UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA CENTRO UNIVERSITARIO DE LOS VALLES ELABORACIÓN DE PLAN DE NEGOCIO Mtra: Sandra Patricia García de la Cruz Lic. administración EQUIPO: Adriana Monserrat Galván Hernández Andrea Monserrat Hernández Varo Angeles De Jesús Ledezma Rodriguez Juan Pablo Martinez Arreola Propuesta de valor: Venta de diversos productos como carne lácteos y huevos para satisfacer las necesidades de nuestros consumidores ofreciendo productos de alta calidad con características de alimentación orgánica razas de ganado especiales o métodos de crías sostenible enfocándonos en locales de la región Valles, por ejemplo: carnicerías , cremerias y restaurantes. Mercado: Los alimentos orgánicos han ganado un lugar importante en el mercado alimentario global debido a la creciente preocupación por la salud y el medio ambiente. Estos alimentos se cultivan y procesan sin el uso de pesticidas sintéticos, fertilizantes químicos, organismos genéticamente modificados o aditivos artificiales. La preferencia por estos productos se ha incrementado con la conciencia sobre los impactos de la agricultura convencional y la importancia de una alimentación más natural. Este mercado ha evolucionado rápidamente, pasando de ser un nicho a una parte significativa del sector alimentario. El crecimiento ha sido impulsado por varios factores: ● Cambios en el Comportamiento del Consumidor: Cada vez más consumidores buscan alimentos que sean buenos para su salud, la de sus familias y el medio ambiente. La preferencia por productos frescos, naturales y sin químicos ha influido en la demanda de alimentos orgánicos. ○ ● Crecimiento Global: Según informes recientes, el mercado global de alimentos orgánicos ha experimentado un crecimiento anual de dos dígitos en muchos países. ○ ● Canales de Venta Diversificados: Los alimentos orgánicos están disponibles en supermercados, tiendas especializadas, mercados locales y plataformas de comercio electrónico. Las ventas en línea han ampliado el alcance de estos productos, facilitando el acceso para una base de consumidores más amplia. ● Precios más elevados: Los alimentos orgánicos suelen tener precios más altos en comparación con los convencionales. Esto se debe a los métodos de producción más costosos, menor rendimiento de los cultivos y la certificación necesaria para etiquetar los productos como "orgánicos". ○ ● Certificación: Los productos orgánicos deben cumplir con regulaciones estrictas y ser certificados por organismos especializados. La certificación asegura a los consumidores que los alimentos cumplen con los estándares de producción orgánica. ○ ● Aumento de la Oferta: Las grandes empresas alimentarias han ingresado al mercado orgánico, ampliando la oferta de productos, desde frutas y verduras hasta productos procesados como galletas, jugos, cereales y alimentos congelados. Oferta: Estos productos se obtienen, crían y procesan mediante métodos naturales. En la agricultura, se evita el uso de productos químicos como pesticidas, fertilizantes sintéticos, aguas residuales tratadas o semillas modificadas genéticamente. En la ganadería, los animales no reciben hormonas de crecimiento, anabólicos ni antibióticos, y su alimentación se basa en fuentes naturales, sin ingredientes artificiales. Los alimentos procesados industrialmente tampoco contienen aditivos o conservadores artificiales. En México, la producción de alimentos orgánicos empezó en la década de los sesenta, impulsada por la demanda de empresas extranjeras. Las tierras utilizadas para el cultivo eran áreas tradicionales, principalmente en regiones indígenas, donde no se aplicaban químicos. Los primeros estados en adoptar este tipo de producción fueron Chiapas y Oaxaca. Actualmente, los cultivos orgánicos se han extendido por todo el país. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el objetivo de este sistema de producción orgánica es potenciar la seguridad alimentaria, el desarrollo rural, los medios de subsistencia sostenibles y la integridad del medio ambiente. Hoy en día, el consumo de carne, leche, huevos orgánicos está en constante crecimiento a nivel global. Países como los de la Unión Europea, Estados Unidos y Japón se destacan como los mayores consumidores. Sin embargo, en México también se está comenzando a reconocer los beneficios tanto de producir como de consumir productos orgánicos. El interés en estos productos radica en las ventajas que ofrecen para la salud y en los métodos naturales con los que son elaborados. El creciente interés de las personas por consumir productos provenientes de procesos sostenibles y saludables ha impulsado la demanda de carne orgánica. Esto se refiere a la carne obtenida de animales como vacas, bovinos y aves de corral, criados de forma natural. La producción de este tipo de carne implica una mayor inversión para los productores en comparación con la carne convencional, siendo la alimentación de los animales el principal costo, ya que se utiliza alimento orgánico. A esto se suman otros gastos, como los insumos para cuidar los cultivos, en caso de que los productores manejen toda la cadena de producción. Sin embargo, este esfuerzo resulta valioso para los empresarios, considerando los beneficios económicos, para la salud y el medio ambiente. En México, estados como Guanajuato, Chiapas, Veracruz, Sinaloa, Oaxaca y Yucatán son pioneros en la producción de carne orgánica. Los animales son alimentados con pastos, granos y semillas orgánicas, en muchos casos cultivados mediante hidroponía. Estos alimentos están libres de pesticidas, hormonas y organismos genéticamente modificados (OGM), garantizando un producto completamente natural. Consumir alimentos de esta naturaleza, elaborados bajo condiciones especiales, no solo favorece la salud, sino que también contribuye a la preservación del medio ambiente y promueve el bienestar animal. Una dieta que satisfaga las necesidades básicas de nutrición y salud de los seres humanos, al mismo tiempo que mejora su calidad de vida, es fundamental a la hora de decidir qué comprar. Aunque los productos orgánicos suelen tener precios más elevados que los convencionales, muchas personas están dispuestas a pagar este costo debido a los múltiples beneficios que ofrecen. En la gráfica que se muestra en la parte inferior , nos da a conocer la Superficie en hectáreas registrada como orgánica por modalidad, en la República Mexicana Se considera que los métodos de producción orgánica, comparados con los de la agricultura convencional, tienen menos efectos perjudiciales sobre el medio ambiente. Esto no es sorprendente, ya que el medio ambiente es el objetivo original de la agricultura orgánica. Una mayor preferencia por la agricultura orgánica reduciría los costos de limpieza ambiental y disminuiría el daño relacionado con las externalidades. Los subsidios a la agricultura orgánica se promocionan como justificados por los beneficios ambientales que esta produce. La agricultura orgánica es un enfoque que se puede utilizar para alcanzar objetivos de calidad ambiental. Los responsables de la formulación de políticas agrícolas están comenzando a evaluar formas de facilitar el desarrollo de la agricultura orgánica para potenciar al máximo los beneficios al medio ambiente. La cantidad de alimentos y bebidas orgánicas ha crecido del 9% en 2009 al 15% en 2019 (agosto de 2018 a julio de 2019). Si bien la disponibilidad de alimentos y bebidas orgánicas en Asia, América Latina, Medio Oriente y África ha aumentado ligeramente, menos de uno de cada veinte (4%) lanzamientos de alimentos y bebidas entre agosto de 2018 y julio de 2019 tuvo un reclamo orgánico en cada uno de estas regiones. Esto es un aumento del 3% en Asia y América Latina, y del 2% en Oriente Medio y África hace diez años. A pesar de este crecimiento, la disponibilidad de alimentos y bebidas orgánicas sigue siendo relativamente baja en regiones como Asia, América Latina, Oriente Medio y África, donde menos del 4% de los lanzamientos de productos en ese periodo incluían reclamos de ser orgánicos. Sin embargo, esta cifra muestra una leve mejoría en comparación con hace diez años, cuando apenas el 3% de los productos lanzados en Asia y América Latina, y el 2% en Oriente Medio y África, hacían referencia a prácticas de producción orgánica. Este incremento puede atribuirse a varios factores, como la creciente preocupación por la salud, el bienestar animal, la sostenibilidad, y una mayor conciencia ambiental. En mercados más maduros, como Europa y América del Norte, los productos orgánicos ya han alcanzado una mayor penetración, impulsados por políticas de apoyo gubernamental, incentivos para la producción orgánica, y un consumidor más informado y dispuesto a pagar un precio premium. Además, los consumidores están cada vez más interesados en la trazabilidad de los alimentos, es decir, en conocer el origen de los productos que consumen, y cómo fueron cultivados o procesados. Esta tendencia está obligando a las empresas a ser más transparentes sobre sus prácticas de producción y a certificar sus productos como orgánicos para atraer a este segmento del mercado. Por otro lado, en regiones en desarrollo como América Latina y Asia, si bien el interés por los productos orgánicos está en aumento, los desafíos incluyen la falta de infraestructura adecuada para la producción y certificación orgánica, así como el costo más alto de los productos, lo que limita su accesibilidad para grandes segmentos de la población. Al observar la gráfica, se puede notar un crecimiento constante en el área destinada a la producción orgánica certificada a lo largo de los últimos años. Este incremento refleja una mayor demanda tanto a nivel local como internacional, impulsada por el aumento de consumidores conscientes de la salud y el medio ambiente. Los productores han reconocido la rentabilidad a largo plazo, y aunque los costos iniciales de la transición a la agricultura orgánica pueden ser elevados, la gráfica muestra que la tendencia a invertir en este tipo de producción sigue en alza. Este crecimiento se ve reflejado también en el aumento de productos orgánicos en mercados y supermercados, donde los consumidores están dispuestos a pagar un precio premium por alimentos que consideran más saludables y sostenibles. El Consejo Nacional de Producción Orgánica reporta que en los últimos 10 años la producción orgánica en México ha crecido a un ritmo de 20% anual, en promedio. Nuestro país se convirtió, en 2020, en uno de los tres principales productores orgánicos más importantes a nivel mundial. México está ubicado en el contexto internacional como país productor exportador de alimentos orgánicos. En el país, el sector orgánico es el subsector agrícola más dinámico, pues ha aumentado su superficie cultivada orgánicamente de 23 mil hectáreas en 1996 a 103 mil hectáreas en 2000 y para 2002 se estimó que alcanzó las 216 mil hectáreas; para ese año 2000, esta agricultura fue practicada por más de 33 mil productores en 262 zonas de producción de 28 estados de la República, lo cual generó 139 millones de dólares en divisas y 16.4 millones de jornales por año. Algunos de nuestros competidores serían aquellos pequeños agricultores que ofrecen productos orgánicos en la