Subido por Lennin Axel Mejia Hernandez

El campo de curriculum –Antología CESU

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El campo de curriculum –Antología CESU/UNAM
Henry A. Giroux y otros:
“Introducción y perspectivas del campo curricular”, tomando de curriculum &
instruction. Alternatives in education, Berkeley, McCutchan, 1931 (traducción de
Edgar Gonzales Gaudiano, revisión de Silvia Gutierrez Vidrio).
El curriculum como campo de estudio es relativamente joven. Según la mayoría,
se inicia durante la segunda o tercera década de este siglo, con la publicación de
Franklin Bobbit El currículum, en 1918; según otros, el superintendente de Denver,
Jesse Newlon, al involucrar a los maestros en el desarrollo curricular durante los
primeros años de la década de los veintes. Debido al que el campo es joven y
porque nació en parte, de una convivencia administrativa más que de una
necesidad intelectual, el estudio del currículum tiene todavía que consolidarse
claramente como una disciplina. Durante los siguientes veinte años,
aproximadamente, se espera que eso ocurra.
En este texto se hará una introducción a los aspectos pertinentes del actual estado
del campo y su perspectiva. En las siguientes páginas, se esquematizara la
historia del campo, concluyendo con el origen de los tres modos de currículum
escrito que, en términos generales, caracterizan hoy el campo. En el texto en su
conjunto se incluyen ejemplos de cada uno de estos tres modos. Al final del
volumen se encuentra una sección que explicita los fundamentos temáticos y
metodológicos sobre los cuales está empeñada la lucha por establecer el
currículum como una disciplina.
Un elemento central para la compresión del campo del currículum lo es una
apreciación de su origen. El superintendente Newlon señalo la importancia de
atender sistemáticamente el currículum en sus diversas áreas, en un mismo nivel
(es decir, integración horizontal) y a lo largo de los niveles (integración vertical).
Quizá los maestros que mostraron interés en estas materias fueron los
seleccionados; tan gerencialmente también aquellos que habían sido capacitados
en una variedad de disciplinas. Hoy por hoy es todavía cierto que los especialistas
en currículum representan el espectro de las disciplinas: estudios sociales,
matemáticas, ciencia, administración, humanidades y artes. Al final de los veintes,
los cursos enfocados al currículum eran reconocidos por las universidades y se
ubicaban generalmente en los departamentos de administración educativa o
educación media. En 1938 el primer departamento de currículum y enseñanza se
estableció en el Teachers College de la Universidad de Colombia. Hoy la mayoría
de las escuelas o colegios de educación tienen un departamento de curriculum.
Es importante destacar que le estudio del curriculum no comenzó como un
añadido a un campo prominente, o sea como sub campo de la psicología o la
filosofía. Más bien comenzó de una convivencia administrativa: la responsabilidad
profesional sobre las materias del curriculum. De este modo, los especialistas del
curriculum llegaron con un conjunto imaginable de antecedentes académicos y
distribuyeron según su interés y responsabilidad. Esta historia particular ha
significado que diferentes clases de pensamiento –del científico al artístico- hayan
surgido en el campo del curriculum. Consecuentemente, la obtención del
consenso observando los límites de nuestras empresas y los métodos por los
cuales hemos investigado –incluso el consenso respecto a la definición del propio
curriculum- ha sido imposible de alcanzar. En el momento actual sin embargo,
este esfuerzo por ganar consenso se ha convertido en apremiante, por razones
económicas y políticas que mencionaremos; pero antes de abordar este punto
revisaremos brevemente las características sobresalientes del campo del
curriculum tradicional.
Que el campo haya surgido de una convivencia administrativa significo que fue,
inicial y poderosamente, denominado por nociones administrativas. De este modo,
por ejemplo, más que verse como una presencia compleja en la escuela que
requerí claridad, el curriculum fue visto como una organización del tiempo y las
actividades a manejarse de acuerdo con principios administrativos. Kliebard llama
a este estilo de curriculum “burocrático” y cita a Ellwood Cubberly de sus
representantes.Toda empresa manufacturera que trasforma un producto o una
serie de productos de cualquier clase, mantiene un grupo de eficientes expertos
para estudiar formas de proceder y para medir y examinar la salida de sus
trabajos. Tales hombres últimamente conducen a las empresas a lograr grandes
ganancias por la introducción de modificaciones en los procesos y procedimientos
y en aducción de modificaciones en los procesos y procedimientos y en el
entrenamiento de los trabajadores para producir mayores y mejores productos.
