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MUY INTERESANTE HISTORIA

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www.muyhistoria.es
Nº132
HISTORIA DEL ESPIONAJE
De Mesopotamia al siglo XIX
INTELIGENCIA A LA ESPAÑOLA
De los íberos a Villarejo
CIBERAGENTES
DEL SIGLO XXI
La nueva forma de espiar
ARMA DE GUERRA
El poder de los secretos
CONSECUENCIAS
Escándalos políticos
GRANDES ESPÍAS
DE TODOS LOS TIEMPOS
ENIGMAS Y TRAMPAS AL DESCUBIERTO
VIVE EL ARTE
CON PASIÓN
Nueva
edición
coleccio
nista
EDICIÓN
COLECCIONISTA
UN PINTOR
PARA UNA ÉPOCA
ANTICIPO DE LA
MODERNIDAD
LA BELLEZA
DE LA FEALDAD
GOYA, PICASSO
Y LA GUERRA
GOYA
LA RAZÓN DE LA PINTURA
¡YA A LA VENTA!
SHUTTERSTOCK
Crear la historia a hurtadillas
L
os libros canónicos de historia, preocupados en la recopilación cronológica de
los hechos, no recogen muchas veces lo que queda en los márgenes de esta ni
los entresijos de cómo esos hechos llegaron a sus páginas.
A lo largo de ella, en todas las culturas, han existido los espías; esos agentes expertos en
conseguir la información precisa en el momento oportuno y transmitirla a quien debía
llegar. En este número de MUY HISTORIA recorremos grandes momentos históricos
y personajes relacionados con el mundo del espionaje desde sus inicios a la actualidad.
¿Quiénes fueron estos individuos? ¿Qué supusieron sus tramas para sus coetáneos y
cómo repercutieron después? ¿Qué hilos movieron o mueven? ¿Cómo los han usado
los diferentes bloques políticos?
Al leer este número, comprobarás que nada es lo que parece, que todo gira alrededor de
un prisma de espejos enfrentados, tal como fue el caso de Monsieur Richebourg, cuya
pequeñez extrema (medía 58 centímetros) le otorgó su mayor habilidad: disfrazarse de
bebé y espiar. Esto acaecía en la Francia revolucionaria. Richebourg, contratado por
unos y otros (nunca se adscribió a ninguna corriente), se afeitaba muy bien la cabeza
y la cara, se ponía una cofía y se disfrazaba de bebé. Una niñera contratada lo llevaba
en cochecito a las plazas y los lugares donde los políticos y los diferentes hombres de
armas urdían sus planes. Allí se apostaba el cochecito y el
bebé inocente... escuchaba las fechas en que se allanaría
tal edificio, dónde estaban ciertos prisioneros, los lugares
secretos de la pólvora... Por supuesto que se lucró, y se
dice que vivió feliz hasta casi los noventa años.
Sé feliz tú con tu lectura.
Carmen Sabalete
Directora
([email protected])
IMAGEN DE PORTADA: MATA HARI. GETTY.
MUY HISTORIA 3
MI HÉROE
JAVIER SÁEZ DE IBARRA
JAVIER SÁEZ DE IBARRA
■ Narrador y poeta, trabaja como profesor de
Lengua y Literatura. Ha publicado los libros de
relatos El lector de Spinoza (2004), Propuesta
imposible (2008), Mirar al agua (2009, I Premio
Internacional Ribera del Duero), Bulevar (2013,
Premio Setenil) y Fantasía lumpen (2017) y el
poemario Motivos (2006).
Sáez de Ibarra (Vitoria, 1961), maestro del microrrelato que en 2020 ha publicado su
primera novela, Vida económica de Tomi Sánchez, escoge como personaje favorito de la
historia al genial cineasta y cómico británico, creador del universal personaje de Charlot.
Charles Chaplin
P
ara mí, el artista más importante del siglo XX es
Charles Chaplin (1889-1977). Hace unos años,
visité una exposición dedicada a Gómez de la
Serna y las vanguardias. Mientras contemplaba
los carteles, fotografías y objetos allí reunidos, oí a gente
riéndose. Al acercarme, descubrí que estaban viendo un
cortometraje de Chaplin, Día de paga (1922), en el que
hacía de un albañil al que le arrojaban ladrillos que debía
colocar en filas; como cada vez le tiraban más, los recogía
con las piernas, los brazos, el cuello...; su habilidad rayaba
en lo increíble, a toda velocidad y sin perder la compostura. Los visitantes de la exposición estaban dedicando a ese
corto más tiempo que al resto de
las obras; se diría que se hubieran
olvidado de la provocación de las
vanguardias y sus experimentos
ya archivados por la historia del
arte para morirse de risa con las
andanzas del hombrecillo. Chaplin nos hacía disfrutar con una
visión humorística y delirante de
la explotación laboral. También
nos reiríamos de los trastornos
que produce el trabajo en cadena
–espasmos, descontrol del cuerpo,
alucinaciones– en Tiempos modernos (1936). Y, en esa misma
película, de cómo se pretende alimentar a los trabajadores con una
máquina para robarle unos minutos al descanso.
6 MUY HISTORIA
Lo asombroso de Chaplin es su sensibilidad para captar la
deshumanización de nuestra sociedad y su capacidad de
mostrárnosla superando el dolor, la amargura, la desesperación o la ira que nos produce. Esto es posible porque su
mirada revela el lado humorístico del mal; es decir, que el
mal, en tanto trastorno del sentido, de la justicia, de la salud,
de la paz, etc., se percibe como un error y, por eso mismo,
se vuelve risible: igual que el camarero que, al equivocarse
de puerta, choca con el compañero y tira la bandeja con las
copas. El mal es una desviación, un fallo; y en la medida en
que contraviene la ética más elemental, lo lógico para con lo
humano, resulta irracional y ridículo –el absurdo nos divierte–. Así, el diablo se representa cojo o jorobado, imperfecto y torpe en ciertas tradiciones,
casi digno de lástima; y así vemos también a
Hynkel, alter ego de Hitler (El gran dictador,
1940), cuando juega con el globo terráqueo como con una pelota; su megalomanía nos hace
sonreír, incluso compadecerle en su delirio, su
locura; esto es, su extravío.
Chaplin tuvo una infancia y una juventud durísimas: una familia pobre y desestructurada,
un padre alcohólico que muere pronto, una
madre enferma, la estancia en un orfanato,
A la izquierda, Vida económica de Tomi
Sánchez (La Navaja Suiza Editores,
2020), primera novela publicada por Javier Sáez de Ibarra, que narra con el característico humor del autor fragmentos
de la vida de un hombre imprevisible.
empleos múltiples y mal pagados... Acaso esa experiencia sostiene la moral inquebrantable de sus personajes, que han aprendido a vivir frente a la adversidad
producida por la injusticia social, el abuso del más
fuerte y la rigidez de las normas. Rara vez lo veremos
llorar –inolvidable su impotencia ante los guardianes
que le arrebatan a su hijo en El chico (1921), su primer largometraje, que cumple 100 años–. Se nos presenta siempre erguido, firme, manteniendo la calma
y las buenas formas que se debe a sí mismo. Su parodia del caballero (el bombín, el bastón, el chaleco,
los ademanes, con la levita raída y los zapatos rotos)
muestra al mismo tiempo la vanidad de ese glamur y
la dignidad inviolable del pobre. Su personaje encarna una respuesta ética; nunca se enfada, no guarda
rencor, no duda, no se arrepiente. Delibera veloz entre las opciones posibles y actúa. Da la impresión de
que ya antes hubiera pensado y comprendido todo.
Conoce la ley que rige la sociedad y los comportamientos de los demás; sabe lo que quiere o necesita él
mismo en cada momento. Entendemos su sabiduría
y sus acciones no necesitan ser explicadas: la comunicación es inmediata.
PERMANENTE COMPROMISO
ASSOCIATION CURIE JOLIOT-CURIE
Dibujo que retrata
a Chaplin caracterizado como Charlot, nombre que se
le dio en Francia –y
luego en España–
al personaje que
en inglés se llamó
The Tramp (el vagabundo).
SHUTTERSTOCK
En Monsieur Verdoux (1947), afirma que los miles
de muertos provocados por una guerra dan
prestigio, mientras que unos pocos crímenes condenan al asesino. Esta provocación, entre otras, lo hace blanco de la
prensa y la policía norteamericanas,
que lo tachan de comunista. Él defiende la libertad de expresión y se
refugia en Suiza. Un recorrido por su obra nos
muestra el permanente compromiso
de un hombre que
abordó los temas
imprescindibles
d e su pre s e n te, y un humor
que nos anima
también hoy a la
lucha y a la esperanza. MH
MUY HISTORIA 7
LAS LISTAS DE MH
Diez fiestas que pasaron
a la historia
Del Antiguo Egipto a la Italia contemporánea, una decena de celebraciones que dejaron huella por
motivos diversos: libaciones excesivas, conductas escandalosas, trágicos accidentes, boato y lujo
desmedidos, importancia y cantidad de los invitados, posibles crímenes, consecuencias políticas...
POR NACHO OTERO
Bacanales de Paculla Annia
Roma, siglo II a.C.
Por su carácter iniciático y mistérico, no es mucho lo que se sabe sobre los rituales en
honor a Baco (dios romano del vino y la fertilidad, equivalente al Dioniso griego): parece
que las bacanales llegaron a Roma desde Etruria, que estaban reservadas a las mujeres, se celebraban de día en lugares recónditos y tenían un carácter religioso pero también etílico y transgresor. Lo que sí se conoce con exactitud es que en el año 186 a.C.
fueron repentinamente prohibidas por el Senado romano, que persiguió desde entonces con ferocidad –torturas y ejecuciones incluidas– a sus practicantes, acusados de
inmoralidad. Según el posterior y no siempre fiable Tito Livio, todo se debió a la irrupción de un singular personaje, la sacerdotisa Paculla Annia, que en 188 a.C. cambió las
reglas de la bacanal: pasó a ser nocturna, a admitir a varones adolescentes y, en resumen, se convirtió en un ‘fiestón’ orgiástico presidido por la promiscuidad sexual y el exceso. Otros autores creen, en cambio, que la persecución tuvo una motivación política.
1
ASC
2
Festival de la
Embriaguez
Bubastis, 440 a.C.
8 MUY HISTORIA
La juventud de Baco
(1884), cuadro de
W. A. Bouguereau.
ASC
Hay dos versiones sobre este
desmesurado botellón que se celebraba en el Antiguo Egipto. Según la primera, el Festival de la
Embriaguez o de los Borrachos
rendía culto, a principios de cada
año, a Sejmet, diosa de la guerra
y la venganza con cuerpo de mujer y cabeza de leona (arriba, relieve en el Templo de Kom Ombo): para mitigar su fiereza, en
todo el delta del Nilo se bebían
grandes cantidades de vino, se
bailaba y se cantaba hasta el desmayo. En la segunda versión, era
Bastet, diosa-gata del hogar, la
abundancia y el placer, la homenajeada, y el festival tenía lugar en
la ciudad de Bubastis (en el delta),
era asimismo anual y duraba ¡24
días! Según Heródoto, el del año
440 a.C. batió todos los récords:
asistieron 700.000 beodos.
4
Baile de los Ardientes
París, 28 de enero de 1393
Esta fiesta pasaría a la historia por su desastroso y trágico resultado: ya se
sabe que a veces las celebraciones se tuercen y acaban peor que mal. El
llamado Bal des Ardents o des Sauvages (de los Salvajes) fue organizado
junto a otros eventos por Isabel de Baviera, esposa del rey Carlos VI de
Francia, con la excusa del casamiento de una de sus damas de compañía.
Su verdadera intención, sin embargo, era entretener lo más posible al joven
monarca, que el verano anterior había sufrido un ataque de locura. Así, se
dispuso un baile de máscaras para que Carlos, junto con cinco miembros
de la nobleza, ejecutara uno de sus pasatiempos favoritos: una danza tradicional llamada charivari en la que los bailarines se disfrazaban de unos
seres a medio camino entre salvajes y demonios. Los músicos arrancaron
a tocar, los danzantes a bailar, y de pronto una antorcha que portaba un
espectador –y no uno cualquiera: Luis, duque de Orleans y hermano del
rey, que había entrado tarde y al parecer bebido– soltó una chispa que
prendió en uno de los trajes. Dado que estos eran de lino empapado en resina y linaza, para dar a los bailarines su aspecto asilvestrado, los ejecutantes se convirtieron de inmediato en antorchas humanas (abajo, miniatura
del siglo XV). El rey salvó el pellejo, pero cuatro ‘ardientes’ fallecieron, y la
ira del pueblo forzó a Carlos y Luis a pedir disculpas públicas.
ASC
3
Cumbre del Campo
del Paño de Oro
ASC
Calais, 7-20 de junio de 1520
Se da este nombre al encuentro diplomático
celebrado entre el rey de Francia (Francisco I)
y el de Inglaterra (Enrique VIII) en los prados
ubicados entre Guînes y Ardres, cerca de Calais –territorio bajo dominio inglés en aquel
momento–, para poner fin a las hostilidades
entre sus reinos y concertar una alianza que
detuviera el avance de España, gobernada por
Carlos V. Pero, más allá de la política, si se recuerda esta cumbre es por el lujo desplegado
en el campamento (arriba, grabado coloreado) y por el interminable festín de comida, bebida y juerga que la acompañó.
Ponche del almirante
Edward Russell
ASC
Alicante, 26 de diciembre de 1694
5
Aunque hay relatos que sitúan esta fiesta en Cádiz, existen datos fidedignos que corroboran que fue Alicante el escenario de una de las más
monstruosas cogorzas navideñas de todos los tiempos. Su instigador
fue el primer Earl de Oxford, el almirante británico Edward Russell, que,
hallándose en aguas del Mediterráneo y frustrado por no poder regresar a Inglaterra a pasar las entrañables fechas (órdenes del almirantazgo), montó un colosal ágape en el palacio del gobernador alicantino,
con 800 camareros, 6.000 invitados y 150 platos. El mayor ‘desfase’:
un estanque navegable con 2.862 litros de ponche navideño.
MUY HISTORIA 9
Cumpleaños del emperador Kangxi
Pekín, 4 de mayo de 1720
Kangxi (1654-1722), cuarto emperador de la dinastía Qing, subió al trono con siete
años y reinó durante 61, hasta su muerte –el más largo de los reinados de China–;
está considerado uno de los emperadores más admirados por su pueblo. El país
disfrutó de la paz y la prosperidad durante su gobierno, que sobresalió por el avance de la educación y el patrocinio de las artes y las ciencias. Con semejante currículo, no es de extrañar que, al cumplir Kangxi los 66 años, se decidiera en la corte
tirar la casa por la ventana para rendirle tributo. Así, las celebraciones de su cumpleaños incluyeron todo tipo de ceremonias, fastos y lujos y culminaron con una
multitudinaria procesión desde el Jardín Chang Chun Yuan (al noroeste de Pekín)
hasta la Ciudad Prohibida, situada a unos 10 kilómetros de distancia. Kangxi murió
menos de dos años después, tras lo que se desató un problema sucesorio.
ASC
7
6
Fiesta del
Escándalo
Arbuckle
San Francisco, 5 de
septiembre de 1921
ASC
Roscoe Conkling Arbuckle, más
conocido como ‘Fatty’ (Gordito)
Arbuckle por razones obvias –un
apodo profesional que detestaba–,
fue un cómico estadounidense del
cine mudo, mentor de Charles
Chaplin y descubridor y amigo de
Buster Keaton. Fatty fue una de
las estrellas más populares de la
década de 1910 a 1920, y de las
mejor pagadas: en 1920, en la cima de su carrera, firmó un contrato con Paramount Pictures por
14.000 dólares, toda una fortuna.
Pocos podían imaginar que iba a
pasar de la cima a despeñarse ladera abajo. Durante unos días de
asueto en San Francisco, se alojó
con varios amigos en un hotel y
decidieron montar una fiesta, bien
regada de alcohol, a la que invitaron a unas cuantas mujeres; entre
ellas, una aspirante a actriz de 30
años llamada Virginia Rappe. El
resto es historia. Rappe ingresó en
coma en el hospital, aparentemente por una peritonitis, y murió tres
días más tarde. Arbuckle fue acusado de haberle perforado la vejiga al violarla con una botella. Tras
tres juicios, resultó absuelto, pero
el escándalo y la duda acabaron
con su carrera y agravaron su alcoholismo. Murió con 46 años.
10 MUY HISTORIA
‘Bunga
Bunga’ de
Berlusconi
Cerdeña, 2010
GETTY
8
‘Bunga Bunga’ es una expresión de origen discutido, lo mismo que su significado: puede
provenir de Malasia, de Australia o del mundo del music-hall
en la década de 1910. Pero el
culpable de resucitarla un siglo
más tarde con el sentido de
“fiesta orgiástica en el ámbito
del poder” fue, sin duda, el exprimer ministro y empresario italiano Silvio Berlusconi, al que
por esta fecha le salieron acusadoras por todas partes; en concreto, chicas menores de edad
a las que supuestamente habría
pagado a cambio de tener sexo
con él y sus invitados en Villa
Certosa, su mansión sarda, y
otros lugares. No se pudo probar, pero el escándalo dinamitó
sus futuras aspiraciones políticas. Abajo, la exprostituta Nadia
Macri, una de sus acusadoras,
en una fiesta Bunga Bunga paródica celebrada en 2011.
Celebración de los 2.500 años
del Imperio persa
Persépolis, 12-16 de octubre de 1971
Casi tan fastuoso –y presuntuoso– como el cumpleaños de Kangxi fue este evento de cinco
días de duración con el que el entonces sah Reza Pahleví quiso mostrar al mundo su poder
y la ‘modernización’ de Irán, al tiempo que entroncaba nada menos que con Ciro el Grande
(el Cilindro de Ciro fue el logotipo de la fiesta). El banquete fue el más prolongado y lujoso de
la historia moderna, según el Libro Guinness, y a él asistieron desde Raniero de Mónaco y
Juan Carlos de Borbón hasta el mariscal Tito, Ceaucescu o Imelda Marcos.
9
50 aniversario
de Adnan
Khashoggi
Las fiestas de la jet set marbellí
durante los 70 y parte de los 80
fueron uno de los acontecimientos estrella en la prensa del corazón española, que hizo de esta
colonia de expatriados con mucho dinero, dudosas reputaciones y aún más dudoso gusto una
versión cañí de Hollywood y Beverly Hills. Uno de los personajes
inevitables de esos años fue sin
duda el comerciante de armas
saudí Adnan Khashoggi, cuyo 50
cumpleaños marcó un antes y un
después en lo que a dispendios
se refiere. Entre los regalos, un
collar de diamantes en el cuello
de un cachorro de león.
10
GETTY
EFE
Marbella, 25 de julio de 1985
MUY HISTORIA 11
ENTREVISTA
Henry
Kamen
Este reputadísimo y polémico hispanista, nacido en
Rangún (Myanmar), desmenuza para MUY HISTORIA
los pormenores de su último libro, La invención de
España.
EFE
FERNANDO COHNEN
PERIODISTA
U
sted no deja títere con
cabeza. En La invención
de España (2020, Espasa), rebate a conciencia
todos los mitos nacionales: desde
Sagunto a Numancia, pasando por
la Reconquista y Lepanto y concluyendo con la desmitificación de la
supuesta armonía de las tres culturas (católica, judía y musulmana)
12 MUY HISTORIA
en la España medieval. ¿Cuál es su
objetivo con este nuevo libro?
Muy sencillo: el objetivo del libro es
recordar al lector que un país –en
este caso, España– es el producto de
un conjunto de factores y situaciones
que hay que comprender a través de
lo que revela la investigación histórica. Muy a menudo surgen problemas
y contradicciones en la evidencia his-
tórica, pero eso se puede resolver fácilmente haciendo más investigación.
Pero, ¡ojo! No ataco los mitos, ya que
son necesarios; mi texto lo dice. Existen mitos nacionales, como el mito de
Santiago, que son producto de la piedad popular; son mitos que merecen
larga vida, porque han contribuido a
la formación de la mentalidad de la
nación. Lo mismo se puede decir de
PERFIL PROFESIONAL
El historiador británico Henry Kamen (1936) se formó en Oxford y ha enseñado en diversas universidades de Gran Bretaña, Estados Unidos y España.
Ha sido profesor del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en Barcelona y es miembro de la Royal Historical Society de Londres. Especialista
en los siglos XVI y XVII del Imperio español, es uno de los hispanistas más
reputados del panorama internacional. Entre más de treinta títulos destacados, pueden citarse Felipe de España, La Inquisición española, Imperio. La
forja de España como potencia mundial, El gran duque de Alba, Del Imperio a
la decadencia. Los mitos que forjaron la España moderna, Los desheredados.
España y la huella del exilio, El enigma del Escorial, Poder y gloria. Los héroes
de la España imperial, Brevísima historia de España o Magia y enigma. Edificios legendarios de España.
Numancia, que aun teniendo poca
base histórica refleja la voluntad clásica del patriotismo. En cambio, hay
otros mitos que no son nacionales,
se han inventado por motivos partidarios e ideológicos y sin ninguna
investigación histórica, con la intención de falsificar el pasado y el carácter nacional. Estos sí que salen muy a
menudo malparados en mi libro.
¿Cree que el sistema educativo español continúa propagando esos mitos
del relato nacional?
No tengo mucha experiencia del sistema educativo secundario, pero opino que a nivel universitario se podría
hacer mucho más para reformar la
manera de educar y por tanto la manera de entender y de respetar el pasado histórico del país.
¿Cómo es posible que algunos de
esos mitos sigan persistiendo?
Pura falta de interés. Por ejemplo, ni
un solo investigador español estudió
la documentación sobre las pandemias que acompañaron la presencia
española en el Nuevo Mundo; los investigadores pioneros en ello fueron
los estadounidenses. Y hasta ahora
muchos aquí prefieren dedicarse a la
polémica sobre estos temas, en vez de
a la investigación. O prefieren leer las
novelas de ficción. Un mito durará
mientras perduren las polémicas inútiles y las ficciones.
¿Puede decirse que el mayor mito de
todos es quizás la Reconquista?
Mire, la historia medieval de otros países no es tan diferente de la de España;
por tanto, hay que permitir un cierto
papel para ficciones y romanticismos.
A mí me encanta el romanticismo del
Cid. Lo malo es cuando se deja de investigar adecuadamente y cuando la
ideología empieza a dominar las interpretaciones. Eso ha pasado con varios
temas de la historia de España, y no
solamente con la Reconquista.
ción en España. ¿Qué opina de la
leyenda negra en general?
La así llamada “leyenda negra” es una
fantasía inventada a principios del
siglo XX y desde entonces cultivada
por dos o tres autores españoles de
una ideología reaccionaria. Su argumento consiste en denunciar la hostilidad de los extranjeros hacia España.
De hecho, fuera de España nadie tiene
interés en esta polémica. Lo sorprendente de la actitud europea a lo largo
de los siglos no es su hostilidad, sino
más bien, como apunto en mi libro, la
afición europea por España. Desde el
siglo XVI los extranjeros han admirado el carácter de España, su exotismo,
su clima, su música, su gente, su sol, y
así podemos seguir con una lista larga de aspectos positivos y podemos
arrinconar este tema de la “leyenda
negra”. No hace falta citar a la Inquisición, fuera de una época de conflicto
religioso no tiene nada que ver con las
críticas hechas a España.
En su libro señala que las circunstancias de la toma de Granada no
tienen nada que ver con las que decidieron la batalla de las Navas de
Tolosa casi tres siglos antes.
Por supuesto que no. Trescientos años
después, todo fue diferente, absolutamente todo. De la misma manera, la
España de Felipe VI hoy no tiene nada que ver con la España de Felipe V
de hace 300 años.
En su opinión, ¿cuál fue el momento
en qué se formó el concepto de nación española?
No es posible identificar un momento histórico, porque los mismos españoles todavía no tienen mucha
conciencia de ser una nación, y el
patriotismo todavía no ha llegado a
ser una virtud pública aquí. El provincialismo siempre, desde la época
medieval, ha sido la mentalidad dominante, como se ve mucho en Cataluña, donde lo que se llama separatismo es poco más que provincialismo.
Usted siempre ha rebajado la importancia del papel de la Inquisi-
Hay algunos historiadores que recuerdan que los gobernantes >>>
Lo que en Cataluña
se llama separatismo
es poco más que
provincialismo
MUY HISTORIA 13
Los españoles todavía no tienen
mucha conciencia de ser una nación
>>>españoles en la época de Oli-
vares no tenían duda alguna sobre
la existencia de un organismo llamado “Junta de defensa de España”. ¿Eso significaría que el concepto de España ya estaba vigente
en el siglo XVII?
La palabra “España” sí que existía
casi desde siempre, desde la época
romana. Pero el concepto, el sentimiento de “España” es otra cosa, y
otro problema. Tengo escritas cientos de páginas sobre el tema.
¿Cree que los españoles seguimos
intentando crear un país hoy día?
¡Y tanto que sí! Los españoles siguen intentando crear un país hoy
día. En mi opinión, la mayoría de
la gente, incluyendo a la mayoría de
los políticos (excepto los separatistas), quieren que exista España, y
harían esfuerzos para que se convirtiera en realidad.
pasado. Es aquí donde el historiador
puede ayudarnos.
¿Es necesario que, una vez desmontados esos mitos –los más
rancios, esos que se han inventado
por motivos partidarios e ideológicos–, busquemos otros que sirvan para cohesionar mejor la nación española?
Mire, cada país necesita tener mitos,
es decir, ilusiones y también leyendas para dar sustancia al pasado histórico del país. No hace falta que los
mitos sean verídicos. Si miramos la
obra inmortal de Goya, vemos como
él combina la realidad con el sueño,
es así como deberíamos ir creando
y “fabricando” la auténtica memoria
histórica de una nación, no a través
de conflictos ni mentiras, sino a través de una buena comprensión del
Lleva viviendo en España casi tres
décadas. Cuando escribe sobre la
historia del país, ¿lo hace desde la
perspectiva de un extranjero o ya se
siente parte del paisanaje?
La verdad es que tanto en el arte como
en la historia no es siempre obligatorio identificarse con un tema para poder dibujarlo correctamente; además,
en mi caso, no me he limitado al contexto de España. Por ejemplo, ahora
estoy preparando un estudio para
Yale sobre la historia social de toda
Europa. Aun así, mi apego a cosas de
España sale a menudo en mis libros,
sobre todo (tengo que confesarlo) en
mi estudio sobre la vida social de la
Cataluña del siglo XVI, que publiqué
ya hace años y que preparé estudiando directamente en los pueblos y
archivos locales, caminando por los
campos del país, y fue así como acabé
casándome con una catalana.
LA CREACIÓN DE UNA IDENTIDAD
E
n este nuevo libro, el prestigioso
hispanista Henry Kamen invita al
lector a explorar los caminos fundamentales que durante siglos han marcado la invención de España. La nueva obra del historiador británico es una
aproximación a algunas de las imágenes
que con el tiempo han ayudado a formar nuestra percepción de España, a los
contextos en los que mitos y leyendas
han contribuido a inventar una realidad
a partir de elementos que, inspirados en
las ideologías y en las distorsiones que
puedan acompañarlas, tenían como fin
dar forma a un anhelo: conseguir la unidad de la nación. En este libro también
tienen su reconocimiento los héroes,
desde Viriato hasta Agustina de Aragón.
Una multitud de ilusiones, conflictos y
tensiones que forman, todos ellos, una
presentación apasionante de la experiencia común de la familia hispánica.
14 MUY HISTORIA
Por cierto, ¿le molesta que algunos
sectores de este país le sigan calificando de historiador antiespañol?
¡En absoluto! Más bien me hace reír,
porque es un sinsentido y además es
prueba de que nunca han leído mis libros. He escrito 30 libros sobre España,
estudios definitivos sobre Felipe II, la
Inquisición, Felipe V, el Imperio, etcétera, etcétera, que todos los historiadores
tanto españoles como foráneos citan.
Mis libros han salido en diez idiomas,
quizás más. Hasta ahora nadie ha podido identificar ni una sola frase antiespañola en todas estas obras. Me recuerda
la época en que una cierta ideología denunciaba a todos los que discrepaban
de ella como la “anti-España”. La pena
es que sería mucho más útil hacer la necesaria investigación histórica en vez de
recurrir a insultos. MH
VIVE LA HISTORIA
CON PASIÓN
EDICIÓN
COLECCIONISTA
OBJETIVO NORMANDÍA
La ofensiva paso a paso
COMANDOS
Punta de lanza aliada
LA RESISTENCIA
Y LOS ESPÍAS
¿Cuál fue su papel?
Nueva
edición
coleccio
nista
ESPAÑOLES Y MUJERES
Los héroes desconocidos
DÍA D
LA HISTORIA JAMÁS CONTADA
¡YA A LA VENTA!
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MOMENTOS ESTELARES DE LA VIDA COTIDIANA
Historia de las gafas
M
ás de la mitad de la población española
usa hoy medios para mejorar la visión:
nuestra sociedad sería muy distinta sin la
invención de las gafas.
No hubo instrumentos de este tipo en
la Antigüedad, aunque Séneca mencionó que las letras se veían mejor a través de una
bolsa de agua. El cristal que Nerón utilizaba en el
circo servía, al parecer, para proteger los ojos.
LAS LENTES DEL APÓSTOL
Las gafas son un invento medieval. Alhacén, el gran
científico árabe, puso en el siglo XI las bases teóricas de
“la piedra de lectura”: una semiesfera de cristal de cuarzo que actuaba como lupa. Se utilizó en los conventos,
donde los monjes se dedicaban a la lectura.
Las primeras gafas como tales se crearon entre 1270 y
1290 en Italia. Consistían en dos lentes sobre soportes
articulados entre sí, que había que sujetar manualmente. La primera representación pictórica es de 1352, de
Tomaso de Módena. Pronto adquirieron consideración social: en 1403, Conrad von Soest pintaba al
16 MUY HISTORIA
“apóstol con gafas”, un anacronismo que se repetía en
la catedral de Aquisgrán hacia 1420, donde el apóstol
Tomás lleva al cinto un bolso para las gafas.
Mejoraban la vista de lo más cercano y eran un artículo para las clases altas y académicas, pero seguramente
las usaron también profesiones que exigían un trabajo detallado: artesanías de tejido, costura, carpintería,
contabilidad... Su demanda aumentó desde mediados
del siglo XV, al difundirse los libros tras la invención
de la imprenta por Gutenberg. Las gafas fueron mejorando a partir de experiencias artesanales concretas,
no de grandes innovaciones teóricas. Entre las novedades medievales estuvieron las gafas de hierro y de otros
materiales. Un arco rígido unía las dos lentes. También
debían sujetarse con la mano.
Los modelos posteriores buscaron mayor comodidad. Algunos pendían de una cinta de cuero que rodeaba la cabeza, o de un gorro bajo, sujetas por un
alambre. En otras gafas el armazón incluía un asa.
Tuvieron importancia los anteojos con lentes de forma circular, con una armadura que se sujetaba en la
nariz; en España se llamaron quevedos, por usarlos
el escritor Francisco de Quevedo.
En muchos lugares de
Europa se procuraba no
exhibirlas en público,
por señalar pérdida de
facultades; en España
fueron signo de riqueza
Las gafas suscitaron distintas actitudes sociales. En muchos lugares de Europa se procuraba no exhibirlas en público, por señalar
pérdida de facultades. En España, en cambio,
fueron símbolo de estatus o de riqueza. Aquí
nacieron las gafas sujetas por un hilo que
llegaba hasta las orejas, donde las sostenían
pequeños pesos de metal. Las hubo después
de este tipo en Oriente, quizás llevadas por
misioneros españoles.
Aquí y en página anterior,
distintos modelos de gafas
antiguas. Estas eran plegables.
ISTOCK
Grabado que retrata a
Francisco de Quevedo
Villegas (1580-1645)
con sus características
gafas de lentes redondas.
MANUEL MONTERO
EDICIONES NOBEL
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Desde fines de la Edad Media se emplearon
también monóculos, aunque no se popularizaron hasta 1800, cuando se convirtieron en
artículo de moda.
Las gafas de patillas sobre las orejas las creó
en 1727 el óptico inglés Edward Scarlett.
Después, las novedades vinieron de mejoras en la montura y de lentes para distintas
necesidades. En 1784, Franklin inventó las
lentes bifocales, para usarlas a distancia y de
cerca. El progreso industrial del siglo XIX
fue acompañado por la difusión de las gafas
entre las clases medias.
El adelanto de la óptica, los materiales más
ligeros y su abaratamiento generalizaron las
gafas a lo largo del XX. Fueron también objeto de preocupaciones estéticas asociadas a la
moda, con gran variedad de modelos que se
harían consustanciales a la vida cotidiana. MH
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USO GENERALIZADO EN EL SIGLO XX
■ Catedrático de Historia Contemporánea
y Rector de la Universidad del País Vasco
entre 2000 y 2004, Manu Montero (Bilbao,
1955) es autor de numerosos libros –Historia
general del País Vasco, Voces vascas. Diccionario de uso, En el nombre de Bilbao, La
construcción del País Vasco contemporáneo,
Mineros, banqueros y navieros, Algo habré
hecho...–. Obtuvo el Premio Internacional de
Ensayo Jovellanos en 2018 por El sueño de
la libertad. Mosaico vasco de los años del terror (Ediciones Nobel), un lúcido análisis del
impacto del terrorismo de ETA.
MUY HISTORIA 17
FOTOS CON HISTORIA
Por amor al arte
Las parejas de artistas abundan, y han abundado siempre a lo largo de
la historia. Personas comprometidas con su arte que se ayudaron y se
denostaron. Historias de amor que impulsaron a sus protagonistas y a
los demás. Aquí tienes cuatro grandes ejemplos.
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POR CARMEN SABALETE
Aprendiendo juntos
18 MUY HISTORIA
saba de la Guerra de Corea. Se encontraron reaccionando contra el expresionismo
abstracto, buscando nuevas vías (fueron
denominados neo-Dadá) que vislumbraban ya el pop, y montaron varias exposiciones juntos. Nunca hablaron de forma
abierta de su romance, pues a finales de los
años cincuenta la homosexualidad era un
tabú incluso entre los sectores más progresistas de Nueva York.
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L
a relación entre Jasper Johns y Robert
Rauschenberg duró seis años, y para ambos fue la más determinante que
tuvieron en sus inicios como artistas gráficos y pintores. Casado con Susan Weil,
de la que se divorció en 1953, Rauschenberg mantuvo antes otra relación con Cy
Twombly, pero su idilio con Johns fue mucho más duradero y productivo en el terreno artístico. Por entonces, Johns regre-
SHUTTERSTOCK
Un elefante con una paloma
Y
o sufrí dos accidentes graves en mi vida: uno en el que un autobús me tumbó al suelo, el otro es Diego. Diego fue el peor de todos”, escribió la pintora
mexicana sobre su relación con el muralista Diego Rivera, a quien conoció de
adolescente, en 1922, cuando el pintor realizaba el primero de sus grandes murales en el Anfiteatro Simón Bolívar de la Escuela Preparatoria Nacional. Rivera
se quedó prendado de su personalidad y creatividad y terminaron casándose en
1929. Era el tercer matrimonio para él y el primero y único para ella, que tenía 22
años. Fue un amor atormentado, violento, cargado de admiración mutua, intensidad creativa e infidelidades. Se divorciaron en 1939, pero se volvieron a casar un
año más tarde. “Un elefante con una paloma”, decían de ellos. “Siento que desde
nuestro lugar de origen hemos estado juntos, que somos de la misma materia, de
las mismas ondas, que llevamos dentro el mismo sentido”, le escribió ella.
Surrealismo y locura
M
THE TIMES
ientras la palabra exista, nada se va a olvidar. Solo con la palabra tenemos memoria, y si hay memoria yo existo”, escribió Elena Poniatowska sobre la pintora Leonora Carrington,
a la que Octavio Paz definió como “un poema que camina”.
Leonora conoció al también pintor Max Ernst en Inglaterra, en
1937; era 27 años mayor que ella y fue quien la introdujo en el surrealismo. Su historia de amor fue convulsa, afín a los tiempos
que corrían. Ernst fue detenido en 1939 e internado en un campo
de concentración en Francia; Leonora huyó a España en 1940. Sufrió una profunda crisis nerviosa y fue ingresada en un psiquiátrico santanderino dirigido por Luis Morales. De aquella experiencia
–cruel y verdaderamente surrealista– surgió Memorias de abajo,
texto surrealista fundamental. Después, cada uno siguió con su
vida, aunque se reencontraron en Nueva York. Ella se había casado con el escritor y diplomático Renato Leduc; él, con la coleccionista Peggy Guggenheim, primero, y con la pintora Dorothea
Tanning, después. “Estoy desesperada y locamente enamorada
de Max. Sigo pintando, pero solo para no volverme loca. Quiero
que únicamente viva para mí y conmigo. Quiero tenerlo siempre.
Quiero estar en el mismo cuerpo que él”, escribió Leonora.
20 MUY HISTORIA
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Cronistas de nuestra guerra
T
ristísima, como todas las historias de amor, fue la de Gerda Taro y Robert Capa. Los dos eran inteligentes, atractivos, seductores... Querían comerse el mundo y comenzaron por el lado peor de la partida. Gerta Pohorylle nació
en 1910 en la ciudad alemana de Stuttgart. Judía, tuvo que huir del nazismo y llegó en 1933 a París, donde trabajó
como niñera y mecanógrafa. Allí, en 1934, conoció a un joven fotógrafo húngaro, también judío, llamado Endre Ernö
Friedmann –el nombre real de Robert Capa–, tres años menor que ella. Se ayudaron a construirse a sí mismos sin reservas (al principio, firmaron las fotos de ambos con el seudónimo común “Capa”). Él le enseñó fotografía, ella cómo debía
mostrarse ante los demás para conseguir sus objetivos. Viajaron juntos a España en 1936 para cubrir la Guerra Civil como corresponsales gráficos. En la retirada tras la batalla de Brunete, en julio de 1937, Gerda fue aplastada accidentalmente por un tanque republicano. Murió pocas horas después: la primera fotoperiodista muerta en una guerra. Nunca
llegó a París, donde había quedado con Capa para celebrar el 27 cumpleaños de ella antes de que él se marchara a China.
MUY HISTORIA 21
EPISODIOS
El hallazgo del
Gigante de Altzo
Los bulos y leyendas sobre la desaparición de su cadáver han permanecido vivos cerca de 160 años.
Viajando de boca en boca, se extendió el rumor de que sus restos habían sido robados del cementerio
familiar de Altzo Azpi (Guipúzcoa) para una investigación o con algún deshonesto fin. En agosto de
2020, las labores de excavación pusieron punto final a todas las especulaciones: el gigante estaba en el
osario. Miguel Joaquín Eleizegi Ateaga, el Gigante de Altzo –2,42 metros–, fue uno de los hombres más
altos del mundo. El hallazgo de sus huesos es el último capítulo de una vida de película.
IBON PÉREZ
PERIODISTA
HANDIA (2017, AITOR ARREGI Y JON GARAÑO)
Eneko Sagardoy en el papel de Miguel Joaquín
Eleizegi, Altzoko Handia (el Gigante de Altzo), en
la película sobre su vida, Handia (2017). Obtuvo
el Goya como mejor actor revelación.
L
a fascinación por los gigantes siempre ha estado en
el imaginario colectivo. Objeto de encantamiento
y especulación, las primeras referencias a estos seres se hallan ya en antiguas civilizaciones como la
hindú, la celta, la mesopotámica, la hebrea (Goliat en el Antiguo Testamento), etc. Popularmente, se les ha atribuido
comerse a otros seres humanos –sobre todo a los niños– y
tener una fuerza sobrenatural. Su existencia, para las mentes primitivas, era una de las posibles explicaciones de las
22 MUY HISTORIA
grandes construcciones de piedra, las estatuas de tamaño y
peso colosal, la presencia de megalitos y dólmenes y todo lo
que parecía ser de otro mundo.
Al igual que en la mitología griega, donde encontramos
desde los Titanes hasta al mismísimo Prometeo, que robó el
fuego a los dioses para dárselo a los humanos, en el pueblo
vasco precristiano abundan las leyendas sobre estos seres
mitológicos. Son fábulas que han permanecido vivas por
transmisión familiar; historias de gigantes como los Jentilak
y los Mairuak, habitantes de bosques y cuevas que sobrevivieron al cristianismo. “Izena duenak izana du” (“Lo que
tiene nombre, existe”), reza un ancestral dicho vasco. Es la
fórmula con la que los antiguos vascones buscaban demostrar a los incrédulos la presencia en su tierra de gigantes
como el cíclope Tartalo –el equivalente vasco de Polifemo–
o los Basajaun (traducido literalmente del euskera, “señores
de los bosques”).
