Subido por Gustavo Palacios Pilo

21 FALLOS DE TU GUION

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21 FALLOS QUE TU GUION NO
DEBE COMETER SI HAS
ACERTADO CON EL CONCEPTO
Claves para antes y después de
escribir el guion
Por LUIS MURILLO
WWW.CREAMUNDI.ES
1 ANTES DE ESCRIBIR EL GUION: TRES ERRORES DE
CONCEPTO QUE SUELEN COMETER LOS GUIONISTAS.
Acabas de terminar un guion de largometraje.
Ahora llega el momento de hacer lo que menos nos
gusta hacer a los guionistas. Encontrar alguien
que quiera leerlo, pagarlo, rodarlo y estrenarlo.
Es un proceso tedioso, sobre todo dependiendo de
en qué situación te encuentras en la industria.
Tienes que creer en tu guion y, sobre todo, estar
convencido de que es el guion que necesita rodarse
en este momento.
Cuando piensas una idea o un concepto para un
guión, luego tienes que desarrollarlo. Escribir
una sinopsis. Un tratamiento. Un guion bien
formateado con sus diálogos y todo. Hacer las
sucesivas revisiones. Darlo a leer a amigos y
profesionales de confianza. Volver a reescribir.
Llamar a productores y directores para conseguir
que se lo lean. Un proceso largo. Un gran
esfuerzo.
Pero... ¿qué pasa si te equivocas en la idea
primigenia? ¿En el concepto? Que tirarás a la
basura horas y horas de trabajo y esfuerzo. Que
sufrirás indefectiblemente el rechazo. Que te
vendrás abajo y empezarás a plantearte tus
capacidades.
Luego,
si
tienes
maderas
de
guionista, probablemente te levantes y sigas
luchando.
Pero, sin lugar a dudas, jode. Y mucho.
Tienes que elegir un concepto para escribir tu
primera película. Pero tienes que hacerlo con
cabeza.
Cuando escribes tus primeros guiones, normalmente
lo haces sobre lo que sientes pasión. Lo que
realmente conoces a tu alrededor. Probablemente te
sirva para que algunos productores te conozcan y
valoren tu manera de escribir. Pero tú quieres
2 vivir de esto. Ya sea como guionista de series o
de películas.
Quieres hacerte una carrera profesional en esto
del guion y que tus obras finalmente lleguen a la
pantalla.
Para todo ello, el concepto es muy importante. Y
muchos guionistas que ya son profesionales siguen
cometiendo los mismos errores. Fallos que harán
que
sea
prácticamente
imposible
vender
tu
película.
Pero, ¿cuáles son esos errores más comunes de los
guionistas a la hora de elegir el concepto?
1. ESCRIBIR TU VERSIÓN DE PELÍCULAS EXITOSAS
Éste es posiblemente el más común de los tres,
sobre todo entre los guionistas noveles.
Verdad que te gustó Seven, El Silencio de los
Corderos o Zodiac, ¿eh? Por eso has querido hacer
tu
propio
guión
de
asesinos
en
serie,
sorprendentemente con muchas similitudes con las
anteriores.
También te fliparon los diálogos rápidos de Juno o
de cualquier película escrita por Aaron Sorkin.
Por eso quieres imitarle.
O la violencia de Pulp Fiction y Reservoir Dogs,
las dos primeras películas de Quentin Tarantino.
Por eso tienes un guión en la misma línea.
O alucinaste con el éxito en España de Ocho
apellidos vascos y por eso tienes tu propia
versión de los conflictos culturales autonómicos.
Los lectores de guiones de las productoras en
España, en Latinoamérica y en Estados Unidos están
hartos de ver clones de estas películas.
Ése es el primer error que cometen los guionistas:
no ofrecer algo nuevo.
3 Debes plantearte qué tiene tu guión para que no
llegue un momento en que el lector se pare y se
pregunte: ¿Qué tiene este guión que sea tuyo? No
basta con imitar, por no decir, copiar un concepto
y añadirle algunos personajes o escenarios nuevos
a la trama para hacer un mix.
Tienes que elegir un concepto que emane de las
páginas de tu guión, que enganche al lector hasta
el punto que no pueda parar de leer.
