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Ejes Transversales del Programa
Inclusión de Niñez Indígena y Afrodescendiente.
Las condiciones de vida de los niños que pertenecen a grupos indígenas (lencas,
chortís, miskitos, pech, tolupanes,etc) y étnicos como los garífunas, son precarias; y en
los estudios y diagnósticos de estas comunidades, los niños no aparecen, son invisibles.
El Estado con apoyo de la cooperación externa y en el marco de la Estrategia de
Reducción de la Pobreza, está transfiriendo recursos financieros a estas comunidades,
pero el reto está en que los cambios que generen mejoras en la infraestructura local,
respeten y no vulneren su cultura y sus tradiciones ya que los pueblos indígenas son una
minoría que tiene su identidad basada en su particular visión del mundo, en contextos
históricos y culturales específicos, que comprenden sus propias creencias, lenguas,
conocimientos, organización social y costumbres.
No es ninguna novedad que ellos viven en condiciones evidentes de exclusión social y
pobreza y comparten un pasado común de marginación, es decir sin acceso a la justicia y
a la igualdad de oportunidades, sin respeto a su cultura y a formas autóctonas de
organización, así como sin protección efectiva sobre la propiedad y posesión de sus
tierras, territorios y recursos naturales.
Esa población está por encima de 547,692, es decir 7.4% de la población total.
En el marco de la Constitución Hondureña donde todos somos iguales, se ignoran las
diferencias culturales y los pueblos indígenas encuentran dificultad para proteger sus
derechos a la tierra, flora, fauna, idioma, etc., quedándose siempre atrapados en el ciclo
de la vulnerabilidad, exclusión social y pobreza.
La sociedad hondureña deja abandonada o brinda poca importancia a los pueblos
indígenas, además de tener una actitud de discriminación y desprecio debido a los
prejuicios por su origen, color de piel y a la miseria en que vive la mayoría. La exclusión
se acentúa a la medida que no hay datos específicos que contemplen los pueblos étnicos
por separado, ni las especificidades que puedan tener. Si los pueblos indígenas son
invisibles para la sociedad y para los poderes legislativo, ejecutivo y judicial, aun más la
niñez indígena. Tanto niños y niñas sufren prejuicios respecto a los menores ladinos. Sin
embargo la niña indígena tiene tres características que juntas le hacen empeorar su
situación: ser menor de edad, ser mujer y ser indígena.
Salud.
La situación de salud de los pueblos indígenas y etnias de Honduras está ligada al grado
de postergación de estos pueblos. Entendiéndose por postergación la falta de acceso a los
servicios básicos y su insuficiente participación social como ciudadanos hondureños.
Para la gran mayoría de comunidades Lencas, Tolupanes, Tawahkas, Misquitos, Nahualt
y Pech, esta postergación se estima en 80% y hasta 100%.
Se estima que la esperanza de vida entre los indígenas es de 36 años para las mujeres y de
43 años para los hombres.
La reducción en el uso de la medicina tradicional que anteriormente significaba una
respuesta local a las necesidades de atención médica, ha agravado la situación de
cobertura de atención de la salud de las comunidades.
Las causas de morbilidad varían de un pueblo a otro según las condiciones del medio en
que habitan. Los pueblos Garífunas, Isleños, Misquitos y Tawahkas, ubicados en zonas
costeras de bosque tropical y con suelos bajos que permiten el estancamiento de agua
lluvia y de lagunas naturales, sufren de una alta incidencia de malaria. Los pueblos
negros (Garífunas y de habla inglesa) están siendo afectados en forma ascendente por el
VIH/SIDA debido básicamente a que están localizados en las principales zonas turísticas
del país. La etnia Tolupán registra una alta incidencia de la enfermedad de Chagas e
infecciones respiratorias agudas con énfasis en tuberculosis. Los Pech registran
incidencia de leishmaniasis, cutánea y mococutánea. Los Lencas y Chortí sufren la
incidencia de la enfermedad de Chagas e infecciones respiratorias agudas con fuerte
prevalencia en neumonías.
