CARRERA: LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA. GRADO Y GRUPO: 5 SEMESTRE-502. MATERIA: PSICOTRASTORNOS INFANTILES. PROFESOR: MAYRA LILIANA RODRÍGUEZ CHACHA. ALUMNNO: LISSETH RAMÍREZ CASANOVA, ARACELI MARTINEZ FONSECA, MARISOL BERNARL VILLEGAS, EMILIO ADOLFO CORTEZ HUESCA, ISRAEL GALLARDO TOTO. TAREA: INVESTIGACIÓN-AUTISMO. FECHA: SÁBADO 28 DE OCTUBRE DEL 2023. TRASTORNO DEL ESPECTRO AUTISTA (TEA) El autismo forma parte de los llamados trastornos generalizados del desarrollo. En estos trastornos no sólo se produce un retraso del desarrollo, sino un desarrollo atípico, con amplia alteración de las funciones. La mayoría de los niños con trastornos generalizados del desarrollo también sufren retraso mental (cociente intelectual inferior a 70). Dentro de los niños con autismo, existe un amplio espectro de gravedad, teniendo algunos síntomas más graves y otros más leves. Por definición, el autismo es un conjunto de trastornos complejos del desarrollo neurológico caracterizado por dificultades en las relaciones sociales, alteración en la capacidad de comunicación, patrones de conducta estereotipada, restringida y repetitiva. La palabra “trastorno” puede asociarse a una connotación negativa, por lo cual, la nueva visión consiste en llamarle “condición”. ¿Cuáles son las causas del autismo? No se conoce la causa del autismo, aunque se sabe que es un trastorno genético, ya que es más frecuente en hermanos de niños con autismo (frecuencia del 4,5% en hermanos de pacientes). El autismo podría ser consecuencia de la interrupción del desarrollo normal del cerebro en una etapa temprana del desarrollo fetal, causado por defectos en los genes que controlan el crecimiento del cerebro y que regulan el modo en que las neuronas se comunican entre ellas. Hasta el 80% de los niños con autismo tienen retraso mental, y hasta el 3540% sufren de epilepsia en los primeros 20 años de su vida. Un 5% tienen el síndrome del cromosoma X frágil y otros han sufrido infecciones, como meningitis, o han sido afectados por rubeola congénita, fenilcetonuria o esclerosis tuberosa. Mediante estudios de imagen cerebral, como la resonancia magnética y la tomografía axial (escaner TAC), se encuentran alteraciones en la morfología cerebral, agrandamiento de las zonas del cerebro que contiene el líquido cefalorraquídeo (los ventrículos cerebrales) y alteraciones en el cerebelo y la parte frontal del cerebro. ¿Cuáles son los síntomas del autismo? Los déficits en la interacción social son probablemente los más característicos y específicos de los niños con autismo. Desde pequeños los niños no responden a los gestos y miradas de la gente a su alrededor, no buscan el contacto con otras personas, prefieren jugar en solitario. Problemas serios en el lenguaje comunicativo verbal y no verbal, frecuentemente no tienen un lenguaje inteligible o repiten las palabras que oyen (ecolalia), alteran el orden de las palabras o las usan con significados particulares para ellos. Los comportamientos repetitivos o estereotipados: sólo les interesa una cosa de manera excesiva e inflexible (las ruedas de los coches, los libros de color rojo...), que realizan rituales o rutinas repetidos sin función alguna o movimientos estereotipados (como aleteo de las manos). Los síntomas más habituales son: Falta de contacto con el entorno. Movimientos corporales estereotipados. Anomalías en la emisión, forma y contenido del lenguaje. Marcada anormalidad en la comunicación no verbal. Insistencia irracional en el seguimiento de rutinas. ¿Cuáles son los signos? Signos de alerta en comunicación: No habla. No habla de manera funcional. Repite lo que escucha. No habla en primera persona. No señala. Lleva de la mano al adulto hacia lo que necesita. Signos de alerta en conducta: Muestra interés por partes de objetos, como las ruedas de un carro o las aspas de un ventilador. Aletea las manos. Sube y baja las escaleras repetitivamente. Tiene dificultades para dormir. Puede reír sin causa aparente. Tiene dificultades para cambiar su rutina. Suele hacer berrinches inexplicables. Presenta hiperactividad. Alinea o apila sus juguetes. Corre de un lado al otro. Signos de alerta sensoriales: Se irrita con los ruidos. Tiene retos para probar alimentos nuevos. No tolera algunas texturas. Toca constantemente algunas texturas. Muerde o mastica algunos objetos. Mira fijamente objetos que giran o superficies reflejantes. Signos de alerta sociales: Se aleja de otras personas. Interactúa