2. SEGUIR LAS MODAS
Si, por ejemplo, sale una película en la que
protagonista rompe la cuarta pared y habla con
espectador
y
lo
peta
en
Hollywood,
Latinoamérica o en España, al cabo de un par
meses,
las
productoras
recibirán
cientos
guiones en los que el prota habla a cámara.
el
el
en
de
de
Siempre pasa.
Las modas son muy traicioneras. Y tramposas.
Muchos de los que están a tu alrededor a lo mejor
te dicen que por ahí es por donde van los tiros y
hay que hacer algo en esa línea, pero...
1.Probablemente
las
productoras
han
sido
inundadas
con
proyectos
similares
al
tuyo,
seguramente escritos por guionistas que están en
la cresta de la ola. Que tienen contactos o varias
películas a sus espaldas. Es más, seguramente a
algunos de estos guionistas ya hay una productora
importante amparada por un canal de televisión que
les ha encargado el proyecto.
2.- Antes de que hayas escrito tu guion y lo hayas
movido y puesto en manos de algún lector con
posibilidades
o
enviado
a
algún
concurso,
probablemente la moda se haya esfumado. Porque así
son las modas. Ya lo decía Enjuto Mojamuto. Igual
que vienen, se van. Ha pasado con los zombis y con
los vampiros. Y pasará pronto con la siguiente
moda.
4 ¿Qué? Complicado, ¿no? Bueno, si aún quieres estar
dentro de las modas, tienes dos opciones para
evitar las trampas anteriores.
1.- Revive una moda que lleva muerta más de 10
años, pero con una vuelta de tuerca nueva.
2.- Crea tu propia moda. Vale que no será una moda
hasta que no aparezcan más películas en la misma
línea. Es decir, esto viene siendo lo mismo que
crear un concepto original, nuevo, nunca antes
visto. No parece sencillo, ¿verdad? Por eso hay
que pensar mucho para que los lectores de las
productoras, al leer tu guión, piensen: "Qué gran
concepto. Nunca antes lo había pensado". Dicen que
en el cine está todo hecho, pero... ¿es eso
realmente cierto?
Si sigues las modas, tu guion se pondrá a la cola
de otros numerosos guiones que siguen la misma
moda que tú. En cambio, si das con un concepto
original o un híbrido entre dos conceptos antes
vistos, tienes muchísimas más opciones de que tu
guion sea tenido en cuenta. Tienes que pensar con
un año de antelación, adelantarte a las modas.
Sigue las revistas, webs y blogs especializados
para ver qué se está haciendo ahora y tomar
inmediatamente la dirección contraria.
3. NO HACER UN TRABAJO DE INVESTIGACIÓN
Digamos que tienes un gran concepto. Una idea
excelente. Podría ser que tú que lees a menudo
todo lo que se está haciendo tanto a nivel
nacional
como
internacional
hayas
cogido
inconscientemente ese concepto de algo que se está
haciendo, se ha hecho o se va a hacer.
Imagina que te tiras seis meses trabajando sobre
ese concepto para luego ver que hay tres o cuatro
productoras con películas similares.
Algo que te podrías haber evitado si hubieras
hecho un poco de trabajo de investigación.
5 ¿Alguna vez
contando?
te
ha
pasado
esto
que
te
estoy
Has trabajado muy duro en ese concepto brillante
solo para descubrir meses más tarde que tu trabajo
no iba a servir para nada. Algo que quizás podrías
haber solucionado con una simple búsqueda en
Google,
con
un
rastreo
por
las
webs
especializadas.
Si estás trabajando en una película histórica o
directamente extraída de los titulares de prensa,
busca a ver si alguna productora, canal de
televisión o estudio ha comprado los derechos o se
ha puesto a trabajar sobre ello.
Y hasta aquí los errores más comunes de
guionistas a la hora de elegir el concepto.
los
RECUERDA...
El concepto que eliges para tu siguiente proyecto
es clave para decidir cuál va a ser tu éxito. Si
escoges correctamente, es posible que tengas
recompensa. Si te equivocas, nunca tendrás ese
tiempo y ese esfuerzo de vuelta.
