millones de habitantes con 14 o más años de edad, aproximadamente tres cuartas
partes realizan uno o más viajes de vacaciones importantes (al menos 5 días de duración) al año. Además, los
alemanes realizan unos 60 millones de escapadas más cortas al año.
Además de ser el lugar de procedencia de algunos de los turistas más activos del mundo, Alemania ofrece
instalaciones de primer orden para la celebración de congresos y convenciones; acoge ferias comerciales
(coches, juguetes, turismo), así como las festividades y otras celebraciones tradicionales (el Carnaval,
mercados navideños, fiestas gastronómicas).
A medida que ha aumentado el nivel de ingresos disponible y de poder adquisitivo, los alemanes han ido
dando la espalda cada vez más a su patria como destino de vacaciones. Menos de una quinta parte de los
solteros y de las parejas jóvenes alemanas pasa sus vacaciones en Alemania, y menos de un tercio de las
primeras vacaciones importantes se disfrutan en el país germano. El destino más popular cuando hablamos de
turismo interno es Baviera, donde se concentra la cuarta parte de todos los periodos de vacaciones importantes
que se pasan en el interior del país.
El éxodo anual hacia el sol y la predilección por los deportes de invierno se han consolidado como elementos
esenciales en el comportamiento turístico de los alemanes.
Los alemanes se inclinan por las vacaciones en el extranjero porque en Alemania sólo ven mal tiempo y una
no muy buena relación calidad−precio, frente a los destinos extranjeros que les resultan muy baratos. Los
destinos más populares entre los alemanes son: España, Italia, Austria, Francia, Turquía, Grecia, Holanda,
Dinamarca, y Suiza. Los destinos lejanos elegidos con más frecuencia son Estados Unidos, Túnez, Canadá,
República Dominicana, Egipto y Tailandia.
B) CASTILLO DE NEUSCHWANSTEIN
Él nunca lo hubiera permitido, pero siete semanas después de su muerte en 1886, se abrieron a los visitantes
aquellos palacios que el Rey Luís II mandó construir. Al castillo de Neuschwanstein acudieron 18000
personas durante los primeros seis meses, a pesar de que entonces no había coches ni trenes, ni autobuses. El
turismo nació en Baviera en aquella época, a finales del siglo XIX. Más de un siglo después, en 2006, la ruta
de los castillos fue el segundo destino alemán preferido por los españoles, solo detrás de Berlín. Hoy
Neuschwanstein es uno de los palacios más populares que existen en Europa.
No hay que dejar de nombrar que Neuschwanstein está ubicado en dos Rutas:
• La Ruta Romántica: Es la más antigua y famosa de Alemania, que descubre a los viajeros la riqueza de la
historia, el arte y la cultura occidental lejos de las autopistas y a lo largo de 380 kilómetros entre
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Wurzburgo y Füssen.
• La Ruta Alemana de los Alpes: Que discurre a lo largo de la cordillera norte por un escenario de ensueño, a
lo largo de más de 400 kilómetros desde el lago Constanza pasando por el pico Zugspitze para llegar a
Berchtesgaden.
Visitas
El Castillo está abierto todos los días:
• De Abril a Septiembre: 8'00 a 17'00 horas.
• De Octubre a Marzo: 10'00 a 16'00 horas.
Únicamente cierra el 1 de Enero, el martes de Carnaval y los días 24, 25 y 31 de Diciembre.
Estas visitas solo son posibles con guías que acompañen al visitante durante el recorrido, en alemán y en
inglés. Hay Audio−guías disponibles en Japonés, Francés, Español, Italiano, Ruso, Polaco, Esloveno,
Mandarín y Húngaro.
Cada 5 minutos empieza una visita guiada de 35 minutos con 65 personas como máximo. Por eso pueden
visitar el castillo 455 personas al mismo tiempo.
Precios de entrada
• Adultos −−−− 9,00€
• Niños, estudiantes, servicio militar, pensionistas −−−− 8,00€
• Grupos 15 miembros mínimo −−−− 8,00€ (Sólo si el ticket es comprado y pagado por la misma
persona)
• Menores de 18 años −−−− libre (No aplicable a grupos de estudiantes)
• Guías turísticos −−−− libre
Hay que comprar las entradas con antelación. El turista recibirá en el lugar de recogida de entradas un ticket
donde estará anotada la hora de entrada al castillo y el número de visitante. Esta entrada es válida sólo para la
fecha y hora indicadas en la misma.
Precios medio de transporte
• Coche de Caballos −−−−−−−−−−− 5,00€ (subir)/2,50€ (bajar)
• Autobús −−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−− 1,80€ (subir)/1,00€ (bajar)
Visitas
Cada año 1'3 millones de turistas visitan el Castillo del Rey Loco. Alrededor de 6.000 visitantes al día
recorren sus estancias.
La temporada alta se da en la época estival, realizándose un mayor número de visitas los días de temperatura
mas suave, de lluvia, en periodos de buen tiempo.
• Neuschwanstein entre las Siete Maravillas del Mundo
En la actualidad, el suizo Bernard Weber ha fundado la New 7 Wonders Foundation con el objetivo de
escoger a las nuevas siete maravillas del mundo. Se trata de un concurso en el que puede participar
todo el mundo votando desde la página Web new7wonders. Entre las 21 maravillas finalistas se
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encuentra el Castillo de Neuschwanstein. Este castillo, se construyó en una época en la que los castillos y
las fortalezas ya no eran necesarios desde el punto de vista estratégico. En lugar de ello, nació de la
pura fantasía: una bella y romántica composición de torres y muros en perfecta armonía con las
montañas y los lagos. La combinación de varios estilos arquitectónicos y la artesanía interior ha
inspirado a generaciones de adultos y niños en sus cuentos de hadas.
La construcción en sí misma es un logro asombroso y refleja las obsesiones de Luis II tanto con los mitos y
leyendas, como con el compositor alemán Richard Wagner. Impresionante desde afuera y lujoso por dentro,
no hay una visita a Baviera que esté completa sin ir a verlo.
• Opinión personal
Tras dedicarle tanto tiempo a este trabajo, pienso que el Castillo de Neuschwanstein debería estar entre las
Siete Maravillas del Mundo, ya que, sólo hay que ver la foto, invita al visitante a soñar despierto, a disfrutar
de unos paisajes increíbles, difíciles de encontrar en otros lugares del mundo. Asimismo, después de tanto
investigar en varios lugares sobre la vida de Luís II, que, me ha resultado intrigante y muy interesante, pienso
que es bueno que tanto entre los alemanes, como por parte de los extranjeros que lo visitan, se hable y se
conozca de la trayectoria de este monarca, que, aunque reinara durante breve tiempo, ha dejado un legado
cultural (3 Castillos) muy aprovechado turísticamente.
• Bibliografía
• Enciclopedia Summa Artis: Las Artes decorativas en Europa (del neoclasicismo al art déco)
• Enciclopedia Universal Ilustrada Espasa− Calpe
• Enciclopedia del Turismo (Editorial Síntesis)
• Los Domingos de ABC : 10/06/2007
Recursos Electrónicos
• www.neuschwanstein.de (9/06/2007)
• www.alemania−turismo.com (9/06/2007)
• www.wikipedia.com (6/06/2007)
• www−hohenschwangau.de (17/06/2007)
Es una especie de templete formado por cuatro columnas que sostienen una cúpula o dosel plano y destinado a
cobijar el altar cuando tiene posición aislada (Wikipedia). Especie de dosel o palio hecho de tela de seda
(RAE)
Neuschwanstein today (www.neuschwanstein.de)
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