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Abril 2023 Conferencia Geral PDFs Espanol

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SÁB SESIÓN DEL SÁBADO POR LA MAÑANA
CONFERENCIA GENERAL ANUAL N° 193
Élder Gary E. Stevenson
Presidenta Bonnie H. Cordon
¿Qué pueden hacer las personas y las familias para
que la enseñanza y la celebración de la Resurrección de
Jesucristo — la historia de la Pascua — se haga con el
mismo grado de equilibrio, plenitud y de tradición religiosa
que las de Su nacimiento — la historia de la Navidad?
Además de los versículos sobre la Pascua del Antiguo
Testamento, los Santos de los Últimos Días tienen “quizás,
los pasajes más magníficos de la Pascua de Resurrección
de todo la cristiandad” — el relato del Libro de Mormón
sobre la visita del Cristo resucitado al nuevo mundo.
“En realidad, el Libro de Mormón comparte el relato más grandioso de
la Pascua de Resurrección jamás contado. Ruego que no sea el relato más
grandioso de la Pascua de Resurrección que nunca se contó. Los invito a mirar
el Libro de Mormón desde una nueva perspectiva y a considerar el profundo
testimonio que ofrece de la realidad del Cristo resucitado, así como de la riqueza
y profundidad de la doctrina de Cristo. . …
“El Libro de Mormón es otro testigo de Jesucristo porque, a lo largo de sus
sagradas páginas, un profeta tras otro testifica no solo de que Cristo vendría,
sino que Él vino realmente. …
“Su visita como Salvador resucitado, presentado por Dios el Padre, es el
mensaje de la Pascua de Resurrección más glorioso y triunfante, y ayudará a
los miembros de nuestra propia familia a obtener un testimonio personal de
Jesucristo como nuestro Salvador y Redentor, quien rompió las ligaduras de la
muerte”.
Cuando al padre de la presidenta Cordon le
diagnosticaron ELA o la enfermedad de Lou Gehrig
en 2011, le dijo algo que le quedó grabado: “Bonnie,
nunca dejes pasar la oportunidad de testificar de
Cristo”. Este consejo le transmitió la importancia de
acercarse al Salvador de manera real y personal.
Cuando Cristo visitó a los nefitas, Su invitación
no fue a que permanecieran a distancia, sino a que
se acercasen a Él. “Aunque no disfrutemos de la
misma proximidad física que aquellos que caminaron
con Cristo durante Su ministerio, ¡a través del Espíritu Santo podemos
experimentar Su poder cada día! ¡Tanto como necesitemos!”.
La cercanía personal a Cristo aumenta por medio de la adoración
frecuente en el templo, el arrepentimiento diario, el estudio de las
Escrituras, la asistencia a la Iglesia y a Seminario, al meditar en nuestra
bendición patriarcal, al recibir dignamente las ordenanzas y al honrar los
convenios sagrados y testificar de Él.
El adversario puede hacer que resulte difícil escuchar la voz del Señor.
“Nuestro mundo, nuestros desafíos, nuestras circunstancias no serán
más apacibles, pero podemos y debemos sentir hambre y sed por las
cosas de Cristo para “escucharlo” con claridad. Debemos crear hábitos de
discipulado y un testimonio que se centre en nuestra dependencia diaria
del Salvador. … Busquen a Cristo en todas partes —¡les prometo que Él
está allí!”
Élder Carl B. Cook
Élder Gerrit W. Gong
No permitan que el desánimo los abrume cuando
se enfrenten a decepciones, experiencias dolorosas,
carencias personales u otros desafíos. “El Dios del
cielo y de la tierra nos ayudará a superar el desaliento
y cualquier obstáculo que encontremos si lo buscamos
a Él, seguimos los susurros del Espíritu Santo y
simplemente seguimos adelante, con fe”.
Cuando las personas se sienten débiles o incapaces,
el Señor puede aumentar su fe, su fortaleza y su
capacidad.
Mientras presidía su primera conferencia de estaca como Setenta de Área,
el élder Cook estuvo acompañado por el presidente Boyd K. Packer, el entonces
presidente en funciones del Cuórum de los Doce Apóstoles.
En la sesión de liderazgo, el élder Cook se sorprendió cuando después de
hablar durante 15 minutos, el presidente Packer lo invitó a hablar de nuevo.
Pidió al Señor ser bendecido con otro pensamiento para compartir. Cuando
el presidente Packer le invitó a hablar por tercera vez, “estaba agotado”, dijo.
Aunque quería salir huyendo, él supo “que era el momento de ejercer más la fe”.
Milagrosamente pudo dar otro mensaje.
“La reunión para adultos siguió el mismo modelo”, y él habló tres veces
más.
Mirando hacia el pasado, está agradecido por no haberse rendido ni
resistido. “A pesar de mi debilidad, aprendí que puedo servir, que puedo
contribuir cuando el Señor está a mi lado, si simplemente sigo adelante, con fe”.
La ministración inspirada bendice a las familias y a las
personas, y también fortalece a los barrios y a las ramas.
Los Santos de los Últimos Días podrían pensar que
su barrio o rama es como un ecosistema espiritual donde
el Señor de la viña y Sus siervos hacen producir preciosos
frutos al unir las fortalezas y debilidades de todos los
árboles. “Juntos, bendicen corazones y hogares, barrios y
ramas, mediante la ministración inspirada y constante”.
La ministración bendice a las generaciones.
“En muchos lugares, podemos tender una mano a
los demás, comprender cuál es su situación actual y cultivar relaciones cuando
visitamos a los miembros en sus casas con regularidad. Las invitaciones
inspiradas cambian vidas. Cuando las invitaciones nos ayudan a hacer y a
guardar convenios sagrados, nos acercamos más al Señor y a los demás”.
En algunos lugares de la Iglesia hay una brecha en la ministración. Hay más
personas que dicen que están ministrando que las que dicen que están siendo
ministradas.
El Salvador Jesucristo es el perfecto ejemplo de cómo ministrar.