región. Estos productores suelen tener la ventaja de contar con una relación directa con los consumidores, ya sea a través de ventas en mercados locales, ferias agrícolas o mediante sistemas de entrega personalizados. Además, al ser productores más pequeños, pueden enfocarse en la calidad y frescura de sus productos, lo que les permite atraer a un nicho de mercado que valora los productos locales y sostenibles. Sin embargo, aunque estos agricultores representan competencia, también son una oportunidad para crear alianzas o colaborar en la promoción de los alimentos orgánicos dentro de la región. Juntos, podemos fortalecer la oferta de productos orgánicos y mejorar la educación del consumidor sobre los beneficios de este tipo de alimentos, lo que contribuirá a expandir el mercado para todos los participantes en el sector. Otra competencia que podría enfrentar el negocio son los mercados locales y supermercados, ya que estos ofrecen una variedad de productos orgánicos, algunos de los cuales provienen de grandes proveedores con precios más competitivos. Los supermercados suelen tener mayor alcance, ofreciendo conveniencia a los consumidores con la posibilidad de hacer todas sus compras en un solo lugar, lo que puede atraer a un público que prioriza la comodidad sobre la procedencia local de los productos. Por tanto, para competir eficazmente, será importante diferenciarse ofreciendo productos exclusivos, resaltando la calidad y el impacto positivo en la salud y el medio ambiente, así como estableciendo una sólida conexión con los consumidores para generar lealtad hacia los productos orgánicos del negocio. Por último, una de las competencias que identificamos son las agroempresas emergentes, ya que estas compañías están entrando al mercado con enfoques innovadores y con modelos de negocio más flexibles. Muchas de ellas aprovechan tecnologías modernas y prácticas agrícolas sostenibles para optimizar sus procesos y reducir costos, lo que les permite competir tanto en precio como en calidad. Además, estas empresas suelen tener una fuerte orientación hacia la comercialización digital, utilizando plataformas de e-commerce y redes sociales para llegar a consumidores más jóvenes y conscientes de la sostenibilidad. Estas agroempresas también tienden a diferenciarse por ofrecer productos especializados o exclusivos, como variedades orgánicas menos comunes o con un enfoque en la producción local y sostenible. Esto les da una ventaja competitiva en un mercado en el que los consumidores buscan transparencia, trazabilidad y productos que respeten el medio ambiente y la salud humana. La frecuencia de consumo de comida saludable en México en 2019 y 2020 refleja una tendencia creciente en la adopción de hábitos alimenticios más conscientes, lo que está directamente relacionado con el aumento de productos orgánicos. La gráfica muestra cómo los consumidores mexicanos se están inclinando cada vez más por alimentos saludables, impulsados por factores como la preocupación por la salud, el bienestar, y el impacto ambiental. Aumento en el consumo regular: Se observa un incremento notable en el número de personas que consumen alimentos saludables de manera regular entre 2019 y 2020. Este crecimiento podría estar relacionado con una mayor conciencia sobre los beneficios de una dieta equilibrada, el impacto de la pandemia en los hábitos de salud y la disponibilidad de productos más accesibles en supermercados y mercados locales. Mayor interés en productos naturales y orgánicos: La gráfica probablemente resalta un cambio en las preferencias alimentarias, con un aumento en el consumo de productos naturales, frescos y orgánicos. El acceso a estos productos en México ha mejorado, y aunque los precios de los productos orgánicos suelen ser más altos que los convencionales, los consumidores parecen dispuestos a invertir en su salud. Un estudio empírico publicado en 2021 en la revista científica de acceso abierto PLoS One examina en profundidad los factores que motivan a los consumidores a optar por alimentos ecológicos. Según el estudio, uno de los principales impulsores del crecimiento en las ventas de productos ecológicos es una creciente conciencia sobre la salud entre los consumidores. Muchos creen firmemente que los alimentos ecológicos ofrecen beneficios nutricionales superiores a los alimentos convencionales, contribuyendo a una dieta más equilibrada y saludable. Además de las preocupaciones relacionadas con la salud, los consumidores están cada vez más preocupados por los impactos ambientales asociados con la producción de alimentos. Los fertilizantes químicos y otros compuestos sintéticos, utilizados comúnmente en la agricultura convencional, pueden tener efectos negativos en los ecosistemas y la biodiversidad, así como en la salud humana. Como resultado, hay una tendencia creciente entre los consumidores hacia la compra de productos ecológicos, que se perciben como una opción más sostenible y menos dañina para el medio ambiente. Las empresas están respondiendo a esta demanda creciente adoptando prácticas más ecológicas y desarrollando estrategias de marketing centradas en resaltar los beneficios de los productos ecológicos. Estas estrategias no solo enfatizan la superioridad de los alimentos ecológicos en términos de salud y sostenibilidad, sino que también educan a los consumidores sobre el impacto positivo que tienen sus elecciones de compra en el medio ambiente. Este cambio en las preferencias del consumidor ha llevado a un aumento en la disponibilidad y variedad de productos ecológicos en el mercado. Cada vez más personas están buscando información