La_demanda_de_Nulidad_Matrimonial_28032008[1]

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La Demanda de la Nulidad Matrimonial
Sin ninguna pretensión académica, y con el sólo objeto de tener cerca
de la propia mirada algunos elementos relativos a las diferentes
situaciones matrimoniales que se deben abordar, consigno algunas
consideraciones a manera de cortas frases extraídas de la doctrina
canónica. Podrá el lector de manera fácil formarse una idea rápida
acerca de algún caso matrimonial, observando muy atentamente la
advertencia de que cada situación matrimonial, así tenga similitudes con
otras, es absolutamente irrepetible y por lo tanto no es susceptible de
encerrarse en unos esquemas predeterminados. Las presentes son sólo
notas de acercamiento para una reflexión, y no constituye una
publicación pues su uso es estrictamente privado para los fieles que se
presentan al Tribunal eclesiástico para que se les estudie su caso
personal.
Mons. JORGE ANIBAL ROJAS BUSTAMANTE
Vicario Judicial/Presidente
Enero de 2006
I
NULIDAD MATRIMONIAL, ANULACIÓN DEL MATRIMONIO,
DIVORCIO Y SEPARACIÓN EN EL DERECHO CANÓNICO
1.
Nulidad y Anulación de los Actos Jurídicos
Aunque los términos nulidad y anulación en el lenguaje común en
muchas ocasiones se utilizan como sinónimos, en derecho tienen
significados bien distintos. Es necesario el aclarar que por anulación se
entiende el hecho de declarar ineficaz un acto.
La declaración de nulidad de un acto, supone, en todos los casos, la
inexistencia del acto. Es por ello que cuando se declara nulo un acto, lo
que se declara es que el acto nunca ha existido, aunque hubiese tenido
apariencia de que sí existió, porque estuvieron presentes todos los
elementos que conducen a tal apariencia.
Obviamente, para declarar la nulidad de un acto se considera lo que
ocurrió en el momento de producirse el acto, siendo indiferente lo que
haya ocurrido después, durante la vida del acto.
Los efectos de una declaración de anulación se producen desde el
momento de la declaración, o con expresión clásica se producen ex
nunc. Distinto es los que atañe a los efectos de la declaración de nulidad
que se retrotraen al momento de producirse el acto: son efectos ex
tunc.
2.
Matrimonios Nulos y Anulaciones de Matrimonios
En toda celebración matrimonial se afirma que el matrimonio no podrá
ser disuelto por ningún poder humano y que se contrae por tempo
indefinido es decir, hasta que la muerte los separe. . .
El canon 1141 comienza una sección del Código de Derecho canónico
titulada precisamente "De la disolución del vínculo (matrimonial)". ¿Qué
quiere decir aquí el Código de Derecho Canónico?
Ciertamente, es posible disolver el vínculo matrimonial en algunos
casos. El propio canon 1141 nos da la clave de esta cuestión:
Canon 1141: El matrimonio rato y consumado no puede ser disuelto por
ningún poder humano, ni por ninguna causa fuera de la muerte.
Por lo tanto si algún matrimonio no es rato, o no ha sido consumado, si
es susceptible de disolución por la autoridad competente.
3.
Distinción entre Separación, Nulidad y Disolución del
Vínculo
Conviene hacer una distinción para evitar equívocos entre tres nociones
esencialmente distintas:
Nulidad de Matrimonio;
Disolución del Matrimonio;
Separación Conyugal.
3.1.
Nulidad de Matrimonio
La nulidad del matrimonio indica que el vínculo conyugal no ha surgido,
no existe. Y no han surgido, por lo tanto, los derechos y deberes
propiamente conyugales.
3.2.
Disolución del Matrimonio
En el supuesto de la disolución del matrimonio hay un vínculo
conyugal; ese vínculo, sin embargo, queda disuelto -hay una ruptura del
vínculo- o bien por la muerte de uno de los cónyuges, o bien en alguno
de los supuestos excepcionales que contempla el ordenamiento
canónico.
3.3.
Separación Conyugal
La separación conyugal también supone que existe el vínculo conyugal,
aunque se produce una suspensión de los derechos y deberes
conyugales, sin ruptura del vínculo, es decir, permaneciendo el vínculo
conyugal.
En cuanto a las causas justas de separación, hay que decir que en el
matrimonio, además de los derechos y deberes conyugales en sentido
estricto, se deben tener en cuenta los principios informadores de la vida
matrimonial, o sea, las directrices generales del comportamiento de los
cónyuges. Estos principios son cinco:
3.3.1.
Los cónyuges deben guardarse fidelidad;
3.3.2.
Debe
material o corporal;
tenderse
al
mutuo
perfeccionamiento
3.3.3.
espiritual;
tenderse
al
mutuo
perfeccionamiento
3.3.4.
3.3.5.
hijos habidos.
Debe
Los cónyuges deben vivir juntos; y
Debe tenderse al bien material y espiritual de los
3.3.6.
Son causas de separación aquellas conductas
que lesionan gravemente alguno de esos principios. Por
consiguiente, las causas de separación pueden resumirse en
estos cuatro capítulos:
3.3.6.1.
Adulterio;
3.3.6.2.
de los hijos;
Grave detrimento corporal del cónyuge o
3.3.6.3.
de los hijos y
Grave detrimento espiritual del cónyuge o
3.3.6.4.
Abandono malicioso.
En cuanto a la duración de la separación, esta puede ser perpetua o
temporal. La única causa que puede dar lugar a una separación
perpetua es el adulterio (cfr. canon 1152). Las demás causas, que el
Código de derecho canónico enuncia genéricamente, pueden dar lugar
sólo a una separación temporal, es decir, la que permanece mientras
subsiste la causa (cfr. canon 1153)
II LOS PROCESOS DE NULIDAD MATRIMONIAL
Cuando las partes acuden voluntariamente a los tribunales eclesiásticos
por causas de índole matrimonial, lo que desean es según el derecho
que les ampara, preguntar a la autoridad eclesiástica competente si un
matrimonio es nulo o si a pesar de las dificultades encontradas es
válido. Formalmente no acuden para que se les solucione un problema,
sino para resolver una duda de conciencia: la de si se han casado
verdaderamente o su matrimonio fue nulo.
Naturalmente, el tribunal sólo puede dar dos respuestas, reconociendo
la nulidad o la validez: sentencia pro nullitate o pro validitate.
III LAS CAUSAS DE NULIDAD EN EL MATRIMONIO CANÓNICO
Bien se entiende que para que un matrimonio sea válido debe ser
realizado en forma válida, entre personas hábiles y además que sean
capaces de prestar consentimiento.
En sentido contrario, las causas de nulidad son el defecto de forma, o
celebrado con impedimento o con vicio de consentimiento. Cada uno de
estas tres causas generales se divide también en varios tipos. La
terminología canonística habla de caput nullitatis, o capítulo de nulidad,
para referirse a cada motivo de nulidad. Se ofrece aquí un elenco
general de los caput de nulidad de los matrimonios canónicos. Para
quien tiene acceso al Código de Derecho Canónico, se indican en cada
caso los números de los Cánones correspondientes.
1.
Nulidades Derivadas de Impedimentos
1.1.
Impedimentos que Nacen de Circunstancias Personales
1.1.1.
Impedimento de Edad (16 años para el varón y
14 para la mujer):c.1083.
1.1.2.
Impedimento
perpetua: c. 1084
1.2.
de
impotencia
antecedente
y
Impedimentos que Nacen de Causas Jurídicas
1.2.1.
Impedimento de Vínculo o Ligamen: c. 1085
1.2.2.
Impedimento de Disparidad de Cultos: c. 1086
1.2.3.
Impedimento de Orden Sagrado: c. 1087
1.2.4.
Impedimento de Voto Público y Perpetuo de
Castidad en un Instituto Religioso: c. 1088
1.3.
1.4.
2.
Impedimentos que Nacen de Delitos
1.3.1.
Impedimento de Rapto: c. 1089
1.3.2.
Impedimento de Crimen: c. 1090
Impedimentos de Parentesco
1.4.1.
Impedimento de consanguinidad: c. 1091
1.4.2.
Impedimento de afinidad: c. 1092
1.4.3.
Impedimento de pública honestidad: c. 1093
1.4.4.
Impedimento de parentesco legal: c. 1094
Nulidades por Vicio de Consentimiento
2.1.
Nulidad por carecer de uso de razón: canon 1095, 1º
2.2.
Nulidad por grave defecto de discreción de juicio:
canon 1095, 2º
2.3.
Nulidad por incapacidad de asumir las obligaciones
esenciales del matrimonio por causas de naturaleza psíquica
(incapacitas assumendi): canon 1095, 3º
Vale la pena ampliar el tenor del Canon Precedente:
Canon 1095: Son incapaces de contraer matrimonio:
1º Quienes carecen de suficiente uso de razón; En la "falta de suficiente
uso de razón", se encuentran quienes están afectados por una
enfermedad mental, o están privados, en el momento de prestar
consentimiento, del uso expedito de sus facultades intelectivas y
volitivas imprescindibles para emitir un acto humano.
2º Quienes tienen un grave defecto de discreción de juicio acerca de los
derechos y deberes esenciales del matrimonio que mutuamente se han
de dar y aceptar; El "defecto grave de la discreción de juicio" del
número segundo de dicho canon hace referencia a la falta de madurez
intelectiva y voluntaria necesaria para discernir, en orden a
comprometer con carácter irrevocable, los derechos y deberes
esenciales del matrimonio que han de ser objeto de mutua entrega y
aceptación. Salvo prueba en contra, a partir de la pubertad se presume
este grado suficiente de discreción de juicio para el consentimiento
valido.