6 LOS 21 FALLOS DE GUION QUE NO DEBES COMETER SI
QUIERES QUE TU PELÍCULA SEA UN ÉXITO.
No, no voy a sentar cátedra.
Porque, como he dicho muchas veces, no existe una
fórmula del éxito ni una sola manera de escribir
guiones.
Pero si es cierto que si presentas tu guion a una
productora
que
quiere
películas
con
éxito
comercial y eso prima por encima de todo,
probablemente,
cuando
hayas
terminado
de
escribirlo deberías leer esta lista de fallos de
guion y, después, actuar en consecuencia.
Posiblemente pienses que alguno de los fallos es
una virtud.
Pero hay un alto porcentaje de posibilidades de
que el lector o analista de guion que revise lo
que tú has escrito mirará con lupa si existe
alguno de estos errores.
Son así.
Muchas veces se rigen por el mismo patrón.
Y sí, puede que pienses que se penaliza la
originalidad o la innovación, o que ni siquiera la
fórmula mágica te garantiza el éxito.
Pero recuerda, tú
ruede tu película.
lo
que
quieres
es
que
se
Y es muy difícil ser Jim Jarmusch o David Lynch
con tu primer guion. Y con los demás también.
Vamos con los errores de guión.
1.- Que la historia comience demasiado tarde
Ojo con las introducciones largas. Si tarda
llegar el detonante corres el riesgo de que si
película se está pasando por televisión,
espectador cambie de canal. Es más difícil que
en
tu
el
se
7 salga de la sala de cine después de haber pagado,
pero se han dado casos. Y aunque se queden, luego
hablarán mal de tu peli. El detonante debe de
estar en los primeros 10 minutos de película. Si
es en los primeros cinco todavía mejor. Las
introducciones largas no gustan a nadie. Al grano.
2.Que
el
previsibles
guion
y
la
mecánica
resulten
A veces, lo que a ti te parece totalmente
sorprendente y original, a otros (o al lector de
guión) no se lo parece. Debes ponerte siempre en
la piel de los demás. Tienes que pensar: ¿si yo
fuera el analista, me parecería previsible este
giro? ¿Y si fuera espectador? A veces incluso la
respuesta es sí, pero la trama tiene tal capacidad
de enganche que no importa.
Al espectador le gusta ser sorprendido, pero, a
veces, también, si la sorpresa es difícil de
adivinar y el que lo está viendo acierta, se
siente reconfortado en su inteligencia y también
funciona. Hay que valorar estos dos aspectos. ¿Es
previsible? Si es previsible, ¿lo es para todos o
sólo para el espectador listo?
3.- Que la historia no tenga contundencia, que sea
demasiado endeble
En definitiva, que pasen cosas, sean potentes y
todo esto tenga un sentido. De hecho, la palabra
potente estará siempre en tu vocabulario. ¿Este
detonante
es
potente?
¿Ese
giro
es
lo
suficientemente potente? ¿O es ni chicha ni limoná
y no le importa a nadie? Lo anodino no vende.
Importa la esencia.
4.- Que
claro
las
secuencias
no
tengan
un
conflicto
Es decir, que éste no sea consistente. El
conflicto
de
los
personajes
debe
ser
lo
suficientemente potente para que nos interese y lo
necesariamente
reconocible
para
que
nos
8 identifiquemos con él. Dicho esto, cada secuencia
debe tener su propio conflicto y, además, debe dar
lugar a un avance en la historia. Toda escena debe
tener un sentido. Y si no lo tiene es que es de
relleno y no debería estar en el guion.
5.Que
la
comprensible
lógica
del
personaje
no
sea
Para escribir un guión lo más importante es el
sentido común, pero éste, paradójicamente, es el
más difícil de conseguir. Los actos de los
personajes deben ser coherentes con sus conflictos
y, aunque no sea nuestra lógica, debemos entender
la suya dentro de su personaje. La coherencia es
uno de los grandes objetivos que todo guión debe
tener.
6.- Que los malos estén demasiado caricaturizados
Si tu guion tiene malos o villanos, éstos deben
ser personas y no personajes de cómic (salvo que
estés adaptando un cómic). Han de tener volumen y,
aunque son malvados, no lo son en todo lo que
hacen. Hay que tener mucho cuidado con esto porque
tiende a ocurrir y convierte a los personajes en
poco creíbles. Siempre hay que tender a la verdad,
a dotar a tu personaje de una dosis de realismo,
aunque nos movamos dentro de la ciencia ficción.