“Dondequiera que estemos en esta época de Pascua de Resurrección,
tendamos la mano y preocupémonos por otros como lo haría nuestro Salvador,
en particular por quienes tenemos el privilegio de ministrar por amor y
asignación. Al hacerlo, ruego que nos acerquemos más a Jesucristo y los unos
a los otros, llegando a ser más semejantes a Él y siendo los seguidores de
Jesucristo que Él quiere que cada uno seamos”.
del Cuórum de los Doce Apóstoles
Presidenta general de las Mujeres Jóvenes
del Cuórum de los Doce Apóstoles
de la Presidencia de los Setenta
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SÁB SESIÓN DEL SÁBADO POR L A MAÑANA
CONFERENCIA GENERAL ANUAL N° 193
Élder Quentin L. Cook
Élder Allen D. Haynie
Presidente Henry B. Erying
El Padre Celestial
desea que Sus hijos se
reúnan a salvo en su
hogar. Su plan se basa
en la rectitud, el guardar
Sus mandamientos,
recibir ordenanzas y
honrar los convenios
El presidente Russell
M. Nelson ha puesto
un repetido énfasis en el recogimiento de
Israel — un concepto que se ha expandido
enormemente a través de la restauración de
la Iglesia de Jesucristo y el Libro de Mormón.
“Quienes aceptan el evangelio de
Jesucristo, independientemente de su linaje,
se convierten en parte del Israel congregado.
Con dicho recogimiento y los numerosos
templos construidos y anunciados, estamos
en una posición inigualable de recoger a
Israel a ambos lados del velo como nunca
antes en el plan del Padre”.
Los miembros y los misioneros en todo
el mundo están incrementando los esfuerzos
para reunir al Israel disperso, y el crecimiento
continúa en todas partes. “Sin embargo,
nuestro compromiso de amar, compartir e
invitar puede aumentar en gran manera”.
“Mi ruego específico hoy es que cada
niño, niña, jovencito, jovencita, familia y
cuórum, Sociedad de Socorro y clase evalúe
cómo aceptamos individual y colectivamente
el impresionante consejo de ayudar a recoger
a Israel que nos han dado el Señor y nuestro
amado profeta. …
“El Señor espera que quienes han recibido
Su evangelio se esfuercen, de manera
urgente, por ser un faro de luz ejemplar que
ayude a los demás a venir a Dios”.
El saber por revelación
que existe un profeta viviente
en la tierra lo cambia todo.
“Un profeta es alguien
a quien Dios personalmente
ha preparado, llamado,
corregido, inspirado,
reprendido, santificado
y sostenido. Es por eso
que nunca corremos
riesgos espirituales cuando seguimos los consejos
proféticos”.
Las condiciones actuales en el mundo pueden
causar pánico, pero “como hijos del convenio de
Dios, no es necesario que andemos en busca de
esto o aquello para saber cómo afrontar estos
tiempos difíciles. No tenemos por qué temer. …La
clave es seguir al profeta viviente”.
Con el sagrado encargo de preparar a la nueva
generación en medio del apogeo de la influencia del
adversario “no podemos ser una fuente de confusión
en cuanto a la importancia de seguir los consejos
proféticos”.
“Nuestras aparentemente pequeñas
desviaciones, incumplimientos silenciosos o
críticas susurradas en respuesta a los consejos
proféticos pueden resultar en que solo caminemos
peligrosamente cerca de la orilla de la senda de los
convenios”.
Estas pequeñas desviaciones, cuando se
agravan bajo la influencia del adversario, pueden
hacer que la nueva generación abandone por
completo la senda del convenio. Este es un precio
generacional demasiado alto.
Sin embargo, aquellos que fallan en sus
esfuerzos por seguir al profeta se pueden arrepentir y
comenzar otra vez a seguir el consejo del presidente
Russell M. Nelson.
“Estábamos ansiosos por venir a la tierra en este
tiempo, con la confianza de que no se nos dejaría
tropezar cuando afrontáramos los vapores cada vez
más oscuros y más confusos del adversario”.
En una época de
turbulencia espiritual
en el mundo, existe el
“milagro de hallar paz
personal, cualesquiera
que sean nuestras
circunstancias”.
En Juan 14:15-27
el Salvador explicó
cómo Sus discípulos y los demás podrían
sentir paz cuando Él ya no estuviera en
la tierra junto a ellos. El Salvador enseñó
cinco principios en esos versículos. La paz
viene después de vivir Sus mandamientos
obedientemente. El Espíritu Santo puede
morar en las personas; el amor a uno
mismo y por los demás surge a medida
que guardamos los convenios. Cumplir
los mandamientos de Dios requiere un
amor especial hacia Dios. El don de la
paz en esta tierra y en la eternidad se
obtiene a través de la fe en Jesucristo y el
arrepentimiento.
“Hay motivos para el optimismo: la luz
de Cristo se concede a cada recién nacido.
Con ese don universal se recibe el sentido
de lo que es correcto, el deseo de amar y
de ser amado”.
Los padres tienen la responsabilidad de
educar a sus niños y darles el ejemplo que
les muestre cómo edificar su propia fe en
el Salvador. Hacer esto ayudará a preparar
el camino para la Segunda Venida.
“La nueva generación se convertirá en
la cuidadora de la generación siguiente.
… el reino del Señor sobre la tierra estará
listo para recibirlo con aclamaciones de
hosanna. Habrá paz en la tierra”.
del Cuórum de los Doce Apóstoles
Setenta Autoridad General
Élder Jeffrey
R. Holland del
Cuórum de los
Doce Apóstoles
fue excusado de
la conferencia
general debido a
COVID-19.
de la Primera Presidencia
Nota del editor: Ésta es una traducción preliminar realizada por Church News. La
transcripción oficial se publicará en una fecha posterior en ChurchofJesusChrist.org
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SÁB SESIÓN DEL SÁBADO POR L A TARDE
CONFERENCIA GENERAL ANUAL N° 193
Élder Dale G. Renlund
Élder Peter Meurs
Dos veces al año, cuando el sol, la luna y la tierra se
alinean, una oleada de la marea envía poderosas olas
río arriba del Amazonas, en contra de su flujo natural.
En Brasil, el fenómeno se conoce como “pororoca”.
“A diferencia del Amazonas, nosotros podemos
escoger si cedemos ante los poderes del cielo o si
seguimos la corriente”.
Ir contra la corriente puede ser difícil. Pero cuando
nos sometemos al “al influjo del Santo Espíritu” (Mosíah
3:19) y ponemos de lado las tendencias egoístas
del hombre o la mujer natural, podemos recibir el poder transformador del
Salvador en nuestra vida; el poder para hacer cosas difíciles.