Con el tiempo, la gente empezó a llamar coloquialmente
“gigantes” a aquellas personas inusualmente altas o que padecían acromegalia o gigantismo. A comienzos del siglo
XIX, los mitos se materializaron en el caserío de Ipintza
Zaharra, a 30 kilómetros de Donostia. El 6 de julio de 1818
nacía allí el último gigante de carne y hueso, el más alto de
la época. Los viejos del lugar se referirían a él con la expresión Gure haundie (nuestro gigante). Cuarto de nueve
hermanos y huérfano de madre desde joven, se dice que
llegó a medir 2,42 metros y a pesar 212 kilos, y que comía
lo equivalente a tres personas: era capaz de ingerir ocho
chuletas y de beber 20 litros de sidra al día.
De pies a cabeza, todo en él eran grandes cifras: sus zapatos,
custodiados actualmente por el Museo San Telmo de San
Sebastián, medían 39 centímetros –equiparables a la talla 54
actual–; sus guantes, 34 centímetros de largo desde el dedo
pulgar al meñique, y los sombreros de copa que solía usar,
62 centímetros de circunferencia.
Litografía publicada
el 3 de noviembre de
1849 en el diario
francés L’Illustration:
Eleizegi se enciende
un cigarro en la lámpara de gas del hoy
desaparecido Café
Mulhouse (París) .
Damaso Zubeldia, de 55 años, es descendiente del Gigante, miembro de un mismo lazo de sangre que ha recorrido
seis generaciones. Como muchos, creció escuchando relatos dispares que añadían color y misterio al destino final de
los restos óseos de su antepasado, Miguel Joaquín Eleizegi
Ateaga (Altzo, 1818-1861). “Se decía que sus huesos habían
acabado en París o Londres y la abuela María Dolores tenía
entendido que se lo llevaron los ingleses en su retirada”, explica. “Algunos comentaban también que, tras morir a los
43 años, el cuerpo había sido vendido a un anatomista, pero
yo tenía una corazonada que me decía que eso no fue así”,
completa, disipando de ese modo la duda que durante varias generaciones ha albergado la familia.
El 14 de agosto de 2020, Damaso tuvo un presentimiento.
Un equipo de 15 personas de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, encabezado por el prestigioso forense Paco Etxeberria
–elegido recientemente asesor del Gobierno español para la
Memoria Histórica– y por Lourdes Herrasti, especializada
en osteoarqueología, llevaba tres días excavando el panteón
familiar. Sintió que ese viernes, por fin, iban a encontrar a
su antepasado. Y estaba en lo cierto.
Altzoko Handia –el Gigante de Altzo– se hizo famoso por
el descomunal tamaño que alcanzó. Es parte de los cuentos
populares de la tradición vasca y, todavía hoy, su figura se
estudia en las ikastolas y las escuelas públicas. Por eso, no
es de extrañar que a los trabajos de la Sociedad Aranzadi
se hubiesen unido de forma voluntaria profesionales del
más alto nivel como el forense chileno Morris V. Tidball o
ASC
EXHUMAN A UN GIGANTE, SEPULTAN UNA LEYENDA
Cuarto de nueve hermanos,
se dice que Miguel
Joaquín Eleizegi llegó a
medir 2,42 metros
y a pesar 212 kilos
el neurobiólogo español afincado en EE UU Rafael Yuste
para trabajar codo con codo, junto con arqueólogos, historiadores y expertos en criminalística, en una excavación de
seis metros de largo por dos de ancho y más de un metro
de profundidad.
A la llamada de Paco Etxeberria (Beasain, 1957), el descendiente de Eleizegi acudió con su madre, Pilar Unsain, de 73
años, al cementerio de la monumental iglesia de San Salvador de Altzo, en desuso desde que se construyó un nuevo
camposanto en la parte de arriba del pueblo hace más de >>>
MUY HISTORIA 23
>>>30 años. Los investigadores habían desenterrado un fé-
mur extremadamente grande –64 centímetros– de un osario
situado a unos tres metros de las sepulturas familiares. Poco
después aparecerían el otro fémur y dos húmeros, acompañados de diversos fragmentos del esqueleto del gigante: alguna
vértebra, un pie, trozos del cráneo, etc. Se ponía así punto
final a las hipótesis que hablaban del robo del cadáver, de
su venta o desintegración. Los restos del Gigante de Altzo,
fallecido a los 43 años, nunca salieron del pueblo.
¿QUIÉN OCULTÓ LOS HUESOS?
SOCIEDAD DE CIENCIAS ARANZADI
Según la lectura superficial que se extrae de los huesos recién descubiertos, lo más probable es que Miguel Joaquín
caminase ayudado de un bastón, debido a una artrosis y
una osteoporosis muy avanzadas. “Es la conclusión a la que
llegamos observando las vértebras que hemos recuperado”,
detalla Lourdes Herrasti, osteoarqueóloga e historiadora del
Departamento de Antropología de Aranzadi. Paco Etxeberria añade que el gigante presenta un desgaste de huesos
propio de un anciano, lo que explicaría los fuertes dolores
que sufría. A la espera de un estudio de ADN, los análisis
revelarán si murió por tuberculosis, como se dijo, o por alguna otra causa, así como otras dolencias y enfermedades
que pudo padecer a lo largo de su vida.
“La persona que ocultó los huesos en el osario ha ayudado
a agrandar los rumores”. Es la tajante afirmación de Karlos
Almorza, egiptólogo y doctor en Historia por la Universidad de Barcelona. “¿Pudo ser alguien de su familia?; y
El prestigioso forense
Paco Etxeberria
observa los restos
exhumados del
Gigante de Altzo.
24 MUY HISTORIA
El 24 de junio de 1848, la
reina Victoria de Inglaterra
(1,50 metros) lo recibió en
audiencia en el Palacio
de Buckingham
si lo fue, la pregunta es: ¿lo hizo para que nadie robase su
cuerpo?”, se cuestiona el experto.
Precisamente, fue él quien impulsó la idea de comenzar la
búsqueda de los restos del Gigante de Altzo en ese emplazamiento. “Mientras Almorza buceaba en los archivos municipales, nos tomamos un café y empezamos a hablar sobre el
paradero de nuestro ilustre vecino; así empezó todo”, relata
Txomin Rezola, el alcalde de Altzo.
FAMOSO EN TODA EUROPA
Dos años antes, el historiador Luis Ángel Sánchez Gómez
(Madrid, 1962), profesor de Antropología Cultural en la
Universidad Complutense de Madrid, ya había advertido de
que los restos de Miguel Joaquín se encontraban en el bello
y a la vez abandonado cementerio de Altzo. Sánchez Gómez
ha dedicado los últimos años a estudiar la figura de Eleizegi,
tanto que es el autor de la única investigación académica so-
debe equipararse con las ordinarias
industrias sujetas a contribución”,
se puede leer en ella. No obstante,
el escrito no obró ningún efecto en
la soberana y el Gigante de Altzo
tuvo que seguir pagando.
No hay constancia de la vida amorosa de Miguel Joaquín, aunque
se ha extendido la historia de que,
estando en Gran Bretaña, le buscaron una novia que le llegaba por la
barbilla y quisieron que se casara
con ella, ya que le podía beneficiar
para su espectáculo. Lo que sí es
cierto es que, mientras se exhibía
en Lisboa, en 1844, la prensa llegó
a plantearle la conveniencia de casarse con una giganta francesa que
también actuaba en la ciudad. Miguel les contestó que en su pueblo
había mozas mejores.
ASC
bre su vida. En El Gigante de Altzo.
Un vasco mítico (aunque muy real)
en la Europa del siglo XIX, libro
editado en 2019 por la Diputación
Foral de Guipúzcoa, describe a un
muchacho sin apreturas económicas que comenzó a crecer de manera desmesurada a los 20 años e hizo
mucho dinero exhibiendo su altura
porque quiso.
Siguiendo al detalle el rastro del
gigante en la prensa española,
francesa e inglesa de la época, y
tras haber estudiado documentos
familiares, Luis Ángel Sánchez
Gómez ha trazado un mapa de los
itinerarios de Miguel Joaquín por
toda la Península y el resto de Europa. Su vida fue inverosímil para
un guipuzcoano de mediados del
siglo XIX. “No era el personaje
de circo al que han representado”,
aclara Sánchez. Dadas sus características físicas, el navarro José Antonio Arzadun, de oficio representante, quiso sacar beneficio económico mostrándolo al mundo en diversos shows, pero Miguel Joaquín decidió tomar las riendas de su no maltrecha
economía y rompió el contrato con él, alegando que no le
dejaba ir a misa. “Se ha dicho que era tonto y pobre, pero
lejos de eso dominaba el euskera y el castellano, respondía bien a las preguntas en francés e inglés y provenía de
una familia con terrenos y dos caseríos”, matiza Damaso
Zubeldia, el descendiente de Handia. Además, no fueron
pocas las ocasiones en que viajó en barco y en ferrocarril
y, con el dinero ganado, mandó construir un coche de
caballos a su medida.
Pronto se convirtió en el favorito de las variedades europeas y llenó ferias, teatros y los más aclamados salones
parisinos, donde llegó a presentar una lucha contra dos
enanos. El morbo y la fama que le precedían allí donde
acudía traspasaron el mar y su historia llegó a oídos de la
mismísima reina Victoria de Inglaterra (quien medía poco
más de 1,50 metros), que el 24 de junio de 1848 acabaría
recibiéndolo en audiencia, junto a numerosos miembros de
la familia real, en el Palacio de Buckingham.
Tal fue el éxito cosechado en su gira británica, que se exhibió durante seis meses ininterrumpidamente en la capital
inglesa. Allí se ganó el apodo de Spanish Goliath y se le dedicaron crónicas en más de 90 cabeceras. Otros miembros
de la realeza que quisieron conocerlo fueron Luis Felipe I de
Francia, María II de Portugal y la reina española, Isabel II, a
la que posteriormente le dirigiría una carta describiéndose
como “un aborto de la naturaleza”. En la misiva, exaltaba
las virtudes de Su Majestad y aprovechaba la ocasión para
suplicarle que le perdonase la tributación del 10% de sus
ganancias. “Un fenómeno tan extraordinario del público no
UNA VIDA DE PELÍCULA
Hasta el día de su muerte, el Gigante de Altzo no paró de crecer.
En el pórtico de la iglesia de San Salvador de Altzo aún
se conservan visibles las marcas que el párroco de la localidad iba cincelando en la pared según el gigante iba
ganando en altura y envergadura, debido a un gigantismo
que transmutó luego en acromegalia.
Falleció el 20 de noviembre de 1861 en el caserío de Ipintza Zarra –en euskera antiguo, “mimbral viejo”– de Altzo
Azpi. Eran las cuatro y cuarto de la tarde cuando dio su
último aliento, según los rumores, por una tuberculosis
(aunque Luis Ángel Sánchez apunta que “lo más probable
es que falleciera de algún problema cardiovascular o respiratorio, o derivado de la diabetes”). Eleizegi dejó pagadas
500 misas por su alma, a 6 u 8 reales cada una. Para su
entierro, se dispuso un gran féretro hecho a medida que
se transportó desde Tolosa.
El hallazgo de los vestigios físicos de Miguel Joaquín Eleizegi obligará a reescribir los últimos pasajes de la vida del
Gigante de Altzo y, quizás, los créditos finales de la película que inspiró este fascinante personaje, Handia (2017;
arriba, cartel del film), de Aitor Arregi y Jon Garaño,
ganadora de 10 premios Goya en 2018 (aunque cuestionada por la familia).
El titán guipuzcoano abandonó su pueblo natal en más de
una ocasión para viajar por Europa pero, a pesar de los
kilómetros recorridos, nunca dejó de tenerlo presente. Sus
huesos siempre permanecieron en Altzo; no se movieron, y
es allí donde descansarán nuevamente si la decisión de sus
familiares no es otra. “Quiso quedarse en su pueblo y aquí
seguirá. Está en casa”, aseguran a MUY HISTORIA. “Aranzadi quiere hacer una copia digital de sus huesos, pero todo
está por ver”, dejan en el aire. MH
MUY HISTORIA 25
AGE
LA ESPÍA.
En The
Eavesdropper
(1656), cuyo título
se refiere a ‘oreja
indiscreta’, el pintor
neerlandés Nicolaes
Maes, alumno
favorito de
Rembrandt, retrató
a una mujer que
baja las escaleras
de puntillas,
pidiendo silencio,
mientras espía a
una pareja de
amantes (The
Wellington
Collection, Apsley
House, Londres).
26 MUY HISTORIA
DE M ESOPOTA MI A A L SIG LO X I X
HISTORIA DEL
ESPIONAJE
Desde hace más de 5.000 años se utilizan las técnicas y estrategias más
inverosímiles para averiguar los secretos del enemigo, un arma más peligrosa
que los cañones o las espadas. Incluso con herramientas rudimentarias, los
antiguos ya apreciaban la importancia de contar con buena información sobre el
adversario, una necesidad que se convirtió en todo un arte en la Edad Media y en
un complicado entramado tecnológico e informático en la actualidad.
ALBERTO PORLAN
ESCRITOR Y FILÓLOGO
E
l triunfo universal de la técnica ha puesto patas
arriba, en mayor o menor medida, todas las profesiones, pero en el caso del espionaje la revolución
ha sido copernicana. Está claro que no es lo mismo
transmitir un mensaje mojando la pluma en leche
o en zumo de limón que encriptar un documento
en base digital. Hoy los espías son un poco ingenieros, un
poco químicos, un poco informáticos, un poco de todo,
pero antes no era así. A los de antaño les bastaba con tener
sentido común, buena memoria, un certero golpe de vista
y, antes que nada, una gran discreción.
EL ANTIGUO OFICIO DE HUSMEAR Y VIGILAR
Hablar de los agentes del pasado es forzosamente injusto,
ya que los mejores profesionales siempre fueron, por definición, los más discretos: no dejaron tras de sí esculturas ni
sinfonías por las que ser recordados. De hecho, la mayoría
no dejaron siquiera un nombre; todo lo más, un alias.
Los espías han existido siempre. Si Caín concibió su envidia
fratricida fue porque vigilaba a su hermano Abel; de otro
modo, no habría tenido motivos para ello. Pero ya investigábamos a nuestros congéneres antes de llamarnos Abel,
incluso antes de dar nombre al espionaje. Los vigilábamos
para descubrir sus territorios de caza, para robar sus excedentes agrícolas, para localizar sus pozos de agua, para
atacarlos o para prevenir sus ataques. Las fronteras estaban llenas de ojeadores, escuchas y burdeles, que siempre
fueron –con los confesionarios– los mejores lugares para
hallar mucha y buena información.
Ya en Mesopotamia, en el milenio III a.C., encontramos algunas de la primeras referencias al espionaje. El rey Sargón
I de Acad –cuyo imperio abarcaba desde las costas de Siria
hasta el sur del actual Irán– tomó conciencia de la necesidad de estar informado de lo que ocurría más allá de sus
fronteras. Para ello utilizó desde exploradores con rasgos
de las tierras espiadas, que pasarían desapercibidos entre la
población autóctona, hasta mercaderes a modo de “espías
durmientes”, que le informaban de las características de las
regiones que pensaba conquistar.
Asimismo, si los fenicios llegaron a dominar el Mediterráneo fue, en gran medida, gracias a su red de templos- >>>
MUY HISTORIA 27
HETAIRAS.
Educadas e
independientes,
estas artistasprostitutas eran
las únicas
mujeres que
participaban en
las reuniones
festivas de
políticos,
filósofos,
artistas y
eruditos. Sobre
estas líneas,
Hombre y hetaira
fornicando
(hacia 470 a.C.,
Museo
Nazionale
Tarquinia).
>>> burdeles, establecidos en los puertos que
controlaban. A través de los informes que les
transmitían las sagradas hetairas –cortesanas–,
conocían el estado de la navegación marítima en
tiempo real, la ruta de un transporte importante o
los movimientos de una flota amenazadora.
También la Biblia asocia el espionaje y los burdeles: sitúa el relato de Rhaab en uno de esos establecimientos. La de Rhaab no es gran cosa como narración, pero tiene el valor añadido de ser
el primer episodio de espionaje histórico –en la
medida en que queramos identificar a la Biblia
con la historia– que conocemos con cierto detalle. Cuenta el libro que, mientras asediaba Jericó, Josué consiguió introducir en la ciudad a un
par de agentes que le mantenían informado de lo
que sucedía muros adentro. Los espías fueron a
esconderse en casa de una meretriz llamada Rhaab, que por alguna razón desconocida no los de-
nunció. La Biblia no aporta un solo dato sobre los
informadores a los que albergó, pero sí dice que,
una vez que los muros de la ciudad se hundieron
por causa de las famosas trompetas, Josué ordenó
arrasar Jericó hasta sus cimientos. Antes, los israelitas “mataron a filo de espada cuanto vivía en
la ciudad: hombres, mujeres, jóvenes, ancianos,
bueyes, ovejas y asnos” (Josué, 6). Por voluntad
expresa de Josué, solo se salvaron Rhaab y su familia. Es curioso que Rhaab, que intervino en el
hundimiento de las murallas de Jericó, tenga su
contrapartida en Dalila, la espía que, al trasladar
el secreto capilar de Sansón a los filisteos, intervino en el hundimiento de su templo.
Tras la caída del Imperio romano, en la Edad
Media las acciones de espionaje se limitaron a
los tiempos de guerra, mientras que los métodos
no variaron mucho: disfrazaban a consejeros y
guerreros de mercaderes o usaban a exploradores
que debían traer información de cómo eran los
enemigos, cuáles eran sus planes o cómo se debía
atacar sobre el terreno. Toda esta información, en
los tiempos de las invasiones bárbaras, resultaba
EL ENANO RICHEBOURG
urante la Revolución Francesa, se hizo famoso uno de los espías más peculiares: Richebourg (la historia solo nos ha legado el apellido). Se trataba de un enano de 58 cm de
estatura, inteligente, con mucha memoria y todo un maestro en el arte del disfraz: para
entrar y salir de París llevando información comprometida, se vestía de bebé y se metía en un
carrito que era empujado por una mujer hasta las puertas de la ciudad, donde pasaban los
controles militares sin levantar sospechas. A veces la mujer dejaba al ‘niño’ al cuidado de los
soldados y él aprovechaba para espiar, memorizando lo que hablaban.
D
28 MUY HISTORIA
ASC
ASC
ALBUM
Rhaab y los espías
(entre 1865 y 1881),
del pintor e ilustrador
británico Frederick
Richard Pickersgill.
crucial. Podemos encontrar ejemplos de espías
míticos como Belisario, general bizantino que
sirvió al emperador Justiniano I y cuyo espionaje
fue capital para vencer a Cartago.
El temido y violento Gengis Kan se tomó también
el espionaje como algo primordial. El mongol comprendió la importancia de poseer una buena información acerca de los imperios que iba a someter,
para lo que desarrolló el llamado yam, un sistema
de comunicaciones que consistía en una serie de
postas establecidas a un día de trayecto entre sí, en
las que situaba a mensajeros a los que proveía de
caballos y provisiones y que, además de transmitir
mensajes, actuaban como agentes encubiertos que
recababan información del enemigo.
USANDO LA CABEZA
H
istieo (siglo VI a.C.), tirano de la ciudad de Mileto, había sido
derrocado, pero el nuevo tirano nombrado por el rey Darío era
Aristágoras, sobrino y yerno de Histieo que se había ganado la
confianza del persa mientras esperaba la orden de su tío para sublevar la plaza. Pero ¿cómo hacer llegar una contraseña a Aristágoras
para que desencadenase la rebelión en el momento preciso? Histieo
hizo que le afeitaran la cabeza a un esclavo y le tatuaran en ella esta
frase: “Histieo a Aristágoras: subleva Jonia”. Cuando el asalto estuvo
preparado, el esclavo, al que ya le había vuelto a crecer el pelo, fue
enviado a Mileto con orden de presentarse ante Aristágoras y pedirle
que le cortara el cabello. Los centinelas persas le registraron, le desnudaron y, cuando estuvieron seguros de que no ocultaba nada, le
dejaron entrar en la ciudad. El mensaje llegó y Mileto se sublevó. Este
original método fue utilizado también en la Segunda Guerra Mundial.
SECRETO DE CONFESIÓN
AGE
El verdadero poder no existe sin información (y si
existe, no dura mucho). Esta máxima la aprendió
desde muy temprano la Iglesia católica. El contacto epistolar entre las iglesias locales movía mucha
información sobre asuntos extrarreligiosos y los
cristianos de los primeros tiempos desarrollaron
una red informativa sólida y amplia que les permitió sobrevivir a las persecuciones. Su consolidación posterior y su universalidad convirtieron
a la colina vaticana en el centro de inteligencia
más importante que hubo durante muchos siglos.
LA ESPÍA DE RICHELIEU. Retrato atribuido a
Marie de Rohan-Montbazon, duquesa de Chevreuse,
a la que Alejandro Dumas inmortalizaría bajo el
nombre de Milady de Winter.
Al Vaticano le iba mucho en saber cuáles eran las
intenciones de los monarcas más poderosos y, por
suerte, los reyes de España y Francia y el emperador de Alemania tenían su confesor.
Eso no quiere decir que todos los confesores de
los soberanos fueran agentes de Roma dispuestos a romper el sacrosanto secreto; no hacía falta,
pues los confesores también se confesaban. Para
transmitir informaciones vitales bastaba con que
el confesor del rey se confesara con un venerable
monje que, a su vez, se confiara al obispo, que se
confesaría con su cardenal, y este, con el Santo
Padre. Así, la información –no solo de reyes sino
también de diplómaticos, altos cargos, sirvientes,
familiares, amantes, etc.– llegaba donde tenía que
llegar sin que nadie hubiera roto el secreto de confesión por el camino. Es probable que los tan insondables como secretos archivos vaticanos estén
llenos de estas valiosas informaciones.
La historia ha producido toda clase de espías.
Los ha habido vocacionales, que no fueron en
muchos casos sino chivatos compulsivos, como
aquel orfebre veneciano llamado Manuzzi que se
convirtió en delator de todos sus conciudadanos
y que depositaba regularmente sus observaciones en el buzón que el Palacio Ducal de Venecia tenía a tal efecto. También forzosos, como la
duquesa de Chevreuse, que en 1626 intervino en
una conspiración para asesinar al maquiavélico
cardenal Richelieu. A la duquesa, una mujer arrebatadoramente bella, inteligente y discreta, >>>
El buen manejo de la información
hizo del Vaticano el centro de la
inteligencia mundial durante siglos
MUY HISTORIA 29
EL CASO DREYFUS
ue un asunto de espionaje que, durante doce años –de 1894 a
1906–, conmocionó a la sociedad francesa de la época. En él se
mezclaban el antisemitismo, el sentimiento de clase y la supuesta camaradería de algunos militares franceses de alta graduación, y
tuvo como víctima al capitán Alfred Dreyfus (1859-1935), de origen
judío-alsaciano. Cierto documento comprometedor hallado en una
papelera de la embajada alemana terminó por llevar a presidio al oficial judío, que luego fue juzgado por traidor, degradado y condenado
a prisión en la terrorífica isla del Diablo. Los intelectuales franceses
protestaron aludiendo a la falta de pruebas, pero no consiguieron nada. Algo después apareció otro sospechoso mucho más probable,
pero tan bien relacionado con las altas esferas del ejército que fue
declarado inocente, lo que provocó un estallido de indignación que
encabezó el novelista Émile Zola con su famoso manifiesto Yo acuso, dirigido al presidente de la República (uno de los documentos
más dignos y más valientes salidos de la pluma de un intelectual). Su
consecuencia última fue que el juicio de Dreyfus quedó anulado y el
oficial volvió a ser admitido en el ejército con mando. Por una vez,
aunque a trancas y barrancas, la verdad terminó por imponerse.
Joseph Fouché
(1759-1820),
político muy
influyente
durante la
Revolución
Francesa y el
Imperio
napoleónico,
retratado por
Marie-Thérèse
de Noireterre.
ASC
F
Joseph de Tremblay quien aconsejó convertir a
madame de Chevreuse en agente. El venerable y
sagacísimo padre se convirtió en el factótum de
Richelieu. De hecho, a él se aplicó por primera vez
el apelativo de “su eminencia gris”, para expresar
que era realmente de su sayal –y no del purpúreo
manto del temido cardenal– de lo que dependía
todo en Francia.
ASC
EL PRIMER SERVICIO SECRETO
Sobre estas
líneas, grabado
de 1895 que
muestra el
momento de la
degradación por
traidor del
capitán Dreyfus
en la Escuela
Militar de París.
>>>se le propuso canjear la sentencia de muerte
por sus servicios como espía en la corte inglesa.
Ella aceptó y no perdió el tiempo: enamoró a lord
Holland, íntimo amigo de lord Buckingham, y así
Richelieu pudo conocer los amores de la reina de
Francia con Buckingham. Siglos después, esta historia daría pie a Alejandro Dumas para escribir la
saga de los mosqueteros, en la que la duquesa de
Chevreuse aparece como Milady de Winter.
Curiosamente, fue un fraile franciscano llamado
Podría decirse que, como institución gubernamental, el primer servicio secreto fue el británico,
creado hacia 1550 por sir Francis Walsingham, secretario de Estado de Isabel I que pasó a la historia
como “el maestro de espías” y que creó una red
tan grande y eficiente, tanto en Inglaterra como
en el extranjero, que fue capaz de desmontar todas
las conspiraciones contra la reina (las pruebas que
recabó sirvieron para ejecutar a María Estuardo).
Reclutó como espías a exiliados católicos, a falsos
conversos, a dramaturgos como Christopher Marlowe o al criptógrafo Thomas Phelippes, experto
en descifrar mensajes secretos, crear escritura falsa
y reparar los sellos oficiales. Su red fue renovada
por sus sucesores hasta convertirla en la más efectiva entre las estatales de su tiempo. Dos siglos
más tarde, esta organización desempeñó un papel
importante en la Francia de la Revolución, ya que
sus agentes intervinieron en labores de sabotaje y
en el salvamento de algunos aristócratas que, sin
esa ayuda, habrían perdido la cabeza.
El alsaciano Schulmeister, espía de Napoléon,
demostró las ventajas de ser un buen transformista
30 MUY HISTORIA
VIENA, NIDO
DE ESPÍAS.
ASC
Grabado de una
de las reuniones
del Congreso de
Viena (18141815), que sirvió
para establecer
cierto equilibrio
en Europa tras
la caída de
Napoléon. En él,
el trabajo de los
espías –sobre
todo, mujeres–
fue crucial.
Desde entonces,
Viena mantiene
una larga
tradición como
semillero del
espionaje
internacional.
Después llegó Napoleón, que era un convencido
de la eficacia del espionaje. Y no digamos Fouché, jefe de la policía gala, al que se aplicó por
segunda vez el calificativo de “su eminencia gris”.
La administración napoleónica, tan puntillosa
como cartesiana, dejó detallados registros de sus
fabulosos gastos en información. Por eso conocemos el nombre y las andanzas del alsaciano Karl
Schulmeister, el más interesante de los agentes de
Napoléon. Schulmeister tenía tal vocación que se
ofreció voluntariamente como espía y desempeñó
un papel clave en numerosas misiones siniestras.
Entre otras cosas, desarrolló una sorprendente
capacidad como transformista (se decía que, en
pocos segundos, pasaba de ser un húsar a convertirse en una damisela de provincias). En cierta
ocasión, hallándose ya en capilla para ser ejecutado, convenció a sus guardianes de que se gastaran
en vino las monedas de oro que llevaba encima.
Añadió al caldo unos polvos de opio que escondía y, cuando los guardias quedaron vencidos por
la droga, se esfumó. Schulmeister llegó a Intendente General de la Policía del ejército napoleónico y fue entonces cuando se ganó el marbete de
“hombre con talento y sin corazón”, expresión
que conviene de maravilla a cualquier espía,
porque el corazón es una víscera incompatible con esas actividades.
Cuando se eclipsó el sol de Austerlitz y
terminó el mundo diseñado por NapoOTTO VON BISMARCK.
El estadista alemán fue una figura
clave de las relaciones
internacionales en la
segunda mitad del XIX.
león, llegó el turno del espionaje austríaco, organizado por el príncipe de Metternich y el gélido
barón de Hager, a cuyo mando se encontraba la
Oberste Polizei und Censur Hoffstelle, que pudo
lucirse en el trascendental Congreso de Viena
(1814-1815). El tal congreso, a juzgar por lo que
pudo saberse después, se desenvolvió en medio
de un incesante sarao en el que las mujeres más
bellas de Viena, cerca de los representantes de las
potencias extranjeras, desempeñaron un papel
crucial manteniendo a Metternich al corriente de
cuanto sucedía en el seno de las distintas delegaciones. Ni que decir tiene que el Congreso de
Viena supuso un gran triunfo para Austria y, todo
hay que decirlo, la pérdida para España de su condición de gran potencia mundial.
Años más tarde, la guerra francoprusiana de 1871
aportó otro nombre de espía decisivo, el del prusiano Wilhelm Stieber. Considerado el
padre del espionaje moderno, sacudió el sórdido mundo criminal
del Berlín del siglo XIX antes de
volcar su capacidad analítica en la
política y la inteligencia militar. Fue
el primer ministro alemán, Otto von
Bismarck, que llamaba a Stieber “el rey de los sabuesos”,
quien le encargaría la creación de una gran red
de espías en el interior
de Austria –conocida
como “el segundo ejército del Káiser”–. Pero
de esta historia y de lo
que vino después hablamos en otro reportaje
[págs. 40-49]. MH
ASC
LOS ESPÍAS DE NAPOLÉON
MUY HISTORIA 31
SHUTTERSTOCK
A UN LADO
Y OTRO DEL MUNDO.
Los servicios de espionaje
de la Corona española
también dieron el salto a
América tras el
descubrimeinto. En muchos
casos, los conquistadores
se valieron de los indígenas
para estas labores.
32 MUY HISTORIA
DE LOS Í BEROS A V IL L A R E JO
ESPIAR
A LA
ESPA
ÑOLA
Avalados por aparatos estatales o contratados como servicio
individual a la carta, en España nunca han faltado espías e
informadores secretos. Institucionalizados desde tiempos del Imperio, casi
siempre han sido austeros, discretos y aventureros.
MIGUEL MAÑUECO
PERIODISTA Y ESCRITOR
Q
ué no harían para saber de sus vecinos, conquistadores o conquistados, los pueblos que se repartieron la
Península siglo tras siglo. Se puede imaginar a celtas e
íberos y, sobre todo, a cartagineses y romanos urdiendo
todo tipo de tretas secretas para hacerse con los planes
de los adversarios. El espionaje de trama básica y sin
profesionalización pervive en los largos siglos de la Reconquista,
intensificándose o disminuyendo según los períodos de mayor o
menor beligerancia. Un lío fue la cosa cuando en los siglos XI y XII
el territorio se dividió por todos lados: los reinos cristianos en el
norte, las taifas en la zona musulmana. Con alianzas entrecruzadas
entre unos y otros, y todos con pugnas fronterizas con los vecinos,
cualquiera podía espiar sin llamar la atención.
TAREA DE REYES Y PASTORES
El mismísimo rey Alfonso VI, según la leyenda, fue un espía de
primera mano. Exiliado en la taifa de Toledo, se hizo el dormido
en una sala donde algún mando musulmán lenguaraz se dedicó a
describir a otro recién llegado el sistema de fortificación, incidiendo el muy inoportuno en los puntos más débiles de este. Con el
cuento se quedó el monarca, y le vino muy bien para conquistar la
ciudad en 1085. Tiempo después, el oficio lo ejerce ocasionalmente
un pastor, cuyas indicaciones serían esenciales para la gran victoria
cristiana de las Navas de Tolosa en 1212. Estaban desorientadas las
tropas de Alfonso VIII y este buen señor no solo les hizo saber de
las huestes musulmanas y su ubicación, sino que les condujo por el
camino que les situaría en posición óptima para la batalla. La red
de informantes ocasionales e incluso con cierta dedicación no dejó
de crecer a medida que se asentaban las conquistas. Cómo habría
de ser la cosa para que el mismísimo Fernando el Católico, >>>
MUY HISTORIA 33
REYES Y
SIRVIENTES.
ASC
ALBUM
Junto a estas
líneas, a la izda.,
litografía de
Alfonso VI de
León, llamado el
Bravo, quien
durante su
destierro en la
taifa de Toledo
supo recabar
información que
le serviría luego
para arrebatar la
ciudad a los
musulmanes; a
la dcha., la
Malinche. Esta
nativa náhuatl
fue confidente e
informante de
Hernán Cortés.
>>> cuando viajaba desde Aragón hacia Castilla al
primer encuentro con Isabel, tuviera que disfrazarse para no ser reconocido por tantos agentes secretos como había en las tierras fronterizas.
TRAIDORES EN EL NUEVO MUNDO
A todo esto, los conquistadores hispanos ya se estaban aplicando en el Nuevo Mundo, y la guerra
psicológica de la que se valían para enfrentar sus
menguados ejércitos a tan vastos imperios precisaba de constantes informaciones off the record.
Mientras en España el espionaje ya ha comenzado
a madurar a través de la creación de estas redes de
información, en las que los comerciantes tienen un
papel esencial, en América no hay más remedio
que volver a los métodos primitivos. Son los indígenas, aliados de los españoles o enemigos, los que
ahora se infiltran en los campamentos y formaciones de los contrarios. Desde que desembarcan en
las costas mexicanas Cortés y sus hombres, Moctezuma recibe en su corte completísimos informes,
que incluyen dibujos que ilustran incluso la cara
del conquistador. A Cortés le vendría de perlas doña Marina la Malinche, su intérprete, consejera y
amante indígena, a quien se le dio bien detectar los
peligros. Ella misma dio con los espías tlaxcaltecas
que se habían mezclado con los indígenas aliados
y a los que se les cortó las manos y se les envió de
vuelta a casa. También fue doña Marina la que son-
34 MUY HISTORIA
sacó a una anciana noble de Cholula el plan secreto
de matarlos mientras dormían. Enterado Cortés, la
venganza fue una matanza atroz que sin duda dejó
acongojada para siempre a la Malinche.
De espionaje traidor habla asimismo Alonso de
Ercilla en La Araucana. Así, sabemos cómo en
la victoria de Pedro de Valdivia sobre el bravo
Caupolicán –que le abriría paso para la conquista
de Chile– influyeron los informes de un soldado
indígena bautizado por los españoles como Andresillo. Asesinado el apreciado caudillo, al tal
Andresillo se le haría costoso disfrutar de su bien
ganada plaza al lado de los triunfadores.
Cuanto más ganaban los conquistadores, más
aumentaba la desconfianza entre ellos, y espiarse
mutuamente llegó a ser más habitual que vigilar
a los indígenas. Además, la Corona cada vez estaba más sobre aviso de estos señores que se creían
dueños del mundo. Buenos y bien disimulados
informadores darían cuenta a tiempo de alguna
conducta desviada de lo establecido.
CARLOS I: ESPÍA, QUE ALGO QUEDA
Fue Carlos I quien empezó a diseñar un aparato
estatal de espionaje, al que invitó a unirse a cualquiera. Así se expresa el 15 de diciembre de 1521:
“Mandamos y defendemos firmemente que agora
y de aquí adelante en todo tiempo, cada y quando
nuestros offiçiales y todas las otras personas, vezi-
LA CORTE DE
LOS ESPÍAS.
ASC
En 1579, Alonso
Sánchez Coello
recreó a Felipe II
en un banquete
con familiares
–entre otros, su
sobrina Ana– y
cortesanos. Todos
en aquella corte,
que era ya un nido
de espías, podían
ser fuente de
amenaza o de
salvación para su
ambicioso
proyecto imperial.
nos y moradores y havitantes en las nuestras Indias, yslas y tierra firme del Mar Océano quisieren
escribir y hacer relación de todo lo que les pareçiere que conbiene a nuestro serviçio, o benir o ynbiar
mensajeros, lo que pueden hacer sin que ello les
sea puesto en embargo ni estorbo ni ynpedimento
alguno, directa ni yndirectamente...”.
El imperio era ya un monopolio demasiado grande
y muy pequeña la capacidad de comunicarse; muy
abundante la fortuna esperada y muy poca la buena fe de los más lanzados en la carrera por sacarle
partido; enormes e inaprensibles los asuntos de las
Américas, azarosos y muy ajetreados los de Europa.
En el entorno del emperador Carlos surge así la necesidad de enfatizar, organizar y bien distribuir los
servicios de inteligencia, de modo que el asunto pasa al terreno del Consejo de Estado, institución que
canalizará toda la información secreta llegada desde Francia, Inglaterra, Italia, Flandes, Túnez, Argel,
Constantinopla, Cartagena de Indias, Lima, México... Los ejecutores de los mensajes cifrados serán
militares, embajadores e incluso los mismos virreyes,
a cuyo mando trabajarán, y de forma muy efectiva,
religiosos, mercaderes y espías espontáneos de diversos oficios. Se construye así una máquina estatal de
información hermética, celosamente jerarquizada y
muy voluntariosa, que se verá reforzada bajo Felipe
II, el muy católico y desconfiado monarca.
La España de Felipe II contó con los servicios secretos más avanzados de su tiempo [de los que hablamos con más detalle en la página 45]. Es entonces cuando, a pesar del afanoso celo que requería la
profesión de espía, surgen nombres de los que sabemos gracias a la prolija y ramificada burocracia
del gobierno imperial. Entre los empleados secre-
tos de Felipe II destaca Martín de Acuña, nacido en
Valladolid en 1544. Al servicio de Su Majestad en
Flandes e Italia durante 20 años, parece ser que se
ganó la fama de listo , valiente y embaucador. Preso de los turcos en Constantinopla durante nueve
meses, aprovechó la coyuntura para hacerse valer
a base de enviar informes al rey sobre los aconteceres de la capital del Imperio otomano. En esto
anda cuando da con el compañero ideal, el judío de
origen español José Micas, que le facilitará la labor.
El tándem no le hace ascos a ningún asunto, y así
también se dedican a denunciar a espías a favor de
los turcos y a agentes dobles. Pero lo suyo había
de ser más sonado, y se hace con los planos que
permitirían el incendio de toda la flota turca. Su
estrategia no entusiasma en Madrid, pero él sigue
adelante reclutando agentes para proceder al plan,
que según sus escritos llevó a cabo, aunque no
consta oficialmente. Ocurriese o no, el equipo fue
arrestado y, tiempo después, Martín volvió a España y se le concedió lo prometido a cambio de sus
servicios (que, como en el caso de otros espías de
la época, era el ingreso como caballero en la Orden
de Santiago). No le valió, empero, de nada cuando
en 1585 fue arrestado y ejecutado.
Muy organizado estaba el servicio de informantes
en Europa, pero en casa no tanto. Parece ser >>>
Con un imperio cada vez más
grande, España necesitaba unos
servicios de inteligencia potentes
MUY HISTORIA 35
El absolutista Fernando
VII creó un auténtico
Estado policial con
redes de espías tan
eficaces como cruentas
ASC
A su muerte, en 1598, Felipe II dejó en herencia a
su hijo preocupantes síntomas de decadencia, pero también un gran consejo: que procurase estar
informado “de las fuerzas, rentas, gastos, riquezas,
soldados, armas y cosas de este talle de los reyes y
reinos extraños”. Así, con datos precisos sobre sus
enemigos, conocería sus ventajas y debilidades.
LA ARMADA
INVENCIBLE.
Pintura diseñada
para un tapiz,
con barcos
ingleses y la
Armada
española, en
agosto de 1588.
LOS ALTIBAJOS DEL ESPIONAJE PATRIO
>>> que a sir Francis Walsingham, secretario de
Isabel I de Inglaterra, no le fue complicado hacerse con una buena información de la Armada Real
que le vino que ni pintada a sir Francis Drake para
prepararse ante lo que sería un desastroso intento
español de conquista marítima de “la pérfida Albión”. Felipe II, entre oración y oración, no dejaba
de suspirar por un cada vez más denso servicio de
informantes, que evitasen líos palaciegos como los
que le habían montado la duquesa de Éboli y Antonio Pérez. Su antiguo ministro, envuelto en asuntos
turbios, huyó de España con importantes secretos
de Estado y capturarlo, incluso asesinarlo, sería la
obsesión de la inteligencia española; sobre todo de
uno de sus agentes, Sebastián de Arbizu.
