Subido por María Dolores Toledo Salcedo

Qué es un ecosistema

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¿QUÉ ES UN ECOSISTEMA?
El ecosistema es una unidad natural formada por una comunidad de seres
vivos y por los elementos no vivos que la rodean. En los ecosistemas, los
seres vivos se relacionan entre sí y con los factores físicos del medio en que
habitan.
Existe una gran variedad de ecosistemas.
Terrestres: Se sitúa en la superficie continental. Su flora y fauna habita en el
suelo o subsuelo, es un ecosistema con muchas variaciones debido a su
relieve, humedad, tipo de suelo entre otros rasgos. Se clasifican en:
 Desiertos
 Bosques
 Selvas
 Pastizales
 Matorrales
 Tundras
Acuáticos: Se ubican en el agua dulce, salobre (menos salada que el mar,
pero, más que los ríos y lagos) o salada.
Su condición física depende del tipo de agua. Los seres vivos que habitan
aquí se desarrollan o están en contacto en todo momento con el agua. Se
clasifican en:
 Mares y océanos (agua salada)
 Estuarios y Manglares (agua salobre)
 Lagos, ríos y lagunas (agua dulce)
Mixtos: Dos o más ecosistemas conviviendo en un mismo espacio y sus
especies tienen características que se relacionan con ambos ecosistemas;
por ejemplo:
 Un río dentro de un bosque.
 Costas
 Humedales
Artificiales: Construidos por intervención humana. Se clasifican en:
 Urbanos
 Rurales
COMPONENTES DE UN ECOSISTEMA.
Para estudiar los ecosistemas se han clasificado los elementos que los
componen en dos grupos: los factores bióticos o el conjunto de seres vivos
que se agrupan en la biocenosis, y los factores abióticos o elementos no
vivos que conforman el biotopo.
Factores bióticos.
Los factores bióticos son los seres vivos (plantas, animales, hongos y
microorganismos) que habitan en un lugar y las relaciones que se
establecen entre ellos y con el medio que los rodea.
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Además de relacionarse entre sí, los factores bióticos interactúan con los
factores abióticos del medio. Estas interacciones limitan la supervivencia
de las especies, por lo cual los seres vivos han sufrido una serie de cambios
a través del tiempo, conocidos como adaptaciones.
Las adaptaciones o modificaciones que permiten a los organismos
sobrevivir pueden guardarse en su información genética y así se transmiten
a través de las generaciones. En general, las adaptaciones se pueden
clasificar en tres grupos: morfológicas, fisiológicas y de comportamiento.
 Morfológicas: Son las transformaciones que han sufrido las estructuras
corporales de los organismos y que se han dado a lo largo de su
evolución; estas determinan las formas actuales de los seres vivos.
Ejemplo, las adaptaciones de los picos de las aves según las flores de
las que se alimentan.
 Fisiológicas: Son los cambios en el funcionamiento y las funciones de
los seres vivos, que les permiten adaptarse a las condiciones
ambientales del medio. Ejemplo, la hibernación o la migración, que
les permiten a los seres sobrevivir a las temporadas más frías o secas
del año.
 De comportamiento: Son las modificaciones en el comportamiento
de los organismos, que se han dado como respuesta a las
condiciones del medio. Ejemplo, el tipo de reproducción en harén
de los elefantes marinos, en la que los machos dominantes tienen
entre 10 y 100 hembras para aparearse, a las que defiende
enfrentándose a muerte con otros machos.
Factores abióticos.
Los factores abióticos son los componentes físicos o no vivos de un
ecosistema, que determinan la supervivencia de los seres vivos que
habitan en este. Algunos de ellos son la luz, el agua, el suelo, la
temperatura y los gases atmosféricos.
 La luz es el principal suministro de energía para los seres vivos en el
planeta. Las plantas, a través de la fotosíntesis, transforman la
energía de la luz solar en energía química que utilizan los demás
seres vivos. Así mismo, la cantidad de luz regula los ritmos biológicos
de muchos seres en la tierra.
 El agua es el elemento del cual depende la supervivencia de los
seres vivos. El agua es indispensable porque forma parte de procesos
químicos orgánicos, como la fotosíntesis y la respiración, y porque
actúa como regulador del clima y de la temperatura corporal de los
seres vivos.
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El suelo es la cubierta superficial de la tierra, compuesta de minerales
y partículas orgánicas.
La temperatura establece unos límites en los que sobreviven los seres
vivos, pues cuando esta es muy alta o baja, las funciones vitales se
paralizan. Además, los animales, como aves y mamíferos, gastan
mucha energía para conservar su temperatura y otros, como peces,
anfibios y reptiles, depende de la temperatura ambiente para
sobrevivir.
Los gases atmosféricos son indispensables para los seres vivos. Los
principales gases atmosféricos son el nitrógeno, el dióxido de
carbono y el vapor de agua. Además, la atmosfera tiene una capa
formada por moléculas de ozono, encargada de retener las
radiaciones ultravioletas, sin la cual la luz solar sería mortal para todos
los organismos.
RELACIONES ENTRE LOS SERES VIVOS.