sobre los beneficios de los alimentos ecológicos y están dispuestas a invertir en productos que se alineen con sus valores de salud y sostenibilidad. Este creciente interés y la evolución en las estrategias de marketing están, en gran medida, impulsando el crecimiento del sector de los productos ecológicos, consolidando su posición en el mercado global. En el estudio publicado en la revista PLoS One, los investigadores llevaron a cabo un análisis exhaustivo de las respuestas proporcionadas por 279 participantes que afirmaron ser consumidores de productos ecológicos. El estudio se centró en examinar cómo variables demográficas como la edad, el sexo, el nivel de ingresos y el nivel educativo influyen en las decisiones de compra de estos consumidores. Los hallazgos del estudio revelan que los consumidores en el rango de edad de 41 a 50 años son los más inclinados a adquirir alimentos ecológicos. Este grupo etario muestra una clara tendencia hacia la compra de productos que perciben como más saludables y sostenibles. En cuanto a los factores educativos y económicos, el estudio muestra que aquellos con niveles de educación más altos y mayores ingresos también son más propensos a elegir alimentos ecológicos. Esto sugiere una correlación entre el nivel educativo y económico con la inclinación hacia el consumo de productos que consideran beneficiosos para su salud y el medio ambiente. Por otro lado, el estudio no encontró evidencia de que el sexo del consumidor tenga un impacto significativo en la decisión de comprar productos ecológicos. Esto indica que, independientemente de si el consumidor es hombre o mujer, las decisiones de compra están más influidas por otros factores como la edad, la educación y los ingresos. En términos de crecimiento del mercado, el estudio de BlueWeave Consulting proporciona una perspectiva amplia sobre la expansión del sector de alimentos ecológicos. Se estima que el mercado de alimentos ecológicos experimentará un crecimiento anual del 8.7%, alcanzando una proyección de más de 95,000 millones de dólares para el año 2027. Este ritmo de crecimiento supera notablemente el crecimiento proyectado para la industria alimentaria en general, que se espera que crezca a un ritmo anual del 3.8% hasta 2027. Este contraste destaca la creciente popularidad y demanda de productos ecológicos frente a los alimentos convencionales, subrayando una tendencia significativa en el mercado hacia opciones más sostenibles y saludables. A lo largo de los años, la tendencia en la industria alimentaria ha sido hacia la industrialización, con procesos de producción que priorizan la eficiencia y la durabilidad de los productos. Sin embargo, en tiempos recientes, estamos observando un cambio significativo en esta dirección. La producción agropecuaria de baja escala, que se centra en la cosecha fresca y la ausencia de aditivos artificiales, está emergiendo como una alternativa atractiva. Este movimiento hacia métodos de producción más naturales y sostenibles representa una valiosa oportunidad de inversión, impulsada por el creciente interés en estos productos. Los alimentos orgánicos están ganando cada vez más terreno en supermercados y restaurantes, con una demanda particularmente alta entre los jóvenes. Esta generación busca ser "consumidores socialmente responsables", valorando no solo los beneficios para la salud de los productos orgánicos, sino también su impacto positivo en el medio ambiente. La percepción de prestigio asociado con el consumo de alimentos orgánicos también contribuye a su creciente popularidad. En respuesta a esta demanda, están surgiendo nuevamente los tianguis orgánicos, mercados locales que permiten la venta directa de productos del productor al consumidor. Estos espacios no solo facilitan el acceso a alimentos frescos y sin procesar, sino que también juegan un papel crucial en la preservación de la diversidad genética de los cultivos y el entorno, como indican estudios de SAGARPA y Rivera (2016). Además, la producción de alimentos orgánicos se está consolidando como una opción de negocio prometedora. Los productores orgánicos están siendo incentivados a participar en ferias agroalimentarias, exposiciones de restaurantes y mesas de negociación tanto a nivel nacional como internacional. Estas actividades tienen como objetivo posicionar los productos orgánicos en el mercado y ampliar su alcance. México, en particular, se destaca en este contexto, ocupando el tercer lugar a nivel mundial en términos de cantidad de productores orgánicos, solo por detrás de India y Uganda. No obstante, el país enfrenta el desafío de ofrecer estos productos saludables a precios accesibles. Para abordar este reto, es esencial desarrollar proyectos y estrategias que optimicen los costos de producción, los cuales pueden reducirse gracias a los métodos más naturales y menos industrializados de cultivo. Los productos orgánicos están dejando de ser una simple moda pasajera para consolidarse como una opción de consumo responsable y sostenible. Este cambio refleja una transformación en las prioridades de los consumidores y una oportunidad significativa para el desarrollo de un mercado más saludable y consciente. Las ventas de productos orgánicos han experimentado un notable incremento, con un crecimiento anual del 53%. Este aumento ha sido seguido por una subida del 30% anual en las ventas de productos bajos en azúcar, sodio y grasas. Este auge en la demanda se produce a pocos meses de la implementación del nuevo sistema de etiquetado de advertencia en alimentos y bebidas, el cual señala con octágonos negros los altos contenidos de