UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL PERÚ FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS ESCUELA PROFESIONAL DE PSICOLOGÍA El lóbulo Occipital y la ceguera cortical Autores: Aroni Pérez, Carlos (ORCID: 0009-0008-3640-0926) Bejarano Tuesta, Marcela del Pilar (ORCID: 0009-0008-9699-7314) Huamán De La Cruz, Victoria Cris (ORCID: 0009-0008-0714-0547) Hurtado Ames, Rossmery Gloria (ORCID: 0009-0000-7336-791X) Villarreal Aguayo, Sebastián Salvador (ORCID: 0009-0005-7789-6524) Yalta Balbín, Yorka (ORCID: 0009-0005-3901-0905) Asesora: Rosa María Pretell Santillán Línea de investigación: Neuropsicología 2023 1 DEDICATORIA Este trabajo está dedicado a quienes han sido nuestra guía y soporte en el camino del conocimiento. A nuestros docentes y familias, cuyo apoyo ha sido una valiosa fuente de motivación. A nuestros amigos y seres queridos, por su constante aliento. A ustedes, gracias por ser parte de este viaje académico y ayudarnos a cumplir nuestro sueño de convertirnos en profesionales de la salud mental. 2 ÍNDICE Pág. I. Carátula 1 II. Dedicatoria 2 III. Introducción 4 IV. Marco Teórico 5 ● Antecedentes ● Lóbulo occipital ● Ceguera cortical ○ Tratamiento V. Conclusiones 9 VI. Recomendaciones 9 VII. Referencias bibliográficas 10 3 III. INTRODUCCIÓN El mundo está construido en función de la capacidad de ver, la vista es el más dominante de nuestros sentidos. El recién nacido depende de la vista para reconocer a su madre, vincularse con ella y el mundo que le rodea; el niño pequeño, para adquirir equilibrio y aprender a caminar; el niño en edad escolar, para desplazarse, leer y aprender; las personas jóvenes, para participar en la fuerza de trabajo; y las personas adulto-mayores, para mantener su independencia. No obstante, la Organización Mundial de la Salud estimó que, en el año 2019, el número de personas que presentó deficiencia visual o ceguera ascendió alarmantemente a 2200 millones. Considerando que el 2018 hubo 1300 millones de personas con alguna deficiencia visual, la primera cifra representa un impresionante incremento de aproximadamente 40%. De esta población, 188.5 millones de individuos tuvieron deficiencia visual moderada, 217 millones presentaron una deficiencia de moderada a grave y 36 millones tenían condición de ceguera. En este contexto, nuestro interés de conocer y explicar qué lóbulo cerebral está relacionado directamente con la facultad de ver, qué ocurre en el cerebro cuando las personas pierden el sentido de la visión pero su ojos funcionan con normalidad y cómo intervenir psicológicamente en aquellos casos donde los pacientes están perdiendo o han perdido totalmente el sentido de la vista, en aras de mejorar su calidad de vida, nos invita a explorar la ceguera cortical y su impacto psicológico en quienes lo padecen. Es por ello que relacionamos el lóbulo occipital y la ceguera cortical. 4 IV. MARCO TEÓRICO ● Antecedentes Con relación al lóbulo temporal encontramos a Azkona et al. (2022), y un grupo de investigadores, especializados en psicobiología y docentes en la Universidad del País Vasco España, en su tesis “Fundamentos de la Neurociencia Conductual“. Mencionan que en el lóbulo occipital se encuentra el área visual primaria. Alrededor de esta se encuentra el área visual secundaria. En el área primaria comienza la experiencia visual con un primer análisis y en la secundaria se conectan diferentes sub-modalidades de la experiencia visual y se envía información a áreas de asociación visual (p. 82). Del mismo modo, en España encontramos a la catedrática Martha Guerri (2023) de la Universitat de Barcelona, quien precisa en su artículo de investigación denominado “Lóbulo occipital: anatomía y función”, que los lóbulos occipitales son el centro de procesamiento de percepción visual y que el daño producido en un lado del lóbulo occipital derecho causa la pérdida de la visión exactamente en el mismo «campo de corte» en ambos ojos. Los trastornos del lóbulo occipital pueden causar alucinaciones visuales e ilusiones (párr. 8). Asimismo, encontramos en México a De Dios - Cuadras et al. (2019), quienes señalan en su