Nuestras escuelas son, en un sentido, fábricas en las cuales las materias primas
(los niños) están para ser modelados y adaptados como productos para hacer
frente a las variadas demandas de la vida. Las especificaciones de manufactura
provienen de las demandas de la civilización del siglo XX, y es la empresa de la
escuela la que construye a sus alumnos de acuerdo con las especificaciones
fijadas. Esta demanda buenas herramientas, maquina especializada, mediciones
continuas de la producción para ver si trabajo está de acuerdo a las
especificaciones, la eliminación del desperdicio en la manufactura y una gran
variedad en el producto final.
Para alcanzar estos fines, la idea de “manejo científico” fue planteada, tal vez, más
eminentemente, por Frederick W. Taylor. En el modelo de Taylor los principios de
eficiencia, control y predicción fueron centrales. Franklin Bobbit extendió este
modelo al dominio del curriculum, argumentando que para lograr la máxima
eficiencia el curriculum debe ser eficientemente manejados y sus resultados
predictivos con precisión. Este modelo implico que los ideales clásicos de la
educación, esto es, el cultivo de la inteligencia y la sensibilidad, ya no fueran
útiles; las metas del curriculum debían ser especificadas. En este esfuerzo de
Bobbit fue apoyado por David Snedden y W.W. Charters.
Charters dirigió un estudio sobre el curriculum para Stephens College of Columbia,
Missouri, su tarea fue desarrollar un programa para entrenar mujeres jóvenes para
el “trabajo específico de ser mujer”. El modo como este entrenamiento debería
consumirse era través del análisis de las actividades delas mujeres. Mujeres de
todo el país fueron encuestadas para describir lo que ellas hacían durante una
semana típica, y 95 mil mujeres contestaron. Con estas respuestas Charters
clasifico las actividades en numero 7 300 categorías, tales como preparación de
alimentos y limpieza. Tomando estas categorías como su “conocimiento base”,
Charters desarrollo el curriculum para dicho colegio. Como Kliebard hace notar,
estas tendencias permanecen en el presente, con énfasis en los objetivos
conductuales y en las competencias observables mensurables.
Hay otras tendencias o aspectos que surgen de un examen del campo curriculum
tradicional. Entre otras, están a una postura histórica y una orientación
perfeccionadora; ambas provienen del origen administrativo del campo. Kliebard
señala, por ejemplo, en muchos programas de doctorado en curriculum no se
requiere estudiar la historia del campo, ni el trabajo de los primeros estudios del
curriculum como Bobbit, Charters y Snedden. Quizá por las siguientes
generaciones han conocido poco de estas tendencias tempranas, tienden a
repetirlas tal como el interés contemporáneo en la especificación de objetivos
conductuales Kliebard hace notar: En términos generales, el estudiante más
adelantado en otros campos continuamente se empeña en un tipo de dialogo con
sus contrapartes ancestrales, rechazando, corrigiendo, o redefiniendo las primeras
formulas y conceptos. Tal aproximación acumulativa al contenido del campo
curricular todavía no surge, y a tenido el efecto descrito sobre la permanencia
relativa del pensamiento curricular. Esta situación tiende a levantarse de nuevo,
generalmente en la forma de una cadena de furgón, y después rápidamente
desaparece en una nueva de polvo. Algunas veces lo anterior ha tenido su
contraparte durante un periodo pequeño, pero es raro que se le conozca. El
campo en general se caracteriza por una propensión a crítica hacia la novedad y
el cambio, más que basarse en el conocimiento o diálogo intergeneracional.
Estamos surgiendo que esta postura ah histórica resulta de un fundamental interés
empresarial y de3 la función del campo. Irónicamente pudiera ser que la estrecha
naturaleza empresarial y orientación del campo hayan contribuido para atenuar su
capacidad para administrarse o servir efectivamente. Esta postura ahistórica, con
su énfasis en la eficiencia y el servicio cristalizo en un pequeño libro publicado por
la University of Chicago Press en 1949. Había cuatro preguntas formuladas por
Ralph Tyler en su principios básicos del curriculum y la instrucción: (1) ¿qué
propósitos educativos debería alcanzar la escuela? (2) ¿cómo pueden
seleccionarse experiencias de aprendizaje que permiten alcanzar esos objetivos?
(3) ¿Cómo pueden organizarse las experiencias de aprendizaje para una
institución efectiva? (4) ¿Cómo pueden evaluarse la efectividad de las
experiencias de aprendizaje? Estas pregunta vinieron a resumir el espacio
tradicional del campo el tono de sentido común del libro esconde su origen basado
en una racionalidad administrativa o burocrática, un tipo de pensamiento que
despolitiza los elementos y los saca de su contexto histórico.