grasas, sodio y azúcares. Yanira Reyes, líder de análisis en Nielsen Connect México, destaca que las marcas que comunican de manera clara y eficaz sus beneficios para la salud están sobresaliendo. "Los productos que contienen probióticos, están enriquecidos con vitaminas, o se presentan como naturales están viendo un crecimiento sin precedentes. Los productos orgánicos, en particular, están experimentando un auge como nunca antes", señaló Reyes. Asimismo, los productos naturales han visto un aumento en sus ventas del 17% anual. Ingredientes en tendencia como los probióticos, proteínas, matcha y chai también han tenido un buen desempeño, con un incremento del 16% en sus ventas. Reyes explicó que estos productos a menudo tienen un sobreprecio del 45%, pero hay un segmento de consumidores dispuesto a pagar este adicional por productos claramente diferenciados. Aunque el gasto disponible no ha aumentado y el contexto económico es de crisis, los consumidores están ajustando sus compras, reemplazando ciertos productos por estos nuevos artículos en sus canastas. Desde el 1 de octubre de 2020, el nuevo etiquetado frontal de advertencia ha entrado en vigor, utilizando octágonos negros para alertar a los consumidores sobre altos niveles de azúcar, calorías, sodio o grasas. Reyes advirtió que los efectos completos de este etiquetado aún no son visibles, y se espera que tarden entre 3 y 4 meses en manifestarse, con cambios en la percepción de las marcas previamente consideradas saludables pero que ahora están etiquetadas de manera más crítica. En otros países donde se han introducido sistemas de etiquetado similares, se ha observado una disminución en el volumen de ventas de hasta un 20%. Este fenómeno sugiere que el etiquetado puede tener un impacto significativo en las decisiones de compra y en la dinámica del mercado. Demanda: La producción y el comercio de alimentos ganaderos orgánicos en Jalisco han experimentado un aumento considerable en los últimos años. Este crecimiento responde, en gran medida, al creciente interés de la población por mejorar su salud y bienestar, especialmente ante el acoso de diversas enfermedades que afectan a la comunidad. Cada día, más personas toman la decisión de consumir productos que sean lo más naturales posible, evitando aquellos que contengan aditivos químicos o procesados. Dado a esto, la preferencia por carnes provenientes de animales criados sin hormonas de crecimiento y por verduras y frutas cultivadas sin el uso de químicos o fertilizantes sintéticos se ha vuelto una tendencia marcada. Los consumidores están cada vez más informados y conscientes de los beneficios que ofrece una alimentación más orgánica y sostenible. Este cambio en los hábitos alimenticios refleja una búsqueda de calidad y un compromiso con la salud, lo que a su vez impulsa la demanda de productos que cumplan con estos estándares. Sin embargo, en este análisis nos enfocaremos específicamente en la zona de Ameca, Jalisco. Esta región cuenta con características particulares que la hacen ideal para la producción de alimentos orgánicos. La diversidad del suelo, junto con un clima favorable, permite el cultivo de una amplia variedad de productos que pueden ser comercializados como orgánicos. En este sentido, es fundamental identificar un porcentaje estimado de clientes específicos que estén interesados en adquirir nuestros productos. Al dirigir nuestros productos hacia un público selecto en Ameca, podremos establecer relaciones más sólidas y personalizadas con los consumidores, lo que facilitará la promoción de nuestros alimentos ganaderos orgánicos. Además, esto nos permitirá no solo satisfacer la demanda local, sino también contribuir a la economía de la región, fomentando prácticas agrícolas responsables y sostenibles. A medida que crece la conciencia sobre la importancia de una alimentación saludable y natural, estamos convencidos de que la oferta de productos orgánicos en Ameca encontrará un nicho de mercado dispuesto cambiar su manera de consumir alimentos. El mercado que consume productos orgánicos en la localidad de Ameca, Jalisco, se caracteriza por su diversidad y dinamismo. Este entorno diverso nos lleva a clasificar el segmento de consumidores en tres categorías principales que serán nuestro enfoque para comprender mejor las dinámicas de este mercado: 1. Restaurantes: Los restaurantes juegan un papel crucial en el consumo de productos orgánicos. Estos establecimientos, en su búsqueda por ofrecer menús innovadores y saludables, recurren a ingredientes orgánicos para satisfacer las crecientes demandas de sus clientes. Los consumidores actuales son más conscientes de lo que consumen, buscando opciones que no solo sean sabrosas, sino también sostenibles. Esta tendencia ha llevado a muchos restaurantes a establecer relaciones directas con productores locales de alimentos orgánicos, lo que no solo mejora la frescura de sus platillos, sino que también apoya la economía local y promueve prácticas agrícolas responsables. 2. Carnicerías: La incorporación de productos cárnicos orgánicos en las carnicerías está ganando terreno. A medida que más consumidores se 1. preocupan por la calidad de la carne que compran, muchas carnicerías están adaptando su oferta para incluir carnes provenientes de animales criados sin hormonas ni antibióticos, y alimentados de manera orgánica. Esta opción se presenta como una respuesta a la demanda de una alimentación más saludable, ya que los consumidores buscan productos que garanticen un menor impacto en su salud y en el medio ambiente. Además, la transparencia en el origen de la carne es un aspecto que se vuelve cada vez más relevante para los compradores. 