3º Quienes no pueden asumir las obligaciones esenciales del matrimonio
por causas de naturaleza psíquica. En lo que se refiere a lo contenido en
el punto 3° del canon, se ha de tener en cuenta que lo relevante no es
tanto la gravedad de la anomalía psíquica, cuanto la imposibilidad del
contrayente de asumir, la cual ha de ser absoluta, puesto que se trata
de un concepto jurídico, que se distingue de su causa psicopatológica, y
dado que no cabe en el derecho matrimonial un consentimiento
parcialmente válido, se debe concluir que el contrayente posee plena
capacidad jurídica o no la posee en absoluto.
Este Canon es uno de los más invocados en los procesos que cursan en
nuestros Tribunales, y es por eso que considero conveniente presentar,
antes de seguir adelante con los demás vicios de consentimiento, una
somera reflexión sobre el mismo.
Al hablar de la incapacidad para asumir los valores propios del
matrimonio, el Papa Juan Pablo II en su Alocución de 1987 al Tribunal
Apostólico de la Rota Romana decía:
"Para el canonista debe quedar claro el principio de que sólo la
incapacidad, y no ya la dificultad para prestar el consentimiento y para
realizar una verdadera comunidad de vida y de amor, hace nulo el
matrimonio. El fracaso de la unión conyugal, por otra parte, no es en sí
mismo jamás una prueba para demostrar la incapacidad de los
contrayentes, que pueden haber descuidado, o usado mal, los medios
naturales y sobrenaturales a su disposición, o que pueden no haber
aceptado las limitaciones inevitables y el peso de la vida conyugal, sea
por un bloqueo de naturaleza inconsciente, sea por leves patologías que
no afectan a la sustancial libertad humana, sea en fin por deficiencias de
orden moral. La hipótesis sobre una verdadera incapacidad sólo puede
presentarse en presencia de una seria anomalía que, se defina como se
quiera definir, debe afectar sustancialmente a la capacidad del
entendimiento y / o de la voluntad del contrayente" (Juan Pablo 11,
Discurso a la Rota Romana, 5 de febrero de 1987, n. 7).
Por lo tanto debemos siempre afirmar que sólo la incapacidad, y no la
simple dificultad ni el mero fracaso de la unión conyugal, hace nulo el
matrimonio por el canon 1095, 3°, lo cual está siendo constantemente
reiterado por la jurisprudencia rota!. Desafortunadamente la experiencia
demuestra que muchos conyugues acuden a los tribunales cuando
aparecen dificultades o cuando se está enfrentando por diversos motivos
la ruptura de la convivencia matrimonial. De allí la importancia de estar
en grado de ofrecer una asesoría profesional a las partes, ya sea
proveniente de algún sacerdotes, ya sea de los mismos ministros de los
tribunales que en nuestro caso los constituyen los asesores canónicos
que son quienes inician el primer contacto de asesoría con los fieles
interesados.
De todas formas, a pesar de todas las precauciones, lo que no es tan
fácil es delimitar entre la incapacidad y la dificultad, ni se puede
establecer claramente en muchas ocasiones, como lo refiere una
sentencia de un muy connotado juez rotal:
"Sin ninguna duda razonable, el matrimonio que hay que juzgar debe
decirse que, evidentemente, ha sido difícil e incluso dificilísimo; pero tal
dificultad, ¿supone la incapacidad del demandado para cumplir las
obligaciones esenciales del matrimonio? Establecer la diferencia entre la
incapacidad y la máxima dificultad es un problema no pequeño. Porque
la incapacidad de la que se trata es incapacidad moral, no física que se
compruebe empíricamente, y mucho menos a priori necesaria. Digo
incapacidad moral, esto es en el sentido de que también la certeza sobre
la misma deberá ser moral" (sentencia c. Serrano, 4 de junio de 1993,
enMonitorec1esiasticus 119, 1994, pp 207-8, n.12).
Es así como por fortuna para los estudiosos, la doctrina canónica y la
jurisprudencia, han ido señalando una serie de características que debe
poseer la incapacitas para que ésta sea calificada como tal, no como
mera dificultad, y así invalide el matrimonio.
Incapacidad
Al concepto consignado en el canon de: asumir las obligaciones
esenciales del matrimonio podemos darle una acepción positiva, en la
que se contempla el suficiente gobierno del sujeto que le confiere el
poder de responsabilizarse, en términos de obligación jurídica, de los
actos y conductas del futuro, que son esenciales para la ordenación vital
del consorcio conyugal hacia sus fines objetivos y que los cónyuges
comprometen en el momento de casarse.
En sentido negativo, es incapaz quien no posee el suficiente gobierno de
sí y de sus actos para, en el momento constitutivo del matrimonio,
comprometer su futuro conyugal en términos de obligación debida en
justicia. Ese "comprometer ese futuro conyugal en términos de deuda"
es asumir aquí y ahora la obligación jurídica de realizar aquellos
comportamientos futuros que son idóneos y necesarios para la
obtención de los fines objetivos.
Por ello, en primer lugar debe tratarse de una verdadera incapacidad o
imposibilidad moral, es decir, se debe distinguir muy cuidadosamente si
los derechos-obligaciones matrimoniales realmente pudieron ser
entregados y aceptados o no. Y en cuanto a la imposibilidad de asumir,
cabría recordar que la mera dificultad no tiene jurídicamente ninguna
fuerza, sino que sólo la verdadera imposibilidad moral conlleva la
nulidad del vínculo.
Hay que recalcar que las causas de nulidad se basan en verdaderas
incapacidades y no en meras dificultades, que jurídicamente no tienen ni
pueden tener relevancia alguna; se trataría realmente de la
imposibilidad moral de cumplir las cargas asumidas en el matrimonio.
Es, por lo tanto, la imposibilidad de disponer del objeto del
consentimiento por parte del contrayente la que en este supuesto sería
la causa de la nulidad, aunque sea idóneo y goce del suficiente uso de
razón y de la discreción de juicio.
Sin embargo, aun establecida la abstracta pero real distinción entre la
mera dificultad y la verdadera imposibilidad, no es fácil determinar el
límite entre ambas. El criterio empleado comúnmente al estudiar este
asunto radica en comparar la condición del sujeto con el peso de las
obligaciones esenciales del matrimonio, a la vez que se examinan las
causas por las que surge la incapacidad, esto es, en el caso del número
3° del canon 1095, a las condiciones psíquicas exigidas positivamente
por el legislador.
La verdadera incapacidad o imposibilidad moral se deduce, en la
práctica, a partir de una serie de características que debe tener la
incapacidad de entre las que cabría destacar dos: la gravedad de la
anomalía, que afectase a su capacidad de contraer, y la antecedencia,
es decir la preexistencia de dicha causa de nulidad al momento de
entrega del consentimiento matrimonial.
2. Gravedad
La unanimidad de la jurisprudencia resalta que las incapacidades a las
que hace referencia el c. 1095, para ser tales, deben caracterizarse, en
primer lugar, por la gravedad en la causa originante de la incapacidad.
Así, en una sentencia se indica:
"La incapacidad de asumir las cargas conyugales tiene importancia
jurídica en la perturbación originada por causa de naturaleza psíquica,
que esté caracterizada por la nota de la gravedad. Por consiguiente, no
bastan la mala voluntad, los leves vicios de carácter o los trastornos de
personalidad que hacen la relación interpersonal más difícil o menos
perfecta, sino que se requiere que la causa de naturaleza psíquica haga
la relación interpersonal moralmente imposible o intolerable" (sentencia
c. Bruno, 19 de julio de 1991, en Monitor eclesiasticus 117, 1992,
p.170, n. 6).
Hay que tener en cuenta que al referimos a la gravedad de la
incapacidad, en todos los estudios se señalan que el número 3 del canon
1095 no exige, a diferencia del número 2 del mismo canon, la nota de la
gravedad; lo cual, según Burke, tiene una razón:
"Sobre la 'gravedad' ninguna mención se hace en el número tres por
una razón evidente: porque sería completamente superfluo hacerlo.
Pues sería inútil querer distinguir entre capacidad 'grave' y 'menos
grave'..., ya que la incapacidad no admite grados: o existe o no existe...
La dificultad puede ser leve, moderada o grave. Sin embargo, la
incapacidad, en cuanto que supera a la dificultad en su relación, porque
propiamente coloca la cosa o la acción a prestar fuera del área de las
prestaciones que son difíciles (y, ciertamente, gravemente difíciles) para
colocarlas en el área de las que son imposibles. El Sumo Pontífice, en la
Alocución a la Rota Romana del año 1987, subrayó la importancia de
este principio para las sentencias canónicas sobre la validez del
consentimiento matrimonial" (sentencia c. Burke, 14 de julio de 1994,
en Monitor eclesiasticus 120, 1995,p. 529, n. 8).
Por lo tanto en lo que toca al número 30 de este canon, la nota de
gravedad de la causa de incapacidad, se referiría a algo que contiene en
sí mismo grados, y así puede entenderse ésta, al examinar una cierta
dificultad, pues aquí puede tenerse más o menos... Pero se viciaría el
significado jurídico de asumir en la incapacidad si a ésta se la atribuyera
o se pensara atribuir la gravedad o no.