No hay coherencia conceptual o racional en ninguna de las cuatro preguntas
“básicas” de Tyler. Aun mas, se plantean la instrumentalidad empresarial de los
administradores escolares al insistir en el conocimiento de cómo mejorar la forma
de manejar los problemas “prácticos” del desarrollo implantación y evaluación
curriculares esta noción especifica de la relación entre la teoría y la práctica, al
señalar que la teoría existe exclusivamente como guía práctica, ha dominado el
pensamiento e intelectual en el occidente desde la aparición de la ciencia en el
siglo XVII (es esta noción de la relación entre la teoría y la practica la que ha
tenido ataques en aumento, como lo demuestran algunas lecturas de los
reconceptualistas incluidos en este volumen).
Por ejemplo, el libro de Tyler fue ampliamente utilizado en cursos universitarios
sobre el curriculum y jugo también un rol decisivo en el desarrollo teórico del
propio campo sobre las cuatro preguntas curriculares de Tyler, Hilda Taba
identifico siete pasos para guiar a los expertos en su texto titulado desarrollo
curricular. En muchos volúmenes de este género, tal como el homónimo de
desarrollo curricular de Tanner y Tanner se presentaba un compendio de asuntos.
Las ideas implícitas en estos libros parecen anticipar los problemas que un
especialista en curriculum puede encontrar durante el curso de sus estudios
profesionales. En este sentido, la teoría del curriculum tradicional guía a la
práctica, así como anticipa y pretende su control.
Las críticas acerca de la calidad del curriculum de la educación básica y media se
incrementaron durante los años cincuenta, por ejemplo, los modelos curriculares
que tenía la “adaptación para la vida “como una meta primaria fueron atacados por
Admiral Hyman Rickvert y alguno otros como un indicador de la “Blandura” del
sistema escollar norteamericano. Respondiendo a estas críticas varios grupos
académicos basados en las disciplinas comenzaron la tarea de reformar los
currículos escolares. En 1952, el University of Illinois committee on school
mathematics inicio su trabajo de revisión de curriculum de las matemáticas
escolares, asimismo, Jerrold Zacharias, del instituto tecnológico de Massachuset
promovió el establecimiento del physical sciences study committee, el cual diseño
un nuevo curso de física para el nivel medio en 1956.Estos científicos y
matemáticos fueron empiristas conceptuales y no estaban asociados con la
escuela tradicional del curriculum. Ellos intentaron inspirar la enseñanza de la
estructura de una disciplina y su proceso profundo, que es un método de
investigación.
Las actividades de estos científicos se aceleraron con el lanzamiento del satélite
Soviético Sputnik en 1957 . Este evento, y el movimiento nacional de reforma del
curriculum que siguió, aisló a una más a los tradicionalistas de la corriente
principal de actividad curricular durante los años cincuenta y sesenta. El éxito
Soviético se constituyó en el agravio de las escuelas norteamericanas, que
manifestaban que tan a la zaga se estaba y se infería que era debido a la
influencia de los tradicionalistas en el campo del curriculum. La estructura del
contenido fue la meta primaria del movimiento nacional organizado para reformar
el curriculum. Como uno de los resultados, los especialistas en curriculum fueron
marginados durante la selección de líderes del movimiento. Expertos de las
ciencias naturales y de la conducta, matemáticos, humanistas y representantes de
muchas otras disciplinas estuvieron en la vanguardia del movimiento de reforma
influenciados por las discusiones realizadas en Woos Hole Massachusetts, En
1959, y resumidos en 1960 en un pequeño volumen importante publicado durante
los primeros años del movimiento: el proceso de la educación, por el notable
psicólogo Cognoscitivista Jeromn Bruner .No fue pequeña la consecuencia de
que los especialistas basados en las disciplinas se acercaran a un científico de la
conducta y no a un especialista en curriculum para cerciorarse sobre qué y cómo
enseñar el contenido de los nuevos curriculums. El efecto en el campo del
currículum seria lento pero poderoso. Los conceptual dio empiristas desde muchas
disciplinas académicas habían desplazado a los tradicionalistas, en el campo del
curriculum en cuanto a las políticas e innovaciones educativas. Fundaciones
filantrópicas privadas, así como agencias federales no consideraban en los
explícitos del curriculum como dignos de conducir un movimiento de reforma que
abrieron paso a su especialización.