Los seres vivos comparten necesidades como alimentarse, reproducirse y
protegerse. Para cumplir con ellas deben disponer de agua, luz, alimento y
un territorio. Como estas necesidades las comparten con todos los
individuos que conforman la biosfera, se establecen entre ellos relaciones
que pueden ser intraespecíficas o interespecífica.
Relaciones intraespecíficas.
Las relaciones intraespecíficas se producen entre individuos de la misma
especie. Pueden ser de competencia o de cooperación.
 Relaciones de competencia
Cuando en un hábitat no existe la suficiente cantidad de un recurso vital,
como la luz, agua, alimento, espacio o parejas y los individuos de una
población compiten por dicho recurso, los efectos son negativos para uno
de los individuos y pueden incluso causarle la muerte. La competencia se
presenta por que los seres vivos que compiten ocupan el mismo nicho
ecológico, es decir, ocupan el mismo lugar en la cadena trófica se
alimentan de lo mismo o aprovechan los mismos recursos.
 Relaciones de cooperación
Las relaciones de cooperación facilitan algunas funciones que serían
difíciles de realizar si los individuos viven aislados. Estas pueden ser:
familiares, gregarias, sociales y coloniales.
Familiares: están relacionadas con la reproducción y el cuidado de las
crías. Pueden ser monógamas, polígamas y matriarcales.
 Relaciones monógamas: aquellas que se establecen entre un
macho, una hembra y sus crías.
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Relaciones polígamas: aquellas que se establecen entre un macho
con varias hembras y sus crías.
 Relaciones matriarcales: las que se establecen entre una hembra y
sus crías.
Gregarias: Relaciones que establece un conjunto de individuos que tiene
comportamientos semejantes y desarrollan actividades comunes, aunque
no tengan necesariamente un parentesco. Las ventajas de los individuos
que se relacionan de esta forma son: defensa contra los depredadores,
facilidad para conseguir alimento, beneficio para la reproducción. Un
ejemplo de relación gregaria es el de los lobos que se agrupan para cazar.
Sociales: Se refieren a la distribución del trabajo entre los individuos de una
población y en la que se establece una jerarquía social, como sucede en
las abejas, las termitas y las hormigas. Una característica de esta clase de
individuos es la incapacidad para vivir en forma aislada.
Coloniales: En las colonias, los individuos se asocian y forman una unidad.
Un ejemplo de esta clase de relación son los corales.
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Relaciones interespecíficas
Las relaciones interespecíficas se producen entre individuos de especies
diferentes, y si estas relaciones son estrechas y se mantienen, constituyen la
llamada simbiosis. Estas pueden ser positivas para las dos especies (+ +),
negativa para una de las especies (+ -), positiva para una especie y neutra
para la otra (+ 0) y negativa para las dos especies (- -).
Los tipos de simbiosis son: mutualismo, comensalismo, amensalismo,
depredación, parasitismo y competencia.
 Mutualismo (+ +): en ella ambas especies se ven beneficiadas de la
relación, al obtener alimento, protección contra los predadores o un
ambiente favorable para crecer y reproducirse. Un ejemplo de
mutualismo corresponde al pez payaso, que vive en los arrecifes de
coral donde habitan muchas anémonas. Tanto el pez como la
anémona se benefician al protegerse de los depredadores.
 Depredación (+ -): en esta relación la especie depredadora caza a
otros animales o presas para alimentarse. En ella una especie se
beneficia mientras la otra se va perjudicada.
 Comensalismo (+ 0): en ella, un individuo se beneficia mientras que
el otro no se ve afectado. Ejemplo: los percebes, que se adhieren a
la piel de las ballenas. Los percebes no benefician a las ballenas,
pero tampoco les causan daño, mientras que estos se benefician
pues el movimiento de las ballenas remueve las partículas de
alimento que hay en el agua. Otros ejemplos son: los cangrejos
ermitaños, que usan como casa los caparazones vacíos y junto a
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ellos anidan gusanos que aprovechan los desperdicios del cangrejo,
y las rémoras que siguen a los tiburones para comer sus sobras.
Amensalismo (- 0): es un tipo de relación entre dos especies distintas,
en la cual una especie resulta inhibida mientras que la otra no es
afectada. Ejemplo: los grandes árboles de la selva amazónica que
impiden la llegada de la luz a las plantas que se encuentran en el
suelo, y el hongo penicillium que producen penicilina e impide el
desarrollo de las bacterias.
Parasitismo (+ -): es una relación en la que un organismo vive dentro
de otro o sobre él y le causa daño. El parásito toma su alimento de
otro organismo que recibe el nombre de huésped. Una
característica general de los parásitos es tener un menor tamaño
que su huésped; ellos lo debilitan, pero sin causarle la muerte.
El equilibrio ecológico
Se refiere al balance natural entre los diferentes seres vivos y su entorno. Se
puede definir como el estado en el que los organismos viven en armonía
con su hábitat y entre sí. Es decir, se refiere a la interdependencia entre los
seres vivos y su entorno. Es importante mantener este equilibrio para
asegurar la supervivencia de todas las especies y mantener la
biodiversidad en nuestro planeta.