Para Pompedda, ya Decano del Tribunal de la Rota Romana, "la
introducción subrepticia de la nota de la 'gravedad' en 10 que se refiere
a la incapacidad de asumir fácilmente se entiende por una doble razón:
porque alguna vez se ha hecho una confusión entre el defecto de la
discreción y la incapacidad de asumir, y porque aquella nota se ha traído
a la noción de la incapacidad desde el análisis de su causa" (sentencia c.
Pompedda, 1 de junio de 1992,enARRT84, 1995,pp.324-25,n. 7).
3. Antecedencia
Nos referimos en este punto a que la incapacidad, para ser causa de
nulidad matrimonial, debe existir antecedentemente a la celebración del
matrimonio: la causa psíquica originante de la incapacidad debía existir
previamente al consentimiento matrimonial para que así pueda ejercer
su influencia invalidante sobre éste. Esto no requiere que se debiera
manifestar con anterioridad, pues podía existir aunque en forma latente.
Por eso, aunque la incapacidad en concreto se haya probado después de
las nupcias, debe proceder de una causa que ya existía en el mismo
momento de esta.
Actualmente se insiste en que es suficiente con que la incapacidad sea
actual, es decir que exista en el momento de prestar el consentimiento
matrimonial. Así Stankiewicz, afirma que la incapacidad "debe existir en
el contrayente en el tiempo de la celebración de las nupcias para que
pueda hacer ineficaz el consentimiento matrimonial por defecto de su
objeto" (sentencia c. Stankiewicz, 14 de noviembre de 1985, p.489, n.
8).
Pompedda lo explica también diciendo: "El matrimonio se hace en y
desde el momento en que se manifiesta legítimamente el válido
consentimiento entre los contrayentes (c.l 057 § 1); a partir de aquí se
constituye el matrimonio (c.l 057 § 2), o sea nace entre los cónyuges un
vínculo perpetuo y exclusivo por su naturaleza que conlleva obligaciones
de este estado peculiar (c.1134 y ss.).
Por consiguiente, las obligaciones del matrimonio e igualmente los
derechos entre los cónyuges surgen a partir del momento del
consentimiento puesto, y no existen antes en el orden jurídico sino que
desde entonces producen los derechos de ambas partes y las mutuas
obligaciones deben llevarse a cabo.
Ciertamente que en las personas humanas es difícil, no imposible,
definir qué sucede en un instante del tiempo: pero así como los vicios
del consentimiento se diagnostican a partir de los hechos o de las
palabras realizados o proferidos por los contrayentes antes del
matrimonio
celebrado,
igualmente
los
defectos
del
mismo
consentimiento pueden estimarse a partir de circunstancias objetivas
probadas antes o después de las nupcias.
Por otra parte, se debe tener como cierto que la incapacidad
superveniente o subsiguiente no hace nulo el matrimonio válido. Por
tanto, es lícito hablar de la antecedencia de la incapacidad en cuanto
ésta, en lo que atañe al valor del matrimonio, es necesario que exista en
el momento en que se celebra el matrimonio y, por tanto, que no
sobrevenga sólo después" (sentencia c. Pompedda, 19 de octubre de
1990, en ARRT 82, 1994, p. 688, n. 8).
En cuanto al estudio de la antecedencia en la incapacidad consensual,
podemos resumido en tres reglas:
3.1. Sólo es relevante medir la existencia o defecto de capacidad
consensual en el momento cronológico de prestar el consentimiento.
3.2. La capacidad consensual no se requiere para continuar siendo
válidamente cónyuge y, por lo tanto, cualquier trastorno psíquico o
enfermedad mental sobrevenida después de la unión conyugal válida, no
tiene efecto destructor de la validez del matrimonio. No siempre es fácil
que las personas involucradas en este tipo de circunstancias las acepten
como queda afirmado, porque a veces se cultiva el error de pensar que
la nulidad matrimonial es equiparable con un divorcio.
3.3. Resulta irrelevante para la validez que la causa estudiada esté
generada por la desafortunada dinámica de la convivencia conyugal,
incluso cuando esta infeliz convivencia es la causa que provoca el
padecimiento de trastornos psíquicos a uno o ambos cónyuges. Allí se
prescriben terapias y una incesante búsqueda de alternativas que ofrece
la moderna ciencia para venir al encuentro de la superación de tales
padecimientos.
Un problema que se suele plantear en este contexto es el de la
denominada incapacidad latente: es decir, aquella incapacidad que
existía con antecedencia a la celebración del matrimonio, pero se
manifiesta posteriormente.
En este caso se aplican las normas generales del ordenamiento
canónico, señalando la incidencia que tiene en la celebración del
matrimonio (puesto que la invalida cuando es verdadera incapacidad
que influye en la prestación del consentimiento matrimonial) aunque se
resalta la dificultad de su prueba.
Esta incapacidad latente ha de ser al menos latente "in actu primo", es
decir que en el momento del matrimonio deben estar, al menos,
aquellos elementos patológicos que necesariamente hagan explotar la
incapacidad del sujeto. Así sucede, por ejemplo, si el defecto que
permanece en el 'inconsciente' del contrayente, explota a causa de la
consumación del matrimonio o del embarazo, pues es evidente que
tener relaciones sexuales y procrear es algo connatural al matrimonio.
Esto no puede decirse, por ejemplo, sobre la incapacidad para tener un
tolerable consorcio conyugal, surgida por la presencia de alguna persona
extraña a la familia en sentido estricto. Sin embargo se deja ver la gran
dificultad para probar la incapacidad en este tipo de causas por la
imposibilidad de solventar si se trata de una enfermedad surgida
después del matrimonio, o de una estructura ya perturbada de la
personalidad con anterioridad al consentimiento matrimonial.
4.
Perpetua o Temporal
No aparece una clara posición en la jurisprudencia y en la doctrina
canónica sobre la cuestión de si la incapacidad deba ser insanable o
perpetua, en sentido canónico, o si esto es indiferente y basta con
que la incapacidad exista en el momento de la prestación del
consentimiento matrimonial. En lo que si se coincide es en que la causa
originante de la incapacidad deba ser grave, pero no sobre si esta
gravedad tenga que ser tal que suponga su insanabilidad por medios
lícitos u ordinarios, o que tenga difícil curación médica, o bien que esta
gravedad exista sólo en el momento de prestar el consentimiento
matrimonial, no importando el hecho de su sanabilidad en el futuro.
A todo esto conviene recordar que la incapacidad no es un impedimento,
sino un defecto de consentimiento: para su relevancia canónica no se
exige la perpetuidad o insanabilidad, sino su existencia, gravedad e
influjo en el consentimiento matrimonial, dado que este es el factor
constitutivo del matrimonio.
Para la consideración de si la incapacidad psíquica ha de ser perpetua o
insanable, se ha de tener presente que el matrimonio se realiza por la
manifestación del consentimiento entre personas hábiles en el momento
de la celebración, y que si a una o a ambas partes, por un defecto
psíquico, les faltó en ese día gravemente la habilidad o la integración
inter o intrapersonal, el consentimiento se debe considerar inválido, y de
ninguna manera puede sanarse por una salud que, quizá, puede
recuperarse posteriormente o que ya está recuperada.
5.
Absoluta o Relativa
Es esta una de las cuestiones más discutidas a propósito de todo lo que
se refiere a la incapacidad de asumir establecida en el c. 1095, 3°.
La incapacidad absoluta surge si el contrayente no puede asumir las
obligaciones esenciales del matrimonio, ni en el matrimonio concreto
que celebró ni en cualquier otro que pueda celebrar en elfuturo. Sería
relativa cuando el contrayente es incapaz no para cualquier matrimonio,
sino para el matrimonio con personas determinadas, de modo que no se
excluye que pueda contraer válidamente el matrimonio con otras
personas.
Para algunos auditores rotales es indiferente que sea absoluta o relativa,
siempre que se tenga por incapacidad psíquica relativa aquello que
pudiera consistir en que se admitiría la nulidad de la alianza conyugal
entre dos personas sin que por ello se excluya la posible validez de otro
matrimonio en el que uno con otra parte o en otras circunstancias se
una en matrimonio.
Para una gran mayoría de autores, sin embargo, esa incapacidad ha de
ser absoluta, y en estos términos se señalan las dificultades existentes
en este tipo de causas, puesto que fácilmente se pueden confundir
"tanto el carácter general de la norma canónica con la relatividad de sus
elementos en la aplicación al caso concreto, como la incapacidad con la
mera dificultad... Realmente, todas las causas de naturaleza psíquica
mantienen un cierto carácter relativo, no absoluto; pero, sin embargo,
no es lícito atribuir a la misma norma canónica el principio psicológico de
relatividad" (sentencia c. Stanldewicz, 28 de mayo de 1991, en ARRT83,
1994, pp 348-49,nn 12-13).
Todo esto se refiere a aquellos supuestos de hecho en los que, con
antecedencia al acto de contraer, uno o ambos novios presentan
características
de
personalidad,
inseguridades,
fragilidades,
prevenciones o prejuicios profundos de origen educativo, ambiental o
psíquico que, sin constituir trastornos psíquicos o enfennedades
mentales, no obstante son limitaciones y defectos.
Si esas debilidades, limitaciones o defectos guardan importante relación
con las materias propias de los deberes conyugales, puede ocurrir que
los defectos de la personalidad de ambos acaben agravando aquellas
limitaciones, inseguridades o debilidades; de ser así, es posible que tal
agravamiento, en el momento en que ocurre la celebración del
matrimonio, haya alcanzado el extremo de causar una imposibilidad de
asumir las obligaciones esenciales del matrimonio: naturalmente con
este contrayente y no con otro.