artículo publicado en la Revista Mexicana de Oftalmología, que existen causas de baja visual que no se ven relacionadas con patologías oculares y que no son evidentes en una exploración oftalmológica de rutina. En estos casos es importante conocer los posibles sitios de la vía visual que pueden verse comprometidos, así como las diferentes manifestaciones que podemos encontrar en la exploración física para orientar una posible área de afección y, así, conformar una impresión diagnóstica más acertada. Pueden incluir cambios específicos en los campos visuales, alteraciones de la percepción de movimientos, variación en la capacidad de observar varios objetos de forma simultánea, incapacidad de reconocer que la visión ha disminuido, incapacidad para reconocer o comprender estímulos visuales, entre otros (p. 204). 5 Por otro lado, tenemos en China a Huang (2020) quien en su artículo denominado “Disfunción cerebral según su localización” precisa que las principales funciones de los lóbulos occipitales son: procesar e interpretar la visión, permitir la formación de recuerdos visuales e integrar las percepciones visuales con la información espacial proporcionada por los lóbulos parietales adyacentes y que si se lesionan ambos lados del lóbulo occipital, la persona afectada no puede reconocer objetos con la vista aunque sus ojos funcionen con normalidad. Este trastorno se llama ceguera cortical. Algunas personas con ceguera cortical no se dan cuenta de que no pueden ver. En lugar de reconocerlo, con frecuencia elaboran descripciones de lo que ven (lo que se denomina confabulación). Este trastorno se denomina síndrome de Anton – Babinski (párr. 5). Asimismo, encontramos en Argentina a Trevor et al. (2023), quienes precisan en su artículo publicado en la revista Pubmed del Centro Nacional de Información de Biotecnología de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, que la ceguera cortical es cualquier déficit visual parcial o total causado por lesiones en la corteza visual del lóbulo occipital. Las lesiones unilaterales pueden probar la pérdida del campo visual, o si son pequeñas, escotomas. Las lesiones bilaterales pueden causar ceguera cortical completa y, en ocasiones, pueden ir acompañadas de una afección denominada síndrome de Anton – Babinski, que ocurre cuando un paciente está ciego, pero niega tener algún déficit visual. La ceguera cortical puede producirse por cualquier alteración o daño en la arquitectura normal de la corteza visual. Es habitual que ocurra en pacientes con un ictus en la región de la arteria cerebral posterior. Otras causas de ceguera cortical son las infecciones, la eclampsia, las lesiones cerebrales traumáticas, la encefalitis, la meningitis, los medicamentos y la hiperamonemia (párr. 11 y 12). 6 BASES TEÓRICAS ● El lóbulo occipital Es el centro de procesamiento de la información visual en el cerebro y por consiguiente también una de las estructuras más estudiadas por las neurociencias. No es posible comprender el funcionamiento del sistema nervioso central sin conocer el lóbulo occipital. Como señalaron Clark et al. (2019) el lóbulo occipital está delimitado por el surco parieto-occipital y el brazo anterior de la cisura calcarina. La sección corta del surco parieto-occipital se utiliza como punto de partida para una línea imaginaria que se extiende a la hendidura preoccipital. Esta línea imaginaria constituye el borde entre los lóbulos occipital y parietal, así como del lóbulo temporal. El total de la corteza del lóbulo occipital está dedicado a la visión y se conforma por las áreas de Brodmann. La primera área de Brodmann constituye la corteza visual primaria (corteza estriada). Gran parte de la corteza visual primaria yace dentro de la cisura calcarina. La segunda y la tercera área de Brodmann son conocidas como áreas visuales secundarias y terciarias, respectivamente, y representan el área de asociación visual del lóbulo occipital. La ceguera cortical Es la incapacidad total o parcial de procesar la información visual correctamente. Cuando las imágenes no llegan a proyectarse la ceguera es total y ocurre cuando la lesión cerebral