con dificultad. No juega como los niños de su edad. Minimiza o exagera sus respuestas emocionales. No establece contacto visual. No tiene juego simbólico (no juega al doctor, ni al superhéroe). ¿Cómo se diagnostica el autismo? La observación conductual de un niño con autismo con fines diagnósticos es una tarea compleja que debe ser realizada, por lo tanto, por profesionales expertos (neuropediatras, psiquiatras o psicólogos). Se debe realizar una exploración física y neurológica completas, con pruebas de visión y audición. Durante esta fase, es aconsejable poder observar la relación con la madre (o persona que atienda preferentemente al niño), puesto que habitualmente aporta datos muy significativos para el diagnóstico diferencial. Para realizar el diagnóstico del autismo se deben detectar déficits severos en tres áreas principales: Alteración cualitativa de la interacción social. Alteración cualitativa de la comunicación. Patrones de comportamiento, intereses y actividades restringidos, repetitivos y estereotipados. ¿Cómo se trata el autismo? Aquellos pacientes que tienen acceso temprano a tratamiento multimodal mejoran significativamente. El ambiente debe ser altamente estructurado e incluir profesores de educación especial, terapia del lenguaje y logopedia, tratamiento vocacional y entrenamiento en habilidades adaptativas. El tratamiento conductual reduce los comportamientos no deseados, promueve el lenguaje y la interacción social y, además, aumenta habidades que fomentan la independencia. Es fundamental el trabajo de los padres para ayudar a su hijo y buscar los servicios necesarios disponibles en su área. Hay asociaciones de padres de niños con autismo que son muy útiles para organizar y distribuir los recursos. Los programas educativos deben basarse en principios estructurados e incluir sistemas de aprendizaje del comportamiento, terapia del lenguaje y terapia ocupacional. La psicoterapia está indicada en los autismos de alto grado de funcionamiento el en el trastorno de Asperger, todo ello encaminado a mejorar las competencias sociales o la expresión de sentimientos. A veces, es necesario el uso de medicación para tratar síntomas psiquiátricos que pueden aparecer, como antidepresivos para reducir los comportamientos repetitivos; y antipsicóticos para mejorar la interacción social. Tipos de tratamiento Hay muchos tipos de tratamiento disponibles. Estos tratamientos generalmente se pueden dividir en las siguientes categorías, aunque algunos impliquen la aplicación de más de un enfoque: Conductuales. Los enfoques conductuales se centran en cambiar los comportamientos al entender lo que pasa antes y después del comportamiento. Un tratamiento conductual notable para las personas con TEA se llama análisis conductual aplicado (ABA, por sus siglas en ingles). Este tratamiento alienta los comportamientos deseados y desalienta los no deseados con el fin de mejorar una variedad de destrezas. Se mide y hace seguimiento del progreso. Del desarrollo. Los enfoques del desarrollo se centran en mejorar determinadas destrezas que tienen que ver con el desarrollo, como las destrezas lingüísticas o físicas, o una variedad más amplia de destrezas del desarrollo interconectadas. Estos enfoques suelen combinarse con los enfoques conductuales. La terapia del desarrollo más común en las personas con TEA es la terapia del habla y el lenguaje. La terapia del habla y el lenguaje ayuda a mejorar la compresión y el uso de la lengua y el habla de la persona. Algunas personas con TEA se comunican verbalmente. Otras pueden comunicarse usando señas, gestos, imágenes o un dispositivo de comunicación electrónico Educacionales. Los tratamientos educacionales se dan en el salón de clases. Un tipo de enfoque educacional es el de tratamiento y enseñanza de niños con autismo y problemas relacionados con la comunicación (TEACCH, por sus siglas en inglés). El enfoque TEACCH se basa en la idea de que las personas con autismo llegan a su máximo potencial con la consistencia y el aprendizaje visual. Provee a los maestros formas de adaptar la estructura del aula y mejorar los resultados académicos y otros resultados. Por ejemplo, las rutinas diarias se pueden escribir o dibujar y colocar a la vista. Se pueden establecer límites alrededor de las estaciones de aprendizaje. Se pueden complementar las instrucciones verbales con instrucciones visuales o demostraciones físicas. Socio-relacionales. Los tratamientos socio-relacionales