“Conforme anden la senda de los convenios, del bautismo al templo
y a lo largo de la vida, les prometo que tendrán el poder de ir contra la
mundana corriente natural: el poder de aprender, el poder de arrepentirse
y ser santificados, y el poder de hallar esperanza, consuelo, e incluso gozo
al afrontar los desafíos de la vida. Les prometo a ustedes y sus familias
protección contra la influencia del adversario, en especial cuando hacen del
templo un lugar fundamental en su vida”.
Al venir a Cristo y conectarnos con Él y con el Padre Celestial a través de
los convenios, sucede algo aparentemente antinatural. “Son transformados
y perfeccionados en Jesucristo. Se convierten en hijos del convenio de Dios y
herederos en Su reino”.
En 1990, mientras conducía a su casa en
Australia, el élder Meurs se durmió momentáneamente
y provocó un accidente automovilístico frontal. Su
esposa resultó gravemente herida y su hijo pequeño
no respondía hasta que recibió una bendición del
sacerdocio mientras la ambulancia estaba en camino.
Con tres de los cinco miembros de su familia
hospitalizados, le rogó al Padre Celestial que su familia
y los heridos del otro vehículo se recuperaran. Todos se
sanaron con el tiempo.
Pero enfrentó profundos sentimientos de culpa y remordimiento,
reviviendo los horribles eventos. “Luché durante años para perdonarme a mí
mismo y encontrar paz. Entonces, mientras ayudaba a otros a arrepentirse y
los ayudaba a sentir la compasión, la misericordia y el amor del Salvador, me
di cuenta de que Él podía sanarme a mí”.
El poder sanador y redentor del Salvador se extiende a los errores
accidentales, las malas decisiones, los desafíos y las pruebas de todo tipo,
así como a nuestros pecados. “Al volverme hacia Él, mis sentimientos de
culpa y remordimiento fueron sustituidos gradualmente por paz y descanso. …
“Ya sea que lleven la carga de un pecado no resuelto, sufran una ofensa
cometida contra ustedes hace mucho tiempo o luchen por perdonarse a sí
mismos por un error accidental, tienen acceso al poder sanador y redentor
del Salvador Jesucristo”.
Élder Randall K. Bennett
Élder Craig C. Christensen
Una bendición patriarcal puede ayudar a superar
los desafíos de la vida, ya que ayuda a una persona a
comprender su identidad y perspectiva divinas.
“Saber quién era yo en realidad me ayudó a
comprender y a tener el deseo de hacer lo que Dios
esperaba de mí”.
Esto lo condujo a estudiar los convenios, incluyendo
las bendiciones prometidas en el convenio de Dios con
Abraham. “Me brindó una perspectiva eterna que me
inspiró a guardar mis convenios más plenamente”.
También hallamos fortaleza espiritual cuando estudiamos nuestra bendición
patriarcal. “Estudié mi bendición patriarcal a menudo, a veces a diario, lo cual
me permitió sentir el consuelo y la influencia orientadora del Espíritu Santo,
quien me ayudó a disminuir mi ansiedad conforme seguía Sus impresiones”.
Esto condujo a un mayor deseo de “invitar activamente la luz, la verdad y el
Espíritu Santo” mediante el estudio de las Escrituras y la oración diaria.
“Ese enfoque me ayudó a experimentar gozo, a pesar de mis circunstancias
personales”.
Estudiar su bendición patriarcal también lo ayudó a tener “el deseo de
actuar mejor y ser mejor”, resistir las tentaciones y tener el valor de arrepentirse.
“Apreciar mi bendición patriarcal cuando era joven me ha bendecido con
valor cuando me sentía desalentado, con consuelo cuando tenía temor, con paz
cuando me sentía ansioso, con esperanza cuando me sentía desesperanzado y
con gozo cuando más lo necesitaba”.
El gozo es más profundo y edificante
que cualquier placer o comodidad que el
mundo pueda ofrecer. Fuimos creados para
tener gozo, pero no es barato ni se nos da
casualmente; más bien, el gozo se compró con
la preciosa sangre de Jesucristo. “Si realmente
entendiéramos el valor del gozo verdadero y
divino, no dudaríamos en sacrificar cualquier
posesión mundana ni en hacer los cambios
necesarios para recibirla”.
La idea del arrepentimiento como camino hacia el gozo puede
parecer contradictoria, ya que el arrepentimiento a veces puede ser
un proceso incómodo o doloroso. Pero el gozo sigue al proceso de
arrepentimiento. “El arrepentimiento produce gozo porque prepara
nuestro corazón para recibir la influencia del Espíritu Santo.
Llenarse de gozo significa llenarse del Espíritu Santo. Nuestro gozo
aumenta a medida que trabajamos a diario para traer el Espíritu a
nuestra vida”.
También hay un gran gozo en ayudar a otros a arrepentirse.
“Ayudar a los demás a arrepentirse es una expresión natural de
nuestra gratitud hacia el Salvador; y es una fuente de gran gozo”.
El Salvador siente gozo cada vez que una persona se arrepiente.
del Cuórum de los Doce Apóstoles
Setenta Autoridad General
Setenta Autoridad General
Setenta Autoridad General
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SÁB SESIÓN DEL SÁBADO POR L A TARDE
CONFERENCIA GENERAL ANUAL N° 193
Élder Evan A. Schmutz
Élder Benjamin De Hoyos
Élder Dieter F. Uchtdorf
La necesidad
de confiar en la
doctrina de Jesucristo
es un tema que el
presidente Russell M.
Nelson enseñó a los
presidentes de misión y
se aplica a todos.
“Si hemos de
aceptar la invitación del presidente Nelson
de tener la doctrina de Cristo arraigada en
la médula de nuestros huesos, debemos
hacerlo por medio del estudio, oración,
fe y arrepentimiento continuo. Debemos
invitar al Espíritu Santo a grabar la doctrina
de Cristo ‘en tablas de carne de [nuestro]
corazón’ (2 Corintios 3:3) permanentemente
como fue grabada por Nefi sobre las
planchas de oro”.
Confiar en la doctrina de Cristo significa
vivir de acuerdo con cada una de Sus
palabras, acercarnos al Padre Celestial
todos los días en oración, dejar de lado
las cosas superficiales del mundo para
centrarnos en el Redentor del mundo,
seguir al Salvador y hacer convenio con Él
y perseverar hasta el fin sin importar los
desafíos de la vida.