afecta a ambos hemisferios. La ceguera cortical se debe a una lesión cerebral y no a una patología ocular, pues los ojos y el nervio óptico funcionan normalmente y son capaces de reaccionar a estímulos como la luz y el movimiento. Como señalan Krebs et al. (2019), la ceguera cortical es un fenómeno que puede observarse en personas con daño de la corteza visual primaria. Estos pacientes se consideran ciegos y hay ausencia completa de conciencia visual, pero la función visual residual persiste y permite la percepción visual inconsciente. La forma e incluso el color de los objetos en el espacio visual pueden percibirse y tener consecuencias conductuales. Estos pacientes pueden evitar obstáculos en su camino, dirigir la mirada a través de movimientos oculares sacádicos a objetos en el espacio visual y tienen una respuesta emocional a estímulos de los cuales no tienen conciencia visual (p. 324). 7 - TRATAMIENTO A continuación, se describirán algunos tratamientos enfocados en ayudar a los pacientes con ceguera cortical a adaptarse a su nueva condición y así, maximizar su calidad de vida. La rehabilitación visual es esencial. Los terapeutas ocupacionales y especialistas en rehabilitación visual trabajan con los pacientes para estimular otras áreas del cerebro que son responsables de la percepción y el procesamiento de la información visual. Se enfocan en el desarrollo de habilidades prácticas y adaptativas para permitir a los pacientes llevar a cabo actividades cotidianas, como cocinar, limpiar y cuidar de sí mismos. Puede incluir ejercicios para mejorar la conciencia espacial, la detección de objetos, y la movilidad. Asimismo, el uso de la tecnología de asistencia visual, como lectores de pantalla, lupas electrónicas y sistemas de visión artificial es importante pues estos dispositivos pueden ayudar a los pacientes a leer, reconocer objetos y navegar de manera más independiente. Al respecto, Castilla (2020) afirma que es necesario: “plantear, evaluar y diseñar un sistema a partir del uso de herramientas electrónicas, mecánicas y de programación, que integradas brinden un amplio conocimiento del entorno (…) y de los obstáculos que lo circundan” (p.15). Además, el apoyo psicológico y emocional al paciente y su entorno es fundamental pues la pérdida de la visión impacta significativamente en la salud mental. La terapia psicológica y el apoyo emocional son fundamentales para ayudar a los pacientes a adaptarse a su nueva condición y a lidiar con las emociones asociadas a la pérdida de la visión. La Musicoterapia es de gran ayuda para los pacientes que han perdido el sentido de la vista, pues la ejecución de la música y sus elementos (ritmo, melodía, armonía, etc.) no dependen exclusivamente de la percepción visual. Entre sus beneficios se encuentran: la expresión emocional, la estimulación sensorial, el desarrollo de habilidades motoras, la estimulación cognitiva, la integración social, entre otros. Es importante destacar que la musicoterapia debe ser conducida por un profesional certificado, quien adaptará las sesiones a las necesidades y habilidades particulares de cada paciente. Al respecto, Lucero (2020) señala que las personas ciegas utilizan la memoria y atención de voces, instrumentos y ubicación espacial dentro de la música, agudizando su oído acústico (p. 27). Por otro lado, el sistema Braille permite a los pacientes leer y escribir de forma independiente. Este sistema utiliza una combinación de seis puntos en relieve dispuestos en dos columnas verticales de tres puntos cada una. La lectura de Braille se realiza pasando el dedo por las celdas y sintiendo los puntos en relieve. Aprender Braille requiere tiempo y práctica pero una vez dominado, ofrece acceso a la educación, el empleo y la comunicación. 