Subido por Mauro Romero

escuela

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Enseñar aprender
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1.- La sociedad dc la información y las nuevas exigencias
formativas de los ciudadanos
Angel I. Pérez Gómez
Los cambios sustantivos en las relaciones de poder, de producción y en las
formas de vivir así como los importantes movimientos demográficos y los
espectaculares logros tecnológicos en tas últimas décadas han producido una
alteración radical en nuestra forma de comunicarnos, de actuar, de pensar y
de expresar.
Vivimos saturados de información accesible, abundante, diversa,
fragmentaria, sesgada, frágil y cambiante. La información que rodea la vida
de los individuos se produce, se distribuye, se consume y se abandona a una
velocidad cada vez más acelerada, por Io que las exigencias y desafios a las
personas y grupos sociales son cada vez más intensas. Este nuevo escenario
social demanda cambios también sustantivos en la formación de los futuros
ciudadanos y por tanto plantea retos ineludibles a los sistemas educativos, a
las escuelas, al currículo, a los procesos de enseñanza y aprendizaje y, por
supuesto, a los docentes. Los cambios en el quehacer educativo han de ser de
tal calado que conviene hablar de cambiar la mirada, de reinventar la escuela.
Las reformas parciales sin sentido global ya no son suficientes.
La sociedad de la información y del conocimiento dirige a la educación
demandas distintas de las—tradicionales, claramente relacionadas con el
desarrollo en todos los ciudadanos de la capacidad de aprender a Io largo de
toda la vida. Dicho de otro modo, el problema no es ya la cantidad de
información que los niños y jóvenes reciben, sino la calidad de la misma: ta
capacidad para entenderla, procesarla, seleccionarla, organizarla y
transformarla en conocimiento; así como la capacidad de aplicarla a las
diferentes situaciones y contextos en virtud de los valores e intenciones de los
propios proyectos personales o sociales.
Los sistemas educativos afrontan, en las democracias actuales, dos grandes
retos que están íntimamente relacionados: por un lado, consolidar una escuela
comprensiva que permita el máximo desarrollo de las capacidades de cada
persona, respetando la diversidad y asegurando la
otros
la educación de sujetos y compensando aut6nomos las desigualdades.capaces de
dOccislðócönformadas en la vida
profesional y social.
sobre su propia vida y de participar de
1.1.- Las peculiaridades de csfe cambio de época
El propósito del presente capítulo es analizar de forma detenida
peculiaridades sustantivas que definen la compleja, cambiante
y desigual sociedad contemporánea, especialmente en aspectos
que constituyen los entornos de relaciones interpersonales y
sociales en los que viven y crecen los seres humanos.
En la aldea global informatizada, el crecimiento y desarrollo de las
nuevas generaciones tiene lugar en medio de una nueva estructura de
relaciones de producción, de poder y de relaciones interpersonales bajo
la poderosa influencia cotidiana de los onmipresentes medios de
comunicación de masas, al servicio del mercado. Por ello me parece
imprescindible que nos detengamos en el análisis de las características
más relevantes que definen nuestro contexto económico, social, cultural
y político, si queremos comprender las (nuevas exi encias formativas
del ciudadano contemporáneo,
En principio, parece obvio (Chomsky, Castells, Gergen, Wells y Clax}on),
que las sociedades contemporáneas, caracterizadas por la globa[ización de
los intercambios económicos, por la fluidez y flexibilidad en los procesos de
producción, distribución y consumo, plantean a los ciudadanos nuevos
estímulos y posibilidades, a la vez que nuevos desafíos y nuevas
incertidumbres por la rapidez,-profundidad y extensión de los cambios en
todos los ámbitos de la vida y las costumbres.
Los cambios sustanciales se han producido en los tres ámbitos
fundamentales de la vida social: el ámbito de la producción/consumo
(economía) el ámbito del poder (política) y el ámbito de la experiencia
cotidiana (sociedad y cultura)) importantes son los cambi09Aae han
afectado a la estructura Æustantiwde estos tres ámbitos que Castells
(1994) llega a afirmar que nos encontramos ante un cambio de época,
no soto ante una época de cambios.
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Enseñar a aprender
Por problemas de espacio, no me voy a detener en las dos primeras
estructuras, aunque son fundamentales para comprender la tercera. Solamente
considerar que en el ámbito de las(estructuras de poder han cambiando
sustancialmente las relaciones políticos y económicas del estado nación que
ha regido, durante dos o tres siglos por Io menos, la convivencia dc la mayoría
de tos pueblos colonialistas y colonizados) La vida política empieza a
deslizarse hacia las instituciones multi y supracstatales, (MERCOSUR, BID,
FMI, Comunidad Europea, etc.,) que son las que de alguna manera
condicionan, modifican y determinan los grados de libertad que tiene el poder
en el ámbito estatal. Por otra parte, es necesario considerar que la supremacía
de la economía sobre la política está provocando el deterioro de las
democracias representativas, el incremento de la corrupción política y el
debilitamiento de las instancias representativas de carácter internacional
(ONU).
Tampoco me voy a detener en los cambios que se han producido en la
estructura de producción, pero cabe afirmar que nos encontramos en la
época del capitalismo postindustrial, donde et intercambio electrónico y
telemático, la globalización financiera y comercial, la primacía de la
rentabilidad sobre la productividad y la deslocalización espacial sitúan a la
información, la flexibilidad, la incertidumbre, la fluidez y la innovación
como los ejes de los comportamientos humanos individuales y grupales en
los procesos de producción, distribución y consumo.
Por otra parte, los logros tecnológicos a Io largo del siglo pasado han
producido una alteración radical en nuestra forma de—comunicqzngs, de
actuar, de pensar y de expresar) Las nuevas tecnologías rompen tas barreras
y del tiempo y permiten mantener relaciones, directas o
indirectas, presenciales o virtuales, con un círculo cada vez más vasto de
individuos, alcanzando Io que GERGEN (1992) denomina la saturación
social del yo. El incremento acelerado y exponencial de estímulos sociales
provoca el cambio de nuestras experiencias y de nuestras concepciones, así
como una creciente perplejidad ante la multiplicidad y aceleración de
realidades y discursos.
Esa fragmentación del yo y sus concepciones (Del Rio, 2005; Gergen, 1992,
1998) es consecuencia de ta multiplicidad de relaciones, también incoherentes
y desconectadas, que nos impulsan en mil direcciones distintas incitándonos a
desempeñar una variedad tal de roles que el concepto mismo de yo auténtico,
dotado de características reconocibles, se esfuma.
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Ángel I. pércz y afros
1.2.- Atributos que definen la estructura de relaciones en las
Tcnicndo cn cuenta influjo determinante de los aspectos precedentes por su
importancia a la hora de definir los procesos de socialización espontánea y
de educación intencional de las nuevas generaciones, voy a restringir este
análisis al ámbito de las relaciones de experiencia, a los cambios sociales y
culturales que tonto condicionan la vida escolar.
- La información como entorno simbólico de socialización
El primer aspecto que hay que considerar es el cambio global de escenario de
relaciones e intercambios de los seres humanos Vivimos en un enforno
fundamentalmente simbólico. Es sorprendente el vertiginoso cambio que ha
tenido lugar en la estructura de la producción en la últimas tres décadas. La
productividad y la competitividad se basan cada vez menos en los recursos
primarios y en la producción de bienes básicos, y cada vez más en el
conocimiento y en la información que se produce e intercambia como una
mercancía cada vez más valiosa, de tal modo que, como afirma Castells (1994)
el trabajo no cualificado y las materias primas dejan de ser estratégicas en la
nueva economía. La importancia creciente del sector servicios ensalza
sobremanera la relevancia de la información y del conocimiento de tal modo
que se convierte en el elemento sustantivo de la cultura actual. La cultura como
información se convierte a su vez en una mercancía. La lógica del mercado
llevada a sus últimas e incontrolables consecuencias supone la primacía de la
economía financiera sobre la economía productiva, de la rentabilidad sobre la
productividad. Y este principio sutilmente extendido en las formas de vida y en
la conciencia de los ciudadanos inunda la mayoría de las formas de pensar,
sentir y actuar.