En tales casos, estamos ante una causa psíquica que explica la
imposibilidad de asumir en el acto de contraer, lógicamente con este
singular contrayente, pues es con éste con quien una limitación leve o
moderada se ha agravado hasta el extremo de incapacitar
consensualmente y es con éste con el que se celebre el matrimonio. Es
de total importancia, también en estos casos, la antecedencia de la
causa psíquica y la antecedencia de su efecto jurídico final, es decir el
provocar la imposibilidad de asumir.
2.4.
Ignorancia de
matrimonio: canon 1096.
2.5.
las
propiedades
esenciales
del
Error acerca de la persona: canon 1097 § 1
2.6.
Error acerca de una cualidad de la persona directa y
principalmente pretendida (error redundans): canon 1097 § 2.
2.7.
Dolo provocado para obtener el consentimiento: canon
1098. En los cánones 1097 y 1098 se trata de las causas que
invalidan el matrimonio por error, bien acerca de la persona, bien
por dolo provocado para su consentimiento, acerca de una
cualidad del otro contrayente, que por su naturaleza puede
perturbar gravemente el consorcio de vida conyugal
2.8.
Error determinante acerca de la unidad, de la
indisolubilidad o de la dignidad sacramental del matrimonio (error
determinans): canon 1099.
2.9.
Simulación total del matrimonio o exclusión de una
propiedad esencial: canon 1101.
2.10.
Nulidad por atentar matrimonio bajo condición de
futuro (canon 1102 § 1) o bajo condición de pasado o de presente
que no se verifica (canon 1102 § 2).
2.11.
Matrimonio contraído
grave: canon 1103.
por
violencia
o
por
miedo
3.
Nulidades por Defecto de Forma
3.1.
Matrimonio nulo por celebrarse sin la asistencia del
ordinario del lugar o párroco, o sin su delegación: En el canon
1108 se trata de los requisitos de validez en cuanto a la forma.
Son válidos los contraídos ante el Ordinario del lugar o el párroco,
o sacerdote o diácono delegado, y ante dos testigos.
3.2.
Matrimonio por procurador nulo por vicio del mandato:
canon 1105.
IV CONDICIONES PARA INICIAR UN PROCESO CANÓNICO DE
NULIDAD MATRIMONIAL
Para iniciar una causa de nulidad matrimonial, se ha de presumir, con
un prudente fundamento, que alguna de las circunstancias que rodean a
dicho matrimonio puede entrar en una de las causas previstas por el
Derecho Canónico, que hemos acabado de señalar, como factores que
producen dicho efecto, al viciar alguno de los elementos esenciales a la
naturaleza del propio contrato matrimonial.
V
INDICACIONES PASTORALES
No deja de ser oportuno que se aclaren los conceptos fundamentales en
relación con la indisolubilidad del matrimonio, el significado de una
eventual nulidad -que implica la inexistencia de un verdadero
matrimonio- y su diferencia respecto al divorcio y a la misma '\
separación temporal.
A la luz de estos conceptos fundamentales se ha de hacer ver a las
partes interesadas que sólo es lícito pedir la nulidad de un matrimonio
iniciando el respectivo proceso canónico- cuando se está convencido en
conciencia de que hayal menos dudas serias sobre la existencia de una
causa que haga nulo el matrimonio aparentemente contraído.
Como este juicio puede ser difícil de formular, conviene que se pida
consejo, o se remita a la parte interesada a quien cuente con una
preparación especializada en derecho canónico y, al mismo tiempo,
posea un criterio correcto en esta materia.
No se puede ocultar que en muchas ocasiones se ha tomado mano de
una mentalidad que considera la nulidad como una solución pastoral si
surgen dificultades serias en el matrimonio. Precisamente la inmadurez
psíquica ha sido uno de los motivos más utilizados para justificar la
petición de nulidad. El Papa Juan Pablo 11 hizo varias referencias a esta
cuestión en sus discursos a la Rota Romana, de modo especial en el
discurso del6 de febrero de 1987.
Se debe recordar que la función de la actividad judicial de la Iglesia como de toda actividad judicial- es la búsqueda de la verdad.
En el caso de los procesos de nulidad matrimonial, los órganos de
justicia han de determinar si en el caso concreto el matrimonio fue nulo
o no, es decir, si hubo o no matrimonio, lo cual es independiente del
desarrollo posterior de la vida en común de las partes procesales.
Además, los pastores deben tener en cuenta -si se les presenta un caso
en el que probablemente haya un matrimonio nulo- que no debe ofrecer
el proceso de nulidad como única solución.
El pastor de almas ha de ofrecer también la posibilidad de convalidar el
matrimonio o sanarlo en la raíz, siempre que sea posible. Al ofrecer esta
posibilidad, ha de tener en cuenta no sólo en el bien de los cónyuges,
sino también el de los hijos habidos en la unión, además del bien de la
sociedad.
ORIENTACIONES
SOBRE
EL
DECLARACIÓN DE NULIDAD MATRIMONIAL
PROCESO
DE
La permanente reflexión sobre el matrimonio y por ende sobre la familia
nos permitirá reconocer, en un amplio ámbito de competencia la
importancia, la necesidad y aún la urgencia de la actuación oportuna de
la administración de la Justicia en la Iglesia. Por ello, se ha procedido a
la edición de estas notas que, con seguridad, será una guía de gran
ayuda en caso de presentación de Demanda para una posible
declaración de Nulidad Matrimonial.
QUÉ
ES
UN
ECLESIÁSTICO REGIONAL O INTERDIOCESANO?
TRIBUNAL
Varios Obispos Diocesanos pueden, si lo consideran oportuno, constituir
un Tribunal Interdiocesano, regional o interregional previa autorización
de la Signatura Apostólica.
Veamos que nos dice el Código de Derecho Canónico en su Canon 1423:
§ 1 "En sustitución de los Tribunales diocesanos, mencionados en los
cánones 1419-1421, varios Obispos diocesanos, con la aprobación de la
Sede Apostólica, pueden constituir de común acuerdo un tribunal único
de primera instancia para sus diócesis; en este caso, el grupo de
Obispos o el Obispo designado por ellos tienen todas las potestades que
corresponden al Obispo diocesano sobre su Tribunal.
§2 Los tribunales de que se trata en el § 1 pueden constituirse para
todas las causas o sólo para una clase determinada de ellas.
TRIBUNAL
INTERDIOCESANO DE MEDELLÍN
ECLESIÁSTICO
En el año 2002, cumplió el Tribunal Eclesiástico Interdiocesano de
Medellín 30 años de funciones en la administración de la justicia. Se
inauguró ellO de mayo de 1972, siendo Moderador el Señor Arzobispo
de Medellín, Tulio Botero Salazar. La primera Sede del Tribunal fue el
edificio del Seminario Mayor en Villanueva, donde hoy se encuentra con
todas las dependencias de la Curia.
La Asamblea Episcopal que rige el Tribunal la integran los Arzobispos y
Obispos de las Provincias Eclesiásticas de Santafé de Antioquia y
Medellín, y el Moderador es el Arzobispo de Medellín, a quien incumben
todos los derechos y deberes de los Obispos Diocesanos con respecto a
sus propios Tribunales, según la Normativa Canónica.
Principios Generales
1. Los tribunales no deben ser lugares donde comience la resolución de
los conflictos; deben ser los espacios donde las disputas finalicen,
después de haber examinado e intentado otros métodos de resolución
de conflictos.
2. Especialmente en tema de crisis o disputas conyugales y familiares,
los tribunales de las diversas jurisdicciones (civil o canónica) no deben
ser considerados como "el primer recurso", sino como "el último
recurso" de resolución de conflictos.
3. El espíritu que anima al legislador canónico no es el de la litigiosidad,
sino el de la pacificación previa, el de la conciliación entre aquellas
personas que puedan verse procesalmente enfrentadas.
4. El Derecho puede ofrecer fórmulas desvinculatorias, puede intentar
restablecer la paz social, puede atender y declarar justas unas
pretensiones, pero difícilmente puede restablecer la paz afectiva y
familiar al margen de la voluntad de los cónyuges
Cuál
es
la
actividad
Eclesiástico Interdiocesano de Medellín.
del
Tribunal
La actividad de los tribunales de la Iglesia, exceptuados los dicasterios
de la Curia romana con potestad judicial, y la Rota romana, se reduce,
en la práctica, a juzgar sobre la validez del vínculo matrimonial.
La
naturaleza
declarativa
causas de nulidad del matrimonio.
de
las
Los Romanos Pontífices han subrayado que las causas de nulidad del
matrimonio tienen naturaleza declarativa, no constitutiva. Es decir, la
sentencia no modifica la situación que poseía el vínculo matrimonial
antes de la decisión judicial1.
La naturaleza declarativa de las sentencias exige, como presupuesto,
aceptar el magisterio de la Iglesia sobre la indisolubilidad del
matrimonio, sobre la capacidad de las "personas normales" (que no
pueden dejar de ser la gran mayoría) para casarse, sobre la distinción
entre las dificultades y las incapacidades para cumplir los fines y las
propiedades del matrimonio2. En definitiva, se trata de declarar la
validez o la nulidad de una "realidad" cuya "objetividad" tiene un origen
divino, tanto respecto a la institución como a la capacidad de los fieles
para casarse.