En el siglo XVII y con los Austrias menores (Felipe
III, Felipe IV y Carlos II), todo es efectivamente
menor, incluso el espionaje. Pierde eficacia de movimientos el aparato estatal y entonces se contratan
servicios individuales. Al albur de la competitividad se sofisticarán los métodos, pero no se conseguirá reponer la eficacia perdida. Comienzan así a
barajarse pagos según misiones, que en muchos casos dirimen los embajadores. De cómo ha de moverse el diplomático en estas lides da buena cuenta
el libro El enbaxador, publicado en Sevilla en 1620
por Juan Antonio de Vera y Zúñiga. Destacó entre
los contratados un tal Manuel Sueyro, que ejerció
de espía para la Corona entre 1605 y 1629 dando
“avisos” de toda índole política y social. Se distinguieron asimismo, tanto en el siglo XVI como en
ASC
Esta obra anónima muestra
barcos por el Guadalquivir en la
Sevilla del siglo XVII, capital del
comercio con América. No había
mejores espías que las familias
con negocios internacionales.
36 MUY HISTORIA
ASC
el XVII, familias de comerciantes con mucho negocio internacional: los Beyngoolea de Lekeitio o
los Clemente.
El siglo XVII moldea la figura oficial del espía de
una forma más definida. A Juan Velázquez de Velasco, primer “espía mayor y superintendente de las
inteligencias secretas”, le sucede su hijo Andrés, que
se enredó en muchas tramas, unas claras y otras
turbias. Fue encarcelado acusado de favorecer con
información privilegiada al duque de Osuna, en
cuyo círculo solía moverse muy cerca del escritor
Quevedo, que al parecer bien se alimentaba de las
noticias que traía el espía oficial. Andrés Velázquez
y la infraestructura que lo rodea marcan la pauta
del espionaje español en la España aturdida y postrimera del siglo XVIII.
Con todo perdido o casi, ¿a quién espiar y para
qué? La respuesta la daría, ya en el XIX, el deseado Fernando VII en su frenética y descerebrada
cruzada contra el movimiento liberal nacido de las
Cortes de Cádiz de 1812. El absolutista rey crea un
primer modelo español de Estado policial, con redes de espías tan eficaces como cruentas. Sin embargo, sigue tratándose de informantes ocasionales: espías-soldados o espías-milicianos. Aunque
nunca falta un espontáneo con más agallas como
Eugenio Aviraneta, de quien bien se sabe a través
de Pío Baroja (emparentado con él), que le dedicó 39 relatos. Tras destacarse en la lucha contra la
invasión napoleónica, Aviraneta fue agente proliberal durante los reinados de Fernado VII e Isabel
II, en una constante actividad de intriga en la que
contaba incluso con sus propios corresponsales en
suelo francés y en la que se cebó especialmente
con los carlistas. Provocó no poca desconfianza y
muchos pensaban, como Espartero, que era intrigante, infame y maquiavélico.
USS MAINE.
LA GUERRA CON ESTADOS UNIDOS
Tal y como estaban las cosas, nadie podía evitar el
golpe de gracia que supuso el desastre colonial y
general de 1898. Sin embargo, al ministro de Marina no le faltaron arrestos para enviar a Montreal al
agregado naval de la Embajada española, el teniente de navío Ramón de Carranza y Fernández de la
Reguera, con la misión de enterarse de las esencias
militares de Estados Unidos, ese país que había declarado la guerra a España y que se preparaba para
ser potencia mundial.
La noche del 15 de febrero de 1898, el acorazado
USS Maine saltaba por los aires en el puerto de La
Habana. Ante el conflicto que se avecinaba con Estados Unidos, el Gobierno español activó su red de
espionaje en suelo americano. Estalló así una guerra oculta, protagonizada por agentes encubiertos,
sobre la que se desplegó un manto de silencio. Al
frente de todo aquel operativo secreto estaba Ramón de Carranza. Aunque no logró triunfar >>>
Sobre estas
líneas, fotografía
tomada en
1898 por J.S.
Johnston
del célebre
acorazado de
la Armada de
Estados Unidos
que voló por los
aires en el
puerto de
La Habana
el 15 de febrero
de ese año.
ALÍ BEY, TENAZ AVENTURERO
omingo Badía y Leblich, alias Alí Bey, nació en 1767 en Barcelona en una aristocrática familia
que tuvo que trasladarse a Andalucía. Con la colonización americana asentada, las potencias
europeas volvían la mirada a África, y Alí Bey trazó su propio plan de espionaje, que aprobó el
mismísimo Godoy y bendijo Carlos IV. Se rasuró todo el cuerpo y se dejó barba, se circuncidó, se
atavió “con finura mora”, aprendió a hablar en perfecto árabe y en adelante sería Alí Bey, príncipe de
la estirpe de los Abásidas y descendiente del Profeta. Recorrió diversas ciudades marroquíes, ganándose el favor del sultán y la nobleza (llegaron a regalarle un palacio con dos mujeres del harén real en
Rabat). Sus mensajes cifrados no dejaban de llegar a Miss Jenny, en realidad Godoy, a quien le
propuso un plan de conquista que, por supuesto, aquella España decadente no osó
siquiera plantearse. Tras varias vicisitudes, llegó a Egipto, donde tuvo el mismo
éxito personal entre los poderosos y se mantuvo fiel a sus entusiastas y secretas misivas sobre potenciales colonizaciones. Logró entrar en La Meca
(era el primer europeo que lo conseguía) y el mundo occidental tuvo planos
e información de la ciudad prohibida. Y cuando una tormenta llevó su barco hasta Chipre, trabó amistad con un exitoso comerciante inglés de la isla, al que sonsacó los planes británicos para el Mediterráneo oriental.
ALBUM
D
Retrato de Alí Bey (1767-1818),
Biblioteca Nacional de España.
MUY HISTORIA 37
>>> frente a los todopoderosos servicios secretos
de EE UU, este gallego fue uno de los más osados e
imaginativos espías de nuestra historia. xx
Mejor que él lo pasó el periodista menorquín
Saturnino Ximénez, muy conservador y tan prorruso que a servir al zar se fue, operando para la
Ojrana, el servicio real de espionaje, en Turquía,
en la India y algunos frentes de la Primera Guerra
Mundial. Cuando estalló la Revolución de Octubre logró escapar de Rusia y se instaló en Barcelona, pero el gusanillo de la aventura no dejó de
picarle y continuó haciendo viajes supuestamente
periodísticos por Europa.
GERMANÓFILOS O ALIADOS
A España no le queda energía para entrar en el primer gran conflicto mundial, pero sí hay algunos
españolitos ejerciendo aquí o allá. Es el caso de
Jaime Mir, que espió a favor de los aliados desde
Bélgica organizando toda una red de informantes.
Condenado a pena de muerte, se salvó por la intercesión de Alfonso XIII. Y por falta de pruebas
se libró la cantante vasca Aurora de Bilbao, de la
que nunca se llegó a saber si enviaba información
a los alemanes mientras actuaba en los escenarios
londinenses. De la cupletista Raquel Meller se dijo
que, herida de celos, tendió una trampa a Mata Hari que significaría el fin de la célebre espía; un bulo
propagado y desmentido después por el senador
Emilio Junoy. En esta lista entra también Ramón
Mercader, que asesinó a Trotski en 1940 por encargo del NKVD soviético y fue un ferviente creyente
en el estalinismo (aunque al final de sus días se le
vio en alguna protesta contra el régimen).
Las dos Españas ya se enfrentaban en la triste
Guerra Civil. Qué necesario y qué fácil el espionaje para ambos bandos: no había que aprender
otra lengua, no había que disfrazarse mucho. Así
que republicanos y franquistas tuvieron sus pro-
LOS ‘SOPLONES’ DEL SANTO OFICIO
l asunto de husmear aquí y allá e ir
con el cuento lo ejercían los mismos
empleados de la Inquisición: escribanos, notarios, capellanes, visitadores
ambulantes... Sabían que sus honorarios
salían de los bienes requisados a los pecadores denunciados. También se les
daba muy bien a los escoltas de prelados
y jefazos inquisitoriales: no había verdad
secreta o mentira pergeñada que se escapase al ejército de 50 hombres a ca-
ALBUM
E
38 MUY HISTORIA
ballo y 200 a pie que acompañaba a Torquemada en sus desplazamientos.
Aunque los auténticos especialistas del
espionaje de sospechosos y de apetitosas heredades fueron los ‘familiares’,
título casi noble que alcanzaban los representantes de la Inquisición en zonas
apartadas y que solía recaer en parientes
de clérigos bien situados. A partir del siglo XVI, las buenas fortunas requisadas
propiciaron el ascenso social de estos
empleados, que antes eran espías reclutados entre el pueblo llano a cambio de
propinas. En el siglo XVIII surgen las logias masónicas, amenazadores demonios
para el estatus de la Iglesia, y el espionaje se hace imprescindible para el Santo
Oficio. Por ejemplo, el inquisidor Pedro
Torrubia se introdujo como topo en la masonería para hacerse con los nombres de
los practicantes a los que él mismo condenó a la tortura en el potro.
Los hombres de la Inquisición (1889),
de Jean-Paul Laurens. Musée d’Arts
et d’Archeologie, Moulins, Francia.
DE LA DICTADURA A LA DEMOCRACIA
No hay una buena represión sin un buen aparato
de información, y la franquista fue una dictadura brillante en tal cometido. A lo largo de sus 40
años, los servicios de inteligencia tuvieron diferentes siglas, como la SDPG, para la que trabajó Luis
Manuel González-Mata, quien protagonizó un caso de deserción de la causa fascista: se marchó a
Francia y allí se dedicó a denunciar los métodos y
manipulaciones del régimen de Franco. Mejor le
hubiera pintado a las órdenes del CESID, el Centro
Superior de Información de la Defensa creado en
1977 tras la vuelta a la democracia y reformado en
1986 debido a sus repetidos fallos (no se sabía bien
cómo había de funcionar una organización de esta
índole en un régimen de libertad).
Ambiente muy ad hoc para que surgiese un personaje como Juan Alberto Perote, jefe de agrupación
operativa del CESID, acusado de robar 1.245 microfichas del archivo de la institución, y también
relacionado con el caso Marey/GAL y las famosas
“escuchas telefónicas”. Y aún estamos inmersos en
el proceso judicial de la Operación Kitchen, un
operativo de espionaje al extesorero del PP Luis
Bárcenas que pretendía usarse como “arma para
negociar” con él a raíz del caso Gürtel.
¿Y qué decir de José Manuel Villarejo, el más
célebre y mediático espía español de los últimos
años? En 1993, tras diez años de excedencia en los
que realizó trabajos como detective privado, este
excomisario del Cuerpo Nacional de Policía se
reincorporó como agente operativo, o agente encubierto, para la Secretaría de Estado de Interior.
Maestro de la grabación ilegal, la manipulación
y la filtración de información, está actualmente
retirado y en prisión provisional por pertenencia
a organización criminal, cohecho y blanqueo de
capitales. Sí, puede que estemos en otros tiempos,
pero hay cosas que no cambian... y la información
sigue siendo poder. MH
ASC
ASC
ALBUM
pias redes de información y la lista de nombres es
larga: Luis Benito de López, activista prorrepublicano y después espía para los maquis; José Beltrán
y Musitu, creador del SIFNE, primer servicio de
inteligencia del bando franquista; o Santiago Garcés Arroyo, quien de simple panadero pasó a crear
el SIM, organización de espionaje de la República.
Los hubo que traspasaron la geografía y el tiempo del conflicto, como Ángel Alcázar de Velasco,
quien tras formar parte del SIPM franquista sirvió
en la Abwehr nazi, como también lo hizo Luis Calvo Andaluz desde Inglaterra; o Alberto Bajar, general republicano que en el exilio fue agente secreto
para la Revolución cubana de Castro.
En la Segunda Guerra Mundial destaca Juan Pujol,
bautizado Garbo por sus buenas dotes de actuación, quien, convencido de que la victoria aliada
significaría el fin de Franco, se ganó la confianza
de los alemanes como espía para ser agente doble a
favor de los ingleses. Su vida terminó plácidamente
en Venezuela, donde publicó sus memorias, enfáticamente tituladas El espía del siglo.
En su día, se acusó a la
cupletista Raquel Meller
de haber propiciado la
detención de Mata Hari
ESPIONAJE
PATRIO.
A la izquierda,
retrato de
Eugenio
Aviraneta; en
el centro, foto
autografiada de
Raquel Meller
publicada en la
revista Caras y
Caretas en
1928; a la dcha.,
el excomisario
del Cuerpo
Nacional de
Policía José
Manuel Villarejo.
MUY HISTORIA 39
GETTY
40 MUY HISTORIA
INTELIGENCIA MILITAR, UN ELEMENTO CLAVE EN LAS GUERRAS
‘TOP
SECRET’
En contra de lo que se pueda presuponer, la obtención de
información sensible de los ejércitos enemigos no es una
cuestión de las guerras de nuestro tiempo. Se puede afirmar,
sin temor a incurrir en la exageración, que el oficio de espía es
tan antiguo como la humanidad misma.
JOSÉ LUIS HERNÁNDEZ GARVI
ESCRITOR Y PERIODISTA
INFORMAR
O MORIR.
Una estación de
radiotelégrafo en
un campo de
batalla italiano
durante la
Primera Guerra
Mundial. Foto
tomada por Aldo
Molinari para
L’Illustrazione
Italiana en
noviembre de
1915.
MUY HISTORIA 41
A
pesar de haber sido un factor decisivo
en todos los conflictos bélicos de la
historia, la trascendencia del espionaje
suele pasar desapercibida, aunque fuera determinante a la hora de influir en
el resultado final de una contienda. Al
fin y al cabo, por razones obvias, nunca ha convenido a nadie que llamase mucho la atención. No
obstante, la realidad es que, desde el mismo momento en que una tribu de nuestra especie quiso
imponerse a otra en la lucha por los recursos que
pudieran garantizar su supervivencia, la posesión
de información confidencial que diese algún tipo
de ventaja se convirtió en algo vital.
En la Antigüedad, encontramos numerosos ejemplos que revelan el papel decisivo de los espías a la
hora de recabar esa información vital para derrotar a rivales o enemigos. Así lo atestiguan numerosos documentos historiográficos.
UN OFICIO MUY ANTIGUO
LOS GRIEGOS, MAESTROS DE LA
CRIPTOGRAFÍA
En sus guerras contra los persas, los griegos desarrollaron muchas de las técnicas de espionaje
que habían usado otras culturas, con especial
interés en la criptografía. Su mayor aportación
en este sentido fue la escítala, un primitivo pero ingenioso instrumento que usaban los éforos,
nombre que recibían los magistrados de las ciudades-Estado helenas, para cifrar sus mensajes. El
sistema consistía en dos varas del mismo grosor
con varias caras, que se entregaban al emisor y al
receptor de la comunicación. Alrededor de una de
ellas se enrollaba una cinta de cuero o tela en la
que se escribía el mensaje longitudinalmente, de
tal forma que en cada cara apareciera una letra.
Una vez transcrito, se desenrollaba perdiendo su
sentido y se procedía a su envío; para descifrar su
contenido el destinatario debía colocarla en su escítala siguiendo el mismo patrón en el que había
sido escrita.
A pesar de estos avances técnicos, los espías y
agentes infiltrados siguieron desempeñando un
papel decisivo en las Guerras Médicas. La mítica
batalla de las Termópilas, en la que el rey Leónidas
plantó cara al inmenso ejército persa de Jerjes al
frente de sus 300 espartanos, nos proporciona un
buen ejemplo de cómo pueden influir en el resultado de un combate decisivo. No podemos saber
cuánto tiempo los espartanos, con
la ayuda de sus aliados, hubieran podido resistir la
embestida
ASC
Sumerios y babilonios introdujeron la escritura en
los albores de la civilización y, aunque su conocimiento estaba limitado a un círculo muy reducido
de personas, ya entonces fue necesario encriptar
algunos textos para evitar que secretos políticos,
económicos o militares fueran conocidos por ojos
no deseados. En Mesopotamia se perfeccionaron
algunos de estos métodos, al mismo tiempo que
se recurrió a mercaderes y exploradores para que
ejercieran de espías en tierras lejanas y aportasen
información relevante sobre los movimientos e
intenciones de otras potencias regionales. En el
Antiguo Egipto, los faraones contaron con una
amplia red de espías que les mantenían al tanto
de lo que ocurría más allá de las fronteras del
Imperio. Estos informadores no solo resultaron
útiles para conocer los movimientos de los hititas,
su principal enemigo externo; en algunos de los
textos escritos legados por esta civilización
encontramos referencias a la la-
bor desempeñada por los confidentes a la hora
de destapar intrigas palaciegas, un juego peligroso en el que estaba en riesgo la vida del faraón y
también la de sus descendientes.
LA ESCÍTALA GRIEGA.
Era un sistema de criptografía
utilizado por los éforos espartanos para el
envío de mensajes secretos que, como se ve
en la imagen, consistía en una cinta de cuero sobre
la que se escribía el mensaje tras enrollarla sobre una
vara de varias caras.
42 MUY HISTORIA
EUROPA
CAMBIA.
SHUTTERSTOCK
Mapa –de la
colección de
libros Meyers
Lexicon
(publicada en
1908 en
Alemania)– de
esa Europa de
finales del siglo
XIX en la que
nuevos Estados
aspiraban a
convertirse en
grandes
potencias y la
información
secreta se hizo
más necesaria
que nunca.
de las huestes del rey del Imperio aqueménida en
aquel angosto paso de no haberse producido la
traición de Efialtes de Tesalia, al que las fuentes
identifican como un pastor conocedor de la región. Según el relato que ha llegado hasta nosotros, Efialtes reveló a los persas la existencia de
una senda que les permitió rodear la posición de
los griegos, todo a cambio de una promesa de riquezas que nunca se cumplió.
El testigo de la cultura griega fue recogido por el
Imperio romano, que perduró a través de varios
siglos gracias a las legiones, a su eficaz administración y al hábil uso de la información, que le
permitía ir un paso por delante de sus enemigos.
Pero en el contexto de inestabilidad política que
caracterizó sus momentos más convulsos, si había
alguien que debía guardarse bien las espaldas ese
era el emperador de turno. Bien sabía esto ya Julio
César, quien, ante las intenciones y amenazas de
sus rivales, se sirvió de una sencilla técnica para
codificar los mensajes de sus espías intercambiando cada letra del texto por otra que avanzaba un
número determinado de posiciones en el alfabeto.
EL ORIGEN DE LOS SERVICIOS
DE INTELIGENCIA
En siglos posteriores no se produjeron avances
significativos en materia de servicios de inteligencia; muchas de las técnicas procedían del pasado y los espías seguían siendo insustituibles a la
hora de llevar a cabo determinadas misiones. Fue
con la Revolución Industrial y el advenimiento
de nuevos Estados que aspiraban a convertirse en
grandes potencias cuando se asistió a la aparición
en escena de lo que se ha venido a llamar “comunidad de inteligencia”, término con el que se hace
referencia a las agencias que, dentro del organigrama de un Estado, se dedican a recopilar información que afecte a la seguridad nacional. >>>
En sus guerras contra los persas, los griegos desarrollaron técnicas de espionaje ya usadas por
otras culturas, en especial la criptografía
MUY HISTORIA 43
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Grabado coloreado alemán del
siglo XIX en el que Bismarck es
ovacionado por la multitud.
DETECTIVE
PRIVADO.
Fotografía de
Allan Pinkerton
a caballo. Fue
un personaje
peculiar, que
sirvió en varias
misiones
encubiertas bajo
el alias de
‘comandante
E.J. Allen’ y que,
siendo jefe del
Servicio de
Inteligencia de
la Unión (18611862), frustró un
plan homicida
contra Lincoln.
>>>La Guerra de Secesión norteamericana
(1861-1865) es considerada la primera contienda
en la que se desplegaron a gran escala armas, estrategias y métodos que hoy en día consideramos
modernos. La Unión desplegó todo el potencial
económico e industrial de los estados del norte
para doblegar la rebelión secesionista del sur. Para
la movilización de grandes contingentes de tropas
se usó por primera vez el ferrocarril, novedosas
técnicas siderúrgicas permitieron la fabricación
de cañones cada vez más grandes, armas monstruosas que inspiraron la imaginación de Julio
Verne a la hora de escribir su novela De la Tierra
a la Luna, y en los combates navales se enfrentaron nuevos buques blindados propulsados por
vapor.
Sin embargo, los servicios de inteligencia iban por
detrás de los avances en materia militar. El presidente Abraham Lincoln se enfrentó al problema
de carecer de un servicio de información oficial
que le permitiera conocer los planes del enemigo.
Para solventarlo, tuvo que recurrir a los servicios
de Allan Pinkerton, fundador de la famosa agencia de detectives que llevaba su nombre y que el
cine del Oeste convertiría en icono popular, con
sus famosos agentes de largos guardapolvos persiguiendo implacablemente a los forajidos.
Pinkerton era un oscuro personaje de origen escocés que, tras emigrar a Estados Unidos, fundó
su agencia de detectives. Al comienzo de la Guerra de Secesión, sus contactos entre los magnates
del ferrocarril, a los que sus pistoleros prestaban
servicios de protección, le abrieron las puertas de
la Casa Blanca. Lincoln, que hasta entonces había
tenido que recurrir al empleo de espías profesionales que se vendían al mejor postor o al trabajo
de patriotas bienintencionados que arriesgaban
su vida por la causa, le propuso organizar los
Con un servicio de inteligencia muy precario,
Lincoln tuvo que recurrir a la agencia de detectives
Pinkerton para el trabajo de espionaje
44 MUY HISTORIA
EL POTENTE SERVICIO
DE ESPIONAJE DE
FELIPE II
servicios de espionaje de la Unión. El detective
no dudó en aceptar la oferta del presidente y, bajo la supervisión del general George McClellan,
creó el Union Intelligence Service (Servicio de
Inteligencia de la Unión), una red de espionaje
y contraespionaje en la que los agentes bajo sus
órdenes recababan información de las fuerzas
confederadas haciéndose pasar por soldados
enemigos o defensores de la causa del sur. El propio Pinkerton habría realizado algunas de estas
arriesgadas misiones, actuando bajo el nombre en
clave de ‘comandante E.J. Allen’. Su labor al frente
de los servicios secretos de la Unión le permitió
acceder al círculo cercano de colaboradores de
ASC
E
n la cumbre de su poder absoluto, Felipe II era
la cabeza visible de un imperio que fue la mayor potencia militar de su tiempo. Para hacer
frente a sus numerosos enemigos, desplegó todos
los medios a su alcance con los que obtener ventaja. En este sentido, la obtención de información
confidencial se convirtió en uno de los pilares de
una agresiva política exterior.
El monarca ejerció el control directo sobre la labor
de los espías a su servicio, asesorado por el secretario del Consejo de Estado y un número muy reducido de colaboradores de plena confianza. Sin embargo, en el seno de este selecto grupo se produjeron algunas filtraciones que vulneraron el principio
de confidencialidad que tenían sus deliberaciones.
A partir de entonces, el rey concedió mayores competencias en materia de inteligencia a las denominadas juntas, órganos colegiados que le asesoraban sobre temas muy concretos. Virreyes, gobernadores y embajadores jugaron todos ellos un papel
decisivo a la hora de remitir información sensible a
estos órganos consultivos.
Por otro lado, en el seno del ejército existía un servicio de inteligencia militar que dependía de forma
directa del Consejo de Guerra, órgano que también
presidía el rey. De la misma forma, los consejos territoriales de Italia y Flandes, prolongaciones del Consejo de Estado, tenían competencias relacionadas
con el espionaje. Así, el secretario de Estado de Italia
debía pagar a los agentes que operaban en las costas del Mediterráneo y el de Flandes financiaba a ingleses y escoceses que conspiraban contra Isabel I de Inglaterra. Los secretarios de Estado contaban
con la ayuda inestimable de una plantilla de funcionarios muy preparados a los que se exigía un perfecto
dominio del latín, además de conocimientos en criptografía para poder examinar la abundante documentación y correspondencia secreta que pasaba por sus manos. Entre sus filas había un secretario de la cifra, experto en códigos que velaba por mantener la seguridad de las comunicaciones propias y descifrar
las del enemigo. Los secretarios de Estado jugaron un papel determinante en el entramado del espionaje
durante el reinado de Felipe II, al analizar el flujo de información y organizar las misiones encomendadas
a los agentes secretos. También controlaban y distribuían los fondos necesarios para financiar operaciones encubiertas con las que dar respuesta a las necesidades estratégicas del Imperio.
Felipe II
retratado por la
pintora italiana
Sofonisba
Anguissola en
1565 (Museo
del Prado,
Madrid).
Lincoln, pero también le hizo ganar mucho dinero: el Departamento de Guerra efectuó pagos no
justificados a Pinkerton por un importe superior
a 425.000 dólares, una gran fortuna para la época.
En esa misma época, Otto von Bismarck, artífice
de la unificación alemana, tuvo claro que para fortalecer y garantizar las fronteras del Reich frente a
sus enemigos exteriores debía establecer un eficaz
servicio de inteligencia. Para conseguirlo, contó
con la ayuda de Wilhelm Stieber (1818-1882), un
curtido agente de policía que, al igual que Pinkerton, sabía cómo moverse en ambientes sórdidos
para recabar información. Stieber inició su carrera en la policía de Berlín mientras estudiaba >>>
MUY HISTORIA 45
>>>leyes en la universidad. Siempre supo des-
TIEMPOS DE
REPRESIÓN.
ASC
El arresto del
propagandista,
cuadro pintado
por Ilya
Efimovich
Repin entre
1880 y 1889,
representa el
momento de la
detención de un
campesino
involucrado en
la propaganda
revolucionaria
contraria al zar.
46 MUY HISTORIA
envolverse con soltura en el mundo del hampa
y sus especiales cualidades le hicieron ascender
rápidamente hasta convertirse en inspector de la
División Criminal. Con buenos contactos en los
bajos fondos, de los que obtenía información a
través de numerosos confidentes, su capacidad
para pasar desapercibido entre los maleantes le
hizo asumir peligrosas misiones dentro de organizaciones delictivas.
Su salto al espionaje no tardó en producirse y, según afirman algunas fuentes, en 1850 se infiltró
entre los exiliados alemanes que formaban la Liga Comunista para seguir los pasos de Karl Marx
en Londres. Después de varios años en los que
Stieber investigó a la disidencia instalada en París, acabó recalando en San Petersburgo, donde
puso su talento como espía al servicio de Rusia,
al mismo tiempo que actuaba como agente doble
recopilando información militar, política y económica que enviaba a Alemania.
Bismarck vio en Stieber al hombre que necesitaba
para llevar a cabo sus planes contra Austria y la
Francia de Napoleón III. La información recogida por su agente, que en suelo enemigo se ganó
la confianza de gente sencilla haciéndose pasar
por un buhonero que recorría los pueblos donde
estaban acuarteladas las guarniciones austríacas,
permitió la victoria del ejército prusiano en la batalla de Sadowa. Antes del estallido de la Guerra
Franco-Prusiana, Stieber organizó en territorio
francés una vasta red de espías que recogió una
ingente cantidad de datos que ayudaron a derrotar a las fuerzas de Napoleón III. Se cuenta que,
durante las negociaciones de paz celebradas en el
Palacio de Versalles, el as de espías a las órdenes
de Bismarck se hizo pasar por ayudante de cámara
de Jules Favre, político republicano al frente de la
delegación francesa. Bajo su convincente disfraz,
Stieber tuvo acceso a la documentación reservada que manejaba el político francés, información
que permitió al canciller prusiano contar con la
ventaja de conocer de antemano las intenciones
de su rival para adelantarse a los acontecimientos.
Formada por agentes encubiertos de la policía
zarista, la Ojrana fue el terror de los grupos
revolucionarios en el último cuarto del siglo XIX
LA TEMIBLE OJRANA RUSA
CUIDADO
CON EL
TELEGRAMA.
Imagen del
comprometedor
telegrama
enviado por
Arthur
Zimmermann,
ministro alemán
de Asuntos
Exteriores, que
fue interceptado
por los
británicos y
descifrado por
sus criptográfos.
ASC
En este repaso por los principales agentes y servicios de inteligencia que despuntaron en el último cuarto del siglo XIX no podía faltar la Ojrana, organización de infausto recuerdo al servicio
de los zares. Fue creada en 1866 (tras el intento
de asesinato del zar Alejandro II) dentro de la
policía –del cuerpo especial de gendarmes– y
como parte del Ministerio de Interior (MVD).
De ahí que esta organización, secreta, estuviera
formada por agentes seleccionados de la nueva
promoción de la policía, que se infiltraron en los
grupos revolucionarios anarquistas y socialistas
que planeaban acabar con la dinastía Románov
(Josef Stalin podría haber sido un agente infiltrado en el Partido Bolchevique). Puesto que su
misión principal era velar por la seguridad de
la familia imperial, denunciaban, controlaban,
detenían y, a veces, ejecutaban a los subversivos
contra el poder zarista. Operaban infiltrándose
como topos o agentes provocadores en los grupos revolucionarios, manteniendo así informada
a la oficina central de los planes de actividad e
incitando a los combatientes a realizar acciones
infructuosas, desesperadas o impopulares.
Gran parte de las organizaciones revolucionarias
contaban con sedes fuera de Rusia, así que la
Ojrana estableció una amplia red de espías en los
países europeos en los que habían encontrado
refugio destacados opositores y dispuso de numerosos agentes a lo largo de Europa, especialmente en París. Muchos de los hombres y mujeres al servicio de esta organización consiguieron
infiltrarse entre los revolucionarios, algunos de
los cuales trabajaban para otras potencias con el
objetivo de desestabilizar a Rusia.
Los prisioneros solían ser entregados a la justicia
y posteriormente ejecutados o enviados a campos de trabajo en la lejana Siberia, conocidos
como kátorgas. Sin embargo, bajo circunstancias especiales, los agentes podían llevar a cabo
ejecuciones sumarias y torturas. Entre los siniestros métodos usados por la Ojrana se incluían
el secuestro, la tortura en centros clandestinos
y los asesinatos selectivos, modos de actuar que
no han pasado de moda entre la comunidad de
inteligencia, pero que a ellos les valió una triste
fama.
Cuando el régimen zarista cayó en 1917 con la
Revolución bolchevique, ya no tenía sentido la
Ojrana creada por los zares, pero los bolcheviques la reconvirtieron y utilizaron para su causa. Se mulitiplicaron los agentes y se cambió el
nombre por el de Tscheka, en 1920 por el de
GPU y posteriormente por el de NKVD (Comisión del Pueblo para los Negocios Internos). Esta
última contralaba los campos de concentración
(idea de Lenin que vivió su apogeo con Stalin),
cuya finalidad era doble: controlar a los oponentes al régimen y servir de mano de obra barata.
De la extinta NKVD surgiría el famoso KGB,
con un poderoso ejército de 175.000 miembros:
el mayor servicio secreto de la historia.
LA PRUEBA DE FUEGO
DEL ESPIONAJE CLÁSICO
La Primera Guerra Mundial marcó un antes y
un después en el espionaje. La escala global del
conflicto obligó a las potencias beligerantes a
desplegar ingentes recursos humanos y materiales en el campo de batalla. De la misma forma,
se desarrollaron rápidamente nuevas tecnologías
que mejoraron los sistemas de recogida de >>>
MUY HISTORIA 47
EMBAJADA
ALEMANA.
El conocido
como Palacio
de don José
Campo (Pº de la
Castellana, 4),
derribado en
1966, fue desde
1888 sede de la
Embajada del
Imperio alemán.
Su actividad fue
frenética
durante la
Primera y la
Segunda Guerra
Mundial al ser
España un país
neutral.
48 MUY HISTORIA
>>>información sobre los movimientos del
enemigo, al mismo tiempo que los servicios de
inteligencia alcanzaron un elevado grado de profesionalización y sofisticación.
El teléfono y la radio permitieron conocer el desarrollo de los acontecimientos en tiempo real,
pero también se revelaron vulnerables ante las
escuchas, por lo que se hizo necesario perfeccionar los métodos de encriptación. Un buen ejemplo de las consecuencias de este riesgo lo representa el telegrama enviado por Arthur Zimmermann, ministro alemán de Asuntos Exteriores,
al conde Heinrich von Eckardt, embajador del
gobierno de Berlín en México. El texto contenía
instrucciones sobre cómo debía transmitir a las
autoridades mexicanas una propuesta de alianza secreta contra su poderoso vecino del norte.
Los alemanes pretendían explotar el sentimiento
antinorteamericano que reinaba en el país y a
cambio ofrecían ayuda militar y financiera para
que México pudiera recuperar la soberanía sobre Texas, Nuevo México, Arizona y California,
territorios arrebatados por Estados Unidos. El
comprometedor telegrama fue interceptado por
los británicos y descifrado por los especialistas
criptográficos que integraban la Room 40 (Habitación 40), una unidad de la Inteligencia Naval.
Su contenido fue compartido con los norteamericanos en una rocambolesca operación con la
que los británicos pretendían mantener en secreto que eran capaces de interceptar las comunicaciones alemanas. Al margen de ocasionar un
grave conflicto diplomático que a punto estuvo
de provocar que Estados Unidos entrase en la
ASC
Durante las guerras
mundiales, los países
neutrales se convirtieron
en nidos de espías
donde se libró otra
batalla silenciosa, pero
no menos decisiva
guerra antes de tiempo, este incidente puso en
evidencia la importancia de mantener el secreto
de las comunicaciones confidenciales.
Sin abandonar el plano de las innovaciones tecnológicas, el desarrollo de la aviación experimentó un gran avance durante la Gran Guerra.
Lo que en un principio había sido un arma denostada por los mandos militares pronto reveló
su enorme potencial como útil instrumento para saber qué se ocultaba por detrás de las líneas
enemigas. Cuando su presencia se hizo incómoda en los cielos, se desarrolló la aviación de caza
para derribarlos.
Desde el punto de vista del factor humano, los
países europeos neutrales se convirtieron en
auténticos nidos de espías donde se libró otra
batalla silenciosa, que no por ello dejó de ser
decisiva. En España, agentes de los dos bandos
enfrentados en la Guerra Civil controlaban los
movimientos del adversario con la ayuda de confidentes locales. Uno de estos espías fue Wilhelm
Canaris, joven marino que se convertiría luego
en jefe de la Abwehr (el servicio de inteligencia
militar alemán durante la época nazi) y que, a
través de la cobertura que le proporcionaba su
embajada en Madrid, recogía informes sobre el
tráfico de buques enemigos por el Mediterráneo
y el estrecho de Gibraltar, información de gran
utilidad para los sumergibles alemanes.
En el período de entreguerras y durante la Guerra Civil española, los servicios de inteligencia
de los totalitarismos ideológicos europeos tuvieron ocasión de perfeccionar sus técnicas de
espionaje. Los comunistas rusos ejercieron gran
influencia en el Servicio de Información Militar
(SIM) dependiente del gobierno de la Segunda
República, mientras que los nazis asesoraron y
suministraron información al Servicio de Información y Policía Militar (SIPM) dependiente del
bando sublevado, organización que se jactaba de
tener más de 30.000 agentes, confidentes y quintacolumnistas entre sus filas.
La experiencia adquirida en estos conflictos fue
de gran valor para ambos bandos en la Segunda
Guerra Mundial. Los aliados se enfrentaron con
éxito a retos como descifrar el código utilizado
por los japoneses o desentrañar los secretos de la
máquina Enigma –suministrada, por cierto, por
los alemanes al bando franquista en la Guerra
Civil española–, misión completada gracias a los
esfuerzos de los expertos británicos de Bletchley
Park dirigidos por el matemático Alan Turing.
Al término de la guerra, muchos de los que habían sido enemigos pusieron sus conocimientos
y contactos al servicio de las agencias de inteligencia occidentales en la pugna secreta que se
mantuvo durante la Guerra Fría, auténtica edad
de oro del espionaje. MH
MUY HISTORIA 49
LOS ‘CACH I VACH ES’ DEL B U EN AG EN T E
INSPECTOR
GADGET
Uno de los grandes atractivos de los espías de ficción, auténticos
iconos de la cultura pop desde James Bond hasta Austin Powers, son
sus herramientas de alta tecnología, alucinantes y a menudo contrarias
a la lógica. Pero resulta que en la vida real los servicios secretos han
contado siempre con la vanguardia de la ciencia para sus objetivos, por
lo que los espías reales, de hecho, han utilizado a lo largo de la historia
muchos trucos y gadgets para ayudarse en su tarea.
COVADONGA ÁLVAREZ
PERIODISTA
H
oy cualquier persona lleva en el bolsillo
–sin darse cuenta– una grabadora, un
GPS, una brújula, una cámara de fotos
y de vídeo, un escáner de documentos,
un traductor universal, un procesador
de textos, una TV, una enciclopedia, un
mapa de todo el planeta, un podómetro, un distorsionador de voz y un medidor de la frecuencia cardíaca, como poco. Todo ello en su teléfono móvil.
Pero hace cincuenta o cien años las cosas no eran
así y la tecnología solo estaba al servicio de algunas
minorías; entre ellas, por supuesto, los espías.
EL INGENIO AL SERVICIO DEL ESPIONAJE
Fue en la segunda mitad del siglo XIX cuando se
crearon las primeras escuelas de espías con un mé-
50 MUY HISTORIA
todo propio de enseñanza. En aquel momento, lo
que hasta entonces había sido en gran parte empírico se elevó a la categoría de ciencia, y esto se tradujo en nuevos y cada vez más sofisticados ingenios
pensados ya solo para el espionaje. Los aparatos manuales para cifrar y descifrar mensajes comenzaron
a adquirir cierta eficacia y las tintas invisibles a ser
más complejas.
El estallido de la I Guerra Mundial supuso el primer
gran salto de gigante para la tecnología del espionaje. Se explotó la radiotelefonía y los micrófonos
ocultos, bautizados en el argot como “chinches”,
comenzaron a ser habituales. Los mensajes cifrados
se volvieron cada vez más complejos y apareció un
incipiente espionaje aéreo en el que los pilotos empleaban prismáticos e, incluso, tomaban fotografías
con las rudimentarias cámaras de la época. To- >>>
EL MÍTICO ‘ZAPATÓFONO’.
ALBUM
Todos lo recordamos en manos
del Superagente 86 (encarnado por
Don Adams en la serie de 1965). Si bien
nunca existió un zapato-teléfono, si
fueron reales los que llevaban grabadoras,
transmisores o cámaras de fotos.
MUY HISTORIA 51
ISTOCK
SHUTTERSTOCK
DEL ‘CRIPTEX’ A LA MINOX. A la izda., un criptex, artilugio cilíndrico que oculta un
ASC
papel enrollado en una probeta con ácido que no se romperá si con las letras y los
números del exterior se forma la contraseña correcta. A la dcha., la Minox Riga,
diseñada y fabricada en 1936 por Walter Zapp: fue la cámara de espionaje perfecta.
ENIGMA.
Este modelo
de la famosa
máquina alemana
de cifrado y
descifrado se
encuentra en el
Museo Nacional
de Ciencia y
Tecnología
Leonardo Da
Vinci, en Milán.
52 MUY HISTORIA
>>>do ello acompañado de viejos sistemas que
siguen demostrando aún su eficacia, como las
señales con espejos, las palomas mensajeras y los
perros adiestrados para idéntico fin.
Durante la II Guerra Mundial, la mayor parte de los sistemas utilizados en la anterior gran
contienda fueron perfeccionados; es el caso de
los aparatos para realizar escuchas telefónicas.
Aparecieron también otros nuevos, creados ex
profeso para los agentes que se infiltraban en territorio enemigo, así como artefactos explosivos
para sabotajes, revólveres en miniatura e, incluso,
cápsulas de cianuro, con la idea de que el agente
se suicidara si era capturado.
Pero, sobre todo, hubo dos grandes aportaciones: los micropuntos y la máquina de cifrar y
descifrar mensajes llamada Enigma. Los primeros, conocidos también como microdot, fueron
invención de un científico de la Universidad de
Dresde, en Alemania: el profesor Walter Zapp,
que estaba al servicio de los agentes alemanes.
Los micropuntos consistían en una fotografía
muy reducida, casi microscópica, de un folio
con información secreta mecanografiada. Estas
copias eran tan diminutas que podían incrustarse en la fibra del papel de una carta aparentemente inocua, preferiblemente sobre un punto
ortográfico para que pasara inadvertido a simple
vista. El FBI descubrió el ingenioso sistema por
primera vez en agosto de 1941, cuando capturó
a un espía nazi que se había infiltrado en EE UU.
Este invento está ligado a otra creación de Zapp,
la pequeñísima cámara Minox diseñada en 1936
en Riga (Letonia). Su diminuto tamaño (negativo de 8 x 11 mm), su distancia mínima de enfoque (20 mm), su sencillo uso y la facilidad a la
hora de cargar el carrete la encumbraron como
la cámara de espionaje perfecta, sobre todo para
fotografiar documentos.