La distinta posición de los individuos respecto a la información define sus
posibilidades productivas, sociales y culturales incluso hasta el grado de
determinar la exclusión social de quienes no son capaces de entender y procesar
la información.
En consecuencia, la exclusión por distintas causas y las desigualdades
sociales plantean las mayores amenazas al desarrollo justo y sostenible de
la sociedad del conocimientð:íùa capacidad para usar las tecnologías de
la información puede ser crucial en el futuro; puesto que nuchos de los
servicios serán accesibles solamente a través de la red. por todo ello
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—
aparccc con mayor claridad y urgencia Io necesidad de formación de los
nuevos ciudadanos para vivir en un nuevo entorno de posibilidades y riesgos
desconocidos.
Por otra parte, no podemos dejar de considerar que la información se
produce, se dis tribuye, se consume y se abandona a un ritmo endiablado. l. a
velocidad, cada vez más acelerada, que define los ciclos de información
condiciona la imagen de fragilidad y precariedad de la vida dc los seres
Enseñar a aprender
humanos. (Chomsky, 1995; Tibau, 2002). Casi nadie, por cjcmplo, esta
interesado en leer el periódico de ayer, aunque no se haya leído.
Instantaneidad, espectacularización y fragmentación, son los principales
sc!los dc una información estructuralmente incapaz de distinguir la
verdad de la mentira (Chomsky, 1995; Tibau, 2002).
Otra consecuencia de este ritmo acelerado de producción y consumo de
información fragmentada y compleja es el volumen inabarcable de la misma que
produce en los individuos saturación, desconcierto y paradójicamente
desinformación. Cuando la niña o el niño contemporáneos tienen acceso
ilimitado a un cúmulo ingente de informaciones fragmentarias que desbordan su
capacidad de organización en esquemas comprensivos, dispersan su atención y
saturan su memoria, el mosaico de datos no produce formación, sino perplejidad
y desorientación. La saturación de información produce dos efectos en
apariencia paradójicos, pero en realidad convergentes: la sobreinformaci6n y la
desinformación. Al mismo tiempo, el individuo debe afrontar un contexto cada
día más complejo como consecuencia de este incremento de información
circulante y, por ello, es fácil comprender su tendencia a sumergirse en la
perplejidad y a dejarse seducir por Io que aun no comprendiendo se le presenta
como atractivo. Las ideas son la sustancia que da forma al pensamiento y las
informaciones, los datos, la argamasa para su construcción. Como afirma Jaim
Etcheverry (2000), lo original de la mente humana no es su capacidad de
acumular y almacenar información, sino la de generar ideas.
Además, al servicio de la economía de mercado, que domina los medios de
comunicaci6n de masas, la información se convierte frecuentemente en
publicidad comercial y en propaganda política La lógica del espectáculo, de la
publicidad, del mercado, va invadiendo todos los ámbitos de la vida de los
ciudadanos: la producción, et trabajo, el consumo, la política y hasta el mundo
de sus relaciones sentimentales. Por ello, conviene
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destacar que en la dc lo información no es control de los medios dc producción
lo que importo, si comuntcación (C,crgcn, 2001). El poder sc cjcrcc
fundamentalmente desde la producción y difusión dc códigos actitudes, valores
y
de información que difunden los omnipresentes medios de
comunicación, mayoría de tos de
forma latente, camuflados en cstltos
de vida exitosos.
En segundo lugar, la Televisión, los videojuegos y las redes telemáticas
se han constituido cn las sociedades contemporáneas como el eScenario
cercano que rodea el desarrollo y crecimiento de los individuos y
condiciona con fuerza y perseverancia la formación de opinión pÚblica.
Ccda individuo, -a través de la pequeña pantalla puede ponerse en
comunicación, recorriendo las famosas autopistas de la información, con
los lugares más recónditos, las culturas más exóticas y distantes, las
mercancías más extrañas, los objetos menos usuales en su medio cercano,
las ideas y creaciones intelectuales más diferentes y novedosas. Los medios
de comunicación y, en particular, el medio televisivo constituyen el
esqueleto de la nueva sociedad. Todo lo que tiene alguna relevancia ha de
ocurrir en la televisión, ante la contemplación pasiva de la mayoría de los
ciudadanos. (Echevarría, 1994; Chomsky Y Ramonet, 1995).
Es evidente que la facilidad de decodificación de la comunicación
audiovisual, que ni siquiera requiere de la técnica lectora, del lenguaje escrito
y articulado, ha permitido que los individuos humanos, no importa en que
rincón aislado del planeta se encuentren, puedan acceder a informaciones y
productos culturales procedentes de las culturas más lejanas y de las
experiencias más distintas. Es necesario reconocer, por tanto, la
extraordinaria potencialidad instructiva e incluso formadora que ofrece la
revolución electrónica al permitir la comunicaci6n intercultural y provocar
el descentramiento de los individuos y de los grupos de sus propios y
limitados contextos. No obstante, al servicio de la economía del mercado,
los intercambios de información, se rigen por intereses y objetivos bien
distintos a los formativos, se convierten en transacciones comerciales, con la
finalidad principal de producir beneficio, saturando al consumidor con
informaciones seductoras y poco formativas.
Del mismo modo, puede afirmarse que, en la vida política, la televisión ha
cambiado la naturateza de la opinión política, no es una opinión basada en
la evaluación intelectual reposada de las proposiciones, de los textos y
contextos, sino una respuesta intuitiva y emocional a la presentaci6n
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La única coherencia del medio cs su lógica comercial. Se venden tos objetos,
las ideos, las experiencias, tos esperanzas y hasta las alegrías y dotorcs. En cl
territorio del consumo, es evidente que la Información se transmuta
imperceptiblemente en placentero y seductora publicidad. Su objetivo
indiscutible la persuasión a cualquier precio por cualquier medio, y su Ióoica
parece fon obvia y aplastante que nadie la discute.
Convtcnc recordar que tas exigencias del mercado, la tiranía de las cuotas
dc audiencia y los requisi tos de ta publicidad convierten cada vez más a la
televisión comercial en un medio trivial, vacío, dominado por et espectáculo,
por la primacía de las formas sobre el contenido, de la sintaxis sobrc la
semántica, del continente sobre el contenido, de las sensaciones sobre la
reflexión (Ferres,1994). Todo se subordina al efecto sorpresa, espectacular,
emotivo que engancha a los espectadores independientemente de la fuerza de
los argumentos, de la lógica de la razón. La lógica del espectáculo, de la
publicidad, del mercado, va invadiendo taos los ámbitos de la vida de los
ciudadanos, la producción, el trabajo, el consumo, la política y hasta el mundo
de sus relaciones sentimentales.
Enseñar a aprender
Tanto por el volumen de tiempo que dedican los ciudadanos a contemplar
la televisión como por la calidad e intensidad de su poder de sugestión y
fascinaciÓn, la mayoría de los investigadores concluyen que la televisión
condiciona la organización del espacio, del tiempo, de las relaciones
infersubjetivas, la naturaleza de los contenidos de la vida psíquica así como
de los instrumentos y códigos de percepción, expresión e intercambio de los
individuos y de la colectividad. Neil Postman (1999) advierte que en la
actualidad, la televisión comercial es, con mucho, la fuente de valores más
constante al alcance de los niños, las niñas y los jóvenes. Desde posiciones
más extremas entre los detractores de ta televisión se advierte el peligro de
que la imagen termine desplazando por completo a la palabra, transformando
así al homo sapiens, productor y producto de la cultura escrita, en el homo
videns o en el homo sentiens (Sartori, Ferrarofti y Etcheverry, 2000).
