COMPETITIVIDAD EN EL CAMPO PROFESIONAL I. INTRODUCCIÓN En un entorno laboral que evoluciona constantemente y está cada vez más conectado a nivel global, la capacidad de destacar en el ámbito profesional se ha vuelto crucial tanto para el éxito personal como para el éxito de las organizaciones. La búsqueda de oportunidades laborales, ascensos y reconocimientos requiere que los profesionales cultiven y preserven un conjunto de habilidades, experiencias y conocimientos que los distingan en sus respectivas áreas. Además, se tratarán los obstáculos que los expertos enfrentan al buscar ser más competitivos, tales como la demanda de innovación, la necesidad de mantener un equilibrio entre la vida profesional y personal, y la creciente relevancia de la inteligencia emocional en entornos laborales cada vez más. conectados. Por otro lado, Bernad (2014) argumenta que la competencia no puede ser definida como una habilidad individual, sino que está influenciada por factores sociales, culturales e históricos. Por ejemplo, la capacidad de una persona para llevar a cabo una tarea particular no está exclusivamente determinada por sus habilidades individuales. También se ve influenciada por factores como las circunstancias, el contexto, las limitaciones y oportunidades presentes, así como la interacción dinámica entre elementos concretos y un propósito definido. Este propósito no surge únicamente de la voluntad individual, sino que se integra en una práctica social que trasciende al individuo. 1.1. Objetivos de la monografía ● Analizar el impacto de las tecnologías emergentes y la transformación digital en la competitividad de distintos campos laborales. ● Examinar la relevancia de la capacidad de adaptación y la resiliencia en el ámbito de la competitividad profesional, investigando cómo abordar y superar desafíos puede impulsar el crecimiento y el éxito a largo plazo. II. MARCO TEÓRICO 2.1. Definición de Competitividad Profesional: Según Chamorro (2005) Define competitividad como la aptitud de un individuo para obtener ventajas sobre sus rivales en el marco de la globalización. Enfatiza que en la era actual, los recursos humanos se han transformado en una fuente de ventaja competitiva duradera, dado que su conocimiento y habilidades resultan complicados de replicar o simular. Asimismo, señala que la administración estratégica de los recursos humanos desempeña un papel fundamental en la consecución de esta competitividad profesional. La competitividad profesional se describe como la habilidad de una persona para lograr y sostener un nivel elevado de desempeño y éxito en su área laboral, destacándose entre sus colegas. Es decir, la competencia en el ámbito profesional implica que la persona competente tiene la responsabilidad de decidir lo que es apropiado en cada situación dentro de su práctica laboral. Por lo tanto, no se limita únicamente a estar dispuesto a realizar ciertas tareas, sino también a tener la capacidad de seleccionar el enfoque más adecuado para cada tarea, especialmente en situaciones únicas y no convencionales. (Bernad, 2014). 2.2. Factores que Influyen en la Competitividad La competencia en el ámbito profesional está influenciada por una serie de factores que van más allá de las habilidades individuales tales como: 2.2.1. Habilidades y Capacidades: Estas competencias no solo se traducen en la ejecución efectiva de tareas específicas, sino que también impactan directamente en la capacidad para sobresalir y destacarse en un entorno cada vez más competitivo. Por otro lado, las habilidades interpersonales son igualmente fundamentales. La capacidad de comunicarse efectivamente, trabajar en equipo, y gestionar relaciones de manera positiva se traduce en una colaboración más fluida y en un ambiente laboral propicio para el éxito (Aguilera et al, 2020) 2.2.2 Experiencia Laboral: Conforme un individuo adquiere experiencia a lo largo de su carrera profesional, va cultivando un conjunto preciado de habilidades especializadas vinculadas a su área. Esta pericia no solo engloba la capacidad para llevar a cabo tareas de manera eficaz, sino también la habilidad para enfrentar situaciones complicadas y resolver problemas de manera efectiva. Por otra parte, la trayectoria laboral desempeña un rol crucial en la formación de una red de contactos profesionales. Las conexiones establecidas a lo largo de la carrera no solo simplifican el compartir de información y posibilidades, sino que también consolidan la reputación y el reconocimiento en el entorno laboral. 2.2.3. Formación Académica: La educación formal desempeña un papel crucial al posibilitar que las personas obtengan los conocimientos y habilidades esenciales para desempeñarse de manera efectiva en su área laboral. Según Cepedo et al (2014) la formación académica del graduado en Administración debe centrarse en cultivar competencias respaldadas por un enfoque educativo constructivo y en sintonía con las exigencias del mercado contemporáneo. 