En cuanto a la máquina Enigma, también bautizada como Ultra, fue un hábil sistema de encriptación patentado en 1920 por el ingeniero holandés Hugo Alexander, que fue adquirido poco
después por las autoridades alemanas. Los nazis
construyeron 70.000 de estos ingenios, quince de
los cuales se los regaló Hitler a Franco.
El fin de la URSS acabó
con la edad de oro
del espionaje, pero
avivó la fiebre por
coleccionar sus objetos
EL ‘BOOM’ DE LAS ESCUCHAS
De los escombros de la Segunda Guerra Mundial
surgió, a partir de 1945, la Guerra Fría, y con ella
estalló la espiomanía (y, también, la espiofobia).
Los dos grandes servicios secretos, CIA y KGB, se
embarcaron en una carrera que parecía no tener
fin, en la que pusieron al servicio de sus agentes
la tecnología más avanzada.
En 1944, un electricista descubrió nada menos que
120 micrófonos ocultos en la Embajada de EE UU
en Moscú. A partir de ese momento, aparecieron
todo tipo de ingenios ocultos tras el yeso de las paredes, en las patas de las mesas y sillas e incluso
en bolígrafos. Esto llevó a Washington a iniciar en
1953 la construcción de una sede diplomática completamente nueva, lo que tampoco impidió que poco después empezaran a aparecer nuevos aparatos
para realizar escuchas. En 1995, un exdirectivo del
KGB desveló que la URSS había integrado sistemas
de escucha en las propias vigas de acero sobre las
que se levantaba la embajada.
La CIA también quiso saber todo lo que ocurría
al otro lado del telón de acero. Así, en 1956, los
servicios secretos norteamericanos descubrieron
la existencia de un túnel en Berlín Este por el que
pasaba la red telefónica del sector soviético, situado a tan solo 300 metros del occidental. Los
espías estadounidenses instalaron magnetófonos
conectados a más de 400 líneas de comunicaciones que discurrían por allí. Con ello consiguieron
grabar buena parte de las conversaciones que se
producían entre Moscú y Berlín Este.
conforman la esencia del espionaje. Muchos de
estos objetos que son ya historia se encuentran
en museos repartidos por todo el mundo; lugares
que serían, seguro, el paraíso para Q, el científico que proporciona todo su arsenal tecnológico a
James Bond.
El escritor y especialista en espionaje Keith Melton
(ha asesorado durante años a la CIA y a los realizadores de la serie de espías The Americans) presume de poseer más de 7.000 piezas de espionaje que
ha ido coleccionando durante las últimas cuatro
décadas, algunas de las cuales pueden verse en el
Museo Internacional del Espionaje, en Washington
D.C. Entre esas reliquias de los servicios secretos
donadas están una máquina Enigma de la Segunda
Guerra Mundial y un increíble zapatófono, es decir, un zapato con transmisor de talón de los años
1960-1970. Pertenecía a un diplomático estadounidense que envió sus zapatos a reparar, momento que aprovechó el servicio secreto rumano para
instalarle un micrófono y un transmisor ocultos.
También hay un dólar de plata de los años 20 que
camuflaba una especie de alfiler con veneno, similar al que llevaba Francis Gary Powers, el piloto del
avión espía U2 derribado por la Unión Soviética
en 1960, y que finalmente no usó para suicidarse
porque volvió a Estados Unidos gracias a un intercambio de prisioneros (EE UU creó cinco de estas
monedas con agujas con veneno para los soldados
de la Guerra Fría).
Pero el museo posee muchos más tesoros, como
una pistola pintalabios de 1965. Utilizada por las
agentes del KGB durante la Guerra Fría, es un
arma de un solo disparo de 4,5 mm, a la que llamaban “el beso de la muerte”. Y hay más armas secretas, como una pistola de guante de 1942-1945,
desarrollada por la Oficina de Inteligencia >>>
CÁMARA
OCULTA.
El pequeño
tamaño de
algunas
cámaras
permitía
esconderlas en
cajetillas de
tabaco falsas,
de modo que el
espía podía
hacer fotos sin
ser descubierto.
Estas son del
KGB Spy
Museum de
Nueva York.
A LA CAZA DEL TESORO
ASC
Cuando cayó el Muro de Berlín y se puso punto
final a la Guerra Fría, murió la edad de oro de los
gadgets de espía, pero nació la fiebre de coleccionarlos. Muchos se lanzaron a por los equipos de
espionaje de la Stasi de Alemania Oriental, y lo
mismo ocurrió semanas después de que la Unión
Soviética se derrumbara en diciembre de 1991 y
de que el KGB se autodisolviera ese mismo año.
Cámaras, micropuntos, máquinas de codificación, transmisores de corto alcance: aparatos que
MUY HISTORIA 53
ALAMY
Perteneciente a
la STASI, la
policía secreta
de la República
Democrática
Alemana, esta
cámara con
botón podía
colocarse en el
ojal del abrigo,
de modo que
el objetivo
quedaba
mirando hacia
fuera (Museo
Alemán del
Espionaje,
Berlín).
54 MUY HISTORIA
>>>Naval de EE UU, que se activaba empujando
el émbolo superior hacia el enemigo; o una pistola
de pipa de tabaco de 1939-1945, creada por las
Fuerzas Especiales Británicas.
También podemos ver una réplica de las curiosas palomas-cámara. Durante la Primera Guerra
Mundial, ataban cámaras ligeras a palomas que
eran liberadas sobre territorio enemigo. Mientras
los pájaros volaban sobre su objetivo, las cámaras
disparaban y tomaban fotos que eran más detalladas que las de los aviones, porque las palomas
volaban cientos de pies más abajo.
Y si de cámaras hablamos, las de ojal eran de lo
más originales. Este dispositivo es una pequeña
cámara espía cuya lente queda alojada en un botón. Este se puede introducir sin problemas en el
ojal de la camisa o el abrigo, de modo que lo único que se ve por fuera es el botón propiamente
dicho. Cámaras fotográficas similares, tan discretas, fueron ocultadas en la solapa de un traje, en
el mango de un paraguas o en un libro. También
fueron usadas durante la Segunda Guerra Mundial las barajas-mapa, nacidas de la colaboración
de la U.S. Playing Card Company con agencias de
inteligencia estadounidenses y británicas. Cuando
el as de espadas se empapaba en agua, se abría
para revelar un trozo de mapa en su interior. Con
varias barajas se formaba un mapa completo y,
así, los prisioneros de guerra aliados podían escapar de los campos alemanes.
Otros objetos curiosos son las píldoras que los
agentes de la CIA que entraban en Cuba usaban
para sedar a los perros que ladraban; o la cáscara de nuez que usó, en 1960, durante la Guerra
Fría, un espía soviético en Alemania Occidental
(aliada de Estados Unidos). El individuo vació
GETTY
CÁMARA
DE OJAL.
TODA UNA LEYENDA. Aunque pertenecen a la
ficción, los Aston Martin de 007 son objeto de culto.
El DB5 (arriba), conducido por Sean Connery en
Goldfinger (1964) y Operación Trueno (1965), tiene
un dispositivo de disparo en la parte delantera.
una nuez, escondió dentro la clave de un código
secreto, pegó las dos mitades cuidadosamente y
la colocó en un cuenco de nueces. Por desgracia,
cuando la policía de Alemania Occidental registró su apartamento, se fijó en que el pegamento
que había usado para sellar la nuez brillaba y fue
descubierto.
Aunque no puede ser visitado por el público, el
Museo de la CIA –situado en la sede central de
la Agencia en Langley (Virginia)– alberga objetos
muy curiosos, que son prestados ocasionalmente
para exposiciones. Por ejemplo, una pipa de hombre de los años 60 que esconde un receptor de
radio (el sonido viaja desde el tubo a través del
hueso de la mandíbula hasta el canal auditivo) o
una cámara de película Tessina en miniatura, de
35 mm (una de las cámaras más pequeñas y silenciosas de la década de 1960), oculta en un paquete
de cigarrillos. Ingenioso objeto era la ‘gota muerta’, una especie de bala hueca metálica con punta
afilada en la que se podían guardar películas y documentos y que luego se enterraba fácilmente en
USANDO EL INGENIO
BOLSO ESPÍA.
ASC
Muchos de los
dispositivos eran
diseñados para
mujeres espías. Este
es un bolso de
cuero con una
cámara FED dentro.
Al presionar una
palanca externa la
lente sale del bolso
o se oculta en él de
nuevo en cuestión
de segundos. KGB
Spy Museum.
¡MIRA AL ANILLO!
EL PARAGUAS BÚLGARO.
ASC
ASC
ASC
Diminuta cámara oculta en un anillo tipo sello que
puede disparar 5 fotogramas. Es uno de los tesoros
del KGB Spy Museum de Nueva York.
ALFILER PARA EL SUICIDIO.
Procedimiento recurrente para el
KGB, consistía en camuflar en un
simple paraguas una pistola de aire
comprimido que podía lanzar
inyecciones de veneno.
UNA PALOMA
HEROÍNA.
Réplica de Cher
Ami, paloma
mensajera del
Cuerpo de
Comunicaciones del
Ejército de EE
UU en Francia
durante la
Primera Guerra
Mundial. Ayudó
a salvar a un
batallón perdido
de la 77
División, en
octubre de
1918, y voló
herida 25 km en
25 minutos con
una cámara
automática
atada. Recibió la
Croix de Guerre
del gobierno
francés.
GETTY
el suelo en una ubicación preestablecida para que
otro agente la recogiera más tarde, eliminando la
necesidad del contacto directo. Resultó muy útil
en los años 60 a los agentes de la CIA. Parecido uso
tenía el dólar de plata hueco que contenía mensajes o películas que los agentes podrían pasar de
unas manos a otras como si fueran calderilla, sin
llamar la atención. Y las agentes femeninas seguro
que usaron el espejo codificado, una polvera que
llevaba un espejo que, si se inclinaba en el ángulo
correcto, revelaba un código secreto.
Objetos muy similares subastó hace poco el Museo del Espionaje del KGB en Nueva York; por
ejemplo, una pistola de lápiz labial y un paraguas
con punta mortal, uno de los objetos más utilizados por los espías de todos los tiempos. En febrero de este año, volverán a poner a la venta objetos
fascinantes, incluida una máquina de cifrado de
códigos Fialka soviética, capaz de producir 590
billones de combinaciones posibles, y un bolso
espía con una cámara oculta.
Haciendo un repaso de todos estos objetos, queda
claro que la edad de oro de los gadgets de espionaje transcurrió hace mucho tiempo, porque ahora el dispositivo espía más poderoso del mundo es
nuestro teléfono móvil. MH
El International Spy Museum alberga este peculiar
dólar de plata, en cuyo interior se esconde una
aguja con un veneno en la punta que causa la
muerte al espía en caso de ser capturado.
MUY HISTORIA 55
CÓMO OC U LTA R Y PROT EG ER L A IN FORM ACIÓN
ARTE DE
ENCRIPTAR
EL
Cifrar los mensajes sirve para hacer las comunicaciones más seguras. Durante
siglos, los gobiernos han utilizado códigos secretos para la diplomacia, la guerra y el
espionaje, y con las nuevas tecnologías su uso se ha generalizado también entre los
ciudadanos. De hecho, hoy en día el cifrado es lo que mantiene protegidos nuestros
datos personales cuando realizamos compras u operaciones bancarias online.
Cualquier contenido que enviemos desde un ordenador a la red puede ser encriptado
gracias a grandes cerebros informáticos y a potentes ordenadores, pero esconder la
información relevante no siempre fue tan complicado.
MARTA RIVERA
PERIODISTA
56 MUY HISTORIA
C
ifrar o encriptar una información significa ocultarla a simple vista, de manera que haga falta un procedimiento concreto para poder desvelarla. No es
algo del siglo XXI: el cifrado ya existía mucho antes
de Internet. Sabemos que los babilonios utilizaban
métodos criptográficos en su escritura cuneiforme, que los antiguos sacerdotes egipcios usaban la escritura
hierática (jeroglífica) para poder transmitir información sin
ser comprendidos por el pueblo –que empleaba la lengua demótica– y que algunos escribas hebreos que trabajaban para
las élites de poder, entre los años 600 y 500 a.C., invertían el
alfabeto como forma de cifrar sus mensajes.
Pero probablemente el primer método de espionaje en el que
se empleó la criptografía fue la escítala (skytálē) griega, un
sistema de cifrado utilizado hace 2.400 años para enviar mensajes secretos durante la batalla. Descrito por Plutarco en Vida
de Lisandro, consistía en enrollar en espiral una tira de cuero
o papiro alrededor de una vara de madera. Se escribía el mensaje longitudinalmente, se desenrollaba la cinta y se enviaba
al receptor, al que se le entregaba una vara como la utilizada.
Este solo tenía que enrollar la cinta a la vara gemela para leer
el mensaje original. En criptografía, este método se denomina
transposición y consiste en alterar el orden de los elementos
del mensaje, cambiar el orden de las letras que lo componen.
Sería Julio César quien desarrollara alrededor del año 60 a.C.
otra técnica de codificación, tan simple como efectiva, para
enviar la información recabada por sus espías. Su método –
que ha pasado a la historia como Cifrado César– era un cifrado de sustitución que consistía en desplazar a izquierda o
a derecha las letras del abecedario un número determinado
de veces. Por ejemplo, si A se convierte en D, B se convierte
en E, y así sucesivamente. El número de veces que desplazamos una letra es la clave, y cualquier persona que la conozca
puede descifrar el mensaje. Y ese era el problema: había que
enviar la clave al destinatario antes de mandar el mensaje y,
si durante la transmisión era robada, la encriptación ya no
servía de nada.
En el siglo IX, un matemático árabe que trabajaba en la Casa
de la Sabiduría de Bagdad, Al-Kindi (Abu Yusuf Yaqub ibn
Ishaq al-Sabbah al-Kindi), escribió Manuscrito para descifrar mensajes criptográficos. En él, el padre del criptoanálisis
describe un método, basado en el análisis de frecuencias, que
permite romper todos los cifrados monoalfabéticos.
Benedict Cumberbatch en el papel
del científico Alan Turing en la
película Descifrando Enigma
(2014, Morten Tyldum).
ALBUM
EL DISCO DE CIFRADO DE ALBERTI
El sistema iría evolucionando y, en torno a 1467, el genovés
Leon Battista Alberti (1404-1472), secretario personal de tres
papas –Eugenio IV, Nicolás V y Pío II–, humanista, matemático, poeta, criptógrafo, lingüista, filósofo, músico y arqueólogo (como se ve, uno de los humanistas más polifacéticos del
Renacimiento), inventó y patentó el primer cifrado de sustitución polialfabético, cambiando el curso de la criptografía
para siempre. Era el primer método que requería una clave
adecuada, es decir, una palabra clave acordada que el destinatario necesitaba saber si deseaba descodificar el mensaje.
Para facilitar el proceso de cifrado/descifrado, el genovés >>>
MUY HISTORIA 57
SHUTTERSTOCK
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ESCRITURA
OCULTA.
La escítala
(dcha.) ideada
por los
espartanos es
considerada el
primer sistema
criptográfico,
puesto de honor
que tendrían los
jeroglíficos del
Antiguo Egipto
(los de la
imagen se
encuentran el
Museo
Metropolitano
de Nueva York)
si hubieran
tenido un fin
militar y no
meramente
religioso.
>>>en su tratado De componendis cifris (1467)
un artilugio conocido como “disco de Alberti”,
compuesto por dos discos de metal en el mismo
eje, uno dentro del otro, que comprendían alfabetos mixtos y rotaciones variables que utilizaban
la sustitución de letras de modo no periódico. El
anillo fijo tenía 24 celdas iguales (cada una con un
símbolo del alfabeto latino grabado en mayúsculas) y a continuación los números 1, 2, 3 y 4. Este
alfabeto se usaría para el texto en claro. Unida a
él estaba una pieza circular concéntrica y móvil
–de forma que podía moverse con respecto al otro
anillo– con 24 celdas iguales cuyo orden podía ser
cualquiera (cada una tenía grabado un símbolo
del alfabeto latino en minúscula o los símbolos &,
y, k, h). Este alfabeto se usaría para el texto cifrado.
Así, mediante el giro del anillo móvil, se podía emparejar el alfabeto del círculo de arriba con tantos
alfabetos del círculo de abajo como giros del anillo
se dieran, hasta un máximo igual a los caracteres
del alfabeto empleado. Tanto el emisor como el receptor necesitaban discos idénticos para leerlo y
compartir una contraseña que proporcionaba una
clave de cifrado adecuada, es decir, una palabra o
frase clave acordada como plantilla para el cambio
o sustitución de letras que permitía descodificar el
mensaje. Los giros a realizar en el anillo móvil se
indicaban en el texto cifrado. Se podía usar una
contraseña o clave directamente o también ejecutar mediante un algoritmo, para crear una clave de
cifrado más segura. El receptor tenía que realizar
operaciones inversas a las que realizaba el cifrador.
MÁS DIFÍCIL TODAVÍA
Casi cuatro siglos después, en 1854, el científico e inventor británico de la época victoriana sir
Charles Wheatstone (1802-1875), que destacó por
diseñar el estereoscopio –que creaba la ilusión de
ver imágenes tridimensionales–, el caleidófono y
el aparato eléctrico que lleva su nombre, el puente de Wheatstone (utilizado para medir las resistencias eléctricas), inventó también la técnica de
codificación Playfair. Era un método manual de
criptografía simétrica por medio de sustitución
cuyo cifrado toma pares de letras, o digramas, y
los cambia mediante una tabla generada por una
clave. Al cifrar pares de letras en lugar de una sola,
es más difícil de descifrar. Aunque fue Wheatstone
quien inventó este cifrado para encriptar mensajes enviados por telegrama, lleva el nombre de su
¿ENCRIPTAR O CIFRAR?
l término más correcto en castellano
es “cifrar”; “encriptar” es un anglicismo, aunque muy extendido en el
lenguaje informático. En cualquier caso, es un procedimiento que utiliza un
algoritmo matemático para modificar
un texto, de manera que solo conociendo dicho algoritmo se puede descifrar
el mensaje. Es como mandar una carta
imposible de entender, algo que a simple vista solo parece una secuencia incomprensible de letras, números y sím-
E
58 MUY HISTORIA
bolos sin sentido, para que, con el algoritmo de cifrado adecuado, el receptor
pueda saber que a determinada letra
la sustituye otra, etc., y reconstruya el
contenido de la carta.
Las claves de cifrado pueden ser de
dos tipos. Si el algoritmo utiliza la misma clave para cifrar y descifrar el mensaje, se trata de criptografía simétrica;
por el contrario, si la clave de cifrado
y la de descifrado son distintas (para
aumentar la seguridad de la comunica-
ción, por si se diera el caso de que una
de ellas se filtrase), se conoce como
criptografía híbrida. También hay que
tener en cuenta que el algoritmo de cifrado puede modificar el tipo de caracteres del mensaje o incluso el alfabeto
utilizado, para que el contenido sea
mas inaccesible. El cifrado por sí solo
no vuelve los documentos totalmente
secretos, por lo que conviene complementarlo con otras técnicas o tecnologías de seguridad.
En el siglo XX, se avanzó mucho en la codificación
con la máquina de rotores Hebern y la famosa Enigma
ENIGMA, UNA MÁQUINA MÍTICA
El mecanismo de Enigma consistía en dos filas de
teclas con las letras del alfabeto que en realidad
eran interruptores que accionaban los dispositivos
eléctricos y movían unos cilindros rotatorios. El
usuario tenía que teclear las letras de su mensaje y
anotar las que devolvía la máquina (a través de un
alfabeto que se iba iluminando). El código a usar
se fijaba con las posiciones de los cilindros,
que constaban cada uno de 26 cables que se
conectaban al teclado. El primer cilindro
giraba un veintiseisavo de vuelta después
de cada pulsación, de modo que la posición de las conexiones iba cambiando con
cada entrada del teclado, obteniéndose un
cifrado polialfabético. Además, el segundo
cilindro solo daba un giro cuando el primero había completado 26 giros y el tercero cuando el segundo había dado los suyos.
Tenía la posibilidad de que los rodillos fueran
intercambiados de posición, aumentando las posibilidades a 105.456 alfabetos. A estos se unían
las 100.391.791.500 maneras distintas de conectar
sus seis cables de conexión, que también permitían introducir modificaciones dado que podían
conectarse a 26 lugares.
El cifrado con la máquina Enigma representaba
un proceso largo y pesado. Requería dos operarios
que debían trabajar conjuntamente: uno pulsaba
las letras y otro registraba la letra cifrada, que se
encendía en el panel superior de bombillas. Para
descifrar los mensajes enviados se usaba el mismo
sistema, pero al revés.
Enigma era considerada un invento genial porque
creaba para cada mensaje su propia clave, por lo
que algunos opinaban que era el cifrador ideal, al
considerarse imprevisible e indescifrable. Hay que
recordar que entonces todo el cálculo de posibilidades tenía que hacerse a mano. Los alemanes
introdujeron durante la guerra innumerables modificaciones, lo que impidió que Moscú lograra
descifrarla, aunque finalmente su sistema fue descubierto por británicos y estadounidenses.
El esfuerzo que rompió el cifrado alemán empezó
cuando los polacos interceptaron una máquina
Enigma enviada de Berlín a Varsovia. No era una
versión militar, pero hizo pensar que los alemanes podrían utilizar una máquina así en el futuro.
Cuando el ejército nazi comenzó a usar Enigmas modificadas años después, los polacos intentaron romper el sistema
buscando el cableado de los rotores usados en la versión del
ejército y encontrando >>>
LA RUEDA
DE ALBERTI.
Bajo estas
líneas, a la
dcha., estatua
de Leon Battista
Alberti (14041472) en
Florencia, Italia;
a la izda., un
dibujo del disco
o rueda de
cifrado ideado
por él en el
siglo XV.
SHUTTERSTOCK
SHUTTERSTOCK
amigo lord Playfair, quien lo promovió para uso
militar. De hecho, el inusual cifrado de Playfair fue
utilizado por los militares de varias naciones durante la Primera Guerra Mundial y por los servicios de inteligencia británicos durante la Segunda.
Al principio era resistente al criptoanálisis, pero
finalmente se desarrollaron métodos para romperlo. También se utilizó para la interpretación de
manuscritos cifrados en el Museo Británico.
Y llegó el siglo XX y, con él, la máquina de rotores
Hebern. Creada y patentada en 1917 por el inventor estadounidense Edward Hugh Hebern (18691952), fue la primera máquina electromecánica de
cifrado y funcionaba a base de un sistema de rotores (la llave está incrustada en un disco giratorio).
Este primer ejemplo de una máquina de rotor codificaba una tabla de sustitución que se cambiaba
cada vez que se escribía un nuevo carácter.
Un año después, en 1918, la empresa alemana
Scherbius & Ritter, cofundada por el ingeniero
alemán Arthur Scherbius –que había comprado
la patente a un inventor neerlandés–, patentó la
máquina Enigma, que, en lugar del único rotor
utilizado por Hebern, utilizaba varios y permitía
ser usada tanto para cifrar como para descifrar
mensajes. Se puso a la venta en 1923 para su uso
comercial y el ejército alemán comenzó a emplearla para enviar transmisiones codificadas.
MUY HISTORIA 59
LAS MÁQUINAS ENIGMA DE FRANCO
n el verano de 1936, España no era
una potencia criptográfica y el método para ocultar las comunicaciones
militares y diplomáticas entre Madrid y
las embajadas del mundo consistía en
utilizar libros de cifra que transformaban la información en un texto ininteligible, cifrado según una clave formada
por números y letras. Consciente de sus
carencias en este terreno, el gobierno
de la República hizo gestiones para adquirir las más modernas máquinas de
cifra y mejorar así la seguridad de sus
transmisiones. En 1931, el embajador
en Berlín recibió una oferta para adquirir
máquinas Enigma, modelo A, pero finalmente se optó por comprar tres máquinas Kryha. Las primeras semanas de la
Guerra Civil fueron de auténtica confusión y precariedad en el ámbito de las
comunicaciones, hasta el punto de que
las dos marinas –la sublevada y la republicana– usaron los mismos códigos
con algunas variaciones.
Fue en noviembre de 1936 cuando Franco solicitó a Hitler (en la imagen, ambos
GETTY
E
en Hendaya el 23 de octubre de 1940)
la venta de 10 máquinas Enigma, que llegaron enseguida: ocho se distribuyeron
entre las máximas autoridades militares
y dos fueron para los representantes del
bando rebelde en Berlín y Roma. Alemania no envió a España sus modelos más
avanzados de Enigma, pero supusieron
>>> una manera de recuperar las configuraciones
HOMENAJE
A TURING.
Estatua de
pizarra de
Alan Turing
(1912-1954)
situada en
Bletchley
Park.
usadas para cada mensaje en particular.
A finales de 1932, el matemático polaco Marian
Rejewski (1905-1980) logró uno de los mayores
descubrimientos en la historia del criptoanálisis:
usando técnicas de matemáticas y estadística, encontró una manera de combinarlas que le permitió descubrir cómo funcionaba Enigma. Sin embargo, al añadir los alemanes dos rotores más a la
máquina y viendo los polacos que la invasión alemana se acercaba y no eran capaces de
avanzar con sus recursos, decidieron
a mediados de 1939 compartir
sus resultados con la inteligencia
francesa y británica.
En la Escuela Gubernamental de
Códigos y Cifrado (GC&CS) del
servicio secreto británico, en Bletchley Park (al norte de Londres), matemáticos y criptógrafos –entre ellos,
Alan Turing–, jugadores de ajedrez y
bridge y fanáticos de los crucigra-
un punto de inflexión, pues fueron el arma secreta de Franco (llegó a adquirir al
menos 20): al estar conectados de forma
segura y permanente, sus generales pudieron coordinar las ofensivas. En 2008,
aparecieron en una oficina del Ejército de
Tierra en Madrid 16 de estas máquinas,
desaparecidas durante 70 años.
mas se enfrentaron a los problemas presentados
por las muchas variaciones alemanas de Enigma
y encontraron medios para quebrar muchas de
ellas, aunque el descifrado completo se les resistía.
Tal era el secretismo con el que trabajaban, que
los informes de sus avances iban directamente a
Winston Churchill.
UN GOLPE DE SUERTE
Fue Alan Turing quien, basándose en la “bomba
criptológica” ideada en 1938 por Rejewski, diseñó
en 1939, en Bletchley Park, la Bombe Machine.
Era un dispositivo electromecánico que replicaba
ASC
SHUTTERSTOCK
60 MUY HISTORIA
Enigma tenía dos filas de teclas con las 26 letras del
alfabeto, que eran interruptores que accionaban los
dispositivos eléctricos y movían unos cilindros rotatorios.
la acción de varias máquinas Enigma cableadas
unas con otras y que ayudó a descifrar las señales
cifradas por la máquina alemana.
Está claro que Enigma tenía algunas debilidades
criptográficas, pero el descifrado también se consiguió gracias a fallos por parte de los operadores
alemanes, como el no desarrollar modificaciones
continuas en el cifrado. Pero, además, al trabajo
con la Bombe se unió un golpe de suerte final: la
captura del barco U-110, equipado con una máquina Enigma, un libro de códigos y tablas de
descifrado, un manual de operaciones y otras informaciones. Eso permitió a criptógrafos como
Turing descubrir cómo descifrar la clave que los
alemanes cambiaban a diario, lo que, sin lugar a
dudas, resultó crucial para la victoria de los aliados en la Segunda Guerra Mundial. Descubrir la
información que contenían los mensajes que los
nazis creían protegidos fue una de las causas que,
según algunos, permitieron concluir la contienda
al menos dos años antes.
CRIPTOGRAFÍA MODERNA
En 1945, el matemático, ingeniero y criptógrafo
estadounidense Claude E. Shannon (1916-2001)
publicó el artículo Una teoría matemática de la
criptografía, punto de partida de la criptografía
moderna, que vería su primera clave de ordenador en 1961. El Compatible Time-Sharing System
(Sistema de Tiempo Compartido Compatible), desarrollado en el Centro de Computación del MIT
(Instituto Tecnológico de Massachusetts) entre
1961 y 1973 , tuvo una de las primeras utilidades
computerizadas para formatear textos y de las
primeras implementaciones de correo electrónico
entre usuarios, además de emplear el primer método de autenticación de usuario con contraseña
y nombre. Y probablemente fue el primer sistema
en experimentar una violación de contraseña, en
1966, cuando un error de software mezcló el mensaje de bienvenida del sistema y su archivo de llave
maestra, y cualquier persona que iniciaba sesión
se encontraba la lista de contraseñas CTSS.
Más tarde, en 1979, la Oficina Nacional de Estándares de EE UU inventó el Data Encryption
Standard (DES) o estándar de cifrado de datos,
utilizando el cifrado de última generación de 56
GETTY
En el siglo XXI, el cifrado
se basa en la tecnología
de la información y
de la comunicación
bits. En ese momento, era tan fuerte que ni siquiera una supercomputadora podía descifrarlo. DES
fue el estándar durante casi 20 años, hasta que la
Electronic Freedom Foundation rompió la clave
DES en 56 horas en 1998 (y un año después, en
22 horas). Hoy en día, DES se considera inseguro
para muchas aplicaciones y desde hace algunos
años el algoritmo ha sido sustituido por el nuevo
AES (Advanced Encryption Standard). A pesar
de todo, DES es considerado como el desencadenante del estudio académico de la criptografía, en
particular de los métodos para romper cifrados de
bloque. Hoy, a medida que más y más servicios
se trasladan a la nube, el cifrado de los datos en
tránsito es fundamental y los criptógrafos desarrollan y perfeccionan continuamente soluciones
para este desafío.
A diferencia del siglo XX, en el que se utilizaban
las máquinas de cifrar, en la actualidad la encriptación se basa en las tecnologías de la información
y de la comunicación. Los tipos de encriptación
más comunes son: mediante claves simétricas
en las que se utiliza una determinada clave en la
transformación de la información encriptada para conseguir desencriptarla (el problema reside en
la necesidad de que todas las partes conozcan la
clave); mediante claves asimétricas o públicas en
las que cada usuario dispone de dos claves, una
pública, que debe revelar o publicar para que los
demás puedan comunicarse con él, y una privada,
que debe mantener en secreto; y mediante códigos
de integridad, en los que se utilizan funciones matemáticas que derivan de una huella digital a partir
de un cierto volumen de datos (si se manipulan los
datos, la huella cambia, y obtener la misma huella
es algo informaticamente inabordable en un tiempo razonable). Y hoy día los métodos de cifrado se
pueden encontrar en casi todas partes en la comunicación digital. MH
PIONEROS
DE LA
INFORMÁTICA.
En la imagen, un
informático de
IBM trabajando,
en la década de
1970, con una
computadora
central IBM
System / 370.
Fue una de las
primeras en
incluir tecnología
de memoria
virtual (estuvo
disponible en
1972).
MUY HISTORIA 61
L A EDA D DE ORO DEL ESPION A J E
Tras la II Guerra Mundial, las
grandes potencias vivieron un gélido
enfrentamiento durante más de 45 años,
con el planeta como tablero: una guerra
de baja intensidad, si se compara con
los escombros de los que surgió, que
cambió las armas convencionales por
sofisticadas técnicas de inteligencia y
contrainteligencia e hizo de los espías los
soldados que combatieron en la primera
línea del frente.
GONZALO PULIDO
GEÓGRAFO E HISTORIADOR
62 MUY HISTORIA
SHUTTERSTOCK
MUY HISTORIA 63
GETTY
EL SUEÑO
AMERICANO.
En la imagen,
típica familia
americana de
los años 50 y
60, en los que
Estados Unidos
vivió una
bonanza
económica sin
precedentes.
Con un único
sueldo medio
(el del marido,
generalmente),
un matrimonio
se podía
permitir tener
tres hijos,
comprar
una vivienda
modesta y dos
coches, irse de
vacaciones
cada verano y
ahorrar algo.
T
ras la II Guerra Mundial, gran parte del
planeta –en especial, los países perdedores– se convirtió en un amasijo de cenizas con olor a carne humana quemada.
Fallecieron más de 60 millones de personas, lo que incluyó entre el 10 y el 20%
de la población total de la Unión Soviética, Polonia o la antigua Yugoslavia y alrededor del 5% de
la de Alemania, Italia, Austria, Hungría, China o
Japón; más de 60 millones de personas resultaron
heridas, unos 35 millones de gravedad; alrededor
de 50 millones de personas se convirtieron en vagabundos o desplazados
y la devastación alcanzó
límites demenciales en las
edificaciones: el 20% de
Francia, el 25% de Grecia,
casi el 40% de las ciudades
japonesas, más de la mitad
de Tokio, el 70% de Viena,
el 90% de Colonia, Hamburgo o Düsseldorf y la
práctica totalidad de Hiroshima y Nagasaki.
La amenaza nuclear
hizo que conquistar por
la fuerza de las armas
ya no fuera una opción
EL MUNDO PARTIDO EN DOS
Sin embargo, no fue suficiente. El mundo parecía
–y parece– demasiado pequeño como para compartirlo y, de no haber existido el armamento nuclear, puede que lo que hubiera acontecido con
posterioridad al gran desastre mundial, habida
cuenta del antagonismo ideológico de las dos po-
64 MUY HISTORIA
tencias resultantes del conflicto, Estados Unidos y
la Unión Soviética, habría sido un nuevo conflicto
armado de alta intensidad y todavía más apocalíptico. Pero como ello hubiera supuesto el fin, lo
que devino fue un gélido enfrentamiento –denominado por ello Guerra Fría– durante más de 45
años, con el planeta como tablero de juego, que
solo puede ser considerado de baja intensidad si
su balance se compara con los escombros de los
que surgió. Porque se trató, en todo caso, de un
conflicto cruel, sangriento y planetario en el que
todo o casi todo valió y en
el que la figura de los espías emergió por encima
de todas las demás. Porque fueron ellos los soldados que combatieron en la
primera línea del frente de
la Guerra Fría. Algunos,
incluso, sin saberlo.
La versión original, y la
más extendida, relata que ambos contendientes
buscaron derrotar al rival con todas las herramientas que tuvieron a su alcance debido a que
conquistar al enemigo por la fuerza de las armas
ya no era una opción factible, máxime con la
amenaza nuclear. Pero lo cierto es que cada uno lo
hizo como pudo y de forma desigual, como atestigua la situación que se vivía en 1945. En ese momento, Estados Unidos era un país en un estado
de bonanza económica sin precedentes, con un
coste bélico relativamente bajo: producía el 50%
GETTY
SALVADOR
ALLENDE.
El socialista
chileno ganó las
elecciones de
1970 como líder
de la coalición
de izquierdas
denominada
Unidad Popular,
convirtiéndose
en objetivo de
EE UU. En la
imagen, del 3 de
noviembre de
ese año, la
imposición
de la banda
presidencial en
el Congreso
Nacional.
SHUTTERSTOCK
URSS: MIRANDO A CASA
de los bienes y servicios del mundo mientras que
solo había sufrido 400.000 víctimas, el 0,6% del
Que uno de los principales objetivos de los soviétotal del conflicto. Por el contrario, la URSS era
ticos era sobrevivir lo demuestra su gran númeuna potencia devastada: 25 millones de muertos,
ro de efectivos interiores y la inestabilidad de sus
casi la mitad del total de víctilíderes y estructuras. Así, los
mas, más de 70.000 ciudades
servicios de inteligencia rusos
y localidades arrasadas y más
pasaron de 140.000 militares
de 30.000 fábricas destruidas.
de las fuerzas de seguridad y
Este punto de partida fue
95.000 guardias de fronteras
esencial para la configuraque componían la Cheka en
ción del extraordinario con1921 a unos 450.000 en los úlflicto planetario que surgiría
timos años del KGB (Comité
y de las agencias de espionaje
para la Seguridad del Estado),
y los métodos que empleade los que 10.000 operaban en
rían. Así, mientras el mayor
inteligencia exterior y más del
objetivo de Estados Unidos
doble, casi 25.000, en contrase centraba en conquistar el
espionaje.
mundo, el objetivo real de la
Si bien el KGB fue una agenUnión Soviética solo podía
cia o sistema de inteligencia
pasar por sobrevivir. Por ello,
compuesto por numerosas
no es casualidad que, mienestructuras (16 directorios
tras que el KGB contaba con
especializados) con diversos
misiones interiores y exterio- YURI ANDRÓPOV. Esta placa en
fines –interior, exterior, fronres, la CIA solo se ocupara Moscú recuerda al secretario general
teras, transporte, industria,
del
Partido
Comunista
de
la
URSS.
de misiones exteriores.
tecnología, escoltas, etc.–, no
Sean cuales fueren los objeresulta extraño el enfoque
tivos reales –o realistas– de ambas potencias, lo
interno ni el afán generalizado de supervivencia,
cierto es que tanto Estados Unidos como la URSS
incluso para los directores de los servicios de intenecesitaron contar con el respaldo del mayor núligencia, que vivieron en el corredor de la muerte
mero de países del mundo y, para ello, no dudahasta el fallecimiento de Stalin –los cinco primeron en emplear todas las tácticas posibles, fueran
ros dirigentes de los servicios de inteligencia fade la naturaleza que fueran.
llecieron tras dejar el cargo y el precursor del >>>
ASC
OPERACIÓN CAUSA JUSTA. Tuvo lugar en 1989 para derrocar al líder
panameño, el general Manuel Noriega. En la imagen, un soldado estadounidense
frente a un prisionero panameño con los ojos vendados, durante la invasión.
MUY HISTORIA 65
Operaciones secretas
americanas acabaron
con varios gobiernos
comunistas o en la
órbita de la URSS
Mijaíl Gorbachov en agosto de 1991. Fue el último
movimiento de poder del KGB, pues poco después
sería desmantelado por Vadim Bakatin, su último
presidente.
Cabe mencionar aquí los días en que Vladímir Putin, hoy presidente de Rusia, trabajaba como espía
soviético. En la década de los 80, desempeñó ese
papel para el Comité para la Seguridad del Estado (KGB) en Dresde. Precisamente en esta ciudad
alemana se descubrió en 2018 un carné suyo de
la Stasi, el órgano de inteligencia de la entonces
Alemania Oriental durante la Guerra Fría, que le
permitía desempeñar su trabajo en el KGB en cooperación con la Stasi.
ALBUM
EE UU: EL ENEMIGO ESTÁ FUERA
ALDO MORO.
El líder de la
Democracia
Cristiana italiana
fue secuestrado
por las Brigadas
Rojas el 16 de
marzo de 1978 y
asesinado el 9
de mayo. El
semanario
ilustrado Grand
Hôtel titulaba el
16 de abril: “El
calvario de Aldo
Moro, prisionero
de los enemigos
del Estado”.
>>> KGB corrió el mismo destino–. La misma
conclusión podemos extraer del continuo cambio de nombres y de estructura de los servicios
de inteligencia –Cheka, OGPU, GPU, NKVD y
KGB– o del ascenso y la participación en política de los presidentes del KGB tras la muerte de
Stalin: Aleksandr Shelepin, jefe del KGB de 1958
a 1961, se convirtió en viceprimer ministro y participó en la caída de Nikita Kruschev en 1964;
Yuri Andrópov, quizás el más importante de los
directores del KGB y el más longevo (1967-1982),
se convirtió en presidente de la URSS tras fallecer
Leonid Brézhnev en 1982; y Vladímir Kriuchkov
participó de un intento de golpe de Estado contra
La CIA respondía a otro esquema organizativo
y solo estaba capacitada para actuar fuera de las
fronteras de Estados Unidos, lo que no quiere
decir que no hubiera operaciones internas, pero
estas no corrían a cargo de la Agencia (EE UU
también tuvo y tiene muchas otras agencias, militares y civiles, de inteligencia exterior e interior:
NSA, FBI, DIA, DHS, etc.). La CIA fue organizada para actuar bajo el mando de los presidentes
en aquellos países en los que se considerara necesario, pero sin comprometer a Estados Unidos.
Y actuaron sin ningún tipo de límite. De ahí que
William Colby afirmara en 1974, mientras dirigía
la CIA, que Estados Unidos tenía “derecho a actuar ilegalmente en cualquier región del mundo”,
o que Franklin D. Roosvelt instaurara la famosa
“política de hijos de puta” cuando aseveró, en re-
A VECES, LA MUERTE SÍ ES EL FINAL
irigir los servicios de inteligencia soviéticos y fallecer prematuramente
fue indisoluble hasta poco después
de la muerte de Stalin. Félix Dzerzhinski
sufrió un fallo cardiaco en julio de 1926
(según parece, tras una discusión con
Stalin); Viacheslav Menzhinski padeció
D
66 MUY HISTORIA
otro infarto en 1934; Guénrij Yagoda fue
ejecutado en 1938 tras ser cesado; Nikolái Yezhov, destituido en diciembre de
1938, sería fusilado en febrero de 1940;
Lavrenti Beria fue ejecutado en 1953, poco antes de fallecer Stalin, y Víktor Abakúmov, cabeza del MGB, antecedente del
KGB, acabó siendo fusilado en 1954.