8 V. CONCLUSIONES El lóbulo occipital contiene estructuras importantes para el procesamiento de la información visual. Si ocurre un daño o lesión en el lóbulo occipital puede producirse ceguera cortical. Por lo tanto, la ceguera cortical está relacionada con el lóbulo occipital. La ceguera cortical afecta el sistema de percepción visual de las personas, aunque sus ojos y nervios ópticos funcionen con normalidad. Existen tratamientos para las personas con ceguera cortical, orientados a adaptarse a su nueva condición y a maximizar su calidad de vida. Entre ellos se encuentran: la rehabilitación visual, el apoyo psicológico y emocional, el aprendizaje del sistema Braille, la Musicoterapia, entre otros. Es importante tener en cuenta que el tratamiento y las estrategias pueden variar según cada persona y sus necesidades individuales. VI. RECOMENDACIONES Se recomienda que se profundice esta importante investigación, pues trata un tema vasto, interesante y de mucha utilidad para quienes pretendan expandir sus conocimientos y horizontes. Además, recomendamos que ante la ocurrencia de un caso de ceguera cortical se brinde al paciente apoyo psicológico y emocional inmediato para que acepte con menor dificultad su nueva condición y esté presta a desarrollar nuevas habilidades que le permitan maximizar su calidad de vida. Es importante señalar que el apoyo debe brindarse también a quienes forman parte del entorno más cercano del paciente. Se sugiere acudir a la Musicoterapia porque uno de sus principales beneficios es perfeccionar el desarrollo del sentido del oído, permitiendo la mejor percepción de los estímulos externos, pues las personas que han perdido el sentido de la vista pueden desarrollar sus capacidades utilizando la memoria, la atención de voces la ubicación espacial, entre otros, gracias a la música. 9 VII. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Azkona, G., Muñoz, M., Pascual, E., Beitia, G., y Vegas, O. (2022). Fundamentos de la neurociencia conductual (1° ed.). Servicio de Publicaciones de la Universidad del País Vasco. https://addi.ehu.es/bitstream/handle/10810/56960/UPSPD224264.pdf?sequence=1&isAl lowed=y Castilla Díaz, M. (2020). Sistema mecatrónico para la orientación espacial, en entornos cerrados, de personas en situación de discapacidad visual (Tesis de grado, Universidad EIA Ser, Saber y Servir de Colombia). Repositorio institucional. chromextension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/https://repository.eia.edu.co/server/a pi/core/bitstreams/cd4380db-aa74-4940-be53-a02aed583716/content Clark, D., Boutros N., y Méndez M. (2019). El cerebro y la conducta: neuroanatomía para psicólogos. (3° ed.). Manual Moderno. https://elibro.net/es/ereader/biblioua/131277?page=61. De Dios- Cuadras, U., Hernández-Abrego, M., Martínez-Báez, B., y Juárez-Domínguez, B. (2019). Anosognosia visual en una paciente con lesión isquémica occipital bilateral. Revista Mexicana de Oftalmología. 93 (4), pp. 203-208. https://www.medigraphic.com/pdfs/revmexoft/rmo-2019/rmo194f.pdf Guerri M. (18.05.2023). Lóbulo occipital: anatomía y función. PsicoActiva. https://www.psicoactiva.com/blog/lobulo-occipital-anatomia-funcion/ Huang J. (1.08.2023). Disfunción cerebral según su localización. Manual MSD. https://www.msdmanuals.com/es-pe/hogar/enfermedades-cerebrales,-medulares-ynerviosas/disfunci%C3%B3n-cerebral/disfunci%C3%B3n-cerebral-seg%C3%BAn-sulocalizaci%C3%B3n Krebs. C., Weinberg J., Akesson E., y Dilli E. (2019). Neurociencia (2°ed.). Wolters Kluwer. https://idoc.pub/documents/lir-neurociencia-2a-ed-claudia-krebspdf-pnx1kr66o9lv 10 Lucero Espinoza, F. (2020). Estrategias auditivas musicales inclusivas para el enriquecimiento curricular dirigidas a jóvenes con ceguera en 9° EGB de la “UEP Universitaria de Azogues” (Tesis de grado para la obtención del título de magister en educación inclusiva de la Universidad Nacional de Educación de Ecuador). Repositorio institucional. http://repositorio.unae.edu.ec/handle/56000/1613 Organización Mundial de la Salud (2020). Informe Mundial sobre la visión (1° ed.). Organización Mundial de la Salud. chromeextension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/https://iris.who.int/bitstream/handle/106 65/331423/9789240000346-spa.pdf Trevor, H., Mahabadi N., y Prasanna T. (14.08.2023). Neuroanatomía, corteza visual. Pubmed Centro Nacional de Información de Biotecnología de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK482504/#__NBK482504_dtls__ La música 11