7.- Que la narrativa sea repetitiva
Hay que cuidarse mucho de que los giros de guion
de tu película no sean iguales, de que los
conflictos no se repitan de unos personajes a
otros, que los avances no se parezcan. En
definitiva, hay que intentar no repetir, puesto
que, aparte de que se nota y suele quedar mal,
denota falta de imaginación o de trabajo en el
guion.
8.- Que el
atormentando
protagonista
sea
el
típico
héroe
9 ¿Qué piensa la gente normal del típico cantautor
atormentado que en sus canciones habla todo el
rato de sus problemas con el alcohol, las mujeres
o las drogas y se pone como víctima de su propia
personalidad autodestructiva? Pues que da pereza.
Y lo mismo pensará el analista de guion de tu
protagonista. Problemas sí, tormentos los menos.
9..- Que los conflictos femeninos estén contados
con trazo grueso
Este error, al parecer, es uno de los más
frecuentes en los guiones que se presentan a los
analistas en Hollywood. Imagino que esto tiene que
ver con quién escribe el guion, si un hombre o una
mujer. Es posible que si lo hace una guionista los
que estén con trazo grueso sean los personajes
masculinos, cosa que pasa, por ejemplo, en series
como
‘Sexo
en
Nueva
York’
o
‘Mujeres
desesperadas’, por poner dos ejemplos de series
femeninas.
En cualquier caso, lo que tienes que hacer, seas
hombre o mujer, es prestar especial atención a los
conflictos de los personajes del sexo contrario al
tuyo. Y, si es necesario, contar con la asesoría
de alguien que te pueda dar este punto de vista
diferente.
10.- Que el conflicto sea inconsecuente
Es decir que las reacciones y desarrollos de
diferentes conflictos, así como de sus tramas,
sean lógicas, tengan sentido, se entiendan y la
gente las identifique como reales. Porque de un
conflicto inconsecuente viene la mentira y no hay
nada más peligroso que la falta de verdad en un
guion, incluso dentro de una película de ciencia
ficción.
Aunque un personaje esté atacando extraterrestres,
los conflictos a los que se enfrente tienen que
ser creíbles de acuerdo a su personalidad.
10 11.- Que
sustancia
la
forma
sea
más
importante
que
la
Hay directores y guionistas que tienen su propio
estilo de contar las cosas, pero solo con el
estilo no basta si no tienes una historia
consistente. Y todo lo que puedas aportar en la
forma debe estar supeditado a la esencia de la
historia, a lo que de verdad pasa, a que tengas un
argumento potente entre las manos.
12.- Que el final sea anticlimático
En algunos entornos los finales que no parecen
finales están ensalzados. Aquellos que dejan a la
imaginación del personaje lo que ocurre tras los
títulos de crédito son idolatrados. Una última
secuencia que parezca una escena de relleno está
valorada. Eso no ocurre cuando lo lee un analista
de guion de un productora que quiere ganar dinero.
Directamente, no funciona. El final tiene que ser
final y, por esto, se entiende un clímax total,
donde el protagonista se salva o muere, se
resuelven los conflictos y todas las respuestas
quedan contestadas.
13.- Que los personajes sean estereotipados
Como en todos lados, los tópicos suelen ser
desechados, pese a que éstos son tópicos por algo.
Y, aunque muchas veces esos estereotipos conducen
al éxito, véase el caso de ‘Ocho apellidos
vascos’, una vez más las productoras tienden a no
considerar un éxito potencial si sus personajes no
son originales y con volumen. Han de tener
diversas aristas y, por supuesto, no ser ni
demasiados
buenos,
ni
demasiado
malos,
ni
demasiado tontos ni demasiado listos.