“En el plan perfecto de Dios, el
sufrimiento con fe en Cristo está ligado a
llegar a ser perfecto en Cristo”.
Edificando “sobre el fundamento de una
relación de convenio con Cristo, estamos
confiando en la doctrina de Cristo y, al
acercarnos a Él, tenemos Su promesa de
vida eterna”.
Los primeros
Santos de los Últimos
Días trabajaron y se
sacrificaron durante
tres años para construir
el Templo de Kirtland,
Ohio. Desde que el
profeta José Smith lo
dedicó, el espíritu de
Elías ha inspirado a personas de todo el
mundo a buscar a sus antepasados.
El Señor alienta a todos los Santos de
los Últimos Días a preservar su historia
familiar, a aprender de sus antepasados
y hacer los arreglos necesarios para que
reciban las ordenanzas del Evangelio en los
templos.
Llevar a cabo esta obra es una parte
central del plan del Padre Celestial para
unir a las familias por esta vida y para la
eternidad.
Aquellos que no se sienten capaces de
hacer esta obra no están solos. La Iglesia ha
puesto a disposición todas las herramientas
necesarias en los Centros de FamilySearch
y las ha diseñado para que sean fáciles de
usar.
Realizar la obra del templo y de historia
familiar hará que el Espíritu “inunde
nuestros corazones”, “despierte nuestras
facultades” y “nos guíe en la búsqueda de
los nombres de nuestros antepasados”.
“Recordemos que la historia familiar va
más allá de solo buscar nombres, fechas y
lugares; es unir las familias y sentir el gozo
que viene de extenderles las ordenanzas del
Evangelio”.
“Mi mensaje a todos
los padres es este: El
Señor los ama; Él está
con ustedes; está a su
lado. Él es su fortaleza
para que guíen a sus
hijos a tomar decisiones
correctas”.
“Acepten este
privilegio y responsabilidad con valor y
alegría. No traten de delegar esta fuente de
bendiciones celestiales a nadie más”.
Ayuden a los niños a desarrollar la fe
en Jesucristo y a amar Su evangelio y Su
Iglesia. “El Salvador les ayudará a ustedes,
los guiará y los alentará. Busquen Su ayuda.
… Así como Jesucristo es la fortaleza de la
juventud, Jesucristo también es la fortaleza
de los padres”.
El amor de un padre es una de las
fuerzas más poderosas del universo. Úsenla
para crear un ambiente rico para enseñar la
verdad y edificar la fe.
Puede que una conversación o un buen
ejemplo no provoquen un cambio, pero la
constancia de cosas pequeñas y simples,
una gota a la vez, nutre a un niño mucho
mejor que una inundación ocasional.
Dios está deseoso de derramar Su
Espíritu para guiar a los padres. “Los invito a
aceptar el ofrecimiento de Dios de guiar a su
familia mediante la revelación personal”.
Tranquilos. A todos los padres les
preocupa no ser lo suficientemente buenos,
pero Jesucristo es la fuente divina de ayuda.
“¿Significa que ustedes y su familia serán
perfectos? No, pero mejorarán”.
Setenta Autoridad General
Setenta Autoridad General
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del Cuórum de los Doce Apóstoles
SÁB SESIÓN DEL SÁBADO POR L A NOCHE
CONFERENCIA GENERAL ANUAL N° 193
Élder Mark A. Bragg
Hermano Milton Camargo
Cuando el amigo de la familia y entrenador
legendario John Wooden escuchó que el élder Bragg
se había unido a la Iglesia, le dijo que usara su fe para
tener serenidad: “Sé un buen hombre en medio de una
tormenta”.
“El aplomo espiritual nos bendice para permanecer
calmados y centrados en lo que tiene más importancia,
especialmente cuando estamos bajo presión”. El
Salvador es el máximo ejemplo de serenidad. En el Huerto
de Getsemaní, sabía quién era y fue fiel a su misión
divina. Sabía que había un gran plan de felicidad. Y sabía que por medio de Su
expiación, todos los que hagan y guarden convenios sagrados serán salvos.
Conocer nuestra identidad divina. “Saber quiénes somos y ser fieles a
esa identidad divina son elementos fundamentales para desarrollar aplomo
semejante al de Cristo”.
Saber que hay un plan divino. “Al considerar los desafíos desde la
perspectiva de un plan eterno, la presión se convierte en el privilegio de amar,
servir, enseñar y bendecir”.
Conocer el poder habilitador de Jesucristo y Su expiación. “El poder
habilitador de Cristo, hecho posible por medio de Su sacrificio expiatorio, nos da
la fortaleza para perseverar y prevalecer”.
El Salvador ejemplificó la serenidad durante la tormenta en el Mar de
Galilea y calmó los mares (Marcos 4:35-41). “Él es el gran hombre en medio de
una tormenta”.
Jesucristo es la solución incluso para los
problemas más difíciles.
Con demasiada frecuencia, las personas se
centran tanto en sus propios problemas que pierden
el enfoque en la solución — el Salvador Jesucristo.
“Nuestros convenios nos ayudan a centrar nuestra
atención, nuestros pensamientos y nuestras acciones
en Cristo”.
Adherirse a los convenios invita al cambio.
“Guardar los convenios nos lleva a procurar todo
aquello que propicie la influencia del Espíritu y a rechazar cualquier cosa
que la aleje”.
La oración sacramental incluye las palabras “recordarle siempre”. Por lo
tanto, renovar los convenios durante la Santa Cena cada domingo nos invita
a volver a centrarnos en Jesucristo. “La palabra siempre es muy significativa;
extiende la influencia del Salvador a todos los ámbitos de nuestra vida”.
Centrarse en Jesucristo también debe ocurrir en el hogar, al hacer
que las palabras de Cristo en las Escrituras sean parte de la vida diaria.
Los relatos y los principios permanecerán con los niños como amigos de
confianza. “Con el tiempo, la constancia de ustedes en deleitarse en la
palabra de Dios ayudará a sus hijos a acercarse cada vez más al Salvador”.
“El Señor Jesucristo vive hoy en día. Él puede tener una presencia
activa y diaria en nuestra vida. Él es la solución a nuestros problemas, pero
debemos levantar los ojos y elevar la mirada para verlo a Él”.
