Clase No 4 Los procesos de democratización TRABAJO DE INVESTIGACIÓN 1. Mostrar con la ayuda de la cronología que los procesos de democratización de América Latina son parte de una misma corriente democratizadora en la región. 2. Identificar las causas y las condiciones previas que favorecieron esa corriente democratizadora. 3. Definir el concepto de “democracia pactada” y desarrollar un ejemplo. LOS PROCESOS DE DEMOCRATIZACIÓN EN AMERICA LATINA EN LOS AÑOS 1980 Reflexión sobre el concepto de democracia Necesidad de distinguir dos niveles: - Condiciones formales de la democracia Por ejemplo: multipartidismo, elecciones libres, funcionamiento institucional - Condiciones reales que permiten el funcionamiento de una verdadera vida democrática Por ejemplo: acceso de la mayoría de la población a la educación, prensa libre y pluralista, renovación de las elites la cual pasa por la incorporación de todos los sectores sociales a la vida política (aquí, se asume que ir a votar no es suficiente), estructura social relativamente igualitaria, prácticas/espacios sociales que permitan la politización y la participación activa de la población a la vida política, bajos niveles de corrupción, fin de las prácticas clientelistas. Esas condiciones reales se pueden cumplir solamente si se toma en cuenta las singularidades de las sociedades latino-americanas (el concepto de democracia no se puede transferir de un tipo de sociedad a otra sin adaptaciones). Aquí, una de sus principales 1 peculiaridades es el carácter multicultural de las sociedades L.A. La variable social en A.L. se cruza con la variable étnica. En ese sentido por ejemplo, el concepto de reserva indígena vigente en muchos países L.A. no es aceptable porque no facilita la integración de esas poblaciones a la vida democrática. Tiene que haber unificación de la comunidad nacional dentro de un contexto de diversidad cultural real. Otra singularidad de las sociedades L.A. es la memoria de los pasados de opresión y el manejo que se hace de esa memoria (aquí, hablaremos del papel desempeñado por las Comisiones de la Verdad, de las problemáticas recuerdo/olvido, perdón/ justicia …) para hacer posible una vida democrática sin ignorar esos pasados trágicos que desgarraron las sociedades L.A durante los regímenes autoritarios. El pasado clientelista de las sociedades L.A. es también un factor importante del que hay que tener consciencia para poder superarlo. En fin, no podemos ignorar que L.A tiene que buscar repuestas propias en el camino hacia la democracia y hacia una real vida democrática. Por lo tanto, definiremos la DEMOCRACIA como un conjunto de prácticas democráticas y no solamente como un mero agregado de condiciones formales (necesarias pero no suficientes). Problemática ¿Cómo se llevaron a cabo los procesos de transición hacia la democracia en América Latina durante los años 1980? ¿Ha alcanzado América Latina un nivel de vida democrática irreversible? 1- La corriente democratizadora en los años 1980. Los años 1980 se caracterizan por ser una ola de democratización, sobre todo en Europa mediterránea (Portugal, Grecia y España en 1974 y 1975) y América latina. 2 1979 1980 1980 1981 Ecuador Perú Salvador Honduras 1982 1983 1985 1985 Bolivia Argentina Brasil Guatemala 1985 1989 1989 1989 Uruguay Paraguay Chile Panamá La sincronización de los procesos de democratización es evidente pero a la diferencia de los anteriores procesos de cambio político en América latina, no podemos aislar aquí un evento “disparador” (krach bursátil en 1929, 2nda guerra mundial…). A lo sumo, podemos identificar un conjunto de causas que crean un ambiente favorable a los cambios políticos, pero de ninguna manera constituyen elementos explicativos. Ese conjunto de causas son: - La erosión de la legitimidad de los regímenes autoritarios porque dejaron de ser eficientes, por ejemplo frente al contexto de crisis económica. - Las clases medias crecientes demandan más democracia. - El cambio de actitud de los actores exteriores. - El efecto de demostración. En los años 1980, hay un efecto de convergencia vertical, ya que varios países latino-americanos reaccionan de manera similar a unos determinantes exteriores. En ese sentido, la ola democratizadora de Europa parece determinante y el impacto de la transición española (a partir de 1975) desempeña un papel particular. Los vínculos históricos y culturales entre España y A.L favorecen la circulación de modelos políticos y sobre todo la transición española ofrece un proceso hacia la democracia a seguir: el modelo de democracia pactada. Las transiciones hacia la democracia se descomponen en una serie secuencias que se repiten más o menos en todos los países: 1er tiempo: degradación, liberalización y caída de los regímenes autoritarios. 2ndo tiempo: negociaciones y pactos. 3er tiempo: elecciones y consolidación de la democracia. 