Durante este periodo hubo un desarrollo de los departamentos educacionales que,
más que desgastar la posición de los tradicionalistas, acrecentó la estatura de los
conceptual- empiristas. Filósofos, psicólogos e historiadores de la educación
estuvieron aliados más de Cerca con las academias de filosofía, psicología e
historia la administración educacional llego a estar más fuertemente anudada a la
teoría empresarial y a la psicología industrial. Este movimiento cercano a la
disciplina “materna” fue difundido en parte por la crítica de los representantes de
estas áreas intelectuales que, por ejemplo, señalaban que los filósofos educativos
no estaban” haciendo filosofía. Tal crítica fue literal y puntual con cierta magnitud,
pero fue simbólica y represento parte del periodo de reacción contra los
educacionistas y la institución educativa.
Para 1980 encontramos la práctica de contratar doctores en algunas disciplinas,
como sociología, que tuvieran “interés” en el curriculum. Esta práctica esta todavía
limitada a las más prestigiadas escuelas de educación, pero representa una
continuación de esta tendencia. Bajo estas condiciones es fácil ver que tan
vulnerable llego a ser el campo del curriculum. Nunca hubo una cercana filiación
disciplinaria; las circunstancias de su origen no la admitieron y su función
tradicional no la requirió. Mientras el carácter teórico especifico del curriculum
escrito tradicional se hizo fácilmente accesible al personal escolar –y así hizo que
el curriculum fuera una de las especializaciones más populares en las escuelas
superiores de la educación – ahora volvió vulnerable al campo a criticas de
debilidad académica, suciedad conceptual y flojera, inicialmente, los especialistas
en curriculum podían ignorar, y lo hacían, estos ataques, temporalmente salvados
con la protección de las saludable incorporación y las necesidades del país de
nuevos maestros y administradores responsables del curriculum. Pero la
disminución de la población de estudiantes y el deterioro de la economía
norteamericana durante los años setentas les mostraría que tan temporal y frágil
era la seguridad.
Los efectos de estos desarrollos en el campo fueron muy serios. Hubieron más
maestros potenciales que trabajaos. Una mayoría de los maestros en servicio,
especialmente en el noreste, permanentemente atestiguaban la reducción de la
matrícula. Durante los años sesentas muchas escuelas de educción crecieron
rápidamente; muchas universidades temían más maestros que los que la
matrícula de estudiantes podía justificar parte de esta crisis económica estuvo
aliviada por aportaciones federales para la investigación educativa, por esto fue un
consuelo marginal para los especialistas del curriculum tradicional, puesto que en
muchos fondos se destinaron a los empiristas. Los tradicionalistas no tenían una
disciplina en el sentido convencional y no realizaban investigación. Su asociación
se contrajo rápidamente. Las críticas de debilidad intelectual surgidas de las
universidades no podrían ser ignoradas. La base económica del campo tradicional
se colapsó.
Había habido algunos intentos de tipos y duración variada para establecer un
campo intelectualmente serio –una disciplina – del curriculum .Por ejemplo, la Ass
asociación por supervisión and curriculum development, todavía la mayor
sociedad profesional dedicada a los problemas curriculares, estableció una
comisión sobre teoría curricular durante los años sesentas, sin embargo, esta
comisión no pudo llegar a una consenso con relación a la forma y objeto del
campo, independiente mente de la comisión, en forma individual algunos trataron
de especificar la naturaleza del campo George Beauchamp delineo los principales
elementos de una campo científico del curriculum. También en esta vena están los
artículos de Mauritz Johnson y los del grupo del estado de Ohio, Si bien el libro de
profesor Beuchamp actualmente llega la cuarta edición y los estudiantes de
Johnson, como George Posner de la universidad de Cornell y A. LEON PINES de
la universidad de MAINE, continúan en algunos aspectos de este trabajo, debe
concluirse que el esfuerzo por establecer un campo científico del curriculum
todavía no ha tenido éxito.
De ahí que por 1970 fue posible que el filósofo J. Schwab, en su famosos e
importante ensayo caracterizara el campo del curriculum como “moribundo”. Fue
un juicio pronunciado a través de la década y parecía posible el campo podía
lentamente desaparecer. Pero una “tercera fuerza” apareció durante los años
setentas que demandaba una reconceptualización del campo. Con base en una
tradición critica que se extiende desde 1947 en la conferencia sobre curriculum de
la universidad de chicago a las más recientes conferencias de la universidad de
Ohio en 1967 y de la universidad de Stanford En 1969, un grupo diverso de
educadores apareció a principios de los setentas para montar un nuevo desafío y
critica de los presupuestos subyacentes en los modos existentes de teorizar sobre
el curriculum.