La comunicación audiovisual es cierto que empieza a arrinconar a otros
medios de comunicación, en particular aquellos que requieren la
decodificación lectoescritora, de manera más preocupante en las capas sociales
de menor nivel cultural. Los efectos de ambos sistemas y procedimientos de
comunicación son bien distintos. Parece evidente en el estado actual de la
investigación que la televisión desarrolla sistemas
Ángel
y otrcS
perceptivos, procesos mentales y respuestas distintas que la lectura
Privilegia la percepción sobre la abstracción, lo sensitivo sobre lo
conceptual, la forma sobre el contenido, el espectáculo sobre la reflexión,
lo concreto sobre Io simbólico.
internet merece una consideración cspcciol como plataforma de
comunicación c intercambio que favorece la interacción y la participación do
los interlocutores, corno receptores y emisores de los intercambios virtuatcs
humanos. Con más de 1.000 millones de internautas, cn poco más de una
década, la red se ha convertido en el cnfcrno dc comuntcación más importante
de la Historia, Conviene, por tanto. destacar de forma clara que interne/ nos
permite salir fuera de la comunidad local que constituye el escenario vital de
cada individuo no sólo como mero espectador pasivo de acontecimientos
ajenos que ocurren tejos en el espacio y en el tiempo. Como advierte Burbules
(2001), Internet permite explorar, conocer e incluso participar en con:unidadcs
ajenas, de extraños, tal vez cercanas tal vez lejanas en las concepciones
culturales que comparten y, por tanto, acceder a un csccnario de socialización
más plural, que puede servir de contraste de nuestra cultura experiencia! pero
también a veces incompatible con los propios presupuestos, valores y
propósitos.
Internet, por tanto, no es sólo un almacén inagotable de informaciones y una
base más o menos ordenada o caótica de datos, conceptos y teorías, una
excelente y viva biblioteca al alcance de todos y todas, sino, lo que es más
importante, un espacio para la interpretación y para la acción, un poderoso
medio de comunicación, una plataforma de intercambio para el encuentro, la
colaboración en proyectos conjuntos, la constitución de nuevas comunidades
virtuales, el diseño compartido y la organización de movilizaciones globales
así como para ta expresión de los propios sentimientos, deseos y proyectos.
Como advierten Castells, Putman, Carnoy Y Echeverria, por destacar a
tos críticos más positivos, sobre la plataforma de la red de redes, puede
estar configurándose una nueva estructura social, la sociedad red que
permite la interconexiÓn de comunidades virtuales concebidas como
redes de lazos interpersonales que proporcionan sociabilidad, apoyo,
información, un sentimiento de pertenencia y una identidad social.
Ahora bien, a medida que se va construyendo este nuevo tejido de intercambios
simbólicos aparecen nuevas posibilidades y nuevos riesgos e incertidumbres.
Internet es una valiosa y expansiva red de informaci6n, cuyo contenido no está
regulado y que mezcla, sin orden ni concierto,
vcrdodrg, mcdiö% verddtleg y Junto con información vntioso, tombten incluye
de pornográficas, de vgclçncic, y
ti menudo de
Corno Cotnptrji'0Ción
%0tied6d vivencia intort.art1bi0%
de posibilidodeg virÐuoleg
ofrece interne} abren un mundo dg posibilidodeg tonto como do
riesgos pora
que el individuo debe prepararse y formarse.
- L c transformación de tas instituciones y escenarios cercanos de socializtlción
fi secundo cambio sustantivo en el ámbito de los relaciones de cxpcncnctâ
tiene que ver con ta transformaciÓn dc los escenarios cercanos de
socialización. La familia, el grupo de iguales, el pueblo o el barrto, ta
escuela, la empresa„. han sufrido modificaciones importantes tanto en su
configuración interna como sobre todo en su posición relativa y en su
función como plataforma de socialización de las nuevas gencrcciones.
Esta transformación de los escenarios cercanos de socialización se
manifiesta en los siguientes aspectos, que se desarrollan a continuación:
La lenta pero progresiva disolución del patriarcado y la transformación
de la familia tradicional.
El crecimiento cuantitativo de la comunidad inmediata (aldea,
pueblo, barrio) que cualitativamente se ha hecho más impersonal
y, en cierto modo, más hostil.
El cambio en la importancia de las funciones y la extensión de la
presencia social de la escuela. La globalización.
El desarrollo de la cultura de masas.
La importancia de los flujos migratorios.
La sustitución del concepto de ciudadano y ciudadana por el de
cliente y el recorte y deterioro de las prestaciones del estado del
bienestar.
más importantes en la configuración de los modos de vivir y de
relacionarse de tos individuos desde la más temprana infancia: la lenta
pero progresiva disolución del patriarcado y la transformación de la
familia tradicional, debido enfre otros factores a la incorporación
paulatina de la mujer al mundo del trabajo remunerado y a la esfera
ha pasado dc su anterior forma extensa
jerarquizada, con más dc dos adultos, donde sc incluían los padres
abuelos, algún tío soltero, c incluso otros parientes cercanos de más de
una generación, sin y más y los hijos de que con 105 0 padrcs, dos un
matrimonio, niños. olcjada La disolución a dc su otros actual
progresivanúcleosforma
dc Id familia familiar patriarcal (untparcntdlcs, provoca la segundas
proliferación y terceras de formas nupcias, nuevas parejosde de de derecho,
parejos homosexuales...) cuya estructura dc cn nada se parece a las formas
habituales de Id clásica.
parte, la desaparición de la familia patriarcal hace inútil la
Irracional de la autoridad del padre, permitiendo la emergencia formas
nucvas dc convivencia más cariñosas y cercanas que facilitan convivencia
y mitigan la inevitable crisis entre generaciones. Al mismo tiempo, la
transformación de los roles sociales y culturales paterno y nctcrno ligados
al género abre perspectivas nuevas y nuevas incertidumbres a los modos
de relación y a los patrones que configuran la identidad social, laboral y
fundamentalmente sexual de los seres humanos. Los jóvenes carecen de
modelos sexuales y vitales adecuados a Ics nuevos circunstancias y
requerimientos de los intercambios humanos, detectándose una clara
vivencia de la perplejidad.
-
Tcmbién a lo largo de la segunda mitad del siglo XX, se ha producido un
cambio radical en la configuración del escenario cercano que rodea la vi£c de los
individuos. La migración del campo a la ciudad y la concentración urbana en
grandes megalópolis, ha transformado rcdicclmente el escenario cercano que
rodea el desarrollo de las nuevas generaciones. La comunidad inmediata (aldea,
pueblo, barrio) se ha hecho cucnfitativamente mayor y cualitativamente más
impersonal y, en cierto modo, hostil (Fernández Enguita, 2003). Así, para bien o
para mal, se pierde lo comunidad envolvente en la que todos conocían a todos y
todos lo: ejercían cierto control colectivo sobre niños, niñas y jóvenes. LC colle
ya no es una prolongación det hogar, sino su contrapunto: un lugcr lleno de
atractivos pero también de incertidumbres y riesgos. El escenario social, local y
global, se ha transformado de manera tan radical que los seres humanos se
enfrentan como ciudadanos y ciudadanas a un clima de inseguridad,
incertidumbre y miedo, tanto como de posibilidades, aspiraciones y oportunidades
imprevistas. Las nuevas generaciones se enfrentan a un mundo de influjos
globalizado, cuyos valores, intereses, códigos y aspiraciones desbordan
ampliamente los
16Enseñar a aprender
patrones culturales de la familia y las posibilidades de que tos adultos cercanos
se constituyan en ejemplos útiles.