3 EJEMPLOS: 1er tiempo: Degradación, liberalización y caída de los regímenes autoritarios. Ejemplo de CHILE. La dictadura del general Pinochet duró 16 años (1973-1989) se instaló luego de una intervención militar apoyada por los EEUU. La instalación de la dictadura se acompañó de una violenta e intensa represión militar y de una reorganización de las estructuras económicas. Alrededor de Pinochet se constituyó un núcleo hegemónico: los “Chicago boys” (economistas liberales formados por Milton Friedman en la Universidad de Chicago). El proyecto que ellos proponen es de reconstitución y reinserción capitalista y lo llaman “Nuevo modelo de desarrollo orientado hacia el exterior” en reacción al modelo de industrialización por sustitución desarrollado por S. Allende. Se proyecto económico viene acompañado de un proyecto político y social destinado a imponer los principios del mercado al conjunto de la sociedad, lo que implica una “democracia restrictiva y conservadora”. El objetivo es destruir cualquier huella de marxismo. La dictadura de Pinochet se legítima de dos maneras: une legitimación se proyecta en el pasado. Se trata de destruir las huellas de la “Unidad Popular” y de Salvador Allende, o sea de marxismo. Otra legitimación se proyecta hacia el futuro. Se trata del proyecto de reorganización de la sociedad planteado por los “Chicago boys” que pretende modernizar el país. Durante los primeros años, los buenos resultados consolidan el régimen. Por su lado, los militares quieren reorganizar la vida política en un sentido conservador y represivo. El 11 de setiembre de 1980, una nueva constitución es aprobada vía referéndum. El propósito es legitimar el régimen. Esa constitución fija el mandato de Pinochet hasta 1989 y agrega que a esa fecha la junta militar presentará un candidato único (probablemente Pinochet) para el periodo 1989-1997. Esa Constitución es importante sobre tres aspectos: - Resuelve la crisis interna y fija un marco legal a los enfrentamientos políticos. - Políticamente, plantea un régimen de “democracia limitada” - En el momento en que es aprobada, esa constitución representa una victoria para el régimen militar porque es aprobada en gran mayoría (67%) y deja el sentimiento que no hay oposición. 4 En ese momento, el régimen está en la cima de su legitimidad porque es a la vez “eficiente” porque el país vive un periodo de prosperidad económica y legal. Sin embargo, con los años, los problemas económicos erosionan la legitimidad del régimen. Esa situación nos muestra que la competitividad económica no basta para legitimar un régimen autoritario. A partir de 1983, las protestas se organizan pero no provocan inmediatamente la caída del régimen militar porque Pinochet opta por nombrar un gobierno de apertura y emprende un dialogo con la oposición. Pero, eso no basta para compensar la falta de legitimidad del régimen porque este ya no tiene proyecto para el futuro. LO QUE PODEMOS RESCATAR DEL EJEMPLO CHILENO es que la pérdida de legitimidad de un régimen, si bien lo debilita, no basta para llevar a su caída. Sin embargo, la apertura, decidida en respuesta a esa erosión de la legitimidad, es el principio de un engranaje que difícilmente se puede parar. Como se ha podido comprobar en otros contextos históricos, una vez que se establecieron espacios de participación ciudadana, fuerzas alternativas se desarrollan y poco a poco derrocan al régimen deslegitimado. Ejemplo de Brasil La pérdida de control del proceso de apertura en Brasil. Encontramos también en Brasil esa dificultad para controlar el proceso de apertura política, en particular para las fuerzas armadas. Cuando en 1964, después del golpe de Estado contra el nacionalista Joao Goulart, los militares toman el poder, su prioridad es estabilizar la situación económica. Instalan una “democracia controlada”, que poco a poco se convierte en un régimen burocrático autoritario con los generales Humberto Castello Branco (1964-1967) y Artur Costa e Silva (1967-1969). Ideológicamente el régimen se asemeja al chileno: capitalismo liberal + seguridad nacional. Luego, con el general Emilio Garrasazú Médici (1969-1974), se consolida la elite tecnocratico-militar y se desarrolla una “cultura del miedo” apoyada sobre las redes de intelligencia. Al mismo, con el afán de legitimar el régimen, los militares organizan periódicamente elecciones (sufragio indirecto) siempre ganadas por el partido oficial (ARENA-Alianza de Renovacao Nacional). 