14.- Que el tercer acto se salga de madre
Es bastante habitual y en el argot guionístico se
conoce como “saltar el tiburón” que el guionista
se pase tres pueblos con el final y, por ejemplo,
haya una batalla desmesurada en la que muera hasta
11 el apuntador no coherente con el resto de la
película. O se produzca el recontragiro que se
carga la credibilidad del guion. O se desvela un
secreto
que
hace
totalmente
incoherente
e
inverosímil el resto de la historia. Hay que tener
mucho cuidado con esto e igual que hay que ser
valientes hay que saber dar a la prudencia su
justo rol dentro de tu trabajo.
15.- Que el guion sea excesivamente complejo sin
justificación
Todo guion debe tender hacia la sencillez para que
sea fácilmente comprensible. En ocasiones, las
complejidades
de
la
historia
lo
enriquecen,
haciendo que el espectador se deleite con la
manera de desarrollar la historia y tu forma de
contarla. Pero si esto llega a un momento en que
es difícil seguir la trama, provocarás que el
espectador
desconecte.
Hay
que
complicar
la
historia
siempre
pendiente
de
no
retar
la
comprensión de los consumidores.
16.- Que queden demasiadas preguntas abiertas
Ha ocurrido con series como ‘Lost’. Y pasa con
numerosas películas. Abrir preguntas es bueno
porque, por un lado, permite captar la atención
del espectador y, por otro, da pie a todo tipo de
conjeturas y especulaciones. Pero si todos esos
interrogantes se quedan sin respuesta da lugar a
la frustración y la decepción. Eso, inmediatamente
se convierte en malas críticas y mal boca oreja.
17.- Que el guion sea una sucesión de secuencias
independientes sin hilo conductor
Pasa a veces. Te encuentras con una película
excelentemente dirigida, con una interpretación
bárbara, con unos diálogos creíbles y con fuerza.
Pero la historia en su conjunto no tiene ningún
sentido. Es como si hubieran pegado secuencias sin
un hilo conductor. No se ha prestado atención a la
trama,
a
la
evolución,
a
los
avances.
En
definitiva, no se entiende. A mí me ocurrió cuando
12 vi ‘Alatriste’, el film. Es como si
película de director y no de guionista.
fuera
una
18.- Que el protagonista no sea lo suficientemente
potente
Una de las claves de la fuerza de un guion está en
la personalidad del protagonista y es una elección
y un desarrollo al que hay que prestar tiempo en
la fase de trabajo y creación del proyecto. Y ahí
no termina todo, esa potencia del personaje, de su
conflicto, debe plasmarse en las páginas de guion
con sus acciones y sus diálogos. Es importante que
exista un protagonista claro y fuerte.
19.Que
la
resolución
conveniencia y forzada
del
guion
sea
a
Es lo que comúnmente se llama ‘Deus ex machina’.
Es decir, por el artículo 33, sin justificación
alguna, ocurre algo que resuelve la historia:
encuentran al asesino, se salva el protagonista,
etc. Todos los giros deben estar justificados, ser
coherentes y no dejarlo todo en manos de la
casualidad.
20.- Que el tono del guion quede poco definido
Una de las cosas más difíciles de encontrar en una
serie o en una película es el tono. ¿Va a ser tu
película una comedia descerebrada? ¿Un policíaco
con toques de humor? ¿Una de terror con ciencia
ficción? Cuando no queda claro el género y, dentro
de éste, el tono, Houston tenemos un problema.
Ojo, el tono no se encuentra siempre en la primera
escritura. A veces no sucede hasta la número 43.
21.- Que el guion
demasiado poco ritmo
tenga
demasiado
ritmo
o
Cada historia tiene su tempo y hay que saber
encontrarlo. No te empeñes en que tu película sea
frenética
porque
pasarán
demasiadas
cosas
y
demasiado rápido para que el espectador e,
incluso, el analista de guión puedan asimilarlo.
13 Lo mismo ocurre con los guiones demasiado lentos
donde la tensión de las situaciones no sirve por
sí misma para enganchar. El tempo, como el tono,
es de cocción lenta. Lleva su tiempo encontrarlo.
FINAL
Y, agárrate los empastes, éstos no son más que una
pequeña parte de los errores que puedes encontrar
en tu guión, un trabajo laborioso en que, para que
todos los engranajes funcionen correctamente, hay
que invertir mucho tiempo, descender al detalles y
pasar noches sin dormir tratando de encontrar la
solución.
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