Subido por Javier Ramírez

Discapacidad intelectual y terapia ocupacional

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Discapacidad intelectual y tratamiento con Terapia Ocupacional
Se define como un trastorno del desarrollo que comienza en etapa temprana y que
implica un déficit intelectual y del comportamiento adaptativo. Se clasifica en los
dominios conceptual, social y práctico. (DSM V, 2022)
Se clasifica en Leve, Moderado, Grave y Profundo en las que las
carácteristicas del diagnóstico se agudizan según sea el caso. La
discapacidad intelectual no es un trastorno progresivo pero tampoco tiene
cura; sin embargo, con terapia adecuada pueden lograrse cambios
significativos en la autonomía e independencia del usuario.
La discapacidad intelectual (DI) dificulta las funciones intelectuales como el
razonamiento lógico, la resolución de problemas, la planificación, el pensamiento
abstracto,el juicio y el aprendizaje académico; Por lo que los individuos pueden
presentar problemas en su cotidianidad tanto en actividades complejas como el manejo
del dinero, el cuidado doméstico, el cuidado de terceros, entender y respetar normas
sociales básicas; como en actividades simples como el aseo personal, los hábitos, la
rutina, lenguaje expresivo (actuar como emisor), lenguaje comprensivo (actuar como
receptor), etc.
Desde la Terapia Ocupacional se trabaja para lograr la mayor independencia y
autonomía posible, conquistando pequeños logros como el fortalecimiento de
la atención y seguimiento de instrucciones, hasta grandes logros como lograr
la independencia en actividades de la vida diaria básicas como el vestuario y el
baño, o actividades instrumentales de la vida diaria como el manejo del dinero
o el cuidado de otros.
Es importante mencionar que los objetivos terapéuticos varían según el grado
de DI y el apoyo de las redes sociales efectivas del usuario (apoyo de
familiares, comunidad, escuela, centros asistenciales de salud, entre otros.)
La Equinoterapia como terapia complementaria en pacientes con DI es efectiva para
fortalecer la autorregulación, autoestima, atención, concentración, socialización,
empatía, responsabilidad y respeto por los animales y por la naturaleza; aspectos
físicos como el equilibrio, lateralidad, postura, comprensión del propio cuerpo,
coordinación y fortalecimiento del tono muscular. (Sánchez, 2019)
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