2. Cremerías: Al igual que las carnicerías, las cremerías han comenzado a incorporar productos lácteos orgánicos en su oferta. Esto incluye leche, quesos y yogures que provienen de prácticas de producción sostenibles y libres de aditivos artificiales. La creciente popularidad de los productos lácteos orgánicos se debe a la percepción de que son más saludables y nutritivos. Muchos consumidores están dispuestos a pagar un precio más alto por productos que consideran de mayor calidad y que promueven un estilo de vida saludable. El mercado se compone de estos tres factores clave, que representan los mayores compradores de productos orgánicos en la zona de Ameca, Jalisco. Sin embargo, es fundamental resaltar que existe una limitación significativa en la proporción de la población que opta por la compra de productos orgánicos. Esto se debe en gran parte a la falta de información y conocimiento sobre las ventajas y beneficios de este tipo de alimentos. Según un informe emitido por la Profeco, las autoridades federales y estatales han subrayado que en el estado de Jalisco se cuentan con aproximadamente 13,200 hectáreas dedicadas a cultivos orgánicos. A pesar de esta vasta producción, solo un 5% de la población busca activamente estos productos, eligiéndolos con el propósito de llevar una vida más saludable y equilibrada. Este dato pone en controversia la necesidad de aumentar la concienciación sobre los beneficios de los productos orgánicos. La educación del consumidor es esencial para fomentar un mayor interés y preferencia por estos productos. Las campañas informativas y los programas educativos pueden jugar un papel fundamental en la creación de un mercado más robusto para los productos orgánicos, ayudando a las personas a comprender no solo cómo estos productos pueden beneficiar su salud, sino también cómo contribuyen a la sostenibilidad ambiental y al bienestar de las comunidades agrícolas locales. Además, la gráfica presentada anteriormente resalta que el consumo de productos orgánicos representa solo el 1% dentro de la población de la zona de Ameca, Jalisco. Este dato, aunque pequeño, revela un potencial de crecimiento significativo en el mercado de productos orgánicos en la región. La combinación de una creciente conciencia sobre la salud y el bienestar, junto con el interés por apoyar prácticas agrícolas sostenibles, sugiere que hay una oportunidad importante para que los productores y comerciantes de productos orgánicos amplíen su alcance y capten una mayor cuota de mercado. A medida que la población se vuelve más consciente de la importancia de una alimentación saludable y sostenible, el mercado de productos orgánicos en Ameca, Jalisco, tiene el potencial de expandirse. La colaboración entre productores, comerciantes y consumidores será clave para fomentar este crecimiento y asegurar que más personas tengan acceso a alimentos que no solo son buenos para su salud, sino también se familiarizan con el medio ambiente. En promedio, cada mexicano consume aproximadamente 16 kilogramos de carne de al año. Esta cifra resalta de manera significativa la relevancia de este producto, subrayando su papel no solo como fuente de proteínas, sino también como un componente cultural y económico en la vida cotidiana de las familias. Además, es importante destacar que, entre enero y junio de 2024, el sector ganadero reportó un incremento de ingresos de 719 millones de dólares en la producción de ganado en pie. En los últimos años, el consumo de alimentos orgánicos en Jalisco ha experimentado un notable aumento. Este crecimiento está impulsado principalmente por una creciente conciencia entre los consumidores acerca de la salud personal y el impacto ambiental de los productos que consumen. La población de Jalisco, así como la de Ameca, se ha vuelto más exigente en cuanto a la calidad de los alimentos, buscando opciones que no solo sean beneficiosas para su bienestar, sino que también respeten el medio ambiente. A pesar de este crecimiento en la demanda de productos orgánicos, es importante señalar que estos aún representan un porcentaje relativamente pequeño del mercado total de alimentos en la región. Esto sugiere que, aunque más personas están adoptando estilos de vida saludables y sostenibles, existe un gran potencial para el desarrollo y la expansión de la oferta de productos orgánicos. Las iniciativas de educación y promoción sobre los beneficios de estos alimentos podrían ayudar a aumentar su participación en el mercado, fomentando una agricultura más sostenible y saludable en Jalisco y sus alrededores. Sin embargo, el futuro del consumo de alimentos orgánicos en Jalisco parece prometedor, pero todavía hay un largo camino por recorrer para que estos productos se conviertan en la norma y no en la excepción en la dieta de los consumidores. En la actualidad, la venta de productos orgánicos ha experimentado una notable diversificación. Cada vez es más fácil encontrarlos en una variedad de lugares, lo que refleja un creciente interés por la salud y el bienestar entre los consumidores. No solo están disponibles en tiendas naturistas y locales especializados, sino que también han encontrado su lugar en los estantes de los supermercados, lo que facilita aún más su acceso. Esta evolución en el mercado ha llevado a un aumento en la variedad de productos orgánicos, que abarcan desde frutas y verduras frescas hasta productos envasados y procesados. Sin embargo, a pesar de este crecimiento y de la mayor disponibilidad de estos productos, todavía existen factores que dificultan su compra