Élder K. Brett Nattress
Élder Juan A. Uceda
Un joven llamado Danny se involucró con las
drogas y recorrió un camino de adicción — “su luz
se había atenuado”.
Pero un día, en la reunión sacramental, su
hermano menor compartió su testimonio antes de
su misión.
“Durante la reunión, Danny sintió algo que no
había sentido en mucho tiempo: el amor del Señor.
Por fin tenía esperanza”.
Danny preguntó, “¿De verdad puedo ser
perdonado?” Al leer en Alma 36, aprendió que “la promesa del perdón
completo y perfecto se hace a todos — en y a través de la expiación
infinita de Jesucristo”.
Danny cambió su vida y ocurrió otro milagro cuando sirvió una
misión honorable. Pero cuando regresó, preguntó, “¿cree que de verdad
he sido perdonado?”.
“Dije, ‘¡Danny! ¿Te has mirado en el espejo? ¿Has visto tus ojos?
Están llenos de luz y resplandeces con el Espíritu del Señor. ¡Por
supuesto que has sido perdonado!’”
Danny siguió adelante con fe, se casó en el templo, volvió a la
escuela y sigue sirviendo al Señor.
“Danny no estaba perdido, y nosotros tampoco lo estamos para el
Señor. Él está a la puerta para elevarnos, fortalecernos y perdonarnos”.
El Señor Jesucristo dijo en Juan 10:11: “Yo
soy el buen pastor; el buen pastor da su vida por
las ovejas”. En agosto de 1994, el entonces élder
Russell M. Nelson dijo: “nosotros somos en realidad
pastores bajo Su dirección. Es nuestro el privilegio
de ser portadores de Su amor y de añadir nuestro
propio amor a los amigos y a los vecinos”.
El papel de un pastor de Cristo es ministrar al
uno, como Él lo hizo.
Por ejemplo, Lucas 15 presenta tres historias:
la parábola de la oveja perdida, la parábola de la moneda perdida y la
parábola del hijo pródigo. Pero Lucas se refiere a estas parábolas en
singular, no en plural.
“Al parecer, el Señor está enseñando una lección única con tres
relatos; relatos que presentan números diferentes: cien ovejas, diez
monedas y dos hijos. Sin embargo, el número fundamental de cada uno
de estos relatos es el número uno”.
Aunque podemos ser pastores para muchos, debemos “siempre,
siempre [seguir] ministrándoles, cuidándolos y amándolos uno por uno,
individualmente”.
Los Santos de los Últimos Días pueden ministrar al uno mediante la
ayuda del Buen Pastor: “Testifico que con la ayuda de nuestro Salvador,
podemos amar a Sus preciadas ovejas y ministrarles como Él lo haría”.
Setenta Autoridad General
de la presidencia general de la Escuela Dominical
Setenta Autoridad General
Setenta Autoridad General
5
DOM SESIÓN DEL DOMINGO POR L A MAÑANA
CONFERENCIA GENERAL ANUAL N° 193
Élder D. Todd Christofferson
Presidenta Camille N. Johnson
Al final de la Última Cena, Jesucristo ofreció una
sagrada oración de intercesión, “Padre santo, a los
que me has dado [a mis apóstoles], guárdalos en
tu nombre, para que sean uno, así como nosotros”
(Juan 17:11). Luego lo amplió para incluir a todos los
creyentes.
“Donde Dios prevalece en todos los corazones y
mentes, se describe a las personas como ‘uno, hijos
de Cristo y herederos del reino de Dios’” (4 Nefi 1:17).
Pablo ofrece una clave de cómo se puede
lograr la unidad en un mundo conflictivo: “Pues todos los que habéis sido
bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. … porque todos vosotros
sois uno en Cristo” (Gálatas 3:27–28).
Es un esfuerzo que comienza individualmente. “Llegar a ser uno en
Cristo ocurre en forma individual: cada uno de nosotros comienza por sí
mismo”.
“Revest[irse]” “de Cristo” ciertamente incluye hacer de Su “primero y
grande mandamiento” nuestro primer y mayor compromiso” de amar a Dios.
“La unidad con nuestros hermanos y hermanas en el cuerpo de Cristo
aumenta conforme obedecemos el segundo mandamiento … de amar a los
demás como a nosotros mismos”.
La unidad es más que simplemente consentir en que cada uno haga lo
que quiera o actúe del modo en que le plazca — es tener una causa común.
“La unidad no requiere uniformidad, pero sí requiere armonía”.
Cuando Jesucristo sanó al hombre con parálisis, le
dio alivio tanto físico como espiritual. Y los amigos del
hombre encontraron la fuente de alivio en Jesucristo.
“Testifico que Jesucristo es [nuestro] socorro. Por medio
de la expiación de Jesucristo, podemos recibir socorro en
las cargas y consecuencias del pecado, y recibir auxilio
en nuestras debilidades”.
Aquellos que se asocian con el Salvador para ayudar
a brindar alivio temporal y espiritual a los necesitados
también pueden encontrar alivio en Él.
Cada persona lleva una mochila metafórica, con cargas que son como
piedras: Piedras que están ahí debido a nuestros pecados; Piedras en nuestra
mochila derivadas de las malas decisiones, la mala conducta y la falta de
bondad de los demás; Piedras de las afecciones, el dolor, las enfermedades
crónicas, la pena, la desilusión, la soledad y los efectos de los desastres
naturales. Pero estas cargas terrenales no tienen por qué sentirse pesadas.
“Jesucristo puede aligerar nuestro peso. Jesucristo puede aliviar nuestras
cargas. Jesucristo brinda una manera de socorrernos del peso del pecado.
Jesucristo es nuestro socorro”.
El arrepentimiento alivia el peso de las piedras del pecado. La expiación de
Jesucristo hace posible que recibamos fortaleza para perdonar y descargar el
peso que llevamos debido al maltrato de los demás. Asociarse con Jesucristo
permite que las personas brinden Su ayuda a todos los hijos de Dios.
“El socorro que Él nos ofrece es eterno”.
Élder Ulisses Soares
Élder Kazuhiko Yamashita
Jesucristo demostró perfectamente los atributos
de la caridad y el perdón en los acontecimientos
que condujeron a esta muerte. Como seguidores de
Jesucristo, los Santos de los Últimos Días son Su pueblo
peculiar, llamados a proclamar Sus virtudes y promover
la paz disponible a través de Su sacrificio expiatorio.