2.2.4. Redes Profesionales: En un entorno globalizado, donde la información y las oportunidades se mueven a una velocidad sin igual, las conexiones profesionales simplifican la obtención de datos pertinentes y actualizados. La capacidad de intercambiar conocimientos, recibir asesoramiento y colaborar con compañeros puede marcar un impacto significativo en cuanto a la efectividad y eficiencia en el ámbito laboral. III. IMPORTANCIA DE LA COMPETITIVIDAD EN EL CAMPO PROFESIONAL 3.1. Impacto en la Carrera Profesional La competitividad en el campo profesional es un aspecto de suma importancia que incide directamente en el desarrollo y éxito de una carrera. En primer lugar, la competitividad impacta significativamente en las oportunidades de empleo. Los empleadores buscan constantemente individuos que no solo cumplan con los requisitos técnicos, sino que también demuestran una ventaja competitiva, ya sea a través de habilidades especializadas, experiencia única o una actitud proactiva. Por ello la competitividad en el campo profesional no es simplemente un requisito adicional, sino un motor fundamental para el éxito. Por otro lado, las competencias pueden ser genéricas, es decir, aplicables a cualquier área de conocimiento, o específicas, relacionadas con una disciplina o profesión en particular. Así mismo también influye profundamente en el desarrollo y éxito a largo plazo en el mundo laboral. 3.2. Influencia en la Movilidad Laboral La progresión y crecimiento en el ámbito profesional se encuentran estrechamente vinculados a la competitividad. Individuos que se esfuerzan constantemente por superarse, enfrentan nuevos desafíos y mantenerse al día en su área tienen mayores probabilidades de avanzar en sus trayectorias laborales, obteniendo posiciones más elevadas y responsabilidades exigentes. La noción de progreso profesional en una empresa constituye una estrategia que incentiva a los empleados a mantenerse en la organización. Cuando esta metodología se implementa de manera consistente, refleja la política de ascensos como una posibilidad concreta, permitiendo a los individuos avanzar desde sus roles actuales hacia posiciones de mayor jerarquía y responsabilidad. (Nieves, 2014) En un sentido más amplio, la competitividad fomenta la innovación y la mejora continua. Los profesionales competitivos no solo se conforman con el status quo, sino que buscan constantemente maneras de mejorar sus habilidades y contribuir de manera más significativa a sus equipos y organizaciones. IV. HERRAMIENTAS Y ESTRATEGIAS PARA MEJORAR LA COMPETITIVIDAD 4.1. Desarrollo de Habilidades Específicas: El desarrollo de habilidades específicas es fundamental para mejorar la competitividad de una empresa. Para lograrlo, se pueden implementar diversas herramientas y estrategias. A continuación, se presentan algunas opciones: 4.1.1. Capacitación y formación: La organización tiene la posibilidad de dedicar recursos a iniciativas de capacitación y desarrollo con el objetivo de fortalecer las habilidades y conocimientos de su personal. Estas iniciativas pueden abarcar cursos, talleres, seminarios y programas de entrenamiento diseñados de manera específica para cada área o función dentro de la empresa (Chamorro Mera, 2005) 4.1.2. Tecnología y herramientas digitales: Según Chamorro Mera (2005) Incorporar tecnologías y herramientas digitales en la empresa tiene el potencial de aumentar la eficiencia y productividad, factores clave que impulsan la competitividad de la organización. Por ejemplo, la introducción de sistemas de gestión de recursos humanos y la utilización de herramientas analíticas de datos pueden optimizar los procedimientos internos y perfeccionar el proceso de toma de decisiones. 4.2. Educación Continua y Actualización Profesional: Para optimizar el rendimiento de un empleado, resulta fundamental que este se sienta plenamente integrado en todas las competencias de la empresa, lo cual implica proporcionarle la información necesaria para la ejecución de sus tareas. En este contexto, las compañías deben enfocarse en la capacitación y formación de su personal, ofreciendo iniciativas como cursos, talleres y oportunidades de desarrollo académico. Esta estrategia no solo posibilita que los empleados adquieran nuevas habilidades y mejoren sus destrezas, sino que también les equipa con las herramientas esenciales para avanzar en la jerarquía organizacional. Estudios señalan que la capacitación puede generar un incremento del 30% en la productividad empresarial, subrayando así la importancia de invertir en el crecimiento y la educación de los empleados. Este enfoque no solo promueve una competencia laboral saludable, sino que también impulsa el crecimiento constante de la organización (CEREM, 2023). 