y consumo para una parte significativa de la población. Uno de los principales obstáculos es el precio elevado de los alimentos orgánicos en comparación con sus contrapartes convencionales. Este costo puede ser un reto considerable en una economía donde muchos trabajadores reciben salarios bajos y enfrentan dificultades para cubrir sus necesidades básicas. El precio más alto de los productos orgánicos puede ser un factor cambiante para una amplia franja de consumidores, lo que significa que un porcentaje limitado de la población tiene acceso a este tipo de alimentos. Muchos están dispuestos a pagar el precio necesario para adquirir estos productos, reconociendo los beneficios potenciales para la salud y el medio ambiente, pero esta opción no está al alcance de todos. Además, el acceso a productos orgánicos no solo depende del precio, sino también de la disponibilidad en diferentes regiones. En áreas rurales o en comunidades con menos recursos, puede ser difícil encontrar una variedad adecuada de alimentos orgánicos. Todo esto plantea un desafío importante en la promoción de una alimentación saludable y sostenible, ya que el ideal de consumir productos orgánicos se ve limitado por factores económicos y geográficos. Aunque el mercado de productos orgánicos está en crecimiento y cada vez es más accesible, persisten obstáculos significativos que impiden que un número mayor de personas pueda beneficiarse de ellos. La combinación de precios elevados y la desigual distribución de estos productos en el mercado subraya la necesidad de encontrar soluciones que hagan que los alimentos orgánicos sean más asequibles y accesibles para todos. Esto nos lleva a una pregunta específica ¿Por qué es más caro? El costo elevado de ciertos productos, especialmente los que se consideran orgánicos o de producción sostenible, puede sorprender a muchos consumidores. La razón principal detrás de este aumento en el precio radica en varios factores clave que afectan su producción y distribución. En primer lugar, la producción de estos productos es notablemente más lenta. A diferencia de los métodos de cultivo convencionales que utilizan fertilizantes sintéticos, hormonas de crecimiento y otros aditivos químicos para acelerar el crecimiento y aumentar el volumen de producción, los métodos orgánicos se basan en prácticas agrícolas más naturales y respetuosas con el medio ambiente. Esto significa que las plantas y los animales crecen de forma más gradual, lo que resulta en un menor rendimiento en comparación con la agricultura intensiva. Además, la producción orgánica se lleva a cabo en menor volumen. Los agricultores que optan por este enfoque no pueden producir la misma cantidad de frutas, verduras o productos animales que sus contrapartes convencionales, lo que significa que hay menos producto disponible en el mercado. Este limitado suministro también contribuye a un aumento en los precios, ya que la demanda de productos orgánicos sigue siendo alta entre los consumidores que buscan opciones más saludables y sostenibles. Otro factor por considerar es el riguroso proceso de certificación que deben seguir estos productos. Los agricultores y productores orgánicos deben cumplir con normativas estrictas que aseguran que sus prácticas agrícolas son realmente sostenibles y libres de químicos dañinos. Este proceso de certificación no solo es costoso, sino que también requiere tiempo y esfuerzo considerable, lo que se traduce en un costo adicional que, inevitablemente, se refleja en el precio final del producto. El precio más alto de estos productos se debe a su producción más lenta, menor volumen y los estrictos estándares de certificación que deben seguir. Aunque pueden costar más, muchos consumidores están dispuestos a pagar este precio por la tranquilidad que les brinda saber que están eligiendo opciones más saludables y respetuosas con el medio ambiente. En enero de 2018, se llevó a cabo un exhaustivo estudio que abarcó a toda la comunidad mexicana. El objetivo principal de esta investigación fue analizar y comparar las diferencias de precios entre los alimentos orgánicos y los convencionales en el mercado. Este análisis no solo se centró en la simple comparación de precios, sino que también consideró diversos factores que podrían influir en estas variaciones, como la producción, el transporte, y las prácticas agrícolas. Los resultados obtenidos revelaron información muy interesante y significativa. Se observó que, en general, los alimentos orgánicos tienden a tener un costo más elevado en comparación con sus contrapartes convencionales. Esta diferencia de precios se atribuyó a varios elementos, incluyendo los métodos de cultivo más sostenibles y el hecho de que los productos orgánicos suelen requerir más tiempo y esfuerzo en su producción. Además, el estudio destacó las percepciones de los consumidores sobre la calidad y los beneficios para la salud de los alimentos orgánicos. Muchos participantes expresaron que estaban dispuestos a pagar un precio más alto por productos que consideraban más saludables y menos dañinos para el medio ambiente. En resumen, el estudio no solo proporcionó datos sobre precios, sino que también ofreció una visión más amplia de las preferencias y valores de la comunidad mexicana en relación con la alimentación. Como se puede observar en la tabla anterior, el precio de los alimentos orgánicos presenta un nivel notablemente elevado en comparación con sus contrapartes convencionales. Este fenómeno es particularmente evidente en el caso del pollo, cuyo precio puede llegar a triplicarse en relación con el costo del pollo convencional. Esta