-
En tercer tugar, parece evidente que la escuela, aunque no en su
configuración interna, también ha cambiado en la importancia de sus
funciones y cn la extensión de su presencia social. De ocupar apenas un
discrcto lugar cn la vida de tas personas (cuatro a seis años para la mayoría,
menos o nada para muchos, más sólo para los encaminados a las profcsioncs
liberales y burocráticas), ha pasado a absorber prácticamente la niñez, la
adolescencia y buena parte de la juventud: diez años obligatorios de derecho
(primaria y ESO), más otros cinco o seis obligados de hecho (infantil y
secundaria superior) (Fernandez Enguita, 2003).
Por otra parte, la incorporación temprana de tos infantes a la institución
escolar, incluso en el primer año de vida, difumina los límites y las barreras
entre ambas instituciones. Se trastoca la clásica división de funciones entre la
familia que cuida y educa y la escuela que enseña. La escuela tiene
necesariamente que atender las funciones de atención y cuidado al desarrollo
físico, afectivo y de comportamiento tanto como al desarrollo cognitivo y
cultural. Al mismo tiempo, la presencia permanente de la TV y otros medios
de comunicación telemática en el escenario familiar modifica radicalmente
su función socializadora. La exposición de los individuos desde edades
tempranas a los mensajes e informaciones que indiscriminadamente ofrece la
televisión en el domicilio familiar ponen a los niños y las niñas
prematuramente en contacto con los problemas, informaciones, ilusiones e
intereses de la vida adulta. De este modo, en la familia, y a través de la
ventana permanentemente abierta a la vida natural y social que ofrecen los
medios de comunicación, los individuos amplían los horizontes de su
socialización primaria incluyendo informaciones, ideas, sentimientos y
estrategias de acción que no se corresponden con su mundo de interacción
inmediata, desbordan en general la cultura de los padres y suponen el
desarrollo de sus capacidades simbólicas.
En muchos aspectos, la interacción de los individuos con los medios de
comunicación desencadena una acumulación de conocimientos, un
desarrollo de capacidades y una estimulación de intereses y expectativas
correspondientes a los aspectos más dinámicos de la cultura
contemporánea, de tal grado e intensidad que puede superar las
adquisiciones del docente en ese campo de la cultura, complicando la
Ángel I.
Pérez y ctrcS17
forma tradicional de entender el influjo socializador del profesor hacia el
estudiantc (DCI Rio, 2005).
- La globalización puede considcrarse el cuarto cambio sustantivo en los
escenarios dc socializaciÓn. La globalizaciÓn, al menos hasta el momento
presente, puede entenderse como la exigencia de la economía neoliberal dc
derribar cuantas barreras materiales, simbólicas o ideológicas se crucen cn
cl camino del libre intercambio financiero y comercial para la obtención del
beneficio. La mundialización como tendencia política no supone, cn mi
opinión, sino una subordinaci6n de los asuntos políticos a las exigencias
insaciables de la economía de mercado.
por otra parte, la globalización neoliberal, si bien puede haber contribuido
al incremento de la riqueza en ciertas zonas y para ciertas capas sociales no
ha conseguido mejorar la distribución equitativa de la misma sino más bien
todo Io contrario. Los informes más solventes (Petras, UNESCO, UNICEF,
Chomsky) reiteran de modo constante que la desigualdad en el mundo no ha
hecho sino incrementarse, especialmente en lo que respecta a las diferencias
entre los más ricos y los más pobres, que cada vez son más escandalosas y por
tanto provocan continuos conflictos políticos y sociales y un imparable
movimiento de migraciones masivas hacia el paraíso prometido en el primer
mundo que organiza y decide la globalización. Las escandalosas
desigualdades económicas dentro de cada sociedad y entre los diferentes
pueblos, así como los importantes movimientos migratorios están
desestabilizando, complejizando y poniendo en crisis de forma permanente
los precarios equilibrios sociales que levantan los grupos humanos,
sembrando de inseguridad, desconfianza, y terror por una parte, y de
autoritarismo, recorte de libertades, control, vigilancia y en los últimos
tiempos terror y guerras preventivas, por otra, la atmósfera simbólica y real
que rodea la vida de las sociedades post-industriales. Me parece necesario
destacar que estas tendencias se han intensificado y agravado a partir del ll S,
con la política de la denominada guerra total contra el terrorismo emprendida
por la Administración Bush y extendida por todo el mundo.
- En consecuencia, la mundialización política y cultural está imponiendo
la denominada cultura de masas, el mínimo común denominador que puede
presentarse como mercancía en las transacciones comerciales. La cultura
concebida como pura mercancía pierde su identidad sustantiva como
manifestación de diferencia de formas de vida, como valor de uso en la
18
satisfacción singular de necesidades, para convertirse en puro valor de
cambio. como advierten, entre otros, Benedetti (1995) y CastoriadiS
— Enseñar a aprender
(1995) nunca como en este último decenio, se usaron tantas palabras profundas
para expresar tonta frivolidad. Conceptos como libertad, democracia, soberanía,
derechos humanos, solldaridad, patria, y hasta Dios se han vuelto tan livianos
como el carnaval, el aperitivo, elvideoclip, los crucigramas y cl horóscopo. Todo
puede convertirse en mercancía y, por tanto, adquirn- valor de cambio en el
trueque comercial. El valor de cada obgeto. comportamiento o idea, depende
fundamentalmente de su valor de cambio cn cl mercado. Por tanto, en principio,
todo tiene cabida en el amplio territorio dc los intercambios, donde se mezcla sin
identidad, al abrigo de la crítica intelectual o moral.
Una rcacción lógica, aunque generalmente estéril y peligrosa, de los grupos,
pueblos y naciones amenazados por este terremoto globalizador cn cuya
formación no han participado y que tienen que sufrir como víctimas pasivas, es
la recuperación o ensalzamiento de la identidad nacional, cultural o tribal. El
fundamentalismo de sus posiciones es solamente un mecanismo de defensa hacia
fuera y una poderosa esfrategia de dominación autoritaria hacia dentro. En la
condición postmoderna de la vida social actual el reto político es recuperar la
credibilidad democrática (Rawls, Habermas, Mouffe, 2003) y construir un
delicado equilibrio entre tres elementos necesarios y discrepantes: la
mundialización de los intercambios, la universalidad de los procedimientos que
se apoyan en valores concertados y la singularidad y diversidad de las formas
individuales (Baudrillard, 1996). Sólo la construcción dinámica y controvertida
de este dispositivo complejo permite salir de la diabólica dicotomía
mundializaci6n versus nacionalismo.
- Otro
fenómeno que se está universalizando, con mayor o menor
intensidad en diferentes sociedades, es la importancia de los flujos
migratorios y el inevitable reflejo en la sociedad monoculturat. Es muy
difícil ya que las sociedades sean monoculturales, que una sociedad se
identifique con una sola cultura y viceversa. Los flujos de emigración están
provocando que en una misma sociedad convivan diferentes culturas y
diferentes lenguas. Y esto requiere y exige retos que antes no existían en la
sociedad. O bien porque se habían reprimido las lenguas o bien porque no
existían esas lenguas y eran sociedades monoculturates o monolingüísticas.
Estos retos son importantes, y es necesario crear una estructura social
suficientemente amplia, flexible y tolerante para que puedan convivir
diferentes culturas respetando aquellos elementos que son básicos y
fundamentales para la convivencia y permanencia de las diferentes culturas
en un espacio de convivencia respetuoso y estimulador
Pérez y
19
Ángel I.
de los intercambios, mestizajes y enriquecimientos mutuos.• de
multiculturalidad a la comprensión intercultural.