En resumen, afirmar que, en las causas de nulidad del matrimonio, las
sentencias son declarativas exige aceptar que la realidad declarada
posee una existencia objetiva, cuyos parámetros de justicia son
determinados sólo por Dios y declarados auténticamente por el
magisterio eclesiástico, y no por criterios provenientes de la sociología o
de planteamientos morales relativizantes. Este argumento constituye el
núcleo de la enseñanza de la Enc. Veritatis Splendor, la cual posee una
notable importancia para entender qué es el matrimonio y, por tanto,
para la justa aplicación de los procesos matrimoniales3.
La "certeza moral" de los jueces.
En las causas de nulidad del matrimonio sólo es posible "declarar" la
realidad preexistente a la sentencia. Tratar de lograr la coincidencia
entre la realidad objetiva y el contenido de la decisión judicial constituye
el principio fundamental de cualquier sistema procesal justo.
Este objetivo adquiere particular intensidad en el procesocanónico, dada
la incidencia de cualquier sentencia (no sólo en materia matrimonial)
1
Cfr. p, ej.. PÍO XlI, Discorso alla Rota Romana, 2.X.1944, n.2,, a), en AAS 36 (1944), pp.281-290; Juan Pablo n,
Discorso alla Rota Romana, 4.II.1980, nn. 2-8, en AAS 72 (1980), pp. 172-178; ID, Discorso alla Rota Romana,
5.II.1987, n.9, en AAS 79(1987), pp. 1453-1459; ID, Discorso alla Rota Romana 18.I.1990, nn 5 y 6, en AAS82 (1990),
pp. 872-877.
2
Cfr. los discursos de Juan Pablo n a la Rota Romana citados y los de 1988 (AAS 80 (1988), pp. 1178-1185), 1992 (AAS
85 (1993) Mpp. 140-143, n. 3), 1993 (AAS8S (1993), pp. 1256-1260, nn.6 y 7) y 1994 (28.I.1994, en "L'Osservatore
Romano", 29.I.1994, p. S, passim).
3 Cfr Juan Pablo II, Discorso alla Rota Romana, 1994, cit.; M.F. Pompedda, Indirizzo d'omaggio rivolto al Papa dal
Decano della Rota Romana, 28.1.1994, en "L'Osservatore Romano", 29.I.1994, p.5.
sobre la salus animarum. De este principio derivan diversas instituciones
que introducen notables peculiaridades con el proceso civil: por ejemplo,
la inexistencia de la cosa juzgada en las causas sobre el estado de las
personas (c. 1643) y el carácter no perentorio de los plazos para
proponer pruebas (cc. 1600, 1609 § 5,1639 §.2).
El principio y el conjunto de dichas instituciones suele ser denominado
"favor veritatis" que, aun impregnando todos los ordenamientos
procesales, posee algunas manifestaciones típicas del proceso canónico4.
El "favor veritatis" comporta el sistema de la libre valoración de las
pruebas por parte del juez y la desaparición de las presunciones" iuris et
de iure" en el vigente sistema procesal de la Iglesia (cc.1584-1586,
1608 § 3)5. Para declarar la nulidad del matrimonio el Código de
Derecho Canónico, exige, como para dictar cualquier sentencia
"condenatoria" contenciosa o penal, que el juez alcance la "certeza
moral" (c. 1608 §§ 1 Y 4)6. La "certeza moral" no es un estado
meramente subjetivo del juez o del tribunal, puesto que debe fundarse
en las actas del proceso (c.1608 § 2), las cuales deben poseer la
capacidad de justificar la decisión adoptada en la motivación de la
sentencia: (cc. 1611,3, 1612 § 3, 1622,2°) Y de producirla misma
certeza en el tribunal de apelación7.
Por otro lado, la "certeza moral" es judicial, es decir, debe ser alcanzada
por la persona o personas que deben juzgar el caso en la sentencia. El
Juez no puede utilizar una certeza moral "prestada" de quien, sin ser
juez y sin poseer la ciencia jurídica (superando cualquier planteamiento
"voluntarista" en el que lo justo se identifica necesariamente con la
decisión de quien posee la potestad), pueda ofrecer valoraciones
provenientes de la ciencia en la que es perito (psicólogo, psiquiatra,
etc.), sobre las que ese experto poseerá una certeza médica, pero no
jurídica, que es el ámbito propio de la "certeza moral88".
Con estos presupuestos -y recordando que el "favor matrimonii" (c.
1060) y el concepto auténtico de "certeza moral" impiden declarar la
4
Cfr pío XII, Discorso alla Rota Romana, 2.X.1944, cit.; Juan Pablo II, Discorso alla Rota Romana, 4.II.1980, CIT., J
Llobell, II patrocinio forense e la "concezione istituzionale" del processo canonico, en II processo matrimoniale canonico,
cit., pp. 439-478.
5 Se refiere a las normas del derecho Canónico.
6 Sobre este concepto, cfr PÍO XII, Discorso alla Rota Romana, 1.X 1942, en AAS 34 (1942), pp. 338-343: Juan Pablo II,
Discorso alla Rota Romana, 4.II.1980, cit. Vide el comentario al c. 1608
7 Cfr J. Llobell, La genesi della sentenza canonica, en VV.AA., Il Processo matrimoniale canonico, cit., pp. 700-705 y
720-722.
8 Cfr los discursos de Juan Pablo II a la Rota Romana en 1987 y 1988, cits.; E. Colagiovanni, I1 giudice e la volutazione
delle prove, en VV.AA., I mezzi di prova nelle cause matrimoniali secondo la giurisprudenza rotale, Roma 1995, en
prensa; H. Flatten, Qua libertate iudezecclesiasticus probationes appretiare possit el debeat, en "Apollinaris" 33 (1960),
pp. 185-210.
nulidad del matrimonio cuando existe "alguna fundada o razonable
duda" sobre la validez del vínculo9 -hay que afirmar que el vigente
ordenamiento canónico permite declarar la nulidad siempre que el juez
alcance la "certeza moral".
En cualquier caso, para que alguno de los medios probatorios, por sí
solo, pueda determinar la certeza moral del juez es necesario que reúna
los requisitos, circunstancias, indicios, etc) que le consientan alcanzar la
calificación jurídica de "prueba plena" (cc. 1536 §.2, 1573, 1679). Tal
calificación deberá ser justificada por el juez en la motivación de la
sentencia (cc.1611, 3 o y 1612 §. 3) y podrá ser impugnada por la parte
(privada o pública) que no comparta dicha justificación.
En efecto, la certeza moral no es un mero estado subjetivo una intuición
del juez, aunque sea muy "intensa"- indemostrable "ex actis et probatis"
(c.1608 §.2) ante las partes y ante el tribunal de apelación; debe
tratarse de una certeza y -en cuanto tal, no puede dejar de ser
subjetiva- que sea "comunicable" a todos los sujetos destinatarios de la
sentencia, con tal que posean un adecuado conocimiento de la materia
en discusión y un "sano juicio": las partes, el tribunal de apelación y, en
definitiva, la comunidad "eclesiástica y civil en la que viven los cónyuges
cuyo matrimonio haya sido declarado nulo mediante una tal certeza.
Nos parece necesario insistir en estos conceptos, pues es evidente que
la declaración de la nulidad de un matrimonio basada sólo sobre la
declaración de las partes o de una de ellas o de un único testigo podría
ser objeto de fáciles abusos si no fueran respetadas las condiciones
determinadas por la ley: que constituya prueba plena capaz de producir
la certeza moral. Esas condiciones no son meros requisitos "formales",
carentes de sensibilidad pastoral, sino que derivan de la presunción de
la validez del matrimonio celebrado legítimamente (respetando la
dignidad de las personas que lo contrajeron, cuya capacidad y
sinceridad se presumen salvo prueba plena en contrario) y de la
importancia soteriológica (para la salvación) y social de proteger el
carácter indisoluble del vínculo conyugal.
Tribunal Único de Apelación
En la Const. Ap. Dei miseratione (3J(1.1741) Benedicto XIV estableció la
necesidad de dos sentencia conformes pro nullitate para que la decisión
judicial declarativa de la nulidad del vínculo matrimonial consintiera a
las partes la celebración de un nuevo matrimonio.
9
CfT los discursos a la Rota de 1942 (n. 1) y de 1980 (n. 6), cits. Para un planteamiento disconforme con el que acabamos
de señalar, cfr J.J. Garcia Failde, Nuevo Derecho Procesal Canónico, 2ª ed., Salamanca 1992, pp. 11-22.
Con la exigencia de la segunda decisión, el legislador ha pretendido
garantizar "la ulterior revisión de la sentencia, realizada por el tribunal
de la instancia superior10, como manifestación de la voluntad de
proteger el vínculo matrimonial (favor matrimonii: c.l060). Es así como
todas las sentencias proferidas en el Tribunal Regional de Medellín,
pasan a la confirmación del Tribunal Único de Apelación de Bogota.
Conclusión
De todas formas y a amera de conclusión a cuanto expuesto
anteriormente, no se trata de utilizar criterios hermenéuticos "benignos"
o "rigurosos", o contraponer un planteamiento "pastoralista" a otro
"juridicista". Se trata de aceptar que "la actividad jurídico-canónica es,
por su misma naturaleza, pastoral. Por tanto, cualquier contraposición
entre pastoralidad y juridicidad es equivocada. No es verdad que para
ser más pastoral el derecho deba "desjuridificarse" El derecho procesal
canónico participa del carácter pastoral del derecho de la Iglesia" 11. Ello
comporta conocer (con el esfuerzo que ese estudio exige) y respetar el
significado preciso de los conceptos y de las instituciones procesales
(competencia, certeza moral, conformidad de la sentencia, etc.), sin
vaciarlos de su contenido al aplicarlos12.