“Esta paz es un don prometido a todos los que
vuelvan su corazón al Salvador y vivan con rectitud;
tal paz nos brinda la fortaleza para disfrutar de la vida
terrenal y nos permite soportar las dolorosas pruebas
de nuestro trayecto”.
Hoy en día hay algunos que se involucran en ataques negativos y disputas
acaloradas que acaban en desilusión, corazones rotos y hostilidad.
“Como el pueblo adquirido del Señor, llamados para promover la paz, no
podemos darnos el lujo de permitir que estas artimañas del maligno tengan
lugar en nuestros corazones. No podemos llevar dentro de nosotros una
carga tan corrosiva que destruya sentimientos, relaciones e incluso vidas. El
Evangelio representa las buenas nuevas de gran gozo”.
Los Santos de los Últimos Días deben considerar formas en que podemos
edificar, apoyar, comprender y perdonar, así como buscar lo mejor en los demás.
“Les prometo que, a medida que procuremos y desarrollemos estos
atributos, seremos cada vez más amables y más sensibles a las necesidades
de nuestros semejantes y experimentaremos gozo, paz y crecimiento
espiritual”.
Las bendiciones patriarcales no son solo para
quienes se preparan para servir en una misión. “Los
miembros bautizados que son dignos pueden recibir
sus bendiciones patriarcales cuando sea el tiempo
apropiado para ellos”. No hay edad máxima. “El
calendario espiritual de cada persona es diferente”.
Una bendición patriarcal contiene el consejo
personal del Señor y declara el linaje de uno en la
casa de Israel. Es un mensaje del Padre Celestial
y probablemente incluirá promesas y consejos
inspirados. “En la bendición patriarcal no está planificada toda su vida
ni se hallarán las respuestas a todas sus preguntas. … Las bendiciones
patriarcales son eternas y, si viven de forma digna, las promesas que no se
cumplan en esta vida, se cumplirán en la siguiente”.
La preparación para una bendición patriarcal ayudará a incrementar
la fe en el Padre Celestial y en Jesucristo. “Mis queridos obispos, padres,
presidentes del cuórum de élderes y de la Sociedad de Socorro; líderes
misionales, hermanos y hermanas ministrantes, por favor alienten a los
hombres jóvenes y las mujeres jóvenes, a miembros adultos y miembros
nuevos, que aún no han recibido sus bendiciones patriarcales, a buscar la
guía del Señor y ayúdenlos a prepararse para ello”.
Una bendición patriarcal tendrá un significado diferente en diferentes
tiempos. “No es que las palabras cambien, pero las vemos de una forma
diferente”.
del Cuórum de los Doce Apóstoles
Presidenta general de la Sociedad de Socorro
Setenta Autoridad General
del Cuórum de los Doce Apóstoles
6
DOM SESIÓN DEL DOMINGO POR L A MAÑANA
CONFERENCIA GENERAL ANUAL N° 193
Élder Neil L. Andersen
Élder Kevin R. Duncan
Presidente Russell M. Nelson
Si bien la mente de
Alma estaba “atribulada
por el recuerdo de [sus]
muchos pecados”, recordó
que en su juventud le
enseñaron acerca de la
expiación de Jesucristo
por los pecados del
mundo (Alma 36:17).
La mente de Alma “se
concentró en este pensamiento” y clamó
en su corazón: “¡Oh Jesús, Hijo de Dios ten
misericordia de mí!” (Alma 36:18). Actuando
con fe y por el poder y la gracia de Dios, Alma
fue rescatado de la desesperación y lleno de
esperanza.
“Mi ruego en esta época de Pascua de
Resurrección es que de forma consciente
demos forma, fortalezcamos y sujetemos este
pensamiento centrado en Jesucristo en los
rincones de nuestra alma, permitiendo que nos
fluya a la mente con anhelo, que nos guíe en lo
que pensamos y hacemos; y que nos traiga el
dulce gozo del amor del Salvador”.
Llenar la mente con Su poder significa que
siempre lo tenemos presente en el pensamiento.
Al enfocar la atención en Él, todo se ve a través
del amor por Él y las distracciones menos
importantes se desvanecen.
“A medida que ustedes continuamente, con
esmero, se concentran en pensar en Jesucristo,
confían en Él y guardan Sus mandamientos,
les prometo no solo guía celestial, sino poder
celestial: un poder que trae fortaleza a sus
convenios, paz en sus dificultades y gozo en sus
bendiciones”.
Los templos brindan
gozo a quienes participan
en las ordenanzas y
hacen convenios en ellos.
Los dones del templo
incluyen la autoridad del
sacerdocio, las familias
selladas para siempre
y la vida eterna. Estas
bendiciones son posibles
mediante la expiación de Jesucristo.
Debido a que los templos suelen ser una
segunda naturaleza para los miembros de la
Iglesia, puede ser fácil dar por sentadas estas
bendiciones. A veces es útil considerar los
templos a través de los ojos de alguien que
no esté familiarizado con ellos. “Lo que para
nosotros podría convertirse en algo común
o rutinario, en ocasiones es percibido en su
esplendor y majestuosidad por aquellos que lo
escuchan o sienten por primera vez”.
El poder del adversario se ve amenazado
por los templos, y por eso hace todo lo posible
para detener la obra del templo. “Al dedicarse
cada uno de los templos, el poder de Jesucristo
para salvar se expande por todo el mundo para
contrarrestar los esfuerzos del adversario y para
redimirnos cuando venimos a Él. A medida que
aumenta el número de templos y de personas
que guardan los convenios, el adversario se
debilita”.
Las personas pueden tener poder sobre el
adversario al hacer y guardar los convenios del
templo. En este Domingo de Ramos, alabado sea
Dios y su bondad. “¿Qué oímos en el evangelio
que hemos recibido? ¡Una voz de alegría!”.
“Me preocupa
sobremanera que tantas
personas parezcan creer
que es completamente
aceptable condenar,
calumniar y denigrar a
cualquiera que no esté de
acuerdo con ellas”.
Los discípulos de
Jesucristo deben ser
ejemplos de cómo interactuar con los demás,
especialmente cuando se enfrentan a diferencias
de opinión. “Una de las maneras más sencillas
de reconocer a un verdadero seguidor de
Jesucristo es fijarse en qué medida trata a los
demás con compasión”.