- otro aspecto importante a destacar hace referencia a la sustitución del
concepto de ciudadano por el concepto de cliente. El concepto ciudadano
es un concepto clave, clásico, que se establece desde Revolución
Francesa y la Ilustración como el eje que legaliza y las sociedades
democráticas contemporáneas. Es decir, hay una serie de derechos
fundamentales que los individuos tienen por ser ciudadanos ciudadanas y el
estado tiene que arbitrar un conjunto de servicios públicos que satisfagan
tales derechos para todos. Pues bien progresivamente y en aras de una
supuesta libertad de opción y con el propósito de superar la burocracia e
ineficiencia de los servicios públicos se empieza a hablar, no ya de
ciudadanos y ciudadanas, sino de clientes En favor de una hipotética libertad
de opción se está resquebrajando la igualdad de oportunidades. El recorte y
el deterioro actual de las prestaciones sociales atendidas por el estado de
bienestar, en virtud de la mundialización de la economía del libre mercado,
amenaza la permanencia de tos servicios públicos y con ello la protección
de los individuos y el equilibrio social anterior de tas sociedades
desarrolladas.
La consecuencia más preocupante del deterioro e incluso disolución de los
espacios e instituciones públicas es el desamparo y desmovilización que
provoca, precisamente, en los más desfavorecidos. Quienes se encuentran en
el papel de perdedores en el 'libre' juego de la dura competencia económica,
los que sufren la desigualdad, la discriminación e incluso la exclusión del
sistema, sufren de forma añadida los efectos del desamparo y la impotencia
de la soledad, la imposibilidad incluso de convertirse junto a otros en un
germen de influencia y presión reivindicativa.
Por último, resaltar que la complejidad de la realidad social, de las
instituciones, sistemas y programas de intervenci6n, así como l a aceleraci6n
de los importantes cambios tecnológicos provocan una generalizada sensación
de vértigo, incertidumbre e impotencia en la vida cotidiana en general y en el
quehacer educativo en particular. Las tecnologías cada día mas complejas, la
diversidad cul tural, la flexibilización de tas organizaciones, la fluidez y
contradicciones de la política internacional, y la dependencia de la potente y
cambiante maquinaria económica están provocando el incremento de la
incertidumbre en la vida personal (Hargreaves, 93; Toffler, 92). Para el
individU0 concreto el incremento de información imposible de procesar
provoca
rnscõnr c
20
paraletamcntc cl incremento de lo incertidumbre, la aleatoriedad, la ausencia dc
control y la ongustid concomilonle.
1.3.- Los efectos en la socialización y los refos educativos.
La primenl consecuencia de estos cambios su5tontivos en los instituciones
socrales y en las relaciones de experiencia es que Sc han modificado
también de manero importante, en los contenidos, en las formas y en los
códtqos, los procesos de socialización de las nuevas generaciones, y por
tanto Ics exigencias y los retos a ta institución escotar. En este contexto
social y simbólico, se produce la socialización de ta mayoría de los
Individuos dc las sociedades contemporáneas por Io que en función de cstos
influjos, se desarrollan sus habilidades, conocimientos, esquemas de
pcnsamicnto, actitudes, afectos y formas de comportamiento.
El déficit de nuestros estudiantes no es por Io general un déficit de
informaciones y datos sino de organización significativa y relevante de las
informaciones fragmentarias y sesgadas que reciben en sus espontáneos
contactos con los medios de comunicación. El individuo no puede procesar la
cantidad de información que recibe y en consecuencia se llena de 'ruidos', de
elementos aislados, más o menos sobresalientes, que no puede integrar en
esquemas de pensamiento para comprender mejor la realidad y su actuación
sobre ella.
El reto se sitúa en la dificultad de transformar esas informaciones en
conocimiento, es decir, en cuerpos organizados de proposiciones que
ayuden a comprender mejor la realidad, así como en la dificultad para
transformar ese conocimiento en pensamiento y sabiduría.
En especial, el déficit de los procesos actuales de socialización se ubica
fundamentalmente en el territorio de los sentimientos y conductas. Es muy
dificil, que las nuevas generaciones encuentren, en este escenario global,
acelerado, anónimo, diversificado y caótico, una manera racional y autónoma
de gobernar sus sentimientos y sus conductas. Se trata por lo tanto de un déficit
fundamentalmente de orientación y organización de sentimientos, de
organización de conductas, de elaboración de los modos de hacer.
y Otros
1.4.- Las peculiaridades de los sistemas educativos en la sociedad
neoliberal.
Ante la impresión generalizada de fracaso y obsolescencia del
educativo, a partir de los años 90, casi todos los países de Europa América
y Asia han abordado reformas integrales de sus educativos. No resulta
Ángel I.
difícil reconocer tendencias, patrones y rasgo; similares a pesar dc que
pretenden responder a Situaciones circunstancias económicas, sociales y
cul turales notablemente diferentes Ahora bien, conviene destacar que los
requerimientos de la economía actual, las demandas del sistema
productivo, las f6rmulas e intereses de la sociedad de consumo no son
siempre compatibles con las exigencias de las demandas éticas y políticas
de las sociedades democráticas y con sus concreciones pedagógicas.
Los conceptos centrales en el discurso de política educativa actual
comunes a todos estos procesos de reforma, son: calidad, eficiencia y
equidad. También son similares las políticas y estrategias privilegiadas
en el desarrollo de dichas reformas: ampliación de la escolaridad
obligatoria, exigencias de renovación curricular, preocupación por la
profesionalización docente, cambios en la estructura académica de los
sistemas, nuevas formas de gobierno y de gestión del sistema y de los
centros escolares, instalación de mecanismos de evaluación y control,
tendencia a la descentralización del sistema y a la concesión de algún
grado de autonomía a los centros.
Sobre los modelos de reforma se ciernen importantes tensiones que ponen
de manifiesto la multiplicidad y complejidad de influjos y exigencias no
exentas de contradicciones. Conviene destacar de forma breve algunos
cspectos sustantivos de las políticas educativas que Se imponen en nuestra
época como respuestas adaptadas a tas exigencias de la vida económica y
social de la era postindustrial de la aldea global.
Las formaciones sociales democráticas a lo largo y ancho de la geograña
mundial, han considerado la escuela obligatoria y gratuita como un servicio
publico fundamental, puesto que la formación de todos los ciudadanos y todas
las ciudadanas en una misma institución y con un currículum comprehensivo
común se considera el requisito imprescindible para garantizar una mínima
igualdad de oportunidades que legitime o compense ta 'inevitable' aunque
frecuentemente escandalosa desigual distribuciÓn de los recursos económicos
y cui turales. No obstante, Y a pesar de la influencia satisfactoria de la
escolarizaciÓn en la formaciÓn
Enseñar a aprender
22
de ta mayoría de los ciudadanos y los ciudadanas, numerosas investigaciones
informes (Cotomon, 1966; (list, 1977; Berstein, 1990; Pérez Gómez y Gimeno
Sacristán 1993, Goodson, 1988; Macdonald, 1997; IN(T, 1997) han do
manifioglo que el factor que explica más claramente los diferencias en et
desarrollo cognltlvo y académico de los alumnos y alumnos está configurado
por las desigualdades socioculturales del contexto familiar.