ELEMENTOS
QUE
DEBEN
CONOCERSE
EN
CASO
DE
PRESENTACIÓN DE LA DEMANDA PARA UNA POSIBLE
DECLARACIÓN DE NULIDAD MATRIMONIAL
1.
¿Qué es la Nulidad Matrimonial?
La Iglesia Católica concibe el matrimonio como una alianza "por la que
el varón y la mujer constituyen entre sí un consorcio de toda la vida,
ordenado por su misma índole natural al bien de los cónyuges y a la
generación y educación de la prole" (Cfr. Canon 1055 del CIC). Más
aún, "el matrimonio lo produce el consentimiento de las partes
legítimamente manifestado entre personas jurídicamente hábiles", de
acuerdo con la ley del consentimiento mutuo (Cfr. Canon 1057 del CIC).
Una nulidad es la declaración, por parte de la Iglesia Católica, de que el
consentimiento requerido para que un matrimonio sea válido fue
defectuoso desde el principio del mismo. Esta declaración la efectúa el
Tribunal Eclesiástico Regional de Medellín. La Sentencia en un caso de
nulidad de matrimonio se dictará después de un PROCESO de obtención,
de información referente a la historia familiar de cada una de las partes,
10
Comm. 12 (1980).p.233.
Juan Pablo 11, Discorso alla Rota Romana, 18.I.1990..., cit., nn. 3-7
12 Cfr Juan Pablo 11, Discorso alta Rota Romana, 30.I.1993., cit., n. 3; Id., Discorso alla Rota Romana, 28.I.1994, cit., nn.
2 y 5.
11
a la calidad y duración de su noviazgo, a la historia del matrimonio, a
las causas remotas e inmediatas de la separación. Solamente después
de haber realizado un minucioso examen de la historia de las personas
involucradas y de las relaciones entre ambos desde el comienzo de su
noviazgo, el Tribunal 'Eclesiástico Interdiocesano de Medellín podrá
dictar sentencia en un caso de nulidad de matrimonio.
2.
Competencia:
Para las causas de nulidad de matrimonio no reservadas a la Sede
Apostólica, son competentes según el Canon 1673 del Código de
Derecho Canónico:
2.1.
El Tribunal del lugar en que se celebró el matrimonio.
2.2.
El Tribunal del lugar en que el Demandado tiene su
domicilio o cuasidomicilio.
2.3.
El Tribunal del lugar en que tiene su domicilio la parte
Demandante, con tal de que ambas partes residan en el territorio
de una misma Conferencia Episcopal y de su consentimiento el
Vicario Judicial del domicilio de la parte Demandada, habiendo
oído a ésta.
2.4.
recoger la
el Vicario
consulta a
3.
El Tribunal del lugar en el que de hecho se han de
mayor parte de las pruebas, con tal de que lo consienta
Judicial del domicilio de la parte Demandada, previa
ésta por sí tiene alguna objeción.
Demandante:
La persona que diligencia los datos referentes al Matrimonio que figuran
en el cuestionario que se adjunta, se llama Demandante, que es la
persona que presenta el escrito llamado Demanda, al Presidente del
Tribunal Eclesiástico Intediocesano de Medellín quien, en su prudente
parecer, recibe o no la Demanda. De ser recibida pasará a reparto ya
asignación de costas, y a partir de ese momento el Tribunal se
entenderá directamente con el Demandante desde una de las Salas que
dirige un Vicario Judicial Adjunto.
4.
Demandado:
Una vez que el Tribunal Eclesiástico Interdiocesano de Medellín haya
admitido la Demanda, entrará en contacto con el otro cónyuge, que se
llama el Demandado y lo invita a participar en el Proceso. Si la persona
decide no participar, la causa continúa su curso. Si se desconociera el
lugar de residencia del Demandado para las notificaciones, el
Demandante ofrecerá las pruebas acerca de los medios que ha utilizado
para localizarlo.
5.
Testigos:
Para apoyar el alegato es esencial establecer claramente los hechos que
concurren en el caso. El Tribunal Eclesiástico Interdiocesano de Medellín
entiende que nadie es capaz de llegar a comprender todas las
dificultades, sufrimientos o traumas acontecidos en un matrimonio. Sin
embargo, la información aportada por los Testigos puede apoyar sus
alegatos. Tanto padres, hermanos y hermanas, pueden actuar como
Testigos válidos. También pueden dar un testimonio valioso los
parientes y amigos que hayan percibido algunas de las dificultades
acontecidas en el matrimonio. También los consejeros o terapeutas
(sicólogos o psiquiatras), a los que se haya acudido bien a lo largo del
matrimonio, bien después que éste haya finalizado, pueden aportar
valiosos puntos de vista, aunque las consultas realizadas no lo fueran en
calidad de "consultas matrimoniales". Para resolver el caso el Juez
necesita tener una imagen, lo más nítida posible, tanto de las personas
involucradas, como de las relaciones entre ellas.
6.
Proceso:
Cada una de las partes se entrevistará por separado, con el Sacerdote
Juez del Tribunal cuando se haya reunido toda la información disponible.
Una declaración de nulidad eclesiástica debe ser afirmada por dos (2)
Tribunales. Si este Tribunal Eclesiástico Interdiocesano de Medellín dicta
una sentencia afirmativa, ésta debe ser confirmada por un Tribunal de
Segunda Instancia o Tribunal de Apelación que se encuentra en Bogotá,
para que sea elevada a definitiva. El Tribunal de Segunda Instancia
tendrá que:
a) Revisar el proceso seguido en primera instancia, y
b) Revisar las pruebas de nulidad del matrimonio.
Una vez que el Tribunal de Segunda Instancia haya confirmado la
sentencia del Tribunal Eclesiástico Interdiocesano de Medellín, se le
comunicará a ambas partes.
7.
Efectos Civiles de la Nulidad:
Una Sentencia de nulidad eclesiástica tiene efectos sobre las leyes
civiles de este país. Una Sentencia de Nulidad Eclesiástica no afecta a la
legitimidad de los hijos.
Recomiendo que antes de iniciar el proceso de nulidad se proceda a la
disolución de la sociedad conyugal (cuerpos y bienes), que se hará ante
un Juez en una Comisaría de Familia, si hay dificultades para el
entendimiento de las partes, o ante un Notario si es de mutuo acuerdo.
8.
Costas económicas
Si se va a iniciar un proceso de Nulidad Matrimonial, deberá tener en
cuenta los siguientes pagos que son necesarios para que su proceso
pueda avanzar.
8.1.
Recepción de la Demanda: El Tribunal Eclesiástico
Interdiocesano de Medellín, al recibir la Demanda de Nulidad de su
matrimonio, adelantará en un tiempo razonable, según los
términos del Derecho Canónico, el Proceso hasta la Sentencia de
Primera Instancia.
8.2.
Usted es la parte Actora: Debe colaborar activa y
oportunamente con la administración de justicia del Tribunal.
De la puntualidad y cumplimiento de las citaciones a las partes y a los
testigos depende el proceso normal o retardo innecesario del proceso.
Se entiende que pasados seis meses de la no actuación de las partes se
considerará abandono de la causa, y por lo tanto será archivada. Para
reanudar el proceso deberá pagar de nuevo la inscripción. Además, debe
pagar en los momentos señalados por el Tribunal las costas judiciales en
la causa que usted propone, así:
8.2.1.
Inscripción: a la presentación de la Demanda
de Nulidad, debe cubrir un costo que varía anualmente
8.2.2.
Primera Instancia: el costo de la tramitación
en Primera Instancia en Medellín, de su causa es de entre: 2 y 10
salarios mínimos mensuales legales vigentes y debe sufragados
así:
8.2.2.1.
El 50% del costo total del Proceso al
llamamiento para su declaración.
8.2.2.2.
El 25% de lo que adeuda, a la recepción
de la declaración de los testigos.
8.2.2.3.
El 25% restante, al momento de la
publicación de las actas del proceso, antes de que se declare la
Sentencia. Téngase presente que el único medio de financiación
del Tribunal Eclesiástico Interdiocesano de Medellín, además de
una simbólica contribución de las Diócesis que lo integran, es el
pago de quienes presentan sus Demandas, por ello le
agradecemos el cumplimiento exacto de las obligaciones que
usted contrae con el mismo.
8.3.
Estudio Pericial: El Juez y Conjueces del Tribunal
colegiado que estudia su Causa, podrá libremente exigir un
estudio Pericial, sin el cual el proceso no podrá adelantarse. Se
entiende que ese costo adicional que será calculado con base en el
costo total de su proceso, y que oscilará entre 1 y 2 salarios
mínimos legales vigentes, lo sufraga usted pagando directamente
al Tribunal.
8.4.
Segunda Instancia: Después de que se dicte la
Sentencia le corresponderá pagar el costo del proceso de Segunda
Instancia que se adelantará ante el Tribunal Único de Apelación de
Bogotá, con un costo que se intenta mantener en $490.000, que
se cubrirá antes de remitir las Actas del Proceso de éste a ese
Tribunal.
8.5.
Ejecutoria: Una vez remitida su Causa ya sentencia
en el Tribunal Único de Apelación de Bogotá, deberá, así mismo,
pagar el costo de la Ejecución de la Sentencia, que tiene un valor
fijo $110.000.
8.6.
Imposición de Veto para contraer nuevas
nupcias: En caso de que el Juez imponga Veto, el costo del
levantamiento de la prohibición para la parte Actora será de un
Salario mínimo mensual legal vigente. La parte Demandada que
no ha aportado económicamente al proceso sufragará 2 salarios
mínimos mensuales legales vigentes.