Todos ellos participaron en sanguinarias
purgas para controlar la disidencia. Muy
relevante fue la ejecutada por Yezhov poco antes de la II GM, que terminó con tres
de los cinco mariscales, 60 de los 67 generales y miles de oficiales del Ejército.
GETTY
ferencia al dictador nicaragüense Anastasio Somoza: “Sí, es un hijo de puta, pero es nuestro hijo
de puta”, frase que fue después reutilizada por el
controvertido Henry Kissinger.
Estados Unidos organizó múltiples operaciones
que terminaron con gobiernos comunistas, simpatizantes de la URSS o meramente progresistas
en todo el planeta: sometieron a casi toda América Latina bajo dictaduras militares y establecieron regímenes autoritarios en Oriente Próximo y
el Magreb. El golpe en Irán contra Mohammad
Mossadeq en 1953 –junto al MI6, en la conocida
como Operación Ajax–, la caída de Salvador Allende en 1973 o la invasión de Panamá en 1989 para
derrocar a Manuel Antonio Noriega tras cerrar la
Escuela de las Américas, en la que se formaban los
dictadores latinoamericanos desde 1946, solo son
tres apuntes entre decenas de ellos.
CON LICENCIA PARA MATAR
SHUTTERSTOCK
En su política de todo vale y de distinguir entre
amigos y aliados con expresiones tan malsonantes, Estados Unidos –porque el MI6 pronto perdió
importancia– decidió que los nazis, los fascistas y
toda clase de ultraderechistas serían sus aliados en
Europa. Así, los norteamericanos crearon en 1947
la Organización Gehlen, liderada por Reinhard
Gehlen, un general nazi, y compuesta por hasta
cuatro mil miembros, muchos de ellos nazis, incluyendo miembros de la Gestapo y las SS. De esta
organización surgieron los servicios de inteligencia
de la República Federal Alemana.
No es de extrañar que la CIA trabajara sin descanso para desacreditar a los partidos políticos y organizaciones sindicales socialistas y comunistas e
impedir su ascenso al poder. Para ello, repartieron
dinero a los partidos conservadores europeos, en
ocasiones ligados al fascismo, y realizaron masivas
campañas mediáticas anticomunistas, incluyendo
no pocas dosis de desinformación.
Además, organizaron unplan B que se basó en utilizar a la OTAN para establecer la Red Gladio, compuesta por grupos armados ultraderechistas y con
una doble misión: tener una organización armada
que pudiera responder ante una invasión soviética
y facilitar la ejecución de todo tipo de actividades
delictivas, incluyendo asesinatos y actos terroristas,
con el fin de eliminar a rivales políticos.
Un caso que sobresale por encima de todos es el de
Aldo Moro, presidente de los democristianos italianos que había sido primer ministro dos veces y
había ocupado las carteras de Exteriores y Justicia.
En 1978, fue secuestrado durante 55 días y asesinado por las Brigadas Rojas cuando estaba dispuesto
a pactar con el Partido Comunista Italiano (PCI).
Múltiples sombras se ciernen sobre este caso. No
son pocos los investigadores que atribuyen responsabilidad a los servicios de inteligencia occidentales –norteamericanos e italianos, incluso israelíes–
y a la Red Gladio, aunque para muchos otros esta
vinculación es un poco fantasiosa. A día de hoy no
se sabe con certeza quienes manejaron los hilos,
pero no existen dudas sobre las consecuencias de
la muerte de Aldo Moro: no hubo acuerdo de gobierno con los comunistas.
En 1961, Patrice Lumumba, primer ministro del
Congo tras las primeras elecciones democráticas,
fue asesinado debido a su proximidad a la Unión
Soviética. Fue un crimen orquestado por la baronesa Daphne Park, agente del MI6. Años des- >>>
REINHARD
GEHLEN.
El comandante
nazi, luego
primer
presidente del
Bundesnachrichtendienst
(BND), el
servicio secreto
creado por
Alemania
Occidental, fue
reclutado por
EE UU en la
Operación
Paperclip para
usar su red de
espías contra la
URSS. En la
imagen de
arriba se le ve
sentado, en el
centro. La X
señala a
Gerhard Wessel,
su sucesor
como presidente
del BND.
CALLAR AL LÍDER REVOLUCIONARIO.
A la izquierda, icónica imagen del ‘Che’
Guevara, asesinado en 1967 por militares
bolivianos asistidos por la CIA.
MUY HISTORIA 67
AGENTES ‘DURMIENTES’
a exitosa serie The Americans se centra en una pareja de agentes
encubiertos del KGB que forman un matrimonio convencional en
el EE UU de los 80. Por muy ficticio que pueda parecer, no lo es
tanto. Durante la Guerra Fría existieron ‘durmientes’, agentes introducidos en el país enemigo, a poder ser con algún progenitor nativo
o como parte de una pareja que tendría hijos y crearía vínculos. Lograban adaptarse perfectamente a la vida del huésped durante años:
adoptaban las costumbres, hablaban correctamente el idioma y nada
hacía suponer que no eran personas corrientes. Y, si se presentaba
la oportunidad, prosperaban y se introducían en la élite del país. En
resumen, el ‘durmiente’ es una ‘buena persona’ que esconde un terrible secreto: está pasando información al enemigo o está esperando la ocasión de hacerlo. Además, durante todo ese tiempo se mantiene inquebrantable a sus ideas. Difícil, pero no imposible, como demuestra el caso de Albrecht Dittrich. Este nativo de Alemania Oriental
fue introducido en Estados Unidos con el nombre de Jack Barsky y
estuvo activo durante los años setenta y ochenta, pero parece ser
que se adaptó demasiado a la vida capitalista y cambió de bando
antes incluso de ser detenido en los años noventa. Dittrich representa el paradigma, pero no es el único, pues hubo varias oleadas de
agentes introducidos durante la Guerra Fría y después. De hecho, en
2010 fueron reportados hasta diez espías ilegales rusos en Estados
Unidos, entre los que destacó Anna Chapman, dueña de una agencia
inmobiliaria introducida en la élite neoyorquina, o el matrimonio formado por Richard y Cynthia Murphy.
GETTY
L
DISFRAZADO. Peluca, barba postiza y gafas ocultan
al verdadero Oleg Gordievski en esta imagen de 1990.
El exjefe del KGB en Londres llevaba oculto desde
1985, tras ser descubierto como espía británico.
Una venganza no menos cruel, pero sí más ingeniosa, padeció en 1978 el escritor disidente búlgaro
Gueorgui Márkov, que fue asesinado con un paraguas con una pistola de aire comprimido integrada
que disparaba perdigones con ricino.
ASC
QUIÉN ES QUIÉN
>>> pués, en 1967, el ‘Che’ Guevara fue liquidado
por militares bolivianos a instancias de la CIA.
En cuanto a la URSS, muchas de sus víctimas fueron desertores y críticos. En 1983, Lutz Eigendorf,
futbolista alemán que había desertado de la Alemania Oriental tras un partido en 1979, perdió el
control de su vehículo y se estrelló contra un árbol.
Tras la campaña de desprestigio organizada por la
Stasi, fue muy difícil considerar el siniestro como
un accidente, hasta tal punto que durante décadas
se ha apuntado a los servicios secretos de la Alemania Oriental como responsables de su muerte.
68 MUY HISTORIA
Pero si algo resulta imposible en el mundo del
espionaje, entonces y ahora, es saber con certeza
quién es quién, pues no fueron –y no son– pocas
las ocasiones en las que un espía o un alto cargo no
es quien dice ser. En esta categoría encontramos a
los infiltrados, los agentes dobles o los agentes propios al servicio del enemigo. Uno de los casos más
importantes de infiltración lo constituyó Günter
Guillaume, agente del HVA que llegó a convertirse en secretario de Willy Brandt, canciller de Alemania Federal. Otro caso no menos relevante lo
constituye Kim Philby, alto cargo de los servicios
de inteligencia británicos que servía al KGB. Y no
lo hizo en solitario. Fue captado durante los años
treinta por los servicios de inteligencia soviéticos
junto a varios jóvenes, con algunos de los cuales
formó el grupo que se denominó los Cinco de
Cambridge. Otro caso muy conocido es el de Oleg
Gordievski, un espía soviético desencantado tras la
invasión de Checoslovaquia en 1968 que se convirtió en agente del MI6 y de la CIA.
En otras ocasiones, más numerosas de lo que po-
GETTY
ALLEN W. DULLES. Este abogado de Arizona, uno
dríamos imaginar, las fugas de información no se
produjeron de forma voluntaria. De hecho, aunque
son episodios, por lo general, demasiado cotidianos y poco espectaculares, constituyen una de las
fuentes de información más importantes para las
agencias de espionaje. El caso de John Profumo,
aunque insólito por lo escandaloso, supone un
buen ejemplo al respecto, pues el ministro de la
Guerra británico mantuvo un triángulo amoroso
–sin saberlo– con la bailarina Christine Keeler y el
agente soviético Yevgeny Ivanov, lo que supuso una
importante debilidad en los servicios de inteligencia británicos y un considerable escándalo en 1963.
GETTY
de los hombres más influyentes y poderosos de
EE UU, acabó siendo el primer director civil de la CIA.
No menos notoria resultó la desaparición en 1953 del
submarinista Lionel Crabb, agente del MI6, cuando
intentaba una operación encubierta en el crucero
soviético Ordzhonikidze. Nunca más se supo de él,
aunque un cadáver apareció a los catorce meses –y
otro a los dos–, por lo que las teorías sobre su final
se multiplicaron: abatido, fallecido en un interrogatorio, eliminado por querer desertar... Otro fiasco no
menos estrepitoso lo constituyó, afortunadamente,
el Proyecto MK-Ultra, que tenía por objetivo el control de la mente humana.
El entonces director de la
CIA, Allen Dulles, aprobó
(asesorado por los nazis que
habían sido captados) aberrantes experimentos con
drogas y electroshocks sobre prisioneros de guerra y
enfermos de todo tipo.
Pero quizás el mayor fracaso de la historia del espionaje lo constituya el intento de invasión de Cuba mediante el desembarco de mercenarios y disidentes cubanos en Bahía
de Cochinos en abril de 1961, dos años después
de la llegada al poder de Castro. Un fracaso que
precedió a la Crisis de los Misiles de 1962, cuando
el mundo estuvo muy cerca del colapso nuclear.
Curiosamente, esta crisis tuvo su origen en Oleg
Penkovski, un espía soviético captado por el MI6
primero y después por la CIA, que avisó de la instalación de misiles nucleares de alcance medio de
origen soviético en territorio cubano. MH
Los espías de la CIA
fracasaron en muchos
Y aunque las películas de
espías pudieran indicar lo extravagantes intentos
contrario, el fracaso fue
un elemento común en de matar a Castro
múltiples operaciones. Por
ESTREPITOSOS
FRACASOS
ejemplo, el método del paraguas con ricino no funcionó con el periodista
búlgaro Vladimir Kostov ni los múltiples, y en algunos casos extravagantes, intentos de asesinar a
Fidel Castro culminaron con éxito. De hecho, los
servicios de inteligencia cubanos contabilizaron
hasta 638 intentos de asesinato (puros explosivos
y envenenados, francotiradores, ropas y productos
con sustancias tóxicas, químicas o biológicas). No
lo consiguieron, pero habida cuenta de la cantidad
y la originalidad de los intentos, no cabe duda de
que la CIA, principal responsable en la mayoría de
los casos, realizó un gran esfuerzo.
INVASIÓN
FRACASADA.
Fotografía
tomada entre
entre el 17 y el
19 de abril de
1961 que
muestra a Fidel
Castro en un
tanque durante
los combates de
Bahía de
Cochinos, una
operación militar
en la que tropas
de cubanos
exiliados,
apoyados por el
gobierno de
EE UU,
intentaron
invadir Cuba.
MUY HISTORIA 69
L A S CON SECU ENCI A S DE ESPI A R
GETTY
ESCÁNDALOS
POLÍTICOS
CASO WATERGATE.
Destapado por dos
periodistas veinteañeros
(Bob Woodward y Carl
Bernstein) de The
Washington Post, fue el
escándalo que provocó
la única dimisión de un
presidente de EE UU en
la historia. El 8 de
agosto de 1974, todos
los periódicos se
hicieron eco de la
renuncia de Nixon.
70 MUY HISTORIA
Dimisiones, renuncias, crisis de gobierno y hasta conflictos diplomáticos:
el mundo del espionaje y el de la política caminan juntos casi desde
el principio de los tiempos. Recordamos los casos más sonados que
motivaron grandes terremotos en la esfera pública.
EDUARDO MESA LEIVA
PERIODISTA
S
in duda, uno de los escándalos políticos relacionados con el espionaje más sonados del siglo XX
fue el caso Profumo, que volvió loca a la prensa
británica de los años 60 durante meses. Estalló
en el Reino Unido en 1963, cuando se conoció la
relación del entonces ministro de Guerra británico, John Profumo, con una corista llamada Christine Keeler
que, a su vez, habría mantenido contactos íntimos con el
espía soviético Yevgeni Ivanov. Interrogado en una investigación en la Cámara de los Comunes, Profumo mintió negando los hechos. Pero, con la Guerra Fría en pleno auge
y dada la sensible información que poseía, la crisis política
desatada obligó al ministro a presentar su dimisión e hizo
tambalearse al gobierno del primer ministro británico Harold Macmillan, que abandonaría el cargo unos meses más
tarde, según la versión oficial por “problemas de salud”. Este
affaire político, sexual y de espionaje dejaría una profunda
huella en la sociedad británica, del mismo modo que lo haría
en la estadounidense, diez años más tarde, el que está considerado el escándalo político más importante en la historia
de Estados Unidos.
EL CASO WATERGATE
“Cinco hombres, uno de los cuales afirma ser un antiguo empleado de la CIA, fueron detenidos ayer sábado, a las 2:30 horas de la madrugada, cuando intentaban llevar a cabo lo que
las autoridades han descrito como un plan elaborado para
espiar las oficinas del Comité Nacional del Partido Demócrata en Washington”. Esta noticia, publicada el 18 de junio de
1972 en el diario The Washington Post, sacude los cimientos
de la sociedad norteamericana. Esos cinco hombres de los
que habla el periódico pasarían a la historia como the plumbers (los fontaneros) y eran cinco agentes secretos al servicio
del presidente Nixon con la misión de colocar micrófonos
para espiar a sus rivales demócratas.
Arrancaba el famoso caso Watergate y la mítica leyenda de
los dos jóvenes periodistas, Bob Woodward y Carl Bernstein,
encargados de sacar a la luz todos los episodios de la trama a
golpe de exclusiva. Su trabajo –merecedor del Premio Pulitzer en 1973– se convertiría en una clase magistral de perio-
dismo de investigación. Juntos desenredaron una compleja
maraña cuyos hilos apuntaban a la Casa Blanca a través del
Comité para la Reelección del Presidente (CRP). Gracias a las
aportaciones de un informante anónimo que se hizo llamar
Deep Throat (Garganta Profunda) y que ocultó su nombre
durante más de 35 años, los periodistas lograron demostrar
que el jefe de campaña de Nixon, John Mitchell, estaba detrás
de una compleja operación diseñada en la Casa Blanca para
espiar a sus rivales políticos usando fondos ilegales, con el fin
de conseguir la reelección del presidente. A pesar del escándalo, Nixon volvería a ganar los comicios en noviembre de
ese mismo año, 1972. Pero la tormenta política estaba lejos
de amainar.
PRESIDENTES CONTRA LAS CUERDAS
El 17 de mayo de 1973, el senador demócrata de Carolina del
Norte, Sam Ervin, participó en la primera audiencia pública
del Comité Selecto del Senado sobre Actividades de Campaña Presidencial, más conocido como el Comité del Senado
Watergate, cuyo resultado fue casi insondable. Los meses
siguientes se oiría el testimonio de funcionarios de la Casa
Blanca y preguntas de los senadores sobre si se habían cometido “actividades ilegales, impropias o poco éticas” en relación con la campaña de reelección del presidente Richard
Nixon en 1972. El Tribunal Supremo exigió al presidente
entregar las cintas secretas con las escuchas a sus rivales políticos para utilizarlas en el juicio contra sus colaboradores
en el caso Watergate. Cuando los propios miembros del Partido Republicano comenzaron a darle la espalda, Nixon se
vio obligado a presentar la dimisión el 8 de agosto de 1974,
una decisión, según dijo, “que aborrecen todos los instintos
de mi cuerpo”. Lo que comenzó como una historia de allanamiento en el cuartel general demócrata del complejo Watergate, dos veranos antes, terminó con la caída y renuncia del
presidente el 9 de agosto de 1974. Nixon dimitió antes del
inicio del impeachment, proceso de destitución al que sí fue
sometido otro presidente, Bill Clinton, aunque finalmente
no fue destituido.
Mucho menos relevante y sin espionaje político de por medio, fue el escándalo en el que Clinton se vio envuelto: >>>
MUY HISTORIA 71
JOHN Y
CHRISTINE.
Bajo estas
líneas, a la izda.,
el político y
militar británico
John Profumo
fotografiado en
julio de 1960.
Acababa de ser
nombrado
secretario de
Estado para la
Guerra (ministro
de Defensa). A
la dcha., la
exmodelo y
showgirl
Christine Keeler
en su casa de
Londres, en
1963.
TY
DOS PERIODISTAS DE RAZA. Bob Woodward
(izda.) y Carl Bernstein (dcha.) en la redacción de
The Washington Post en abril de 1973.
del diplomático Joseph Wilson, enviado en 2002 a
Níger para comprobar las posibles conexiones entre
la industria local del uranio y el régimen de Sadam
Husein. Tras su viaje, Wilson escribió una columna
en The New York Times donde negaba la existencia
de pruebas de la venta de uranio a Irak y acusaba a
la administración Bush de tergiversar los datos para
magnificar la amenaza iraquí y justificar una invasión. Una semana después, el periodista Novak reveló la identidad de su esposa, Valerie Plame, como
GETTY
GET
mandato, el demócrata fue acusado de perjurio y
obstrucción a la justicia por ocultar la relación sexual mantenida un año antes con una becaria de
la Casa Blanca, Monica Lewinsky. Fue uno de los
escándalos sexuales más sonados de la historia de
EE UU y terminó con una grave crisis institucional.
Mientras trabajaba en la Casa Blanca, Lewinsky
mantuvo una relación personal con Clinton cuyos
detalles confió a su amiga Linda Tripp, quien secretamente grabó sus conversaciones telefónicas.
En enero de 1998, cuando Tripp descubrió que su
amiga había firmado una declaración en la que negaba cualquier contacto con el presidente, entregó
las cintas grabadas a Kenneth Starr, el consejero independiente que estaba investigando a Clinton por
otros asuntos. El presidente fue exonerado de los
cargos de perjurio y obstrucción a la justicia en un
juicio que duró 21 días, pero el escándalo afectó a las
elecciones presidenciales del año 2000, que acabarían situando al republicano George
W. Bush al frente del país.
También en Estados Unidos
tuvo lugar el Plamegate, un
escándalo que arrancó cuando la identidad de Valerie
Plame, una exagente encubierta de la CIA, fue desvelada el 14 de julio de 2003 en
una nota del periodista Robert
Novak publicada en el diario
The Washington
Post . Plame
era la tercera esposa
GETTY
>>> el caso Lewinsky. En 1998, durante su segundo
72 MUY HISTORIA
n octubre de 2016, un escándalo
político sin precedentes –con la presidenta Park Geun-hye como protagonista– conmocionó a la sociedad de
Corea del Sur e hizo que se tambalease
la estructura del país asiático. El caso
estalló a raíz del descubrimiento de unos
documentos y fotografías en el ordenador personal de una estrecha colaboradora de la dirigente surcoreana. De hecho se llamó caso Choi Soon-sil, en alusión al nombre de la confidente e íntima
amiga de la presidenta. Dichos documentos relacionaban a esta, en el cargo
desde 2012, con una compleja trama de
corrupción, tráfico de influencias, abuso
de poder, extorsión a grandes empresas y malversación de fondos públicos;
actuaciones motivadas, según las investigaciones, por la influencia que Choi
Soon-sil ejercía sobre ella. A pesar de
no ostentar ningún cargo, la confidente
tuvo acceso a información sensible, en
muchos casos clasificada, y fue acu-
E
sada de interferir en asuntos estatales
e incluso de haber manipulado los discursos de la presidenta. La fiscalía surcoreana estimó que Choi Soon-sil pudo
haber obtenido hasta 63 millones de euros de beneficio personal con estas operaciones. La “Rasputina surcoreana”,
como llegaron a apodarla los medios de
comunicación del país asiático, fue condenada en febrero de 2018 a 20 años
de prisión como culpable de abuso de
poder, corrupción e interferencia política. Un camino similar seguiría su íntima
amiga Park Geun-hye. En julio de 2020,
la expresidenta de la cuarta economía
de Asia vio rebajada la petición inicial de
treinta años de prisión a los veinte de la
condena final. El Tribunal Superior de
Seúl condenó a Park a quince años por
soborno y otros cinco por abuso de poder. Los escándalos de corrupción protagonizados por Park motivaron protestas masivas en el país asiático durante
2016 y 2017.
Park Geun-hye,
expresidenta de
Corea del Sur,
llegando al
Tribunal del
Distrito Centro
de Seúl en
agosto de 2017.
GETTY
LA “RASPUTINA SURCOREANA”
El caso Profumo dejó una
huella profunda en la
sociedad inglesa, como lo
haría diez años más tarde
el Watergate en la sociedad
estadounidense
agente de la inteligencia norteamericana. La filtración llevó a juicio a Lewis ‘Scooter’ Libby, el exjefe de
gabinete del entonces vicepresidente Dick Cheney,
quien confesaría en 2006 que fue el propio Cheney
quien le reveló la identidad de la agente.
En 1992, el caso Tangentópolis (la ciudad de los
sobornos) se llevó por delante al régimen político
italiano. La implacable operación judicial bautizada
como Manos Limpias mandó a prisión a políticos,
empresarios, periodistas, deportistas y mafiosos.
Las estructura de formaciones tradicionales como
el Partido Socialista, la Democracia Cristiana o el
Partido Comunista saltó por los aires.
Todo comenzó cuando el fiscal de Milán, An- >>>
GETTY
ESCÁNDALO A LA ITALIANA
ENTRE MINISTROS ANDA EL JUEGO.
Nicolas Sarkozy (dcha.), ministro del Interior, y Dominique de Villepin, de
Exteriores, en mayo de 2002.
MUY HISTORIA 73
Desde 1999, han tenido lugar en el Reino Unido
misteriosos crímenes con la sombra del Kremlin detrás
>>> tonio Di Pietro, obtuvo una orden para detener
VENENO RUSO EN EL REINO UNIDO
Desde la llegada al poder de Vladímir Putin en
1999, el Reino Unido ha sido escenario de una serie
de misteriosos asesinatos, siempre con la sombra del
Kremlin detrás. Algunas fuentes hablan de más de
una docena de muertes en extrañas circunstancias,
GETTY
Foto del exespía
del KGB en la
Unidad de
Cuidados
Intensivos del
University
College Hospital
(Londres), el 20
de noviembre
de 2006.
Tenía 43 años
y moriría tres
días después
por los efectos
radiactivos del
Polonio-210 que
envenenaba su
cuerpo.
GETTY
ALEKSANDR
LITVINENKO.
a Mario Chiesa, miembro del Partido Socialista, en
su despacho, justo cuando recibía un soborno de 7
millones de liras del empresario Luca Magni. Los
billetes estaban marcados y las conversaciones entre
el político y el empresario habían sido grabadas. La
ciudad de los sobornos y la corrupción, enterrada
bajo la próspera Milán, asomó entonces. Y nadie
quedó a salvo. Suicidios, atentados, detenciones y
asesinatos se sucedieron en una catarsis colectiva y,
finalmente, 1.233 condenas cambiaron radicalmente
la historia política de Italia.
También la política francesa vio sacudirse en 2004
sus cimientos cuando salieron a la luz acusaciones
falsas y anónimas contra Nicolas Sarkozy y otros
políticos sobre supuestas cuentas en una entidad
financiera de Luxemburgo llamada Clearstream.
Dichas cuentas estaban relacionadas con la venta de
fragatas a Taiwán y el cobro de comisiones y sobornos. Posteriormente se vincularía con el escándalo
al entonces primer ministro francés Dominique de
Villepin, acusado de ordenar a los servicios secretos
espiar a su rival político Sarkozy. En enero de 2010,
la justicia del país galo absolvió a Villepin de toda
implicación en el escándalo Clearstream, y pudo así
retomar el impulso de su carrera política.
con el espionaje como telón de fondo. El caso más
mediático fue el de Aleksandr Litvinenko, un oficial
del KGB huido a territorio británico en el año 2000.
Asilado en el Reino Unido, Litvinenko escribió dos
libros donde acusaba a los servicios secretos rusos
de utilizar métodos terroristas para facilitar la llegada de Putin al poder. También afirmó que el presidente ruso estaba detrás de la muerte de la periodista Anna Politkóvskaya en octubre de 2006. Solo
un mes más tarde, el propio Litvinenko enfermó de
manera repentina y fue hospitalizado. Moría el 23
de noviembre a consecuencia de lo que se estableció
como un caso de envenenamiento por el material
radioactivo Polonio-210.
Espías, intriga y un supuesto veneno están también
detrás del extraño caso del exoficial de inteligencia
ruso Serguéi Skripal. En 2004, fue arrestado por el
Servicio Federal de Seguridad de Rusia acusado de
un delito de alta traición y de trabajar como agente doble para el MI6 del Reino Unido. En 2010 se
estableció en suelo británico y ocho años después,
el 4 de marzo de 2018, él y su hija, que había ido a
ASSANGE.
El fundador de
WikiLeaks, cuya
extradición a
Estados Unidos
acaba de ser
rechazada por el
alto riesgo de
suicidio, posa en
mayo de 2010 en
Melbourne.
visitarle desde Moscú, sufrieron un extraño caso de
envenenamiento con un gas nervioso. Permanecieron en estado crítico varios meses y el suceso tuvo
graves repercusiones diplomáticas cuando la primera ministra británica, Theresa May, identificó el gas
nervioso como un producto ruso y expulsó de suelo
inglés a 23 diplomáticos como respuesta al supuesto
envenenamiento. Fue la mayor expulsión de diplomáticos del gobierno británico en 30 años.
ASSANGE Y SNOWDEN:
POLÍTICA E INFORMACIÓN
En 2010, la organización WikiLeaks y su creador
Julian Assange pusieron en jaque hasta en tres ocasiones al gobierno norteamericano. Aunque el sitio
web funcionaba desde 2006, no fue hasta entonces
cuando se convirtió en una pesadilla al revelar incómodos y peligrosos secretos que afectaban a las altas
esferas del poder. Esta red internacional filtró masivamente documentos oficiales que sacaban a la luz
importantes puntos oscuros en la política exterior
de Washington y actuaciones más que censurables
del ejército norteamericano en Irak o Afganistán; los
documentos, filtrados a importantes periódicos de
varios países, demostraban el uso de la tortura como
método sistemático de las tropas norteamericanas o
la existencia de conexiones entre los servicios secretos paquistaníes y los talibanes. Se trató de la mayor
filtración de secretos oficiales de la historia (a ello
contribuyó, sin duda, la información aportada en
2013 por la analista de inteligencia militar Chelsea
Manning).
Tras pasar siete años refugiado en la embajada de
Ecuador en Londres, desde mayo de 2019 Assange
permanecía en prisión en la capital británica, a la
espera de que la justicia decidiese sobre su extradición a EE UU, donde se enfrentaría a penas de hasta
175 años de cárcel. El 4 de enero de 2021 esta fue
rechazada por el Tribunal Penal Central de Londres
y, mientras el gobierno americano prepara el recurso
al fallo, el activista permanecerá en prisión provisional en la cárcel londinense de Belmarsh.
En 2013, la comunidad internacional era golpeada
de nuevo por impactantes revelaciones; en este caso,
sobre el espionaje masivo realizado por el gobierno
norteamericano, entre otros, a importantes líderes
europeos a través de sus teléfonos móviles. El ‘traidor’ (para el gobierno de EE UU) era Edward Snowden, un exempleado de la Agencia de Seguridad
Nacional con mucha información en su poder. En
junio de 2013, a través de los periódicos The Guardian y The Washington Post, Snowden hizo públicos documentos clasificados como alto secreto sobre
operaciones de espionaje de la Agencia de Seguridad
Nacional (NSA), así como importantes datos sobre
los programas de vigilancia masiva PRISM y Xkeyscore. Perseguido por la justicia americana por violar
la ley de espionaje, Snowden huyó a Rusia, donde
trabaja como consultor en tecnologías de la información. Desde 2020 tiene el permiso de residencia
permanente en Rusia. MH
l Servicio de Información Militar (SIM)
fue el nombre con el que se conoció a la
agencia de inteligencia y seguridad de la
República. Creado el 9 de agosto de 1937
por el entonces ministro de Defensa Indalecio Prieto, trataba de crear un sistema de
vigilancia y espionaje que protegiese a los
republicanos de los enemigos internos y externos. Aunque al principio de su andadura
el organismo siguió las directrices marcadas por Prieto, pronto cayó en la órbita del
Partido Comunista y funcionó en ocasiones
casi como policía política del partido. Poco
después de su creación, disponía de una
red de más de 2.000 agentes solo en Madrid y un presupuesto de 22 millones de pesetas. Sus objetivos no eran solo los sublevados franquistas, sino también los enemigos internos como trotskistas, anarquistas o
militantes católicos.
Indalecio Prieto se encontró con múltiples
dificultades para controlar al SIM desde el
E
principio. Las injerencias externas acabaron
con su proyecto de crear un servicio realmente eficiente de espionaje. Las principales intromisiones procedían del agente soviético Aleksandr Orlov, jefe de los servicios
secretos de Stalin, el NKVD, en España. Orlov fue el responsable, entre otros asuntos,
del traslado del llamado Oro de Moscú de
Madrid a la Unión Soviética y del asesinato nunca aclarado del líder del POUM, Andreu Nin. Finalmente, Orlov se impuso y el
SIM comenzó a acrecentar su independencia disponiendo de sus propios tribunales
militares; asimismo, importó a España los
métodos soviéticos de represión y tortura.
En abril de 1938, tras el derrumbe del frente de Aragón y sus enfrentamientos con el
presidente de la República, Negrín, y los ministros comunistas del ejecutivo, Indalecio
Prieto salió del gobierno. Su proyecto de
agencia de espionaje al servicio de los ideales republicanos se había hecho añicos.
ASC
EL ESPIONAJE REPUBLICANO
Aleksandr Orlov (1895-1973),
militar y espía, fue el enlace de
la policía secreta soviética
durante la Guerra Civil.
MUY HISTORIA 75
ES PION A J E IN T ER N ACION A L
LOS GRANDES
NOMBRES
En la historia en general, se dice con frecuencia que la realidad supera
a la ficción; en la historia del espionaje, esta sentencia adquiere
especial relevancia. Así lo prueban los protagonistas de este artículo,
todos con trayectorias y peripecias novelescas pero muy verdaderas.
LAURA MANZANERA
PERIODISTA Y ESCRITORA
76 MUY HISTORIA
SHUTTERSTOCK
¿Q
ué mejor que empezar el repaso de los top del espionaje
internacional con el James Bond de carne y hueso? Se
llamaba Sidney Reilly y fue agente del Foreign Office a
principios del siglo XX. Su habilidad para cambiar de
identidad y para conspirar lo convirtieron en mito y en
fuente de inspiración. Entre otros, para Ian Fleming,
que reconoció haberlo utilizado a la hora de crear a su 007 [ver recuadro].
Reilly debió hacer bien su trabajo, porque acumuló personalidades, esposas,
residencias, iniciativas empresariales y políticas...
REILLY, AS DE ESPÍAS
Según la teoría oficial, aunque él apuntaba otros orígenes, nació en Odessa
en una familia judeoucraniana y fue bautizado como Solomon Rosemblum.
De adolescente, su familia emigró a Polonia, pero él aseguraría haber estudiado en Viena. Los primeros datos fiables lo sitúan en Londres hacia 1895.
Cambió su nombre –probablemente para ocultar su origen judío– y en 1900
marchó a Port Arthur (Manchuria), centro de disputas entre China, Rusia
y Japón. Se le atribuye el robo, haciéndose pasar por un rico empresario,
de los planos que facilitaron el ataque sorpresa de los japoneses a los rusos
en 1904. Su huida precipitada hizo pensar que actuó al servicio de los >>>
>>> nipones. Esa habría sido la primera de sus
DE LA
REALIDAD A
LA FICCIÓN.
El superespía
británico Sidney
Reilly tuvo su
propia serie en
1983, Reilly, as
de espías. Fue
el actor
neozelandés
Sam Neill (en la
imagen) quien
dio vida al
legendario
personaje en
esta ficción de
enorme éxito
que ganó el
BAFTA.
muchas ‘proezas’. Entre ellas, la concesión de la
Persian Oil para que los británicos perforasen en
territorio iraní, que se traduciría en la fundación
de la Anglo-Persian Oil Company, actual BP. Eso
reafirmó su papel como mediador a escala internacional.
Trabajó como bróker para la firma austríaca
Blohm & Voss, que engrosó sus beneficios gracias
al rearme de los años previos a la Primera Guerra
Mundial. Cada vez más instalado en San Petersburgo, mantenía una relación con Nadezhda Massimo, hija de un coronel que le ayudó a codearse
con mandos zaristas. Durante el conflicto, consiguió de potencias extranjeras armamento para
Rusia, lo que le proporcionó ganancias millonarias. Pactó con el jefe de los Servicios Secretos de
Inteligencia británica (SIS), Mansfield Cumming,
su traslado a Rusia en 1918. No lo hacía por razones ideológicas sino económicas, pero de cara a
su país iba a ayudar a derrocar a los comunistas.
Cambió varias veces de identidad mientras montaba un equipo con el que atentar contra Lenin y
Trotski. Finalmente, Londres abortó la operación
y él desapareció. Se convirtió en enemigo público
de la Unión Soviética en cuanto los medios bolcheviques airearon el complot.
Propuso a sus superiores un plan de apoyo al
Ejército Blanco, prozarista, pero no prosperó
y el Foreign Office fue marginándolo cada vez
más. Su excesiva ambición y su obsesión por derrocar al régimen soviético lo hacían peligroso.
Su vida, profesional y personal, hacía aguas. En
1922 se había divorciado de Nadezhda, con la
que se había casado sin separarse oficialmente
de su primera esposa. Al año siguiente volvió a
pasar por el altar con la supuesta actriz sudamericana Pepita Bobadilla (en realidad, una inglesa
llamada Nelly Burton). La muerte de Lenin desató inestabilidad en el gobierno comunista y se
reactivaron las esperanzas de los contrarrevolucionarios en el exilio. En ese contexto, su antiguo
compañero del SIS en Moscú, Ernest Boyce, le
advirtió de que le visitaría un representante de
una asociación de empresas de varios países europeos llamada The Trust, dispuesta a acabar con
el régimen bolchevique. En realidad, The Trust
era una cortina de humo creada por la OGPU
(futuro KGB), y sus agentes engatusaron a Reilly
para que viajara nuevamente a Moscú vía Finlandia. Una vez allí, en cuanto Reilly explicó sus
planes de expoliar grandes museos rusos para
financiar el golpe definitivo, fue capturado por la
OGPU. Tras ser interrogado y torturado, el 5 de
noviembre de 1925 recibió un disparo en la sien
por orden de Stalin.
Morris ‘Moe’ Berg
(1902-1972),
conocido como “el
hombre más
inteligente del
béisbol”, posa con la
equipación de los
Washington Senators.
GETTY
AGE
78 MUY HISTORIA
Sidney Reilly y Richard
Sorge fueron superespías
que compartían don de
gentes, elegancia y
poder de seducción
En la época en que Reilly murió, empezaba sus andanzas el que para muchos fue el mejor espía de la
Segunda Guerra Mundial: Richard Sorge. De padre alemán y madre rusa, nació en 1895 en Bakú,
entonces parte del Imperio ruso y hoy capital de
Azerbaiyán. Se inició como informante de la Internacional Comunista en Fráncfort en 1924. La inteligencia soviética quedó muy satisfecha y lo trasladó
a Moscú para entrenarlo. Empezó trabajando en el
Reino Unido, Escandinavia y Alemania con el objetivo de extender la revolución bolchevique fuera
de la URSS. Más tarde fue a Shanghái, donde se hizo pasar por periodista y obtuvo una considerable
información de sus amantes. Gracias a su don de
gentes, su elegancia y su poder de seducción, averiguó que Japón atacaría China mucho antes de que la
invasión se hiciese efectiva. En 1933, tras pasar por
Alemania y hacerse con un carné del Partido Nacionalsocialista y una acreditación como corresponsal,
fue destinado a Japón. En Tokio, aparentando ser un
ferviente nazi y con su tapadera de reportero, accedió a los círculos de la embajada del Reich y se hizo
amigo del agregado militar alemán.
Cuando la Segunda Guerra Mundial arrancó, su
red de informadores estaba tan consolidada que
recibió antes que nadie una información vital para
el Kremlin: Alemania invadiría la Unión Soviética
el 20 de junio de 1941. Stalin no le creyó y Sorge se equivocó... pero solo por dos días, pues la
Operación Barbarroja se inició el 22. A partir de
entonces tendría más credibilidad. Pronosticó que
los japoneses no atacarían a la URSS de inmediato,
con lo que Stalin envió a Moscú varias de las divisiones de esquiadores que defendían Manchuria.
Eso ayudó a salvaguardar la capital y vencer a los
alemanes. Sorge también supo del ataque nipón a
Pearl Harbor antes que Washington.
Pese a sus estrictas medidas de seguridad, fue
traicionado. Uno de sus informantes lo denunció
al Kenpeitai, la Gestapo nipona. Intentaron intercambiarlo por un prisionero, pero los soviéticos
se lavaron las manos. Fue ahorcado en noviembre
de 1944. El fiscal que solicitó su pena de muerte
dijo que “no había conocido en toda su vida a nadie tan grande como él”.
ASC
RICHARD SORGE, EL SUPERESPÍA
MOE BERG, DEL BÉISBOL AL ESPIONAJE
No estaba destinado a ser espía; sin embargo,
ha pasado a la historia como uno de los grandes. El estadounidense Morris ‘Moe’ Berg hablaba doce idiomas y era jugador de béisbol
profesional. En 1934, viajó con su equipo a Japón y filmó panorámicas de zonas industriales
y del puerto de Tokio. Pasó el tiempo y, con la
guerra en ciernes, supo que su película tenía
gran valor, así que la pasó a la inteligencia americana. Cuatro meses después del ataque a Pearl
Harbor, y seguramente con ayuda de Berg, EE
UU respondió bombardeando Tokio.
En 1943, se convirtió en miembro de la OSS
(Sección de Servicios Estratégicos) y se infiltró en la Yugoslavia ocupada para averiguar
qué grupo de la Resistencia tenía más posibilidades. Escogió al de Josip Broz, Tito (futuro
presidente), que se benefició de la ayuda norteamericana.
Pero la principal misión de Berg fue investigar
el alcance del proyecto alemán para obtener la
bomba atómica. Si estaba avanzado, tenía permiso incluso para matar al científico responsable: Werner Heisenberg. No hizo falta, pues
descubrió que los germanos estaban lejos de
tener la bomba, información que tranquilizó a
Washington y ayudó al triunfo aliado.
>>>
CIENTÍFICO
FISGÓN.
Fotografía
policial del físico
Klaus Fuchs,
tomada en
1940. En 1933
había huido de
Alemania a Gran
Bretaña y
durante la
guerra trabajó
en el Proyecto
Manhattan, en
EE UU, para
construir la
bomba atómica.
En 1950 admitió
haber espiado
MUY HISTORIA 79
ASC
PROYECTO
MANHATTAN.
Llevado a cabo
durante la
Segunda Guerra
Mundial y
liderado por
Estados Unidos,
con el apoyo del
Reino Unido y
Canadá (en el
mapa vemos los
lugares de EE
UU y Canadá
involucrados en
el proyecto),
produjo las
primeras armas
nucleares.
>>> KLAUS FUCHS, EL LADRÓN
DE LA BOMBA ATÓMICA
Precisamente, de entre los cientos de científicos
que participaron en el desarrollo de la bomba atómica estadounidense, destacó un físico alemán que
envió los secretos del arma a la Unión Soviética:
Klaus Fuchs. Como otros tantos, fue trasladado
a Los Álamos, Nuevo México, para participar en
el Proyecto Manhattan. Trabajaba sin descanso y
sin que nadie sospechase que lo hacía para Stalin.