En las primeras etapas de desarrollo, teórico como James Mcdonald, Dwayne,
Maxine Green, William Pinar y Michael Apple desempeñaron un significativo papel
en la reconceptualización de los principales elementos, intereses y formas de
interrogación educacional que suministraron un centro para la teoría y la practicar
curricular. Extrayendo selectivamente de las tradiciones intelectuales europeas
como el existencialismo, la fenomenología, el psicoanálisis y el neo marxismo,
estos teóricos intentaron compensar la reorientación relativamente apolítica, a
histórica y tecnológica que ha caracterizado el campo del currículo durante los
últimos cincuenta años. Por ejemplo Pinar ha intentado esclarecer la importancia
del empleo de un marco referencial psicoanalítico en el análisis experiencial y el
género de los elementos en el proceso escolarizado. Huebner ha suministrado una
entendida critica de la racionalidad tecnocrática que permea los principios
estructurales subyacentes en el pensamiento curricular vigente, Kliebard ha escrito
sobre las cuentas históricas del “cientifismo” que no solo ha influenciado el
desarrollo del currículo, sino también ha gravitado en la centro de la relación que
ata a la escuela a la lógica del capitalismo; Greene ha escrito extensamente sobre
el valor de las artes en el desarrollo de significados en el encuentro del salón de
clases; finalmente Mcdonald y Apple ha manifestado intereses semejantes
relacionados del campo curricular con las críticas políticas y social.
Al final de los años setenta, numerosas conferencias sobre el curriculum, una
creciente lista de artículos, revistas especializadas y debates atestiguaron la
influencia de estas tempranas críticas, Macdonald y los otros habían diseminado
significativamente. Por ejemplo, los trabajos de Apple y Pinar, aunque muy
diferentes, fueron atrayendo una atención y criticas considerables de educares
ajenos a las fronteras de la tradición reconceptualizante y de hecho han reabierto
un acalorado debate en un campo declarado agonizante. En suma, algunas de
estas tempranas formas de reconceptualizante han sido desarrolladas para incluir
perspectivas provenientes de la Escuela de Frankfurt, versión de la teoría crítica y
estudios etnográficos sobre la escuela cimentados en una perspectiva neo
marxista. Lo último es normalmente ejemplificado en el trabajo más común de
Henry A. Giroux y Jean Anyon.
Si bien es demasiado pronto para hablar del trabajo de los reconceptualistas como
una escuela de pensamiento distinta e integrada es probablemente apropiado
referirse a él como un modo de teorizar, cuyos soportes rechazaban la naturaleza
positivista conservadora de la teoría practica curricular existente. En el corazón de
esta forma de teorizar se encuentra un intento, que toma muchas formas, para
hacer del sujeto humano el centro primario de interés y para desarrollar modos de
crítica y practica social cuyo blanco esencial es atrapado por Girux cuando escribe
que la teoría y la practica educacional pueden ser; generalmente elaboradas como
un paradigma que combine la teoría y la practica en el interés de liberación de los
individuos y grupos humanos desde las condiciones subjetivas y objetivas que los
ligan a las fuerzas de la exploración y la opresión. Esto sugiere una teoría crítica
que promueve la autorreflexión dirigida a desnudar formas de falsa conciencia y
las relaciones sociales ideológicamente congeladas de toda usual ostentación bajo
la apariencia de leyes universales. Esto sugiere un proceso de aprendizaje en el
cual en el pensamiento y la acción serian mediadas por especificas dimensiones
cognitivas, afectivas y morales.
Basta decir que ahora con la aparición de los reconceptualistas, el campo pudo
ser líberamente categorizado en tres modos: el tradicional, el conceptual-empirista
(como son usados estos términos en la tradición científico-social) y el
reconceptualistas. En la siguiente sección definiremos estas categorías más aún.
El texto que vas a leer, por consiguiente, tiene un propósito dual. Uno es
introducirse al campo del curriculum presentando ejemplos de cada uno de los tres
principales modos de trabajo incluidos. Segundo, se ofrece un esquema de un
campo en desarrollo. En muchos textos introductorios, un campo de estudio se
presenta como un acabado, como un acabo final. Mientras algunos campos han
alcanzado el consenso por un periodo de tiempo, todos los campos están en
proceso y tienen un proceso y una historia y un furo que se crea mediante le
debate y por la respuesta factores externos ”tales como la recesión, disminución
de índices de natalidad, satélites rusos e impugnaciones “internas”, como las
veras en la última sección. Porque el curriculum está siempre envuelto en
consideraciones políticas y económicas, así como epistemológicas, estimamos
apropiado presentar desnudos estos aspectos de un campo en evolución.
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