4.3. Participación en Proyectos y Actividades Relevantes: Según Bernard Rey (2014) Participar activamente en proyectos y actividades relevantes emerge como una estrategia fundamental para potenciar la competitividad. Esto implica involucrarse en iniciativas alineadas con los objetivos y necesidades de la organización, permitiendo a los empleados aportar de manera significativa a su desarrollo y éxito. La implicación en proyectos pertinentes no solo fortalece las habilidades individuales, sino que también estimula la colaboración, la innovación y la adaptabilidad frente a desafíos específicos del entorno laboral. Este enfoque no solo favorece el crecimiento personal, sino que también contribuye al avance general y la competitividad de la empresa. V. EL PERFIL PROFESIONAL EN LA COMPETITIVIDAD DEL CAMPO LABORAL 5.1. Proceso de diseño de un perfil profesional: De acuerdo con las explicaciones de Hawes y Corvalán (2004, p. 8), al crear perfiles profesionales, es esencial contar con las "fuentes" o "insumos". Estos autores señalan que el perfil se forma a partir de información relevante proveniente del entorno externo. A nivel internacional, se considera cómo se enseña la profesión en los principales países que marcan las tendencias universitarias, así como la proyección de su desarrollo en los próximos años. A nivel nacional, se examina la actividad de los profesionales en ejercicio, cómo valoran la formación recibida y cuáles son las prioridades y tendencias actuales en la profesión. Además, destacan la importancia de la investigación interna realizada por las unidades académicas (Facultades, Institutos, Departamentos, Escuelas), que aportan perspectivas locales y nacionales de manera reflexiva y dialogante. Este proceso puede representarse gráficamente. Figura 1. Modelo general del proceso de diseño de un perfil profesional Fuente: Hawes y Corvalán, (2004). Cuando evaluamos la evolución de las profesiones en el contexto de los cambios científicos y tecnológicos, se propone identificar al menos tres etapas clave en el desarrollo profesional: En primer lugar, nos encontramos con el profesional básico. Este individuo acaba de concluir su proceso formativo y se enfrenta al desafío de integrarse en un mundo laboral que se presenta como complejo y altamente competitivo. Es un periodo crucial en el que se busca aplicar los conocimientos recién adquiridos y adaptarse a las demandas del entorno profesional. Luego, se destaca la figura del profesional maestro o experto. Este individuo ha acumulado entre 4 y 5 años de experiencia en su campo, logrando un dominio sustancial de su profesión. Durante este tiempo, ha enfrentado desafíos, adquirido perspicacia práctica y se ha consolidado como un participante activo y competente en su área laboral. Finalmente, surge el profesional especialista. Este individuo ha optado por continuar su formación, focalizándose en un dominio específico de competencias. Este enfoque especializado le otorga una distinción notoria en comparación con los niveles anteriores. Es un profesional altamente especializado y con habilidades específicas que lo destacan en su campo de acción. 5.2. Concepto de perfil profesional: Hawes y Corvalán (2004, p. 13) definen el perfil profesional como el conjunto de características y habilidades que lleva a que una persona sea identificada por la sociedad como un profesional en particular, confiándole responsabilidades para las cuales se le considera capaz y competente. Desde la perspectiva del diseño curricular, Hawes, B (2001, p. 1) aborda el concepto del perfil profesional mediante dos dimensiones: el "perfil profesional genérico" y el "perfil profesional técnico". En términos sencillos, el primero se refiere a las habilidades y características comunes a diversas profesiones, mientras que el segundo se centra en las habilidades técnicas y específicas necesarias para desempeñarse en un campo profesional particular. En conjunto, estas dimensiones conforman la identidad y la capacidad de un individuo en su rol profesional. Figura 2. Dos dimensiones del perfil profesional Fuente: Hawes, G (2001). Hawes añade que el "perfil profesional", propiamente dicho, se refiere a la imagen proyectada de la profesión en la sociedad. En cambio, el perfil "técnico" representa la adaptación institucional del perfil profesional genérico. Este último incorpora niveles de detalle y especificación que guían su aplicación a través de un plan y programas de estudio, así como otras decisiones institucionales vinculadas a la