8.7.
Reapertura del Juicio: En caso de que su Causa
haya sido archivada (pasados seis meses de no actuación
procesal) y usted desea reabrirla debe cancelar la suma de
$110.000.
8.8.
Constancia de Nulidad: Cuando usted requiera un
Certificado de Nulidad Matrimonial debe cancelar una suma que
determinará el Tribunal..
9.
Duración del Proceso:
Para la primera instancia que se realiza en el Tribunal Eclesiástico
Interdiocesano de Medellín, si no hay tropiezos graves, se podrá dictar
sentencia antes de un año.
Para la segunda instancia o el Tribunal de Apelación, que está en
Bogotá, será de menos de seis meses.
CONSULTA DE ORIENTACIÓN
El primer contacto que tiene usted con el Tribunal Eclesiástico
Interdiocesano de Medellín es la Entrevista o Consulta e Orientación con
uno de los Sacerdotes Asesores Canónicos del Tribunal. En ese dialogo,
abierto, franco y sereno, expone los hechos con el objeto de
identificando la presencia de alguna de las causales de Nulidad
matrimonial que consagra el Derecho Canónico. El Sacerdote Asesor
consigna los datos de la ficha que observará a continuación y emite su
propio parecer. Para que se familiarice con los datos que debe
proporcionar se consigna la respectiva ficha que será después
conservada en nuestro archivo.
Si de la entrevista se intuyen causales, a usted se le invitará a elaborar
un escrito borrador del texto de la Demanda que será corregido por el
Presidente del Tribunal Eclesiástico Interdiocesano de Medellín.
Dí
a
Me Año
s
1.
Sacerdote
Asesor:
___________________________________________________
2.
Parte
Actora,
Nombres
____________________Apellidos
___________________
Profesión _____________________________________________ Edad
__________
Dirección
Residencia
____________________Teléfono
________________________
Dirección Oficina o lugar de trabajo __________________Teléfono
______________
Nombre
de
un
familiar
cercano
que
conozca
el
caso
___________________________
Dirección
____________________
Teléfono
_________________________________
Parroquia
de
residencia
__________________________________________________
3 .Parte Demandada, Nombres
____________________ Apellidos
_______________
Profesión _____________________________________________ Edad
__________
Dirección
Residencia
____________________Teléfono
________________________
Dirección Oficina o lugar de trabajo __________________Teléfono
______________
Nombre
de
un
familiar
cercano
que
conozca
el
caso
___________________________
Dirección
____________________
Teléfono
_________________________________
Parroquia
de
residencia
__________________________________________________
4.
Lugar
de
matrimonio
________________
________________________
Fecha
5. Exposición de los hechos
6. Fundamentos del Derecho. Indicar los cánones del CIC.
7. Solvencia económica. Capacidad de sufragar las costas del proceso
TOT
AL
VOTO DEL VICARIO
JUDICIAL
Se
No se En
admite admite estudio
VOTO DE ASESOR
Positivo Negativo Estudio
Firma del Asesor: ___________________________________
PAR
TE
INDICACIONES PRÁCTICAS PARA LA ELABORACIÓN DEL TEXTO
BORRADOR DE LA DEMANDA.
Borrador: Elaborar el escrito (borrador de demanda), que es el primer
documento que va a entregar, siempre en papel blanco, común, y en
computador
No conteste preguntas, ni las enuncie, debe narrar la historia de su vida
cronológicamente, en tiempo verbal real, basándose en las preguntas
del documento.
Debe ser muy concreto al momento de expresar lo que quiere decir,
pero no al extremo de escribir un telegrama, o utilizar monosílabos.
No informar lo que no ha pasado
Para traer el documento borrador no tiene que pedir cita, solo se
entrega en horas de oficina, en e1.siguiente horario: de 8 a 12 m y de 1
:00 a 5:00 p.m. de lunes a viernes, en la oficina 308.
Conseguir los siguientes documentos:

Partida de matrimonio, original y reciente.

Partida de bautismo de ambos, con nota marginal de matrimonio,
original y reciente.

Registro civil de matrimonio, original

Partida de bautismo de hijos, original

Sentencia de liquidación de sociedad conyugal y cesación de
efectos civiles del matrimonio católico, si la hay, fotocopia.

Algún otro documento que considere es importante para el
proceso, como exámenes de psicólogos, etc., Fotocopia
VI ORIENTACIONES PARA LA ELABORACIÓN DE LA DEMANDA
DEFINITIVA PARA INICIAR UN PROCESO DE POSIBLE
NULIDAD MATRIMONIAL
TEXTO DE LA DEMANDA
Ilustrísimo Monseñor
JORGE ANÍBAL ROJAS BUSTAMANTE
Vicario Judicial-Presidente del Tribunal
Medellín
Eclesiástico
Interdiocesano
Yo ………………………… mayor de edad, con domicilio en (ciudad) ………………
identificado con cédula de ciudadanía No. …………… de ……….., con todo
acatamiento debido al Honorable Tribunal Eclesiástico Interdiocesano de
Medellín, mediante la presente Demanda, acuso de nulidad mi
matrimonio celebrado con …………………, en la Parroquia de
………………………. de (ciudad, pueblo) ……………….. el día ……del año ………
basado en los siguientes hechos:
1.
ANTECEDENTES FAMILIARES
1.1.
Su nombre completo. Nombre de los padres. Describa
su ambiente familiar desde la infancia, pasando por la
adolescencia y juventud; la relación con sus padres y hermanos.
Usted o alguien de su familia ha padecido alguna enfermedad
mental o han sido tratados por psiquiatra. psicólogo, consejero
matrimonial u otro profesional; si así fue proporcione los nombres
y las direcciones de esos profesionales, y si han existido
problemas como divorcios, separaciones, alcoholismo, adicción a
las drogas, discusiones, peleas irreconciliables. Su historia de
estudios y laboral. Explique cómo se enfrenta Usted a los
disgustos, decepciones y desengaños de la vida normal y si se
siente frustrado y porqué, y cuál es la solución que encuentra para
superar sus problemas. Explique su vida de fe y religiosa
1.2.
Antecedentes familiares
preguntas del párrafo anterior.
2.
de
su
cónyuge
con
las
NOVIAZGO
Explique con detalles, la forma cómo se conocieron y qué edad tenía
cada uno. Cuánto duró el noviazgo y cuáles fueron los problemas que se
presentaron, tales como celos, infidelidad, disgustos, engaños? Existió
presión de alguna manera para que contrajeran matrimonio? Las
respectivas familias aprobaron el noviazgo y la formalización del
matrimonio? De quién partió la iniciativa de casarse y porqué? Explique
si algún amigo o familiar de cualquiera de los dos manifestó extrañeza o
aconsejó algo contrario al matrimonio y porqué? Hubo relaciones
sexuales antes del matrimonio? Cuánto tiempo? Hubo embarazo? Qué
más puede agregar?
3.
CELEBRACIÓN DEL MATRIMONIO
Cuál fue la fecha del Matrimonio y la edad de cada uno de los
contrayentes? Dijeron Ustedes toda la verdad en el momento de la
elaboración del expediente matrimonial? Habían sido confirmados e
hicieron el Cursillo Prematrimonial? Faltó algún requisito o documento
que no pudiera obtenerse en aquel momento? Si el Celebrante fue el
párroco o si fue otro Sacerdote? Si se celebró en la Parroquia o en otra
Iglesia y porqué? Quiénes asistieron al matrimonio?
4.
CONVIVENCIA MATRIMONIAL
Cuánto duró la convivencia? Indique si hubo hijos y cuántos. Si no hubo
hijos indicar las razones. Si hubo hijos, indicar también como fue la
relación con ellos, así como la educación y la responsabilidad de los
padres durante y después de la convivencia. Cómo empezaron las
dificultades en el Matrimonio? Actitud sexual de los esposos desde el
comienzo de la vida matrimonial, especificando si han existido distintas
épocas en cuanto a frecuencia de los actos matrimoniales,
compatibilidad y ajuste sexual satisfactorio de los esposos? Alguno de
los dos se comportó de manera no razonable, violenta, impulsiva,
inestable, agitado, egoísta o mentía y perdía la calma con alguna
frecuencia? Hubo comportamientos de homosexualismo, lesbianismo u
otras aberraciones sexuales, infidelidad repetida, alcoholismo,
marihuana u otras drogas? Explique qué intervención han tenido los
padres de ambos en la vida matrimonial. Considera Usted que tiene un
carácter que es incompatible con el de su cónyuge; explicar. Indicar si
hubo separaciones temporales, cuántas, por cuanto tiempo y por qué
razones. Cuánto hace que se separaron definitivamente. De quién partió
la iniciativa de separarse? Cree que hubo comportamientos inadecuados
durante el matrimonio y que pudieron haber continuado después de la
separación? Siguieron, después de la separación, cumpliendo con todas
las obligaciones que conciernen a los hijos?
5.
CAUSALESDENULIDAD
Qué le mueve a presentar esta Demanda de nulidad?
Considero que el vínculo matrimonial fue defectuoso desde el principio
mismo a causa de: (enunciación de los hechos más relevantes, de 2 a 4
hechos, a manera de conclusión del relato, consignados en la
Demanda).
Si conoce las causales del Derecho las puede consignar; en caso
contrario simplemente escriba que: "Acuso de nulidad el matrimonio
contraído con ………………………….., por las causales que ese Honorable
Tribunal Eclesiástico Interdiocesano de Medellín estime conveniente".
6.