diferencia de precios no solo refleja los mayores costos asociados con la producción orgánica, sino que también indica la existencia de un mercado específico y diferenciado para los productos orgánicos. Este mercado a menudo se asocia con un estándar más alto de calidad, un proceso de producción más cuidadoso y sostenible, y una mayor preocupación por el bienestar animal y el medio ambiente. Es relevante mencionar que este estudio se ha llevado a cabo a nivel general en todo México, lo que proporciona una visión amplia sobre la situación del mercado de alimentos orgánicos en el país. A través de esta investigación, se ha logrado no solo identificar el nivel de precios, sino también la calidad percibida de dichos alimentos, la cual puede variar significativamente entre diferentes consumidores y regiones. Además, los resultados de este estudio permiten identificar segmentaciones de mercadeo específicas, que son cruciales para comprender a qué grupo de la población realmente se dirigen estos productos. Es evidente que solo un porcentaje relativamente pequeño de la población tiene la capacidad económica para adquirir este tipo de alimentos. Esto plantea cuestiones interesantes sobre la accesibilidad y la sostenibilidad del mercado orgánico en México. Por un lado, la creciente demanda de alimentos orgánicos sugiere una mayor conciencia sobre la salud y el medio ambiente entre los consumidores. Por otro lado, el alto costo de estos productos puede limitar su accesibilidad para muchas familias, lo que puede resultar en un desbalance en la distribución de alimentos saludables. Además, es importante considerar el contexto cultural y social en el que se sitúa este mercado. En muchas ocasiones, los consumidores que eligen productos orgánicos no solo están motivados por la calidad del alimento, sino también por un estilo de vida que valora la sostenibilidad, la producción local y el respeto por el medio ambiente. Sin embargo, estas elecciones a menudo están ligadas a un nivel socioeconómico que les permite hacer estas compras de manera regular. Por otro lado, tras realizar un análisis más detallado de la gráfica presentada, es posible observar las diversas actitudes y disposiciones de los consumidores respecto al precio que están dispuestos a pagar por los alimentos ganaderos orgánicos. Esta información resulta ser valiosa, ya que no solo refleja la percepción de calidad y los beneficios asociados a los productos orgánicos, sino que también resalta las tendencias emergentes en los hábitos de consumo que podrían influir en el futuro del mercado de alimentos en nuestro país. En este sentido, es fundamental que los productores y comercializadores de alimentos orgánicos comprendan estas dinámicas de mercado y consideren estrategias para hacer sus productos más accesibles, no solo en términos de precio, sino también de distribución y promoción. Esto podría incluir iniciativas como programas de educación al consumidor sobre los beneficios de los alimentos orgánicos, así como la implementación de prácticas de sostenibilidad que reduzcan costos sin comprometer la calidad. La investigación refleja un panorama complejo y multifacético en el que se entrelazan factores económicos, sociales y ambientales. Mientras que el mercado de alimentos orgánicos sigue creciendo, es esencial abordar las barreras que impiden que un mayor número de consumidores accedan a estos productos. Solo a través de un enfoque inclusivo y sostenible se podrá garantizar que los beneficios de los alimentos orgánicos estén al alcance de una población más amplia, fomentando así un sistema alimentario más equitativo y saludable para todos. La producción y el consumo de alimentos ganaderos orgánicos en Jalisco, especialmente en la región de Ameca, han mostrado un crecimiento significativo impulsado por la creciente conciencia sobre la salud y el bienestar de los consumidores. A pesar de esta tendencia positiva, solo un pequeño porcentaje de la población ha adoptado estos productos, lo que indica un considerable potencial de expansión en el mercado. Los restaurantes, carnicerías y cremerías son los principales compradores de productos orgánicos, pero el alto costo y la limitada disponibilidad siguen siendo barreras para su acceso generalizado. Es fundamental realizar campañas de educación para aumentar la comprensión sobre los beneficios de los alimentos orgánicos, no solo para la salud individual, sino también para la sostenibilidad ambiental. A medida que la demanda de productos orgánicos continúa creciendo, la colaboración entre productores y consumidores se vuelve crucial para crear un mercado más robusto y accesible. Esto no solo beneficiará a los agricultores locales, sino que también contribuirá al bienestar de la comunidad y a prácticas agrícolas responsables. En definitiva, aunque el futuro del consumo de productos orgánicos en Ameca es prometedor, se requiere un esfuerzo conjunto para superar los desafíos actuales y fomentar un estilo de vida más saludable y sostenible en la región. Bibliografía; ● Federación Internacional de Movimientos de Agricultura Orgánica (IFOAM). “La Agricultura Orgánica y la Salud Humana”. Consultado el 18 de septiembre de 2024, en: http://infohub.ifoam.bio/sites/default/files/page/files/oa_humanhealth_es.pdf. ● Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Agricultura orgánica. Consultado el 17 de septiembre de 2024, en: http://www.fao.org/organicag/oa-home/es/. ● Federación Internacional de Movimientos de Agricultura Orgánica (IFOAM). “La Agricultura Orgánica y la Salud Humana”. 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