implementación del currículo. Hawes (2001, p. 2) concibe el "perfil profesional" como una auténtica declaración que describe las características distintivas de una profesión en términos de su formación, sus desempeños, su presencia en la comunidad y el aporte que realiza a la sociedad. Según este autor, algunos rasgos notables de un perfil profesional incluyen: ● Su naturaleza como "declaración", indicando su integración en un marco institucional. ● La idea de que la "profesión" es algo identificable, definible y distinguible en el contexto social. ● El concepto de que la profesión se identifica a través de diversos rasgos, donde la combinación y contenido definen su naturaleza. ● Dimensión de "formación": Hawes destaca la importancia de esta dimensión, considerándola la base para los demás componentes del perfil, y algo en lo que las universidades son especialmente competentes. ● Dimensión de "desempeños", particularmente aquellos relacionados con las funciones normales de la profesión. Identificar estos desempeños básicos proporciona un referente crucial para la especificación del perfil de la profesión. ● Dimensión de "presencia cívica y ciudadana", relacionada con las habilidades y competencias de un profesional para desenvolverse en la sociedad, comprendiendo y apreciando los valores tanto de su propia cultura como de otras culturas ajenas. VI. CONCLUSIONES La competencia profesional se ve moldeada por un conglomerado de factores, entre los cuales se destacan las habilidades individuales, la experiencia laboral reunida, la formación académica y la construcción de redes profesionales. Se dió énfasis en la importancia de la adaptabilidad y la resiliencia como pilares fundamentales para enfrentar desafíos y fomentar un crecimiento sostenido y un éxito a largo plazo. En lo que respecta a la relevancia de la competitividad en la trayectoria profesional, se hace hincapié en su impacto significativo tanto en las oportunidades de empleo como en la movilidad laboral. La competitividad no se percibe simplemente como un requisito adicional, sino como un impulsor esencial del éxito, actuando como un catalizador para la innovación y la mejora continua en el ámbito laboral. En última instancia, se proponen herramientas y estrategias específicas destinadas a fortalecer la competitividad, tales como el desarrollo de habilidades particulares y el compromiso con la educación continua. Así mismo se resalta la importancia crucial de la capacitación y formación, respaldada por evidencia que destaca su positivo impacto en la productividad empresarial. Estos elementos, cuando se combinan, delinean de manera clara y comprensible la importancia crítica de la competitividad en un entorno laboral que evoluciona de manera frecuente. VII. REFERENCIAS Arce, C. (2016). MODELO DE PERFIL PROFESIONAL POR COMPETENCIAS PARA LA FORMACIÓN DEL INGENIERO QUÍMICO EN LA UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO DE LAMBAYEQUE-PERÚ. Universidad Nacional Pedro Ruíz Gallo de Lambayeque. https://repositorio.unprg.edu.pe/bitstream/handle/20.500.12893/1102/BC-TES-5882.pdf?sequ ence=1&isAllowed=y Boizán Mesa, R., Aguilera Lahera, M., & Rodríguez Rondón, E. O. (2020). Las habilidades comunicativas como habilidades pedagógicas profesionales: una mirada desde la Orientación Profesional. EduSol, 20(71), 32–38. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=475764265003 Chacón Espeleta, R. (2013b). ESTIMACIÓN Y CAUSAS DE DIFERENCIAS SALARIALES ENTRE PROFESIONALES EN TRES INSTITUCIONES COSTARRICENSES. Revista reflexiones, 92(1), 35–45. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=7292705001 Chamorro Mera, A., & Tato Jiménez, J. L. (2005). Globalización y competitividad de las empresas: los recursos humanos. Análisis económico, XX(43), 167–186. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=41304308 Hawes, G. y Corvalán, O. (2004). Construcción de un Perfil Profesional. Proyecto Mecesup Tal 0101, Documento de Trabajo 1, 2004. Universidad de Talca. Disponible en: http://redeca.uach.mx/curriculo/Construccion%20de%20un%20Perfil%20Profesional.pdf Hawes, G. (2001). El diseño de las profesiones y el “perfil profesional”. Instituto de Investigación y Desarrollo Educacional (IIDE), Documento de trabajo 7. Universidad de Talca. Disponible en: http://www.gustavohawes.com/Educacion%20Superior/2001PerfilProfesional.pdf Nieves Zubillaga, I. C. (2013). Desarrollo profesional y puesto de trabajo. Observatorio Laboral Revista Venezolana, 6(11), 111–137. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=219030140007 Rey, B. (2014). En torno a las palabras. “Competencia” y “competencia profesional”. Propuesta Educativa, 42, 28–38. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=403041713004