COMPETENCIA
Indicar claramente porqué el Tribunal Eclesiástico Regional de Medellín
posee la competencia para estudiar la causa de su nulidad (Cfr.
Elementos que deben conocerse en caso de presentación de la Demanda
para una posible declaración de Nulidad matrimonial).
"Por la celebración del matrimonio y por el domicilio de las partes, la
competencia para estudiar mi proceso de nulidad la tiene este Tribunal
Eclesiástico Interdiocesano de Medellín".
7.
TESTIGOS
Con el objeto de conocer más ampliamente los hechos expuestos por
Usted, presente una lista con nombres y apellidos completos,
direcciones exactas y números telefónicos de algunas personas mayores
de edad, incluso familiares, que en número no inferior a cuatro,
conocieron su vida, antes y durante el matrimonio, y las dificultades que
se presentaron tanto en el noviazgo como en la convivencia, indicando
el parentesco con Usted.
8.
NOTIFICACIONES
8.1.
Escriba su nombre completo, dirección exacta con
ciudad y número telefónico.
8.2.
Escriba el nombre completo de su cónyuge, dirección
exacta con ciudad y número telefónico.
9.
ANEXOS AL PRESENTAR LA DEMANDA
9.1.
Partida de Matrimonio, original.
9.2.
Registro notarial del matrimonio, puede ser fotocopia
9.3.
Partida de Bautismo de los esposos
marginales de matrimonio y de los hijos, originales
9.4.
la hay).
9.5.
con
notas
Sentencia de la disolución de la sociedad conyugal (Si
Sentencia de divorcio (Si la hay).
9.6.
Si hubiera ocurrido examen pericial, traer el concepto
y la historia clínica.
9.7.
Otros documentos que considere oportuno anexar.
ADVERTENCIA:
Las pautas que aquí se presentan, deben ser respondidas por escrito, en
computador, a espacio sencillo, utilizando un solo lado y en papel
sellado del Tribunal Eclesiástico Interdiocesano de Medellín, (solamente
para presentar la Demanda).
Conteste con fórmulas amplias pero concretas y completas, exponiendo
en una narración descriptiva, los principales acontecimientos que
puedan servir de ayuda, evitando los monosílabos como SI o NO,
evitando insultos o palabras descompuestas, o acusaciones que no
puedan probarse.
Puede presentar la Demanda, de ser posible, en un mínimo de cuatro
páginas y en un máximo de seis, en papel sellado del Tribunal, según las
indicaciones que se ofrecen.
FUNDAMENTOS DE DERECHO:
Canon 1095: Son incapaces de contraer matrimonio
1. Quienes carecen de uso de razón.
2. Quienes tienen un grave defecto de discreción de juicio acerca
de los derechos y deberes esenciales del matrimonio que
mutuamente se han de dar y aceptar.
3. Quienes no pueden asumir las obligaciones esenciales del
matrimonio por causas de naturaleza psíquica.
Canon 1097:
1. El error acerca de la persona hace inválido el matrimonio. El error
acerca de una cualidad de la persona, aunque sea causa del
contrato, no dirime el matrimonio, a no ser que se pretenda esta
cualidad directa y principalmente.
2. Canon 1098: Quienes contraen matrimonio engañados por dolo
provocado para obtener su consentimiento, acerca de una cualidad
del otro contrayente que por su naturaleza pueda perturbar
gravemente el consorcio de vida conyugal, contrae inválidamente.
Canon 1099: Error
El error acerca de la unidad, de la indisolubilidad o de la dignidad
sacramental del matrimonio, con tal de que no determine la voluntad,
no vicia el consentimiento matrimonial.
Canon 11 03: Violencia y miedo.
Es inválido el matrimonio contraído por violencia o miedo grave
proveniente de una causa externa, incluso, el no inferido con miras al
matrimonio, para librarse del cual, alguien se vea obligado a casarse.
Canon 1101,2: El consentimiento simulado.
Si uno de los contrayentes, o ambos, excluye con un acto positivo de la
voluntad el matrimonio mismo o un elemento esencial del matrimonio o
una propiedad del matrimonio, contrae inválidamente.
Exclusión
Exclusión
Exclusión
Exclusión
Exclusión
del
del
del
del
del
BONUM PROLIS (Hijos)
BONUM FIDEI (Fidelidad, unidad)
BONUM SACRAMENTI (Indisolubilidad)
CARÁCTER SACRAMENTAL
DERECHO A LA COMUNIDAD DE VIDA Y AMOR
SE RECUERDA:
1. PRESENTAR LA DEMANDA EN PAPEL SELLADO DEL TRIBUNAL
(NO COSER, NO DOBLAR, NO RAYAR, NO ENSUCIAR, NO
PERFORAR).
DATOS PARA LA PRESENTACIÓN:








La fecha de la Demanda es la de la presentación al Presidente del
Tribunal.
Las hojas deben ir numeradas, desde la primera.
La letra tamaño 12, como mínimo y en Arial.
Espacio sencillo.
Después de punto a parte, se dejan 2 espacios para empezar a
escribir el nuevo párrafo.
Las Demandas deben ser de máximo 6 hojas.
El documento debe ir justificado
Al final del Texto de la Demanda el Actor la firmará, consignando
el documento de identidad.
2. ELABORACION DE LA DEMANDA
Si por algún motivo las partes interesadas no tienen acceso a
computador o a quienes les elabore la Demanda, el Tribunal ofrece este
servicio de manera gratuita, solicitando cita previa con la persona
digitadora.
3. LA INSCRIPCIÓN PARA EL AÑO 2006 TIENE UN COSTO DE
$110.000.
4. ADJUNTAR EL BORRADOR DE LA DEMANDA CORREGIDO.
5. TAMAÑO DEL PAPEL:
TAMAÑO PERSONAL: ANCHO: 22 cm, ALTO: 33 cm
MARGENES: 7 cm superior, 4 cm izquierdo, 3 cm derecho, 3 cm
inferior.
COMO REUNIR LOS DOCUMENTOS
1. Partida de Matrimonio. La expide la Parroquia en la que se celebró
el matrimonio. En este documento aparece el nombre de la Parroquia en
la que fueron bautizados los contrayentes y por lo tanto en donde se
pueden obtener a su vez, las respectivas partidas de Bautismo.
2. Partida de Bautismo de los contrayentes. Con la partida de
matrimonio debe dirigirse a la Parroquia en la que fueron bautizados los
contrayentes, para solicitar la expedición de la partida de Bautismo en la
que debe figurar la Nota Marginal del Matrimonio. De no constar esa
nota marginal debe proporcionar la partida de Matrimonio para que
realice la correspondiente anotación.
3. Partida de
Matrimonio.
Bautismo
de
los
hijos
habidos
dentro
del
4. Registro Civil de Matrimonio: Se obtiene en una Notaría, con la
presentación de la partida de Matrimonio previamente autenticada en la
Curia Metropolitana.
INDICE
NULIDAD MATRIMONIAL, ANULACIÓN DEL MATRIMONIO, DIVORCIO Y
SEPARACIÓN EN EL DERECHO CANÓNICO S
LOS PROCESOS DE NULIDAD MATROMONIAL
8
LAS CAUSAS DE NULIDAD EN EL MATRIMONIO CANÓNICO 8
CONDICIONES PARA INICIAR UN PROCESO CANÓNICO DE NULIDAD
MATRIMONIAL
21
INDICACIONES PASTORALES 22
ORIENTACIONES SOBRE EL PROCESO DE DECLARACION DE NULIDAD
MATRIMONIAL
23
¿QUE ES UN TRIBUNAL ECLESIÁSTICO O INTERDIOCESANO? 24
TRIBUNAL ECLESIÁSTICO REGIONAL DE MEDELLÍN
24
INTEGRANTES DEL TRIBUNAL ECLESIÁSTICO REGIONAL DE MEDELLÍN
25
AFIRMACIONES 27
¿CUAL ES LA ACTIVIDAD DEL TRIBUNAL ECLESIÁSTICO REGIONAL DE
MEDELLÍN 27
LA NATURALEZA DECLARATIVA DE LAS CAUSAS DE NULIDAD DEL
MATRIMONIO
27
LA CERTEZA MORAL" DE LOS JUECES
TRIBUNAL ÚNICO DE APELACIÓN
CONCLUSIÓN 31
31
28
ELEMENTOS QUE DEBEN CONOCERSE EN CASO DE PRESENTACIÓN DE
LA DEMANDA PARA UNA POSIBLLE DECLARACIÓN DE NULIDAD
MATRIMONIAL
32
1. ¿QUE ES LA NULIDAD MATRIMONIAL?
32
2. COMPETENCIA
32
3. DEMANDANTE
33
4. DEMANDADO
33
5. TESTIGOS
33
6. PROCESO
34
7. EFECTOS CIVILES DE LA NULIDAD
35
8. COSTAS ECONÓMICAS 2006
35
8.1 RECEPCIÓN DE LA DEMANDA
35
8.2 USTED ES LA PARTE ACTORA
35
8.2.1 INSCRIPCIÓN
35
8.2.2 PRIMERA INSTANCIA 36
8.3 ESTUDIO PERICIAL
36
8.4 SEGUNDA INSTANCIA
36
8.5 EJECUTORIA
36
8.6 IMPOSICIÓN DE VETO PARA
CONTRAER NUEVAS NUPCIAS
37
8.7 REAPERTURA DEL JUICIO
37
8.8 CONSTANCIA DE NULIDAD
37
INSTITUCIONES CREDITICIAS
37
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