se enfocan en mejorar las destrezas sociales y en crear vínculos emocionales. Algunos de estos enfoques involucran a los padres o a mentores de la misma edad. Farmacológicos. No hay ningún medicamento que trate los síntomas principales del TEA. Algunos medicamentos que pueden ayudar a las personas con TEA a funcionar mejor tratan los síntomas concurrentes. Por ejemplo, podrían ayudar a manejar los altos niveles de energía, la incapacidad para concentrarse o los comportamientos de autodaño, como golpearse la cabeza o morderse la mano. Los medicamentos también pueden ayudar a manejar las afecciones sicológicas concurrentes, como la ansiedad o la depresión, además de las afecciones médicas, como las convulsiones, los problemas para dormir, o los problemas estomacales o gastrointestinales. Psicológicos. Los enfoques sicológicos pueden ayudar a las personas con TEA a sobrellevar la ansiedad, la depresión y otros problemas de salud mental. La terapia cognitivo-conductual (TCC, por sus siglas en inglés) es un enfoque sicológico que se enfoca en aprender las conexiones entre los pensamientos, los sentimientos y los comportamientos. Durante este tipo de terapia, el terapeuta y la persona trabajan juntos para determinar las metas y luego para cambiar la forma en que la persona piensa acerca de una situación a fin de cambiar su forma de reaccionar a ella. Complementarios y alternativos. Algunas personas y algunos padres usan tratamientos que no encajan dentro de ninguna de las otras categorías. Estos se conocen como tratamientos complementarios y alternativos. Los tratamientos complementarios y alternativos a menudo se usan para suplementar los enfoques más tradicionales. Podrían incluir una alimentación especial, suplementos a base de hierbas, atención quiropráctica, terapia con animales, terapia artística, conciencia plena o terapias de relajación. Las personas y las familias deberían siempre hablar con el médico antes de comenzar un tratamiento complementario y alternativo. Caso de Autismo: Juan Descripción del problema: Juan es un niño de 5 años que ha sido referido a un psicólogo infantil debido a preocupaciones sobre su desarrollo. Sus padres han notado que, a diferencia de otros niños de su edad, Juan tiene dificultades para relacionarse con sus compañeros. Se muestra reacio a hacer contacto visual, rara vez responde cuando alguien le llama por su nombre y parece inmerso en sus propios intereses, como alinear sus juguetes en filas precisas en lugar de jugar con ellos de manera imaginativa. Además, Juan tiende a tener reacciones intensas y emociones desproporcionadas cuando experimenta cambios en su rutina, como cuando se le cambia la hora de la comida o se le introduce a un ambiente nuevo. Características desde la psicología: Dificultades en la comunicación social: Juan muestra un déficit en las habilidades de comunicación social. Su falta de contacto visual, la ausencia de respuesta a su nombre y la dificultad para iniciar y mantener conversaciones son indicativos de estas dificultades. Comportamientos repetitivos y restrictivos: La preferencia de Juan por alinear sus juguetes en lugar de jugar con ellos de manera imaginativa es un ejemplo de comportamientos repetitivos y restrictivos que a menudo se observan en personas con autismo. Sensibilidad a los cambios en la rutina: La reacción intensa de Juan a cambios en su rutina es una característica común en el autismo. Las personas con autismo suelen preferir la predictibilidad y pueden experimentar ansiedad o frustración cuando se enfrentan a cambios inesperados. Falta de reciprocidad social: La falta de interacción social recíproca es otra característica clave. Juan no responde adecuadamente a las interacciones sociales y tiene dificultades para conectarse con sus compañeros y su entorno. Es importante señalar que cada persona con autismo es única, y las manifestaciones de esta condición pueden variar ampliamente. En el caso de Juan, se sugiere una evaluación más exhaustiva por parte de un profesional para determinar un diagnóstico de trastorno del espectro autista (TEA) y para desarrollar un plan de intervención adecuado para sus necesidades individuales. https://www.cun.es/enfermedadestratamientos/enfermedades/autismo https://teleton.org/conoce-los-signos-de-alerta-delautismo/?gad=1&gclid=CjwKCAjwnOipBhBQEiwACyGLutB AkGP9POOX6apVe1Nvq7KMApuQHcJyL7wPBG5EfFbL5e8x8hYeRoCL6QQAvD _BwE https://www.cdc.gov/ncbddd/spanish/autism/treatment.html