Durante dos años estuvo enviando planos, bocetos
y fórmulas a un enlace soviético. Pensaba que era
injusto que Estados Unidos e Inglaterra no compartieran un descubrimiento tan valioso. El FBI
confirmó sus sospechas cuando, en el verano de
1949, la URSS probó su primera bomba atómica.
Había alguien infiltrado y sabían quién era.
No parece exagerado decir que Fuchs cambió la historia del siglo XX. En palabras de Norman Moss,
autor de Klaus Fuchs. El hombre que robó la bomba
atómica, “muy pocos científicos llegan a tener una
influencia tan directa en el rumbo de las relaciones
internacionales como la que ejerció”. Su detención
tuvo lugar en un momento clave: Estados Unidos
estaba preocupado por la Guerra Fría y reinaba la
histeria anticomunista. Moss recoge en su libro cómo Arthur Krock, columnista del New York Times,
escribió que había producido “un impacto poderoso, sobre todo en el gobierno de Estados Unidos,
por razones que van mucho más allá de los intereses de la seguridad nacional”. Le cayeron catorce
años, pero a los nueve fue liberado y siguió su carrera científica en la Alemania comunista.
GARBO, NUESTRO HOMBRE EN LISBOA
Si tenemos en cuenta que la mentira es una herramienta esencial para un espía, sin duda Joan
Joan Pujol (1912
-1988) debe su
nombre en
clave, ‘Garbo’, a
que un oficial
inglés creía que
tenía ante sí al
“mejor actor del
mundo”. En la
imagen, con su
primera mujer,
Araceli González,
de quien se
divorció antes
de desaparecer
en Venezuela y
ser dado por
muerto durante
décadas.
80 MUY HISTORIA
ASC
EL MEJOR
ACTOR DEL
MUNDO.
UN 007 DE CARNE Y HUESO
ras el inesperado éxito en 1952 de Casino Royale, la primera
novela protagonizada por James Bond, Ian Fleming reconoció
que el personaje se inspiraba en el agente Sidney Reilly y en
los archivos de los Servicios Secretos de Inteligencia (SIS) británicos. Algo lógico, teniendo en cuenta que el escritor estuvo muy
relacionado con el mundo del espionaje y contaba con informaciones de primera mano. Entre otras, el golpe contra la inteligencia
alemana en la Primera Guerra Mundial que descifró el código germano 0700, que daría nombre a su 007 en la ficción.
Los parecidos entre Reilly y Bond están claros: vividores, políglotas, amantes del juego e irresistibles seductores. En cuanto
al atractivo físico, Reilly era mucho más normal que los galanes
que han encarnado a Bond en el cine, aunque hay que aclarar
que este, en las novelas, es mucho más oscuro. Posiblemente,
el personaje sea fruto de una mezcla de caracteres, incluido el
del mismo Fleming. Y también pudiera tener algo del lugarteniente de la Royal Navy Patrick Dalzel-Job, que mostró su talante heroico en la Segunda Guerra Mundial.
AGE
T
Pujol ha sido de los más dotados. Baste decir que,
gracias a su trabajo en solitario, el desembarco de
Normandía fue un éxito. Su peripecia podría ser el
guión de una película de 007 o un thriller de John
le Carré, pero es real como la vida misma. De haber sido anglosajón, sería probablemente mucho
más conocido. Pero nació en Barcelona; para los
alemanes era Arabel y para los ingleses Garbo.
Tras su participación en la Guerra Civil española,
Joan tenía claro que la única forma de combatir a
Hitler era uniéndose a los ingleses. “La dictadura
alemana para mí era la más negra para el futuro
del mundo, era el peligro número uno...”, declaró. Su ideología le llevó a ofrecer, en Madrid
y en 1941, sus servicios a
los británicos. Lo rechazaron. ¿Qué harían con
alguien que ni hablaba
inglés ni tenía las ideas
claras? Lejos de darse
por vencido, cambió de
táctica y se propuso a los
alemanes. Ellos sí lo aceptaron. Debía establecerse
en Londres, pero prefirió quedarse en Lisboa, “la
capital del espionaje” y la única ciudad europea
de donde partían vuelos a Londres y Berlín. Fue
la primera de su larga lista de mentiras.
Desde la capital lusa urdió una red de agentes imaginarios bajo cuyas identidades enviaba cartas a los
alemanes con planes bélicos que solo existían en su
imaginación. Y para redactar sus informes sobre
concentraciones de tropas, fortificaciones o envíos
de armas le bastaron una guía turística y un mapa
de Inglaterra. La clave de su éxito fue una memo-
ria prodigiosa y el máximo cuidado de los detalles.
En una ocasión, para excusarse por no disponer
de información sobre un destacado movimiento de
barcos, alegó que uno de sus agentes en Liverpool
había muerto. Y para hacerlo más creíble, publicó
su esquela en un diario. Resultó tan convincente
que los alemanes enviaron a la esposa el pésame...
¡y una pensión de viudedad!
En febrero de 1942, Garbo fue un paso más allá.
Informó a los nazis sobre un gran convoy que iba
a zarpar hacia Malta, isla estratégica en el puesto
de avanzada británico en el Mediterráneo. Como
era de esperar, el Eje lo
preparó todo para interceptarlo. Cuando el MI5, el servicio de inteligencia interior inglés, se
enteró de aquello, empezó a valorar a aquel
agente independiente y
lo contrató como desinformador. En mayo
de 1942, se inició como
agente doble al servicio
de Gran Bretaña. Durante tres años formaría un
tándem perfecto con su oficial, Thomas Harris.
Garbo y sus colaboradores fantasma fueron de
éxito en éxito, hasta que llegó el más sonado. Jornadas antes del Día D, se dedicó a proclamar a
los cuatro vientos que el desembarco en las playas
normandas era una maniobra de distracción. Y
que la mayor parte de tropas aliadas se encontraban 250 kilómetros al norte, en Calais, el enclave más próximo a la costa inglesa. En este caso,
para conferir la máxima fiabilidad a su informe,
añadió supuestos comentarios aliados: “Es >>>
Gracias al trabajo en
solitario del barcelonés
Joan Pujol ‘Garbo’, el
desembarco de
Normandía fue un éxito
MUY HISTORIA 81
Graham Greene no fue
uno de los grandes espías
de la historia, pero sí un
novelista magnífico que
disfrutó de gran éxito
TALENTO DE
ESCRITOR.
Cuando en 1929 le
sorprendió el éxito
de su primera
novela, The Man
Within (Historia de
una cobardía),
Graham Greene
(1904-1991) era
subeditor en The
Times, trabajo que
dejó para dedicarse
de lleno a escribir.
Un acierto, pues
vendrían muchas
otras grandes
novelas de éxito,
varias de ellas
llevadas al cine,
como El tercer
hombre, una obra
maestra estrenada
en 1949, que
cuenta con guión
del propio Greene y
está protagonizada
por Joseph Cotten,
Orson Welles y
Alida Valli.
ASC
a los nazis incluso después de la contienda. Terminada su tarea, fingió su muerte y desapareció sin dejar
rastro. Cuando el historiador Nigel West lo encontró
en Venezuela en 1984, era un anciano retirado. Nadie hubiera sospechado que se trataba de un agente
doble excepcional con un “entusiasmo quijotesco y
apasionado por su trabajo”, como se recoge en La
defensa del reino, libro oficial del MI-5. No es de extrañar que sirviera a Graham Greene de inspiración
para su novela Nuestro hombre en La Habana, como
cuenta Stephen Talty en Garbo el espía.
>>> de la mayor importancia que el enemigo no
conozca nuestras intenciones futuras”. El mismo
Hitler se lo creyó y, para cuando la verdad salió
a la luz, la Operación Overlord había triunfado.
Garbo forjó una red de veintisiete subagentes
inexistentes mantenidos por el Tercer Reich, preparó unos 1.200 mensajes de radio, redactó alrededor de 300 cartas con tinta invisible... Ambos
bandos lo condecoraron, pues mantuvo engañados
GRAHAM GREENE Y KIM PHILBY:
OXFORD Y CAMBRIDGE
La verdad es que Graham Greene no ha sido el
único espía escritor, pero sí uno de los más famosos y memorables. Aunque pasó a la posteridad por su obra literaria –muy llevada al cine:
El poder y la gloria, El tercer hombre, El americano impasible, Nuestro hombre en La Habana, El factor humano...–, Greene dejó también
su huella como agente. En 1941 pidió colaborar
con el MI6, la agencia de inteligencia exterior. Lo
Como corresponsal
del London Times,
Kim Philby cubrió
la guerra española
de 1937 a 1939. En
la imagen, vendado
(a la dcha.),
habla con sus
compañeros en
Caude, cerca de
Teruel, donde el 31
de diciembre de
1937 el convoy de
periodistas
extranjeros en el
que viajaba fue
alcanzado por
un obús.
82 MUY HISTORIA
GETTY
PERIODISTA
EN ESPAÑA.
GETTY
Montaje con los
‘Cinco de
Cambridge’: de
izda. a dcha., John
Cairncross,
Anthony Blunt,
Guy Burgess, Kim
Philby y Donald
Maclean.
LOS CINCO DE CAMBRIDGE
nte el auge del fascismo europeo en las primeras décadas del siglo XX, muchos estudiantes
decidieron afiliarse a partidos comunistas y otros prefirieron combatirlo más discretamente enviando a Estados comunistas como la URSS documentos confidenciales robados a sus países.
Entre estos se encontraba uno de los grupos de espionaje más célebres: los Cinco de Cambridge,
también conocidos como el «círculo de Cambridge», formado por cinco estudiantes del prestigioso
Trinity College de la Universidad de Cambridge que espiaron para la antigua Unión Soviética durante la II Guerra Mundial y en plena Guerra Fría. Identificados como Anthony Blunt, Kim Philby, Donald
Maclean, Guy Burgess y, supuestamente, John Cairncross y reclutados en los años treinta del siglo
XX, todos ocuparon puestos destacados en el Ministerio de Asuntos Exteriores, el MI5 (servicios de
contraespionaje) y el Servicio de Inteligencia Secreta (espionaje externo), hoy MI6.
A
enviaron al África Occidental, a Freetown (Sierra Leona), donde según su jefe, Kim Philby, realizó un trabajo poco relevante, una apreciación
cuestionable. Como apunta Fernando Martínez
Laínez en Escritores espías: “El Mediterráneo era
un mar cerrado, y todos los convoyes militares
estaban obligados a contornear la costa atlántica
africana para alcanzar Egipto y abastecer al Ejército británico que luchaba en el norte de África
contra las tropas de Rommel. Freetown, en este
contexto, era un importante puerto de tránsito,
y además Sierra Leona tenía frontera con la Guinea Francesa, que era posesión del gobierno de
Vichy [régimen títere galo controlado por Alemania]”.
En marzo de 1943 fue destinado a Londres, a
la Subsección de Asuntos Ibéricos cuyo jefe era
Philby. Sin que este ni nadie lo esperase, en 1944
Greene comunicó su deseo de abandonar el MI6.
“Dimití antes que aceptar un ascenso que equivalía a convertirme en una pequeña pieza en el
mecanismo de su intriga [de Philby]”. La decla-
ración aparece en el libro de Martínez Laínez,
quien se pregunta si habría descubierto que su
jefe era un agente doble al servicio de la URSS.
“Si fue así, igual se lo calló porque sabía que nadie le creería; seguramente la denuncia provocaría su expulsión automática del MI6”, deduce.
Mientras que Greene pertenecía al grupo de espías británicos salidos de Oxford, Kim Philby
era del círculo de Cambridge [ver recuadro]. De
familia de clase alta y comprometido con el comunismo, renunció a todo para convertirse en
agente soviético. Una de sus primeras misiones
le trajo a España durante la Guerra Civil. Haciéndose pasar por periodista del bando nacional, debía matar a Franco. Se ignora por qué no
llevó a cabo la misión; quizá al final no recibió
la orden. Pese a todo, se convirtió en uno de los
mejores agentes dobles de todos los tiempos y en
el topo más peligroso del MI6. Trabajó encubierto para los soviéticos durante décadas y en 1963
huyó a Moscú, donde lo enterrarían con todos
los honores. MH
MUY HISTORIA 83
L A FILT R ACIÓN DE IN FORM ACIÓN EN L A S R EDES
UNA NUEVA FORMA DE
SHUTTERSTOCK
FISG
84 MUY HISTORIA
AR
Durante mucho tiempo, un espía era aquel que se
introducía con discreción en las altas esferas de un país
enemigo y salía llevándose una maleta llena de secretos.
Pero llegaron Julian Assange y Edward Snowden para
inaugurar una época totalmente diferente del espionaje.
Considerados más traidores que espías, lo relevante
de su actuación no son sus filtraciones en sí, sino el
descubrir que los auténticos ‘fisgones’ del siglo XXI son
los grandes gobiernos (EE UU, Rusia, China), que tienen
a su alcance toda la tecnología necesaria para espiar a
otros gobiernos y a los ciudadadnos de a pie.
JAVIER GRANDA REVILLA
PERIODISTA
MUY HISTORIA 85
SHUTTERSTOCK
de 30 colegios distintos. Este peregrinaje incluyó
una estancia en la secta La Familia, que obligaba
a los niños a teñirse el pelo de blanco, ayunar y
tomar drogas alucinógenas. Tras escapar junto a
su familia, comenzó a trastear con 16 años con
ordenadores –con un Commodore 64 que logró
conectar a un módem– y se convirtió en hacker,
accediendo a diversas organizaciones, universidades y compañías tecnológicas de su país. Fue descubierto en 1991 y la policía irrumpió en su casa
de Melbourne. Se declaró culpable de todos los
cargos y quedó libre tras pagar una pequeña multa y asegurar que no había causado ningún daño
a los sistemas que invadió. Por entonces, su nick
como hacker era Mendax (mentiroso), expresión
latina tomada de una de las odas de Horacio.
Por su parte, Edward Snowden nació en Estados
Unidos, en Carolina del Norte, en el año 1983. Su
padre trabajó en la Guardia Costera y su madre en
el Tribunal Federal del Distrito de Maryland. Estudió informática en la universidad y se alistó en
el ejército con la intención de entrar en los Boinas
Verdes, las famosas Fuerzas Especiales, pero una
fractura en ambas piernas en un entrenamiento le
obligó a replantearse su carrera (el gran peso de
la mochila de combate le causaba microrroturas
óseas que devenían en rotura de los huesos).
Tras licenciarse en el ejército, Snowden comienza
a trabajar como guardia en unas instalaciones secretas de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA)
en la Universidad de Maryland, uno de los orga-
“No maten al
mensajero.
Liberen a
Assange”, reza
la pancarta de
esta fotografía
tomada el 19 de
junio de 2018 en
una vigilia
convocada por
los partidarios
del fundador de
WikiLeaks.
U
nos y ceros viajando por el ciberespacio. Trillones de ellos. Portan nuestras
fotos, nuestras conversaciones y mensajes de voz, nuestros documentos
laborales, nuestros datos bancarios,
nuestra vida. Ahora, más que nunca,
ha sido posible que los cibercriminales y los gobiernos, con programas como PRISM o ECHELON, accedan a nuestra privacidad sin nuestro
consentimiento.
Lo poco (o lo mucho) que sabemos de estos mecanismos de vigilancia se debe a personas como
Julian Assange o Edward Snowden. Considerados
como traidores por sus gobiernos, estos nuevos
espías han abierto brechas en el sistema que han
escandalizado a la opinión pública y que les han
puesto en serios aprietos judiciales. Snowden se
exilió en Rusia, huyendo de la justicia estadounidense, y Assange se encuentra en una cárcel británica. Si fuera extraditado a EE UU, se enfrentaría
a 17 cargos de espionaje militar que podrían costarle hasta 175 años de prisión. Su principal colaboradora, Stella Moris –madre de sus hijos Max
y Gabriel–, solicitó a Donald Trump (quien pidió
en 2010 su ejecución y que, paradójicamente, se
vio beneficiado posteriormente por sus filtraciones) un indulto que no llegó.
DESTAPANDO LA VERDAD
Las vidas de ambos no pueden ser más distintas.
Julian Assange nació en Australia, en Townsville, en 1971. Sus padres se separaron antes de
que naciera y él acabó tomando su apellido de
su padrastro. Su infancia fue itinerante, viviendo
hasta en 50 sitios diferentes y acudiendo a más
86 MUY HISTORIA
SHUTTERSTOCK
DEFENSORES
DE ASSANGE.
EL HUÉSPED INDESEADO. Assange vivió
refugiado siete años en la embajada ecuatoriana en
el Reino Unido (en la imagen), pequeño edificio de
ladrillos rojos situado en Londres.
EL ESCÁNDALO WIKILEAKS
La labor de WikiLeaks comienza a llamar la atención de la opinión pública cuando, en agosto de
2007, Assange cuelga en su página un informe confidencial de la consultora internacional de riesgo
Kroll en el que se detallan las prácticas corruptas
de miembros del gobierno de Kenia, que evadían
miles de millones de dólares del país. La información sería filtrada en exclusiva al diario británico
The Guardian, que jugaría un papel clave en este
proceso de publicación de secretos. Un año después, Assange publica otro informe sobre cómo
la policía keniana hacía desaparecer y asesinaba a
jóvenes del país africano.
En 2010, Julian Assange
consigue la notoriedad
mundial debido a la filtración a WikiLeaks por
el analista de inteligencia
militar Bradley Manning
de miles de documentos
clasificados acerca de las
guerras de Afganistán e
Irak. Como en una novela
de espías, Bradley utilizó,
para robar la información,
un CD regrabable, rotulado con la etiqueta ‘Lady
Gaga’: introducía el disco en el ordenador, borraba
los archivos de música y los sustituía por archivos comprimidos de los servicios secretos, que
hacía llegar a WikiLeaks. Fue delatado por el hacker Adrian Lamo, al que, fanfarroneando, contó
su proceder en un chat. Tras ser detenido en >>>
EFE
Assange, preso en
Londres, no será extraditado a EE UU, donde lo
acusan de conspiración
por hacking
CAUSA Y
EFECTO.
Bajo estas
líneas, a la
derecha, imagen
del ataque aéreo
a Bagdad del 12
de julio de 2007.
A la izquierda, el
momento en
que Julian
Assange es
arrestado y
sacado a la
fuerza de la
embajada
ecuatoriana en
Londres, el 11
de abril de 2019.
ASC
nismos del Departamento de Defensa de Estados
Unidos, responsable de recopilar información de
inteligencia y contrainteligencia. Logra entrar en
la CIA como experto en seguridad informática y
es destinado a Ginebra, como responsable de la
red de la embajada. Solicita trabajar en una operación encubierta pero, al ver el resultado, decide
abandonar la CIA y se convierte en consultor de
la NSA en Japón y Hawái, contratado por empresas como Booz Allen Hamilton.
Assange continúa su formación autodidacta, a
la vez que trabaja como consultor informático,
programador y desarrollador de programas de
software libre. También es coautor de un libro en
el que narra sus hazañas
como hacker, aunque posteriormente alegó que no
se refería a él.
Tras asistir a varios cursos
de matemáticas en Melbourne, abandona la universidad y, en 2006, funda
en Suecia la página WikiLeaks movido por la idea
de que “una de las mejores maneras de alcanzar la
justicia es exponer la injusticia”. Desde esta web,
en la que une el concepto ‘Wiki’ (sistema informático que permite que los usuarios modifiquen
fácilmente el contenido) con ‘leaks’, filtraciones,
el australiano desveló los excesos y los casos de
corrupción de los gobiernos, pero protegiendo
siempre sus fuentes.
MUY HISTORIA 87
SHUTTERSTOCK
ALBUM
‘CITIZENFOUR’.
Sobre estas
líneas, Snowden
en un momento
del vídeo
filmado por
Laura Poitras en
una habitación
del Hotel Mira,
en Hong Kong,
en el que habla
sobre las
filtraciones de la
NSA. Publicado
en medios en
2013, sirvió a su
vez como
material para el
documental
Citizenfour
(2014).
88 MUY HISTORIA
>>> Bagdad y tras tres años de prisión provisional
en una cárcel de máxima seguridad, el Pentágono
formuló una acusación formal contra Manning y
un tribunal militar lo condenó, en agosto de 2013,
a cumplir una pena de 35 años de prisión y a su expulsión del ejército con deshonor. Al día siguiente
de conocer su sentencia, se declaró públicamente
como mujer transgénero y cambió su nombre por
el de Chelsea. En enero de 2017, en una de sus últimas decisiones como presidente de Estados Unidos, Barack Obama conmutó el resto de su pena, y
Chelsea Manning fue liberada en mayo.
DAÑOS COLATERALES
Entre los documentos que filtró Manning destaca el vídeo del ejército conocido como Collateral
Murder (“Asesinato colateral”), que son las imágenes del tiroteo que se produjo en Bagdad el 12
de julio de 2007: desde un helicóptero Apache se
ametralló a un reportero de la agencia Reuters, a
su ayudante y a otras nueve personas que trataban
de evacuar a muertos y heridos. Ninguno de ellos
hizo ademán alguno de atacar a la nave. El vídeo,
publicado el 5 de abril de 2010, causó conmoción
en todo el mundo por su crudeza.
Las siguientes semanas son frenéticas. En julio, Assange publica los denominados Diarios de la Guerra de Afganistán, es decir, 92.000 documentos que
muestran, entre otros aspectos, asesinatos de civiles por parte de soldados estadounidenses y de la
Coalición y relaciones entre los servicios secretos
paquistaníes y los talibanes. Y, en octubre, publica otros 390.000, los llamados Documentos de la
Guerra de Irak, en los que se muestra el uso habitual de la tortura y se detalla el total de muertos
del conflicto: 109.000, de los que 66.000 son civiles.
Apenas cinco semanas más tarde, en noviembre,
WikiLeaks filtra a The Guardian y a otros periódicos de referencia numerosos cables diplomáticos
–250.000 comunicaciones– entre el Departamento de Estado y diversas embajadas estadounidenses
de todo el mundo. Es el llamado Cablegate, la mayor filtración de documentos de la historia.
En medio de esa vorágine, Assange es acusado de
violación y acoso sexual por dos mujeres en Suecia. Se oculta, para huir después y refugiarse en
Inglaterra. Allí, se presenta en una comisaría y un
juez ordena que sea deportado al país escandinavo.
Ante el temor de ser extraditado a EE UU para ser
juzgado por espionaje y traición, se refugia en la
embajada de Ecuador en Londres, donde permanecerá encerrado seis años. En 2018, el presidente
de Ecuador, Lenin Moreno, revoca el asilo político
y la policía británica entra en la legación para sacarlo por la fuerza. Su imagen, con una larga barba
blanca y clamando por su inocencia, impresiona a
todo el mundo. En la actualidad, espera la resolución de su caso en la cárcel de máxima seguridad
de Bermarsh, al sur de Londres, en una celda en la
que permanece solo 23 horas al día.
ESPIANDO TODO Y A TODOS
Snowden, por su parte, descubre horrorizado la
existencia del programa clandestino de vigilancia
PRISM, que graba millones de llamadas de teléfono,
correos electrónicos, mensajes de texto y señales de
radio monitorizando a empresas como Microsoft,
Apple, Google, Facebook, compañías telefónicas e,
incluso, videojuegos como Angry Birds.
En abril de 2012, Snowden comienza a sustraer
que la mayor libertad que he conseguido es no preocuparme por lo que pase mañana, porque estoy
contento con lo que he hecho hoy”, ha explicado
Snowden.
documentos de la sede de la NSA en Hawái, escondiendo las memorias en un cubo de Rubik
–uno de sus pasatiempos favoritos–, en los calcetines e incluso en el carrillo, para poder tragarse
el dispositivo si es descubierto. Tras obtener más
de un millón y medio de archivos, contacta con el
periodista de The Guardian Glenn Greenwald y la
directora de documentales Laura Poitras. Tras numerosas comunicaciones encriptadas, decide verse
con ellos en el Hotel Mira de Hong Kong, en junio
de 2013. Allí, comienza a detallar el espionaje de
PRISM, que, tras ser verificado por el equipo del
diario británico y publicado, causa un escándalo internacional. Las sesiones
son grabadas por Poitras
y terminan convirtiéndose
en el documental Citizenfour (el nombre en clave
que usaba Snowden para
comunicarse), que ganaría
un Óscar en 2015.
El hotel se llena de periodistas, por lo que Snowden
decide huir disfrazado como uno de ellos. Tras
unos días escondido en Hong Kong, logra embarcar rumbo a Moscú. Allí, con la ayuda de personal
de WikiLeaks, pasa varias semanas en la zona de
tránsito de la terminal internacional del aeropuerto
hasta que el gobierno de Vladímir Putin le concede
asilo temporal y, posteriormente, un permiso de
residencia.
“Cuando me fui de Hawái, lo perdí todo: tenía una
vida estable, un trabajo estable, un amor estable,
una familia, un futuro... Y lo perdí. Pero he ganado
otra vida. Y soy increíblemente afortunado. Creo
ECHELON, LA MAYOR RED DE
ESPIONAJE DEL MUNDO
Impulsada por Estados Unidos y el Reino Unido
en 1944 para espiar a Alemania y Japón, posteriormente, durante la Guerra Fría, su objetivo se
centró en la Unión Soviética y en sus países satélite
y se incorporaron a la red
Canadá, Australia y Nueva
Zelanda (quedando formada por las cinco naciones
que se autodenominan ‘Los
Cinco Ojos’). En la actualidad, cuenta con 120 satélites y estaciones en tierra e
intercepta 3.000 millones
de comunicaciones al día,
con cerca de 400.000 empleados. Está centrada en
espionaje diplomático, terrorismo internacional
y narcotráfico, aunque las denuncias de Snowden
revelaron que el programa PRISM se utilizaba para
espiar también a la ciudadanía y a empresas.
Las críticas más agrias contra la red ECHELON
se han centrado en los supuestos casos de espionaje industrial contra el gigante aeronáutico
Airbus y la multinacional francesa ThompsonCSF, para favorecer intereses comerciales estadounidenses. El escándalo propició la creación,
en 2000, de una comisión en el Parlamento Europeo. La investigación concluyó que la red >>>
Snowden descubrió el
espionaje de EE UU a
numerosos gobiernos
a través del NSA;
¿quién es el espía?
La candidata
presidencial
demócrata,
Hillary Clinton,
en una imagen
de la campaña
de 2016 (era su
segundo intento
por alcanzar la
presidencia),
recordada por
unas encuestas
tremendamente
igualadas y los
escándalos
políticos.
TRUMP, ¿EL MEJOR
ESPÍA RUSO?
íos de tinta se vertieron en su día por la supuesta injerencia rusa en la campaña electoral estadounidense de 2016: se orquestó una
campaña en redes sociales para socavar el proceso electoral y la reputación de la candidata demócrata, lo que habría ayudado a Donald Trump
a vencer a Hillary Clinton. Para las agencias de
inteligencia estadounidenses, la iniciativa habría
sido liderada por el propio Vladímir Putin (aunque
el Kremlin negó todas las actuaciones) y se habría
intentado repetir de nuevo, sin éxito, en la última
campaña electoral, en noviembre de 2020. Para
Luke Harding, que trabajó en el MI6 británico más
de 20 años, “la mejor operación de espionaje ruso
de la historia es la de Donald Trump”.
ASC
R
MUY HISTORIA 89
SHUTTERSTOCK
ESPIANDO.
Radiotelescopios
como el de la
imagen sirven a
la red ECHELON
para interceptar
comunicaciones
vía satélite.
España no forma
parte de ella,
pero comparte
informes. En
2003, se dijo que
el Ministerio de
Defensa utilizaba
las antenas de
Fresnedillas de la
Oliva (Madrid)
con este fin.
>>> “tiene como finalidad la interceptación, como mínimo, de comunicaciones privadas y comerciales. Y no de las militares”.
EL CASO ESPAÑOL
España cuenta con un sistema similar a la red
ECHELON, denominado Sitel, pero es preciso
solicitar permiso a un juez para utilizarlo porque
no todos los fines justifican los medios. En este
sentido, Fernando Suárez, presidente del Consejo
General de Colegios de Ingenieros Informáticos,
puede entender que “cuando se esté investigando el
terrorismo, los gobiernos tengan diferentes opcio-
nes para hacerlo, pero debe tenerse en cuenta que
no siempre está justificado: si uno no ha delinquido, no deberían poderse investigar sus actividades”.
Fernando Rueda, el periodista de referencia en
servicios secretos en España, considera a estos “líderes en tecnología. Su labor permitió detectar las
llamadas de los líderes de ETA en el sur de Francia
y propiciar la caída de una cúpula tras otra”. Como
explica, a día de hoy el CNI cuenta con 80 delegaciones en el mundo. “Una parte muy importante de
su trabajo se centra en el espionaje exterior, incluido el apoyo y protección a las empresas españolas
que participan en contratos internacionales. Se ha
empezado a hacer hace 15 años, cuando otros ser-
90 MUY HISTORIA
ROCA EDITORIAL
Fernando Rueda,
además de ser
autor de varios
libros (en la
imagen, portada
del último), habla
de temas actuales
e históricos
relacionados con
el espionaje y la
política en Materia
reservada, dentro
del programa de
radio La rosa de los
vientos (Onda
Cero).
SHUTTERSTOCK
ESPECIALISTA
EN ESPIONAJE.
vicios secretos lo hacen desde mucho antes: se ha
demostrado que la CIA, el servicio secreto francés
o el ruso se adelantaban a los contratos, protegiendo los intereses de sus empresas. Lo hacían mediante satélites espías, con escuchas y seguimientos
de personas, tratando de conocer las ofertas de los
demás competidores. Y no era para favorecer al Estado, sino a una gran empresa de su país y luchando, incluso, contra servicios secretos amigos, como
el francés”, detalla Fernando Rueda, que acaba de
publicar el libro Destrucción masiva, en el que narra la historia de espías españoles en Bagdad tratando de obtener información para el gobierno.
Jorge Chinea es responsable de Ciberseguridad en
Servicios Reactivos del Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE-CERT). “El riesgo cero no
existe, en ningún ámbito. Por este motivo, damos
respuesta a los incidentes en ciberseguridad tanto a
ciudadanos como a empresas y, además, ofrecemos
servicios preventivos. El objetivo es reducir mucho
ese riesgo”. Como recalca, la mayoría de empresas
en España son pequeñas y medianas, pero debe tenerse “un especial cuidado con los operadores críticos, los operadores de servicios esenciales y los
proveedores de servicios digitales. La información
es el principal activo de cualquier organización,
por lo que las medidas de ciberseguridad deben
centrarse en los empleados: si se implantan las
adecuadas, cualquier información estará protegida, con independencia de los dispositivos que se
utilicen, ya sean físicos o en la nube”.
La ciberseguridad se asienta sobre cuatro pilares.
El primero es la política de contraseñas y, como
apunta un refrán de informáticos, deben ser como
la ropa interior: no se deben compartir, no se deben enseñar y, de vez en cuando, deben cambiarse.
El segundo, las copias de seguridad. Son claves
ante el ramsonware o secuestros digitales de información que solicitan un rescate para recuperarla. El tercero son las actualizaciones. Con ellas
evitamos dejar agujeros de ciberseguridad en las
herramientas y dispositivos que utilizamos a diario. Y el cuarto y último pilar es, según Chinea,
“seguir incidiendo en formación y concienciación
en ciberseguridad, estando alerta a los diferentes
avisos que publica el INCIBE. En este sentido
existe el teléfono gratuito 017, que es confidencial
y que resuelve cualquier duda”. MH
ALBUM
La información es el gran
activo de una empresa:
la ciberseguridad ha de
centrarse en los empleados
LA REALIDAD SUPERA
A LA FICCIÓN
n 2011, Dreamworks –la productora de Steven Spielberg– adquirió los derechos de un
libro escrito por Daniel Domscheit-Berg,
mano derecha de Assange en WikiLeaks, que
se convirtió en 2013 en la película El quinto poder. En ella, Daniel Brühl encarna a DomscheitBerg y Benedict Cumberbatch recrea magistralmente la figura de Assange, quien, curiosamente, escribió al actor pidiéndole que no
participara en la producción. También Edward
Snowden tiene película. Oliver Stone, que ya ha
repasado las vidas de diversas personalidades
como John Fitzgerald Kennedy, Richard Nixon,
Fidel Castro o Hugo Chávez, escribió en 2014
el guión de la película Snowden, basado en dos
libros: The Snowden Files, de Luke Harding, y
Time of the Octopus, de Anatoly Kucherena. A
través de diferentes flashbacks, la cinta, protagonizada por Joseph Gordon-Levitt, muestra
la formación militar de Snowden, el papel clave
de su pareja, su ingreso en la CIA y el momento
en que decide desvelar las acciones de PRISM.
La cinta concluye con un cameo del propio
Snowden. Hay que mencionar aquí el premiado
(ganó un Oscar) documental Citizenfour (2014),
que recrea las conversaciones en el Hotel Mira de Hong Kong entre Laura Poitras (directora
del documental) y un extraño que se llamaba a
sí mismo ‘Citizen Four’ y que acabó identificandose como Edward Snowden.
La red ECHELON juega un papel fundamental
en dos cintas: El ultimátum de Bourne (2007),
la más taquillera de la saga protagonizada por
Matt Damon y ganadora de varios Oscars, y
Enemigo público, película trepidante dirigida
por Tony Scott en 1998 y protagonizada por Will
Smith, que da vida a un abogado que recibe una
cinta del asesinato de un congresista a manos
de agentes renegados del NSA.
E
Fotograma de El
quinto poder,
película de
2013 en la que
el actor
británico
Benedict
Cumberbatch
da vida al
fundador y
editor de
WikiLeaks,
Julian Assange.
MUY HISTORIA 91
EL PA PEL CL AV E Q U E J UG A RON
MUJERES ESPÍAS
La imagen de una fémina glamurosa que usa sus encantos para sonsacar
secretos al enemigo impregna la cultura popular, pero la realidad es que las
mujeres agentes secretas completaron algunas de las misiones más atrevidas
de la historia, usando todo lo que estaba a su alcance y arriesgándolo todo.
Su trabajo no fue reconocido ni a ellas se les dio la importancia que merecían
hasta el estallido de la Segunda Guerra Mundial.
CAROLINA DEL PRADO
PERIODISTA
92 MUY HISTORIA
CONVOCADAS PARA ESPIAR.
Fotograma de la serie A Call to Spy (2019)
de Netflix, que narra cómo en la Gran
Bretaña de comienzos de la Segunda
Guerra Mundial Churchill ordena a su
nueva agencia de espionaje, SOE, que
reclute y entrene a mujeres como espías.
L
as primeras mujeres espías aparecen ya
en la Biblia. En el Antiguo Testamento se
cuentan las historias de Judith y Dalila,
quienes, en el siglo XII a.C., desplegaron
sus armas de seducción para sonsacar toda la información posible a los hombres.
Durante siglos, informadoras como ellas sirvieron
a intereses relevantes de la política y, poco a poco,
el papel de las espías cobró importancia. Fueron
enfermeras, tenderas, damas de honor o, en muchos casos, mujeres nobles que pudieron recopilar
información porque pasaban desapercibidas y no
se creía que fueran políticamente activas. Además,
empleaban técnicas fascinantes en la recopilación
de datos y un ingenioso arsenal de herramientas,
como huevos crudos (que se ablandaban remojándolos en vinagre para luego introducir pequeños mensajes en ellos) o jugo de alcachofas (que
se usaba como tinta invisible que se podía revelar
con una simple vela).
En el siglo XVII encontramos ya nombres propios
como el de Luisa de Carvajal de Mendoza, que en
su segundo apellido lleva el sello de la que era entonces la familia más poderosa de España –junto
con los Medinaceli– y que se educó en la corte de
Felipe II. Luisa eligió un destino peculiar: viajar a
Inglaterra, la tierra de los protestantes británicos,
para convertir herejes. Respaldada por la red política y de espías católicos tejida en torno al Colegio
Inglés de Valladolid, que conspiró para derrocar
a Jacobo I y recuperar el trono británico para el
catolicismo, llegó a Londres en 1605. Fue perseguida, entre otras cosas, por su participación en la
Conspiración de la Pólvora, el intento de volar el
Parlamento durante una visita real, y finalmente
sería detenida y puesta en libertad poco antes de
morir. Luisa comparte siglo con Elizabeth Stuart,
reina de Bohemia, quien encontrándose exiliada
en La Haya envió numerosas cartas escritas con
tinta invisible o llenas de criptografía, códigos secretos, mensajes cifrados.
NETFLIX
LA MUJER MÁS BELLA DE EUROPA
Zofia Potocka fue otra mujer intrépida que acabó
convertida en espía rusa. Nació como Zofía Clavone en 1760 en la ciudad turca de Bursa, aunque
se crió en Grecia. Aún no tenía 17 años cuando
su madre vendió a sus dos hijas al embajador de
Polonia, Karol Boscamp-Lasopolski, quien la
mantuvo como su amante durante un tiempo y
luego la prostituyó. El conde polaco Józef Wittl la
compró y se casó con ella en 1779. Zofia triunfó enseguida en las recepciones de los salones de
Europa: Berlín, Hamburgo, Viena, Roma, Venecia
y, sobre todo, París, donde conoció a María Antonieta. Considerada “la mujer más bella de >>>
MUY HISTORIA 93
lia. Era sabido que a Napoleón III le gustaban las
mujeres hermosas, por lo que convencieron a la
condesa para que fuera a París. Allí llegó en 1855
en calidad de espía para convencer al emperador
de que le convenía atacar al enemigo austriaco. Se
la llegó a conocer como la Mujer del Amor Imperial; fuera por su influencia o no, la guerra francoaustríaca comenzó en 1859 y jugó un papel crucial
en la unificación de Italia.
AGE
MATA HARI, LA ESPÍA MÁS ICÓNICA
SANSÓN
Y DALILA.
Victor Mature y
Hedy Lamarr
dieron vida en
1949 a estos
personajes
bíblicos,
protagonistas
de un caso de
espionaje. A
cambio de unas
monedas, Dalila
recibe el
encargo de los
filisteos de
averiguar el
secreto de la
fuerza de
Sansón. Lo
seduce y
descubre que
está en su
cabello.
>>> mantuvo amoríos con hombres poderosos y
fue cortejada por monarcas y ministros. Durante
la guerra ruso-turca (1787-1792), entabló una relación con el príncipe ruso Potemkin (el comandante de Catalina la Grande), desempeñando un
papel fundamental en la red de agentes de este en
el sur de Polonia. En 1791, Zofia lo acompañó a
San Petersburgo, donde fue presentada a la nobleza como su amante oficial. Compatriotas de su
tiempo escribieron: “Era hermosa como un sueño.
Todos los que la han visto admiraron su belleza,
que encendía fuego en el corazón de los hombres
y envidia en los ojos de las mujeres”.
Ya en el siglo XIX, otra mujer fue clave para la
unificación de Italia, la florentina Virginia Oldoni (1837-1899), condesa de Castiglione. Fue el
primer ministro del rey italiano Víctor Manuel II
quien propuso utilizar los servicios de su prima
Virginia para influir en el emperador francés, Napoleón III, para que se enfrentara a Austria y que
esta abandonara los territorios ocupados en Ita-
Después de un matrimonio miserable en las Indias
Orientales Holandesas, esta mujer nacida en 1876
en Holanda como Margaretha Geertruida Zelle se
reinventó a sí misma como la diva del París de la
Belle Époque, donde sus bailes sensuales le abrieron las puertas de la alta sociedad europea. Era
una celebridad, una legendaria femme fatale conocida por sus bailes exóticos, entre cuyos amantes estaban ministros, industriales y generales. Pero llegó la Gran Guerra (1914-1918) y el mundo
cambió. Ahora esos hombres podían ofrecerle algo
más que dinero y sexo: muchos de ellos eran una
gran fuente de información y eso la convirtió en la
espía más célebre de la historia.
En 1916, después de una breve estancia en Londres, donde fue interrogada por el servicio de
seguridad británico, el MI5, Mata Hari regresó a
Francia a través de España. En Madrid conoció a
Arnold von Kalle, el agregado militar alemán. Fue
un telegrama de von Kalle, interceptado por la inteligencia francesa, lo que le trajo la ruina. En él
este hablaba a los altos mandos de Berlín de cierto
agente H21, del que daba direcciones y datos bancarios. Incluso se mencionaba a la fiel doncella de
Mata Hari. Nadie podría tener dudas de que la holandesa era el agente H21. Fue detenida, juzgada y
condenada a muerte.