El equilibrio ecológico es clave para el medio ambiente y la supervivencia
de las especies. Si un elemento del ecosistema se ve afectado, puede
tener un efecto dominó en todo el sistema. Por ejemplo, si se elimina una
especie de planta, los animales que dependen de esa planta para
alimento también se ven afectados y, eventualmente, todo el ecosistema
puede sufrir daños.
Para mantener el equilibrio ecológico, debemos tomar medidas para
proteger el medio ambiente y preservar la biodiversidad. Esto incluye la
conservación de los hábitats naturales, la protección de especies en
peligro de extinción y la promoción de prácticas sostenibles.
El equilibrio es importante para garantizar que todas las especies tengan
suficientes recursos naturales como agua, aire, alimentos y refugio para
sobrevivir.
Se basa en la idea de que todos los seres vivos están interconectados y
dependen unos de otros. Por ejemplo, las plantas producen oxígeno y
alimento para los animales, mientras que los animales ayudan a esparcir las
semillas y polinizar las plantas.
Para mantener el equilibrio ecológico, es importante proteger el medio
ambiente y reducir nuestra huella ecológica. Esto puede incluir la
conservación de los recursos naturales, el uso de energías renovables y la
reducción de la contaminación.
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El equilibrio ecológico es vital para la supervivencia de todas las especies,
incluyendo a los seres humanos. Cuando este equilibrio se pierde, las
consecuencias pueden ser catastróficas, como el cambio climático, la
extinción de especies y la contaminación del aire y el agua.
El equilibrio ecológico se logra a través de una compleja red de relaciones
entre los seres vivos y su entorno natural. En los ecosistemas, cada especie
tiene un papel específico que desempeñar. Por ejemplo, los árboles
producen oxígeno, mientras que los animales lo consumen. Los insectos
polinizan las flores, permitiendo que estas produzcan semillas y frutos. Los
depredadores, a su vez, controlan las poblaciones de presas, evitando que
se sobrepoblen.
El equilibrio ecológico también se ve afectado por factores ambientales
como la temperatura, la humedad, la luz solar y la calidad del suelo. Los
cambios en estos factores pueden afectar la capacidad de las especies
para sobrevivir y reproducirse, lo que a su vez puede tener un impacto en
todo el ecosistema.
Factores que afectan al equilibrio ecológico
 Deforestación: es una acción llevada a cabo mayormente por los
humanos, el cual consta en la tala de los bosques a gran escala,
participando en la reducción desmesurada de la superficie forestal.
 Contaminación ambiental: es la presencia de sustancias dañinas en
el medio ambiente, y afectan a cualquier tipo de entorno ecológico
(aire, tierra y agua). Sus consecuencias son: calentamiento global,
efecto invernadero, lluvias ácidas y destrucción de la capa de
ozono. Todos estos factores afectan, por supuesto, a la vida.
 Sobreexplotación de recursos naturales: la adquisición de recursos
naturales y materia prima de forma excesiva para la elaboración de
productos o bienes para su posterior comercialización, cuando estas
acciones no son controladas, propician la destrucción de hábitats
naturales de cualquier índole (hábitats terrestres, aeroterrestres y
acuáticos) y, en consecuencia, la extinción de animales y la
desaparición de vegetación.
 Especies invasoras: Son animales que, por decisión voluntaria del
humano, o por la devastación de sus hábitats naturales, ingresan a
un entorno y causan un desequilibrio ecológico, desvirtuando la
esencia biológica de la zona. Las consecuencias son: depredación,
competencia por los recursos naturales, acarreamiento de
enfermedades, incidencias negativas en la reproducción, y
alteraciones en el comportamiento normal de los animales nativos.
Importancia del equilibrio ecológico
El equilibrio ecológico es importante porque garantiza la supervivencia de
todas las especies. Cuando una especie se extingue, puede tener un
impacto en todo el ecosistema.
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También es importante para la salud humana. Los seres humanos
dependen de los ecosistemas para obtener alimentos, agua y aire limpio.
La pérdida de biodiversidad y el deterioro ambiental pueden tener graves
consecuencias para la salud humana, como enfermedades respiratorias y
del corazón.
¿Cómo podemos ayudar a mantener el equilibrio ecológico?
Hay muchas cosas que podemos hacer para ayudar a mantener el
equilibrio ecológico. Una de las formas más importantes es reducir nuestra
huella ecológica, es decir, la cantidad de recursos que consumimos y la
cantidad de residuos que producimos. Algunas formas de hacer esto
incluyen:
 Reducir el consumo de energía, utilizando bombillas de bajo
consumo, apagando los electrodomésticos cuando no los usamos y
utilizando el transporte público o bicicleta en lugar del coche.
 Reducir el consumo de agua, reparando las fugas y utilizando
sistemas de riego eficientes.
 Reducir el consumo de productos de plástico, utilizando bolsas
reutilizables y botellas de agua recargables.
 Apoyar a las empresas y productos que usan prácticas sostenibles y
respetuosas con el medio ambiente.
 Participar en actividades de conservación, como la limpieza de
playas o la plantación de árboles.
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