1974, con la llegada al poder del general Ernesto Geisel, marca un cambio importante pues el nuevo dirigente decide lanzar un proceso de apertura 5 cuyo propósito es remediar problemas internos a la institución militar. Ese proceso empieza por el levantamiento de la censura de la prensa en vista de las elecciones legislativas de noviembre de 1974. En esas elecciones, la oposición (Movimiento Democrático Brasileño) gana 50% de los votos contra 34,7% para ARENA. En reacción, el gobierno intenta tomar de nuevo el control de la vida política y del trabajo legislativo con el objetico de impedir la progresión de la oposición para las elecciones municipales de 1976. Ese es el propósito por ejemplo de la ley “Falcao” que establece un estricto control de la propaganda electoral. Por eso, ARENA logra ganar los comicios con 83% de los municipios y de esa manera se garantiza la mayoría del colegio electoral que elige el presidente de la Republica en 1978 (sufragio indirecto). Antes de las elecciones legislativas de 1978, bajo la presión de los “duros” del régimen, otra vez se cambian las reglas para evitar una nueva victoria de la oposición. La política de Geisel divide mucho al ejército, pero este logra imponer el general Figueiredo contra los “duros”, el cual prosigue la política de concesiones limitadas de su predecesor. La idea es favorecer la emergencia de una oposición moderada con el fin de evitar que las elecciones se transformen en enfrentamientos y así disponer de una solución de cambio. A mediano plazo, se trata de llegar a una transferencia progresiva del poder a civiles leales e influenciables por los militares. Según esa corriente, se cree que se puede conseguir una suerte de “mediademocracia” con un multipartidismo débil que garantice la estabilidad política. EL RESULTADO: la oposición se divide en una oposición leal (Partido Popular) una oposición desleal (Partido del Movimiento Democrático Brasileño) y la ARENA se transforma en Partido Democrático Social. Paralelamente, después de la crisis petrolera de 1979, se impone la idea que una política económica eficiente depende de la liberalización política porque necesita paz social. A partir de 1981, ese “guión” se revela ineficaz porque despreciaba el dinamismo y la vitalidad de la oposición democrática y de los “duros” del ejercito. La oposición de extrema derecha desata una ola de terror y el general Figueiredo es desplazado por los duros. Para las elecciones de 1982, de nuevo las reglas son cambiadas para impedir una alianza de los partidos de oposición, pero no logran impedir la victoria de la oposición en los 4 principales Estados. Llegado a ese punto en 1983, como en Chile, la crisis económica termina de desestabilizar el régimen militar desacreditado. Una enorme movilización 6 popular reclama elecciones presidenciales al sufragio directo. Y a la vez, dos movimientos de oposición convergen. El ejemplo brasileño nos muestra como un proceso de apertura escapa a los que los inspiraron. Sin embargo, los militares no pierden completamente le control, pues los civiles llegan al poder según las reglas establecidas por los militares (no hay elecciones directas antes de 1989). Durante el proceso de transición se adoptan instituciones democráticas formales sin las principales características de la democracia. 2ndo tiempo: Negociaciones y pactos. La democratización de A.L. en los años 1980 se realizó sobre la base de un doble pacto. Uno, interno, tiene que ver con las elites. Otro, es externo y tiene como propósito conseguir el reconocimiento por parte de otras democracias. El origen de ese pacto es el ejemplo español. LAS ETAPAS DEL PROCESO DE DEMOCRATIZACIÓN SON LAS SIGUIENTES: - 22 de nov. de 1975, Juan Carlos es rey después de la muerte de Franco y según un proceso previsto por el dictador. - 1ero de julio de 1976: Adolfo Suárez, franquista es nombrado Primer Ministro. - 15 de dic. De 1976: aprobación vía referéndum de la ley de “reforma política” (restablecimiento de todas las libertades políticas). - Marzo de 1977: el partido comunista es legalizado. - Abril de 1977: restauración de la libertad sindical. - Luego, se trata de conseguir la aceptación de ese marco democrático por todos los sectores de oposición. De ahí, la necesidad de realizar un pacte con los opositores. Es el PACTO DE LA MONCLOA firmado por los sindicatos y el gobierno el 21 de octubre de 1977. La firma de ese pacto marco la adhesión de los sectores sociales a un proceso de democratización otorgado por la monarquía y hasta ahora controlado por los conservadores. Al mismo tiempo, el gobierno señala su capacidad a manejar las tensiones sociales. 7 PARALELAMENTE, EL DESAFIO ES LA ACEPTACIÓN DEL MODELO DEMOCRATICO ESPAÑOL POR EUROPA Y EL RESTO DEL MUNDO. Esa aceptación pasa por la adhesión de España a la CEE que tiene lugar en 1986 después de un proceso de negociaciones que se inició en 1977 y que puso como pre-requisito la democratización del país. El ejemplo español nos enseña que la coyuntura internacional determina la actitud de los actores durante el proceso de democratización. Los actores actúan en función de las condiciones de elegibilidad. En el caso de América Latina, la coyuntura internacional que se impone es el “tiempo mundial”, concretamente: no solamente la vitrina democrática sino también la preservación de la estabilidad democrática son necesarias para atraer a los