La expiación del Salvador hizo posible
vencer el mal, incluso la contención.
“Hoy pido que interactuemos con los demás
de una manera más elevada y santa. Por favor,
escuchen con atención: “… Si hay algo virtuoso,
o bello, o de buena reputación, o digno de
alabanza” que podamos decir de otra persona
—ya sea directamente o a sus espaldas—, esa
debe ser nuestra norma de comunicación”.
Tanto la contención como la pacificación son
una elección. “Ustedes tienen su albedrío para
elegir la contención o la reconciliación”. Elijan
ser pacificadores.
La caridad, o el amor puro de Cristo, es el
antídoto contra la contención.
“Los invito a examinar su discipulado
en el contexto de la manera en que tratan
a los demás. Los bendigo para que hagan
los ajustes que sean necesarios a fin de que
su comportamiento resulte ennoblecedor,
respetuoso y representativo de un verdadero
seguidor de Jesucristo”.
del Cuórum de los Doce Apóstoles
Setenta Autoridad General
7
Presidente de la Iglesia
DOM SESIÓN DEL DOMINGO POR L A TARDE
CONFERENCIA GENERAL ANUAL N° 193
Presidente Dallin H. Oaks
Presidente M. Russell Ballard
Los miembros de La Iglesia de Jesucristo de
los Santos de los Últimos Días creen en Cristo, lo
adoran y siguen Sus enseñanzas en las Escrituras.
La mayoría de las Escrituras que informan
sobre los ministerios terrenales de Jesús son
descripciones de lo que Él hizo.
“Mi mensaje de hoy consiste en una selección
de las palabras de nuestro Salvador, lo que Él dijo”,
incluyendo lo siguiente:
“Bienaventurados los pacificadores, porque
ellos serán llamados hijos de Dios” (Mateo 5:9).
“Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen,
haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os
persiguen” (Mateo 5:44).
“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré
descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí; que soy
manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas.
Porque mi yugo es fácil y ligera mi carga” (Mateo 11:28-30).
“Este es mi mandamiento, que os améis unos a otros, como yo os he
amado” (Juan 15:12)
“He aquí, he venido al mundo para traer redención al mundo, para
salvar al mundo del pecado” (3 Nefi 9:21).
“Afirmo la verdad de estas enseñanzas”.
Escrita en la lápida de su esposa Bárbara hay
una lección que ella quería que sus hijos recordaran:
“Lo que más importa es lo que dura más”. Primero,
lo más importante incluye una relación con el Padre
Celestial y Su Hijo Jesucristo. “Esta relación es lo
más importante ahora y en la eternidad”.
Segundo, las relaciones familiares se encuentran
entre las cosas que más importan. Estas incluyen
la familia, los amigos y las familias del barrio, que
son esenciales para la salud física y emocional y
también pueden ofrecer amor, felicidad y un sentido de pertenencia.
“Cuidar de estas relaciones importantes es una elección. La elección
de formar parte de una familia requiere compromiso, amor, paciencia,
comunicación y perdón”.
Otra cosa que más importa es seguir los susurros del Espíritu.
“Testifico que seguir las impresiones del Espíritu es una de las cosas más
importantes en todas nuestras relaciones”.
Finalmente, “testifico que convertirse al Señor, dar testimonio de Él y
servirle también son algunas de las cosas que más importan”.
Dar testimonio de Jesucristo con más frecuencia. “Compartan el
testimonio de lo que saben y creen y de lo que sienten, no solo de lo que
están agradecidos”. Testifiquen de las cosas que más importan y que
más duran.
Élder Ronald A. Rasband
Élder Vern P. Stanfill
Hace casi 2000 años, una multitud de creyentes
se pararon a las puertas de Jerusalén, sosteniendo
palmas y gritando “¡Hosanna!” a Jesús de Nazaret.
Este primer Domingo de Ramos “marcó el comienzo de
la última semana del ministerio terrenal de Jesucristo”.
Esta semana tan importante en la historia humana
culminaría con Su crucifixión y Resurrección, haciendo
posible que todos vivan con el Padre Celestial por la
eternidad.
“La entrada triunfal de Jesucristo en Jerusalén
y los acontecimientos de la semana que siguió ejemplifican la doctrina
que podemos aplicar en nuestras vidas hoy”. Las lecciones son “aceptar
la profecía y las enseñanzas proféticas, actuar según las impresiones del
Espíritu Santo, convertirse en un verdadero discípulo y buscar el poder
sanador de la expiación de nuestro Señor”.
La parábola de las 10 vírgenes enseña que los miembros de
la Iglesia tienen lámparas que representan la luz del evangelio de
Jesucristo. “Nosotros, al igual que las diez vírgenes, tenemos lámparas;
pero ¿tenemos aceite? …
“Si algunos están buscando llenar lo que algunos llaman ‘una lista
de deseos’, es ésta: llenen su lista con aceite en forma del agua viva de
Jesucristo, que es una representación de su vida y enseñanzas”. Esta lista de
deseos lo llevará de regreso al Padre Celestial.
Hay una tentación en el mundo e incluso en
la cultura de la Iglesia de obsesionarse con el
perfeccionismo. “Recuerden que el perfeccionismo no
es lo mismo que ser perfeccionados en Cristo”.
Este último es el proceso, guiado por el Espíritu
Santo, de llegar a ser más como el Salvador. “Al
aceptar la invitación del Salvador de venir a Él,
pronto nos damos cuenta de que lo mejor de nosotros
es lo suficientemente bueno y que la gracia de un
amoroso Salvador hará la diferencia en formas que no
podemos imaginar”.
Nunca subestimen el poder del Salvador. “Una simple palabra de
bondad, una breve pero sincera visita ministrante, una lección de la
Primaria enseñada con amor pueden, con la ayuda del Salvador, brindar
consuelo, ablandar corazones y cambiar vidas eternas”.
La autocomparación no es lo mismo que la emulación. Si bien lo
primero rara vez es productivo y puede ser espiritualmente destructivo,
“emular a los que respetamos y que demuestran atributos similares a los de
Cristo puede ser instructivo, edificante y puede ayudarnos a convertirnos en
mejores discípulos de Jesucristo”.