Se la acusó de ser una agente a sueldo de Alemania, de recopilar secretos de los oficiales aliados
con los que se acostó y transmitirlos al enemigo,
lo que llevó a espeluznantes afirmaciones en los
periódicos sobre su responsabilidad en el envío de
miles de soldados aliados a la muerte. Sin embargo, a lo largo de los años, muchos historiadores
han salido en su defensa. Para algunos fue sacrificada porque los franceses necesitaban encontrar
un espía al que culpar de su sucesión de reveses
Probablemente, Mata Hari fue una agente doble
traicionada tanto por los franceses como por los
alemanes: la ingenuidad la llevó a la muerte
94 MUY HISTORIA
en la guerra. En este sentido, arrojó nueva luz la
publicación en 2017 por el Ministerio de Defensa francés de documentos nunca antes vistos, que
incluían transcripciones de su interrogatorio por
parte del servicio de contraespionaje francés en
1917 y del telegrama a Berlín del agregado militar
alemán en Madrid. Telegrama que condujo a la
detención de Mata Hari en un hotel de los Campos Elíseos y que luego sirvió como pieza clave de
prueba en su breve juicio. Según algunos historiadores, todo este episodio del telegrama es sospechoso. Al parecer, los franceses habían descifrado
hacía mucho tiempo el código en el que estaba
escrito y los alemanes sabían que los franceses lo
habían descifrado. Y, aun así, Von Kalle lo envió.
En otras palabras, quería que los franceses lo leyeran y los franceses querían leerlo.
Sea como fuere, en la mañana del 15 de octubre
de 1917, un vehículo militar salió de la prisión de
Saint-Lazare, en el centro de París, llevando a bordo a una holandesa de 41 años con abrigo largo y
sombrero ancho de fieltro que una década antes
había tenido Europa a sus pies. Fue ejecutada por
un pelotón de fusilamiento al que miró altivamente (se negó a que le vendaran los ojos).
ORGA NIZACI
ONES.
En la República
surgieron
numerosos
grupos políticos
y sociales
reivindicativos
de la igualdad
de mujeres
y hombres,
Durante los seis años de conflicto, 3.200 mujeres
fueron reclutadas y sorprendieron a todos con sus
infalibles técnicas, su valor y su eficacia. Las medallas en el campo del espionaje ya no se las podían colgar solo los hombres: era evidente que el
trabajo de estas mujeres cambió la historia.
Christine Granville fue una de ellas. Esta condesa polaca, nacida como Krystyna Skarbek, fue la
primera mujer agente especial de Gran Bretaña y
la espía favorita de Winston Churchill. La joven
polaca ansiaba el peligro, quizás porque su misma
existencia era peligrosa al ser judía (su madre era
la rica heredera de una familia judía de banqueros). Cuando en 1939 los alemanes invadieron Polonia, seguidos rápidamente por los rusos, Christine, que estaba en Londres, sintió la necesidad de
hacer algo por su país. Presentó un plan al servicio
secreto británico en el que se ofrecía a repartir allí
propaganda británica con noticias positivas que
alimentaran la resistencia. Y lo hizo, acompañada
del esquiador olímpico Jan Marusarz, que la escoltó por los montes Tatras desde Hungría en un frío
invierno. Christine se convirtió en una parte vital
de la Resistencia, sacando de contrabando información de la inteligencia de Polonia a los aliados
y usando su ingenio para evitar ser capturada una
y otra vez, incluida aquella en la que se mordió
la lengua para toser sangre y fingir tuberculosis.
Gracias a su valor, a su sagacidad, a que era maes-
GETTY
ESPIAR EN LA II GUERRA MUNDIAL
tra en el arte del engaño y la manipulación y a esa
bendita sonrisa capaz de convencer de lo que fuera
a los oficiales de la Gestapo, fue, en palabras de sus
coetáneos, el mejor espía que tuvo la causa aliada. Tras la guerra llevó una existencia un tanto sin
rumbo, y finalmente fue apuñalada por un admirador obsesionado. Cuando a la hija de Winston
Churchill, Sarah, le propusieron interpretar a la
polaca en una película, reconoció que Christine
era la espía favorita de su padre.
Dotada de deslumbrante belleza y dotes de seducción, la estadounidense Amy Elizabeth Thorpe (1910-1963), más conocida como Betty Pack,
era una mujer perfecta para el espionaje. Cuando
su marido, el segundo secretario de la embajada
británica, fue trasladado a Madrid poco antes de
la Guerra Civil, Amy era ya conocida por la inteligencia británica, pues uno de sus aman- >>>
UNA MUJER
NUEVA.
Margaretha Zelle
posa en 1906
con las exóticas
y escasas ropas
de Mata Hari.
Hacía poco que
la holandesa se
había
reinventado
como bailarina
bajo este
nombre artístico
que significa
“ojo del día” en
malayo.
MUY HISTORIA 95
SHUTTERSTOCK
ESPÍAS DE LA RESISTENCIA
Sello postal
británico que
homenajea la
figura de Noor
Inayat Khan,
pacifista
musulmana,
espía británica y
heroína de la II
Guerra Mundial.
D
ecenas de mujeres notables
desempeñaron un papel
clave en la Resistencia (muchas pertenecían al Ejecutivo de
Operaciones Especiales que causó estragos en la Europa ocupada), algo que fue reconocido por
el propio presidente Eisenhower
al terminar la guerra. Una de ellas
fue la congoleña Jane Vialle, que
estaba trabajando como periodista en París cuando se desató
el conflicto. Como agente encubierta para la Resistencia francesa
en el sur del país, Vialle recababa
información sobre los movimientos de las tropas nazis que enviaba a los aliados. Fue capturada
en 1943 y acusada de traición,
pero había codificado la información obtenida tan bien que fue
indescifrable. Enviada primero a
un campo de concentración y luego a una prisión para mujeres en
Marsella, sobrevivió a la guerra.
Como también la neozelandesa
Nancy Wake, quien en 1939 decidió renunciar a su buena vida
en Marsella y convertirse en conductora de una ambulancia que
compró su marido multimillonario.
De hecho, utilizó la riqueza de este tanto como pudo para la causa. Ayudó a cientos de militares
aliados caídos y presos políticos
a escapar a Inglaterra a través de
España cruzando los Pirineos. Era
la fugitiva número uno para la Gestapo (su cabeza valía 5 millones de
francos), que la llamaba el “ratón
blanco” por su capacidad para
evadir la captura. Fue arrestada,
>>> tes le había presentado a lord Beaverbrook,
magnate de la prensa, y a través de él a la élite del
espionaje. Fue reclutada y , además de ayudar a
transportar suministros de la Cruz Roja a las fuerzas fascistas, ayudó a escapar a sublevados, coordinó la evacuación del personal diplomático británico y se involucró en otros asuntos, hasta que una
mujer celosa la acusó de ser una espía republicana.
En otoño de 1937 la familia se marchó a Varsovia,
donde, mientras su esposo trabajaba en la embajada británica, ella colaboraba con el servicio secreto. Sedujo al oficial polaco Edward Kulikowski y al
conde Michal Lubiński, ayudante del ministro de
Asuntos Exteriores, Józef Beck. Gracias a ello, los
ingleses conocieron las negociaciones secretas de
Beck con Hitler para evitar la guerra y los avances
de unos matemáticos polacos para romper la clave
de la máquina encriptadora Enigma.
Cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, el
canadiense William Stephenson, entonces al frente del MI6, la bautizó con el nombre en clave de
‘Cynthia’ y la envió a Washington D.C. bajo la tapadera de periodista. Primero sedujo al agregado
naval italiano para obtener los códigos secretos de
96 MUY HISTORIA
pero escapó a Gran Bretaña, se
unió al S.O.E. y regresó a Francia
para luchar en la Resistencia. Se
convirtió en la jefa de 7.000 guerrilleros, participó en redadas y mató
con sus propias manos a un agente de las S.S. Murió en Londres a
los 98 años.
Y curioso es el caso de Noor Inayat Khan, quien, a pesar de su
débil complexión física y de las
creencias pacifistas que le inculcó
su padre (descendiente de la realeza india), sorprendió al mundo
por su valor. Con 26 años (había
nacido en 1914 en Moscú) se unió
a la WAAF, la sección femenina
del ejército inglés, donde lo aprendió todo sobre las comunicaciones por radio. Aunque no pasó
las pruebas de resistencia, ni los
simulacros de interrogatorios, su
determinación y su dominio del
francés la convertían en una perfecta candidata para trabajar con
la Resistencia y se convirtió en una
pieza clave como espía del SOE
Traicionada por un agente doble,
fue torturada por la Gestapo, pero
mantuvo su coraje hasta el final,
sin delatar a sus compañeros. En
1944 fue fusilada en Dachau.
la Regia Marina italiana; luego, en 1941, al capitán
Charles-Emmanuel Brousse, agregado de prensa
en la embajada de Francia en Washington (con
quien acabaría casándose en 1945), que le pasó copias de telegramas, archivos y cartas del gobierno
de Vichy, así como los códigos de la flota francesa,
que fueron usados para ayudar a la flota de invasión en el norte de África en 1942, en la Operación
Torch. Después, Cynthia fue mantenida al margen de las operaciones hasta el final de la guerra
y trabajó en Londres para el MI6 en la Dirección
de Operaciones Especiales (SOE). Cuando murió,
la revista Time escribió que “usaba el dormitorio
como Bond usa una Beretta”.
LAS CHICAS DE VERA
De todas las mujeres espías durante la Segunda
Guerra Mundial, Vera Atkins fue quizás la más
poderosa y, a la vez, la más misteriosa, pues su
papel en la inteligencia británica es enigmático.
Era una joven rumana judía (su nombre real era
Rosenberg) que trabajaba en Bucarest cuando conoció al canadiense William Stephenson, que le
presentó al embajador alemán en Rumanía para
obtener información de él. La estratagema funcionó. Vera comenzó a recopilar información para los
británicos mientras trabajaba como traductora
para Stephenson. En los años previos a la guerra,
pasó información a Churchill, quien, desde su
exilio político, arremetía contra Hitler, mientras
el gobierno inglés trataba de calmarlo creyendo en
las promesas nazis. Cuando Churchill regresó al
poder, Vera fue asignada a un puesto de alto rango
en el SOE (Special Operations Executive), creado
para el espionaje y el sabotaje en la Europa ocupada por los nazis y conocido como “el ejército
secreto de Churchill”.
Inglaterra necesitaba el apoyo estadounidense en
las labores del SOE, pero estos estaban reticentes.
Aun así, Roosevelt envió a su jefe de inteligencia,
William Donovan, para ver la situación europea
sobre el terreno, y Churchill se aseguró de que pasara tiempo con Vera, quien, en lugar de impresionarle con cenas elegantes, lo llevó al corazón del
SOE, donde estudiantes universitarios trabajaban
para traducir códigos y ciudadanos comunes, aficionados mal pagados, ponían toda su imaginación en crear armas inverosímiles. Impresionado,
consiguió que Roosevelt le permitiera regresar para controlar el progreso del SOE. La colaboración
de ambos países fue decisiva.
Y fue la eficiente Vera Atkins quien reclutó a la
estadounidense Virginia Hall, que había llegado
a Londres tras verse obligada a huir de Francia
cuando esta se rindió a Alemania. Vera la envió
a Lyon como colaboradora del New York Post,
siendo la primera mujer del SOE en ser enviada
a Francia. Ayudó en el contrabando, tanto de información como de prisioneros, agentes y suministros, y pronto se convirtió en una mujer muy
buscada. En los carteles alemanes era llamada la
‘dama coja’, pues hacía años que se había disparado en el pie en un accidente de caza y tenía una
pierna de madera y una evidente cojera. Se dice
que Klaus Barbie, ‘el carnicero de Lyon’, tenía especial interés en ella; en concreto, en poner sus
manos sobre esa pierna.
Cuando la situación se volvió demasiado peligrosa, Hall huyó de Francia a través de los Pirineos.
Ya en Gran Bretaña, se unió al OSS, la versión
estadounidense del SOE (y futura CIA), y la enviaron de regreso a Francia como operadora de
radio para espiar a la inteligencia alemana. Ade-
ASC
Responsable de reclutar a decenas de mujeres para
la inteligencia británica, Vera Atkins fue quizás la
espía más poderosa de la II Guerra Mundial
más, organizó entregas de suministros a casi 1.500
combatientes para ataques de sabotaje contra las
líneas ferroviarias, los túneles y los puentes utilizados por los alemanes.
Pearl Cornioley fue otra de esas mujeres reclutadas por Vera Atkins. Criada en París por padres
ingleses, terminó de mecanógrafa para el gobierno inglés, pero dejó muy claro que quería trabajar
con la Resistencia francesa. Vera Atkins se enteró y
la reclutó para el SOE. Pearl, que destacó como el
mejor tirador, hombre o mujer, que había pasado
por un entrenamiento, fue enviada a Francia. Vivía
en el bosque y organizaba entregas de suministros
y explosivos para armar a la Resistencia. Se convirtió en una experta en la guerra de guerrillas y su
fotografía terminó en carteles alemanes que prometían una recompensa de un millón de francos,
lo que no disuadió a los voluntarios de acudir en
masa a ella (llegó a estar a cargo de 3.500). Cuando
le ofrecieron la medalla al mérito civil por su papel
en la guerra –los reconocimientos militares no se
ofrecían a las mujeres–, la rechazó. “No había nada
ni remotamente ‘civil’ en lo que hice. No me sentaba detrás de un escritorio en todo el día”, dijo. MH
LA ‘DAMA
COJA’.
Sobre estas
líneas, Virginia
Hall –la espía
más buscada
por la Gestapo,
que ayudó a
los aliados a
liberar París–
recibiendo, en
septiembre de
1945, la Cruz
de Servicios
Distinguidos
de manos del
general
Donovan, padre
de la inteligencia
estadounidense
y creador de la
OSS.
MUY HISTORIA 97
L A IM AG IN ACIÓN EN EL M U N DO DEL ES PION A J E
AGENTES
DE FICCIÓN
Llevan un siglo espiando desde las novelas, el cine, los cómics y la televisión.
Tuvieron su momento de glamur, el de aventuras llenas de explosiones y hasta el
cómico, pero también el de poner los pies en la tierra con realismo. Fuera quien fuera
su creador, todos los espías de ficción del mundo perdieron el año pasado a su alma
máter, John le Carré, el autor que dio la vuelta al género y lo lanzó a la modernidad.
Ya nadie podrá inventar espías sin esta gran referencia, pero nacerán nuevos agentes
y muchos, sobre todo, gracias a la nueva era que vive la televisión.
98 MUY HISTORIA
MARTA RIVERA
PERIODISTA
S
LOS PRECURSORES
Sin embargo, la cosa empezó mucho antes. Los expertos en la materia coinciden en señalar El espía,
del norteamericano James Fenimore Cooper, como
primera narración moderna del género, aunque algunos antecedentes nos llevarían nada menos que
a la antigua China, donde, durante la dinastía Yuan
(siglos XIII-XIV), Lo Kuan-Chung habría escrito el
primer libro de ficción sobre el tema, que al parecer
fue traducido al inglés con el título The Romance of the Three Kingdoms (La novela de los tres
reinos). No es propiamente una novela de espías,
sino una de las obras de ficción más populares en
la historia de Asia, que narra una interminable saga
de batallas y traiciones, y donde también aparecen
espías, eso sí. Nada nuevo bajo el sol, pues ya Sun
Tzu, en su famoso tratado El arte de la guerra (en
torno al siglo VI a.C.), hablaba de la conveniencia
del uso de espías y daba abundantes instrucciones
sobre cómo debían ser utilizados.
Volviendo a la novela de Fenimore Cooper, su
condición de precursora del espionaje de ficción
está fuera de toda duda. Publicada en Estados
Unidos en 1821, la obra nos cuenta la aventura
del patriótico buhonero Harvey Birch, que, residiendo en el llamado territorio neutral y aparen-
BOND, EL
AGENTE QUE
LO CAMBIÓ
TODO.
Cartel de
Octopussy (1983),
la película nº 13 de
la saga de James
Bond, que ya había
producido Desde
Rusia con amor,
Goldfinger o
Diamantes para la
eternidad. Después
vendrían Panorama
para matar,
Goldeneye, Skyfall,
Casino Royale,
Spectre... La
última, Sin tiempo
para morir, se
estrenará en abril
de 2021.
Sean Connery,
Roger Moore,
Timothy Dalton,
Pierce Brosnan y
Daniel Craig han
dado vida a 007 en
las 25 películas
oficiales.
AGE
i el espionaje es una práctica tan antigua casi como la propia humanidad, no puede decirse lo mismo de
su variante de ficción, que es un fenómeno relativamente reciente. Durante siglos, ningún autor de ficción
se ocupó de los espías y estos tardaron lo suyo
en encontrar su sitio dentro de las artes creativas.
En la ficción ha habido espías de varios tipos y
tendencias, y a la cabeza están los dos personajes
que representan las variantes más conocidas del
género: James Bond y George Smiley. Si el primero, creado en 1952 por Ian Fleming, encarna
su versión más fantástica y desorbitada, tanto por
las características sobrehumanas del personaje
como por la dimensión de las aventuras en que se
ve envuelto, el segundo, aparecido por vez primera en Llamada para el muerto (1961), de John le
Carré, buscaba plasmar el aspecto más realista de
la profesión, donde la existencia es deprimente y
monótona, la astucia y la doble cara (no el doble
cero) son las principales armas y el éxito profesional no trae aparejada necesariamente la felicidad
personal, más bien al contrario. Estas dos caras
de la moneda son las que han ayudado a enfocar
el mundo de los espías imaginarios en los últimos
cuarenta años, hasta el punto de que es difícil encontrar hoy en día un agente secreto que no sea
deudor de alguno de ellos.
tando simpatizar con las tropas realistas, adquiría
información que transmitía a los rebeldes. Es la
primera vez, por tanto, que los lectores de novelas
se encuentran con un espía en toda regla; es decir,
un personaje anónimo cuyo cometido es la obtención y transmisión de información confidencial,
que además desarrolla su trabajo en el marco de
un importante conflicto político o bélico. Ochenta años después, Rudyard Kipling creará otra de
las obras precursoras del género, Kim de la India
(1901). Su protagonista, un huérfano que crece en
las calles de Lahore durante la época colonial británica en la India, se convierte en un buscavidas
y espía británico.
Pero estas son excepciones. Todavía los lectores
de ficción –y buena parte de los escritores– no
tenían demasiado claro en qué consistía eso de
ser espía, y lo normal es que estos personajes tendieran a aparecer sobre todo dentro de la novela policíaca, generalmente como adversarios de
mentes tan preclaras como Sherlock Holmes y
Auguste Dupin, que tuvieron sus más y sus menos
con agentes enemigos de sus respectivos países.
Pero el trabajo de estos detectives solía limitarse
a encontrar algún documento y muy poco o nada
se nos aclaraba en estas historias sobre el funcionamiento y estructura de los servicios de inteligencia, que aún no se habían desarrollado. >>>
MUY HISTORIA 99
EL MAESTRO
DEL
SUSPENSE.
ASC
En 1935, el
británico Alfred
Hitchcock
dirigió 39
escalones (a la
dcha., cartel
original),
película que lo
empezaría a
confirmar como
maestro del cine
de suspense.
También
Sabotaje (1942)
o Con la muerte
en los talones
(1959) se
basarán en la
idea de un
hombre
inocente que
huye de la
justicia.
>>> LOS MODERNOS AGENTES
DE INTELIGENCIA
El espionaje como género de ficción pertenece a
los últimos cien años. Según apunta el historiador
canadiense Wesley K. Wark, “la revolución de la
inteligencia (entendida en su aspecto de espionaje) es un fenómeno característico del siglo XX”.
No solo porque a principios del mismo es cuando
los gobiernos sientan las bases del espionaje moderno, sino también porque la llegada de los grandes conflictos bélicos, como la I Guerra Mundial,
contribuye a disparar la paranoia del público
sobre lo que el enemigo pudiera o no saber sobre los secretos del país. Así, coincidiendo con
los albores de la Gran Guerra, en Gran Bretaña
un puñado de escritores de misterio, tan patriotas como sensibles a las corrientes del mercado,
crearon el género de espionaje. Y con la llegada de
las primeras narraciones de agentes secretos, llega
también un tópico argumental del género, quizá
el que más se repetirá en las siguientes décadas:
el del espía como pieza clave, que con su esfuerzo
individual consigue cambiar el curso de los acontecimientos, sean estos una guerra inminente o
la eliminación de alguna personalidad relevante
(cosas que raras veces, por no decir nunca, se han
dado en el mundo del espionaje real).
100 MUY HISTORIA
Inglaterra fue el país que explotó al máximo el espionaje de ficción, teniendo como tenía una larga
escuela de escritores de misterio y una más larga
historia de conflictos internacionales que propiciaban todo tipo de tramas. Antes de la I Guerra
Mundial, destacaron autores como William Le
Queux y E. Phillips Oppenheim. Siguió sus pasos
John Buchan, que en las seis obras protagonizadas
por su personaje Richard Hannay narraba las amenazas de pérfidas agencias extranjeras. La más conocida de la serie fue Los 39 escalones, seguramente
por la adaptación al cine de Alfred Hitchcock, director británico que utilizaría el espionaje como tema
argumental de varias de sus películas, como Sabotaje (1936) o Encadenados (1946), entre otras.
Estas obras entraban de lleno en la tradición de las
novelas populares cuyo único objetivo era el entretenimiento, con lo cual sus autores no podían
perder el tiempo adentrándose en los jardines de
la creación de personajes complejos, la profundización psicológica o la verosimilitud. Pero las cosas
comenzaron a cambiar en el período de entreguerras cuando llegaron al género varios escritores de
altura, alguno de los cuales, además, había trabajado en los servicios de inteligencia.
Así, William Somerset Maugham inauguró la variante de novela de espionaje realista con Ashenden (1928), donde retrataba las tareas de inteligencia durante la I Guerra Mundial centrándose en la
historia humana y la percepción de su misión y del
escenario en general que tenía el protagonista. Fue
la primera vez que la máscara impasible del espía
comenzó a resquebrajarse para dejar entrever un
rostro humano.
NAZIS Y KGB, MALVADOS ENEMIGOS
Paralelamente, los espías comenzaban a abrirse camino en el cine, donde algunos grandes directores empezaron a prestarles atención, si bien
generalmente lo hacían como excusa para narrar
apretadas tramas de intriga, o de eso que se solía
llamar ‘de amor y lujo’: Fritz Lang, todavía en su
etapa alemana, tocaría el tema en 1928 con Spione,
donde el protagonista, llamado Agente 326, debía
desmantelar una red de espías enemigos, misión
El espionaje como género
de ficción pertenece a
los últimos cien años:
nació en los albores de
la I Guerra Mundial
AGE
que se le complicaba cuando aparecía la inevitable
chica. En 1932, Greta Garbo protagonizaba Mata
Hari, dirigida por George Fitzmaurice, donde la
trama se centraba en el glamur que rodeaba las
aventuras sentimentales de su protagonista. Esta
relativa frivolización del género continuaría en los
años siguientes, si bien con excepciones tan notables como Operación Cicerón (1952), de Joseph L.
Mankiewicz, sobre las actividades de un espía real
que estuvo al servicio de Alemania durante la Segunda Guerra Mundial.
A medida que esta guerra quedaba atrás y las grandes potencias se adentraban en la Guerra Fría, el
bloque soviético sustituyó a los alemanes como
principal enemigo y proliferaron los malvadísimos
–generalmente chinos o soviéticos– cuyo grado de
vesania era tal que justificaban cualquier acción
por parte del héroe.
Esta dualidad Occidente-Oriente se trasladó a las
primeras series televisivas de espionaje. En Cinco dedos (1959), Victor Sebastian era un agente
norteamericano camuflado como comunista en
Europa. Al año siguiente, la inglesa Cita con la
muerte (Danger man), protagonizada por Patrick
McGoohan, narró las aventuras del agente de la
OTAN Drake, John Drake (sí, se presentaba así).
Y en 1962, Patrick Macnee comenzó a interpretar
el papel de su vida en Los vengadores, recordada
por el bombín y el paraguas que formaban parte
invariable del vestuario de su protagonista y por
sus tramas fantasiosas, si bien en sus primeros episodios tenía un tono mucho más realista. No comenzó a introducir aparatos de ciencia-ficción y
villanos megalómanos hasta que tuvo que rendirse
a la creciente influencia de otro agente inglés, 007.
Con los años 60 llegó una cierta relajación de las
tensiones, que no tardaría en desembocar en la frivolización del género, gracias a Bond y derivados.
LA GARBO.
El enemigo a combatir dejó de tener necesariamente tintes políticos para ser paulatinamente sustituido por el malvado megalómano sin ideología
definida, cuyo único propósito era apoderarse del
planeta o destruirlo. El lujo y el sexo, dos elementos
habitualmente ausentes del mundo del espionaje,
se convirtieron en imprescindibles.
Había nacido el espía pop, que siguió dos caminos
diferentes en la novela y en el cine: en la primera, apareció una profusión de superagentes que
combinaban un carácter implacable con una habilidad sobrenatural para ligar. Entre ellos cabe
citar a Malko Linge, más conocido como SAS (Su
Alteza Serenísima). Creado a principios de los 60
por el escritor francés Gerard de Villiers, era >>>
Fotograma de la
película Mata
Hari. Nadie
mejor que la
divina Greta
Garbo para dar
vida a la espía
más famosa
de todos los
tiempos. Fue en
1931 cuando la
‘esfinge sueca’
se metió en la
piel de la
bailarina
holandesa en la
que sería una de
sus películas
más célebres.
NUEVOS ESPÍAS TELEVISIVOS
ra imposible que la fiebre por las series propiciada por las plataformas
digitales se quedase al margen del
mundo de los espías. Los nuevos agentes televisivos están más pegados a la
realidad, aunque hay margen para la
fantasía como en Counterpart, buena
mezcla de Guerra Fría, espionaje y realidades paralelas. Entre las series más
celebradas está The Americans, que nos
adentra en el corazón del espionaje ruso
de los 80, en plena Guerra Fría, a través
de dos espías del KGB que fingen ser
un matrimonio estadounidense corriente. También en tiempos de la Guerra Fría
E
ocurre The Game, sobre las andanzas de
un selecto grupo de agentes del servicio británico de inteligencia. Homeland,
que gira entorno a Oriente Medio y la
localización de células terroristas, nos
regala un personaje maravilloso, el de la
agente bipolar de la CIA Carrie Mathison
(Claire Danes). Sobria, repleta de amargura y de traiciones internas (hay que localizar a quien filtra secretos de la CIA),
Berlin Station nos acerca a la profesión
de espía desde un punto de vista muy
cotidiano. También a Alemania nos traslada Deutschland 83 y Deutschland 86,
que nos devuelve a la época del telón de
acero a través de Martin Rauch, un guardia de la República Democrática Alemana que será reclutado por la sección de
exteriores de la antigua STASI para infiltrarse en la República Federal Alemana.
En esta línea hiperrealista está Oficina
de infiltrados, en la que hay geopolítica,
luchas de poder, escenarios internacionales, acción, sexo y tensión.Y no podemos olvidar Turn: espías de Washington,
basada en la novela de Alexander Rose
sobre un grupo de colonos americanos
reclutados para ejecutar misiones de inteligencia en el Nueva York en manos de
los británicos.
MUY HISTORIA 101
ASC
GETTY
John le Carré
posa en 2016
en el Festival
Internacional de
Cine de Berlín
durante el
estreno de la
miniserie El
infiltrado,
basada en su
novela
homónima.
LOS
VENGADORES.
Sobre estas
líneas, Patrick
Macnee y Linda
Thorson, en
1968, dando
vida a John
Steed y Tara
King, sus
personajes en
Los vengadores,
serie de
televisión
británica emitida
entre 1961 y
1969.
>>> un príncipe centroeuropeo metido a agente
de la CIA, que recorría el mundo viviendo aventuras donde el sexo y la violencia primaban sobre
la verosimilitud. También citaremos a Matt Helm,
creado por el estadounidense Donald Hamilton en
1960, y cuyo trabajo era provocar accidentes fatales para los blancos que le asignaba una misteriosa
agencia gubernamental; y a Modesty Blaise, creada
por Peter O’Donnell: excelente tiradora, maestra
en artes marciales y siempre enfundada en cuero
negro, esta agente era independiente tanto a la hora
de aceptar misiones –no pertenecía a ningún servicio secreto– como a la de elegir pareja.
agente secreto (1966) y F de Flint (1967), recordado por poseer un encendedor que era una parodia
de los gadgets bondianos.
Por su parte, los creadores de los nuevos superespías de papel destacaban por su prolífica producción, que da una idea del concepto de sus obras
como producto, casi, de usar y tirar. No obstante,
hubo autores que no estaban dispuestos a seguir
por esa corriente, sino más bien a continuar profundizando en los entresijos del universo político,
moral y psicológico por donde se movían unos espías más reales. Uno de ellos fue Len Deighton, que
en obras como Funeral en Berlín o Ipcress creó a
un agente sin nombre (llamado Harry Palmer en el
cine e interpretado en tres
ocasiones por Michael Caine) que desempeñaba su
trabajo espoleado por una
mezcla de profesionalidad
y cinismo, rasgos imprescindibles para desenvolverse en un mundo donde
la frontera entre malos y
buenos apenas quedaba demarcada.
En
los
años
60,
el
lujo
y
DE LA FRIVOLIDAD A
LA REALIDAD
el sexo, ausentes hasta
El cine, por su parte, optó
mayormente por buscarle entonces del mundo del
competencia a 007, adaptando a otros agentes de espionaje, se convirtieron
ficción en producciones
donde se reducía la vioen
imprescindibles
lencia original y se exacerbaban la acción inverosímil y las chicas ligeras de
ropa. Matt Helm es un buen ejemplo de esto, pues
su adaptación al cine prescindió de su condición
de asesino para convertirlo en una especie de playboy interpretado por un indolente Dean Martin. Al
margen de las producciones que rayaban la parodia
(sobre todo europeas), el cine padeció una oleada
de clones de Bond, que intentaban acercarse al glamur y el espectáculo de las películas originales imitando todo lo posible sin entrar en el plagio. Entre
los más notables estaba el agente Derek Flint, interpretado por James Coburn en dos películas, Flint,
LLEGAN LOS MAESTROS
No podemos olvidar que, en 1980, Graham Greene, que había tocado el espionaje de forma intermitente en su obra, consiguió una de las mejores
novelas del género –y de la época– con El factor
humano, pero el verdadero maestro del género fue,
sin duda, John le Carré, que se adentró en un mundo donde los blancos y negros se difuminaban y la
verdad, si es que existía, solía aparecer envuelta en
AIRES RENOVADOS EN LITERATURA
diferentes tonos de gris. Como gris fue su personaje legendario, George Smiley, convertido por méritos propios en el anti-Bond. Usando como armas
principales su cerebro y su paciencia, no se encaraba con genios del mal, sino con enemigos mucho
más reales y peligrosos, como los agentes soviéticos
infiltrados en el Servicio Secreto inglés. Su triunfo
sobre Karla, su contrapartida soviética, no trajo a
Smiley la satisfacción personal, ni le consoló por las
continuas infidelidades de su esposa. Esta aura de
pesimismo es una constante en las principales obras
de Le Carré, cuyos personajes se mueven en un entorno autodestructivo, y solo una férrea determinación de aferrarse a sus principios puede salvarles –y
no siempre– de la aniquilación.
Las novelas de Le Carré fueron rápidamente adaptadas: Llamada para el muerto (1967), El espejo de
los espías (1970) o, la mejor, El espía que surgió del
frío (1965), en una tendencia que se prolongó en
la década siguiente con cintas de la importancia de
Los tres días del Cóndor (1975), protagonizada por
Robert Redford. También Hitchcock siguió usando
el espionaje como excusa argumental, actualizándolo a los conflictos del momento como en Cortina rasgada (1966), con Paul Newman.
Pero los años 90 volvieron a trastocar las reglas del
juego, sumiendo al género en un mundo mucho
más complicado donde la desaparición del bloque
soviético eliminó el referente de un enemigo claro
y principal. Al mismo tiempo, la tecnología parecía
estar dejando fuera de lugar a unos profesionales
que llevaban a cabo su trabajo entre cafés, cabinas
de teléfonos y microfilms, y la acción se trasladó de
Europa del Este a lugares tan dispersos como la ex
Unión Soviética, los países musulmanes y Latinoamérica, al tiempo que grupos terroristas tipo Al
Qaeda sustituían a los funcionarios del KGB.
A pesar de una situación internacional mucho más
rica en conflictos, ni la literatura ni el cine ni la
televisión han producido un nuevo personaje que
haga suya la herencia de Bond y Smiley (el Jack
Ryan de Tom Clancy se acerca, pero es más bien
una especie de asesor militar). MH
ALFAGUARA
A
como periodista y espía del Servicio de
Inteligencia Secreto británico (MI6).
Cabe mencionar aquí que el espionaje
de ficción ha sido en España un verdadero páramo (la no ficción ha protagonizado más la literatura de espías). Los
primeros intentos se encuentran en los
años 70 en torno al Premio Planeta, con
finalistas como La buena muerte, de
Alfonso Grosso, o La conspiración del
Golfo, de Fernando Schwartz, pero son
excepciones. Arturo Pérez-Reverte creó
a un sacerdote de los servicios secretos del Vaticano en su novela La piel del
tambor (1997), pero ha sido con la saga
del espía Lorenzo Falcó, ambientada en
la Guerra Civil y en la Europa convulsa
de los años 30 y 40 del siglo XX, cuando
se ha metido de lleno en el género. El
autor vallisoletano César Pérez Gellida
se une al grupo con Todo lo mejor y Todo lo peor, en las que maneja una complicada trama en el Berlín de los años
80, antes de la caída del Muro.
TRADICIÓN
BRITÁNICA.
Bajo estas
líneas, Emma
Appleton y Luke
Treadaway
dando vida a la
agente Fiona
‘Feef’ Symonds
y a Hugh
Fenton, del
Partido
Laborista, en la
serie de la BBC
Infiltrados (2019).
ASC
clásicos como John le Carré, fallecido en diciembre pasado (su última novela, Un hombre decente,
se publicó en 2019), se les han sumado nuevas voces internacionales como
Charles Cumming (En un país extraño),
Mick Herron y su multipremiada serie
protagonizada por Jackson Lamb, Jason Matthews (Gorrión rojo) o el estadounidense Daniel Silva (La viuda negra), quizá el escritor actual que mejor
controla la ficción de las novelas de espías. Hasta el veterano autor británico
Frederick Forsyth, maestro del thriller
(Chacal, Odessa, Los perros de la guerra), se lanzó en 2019 con El Zorro al
mundo del espionaje moderno, a través
de un chaval británico de 18 años, con
síndrome de Asperger y capacidad suficiente para violar la seguridad informática de un sinfín de servicios de inteligencia. Cuatro años antes ya nos había
hablado en sus memorias, El intruso. Mi
vida en clave de intriga, de su trabajo
MUY HISTORIA 103
DOSSIER / 40 ANIVERSARIO
104 MUY HISTORIA
AQUEL
“GOLPE DE TIMÓN”
El 23 de febrero de 2021 se cumplen cuarenta años de la más
ambiciosa y peligrosa –si bien, afortunadamente, mal calculada y, en
última instancia, fallida– intentona golpista que ha vivido España desde
el final del franquismo y la recuperación de nuestras libertades.
EFE
ALFONSO PINILLA GARCÍA
PROFESOR TITULAR DE HISTORIA CONTEMPORÁNEA
OPERACIÓN
GALAXIA.
Ahora se podía votar,
había libertades, pero
costaba llegar a fin de
mes por culpa de la
crisis económica
Fue el antecedente
del 23-F: el 11 de
noviembre de
1978, Tejero y
Sáenz de
Ynestrillas (dcha.)
se reunieron a
conspirar contra el
gobierno con
varios militares
más en la Cafetería
Galaxia de Madrid,
pero fueron
delatados y
arrestados.
UNA DEMOCRACIA EN CRISIS
“T
ú entras en nombre del Rey, por
la Corona y la democracia, la democracia es muy importante... Esto es una operación nacional que
respalda Su Majestad el Rey para
robustecer la monarquía, porque
está dañada; si esto diese un cambio, entraría el
marxismo”. Son las 20 horas del 21 de febrero de
1981, en el número 5 de la madrileña calle del
Pintor Juan Gris. Según el teniente coronel Antonio Tejero, estas son las palabras que allí utiliza
el general de división Alfonso Armada para describir cómo ha de entrar en el hemiciclo del Congreso de los Diputados dos días después. Tejero
viene preparando la operación desde 1980, lo
tiene todo pensado, casi listo. Con este aval monárquico, piensa, nada puede fallar. Terminada la
reunión con Armada, habla con quien considera
su legítimo superior, el teniente general Milans
del Bosch, quien, tras escucharlo, le da el último
espaldarazo que necesita: “Suerte, vista y al toro”.
LA TRAMA CIVIL. Los golpistas no eran
todos militares: entre ellos estuvo Juan
García Carrés, exdirigente del Sindicato
Vertical en la dictadura al que vemos aquí
a la derecha de Blas Piñar, líder de la
ultraderechista Fuerza Nueva.
106 MUY HISTORIA
EFE
EFE
¿Cómo se llegó a la escena antes descrita? Para
ello hay que remontarse, como mínimo, a 1979.
La nueva subida de los precios del petróleo aquel
año provocó un terremoto económico en todo
el mundo que no tardó en llegar a España: altas
cotas de inflación y paro ponían en solfa la estabilidad política y debilitaban el apoyo social a
la recién estrenada democracia. Ahora se podía
votar, había libertades, pero costaba llegar a fin de
mes. Por eso cundió el desencanto en buena parte
de una población que asistía, con desasosiego, a
la degradación económica y social de una España
que no terminaba de levantar el vuelo.
A ello se unía el drama de un terrorismo que azotaba, sin tregua, tanto a la población civil como
a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.
ETA había cometido 16 asesinatos en 1975, 66 en
1978 y 92 en 1980. La cuota de sangre pagada por
un Ejército que había aceptado a regañadientes la
Transición no paraba de subir. El ruido de sables
empezaba a ser considerable.
EFE
vaya contra la Corona o la ponga en peligro. Teniendo en cuenta esta condición, desde Valencia
se le dice a Tejero que puede seguir estudiando
“la ocupación por fuerza armada del Congreso
de los Diputados”.
La tormenta militar que se está fraguando, ese
“ruido de sables” cada vez más ensordecedor,
pronto se expresará en la prensa. El 19 de noviembre de 1980 se reúnen en la sede del diario ultraderechista El Alcázar el director del periódico,
Antonio Izquierdo, el consejero delegado
y dos columnistas. Asesorado por militares y exministros franquistas, surgirá el “colectivo Almendros”. Este
grupo critica con dureza al gobierno y considera que las fuerzas centrífugas nacionalistas acabarán fragmentando España, mientras nadie
hace nada contra la ofensiva etarra
que se ceba en los militares. “La regeneración de España –escriben en
El Alcázar el 22 de enero de 1981–
exige una reducción del protagonismo de su actual clase política...
Quizá sea la hora, no de apelar a
Congresos, partidos, gobierno,
de los que nada decisivo ya >>>
La presión de
los barones de
UCD sobre
Suárez (arriba)
se fue haciendo
más y más
fuerte hasta
que lograron
derribarlo.
EFE
El 11 de noviembre de 1978, se reúnen en la Cafetería Galaxia de Madrid el teniente coronel
Antonio Tejero y el capitán de infantería Ricardo
Sáenz de Ynestrillas. Profundamente indignados
ante el azote terrorista, la “deriva autonómica”
y la parálisis del gobierno presidido por Suárez,
planean ocupar el Palacio de la Moncloa en pleno Consejo de Ministros “para someter la nueva
situación a Su Majestad el Rey”. Tejero pensaba
asaltar la Moncloa con un centenar de hombres
bajo su mando, mientras Sáenz de Ynestrillas desplegaría por Madrid a mil doscientos efectivos de
la Academia de la Policía Armada –donde estaba
destinado– para apoyar la acción de Tejero. La
operación está prevista para el 17 de noviembre,
pero es descubierta por los servicios de inteligencia y rápidamente se frustra. El arresto de Tejero e
Ynestrillas dura hasta mayo de 1979, fecha en que
ambos conspiradores quedan libres... para volver
por sus fueros.
El 15 de junio de 1980 se reúnen en el Mesón
Gerardo (Madrid) el teniente coronel Tejero, el
exdirigente del sindicato vertical Juan García
Carrés y el coronel Pedro Mas Oliver, ayudante
de campo del teniente general Jaime Milans del
Bosch, a la sazón capitán general de la Tercera
Región Militar (Valencia). Milans ha enviado a
esa reunión a su ayudante para que teste el grado de seriedad y fiabilidad de Tejero, que ahora
dice estar preparando el asalto al Congreso de
los Diputados. Mas Oliver advierte que Milans
apoyará cualquier acción si es respaldada por el
Rey, pues sus profundas convicciones monárquicas le impiden alentar cualquier iniciativa que
UN LÍDER
DISCUTIDO.