Por otra parte, la escolarización obligatoria de la población ha traído ceras
consecuencias, dcseadas o no, dignas de ser estudiadas para ccmrrcndcr los
efectos reales de la institución escolar. Con lamentable frecuencia la vida cn
la institución escolar ha estado presidida por la uniformidad, el predominio de
la disciplina formal, la autoridad arbitraria, la imposición de una cultura
homogénea, eurocéntrica y abstracta, la prolifcraci6n de rituales carentes de
sentido, el fortalecimiento del aprendizaje académico y disciplinar de
conocimientos fragmentados, incluso memorístico y sinsentido, distanciado
de los problemas reales que lógicamente ha provocado aburrimiento, desidia
y hasta fobia a la escuela y al aprendizaje. Es necesario considerar con Willis
(1990), que la escuela provoca fracaso escolar por su carácter refractario a la
cultura de origen de las capas más marginadas y desfavorecidas, pero que al
mismo tiempo este efecto, en principio no deseado, puede ser un objetivo no
confesado que favorece la clasificación y estratificación social de la
población. El fracaso escolar orienta 'voluntariamente' a una parte importante
de los jóvenes más desfavorecidos hacia el trabajo manual que,
"casualmente", se corresponde con las expectativas de su medio social.
La importancia del absentismo, abandono y fracaso escolar, así como la
conciencia generalizada de la ineficacia de la escuela como promotora de
aprendizajes duraderos, significativos y relevantes para el desarrollo
autónomo de los ciudadanos y las ciudadanas ha generado constantes y
meritorias iniciativas publicas y privadas de cambio y reforma de la
escuela y del sistema educativo a la búsqueda de la perdida y deseada
relevancia, dando lugar a propuestas bien diferenciadas de política
educativa general y de concretas experiencias de innovación educativa .
No obstante, en tas últimas décadas del siglo XX, la mayoría de las
propuestas e iniciativas de reforma del sistema escotar no se encuentran
motivadas tanto por ta conciencia de las insuficiencias cualitativas del
1 Conviene destacar los importantes estudios y trabajos producidos por la OCDE en la última
década. Ver: www.ocde.org.
Otros
l. Pérez y
tradicional de entender el influjo socializador del profesor hacia el
Ángel
- La globalización puede considerarse el cuarto cambio sustantivo en
presente, puede entenderse como la exigencia de la economía neoliberal
de derribar cuantas barreras materiales, simbólicas o ideológicas se
crucen en el camino del libre intercambio financiero y comercial para la
supone, en mi opinión, sino una subordinaci6n de los asuntos políticos las
exigencias insaciables de la economía de mercado.
Por otra parte, la globalización neoliberal, si bien puede haber
contribuido al incremento de la riqueza en ciertas zonas y para ciertas
sociales no ha conseguido mejorar la distribución equitativa de la
misma sino más bien todo lo contrario. Los informes más solventes
(Petras, UNESCO, UNICEF, Chomsky) reiteran de modo constante
que la desigualdad en el mundo no ha hecho sino incrementarse,
especialmente en lo que respecta a las diferencias entre los más ricos
y los más pobres, que cada vez son más escandalosas y por tanto
Provocan continuos conflictos políticos y sociales y un imparable
movimiento de migraciones masivas hacia el paraíso prometido en el
primer mundo que organiza y decide la globalización. Las
escandalosas desigualdades económicas dentro de cada sociedad y
entre los diferentes pueblos, así como los importantes movimientos
migratorios están desestabilizando, complejizando y poniendo en
crisis de forma permanente los precarios equilibrios sociales que
levantan los grupos humanos, sembrando de inseguridad,
desconfianza, y terror por una parte, y de autoritarismo, recorte de
libertades, control, vigilancia y en los úl timos tiempos terror y guerras
preventivas, por otra, la atmósfera simbólica y real que rodea vida de
las sociedades post-industriales. Me parece necesario destacar que
estas tendencias se han intensificado y agravado a partir del ll S, con
la política de la denominada guerra total contra el terrorismo
emprendido por la Administraci6n Bush y extendida por todo el
mundo.
- En consecuencia, la mundializaciÓn política y cultural está imponiendo
denominada cultura de masas, el mínimo común denominador que puede presentarse
como mercancía en las transacciones comerciales. La cultura concebida como pura
mercancía pierde su identidad Sustantiva como manifestaciÓn de diferencia de
formas de vida, como valor de uso en la satisfacción singular de necesidades, para
convertirse en puro valor de cambio. como advierten, entre otros, Benedetti (1995) y
castoriadiS
(1995) nunca como en este último decenio, se usaron tantas palabras
profundas para expresar tanta frivolidad. Conceptos como libertad, democracia,
Enseñar a aprender
soberanía, derechos humanos, solidaridad, patria, y hasta Dios se han vuelto tan
livianos como el carnaval, el aperitivo, etvideoclip, los crucigramas y cl
horóscopo. Todo puede convertirse en mercancía y, por tanto, adquirir valor dc
cambio en el trueque comercial. El valor de cada objeto, comportamiento o idea,
depende fundamentalmente de su valor de cambio cn cl mercado. Por tonto, en
principio, todo tiene cabida en el amplio territorio dc tos intercambios, donde
se mezcla sin identidad, at abrigo dc la críttca intelectual o moral.
Una reacción lógica, aunque generalmente estéril y peligrosa, de los grupoS,
pucblos y naciones amenazados por este terremoto globalizador cn cuya
formación no han participado y que tienen que sufrir como víctimas pasivas, es
la recuperación o ensalzamiento de la identidad nacional, cultural o tribal. El
fundamentalismo de sus posiciones es solamente un mecanismo de defensa hacia
fuera y una poderosa estrategia de dominación autoritaria hacia dentro. En la
condición postmoderna de la vida social actual el reto político es recuperar la
credibilidad democrática (Rawls, Habermas, Mouffe, 2003) y construir un
delicado equilibrio entre tres elementos necesarios y discrepantes: la
mundialización de los intercambios, la universalidad de los procedimientos que
se apoyan en valores concertados y la singularidad y diversidad de las formas
individuales (Baudrillard, 1996). Sólo la construcción dinámica y controvertida
de este dispositivo complejo permite salir de la diabólica dicotomía
mundialización versus nacionalismo.
Otro fenómeno que se está universalizando, con mayor o menor intensidad
en diferentes sociedades, es la importancia de los flujos migratorios y el
inevitable reflejo en la sociedad monocultural. Es muy dificil ya que las
sociedades sean monoculturales, que una sociedad se identifique con una sola
cultura y viceversa. Los flujos de emigración están provocando que en una
misma sociedad convivan diferentes culturas y diferentes lenguas. Y esto
requiere y exige retos que antes no existían en la sociedad. O bien porque se
habían reprimido las lenguas o bien porque no existían esas lenguas y eran
sociedades monoculturales o monolingüísticas. Estos retos son importantes, y
es necesario crear una estructura social suficientemente amplia, flexible y
tolerante para que puedan convivir diferentes culturas respetando aquellos
elementos que son básicos y fundamentales para la convivencia y permanencia
de las diferentes culturas en un espacio de convivencia respetuoso y estimulador
19
de los intercambios, y enriquecimientos mutuos: de multiculturatidðd la
comprensión intercultural.
otro importonfo a destacar hoco referencia a la SUStitutlón concepto de
ciudadano concepto por clavo, el clásico, concepto que de se cliente.
establece El concepto desde delo
Revolución y la ilustración como cl eje que legaliza legitima las
socied,'des democráficas contemporáneas. Es decir, hay una serie de derechos
fundcmentates que los individuos tienen por ser ciudadanos ciodcdenôS y el
estado tiene que arbitrar un conjunto de Servicios Públicos que satisfagan tales
derechos para todos. Pues bien procresivomente y en aras de una supuesta
libertad de opción y con el propósito de superar la burocracia e ineficiencia de
los servicios públicos se enpicza c hablar, no ya de ciudadanos y ciudadanas,
sino de clientes En favor dc una hipotética libertad de opción se está
resquebrajando la igucldcd de oportunidades. El recorte y el deterioro actual de
las prestaciones sociales atendidas por el estado de bienestar, en virtud de tc
mundialización de la economía del libre mercado, amenaza la permanencia de
los servicios públicos y con ello la protección de los individuos y el equilibrio
social anterior de las sociedades desarrolladas.