El Salvador utilizará nuestros esfuerzos sinceros, aunque
aparentemente insignificantes, para llevar a cabo Su obra. “Si simplemente
hacemos lo mejor que podamos y confiamos en Él para compensar la
diferencia, podemos convertirnos en parte de los milagros que nos rodean”.
de la Primera Presidencia
Presidente en Funciones, Cuórum de los Doce Apóstoles
Setenta Autoridad General
del Cuórum de los Doce Apóstoles
8
DOM SESIÓN DEL DOMINGO POR L A TARDE
CONFERENCIA GENERAL ANUAL N° 193
Élder W. Mark Bassett
Élder Ahmad S. Corbitt
Jesucristo no resucitó a Lázaro de entre los
muertos hasta el cuarto día. Antes del milagro,
María y Marta pueden haber pensado que Él llegó
demasiado tarde. Del mismo modo, las personas a
veces sienten que el Salvador responde demasiado
tarde a sus oraciones pidiendo la intervención
divina. Sin embargo, “mi testimonio es que a
medida que avanzamos con fe en Jesucristo, el
cuarto día siempre llegará. Él siempre vendrá en
nuestra ayuda o para reavivar nuestras esperanzas”.
Los individuos también tienen un papel que desempeñar en su
propia intervención divina. Al resucitar a Lázaro de entre los muertos,
Jesús podría haber movido la lápida y haberlo desatado él mismo. En
cambio, dio instrucciones a otros para que movieran la lápida y dijo
a Lázaro que saliera. “Mi impresión es que el Salvador espera que
hagamos todo lo que podamos hacer, y Él hará lo que solo Él puede
hacer”.
Los discípulos hacen todo lo que pueden hacer al hacer y guardar
convenios, escuchar a los profetas, arrepentirse y obedecer los
mandamientos. “Si bien el Señor espera que ‘hagamos todo lo que esté
a nuestro alcance’, recuerden que Él proporcionará la ayuda necesaria
en todas estas cosas mientras confiemos en Él”.
Jesucristo tuvo que sufrir, morir y resucitar
para redimir a todos de la muerte física y dar vida
eterna a todos los que lo siguieran. Los pasos
que uno debe dar para seguirlo a Él y recibir la
vida eterna se denominan la doctrina de Cristo:
fe en Cristo y Su expiación, arrepentimiento,
bautismo, recibir el don del Espíritu Santo y
perseverar hasta el fin.
Los profetas y apóstoles han enseñado
recientemente cómo la doctrina de Cristo puede bendecir a todos
los hijos de Dios, incluso a los jóvenes. “Enséñele a su amado
hijo por qué todos necesitamos desesperadamente a Jesucristo y
cómo aplicar Su sabia doctrina es lo que lo fortalecerá y sanará.
Dirijámoslos hacia Jesús, que es su verdadero abogado ante el
Padre”.
Al proclamar la doctrina de Cristo, el Profeta del Señor hoy está
haciendo lo mismo que hizo Moisés al sostener una serpiente de
bronce, “para sanar a las naciones” (2 Nefi 25:20). Cualesquiera que
sean las mordeduras, el veneno o las dificultades en este desierto
terrenal, “no seamos como aquellos que en la antigüedad y en el
presente, podrían haber sido sanados, pero, lamentablemente, ‘no
miraron... porque no creyeron que los sanaría’” (Alma 33:19-21).
Élder David A. Bednar
Presidente Russell M. Nelson
Jesucristo extiende a todos la misma invitación
que le hizo al profeta Enoc: “Y tú permanecerás
en mí, y yo en tí; por tanto, anda conmigo”
(Moisés 6:34). “La palabra ‘permanecer’ denota
permanecer fijo o estable y perseverar sin
flaquear”.
Permanecer en Cristo es permanecer firme
y constante en la devoción al Redentor y a Sus
santos propósitos, tomar sobre sí Su yugo por
medio de convenios y ordenanzas, fortalecer el
vínculo del convenio con el Padre y el Hijo, deleitarse en las palabras de
Cristo, prepararse para participar de la Santa Cena y servir a los hijos
de Dios.
En el Libro de Mormón, Alma comparó la palabra con una semilla
que debe plantarse y nutrirse, “la palabra” es la vida, la misión y el
sacrificio expiatorio de Jesucristo (véase Alma 33:22-23). “Mis amados
hermanos y hermanas, ¿está la Palabra en nosotros? ¿Están escritas
las verdades del evangelio del Salvador en las tablas de carne de
nuestros corazones?”.
Andar en y con el Salvador es obedecer los mandamientos de Dios y
recordar y honrar los convenios que nos conectan con el Padre y el Hijo.
“Si permanecemos en Él, Él permanecerá en nosotros. Y al caminar en
Él y con Él, seremos bendecidos para producir mucho fruto”.
El Domingo de Pascua de Resurrección es la
observancia religiosa más importante para los
seguidores de Jesucristo.
“Gracias a Jesucristo, podemos arrepentirnos y
ser perdonados de nuestros pecados. Gracias a Él,
cada uno de nosotros resucitará”.
El Libro de Mormón registra, en 3 Nefi 9, que
el Salvador invita a los nefitas a volverse a Él, a
arrepentirse y a convertirse para que Él pudiera
sanarlos.
“Jesucristo les extiende esa misma invitación hoy. ¡Les ruego que
vengan a Él para que Él pueda sanarlos a ustedes! Él los sanará del
pecado, conforme se arrepientan; los sanará de la tristeza y del miedo;
los sanará de las heridas de este mundo”.
“Sean cuales sean las preguntas o los problemas que tengan, la
respuesta siempre se halla en la vida y las enseñanzas de Jesucristo.
Aprendan más sobre Su expiación, Su amor, Su misericordia, Su doctrina
y Su evangelio restaurado de sanación, progreso e inclusión. ¡Acudan a
Él! ¡Síganlo!”.
“Jesucristo es la razón por la que edificamos templos; cada uno de ellos
es Su santa casa. El hacer convenios y recibir las ordenanzas esenciales en
el templo, así como el procurar acercarse más a Él allí, les bendecirá la vida
de maneras como ningún otro tipo de adoración puede hacerlo”.
Setenta Autoridad General
Setenta Autoridad General
Presidente de la Iglesia
del Cuórum de los Doce Apóstoles
9
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