EL ‘ELEFANTE BLANCO’.
Así se referían los golpistas al líder al
que esperaban para que tomase las
riendas. Se dijo que era Armada
(dcha.), pero él siempre lo negó.
MUY HISTORIA 107
EFE
ASESINATO DE ETA. El 6 de febrero, dos
EFE
semanas antes del golpe, apareció el cadáver del
ingeniero jefe de la central nuclear de Lemóniz, José
María Ryan (en la imagen), secuestrado por ETA.
INVESTIDURA
ABORTADA.
El 23-F se
estaba votando
en segunda
vuelta la
investidura de
Leopoldo CalvoSotelo (arriba)
como
presidente del
Gobierno
cuando entraron
265 guardias
civiles
comandados
por Tejero.
108 MUY HISTORIA
>>> puede salir, sino a las restantes instituciones
del Estado”. Entre esas instituciones está el Ejército; por eso, tanto el Rey como Suárez son conscientes de que un golpe duro se está fraguando
y no les queda mucho tiempo para desactivarlo.
SUÁREZ CONTRA LAS CUERDAS
Manzanares del Real, cerca del embalse de Santillana, julio de 1980. Los
barones de UCD cuestionan de viva voz el liderazgo de Suárez: le exigen
que comparta más poder
con las “familias ideológicas” que componen el
partido, barajan su posible sustitución y lo apremian a que tome decisiones firmes para atajar
la crisis terrorista, económica y militar que se
cierne sobre el gobierno.
El presidente está tocado, política y anímicamente, porque sus propios compañeros de partido le
abandonan en el momento más difícil, apenas dos
meses después de haber soportado una moción
de censura donde ha tenido que escuchar duras
palabras de Alfonso Guerra –“la democracia no
soporta a Suárez”–, de Felipe González –“desde su
investidura, las cosas han ido de mal en peor”–,
de Rojas Marcos: “Suárez es un árbol caído”. Y lo
es; están cayéndose a pedazos, él y su partido, a
pesar de haber ganado las elecciones de 1979, a
pesar de haber gestionado la delicada Transición.
Quizá por eso, por haber sido gozne entre el pasado franquista y el futuro
democrático, su presente
zozobra y se desvanece.
A la vuelta de aquel verano
de 1980, mes de octubre,
Suárez tiene sobre su mesa
un informe que ha llegado
a Zarzuela firmado por un
prestigioso constitucionalista, y enviado a palacio
por el general Armada,
donde queda dibujada la solución al marasmo: el
gobierno actual ha de ser sustituido por otro de
concentración, donde participen todas las fuerzas políticas, votado en Cortes después de una
nueva moción de censura contra Suárez, que esta
vez sí triunfará. Solo así podrá conjurarse, dice el
Suárez estaba tocado,
política y anímicamente:
sus propios compañeros
de partido lo habían
abandonado
al frente del ejecutivo, a Leopoldo Calvo-Sotelo.
“Hay momentos en la vida de todo hombre en los
que se asume un especial sentido de la responsabilidad. He llegado al convencimiento de que
hoy, y en las actuales circunstancias, mi marcha es
más beneficiosa para España que mi permanencia
en la Presidencia... Yo no quiero que el sistema
democrático de convivencia sea, una vez más, un
paréntesis en la historia de España”.
Suárez ha pronunciado su discurso con gesto
serio, casi emocionado, solemnemente, ante las
cámaras de Televisión Española. Es 29 de enero
de 1980. La crisis militar, la sangría terrorista,
el desencanto social, las dificultades económicas, la “rebelión a bordo” de su propio partido,
la alternativa de un gobierno de concentración
presidido por el general Armada para sustituirlo,
el coqueteo del monarca –e, incluso, de algunos
compañeros de UCD– con esa opción y la definitiva pérdida de la confianza regia son suficientes
factores coadyuvantes para dimitir. Cuando se lo
comunica al Rey, Juan Carlos llama a su ayudante
y consejero, el general Sabino Fernández Campo:
“Adolfo dice que se va, ¿qué hay que hacer?”. Es la
última prueba de una frialdad que se había materializado en los silencios y desencuentros que
a lo largo de 1980 habían tenido lugar en- >>>
TOQUE
DE QUEDA.
Bajo estas
líneas, los
tanques
desplegados en
la ciudad de
Valencia esa
noche por Jaime
Milans del
Bosch, capitán
general de la
Tercera Región
Militar y
conspirador
junto a Armada
y Tejero.
ASC
informe, el golpe militar en ciernes, salvarse la nación y estabilizarse hasta las próximas elecciones
generales, previstas para 1983. Alfonso Armada,
otra vez aquel general con el que Suárez discrepó
profundamente al legalizar el Partido Comunista,
vuelve a la carga trasladando al Rey sus preocupaciones, poniendo al mismísimo presidente del
gobierno en el disparadero y dibujándolo como
el obstáculo a superar. En noviembre de 1980, el
CESID corrobora con otro informe –Panorámica de las operaciones en marcha– que Suárez se
halla entre la espada de un golpe militar duro y la
pared de un gobierno de concentración pensado
para derribarlo.
“Armada vendrá a Madrid como segundo Jefe del
Estado Mayor del Ejército”. Sin la empatía y complicidad que tantas veces desplegó con él, Juan
Carlos I espeta a Suárez su decisión de conceder
al general Armada –entonces al frente de la División de Montaña Urgel, en Lleida– el segundo
cargo más importante de las Fuerzas Armadas
españolas. “Es un conspirador, no me gusta”, protesta Suárez. La decisión está tomada y Adolfo
constata entonces lo que viene sospechando desde hace tiempo: que el monarca ya no confía en
él. Así que se irá, lo decide después de lograr que
el partido acuerde designar como sucesor suyo,
MUY HISTORIA 109
EL GOBIERNO DE ARMADA
>>> tre presidente del gobierno y Jefe del Esta-
do. “¿Qué hay que hacer?”. Ha surgido en el peor
momento posible un peligroso vacío de poder. El
“golpe de gobierno” que Suárez quiso desactivar
con su dimisión no se detendrá. Todo lo contrario: se acelerará, cuesta abajo y sin frenos.
UN GOLPE DE TIMÓN
Ese vacío de poder abierto con la dimisión de
Suárez coincide con la subida de la temperatura
política del país. En el mes que transcurre entre
la dimisión del presidente y el 23-F, la banda terrorista ETA asesina al ingeniero jefe de la central
nuclear de Lemóniz, José María Ryan, el Rey es
increpado en la Sala de Juntas de Guernica du-
EFE
L
ista del gobierno de concentración leída por el general Alfonso Armada al teniente coronel Antonio Tejero a las 12 de la nohe del 23
de febrero de 1981:
- Presidente: general Alfonso Armada.
- Vicepresidente para Asuntos Políticos: Felipe González (PSOE).
- Vicepresidente para Asuntos Económicos: J. M. López de Letona
(Banca).
- Ministro de Asuntos Exteriores: José María de Areilza (Coalición Democrática).
- Ministro de Defensa: Manuel Fraga Iribarne (Alianza Popular).
- Ministro de Justicia: Gregorio Peces-Barba (PSOE).
- Ministro de Hacienda: Pío Cabanillas (UCD).
- Ministro del Interior: general Manuel Saavedra Palmeiro.
- Ministro de Obras Públicas: José Luis Álvarez (UCD).
- Ministro de Educación y Ciencia: Miguel Herrero de Miñón (UCD).
- Ministro de Trabajo: Jordi Solé Tura (PCE).
- Ministro de Industria: Agustín Rodríguez Sahagún (UCD).
- Ministro de Comercio: Carlos Ferrer Salat (presidente de la CEOE).
- Ministro de Cultura: Antonio Garrigues Walker (empresario).
- Ministro de Economía: Ramón Tamames (PCE).
- Ministro de Transporte y Comunicaciones: Javier Solana (PSOE).
- Ministro de Autonomías y Regiones: general Antonio Sáenz de Santamaría.
- Ministro de Sanidad: Enrique Múgica Herzog (PSOE).
- Ministro de Información: Luis María Anson (presidente de la agencia
EFE).
La doctora del Congreso, Carmen Echave, que tenía libertad de movimientos por el edificio aquella noche, apuntó en una hoja de libreta los
nombres que Armada iba leyendo a Tejero durante su tensa discusión.
La lista fue publicada por Francisco Medina en su libro 23-F, la verdad (Barcelona, Plaza y Janés, 2016, p. 380) y por Victoria Prego en El
Mundo (Dos barajas para un golpe, en “Los papeles secretos del 23F”, El Mundo, 23 de febrero de 2006, p. 13, dossier de 16 páginas).
DIGNIDAD Y CORAJE. En la imagen, el
vicepresidente del gobierno, el teniente general
Gutiérrez Mellado, que, mientras los guardias
disparaban al techo, plantó cara de pie a Tejero; este
intentó tirar al anciano militar al suelo, pero no lo logró.
rante una visita al País Vasco y el etarra Joseba
Arregui muere como consecuencia de las torturas
policiales a las que es sometido. El “caso Arregui”
provoca la detención de los agentes implicados y
la posterior dimisión de tres altos cargos policiales como protesta por esa detención. La oposición, por su parte, criticará duramente al saliente
jefe del ejecutivo por este sórdido episodio.
En ese tenso contexto, la investidura de CalvoSotelo no será fácil y, en la primera votación,
que se celebra el viernes 20 de febrero de 1981,
no obtiene la mayoría suficiente como para ser
nombrado presidente del gobierno. Tendrá que
esperar al lunes 23 para lograr su investidura por
mayoría simple. Es en ese momento cuando Armada activa el golpe, dando luz verde a que Tejero entre en el Congreso, Milans ocupe Valencia,
la Brunete se despliegue por Madrid y él, ante el
“Supuesto Anticonstitucional Máximo” creado, se
presente al monarca como salvador de la democracia, ofreciéndole la “reconducción” de la nave.
Se trata de poner al país contra las cuerdas para
erigirse, después, en redentor, planteando al monarca y a la clase política ese gobierno de concentración del que se ha venido hablando a lo largo
de todo 1980. Un clavo ardiendo al que aferrarse
en medio de la tempestad.
Siguiendo las consignas de Armada, Tejero
entró en el edificio entre gritos de “¡Viva el Rey!”
110 MUY HISTORIA
EFE
La amenaza escenificada debe estar bien medida,
amagando con el fantasma del golpe duro y evitando a la vez cualquier estallido de violencia que
invalide la operación. Tiene que parecer que la
Constitución está amenazada, pero solo parecerlo. Y por supuesto Armada no debe dejar rastro
de su papel en la preparación de tal movimiento,
pues no podía constar para nadie y en ningún sitio que “el salvador de la democracia” había ayudado a crear una cortina de humo para justificar
su papel como redentor de la misma. Máxime
cuando ese trampantojo, de salir mal, podría
poner en peligro la propia Carta Magna. Es una
operación delicada y audaz, más propia de espías
que de impetuosos militares descontentos con la
recién estrenada democracia. Por eso el papel de
una parte de los servicios secretos españoles en
este acontecimiento fue probablemente mucho
más importante de lo que hoy sabemos y de lo
que, desde luego, puede probarse, habida cuenta
la escasa documentación disponible.
A las 18:20 horas de la tarde del 23 de febrero, el
teniente coronel Tejero irrumpe en el hemiciclo al
frente de 265 guardias civiles. Siguiendo las consignas que Armada trasladara a Tejero dos días
antes, recordadas al principio de este artículo, el
teniente coronel entra en el edificio del Congreso
en medio de los gritos de “¡Viva el Rey!” que pronuncian algunos de sus hombres. “Quieto todo el
mundo”, grita él pistola en mano mientras sube
a la tribuna del Congreso. Después los disparos,
el silencio, el miedo... y el fantasma de la Guerra
Civil más vivo que nunca.
Milans ha sacado ya sus tanques por Valencia y la
División Acorazada Brunete está a punto de hacer lo propio por Madrid. Pero la llamada que el
general jefe de la Brunete, José Juste, hace a Zarzuela frustra el despliegue del gigante acorazado.
Tanto el jefe del Estado Mayor de la Brunete, coronel San Martín, como uno de sus mandos >>>
18 HORAS
DE TENSIÓN.
Tejero irrumpió
en el Congreso a
las 18:23 del 23
de febrero de
1981 y la
liberación de los
diputados no
llegó hasta las
12:15 del día
siguiente. A la
derecha del
golpista, el
presidente
del Congreso,
Landelino Lavilla;
debajo, un
jovencísimo
José Bono.
MUY HISTORIA 111
Los tiros en el Congreso impedían que el monarca
pudiera apoyar el plan del general Armada
>>>más destacados, el comandante Pardo Zancada, comunican a Juste que la acción de Tejero
es querida por el Rey y que Armada se halla en
la Zarzuela controlando la operación. Apoya ese
discurso el general Torres Rojas, antiguo jefe de
la DAC, que se ha trasladado expresamente ese
día al cuartel general de la Acorazada para presionar a Juste con el fin de que este permita el
despliegue de la gran división por Madrid. Para
evitar una posible rebelión que pudiera apearle
del mando, Juste accede al principio, pero, nada
más producirse el asalto al Congreso, llama a la
Zarzuela con la intención de que se le confirme la
presencia de Armada en palacio. “¿El general Armada?” –muestra su extrañeza Sabino Fernández
Campo– “Aquí no está ni se le espera”. Enseguida,
Juste ordena que las pocas tropas de la DAC desplegadas vuelvan a sus cuarteles.
Milans y Tejero se han quedado solos. Los tiros en
el Congreso impiden que ningún actor político, ni
por supuesto el monarca, puedan apoyar el plan
de Armada. Cuando parece que todas las salidas
se han cerrado, el general Armada pisa el acelerador intentando un movimiento desesperado para
lograr el triunfo de su operación. Presiona al Rey
para que le deje proponerse como presidente de
un gobierno de concentración que someterá a los
diputados, una vez se hayan retirado los hombres
de Tejero. Así, afirma, se desbloqueará la situación. Si no, el riesgo de que se desencadene un
auténtico baño de sangre es más que probable.
“Bueno, pues vete tú si crees que puedes solucionarlo –le dice Sabino Fernández Campo al general Armada–, pero no digas que vas en nombre
del Rey, porque él no tiene facultades para ordenártelo... Ahora, si tú dentro de este barullo que
hay, dentro de este golpe que se ha producido, tienes capacidad para llegar allí y obtener la libertad
de los que están, ofreciéndote como presidente o
lo que sea... Luego ya veremos lo que pasa. Pero
que quede claro que esto lo haces por tu cuenta...”.
“OFRECIÉNDOTE COMO
PRESIDENTE O LO QUE SEA...”
Armada cruza al filo de la medianoche la Carrera
de San Jerónimo y entra en el edificio del Congreso para hablar con Tejero, al que propone un
exilio temporal de España a cambio de que retire
sus tropas y le permita acceder al hemiciclo para
“hacer una propuesta política” a los diputados.
“¿Cuál?”, inquiere Tejero. El general Armada co-
INSTRUCCIONES PARA UN GOLPE
la derecha podemos ver el borrador de las instrucciones para ejecutar la Operación Diana, que implicaba el despliegue de la División Acorazada Brunete
por Madrid. El documento fue publicado por la revista Interviú el 23 de febrero
de 2011 y figura, junto con otros interesantes documentos y sus respectivas transcripciones, en el anexo del libro del autor de este artículo Golpe de timón. España:
de la dimisión de Suárez al 23-F (Comares, 2020).
A
ASC
TRANSCRIPCIÓN
PÁGINA 1:
Instrucciones para las Unidades:
Transmitir marchas militares (o silencio) hasta nueva orden.
Transmitir el mensaje que ordene el general de la DAC.
En la calle no consentir grupos de ninguna significación o [ininteligible].
Mensaje de toque de queda desde 21:00 hasta 08:00 del día siguiente.
No consentir que hablen soldados y la población civil.
Si alguna masa se aproxima a la fuerza armada: orden de alto con disparo al aire,
disparo al suelo, fuego a discreción (ininteligible).
PÁGINA 2:
Procurar evitar, en lo posible, el derramamiento de sangre.
Ante presencia de Policía Nacional y Guardia Civil, evitar enfrentamiento. El Oficial
de Enlace explica: El Movimiento es al servicio de España y del Rey. Voces de viva
España y el Rey. Todo está al servicio de España y del Rey.
112 MUY HISTORIA
ASC
EFE
EL PAPEL DE
LA ZARZUELA.
mete el error de leerle una lista con el gobierno
que tiene pensado para salir del trance: él como
presidente, Felipe González como vicepresidente, Fraga, ministro de Defensa, Herrero de Miñón, de Educación y Ciencia, Ramón Tamames,
de Economía... Socialistas, comunistas, gente de
UCD y AP, empresarios y algún periodista. Ha
confeccionado la lista sin que sus integrantes la
conozcan, pero su contenido da buena cuenta
de las pretensiones del general, de la naturaleza política que inspira su operación: encabezar
un “gobierno de todos” para enfrentar la crisis.
“La situación se ha complicado”, explica Armada a Tejero, “esta es la única solución posible”.
Indignado, Tejero se niega en redondo: “Yo no
he asaltado el Congreso para esto”. Milans lo
llama, pero no puede convencerlo. Armada ha
fracasado y así lo hace saber en el Palace, donde
está instalado el gabinete de crisis. Qué paradoja: Tejero inicia el golpe y, a la postre, es quien
lo frustra.
Son las 1:20 horas del 24 de febrero y en ese momento se emite el discurso del Rey, donde afirma
que ha ordenado al Ejército el escrupuloso respeto a la Constitución. No hay “reconducción”
posible, la Operación Armada ha fracasado y
las siguientes horas serán de acoso y derribo a
un Milans que todavía mantiene sus tropas en
la calle y a un Tejero que se empeña en seguir
ocupando el Congreso. Milans tirará la toalla
cuando el Rey le llame sobre la 1 de la madru-
gada ordenándole el repliegue inmediato de sus
tanques. La rendición de Tejero será agónica, repleta de episodios tensos y arduas negociaciones
que terminan, felizmente para la democracia, a
las 12 de la mañana del 24 de febrero de 1981.
El golpe había fracasado. Habida cuenta de lo
escrito hasta aquí, el lector puede constatar que
el 23-F no fue un golpe estrictamente franquista
ni exclusivamente militar. Su escenografía sí, su
puesta en práctica sí, pero no su fondo, ni sus
intrincadas y múltiples caras, donde políticos
y militares interaccionaron para reconducir el
rumbo de una democracia a la deriva. Aquel golpe de timón, aquel volantazo teóricamente pensado para “salvar la Constitución”, a punto estuvo de apearnos de la senda democrática. Según
las acertadas palabras de Pilar Urbano, “el 23-F
fue un golpe de gobierno cuya puesta en práctica
degeneró en golpe de Estado”. Queda conocer los
detalles del comportamiento que una parte del
CESID tuvo aquella noche, y reflexionar con detenimiento sobre el hecho de que Juan Carlos I
mantuvo abiertas todas las posibilidades durante
aquella tensa jornada, incluida la propuesta del
gobierno de concentración querido por Armada.
Por todas estas razones, aquel complejo acontecimiento sigue teniendo gran interés y sus ecos,
cuando se cumplen 40 años de los hechos, aún
no se han apagado en la actualidad. Pues, como
bien ha escrito Jesús Cacho, “el 23-F es el pecado
original de nuestra democracia”. MH
A la izquierda,
Sabino
Fernández
Campo (19182009), a la
sazón secretario
general de la
Casa del Rey y
mano derecha
de Juan Carlos I
aquella tensa
noche. Sobre
estas líneas, el
Rey dando al fin
su discurso
televisado.
MUY HISTORIA 113
MUJERES EN LA HISTORIA
ASC
Letizia Bonaparte en vestido
de corte (1813), retrato de la
madre de Napoleón por el
pintor francés Robert Lefèvre.
114 MUY HISTORIA
Maria Letizia
Ramolino
LA SINGULAR MADRE DE UN MITO
La matriarca de los Bonaparte estuvo muy presente hasta el final en la vida y la trayectoria de su
más famoso hijo, Napoleón, aunque su favorito era su hermano José y nunca aceptó a Josefina.
LARA MANRIQUE
ESCRITORA
N
acida en Ajaccio, Córcega, el 24 de agosto
de 1750, era la hija menor de los nobles
corsos Giovanni Geronimo Ramolino y
Angela Maria Pietrasanta. Recibió una
esmerada educación para la época, si
bien, por su condición de mujer, centrada en la religión y las artes. Pero, aunque pronto destacó
por su belleza, su inteligencia no le iba a la zaga, y desde
niña mostró gran interés y curiosidad por la economía,
la historia y la política. A los catorce años, Maria Letizia se desposó con Carlo Bonaparte, un prometedor
abogado cuatro años mayor que ella, y, pese a ser un
matrimonio concertado, se entendieron muy bien desde el principio: Carlo, que empezaba a despuntar en la
esfera pública de Córcega, contaba siempre con la opinión y el consejo de su joven esposa, y ella halló en su
marido a un hombre que iba a ayudarla a conseguir sus
aspiraciones sociales.
Los Bonaparte tuvieron nada menos que trece hijos, de
los que ocho sobrevivieron a la infancia: José, Napoleón,
Luciano, María Ana Elisa, Luis, Paulina, Carolina y Jerónimo. Letizia enviudó en 1785; Carlo falleció de un
cáncer y ella, con apenas 35 años y ocho vástagos, quedó
como cabeza de familia. Con unos ingresos mínimos
procedentes de la carrera militar de José y Napoleón en
el Ejército francés, Letizia impuso a los suyos un régimen de máxima austeridad, cuyo único gasto relevante
era el destinado a la educación de los más pequeños.
Fue una madre dura, severa y conocida por actitudes
entonces consideradas “excéntricas”, como su exhaustiva
dedicación a la higiene de los niños, a los que obligaba
a bañarse cada dos días en una época en que era muy
infrecuente. Nunca ocultó su predilección por su primogénito, José, y por el rebelde Luciano.
No obstante, estuvo al lado de Napoleón cuando este
prosperó y lo acompañó en las mieles de la gloria: primer
cónsul de la República surgida de la Revolución Francesa
(1799), cónsul vitalicio (1802) y, finalmente, emperador
(1804-1814 y los famosos Cien Días de 1815). Eso sí, se
negó a vivir en la corte parisina, por lo que Napoleón
le concedió una renta vitalicia y el derecho a ocupar el
Castillo de Pont-sur-Seine, en Champaña-Ardenas. En
sus raras visitas a París también rechazaba alojarse en
palacio y se quedaba en el Hôtel de Brienne, donde se
rodeó de un influyente grupo de banqueros y financieros
con quienes discutía de economía y que la asesoraban
en sus inversiones: llegó a adquirir una inmensa fortuna.
Siempre prefirió invertir en bienes físicos (joyas y obras
de arte) que en terrenos o acciones, pues temía que, si su
hijo caía, le fuesen expropiados.
JOSEFINA, LA NUERA ODIADA
Pero el verdadero motivo de su lejanía de París fue su
aversión por Josefina de Beauharnais, la célebre primera
esposa del emperador. Letizia se opuso firmemente a
la relación entre ambos y a su posterior enlace (1796):
no acudió a la boda ni permitió tampoco que los hijos
que aún tenía a su cargo asistiesen, y ni siquiera felicitó
a los novios. Las aireadas infidelidades de Josefina no
hicieron más que acrecentar su odio, hasta el punto de
que coaligó a toda la familia para forzar a Napoleón a
divorciarse, cosa que este se negó a hacer hasta 1810. A
raíz de este enfrentamiento, los encuentros entre madre
e hijo fueron cada vez más fríos y esporádicos, aunque
Napoleón siempre reconoció la gran inteligencia y personalidad de Letizia: “Cuando ella muera, solo me quedarán inferiores”. No podía saber que él iba a morir en
1821, antes que su madre, que vivió hasta 1836 y pasaría
sus últimos años ciega e inválida. MH
MUY HISTORIA 115
HISTORIA ALTERNATIVA
¿Y si Blas de Lezo
hubiese perdido
Cartagena de Indias?
¿Qué habría pasado si los ingleses hubiesen tomado esa plaza fuerte en
1741? ¿Cuál habría sido la historia de América, y del Imperio británico, si el
almirante español Blas de Lezo hubiera sido derrotado por el inglés Vernon?
POR JOSÉ PARDINA
D
mercancías del comercio con la metrópoli sevillana, fue el episodio clave de esta
guerra. Tras una fácil primera victoria en
Portobelo (Panamá), el almirante Edward
Vernon atacó la fortaleza española el 13 de
marzo de 1741. La bahía de Cartagena estaba defendida por apenas 3.500 hombres
comandados por el guipuzcoano Blas de
Lezo y Olavarrieta, veterano almirante al
que sus soldados llamaban con admiración
y respeto ‘Mediohombre’ por sus muchas
heridas y mutilaciones de guerra.
EL MANCO DE PASAJES
Tras un intenso bombardeo artillero con sus
2.000 cañones, Vernon, creyendo que la victoria era cuestión de horas, envió un correo
a Inglaterra dando la noticia de la victoria
y se dispuso al desembarco, pero fue repetidamente rechazado durante semanas por
las hábiles estrategias defensivas del cojo y
manco de Pasajes. Finalmente, tras casi dos
meses de durísimos combates en tierra, los
ingleses dieron su brazo a torcer y, el 8 de
mayo, la Royal Navy abandonó la bahía de
Cartagena. Fue uno de los reveses más serios en la historia de la marina británica; se
Los ingleses toman el Castillo
de San Felipe, quiebran las
defensas españolas y apresan
a Blas de Lezo, herido de
gravedad en el asalto. En Londres
se acuñan monedas con la
leyenda “El orgullo español,
humillado por Vernon”.
116 MUY HISTORIA
calcula que hubo 10.000 bajas inglesas, por
600 entre los defensores españoles. Mientras tanto, en Londres se celebraba la victoria sin conocer aún el desastroso final.
Como resultado de la batalla de Cartagena, España fortaleció el control de su
imperio americano durante 70 años más
y pudo mantener su red de instalaciones
1742-1745
SHUTTERSTOCK
1741
SHUTTERSTOCK
esde el desastre de la Gran Armada
de Felipe II (1588) hasta después de
la caída de Gibraltar y del Tratado de
Utrecht que puso fin a la Guerra de Sucesión Española (1713), la Monarquía Hispánica e Inglaterra vivieron permanentemente enzarzadas en conflictos que se sustanciaron en cuatro grandes guerras, cada 50
años más o menos y a lo largo de tres siglos.
Al margen de las excusas y los pretextos diplomáticos aducidos en cada una de estas
conflagraciones, el verdadero motivo de
fondo fue siempre la lucha por la hegemonía en el mar y el consiguiente dominio del
Nuevo Mundo y las colonias americanas.
Bajo el lema “el mar de las Indias libre para Inglaterra o la guerra”, el 19 de octubre
de 1739, el gobierno británico de Walpole
declaró la llamada Guerra del Asiento contra España. Los ingleses echaron el resto
en la contienda, con la mayor fuerza naval
desplegada hasta la fecha: 200 navíos y casi
30.000 hombres. Ya no se vería nada igual
hasta el desembarco en Normandía, dos siglos después, en la II Guerra Mundial.
El sitio de Cartagena de Indias, la ciudad
más importante del Caribe español, a la
que llegaban y de la que partían todas las
Vernon establece bases militares
y comerciales en las costas
del golfo de México y el Caribe.
Tras tomar Santa Marta
y La Guaira, en Colombia y
Venezuela, los ingleses conquistan
Santiago de Cuba (izda.) y
marchan contra La Habana.
EL ‘MEDIOHOMBRE’. Cojo,
manco y tuerto por sus heridas de
guerra, el almirante guipuzcoano
Blas de Lezo (1689-1741) fue uno
de los mejores estrategas de
nuestra Armada. Aquí, su estatua
en Cartagena de Indias.
Blas de Lezo murió cuatro meses después,
a causa de la infección provocada por las
esquirlas de un proyectil de artillería. Fue
el único de los protagonistas del asedio de
Cartagena que no obtuvo recompensa alguna por sus acciones, debido a las intrigas
políticas y los celos del virrey Eslava. Hasta
1760 no sería rehabilitado por Carlos III
militares en el Caribe y el golfo de México. Para el Reino Unido, las consecuencias fueron mucho más graves, ya que al
fracaso en Colombia se sumaron varias
derrotas cuando los británicos trataron de
tomar San Agustín (Florida), La Guaira y
Puerto Cabello (Venezuela) y Guantánamo y La Habana (Cuba).
Inglaterra desaloja a los
holandeses de Paramaribo y
conquista la Guayana Neerlandesa.
A continuación expulsa a los
franceses de Cayena y hace
ondear la Union Jack en las
Guayanas. En Colombia y
Venezuela ya se habla inglés.
1801
ASC
1746-1748
y por la historia en la persona de su hijo.
¿Cómo se habrían desarrollado los
acontecimientos si la fortaleza caribeña
hubiera caído en poder de los ingleses?
Entre otras cosas, hoy se hablaría inglés
en Colombia y Venezuela. Y quizás también en Argentina. Lo vemos en detalle
en nuestra cronología alternativa. MH
La Royal Navy entra en el
Río de la Plata, ataca Montevideo
y sitia asimismo la ciudad
argentina de Quilmes.
Desde allí, el almirante Horacio
Nelson (a la izquierda, su
retrato) emprende la conquista
de Buenos Aires.
MUY HISTORIA 117
HISTORIA EN EL ARTE
Retratos de una noche
El Moulin Rouge era punto de encuentro de artistas, hombres de negocios,
bailarinas... Toulouse-Lautrec nos acerca a una velada cualquiera en el
cabaré, siempre repleto de historias tras el cancán y el ajenjo.
POR EVA DOMÍNGUEZ AGUADO
l mítico local parisino Moulin Rouge se encontraba de camino al estudio de Henri de Toulouse-Lautrec
(1864-1901), por lo que este habitualmente pasaba por dicho lugar, en el que
solía entrar con sus amigos a beber ajenjo o los cócteles americanos que estaban
tan de moda. Allí, las chicas saltaban sobre las mesas mostrando los muslos, y en
alguna ocasión algo más; era una época
en la que simplemente ver el tobillo de
una mujer ya excitaba a los hombres por
considerarse una provocación, de modo
que la contradanza que allí se exhibía –el
cancán– constituía un auténtico escándalo. Sus bailarinas, empero, se convirtieron en símbolo de la capital, en particular una de ellas, Louise Weber, conocida como La Goulue y estrella principal
del cabaré. Era una mujer desvergonzada
que venía de los bajos fondos; aparece
reflejada en este lienzo al fondo, de espaldas, luciendo un gran escote y retocándose el cabello. Toulouse-Lautrec la
retrata como pelirroja, ya que este tipo
de mujeres eran las predilectas del autor
tanto en la vida como en el arte.
E
lia noble, de la estirpe del conde Henri
de Toulouse-Lautrec al sur de Francia.
Tanto él como su primo Gabriel eran las
ovejas negras de la familia, por gustarles
la vida nocturna y dedicarse a oficios de
dudosa reputación, como la pintura, pero se apoyaban el uno en el otro.
En esta obra se aprecia cómo el artista
trata a las personas de un modo incisivo y despiadado, acentuando los rasgos
de los hombres marchitos y vividores y
el blanco maquillaje que enmascara los
rostros de las mujeres. Todo bajo una luz
verde que enmarca el espacio en el que la
comunicación entre hombres y mujeres
parece reducirse a sexo y dinero. En este
cuadro, Toulouse-Lautrec amplió el formato de la obra mientras la estaba pintando, porque quería mostrar más que
un tradicional retrato colectivo y reflejar
la atmósfera particular del lugar.
Es como una fotografía captada por los
ojos del artista, un marginado que por su
origen no pertenecía ni al proletariado
ni a la burguesía y que podía observar a
sus protagonistas sin sentirse implicado,
lo mismo que su padre aristócrata con
las perdices en el campo de caza. MH
CARTELISTA DE ÉXITO
Los directivos del Moulin empleaban
para la promoción de su local medios
publicitarios novedosos como las octavillas, las invitaciones personales y, sobre todo, la edición de grandes carteles.
Ver a La Goulue en uno de estos carteles
levantando la pierna no solo llevó a la
fama a la bailarina, sino también al autor del cartel, distribuido por todo París.
Toulouse-Lautrec se encargó de crear
estos dibujos, que fueron su primer contacto con la litografía publicitaria. Había
pintado a las bailarinas siendo adiestradas en el Moulin y esta obra cautivó al
patrón del establecimiento, que la expuso en la entrada e hizo del artista su
cartelista de referencia.
Toulouse-Lautrec provenía de una fami-
118 MUY HISTORIA
Detalles del cuadro
1. El propio Toulouse-Lautrec aparece retratado al fondo de la escena como un cliente
habitual del lugar; tras él, una bailarina se
arregla el cabello.
2. Llama la atención que los caballeros llevan puestos los sombreros y hasta los abrigos, como si su paso por el cabaré fuera
algo momentáneo y circunstancial.
3. Aparece también al fondo el primo del
autor, Gabriel, un tipo alto y delgado al que
Lautrec solo le llegaba a la cintura, como
puede apreciarse en el lienzo.
4. Si nos fijamos, no aparecen definidas las
caras de las mujeres pelirrojas, ya que Lautrec las muestra o bien de espaldas o con el
rostro irreconocible.
3
4
1
2
Ficha técnica
ASC
Título: En el Moulin Rouge
Autor: Henri de Toulouse-Lautrec
Estilo: Posimpresionismo
Fecha: 1892-1895
Técnica: Óleo y oro sobre tela
Dimensiones: 123 x 140,5 cm
Localización: Art Institute
of Chicago, colección Helen
Birch Bartlett (EE UU)
MUY HISTORIA 119
PANORAMA
CINE
Sobrevivir al genocidio
B
asada en el relato Invención de un lenguaje, de Wolfgang Kohlhaase,
e inspirada en hechos reales, El profesor de persa viene a sumarse
con honores a la nómina de películas que, partiendo de una historia
particular, abordan la gran cuestión que supuso la mayor ignominia de la
humanidad durante el siglo XX: el genocidio nazi. Su protagonista es Gilles
(Nahuel Pérez Biscayart), un hombre arrestado por las SS junto a otros judíos
en la Francia ocupada de 1942. Su destino es un campo de concentración
en Alemania, pero consigue evadir la ejecución alegando que es persa y no
judío. Entonces se le asigna una imposible tarea: enseñar el idioma farsi a
Koch, el jefe de cocina del campo. Estreno: 22 de enero.
LA HISTORIA EN SERIE
‘THE ROAD TO CALVARY’
Este drama épico, basado en
Las hermanas (primer título de
la trilogía de Alekséi Tolstói Peregrinación por los caminos del
dolor), recrea los disturbios en el
San Petersburgo de la Revolución y los sentimientos y opiniones de las élites que, en muchos
sentidos, la hicieron posible. Es
la historia de Rusia a través de
dos hermanas que deben superar la Gran Guerra, la Revolución
y la guerra civil. Netflix.
‘GRANDES
ACONTECIMIENTOS DE
LA SEGUNDA GUERRA
MUNDIAL EN COLOR’
DOCUMENTALES
‘ALMIRANTE CERVERA.
EL ÚLTIMO GRAN HÉROE’
POR CRISTINA ENRÍQUEZ
Documental de RTVE (A la carta) que nos
descubre la figura del almirante Pascual
Cervera y Topete y cómo, aunque veía
imposible la misión de enfrentarse a la
flota estadounidense, más poderosa y
moderna que la española, en abril de
1898 partió de Cádiz al mando de la
Escuadra del Atlántico, rumbo a Cuba.
Nadie escuchó sus protestas.
120 MUY HISTORIA
‘BAND OF BROTHERS
(HERMANOS DE SANGRE)’
Buen momento para recuperar
esta mítica serie (10 capítulos) de
2001, basada en la novela homónima de Stephen Ambrose y coproducida por Steven Spielberg
y Tom Hanks. Los hechos, que
tratan de ser fieles a la historia,
se centran en la Compañía Easy
del 506º Regimiento de Infantería
de Paracaidistas del Ejército de
EE UU, durante la Segunda Guerra Mundial. HBO España.
‘PINTORES
Y REYES DEL PRADO’
Película documental de Amazon Prime
Video en la que el actor británico Jeremy
Irons nos guía en un fantástico viaje
a través de las salas, la historia y las
emociones del Museo del Prado, con
más de 8.000 tesoros. Se recogen las
voces de coleccionistas, conservadores,
restauradores, intelectuales y visitantes
de la pinacoteca madrileña.
Esta serie documental con metraje
coloreado, que podemos ver en
Netflix, se centra en batallas míticas
como las de Inglaterra, Midway,
Stalingrado o las Ardenas, así como
en la guerra
relámpago
o Blitzkrieg
alemana, Pearl
Harbor, el
desembarco
de Normadía,
el bombardeo
de Dresde o
Hiroshima. A
cada una de
estas batallas
se dedica uno
de sus 10
capítulos.
LIBROS CON HISTORIA
Guzmán el Bueno. El
señor de la frontera
JUAN L. PULIDO
Historia de aquel niño
bastardo llamado Guzmán
que nació en la ciudad vieja
de León en 1256 y al que su
fortaleza -física y espiritual-,
atractivo y buena estrella le
llevaron a subir a las cimas de
la gloria y a ser apodado ‘El
Bueno’ por su sacrificio a las
puertas de Tarifa.
Almuzara. 20,95 euros.
Las barbas del profeta
EDUARDO MENDOZA
El autor barcelonés nos
propone un viaje formidable
por esos pasajes de la Biblia
que hicieron nacer en él la
fascinación por la palabra
escrita y por los mundos de
ficción, unos relatos que le
enseñaron a distinguir entre lo
real y lo imaginario.
Seix Barral. 18 euros.
Historia secreta de la
bomba atómica
PETER WATSON
Este gran historiador e
intelectual británico nos
descubre los engaños y
conspiraciones que crearon el
arma más letal de la historia.
Es el relato de cómo se
llegó a construir un arma
que no se necesitaba.
Crítica. 24,90 euros.
La plaga del cielo
DANIEL WOLF
El maestro alemán del género
histórico medieval pone el
broche de oro a su Saga
de los Fleury con la cuarta
entrega. Un joven y valiente
cirujano del Ducado de Lorena
se enfrenta en 1346 a una
oscura epidemia, así como a
los prejuicios y la injusticia.
Grijalbo. 21,90 euros.
Odisea
JAVIER NEGRETE
Este profesor de griego y
experto en Filología Clásica
recrea en su nueva novela las
aventuras del mayor héroe, y a
la vez el más humano, de toda
la mitología griega: Odiseo,
rey de Ítaca. Una propuesta
rompedora, una epopeya
completamente nueva, pero
firmemente asentada en la
antigua. Espasa. 5,65 euros.
Torquemada, el gran
inquisidor. Una historia
del Santo Oficio
IVÁN VÉLEZ
Se acaban de cumplir 600
años del nacimiento del
hombre cuyo nombre se
asocia irremediablemente al
fanatismo y la intolerancia.
Una figura imprescindible para
entender la historia española,
pues el fraile dominico
concentra toda la Leyenda
Negra de la Inquisición.
La Esfera. 19,85 euros.
Vikingos
NEIL PRICE
La historia definitiva de los
pueblos escandinavos del
norte nos llega de la mano de
este prestigioso historiador
y arqueólogo inglés. Por
primera vez, nos encontramos
ante un retrato fidedigno
de los vikingos basado en
las últimas investigaciones
y descubrimientos
arqueológicos. Ático de los
Libros. 34,50 euros.
La amante de
Rembrandt
SIMONE VAN DER VLUGT
Geertje Dircx pasó doce
años confinada en un
correccional de Gouda, sin
ningún juicio. Tuvo que luchar
valientemente contra su
poderoso antiguo amante, el
pintor más reputado del país,
Rembrandt van Rijn, quien la
había acusado de empeñar
varios anillos que él le había
regalado. Duomo. 18 euros.
MUY HISTORIA 121
La Historia nunca
estuvo mejor contada
www.muyhistoria.es
HISTORIA DEL ESPIONAJE
De Mesopotamia al siglo XIX
INTELIGENCIA A LA ESPAÑOLA
De los íberos a Villarejo
CIBERAGENTES
DEL SIGLO XXI
La nueva forma de espiar
ARMA DE GUERRA
El poder de los secretos
CONSECUENCIAS
Escándalos políticos
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ENIGMAS Y TRAMPAS AL DESCUBIERTO
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