La consecuencia más preocupante del deterioro e incluso disolución de los
cspccios e instituciones públicas es el desamparo y desmovilización que
provoca, precisamente, en los más desfavorecidos. Quienes se encuentran en
el papel de perdedores en el 'libre' juego de la dura competencia económica,
los que sufren la desigualdad, la discriminación e incluso la exclusión del
sistema, sufren de forma añadida los efectos del desamparo y la impotencia de
la soledad, la imposibilidad incluso de convertirse junto c otros en un germen
de influencia y presión reivindicativa.
Por último, resaltar que la complejidad de ta realidad social, de las
instituciones, sistemas y programas de intervención, así como la ctetercción
de los importantes cambios tecnológicos provocan una generalizada sensación
de vértigo, incertidumbre e impotencia en la vida cotidiana en general y en el
quehacer educativo en particular. Las tecnologías cada día mas complejas, la
diversidad cul tural, la flexibilización de las organizaciones, la fluidez y
contradicciones de la "lítica internacional, y la dependencia de la potente y
cambiante maquinaria económica están provocando el incremento de la
incertidumbre en la vida personal (Hargreaves, 93; Toffler, 92). Para el
individuo concreto el incremento de información imposible de procesar
provoca
Enseñar a aprender
pcrolclâmcnte cl incremrnto do lo incertidumbre, ta alea toriedod, la ausenctd
de control y angustio concomitante.
1.3.- tos efecfog
lo gociðlítaciórt y los rotos educativos,
osnqecucnc.id de "5to; cambios sustantivos en las instituciones
v do experiencia es quo han modificado importante, en los contenidos, en los
formas en los códtoes, procesos de socialización de las nuevas generaciones, y
por extccnc.iös y tos retos a la institución escotar. En este contexto sectct y
stmbóltco, se produce la socialización de la mayoría de tos
dc las
sociedcdes contemporáneas por Io que en función de
tnfiu!os, se
desarrollan sus habilidades, conocimientos, esquemas de pcnscmtcnto,
octitudes, afectos y formas de comportamiento.
El déficit dc nuestros estudiantes no es por Io general un déficit de
informaciones y datos sino de organización significativa y relevante de Ics
informaciones fragmentarias y sesgadas que reciben en sus esontánecs
contactos con los medios de comunicación. El individuo no pucäe procesar
la cantidad de información que recibe y en consecuencia se llena de 'ruidos',
de elementos aislados, más o menos sobresalientes, cue no puede integrar en
esquemas de pensamiento para comprender mejor la realidad y su actuación
sobre ella.
E/ refo se sifúa en la dificultad de transformar esas informaciones en
conocimiento, es decir, en cuerpos organizados de proposiciones que
cyuden c comprender mejor la realidad, así como en la dificultad para
frcnsformar ese conocimiento en pensamienfo y sabiduría.
En especial, el déficit de los procesos actuales de socialización se ubica
fundamentalmente en el territorio de los sentimientos y conductas. Es muy
difícil, que las nuevas generaciones encuentren, en este escenario global,
acelerado, anónimo, diversificado y caótico, una manera racional y autónoma
de gobernar sus sentimientos y sus conductas. Se trata por lo tanto de un déficit
fundamentalmente de orientación y organización de sentimientos, de
organización de conductas, de elaboración de los modos de hacer.
Las peculiaridades dc 105 sistemas educativos en la sociedad
1.4.-
dc fracaso Y obsolescencia del sistema
a partir de 105 años 90, casi todos los países de Europa
A mérjcö Y No
difícil reconocer tendencias, patrones y rasgos dc que
pretenden y cui responder notablemente a
situacionesdiferentes
destacar que los requerimientos de la
actual, los demandas del sistema productivo, las fórmulas e intereses de la
sociedad dc éticas consumo y políticas no son siempre de las sociedades
compatibles democráticas con las exigencias y con de concreciones
pedagógicas.
conceptos centrales en el discurso de política educativa actual
conuncs a todos estos procesos de reforma, son: calidad, eficiencia y
cgadöd. También son similares las políticas y estrategias privilegiadas
en cl dcsarro!lo de dichas reformas: ampliación de la escolaridad
obligatoria, exigencias de renovación curricular, preocupación por la
profcsionalización docente, cambios en la estructura académica de tos
sistemas, nuevas formas de gobierno y de gestión del sistema y de los
centros escolares, instalación de mecanismos de evaluación y control,
tendencia a la descentralización del sistema y a la concesión de algún
grado de autonomía a los centros.
Sobre los modelos de reforma se ciernen importantes tensiones que ponen de
manifiesto la multiplicidad y complejidad de influjos y exigencias no exentas
de contradicciones. Conviene destacar de forma breve algunos c:pecfos
sustantivos de las políticas educativas que se imponen en nuestra época como
respuestas adaptadas a las exigencias de la vida económico y social de la era
postindustrial de la aldea global.
formaciones sociales democráticas a Io largo y ancho de ta geografía mundicl,
han considerado la escuela obligatoria y gratuita como un publico fundamental,
puesto que la formación de todos los y todas las ciudadanas en una
misma institución y con un currículum comprehensivo Común se
considera el requisito imprescindible
garantizar uno mínima igualdad de oportunidades que legitime o
compente IO 'inevitable' aunque frecuentemente escandalosa desigual
de los recursos económicos la y escolarización culturales.
No en obstante, ta formaci6ny a pesar de la influencia satisfactoria
de
22
Enseñar a aprender
dc la mayoría dc tos ciudadanos y (nt, ciudadanos, numerosas
investigaciones e informes (Cotomon, 1966; (?i6t, 1977; Berstein, 1990;
Pérez Gómez y Gimono Sacristán 1993, Goodson, 1988; Macdonald, 1997;
INCF, 1007) han puesto de manifiesto quo el factor que explica más
claramente las diferencias en el desarrollo cognltlvo y académico de los
alumnos y alumnas está configurado por las desigualdades socioculturales del
contexto familiar.
Por otra parto, la escolarización obligatoria de la población ha traído
otras consecuencias, deseados o no, dignas de ser estudiadas para
comprcndcr los efectos reales de ta institución escolar. Con lamentable
frecuencia la vida cn la institución escolar ha estado presidida por la
uniformidad, cl predominio de ta disciplina formal, la autoridad arbitraria, la
imposición de una cultura homogénea, eurocéntrica y abstracta, la
proliferación de rituales carentes de sentido, et fortalecimiento del
aprendizaje académico y disciplinar de conocimientos fragmentados, incluso
memorístico y sinsentido, distanciado de los problemas reates que
lógicamente ha provocado aburrimiento, desidia y hasta fobia a ta escuela y
al aprendizaje. Es necesario considerar con Willis (1990), que la escuela
provoca fracaso escolar por su carácter refractario a la cultura de origen de
las capas más marginadas y desfavorecidas, pero que al mismo tiempo este
efecto, en principio no deseado, puede ser un objetivo no confesado que
favorece la clasificación y estratificación social de la población. El fracaso
escolar orienta 'voluntariamente' a una parte importante de los jóvenes más
desfavorecidos hacia el trabajo manual que, "casualmente", se corresponde
con las expectativas de su medio social.