De cada 100 niños indígenas que nacen 68 mueren de enfermedades infecto-contagiosas.
A esta morbilidad que registra datos particulares para cada comunidad se deben agregar
síndromes diarreicos, parasitosis intestinal, desnutrición y dermatopatías.
La desnutrición es un problema generalizado entre todos los pueblos indígenas de
Honduras, 95% de la población indígena menor de 14 años sufre de desnutrición.
Las causas de morbilidad materna están definidas por sangrado transvaginal postparto,
retención placentaria, placenta previa, infección postparto, situación que es influenciada
por los embarazos de riesgo a partir de los 12 años hasta los 47 años aproximadamente.
Educación:
Aunque Honduras ensaya distintas formas de educación intercultural bilingüe para
atender la población indígena, esto no es la regla en el país y la educación es de mala
calidad y con maestros no capacitados. Sin Embargo en esta área la labor se ve facilitada
por los pasos ya realizados por la Secretaria de educación y por el reconocimiento del
Derecho de los niños y niñas indígenas de recibir una educación en su idioma. En países
como Bolivia, Chile, Colombia y Guatemala, la presencia de leyes y decretos han
impulsado la implementación de la educación bilingüe intercultural, la delimitación de
territorios indígenas y, como en el caso de Honduras, la creación de Unidades Técnicas
específicas dedicadas a asuntos indígenas.
La escasa educación de estos pueblos, es responsable por los índices de mortalidad y por
su ciclo de vulnerabilidad y miseria. Los departamentos que concentran la mayor parte de
los grupos indígenas del país, presenten los indicadores más desfavorables para la
población.
El Cuadro abajo muestra que en los departamentos de Colón y Copán, que tienen una tasa
de mortalidad materna casi el doble del promedio nacional, su población no alcanza ni a
los tres años promedio de escolaridad y el Índice de Desarrollo Humano con un valor de
0,544 se halla por debajo del valor nacional.
Departamento
Años de Escolaridad
Atlántida
3.95
Colón
2.7
Comayagua
3.04
Copán
1.92
Cortés
4.55
Choluteca
2.45
El Paraíso
2.2
Fco. Morazán
5.65
Intibucá
2.08
La Páz
2.39
Lempira
1.5
Ocotepeque
2.16
Olancho
2.31
Sta. Bárbara
1.99
Valle
2.44
Yoro
3.11
Fuente: PNUD, IDH, 1999, Secretaría de Salud, 1997.
TMM x 100 mil NV
159
200
143
203
164
106
119
122
255
229
190
150
141
92
122
83
El trabajo infantil también es una problemática en las comunidades indígenas. Se calcula
que la población económicamente activa en las comunidades indígenas de Honduras
oscila entre la edad de 8 a 65 años. Esto, aunque fortalece la subsistencia del grupo
familiar, en la mayoría de los niños de las comunidades es causa de deserción escolar y
de falta de acceso a la educación primaria.
Agua y saneamiento
La falta de cobertura de los sistemas de agua y letrinización en las comunidades
indígenas esta estimada en un promedio de 67%, y la ausencia de unidades prestadoras de
servicios, ha tenido un impacto negativo en la salud y la calidad de vida de la población.
Un ejemplo: Santa Maria del Carbón, una comunidad Pech de Olancho, está sin agua
desde hace diez meses, ya que la represa y parte del acueducto si quedaron dañados con
el paso del huracán Gamma. El gobierno una vez demandado, no hizo nada por la
comunidad, pues no había presupuesto. Desde este incidente, están ocurriendo muertes de
niños por diarreas, ya que beben agua de charcos. Eso demuestra la invisibilidad de los
pueblos indígenas frente al Estado.
Hace unos años hablar de los pueblos indígenas o negros era hablar de sujetos del pasado.
Hoy, en el marco de los procesos de convergencia nacional, los planteamientos de los
pueblos indígenas constituyen una propuesta para el desarrollo sostenible en Honduras en
el marco de la equidad. El enfoque de género e interculturalidad forman parte de la visión
del desarrollo de estos pueblos.
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