inversores extranjeros. EJEMPLOS DE PACTOS “DEMOCRATIZADORES” EN AMERICA LATINA: Si bien los acuerdos o pactos entre las elites forman parte del ejercicio normal del poder político, durante un periodo de cambio de régimen esas negociaciones adquieren una dimensión particular. En efecto, se trata entonces de discutir y negociar nuevas reglas del juego. Lo que está en juego es tan importante que todos los sectores de la sociedad quieren participar a las negociaciones e imprimir su huella en el nuevo régimen. Además, la polarización y fragmentación (política y económica) de las sociedades alcanzadas durante el periodo de dictadura es tal que las negociaciones y los pactos son indispensables. Para ser viables, esos pactos deben descansar sobre bases muy amplias de la sociedad. Todos los procesos de democratización en América Latina durante los años 1980 pasaron por pactos acuerdos entre elites. Veremos el ejemplo de Brasil. BRASIL: Entre enero y abril de 1984, la población brasileña se moviliza masivamente para conseguir elecciones directas y de esa manera la oposición muestra su capacidad de movilizar. Desde ese momento, se abre un periodo de negociaciones en vista de las elecciones directas de 1985. Esas negociaciones entre civiles et militares tratan más que todo sobre el procedimiento electoral para permitir la 8 participación de todos a los comicios electorales. Finalmente, en las elecciones 1985, Neves, candidato de la oposición gana gracias a una serie de negociaciones, tactaciones y alianzas previas a los comicios. En el caso brasileño, el pacto no es un documento formal, pero si tiene lugar y permite la transición pacífica hacia la democracia. ES IMPORANTE SIN EMBARGO SEÑALAR QUE TANTO EN BRASIL COMO EN EL RESTO DE MAERICA LATINA, EL PACTO TRATA SOBRE LOS PROCEDIIENTOS PERO NUNCA SOBRE EL FONDO Y NO PERMITE ALCANZAR UN ACUERDO SOBRE EL IMPORANTE TEMA DE LA JUSTICIA. Por eso, podemos decir que la democratización se hizo sin reconciliación. Habrá que esperar más tiempo para que se trate la cuestión de la justicia, por ejemplo con el establecimiento de las comisiones de la verdad (el tema se tratará en la 2na parte). 3er tiempo: Elecciones y consolidación de la democracia Los procesos electorales han estado en el centro de las transiciones democráticas durante los años 1980. En América Latina, la organización de esas elecciones no fue el desenlace del proceso de democratización, sino el punto de partida, pues las organizan las dictaduras pensando que van a poder controlar el resultado. De hecho, ya antes de iniciarse el proceso de democratización, los poderes autoritarios, de manera frecuente organizaban elecciones no competitivas con un propósito de legitimación. La novedad cuando se inicia el proceso de democratización es que la competición está abierta. En la mayoría de los casos, el proceso electoral da lugar a un periodo de negociación con el fin de mantener el control sobre ellas y reducir al máximo la incertidumbre en cuanto a los resultados. Según los países, el resultado de esas negociaciones entre el poder autoritario, los militares y la oposición es variado: - Negociación de un reparto del poder independientemente de los resultados de las elecciones, lo que vicia el proceso de democratización (Venezuela, 1959; Colombia, 1958). - Selección del vencedor antes de los comicios (Brasil, 1985) - En otros casos, los militares imponen un marco constitucional apremiante para protegerse y limitar la acción del futuro gobierno civil (Honduras, 1981; Guatemala, 1985; Chile, 1989). 9 - Finalmente, existen casos donde el gobierno autoritario es incapaz de controlar el resultado final de las elecciones, sea porque el gobierno autoritario se retiró de manera precipitada (Argentina, 1983 en el marco de la guerra de las Malvinas), sea por un error de apreciación de las presiones internacionales (Nicaragua, 1990). En todos los casos, las elecciones son fundadoras de un nuevo régimen político. En la mayoría de los casos, las fuerzas de oposición más moderadas son las que ganan los comicios porque ofrecen más garantías de estabilidad, y asustan menos a los militares. Las fuerzas de oposición que utilizaron la lucha armada no logran integrarse a los procesos electorales. EN SINTESIS, PODEMOS DECIR QUE LAS ELECCIONES ORGANIZADAS EN UN MARCO INSTITUCIONAL ELABORADO POR LOS MILITARES NO PUEDEN DESEMBOCAR MÁS QUE EN UNA “DEMOCRACIA OTORGADA”. Ese control estrecho del proceso de democratización por parte de los militares limita la emergencia de fuerzas políticas nuevas y alternativas, y por lo tanto la renovación del personal político latinoamericano es muy difícil, sobre todo cuando los líderes políticos de oposición han sido obligados a la inacción o se refugiaron en el extranjero. Ese fenómeno nos permite entender porque en la vida política de esas nuevas democracias existen muchos elementos de continuidad con el periodo de dictadura. 10