La importancia del absentismo, abandono y fracaso escolar, así como la
conciencia generalizada de la ineficacia de la escuela como promotora de
aprendizajes duraderos, significativos y relevantes para el desarrollo
autónomo de los ciudadanos y las ciudadanas ha generado constantes y
meritorias iniciativas publicas y privadas de cambio y reforma de la escuela
y del sistema educativo a la búsqueda de la perdida y deseada relevancia,
dando lugar a propuestas bien diferenciadas de política educativa general y
de concretas experiencias de innovación educativa .
No obstante, en las últimas décadas del siglo XX, la mayoría de las
propuestas e iniciativas de reforma del sistema escotar no se encuentran
motivadas tanto por la conciencia de las insuficiencias cualitativas del
1
Conviene destacar los importantes estudios y trabajos producidos por la OCDE en la última década.
Ver: www.ocde-org.
T. Pérez y otros23
sistema, por su incapacidad para facilitar et desarrollo educativo de
ciudadanos autónomos y ciudadanas autónomas, como por las exigencias
imperiosas c insoslayables dc la economía de mercado. Las políticas
neoliberales proponen cl desmantelamiento del estado de bienestar y la
concepción de la educación no como un servicio publico sino como una
mercancía de destacado valor sometida, lógicamente, a la regulación de
relaciones entre la oferta y ta demanda. Para entender peculiaridades de
florecientes propuestas neoliberales sobre dcsrcgulación y privatización
del sistema educativo es necesario analizar con más detenimiento las
exigencias que la sociedad postmoderna y la economía de mercado están
planteando al sistema educativo en generat y c la escuela en particular.
Voy a detenerme en el análisis de dos aspectos que a mi entender
condicionan de modo especial la vida escolar de las sociedades
contemporáneas (un análisis más detallado puede encontrarse en Pérez
Gómez, 1998):
- en primer lugar, la autonomía, descentralización y competitividad.
Ante la inminencia y diversidad de los cambios se impone la exigencia
de clarificar el sentido de las alternativas y delimitar los valores que
subyacen a las propuestas que emergen de la mano de los requerimientos
del sistema económico y, que disfrazadas de un lenguaje humanista e
incluso progresista, esconden tendencias bien conservadoras y poco
solidarias. Uno de los ejemplos más evidentes de esta interesada
utilización equivoca de términos con clara resonancia humanista para
promover políticas que favorecen la economía de mercado es la
pretendidc. confusión entre autonomía, descentralización y
desregulación del sistema.
Es evidente que la autonomía profesionat de tos docentes y la
autonomía de las escuelas es una antigua reivindicación pedagógica
apoyada en los requerimientos de tas teorías del aprendizaje
significativo y relevante y en los planteamientos constructivistas de un
currículum abierto y contextualizado (Stenhouse, Freinet, Freire,
Gadner, Taba, Bruner...)
Por otra parte, ta administración y gestión de tas instituciones sociales
y empresariales está sufriendo una profunda transformaci6n en la
economía neoliberal. A la búsqueda de la eficiencia y de la reducción
de costes, los grandes sistemas y organizaciones burocráticas están
siendo sustituidos redes de pequeñas instituciones con relativa
autonomía Y sobre aspectos del proceso de producción de
24
mercancías o servicios. Tales instituciones, dc dimensiones más reducidas y
organizadas en equipos de trabajo relativamente autónomos, son mucho mas
flexibles y móviles para responder a las exigencias cambiantes del mercado y
a tas inducidas necesidades también cambiantes de los clientes. Las
instituciones, unidades más pequeñas, dentro de un sistema autorregulado por
el mercado, 5c manifiestan más ágiles, flexibles y adaptativas a un contexto
incierto y fluido, en definitiva, se consideran más eficientes, es decir, más
rentables.
Ambos ptantcamientos son utilizados para Justificar teóricamente la
política educativa neoliberal de fomentar ta descentralización y la
competitividad entrc tas instituciones educativas como estrategia
fundamcntal para incrementar la productividad de las escuetas, la mejora dc
tos resultados en términos de rendimiento académico y la reducción de
costcs, al tiempo que permiten a tos padres ejercer el derecho a ta libre
elección de centro. En definitiva, pueden constituir los primeros pasos en cl
camino de la desregulación del sistema educativo, la privatización de las
instituciones o al menos de sus servicios y la consideración y el tratamiento
de la educación como una mercancía más en et escenario competitivo del
libre mercado.
Conviene recordar que las instituciones escolares abandonadas al libre
juego del mercado no pueden, en mi opinión, cumplir su función educativa
por dos razones fundamentales:
En primer lugar, el mercado reproduce e incrementa
interesadamente las desigualdades de origen, de modo que los niños y las
niñas de clases favorecidas tendrán incomparablemente mejores condiciones
y recursos para su desarrollo intelectual, en centros de primera categoría,
condenando a los estudiantes de clases desfavorecidas a la discriminación, a
la marginación e incluso a la exclusión del sistema en los casos más extremos.
Las desigualdades contextuales iniciales se convertirán en desigualdades
personales y profesionales definitivas.
En segundo lugar, porque las exigencias del mercado no reparan
precisamente en valores éticos y educativos sino en la obtención de la
rentabilidad a cualquier precio. Así pues, la consecución del beneficio tangible
y a corto plazo se convertirá en el objetivo central de las instituciones escolares
en abierta y despiadada competitividad, a costa de los valores educativos de
desarrollo autónomo de las capacidades de pensamiento, sentimiento y
actuación, cuyos efectos se manifiestan a largo plazo y de forma en parte
impredecible. En la
política neoliberal se hö estrenado con la descentralizaciÓn, y que se
cricntc dccidtdomcntc de opción a dcsrcgulación y dc una mayor y
privatización, eficacia, queda en aras amenazadade una
Ic función conpcnsotcria
si no va acompañada de una política que
proporcione y materiales, así corno de los programas de y, dc
coordinaciÓn necesarios para evitar la
instituciones al juego de intereses comerciales, ajenos
educô{ivoS.
cclidad del servicio público que se ofrece en el
sistema precisamente la atención más intensa a los
centros las zonas y grupos sociales más desfavorecidos
y, en rentables y el apoyo y estímulo a las experiencias
de y experimentación colaborativa.
Mcrccrfilizcción del conocimiento y rentabilidad escolar. Los
neoliberales que justifican ta desregulación y ;rivtfizcción del
sistema educativo conciben el conocimiento como una ne-:cncíc, como un bien
de consumo que adquiere su valor en el
entre la oferta y la demanda.
El conocimiento en términos de rendimiento académico de las instituciones
escolares adquiere su sentido
se valora en el intercambio mercantil,
cuando sirve de indicador de ¿quisiciones útiles para la acreditación académica
o para la legitinct;ín profesional. El conocimiento en la era del mercado se
vincula
c sus aplicaciones tecnológicas y adquiere valor porque sine
optimizar la rentabilidad de cualquier proceso o de cualquier
mcximiza los productos reduciendo al mínimo los costes. La búsqueda de
la verdad o de la justicia distributiva se subordina, con frecuencia, a la búsqueda de
la eficiencia, de la utilidad, de la rentabilidad.
En consecuencia, lo que no se valora en el intercambio mercantil deja de apreciarse
en el sistema educativo, y queda fuera, por tanto, de tas prioridades asignadas a y
asumidas por la institución escolar. Así pues, en este Juego de pseudoautonomfa y
libertad en el libre escenario de intercambios mercantiles, el sistema educativo pierde
su especificidad y su autonomía real, como espacio de contraste, reflexión y crítica
Intelectual, convirtiéndose en mero instrumento al servicio de las
Enseñar a aprender
exigencias del sistema económico y social. El concepto de educación se
disuelve en el omnipotente proceso de socialización.
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