Carreras de vallas en el atletismo

Anuncio
INDICE
• 110 metros vallas
• Trayectoria olímpica
• 100 metros vallas
• Trayectoria olímpica
• 400 metros vallas
• Trayectoria olímpica
• Edwin Moses
• Técnica y entrenamiento
• Reglamento
Las carreras de vallas son pruebas de velocidad en las que el atleta debe saltar una serie de 100 barreras o
vallas. El programa olímpico incluye cuatro pruebas de vallas: 110 metros para hombres, 100 metros para
mujeres, 400 metros para hombres y mujeres.
La situación de las 10 vallas en la pista es distinta en cada prueba:
• En la carrera de 100 metros, la primera valla está a 13 metros de la línea de salida, el intervalo entre
las vallas es de 8.5 metros y hay una distancia de 10.5 metros entre la última valla y la llegada.
• En los 110 metros, la primera valla está en 13.72 metros de la línea de salida, el intervalo entre las
vallas es de 9.14 y la última está a 14 metros de la llegada.
• En los 400 metros, la primera valla está a 45 metros de la línea de salida, las vallas están separadas
por una distancia de 35 metros y la última está a 40 metros de la llegada.
110 METROS VALLA
El estadounidense Roger Kingdom, que ya había ganado la medalla de oro en Los Ángeles − 1984, revalidó
su título en la prueba de 110 metros vallas de los juegos de Seúl.
Esta prueba de vallas era un coto privado para Kingdom y así lo demostró en Seúl batiendo el récord
olímpico, que él mismo ostentaba con un tiempo de 12''98. Pocos atletas en la historia de la especialidad han
mostrado tan seguros como el norteamericano. Durante el año olímpico ya había bajado en dos ocasiones de
los 13''.
En la gran final, Kingmod salió mal, pero el otro gran favorito norteamericano, Anthony Campbell, no
aprovechó la circunstancia y se quedó un poco atrás, de la manera que al pasar la primera valla iba el último.
Si el comienzo de Kingmod dejó que desear, su progresión fue arrolladora. Su característica principal en todas
sus carreras era que siempre iba a más, hasta acabar convirtiéndose en una auténtica exhalación. Detrás de él
entraron el inglés Colin Jackson, que marcó 13''28, y Anthony Campbell, con un registro de 13''38.
En las series clasificatorias decepcionaron los soviéticos y en la gran final solo llegó Vladimir Chichkime, que
cruzó la meta en cuarta posición. Otra decepción fue el canadiense Mark Mckoy, que quedó séptimo cuando
trataba de uno de los candidatos más fuertes para subir al podium.
• El atleta norteamericano Roger Kingmod era tremendamente seguro sobre las vallas altas. En los
juegos de Seúl, en la prueba de 110 metros vallas, fue muy superior a los demás. Ni el británico Colin
Jackson ni el estadounidense Anthony Cambell, ausente Grey Foster, podían hacerle sombra.
1
Durante el año olímpico, Roger Kingmod bajó dos veces de los 13'' y en la final de Seúl, con el aliciente que
sin duda ofrece una medalla de oro, lo hizo de nuevo. Se permitió incluso el lujo de salir mal, pero el que sus
últimos 40 metros eran irresistibles para cualquier rival.
Seúl fue una ocasión más de contrastar la superioridad de la raza negra sobre las vallas altas, cada vez mayor
conforme los hombres de color depuran su técnica. Kingdom había cuidado muy especialmente el ataque de
las vallas y la técnica de la carrera durante toda su preparación.
TRAYECTORIA OLÍMPICA
Los orígenes de las carreras de vallas se remontan en los Colegios y Universidades de Reino Unido en el
último cuarto del siglo XIX. En los primeros Juegos de la Era Moderna, Atenas 1896, se disputa ya una
prueba sobre la distancia de 100 metros, para en la segunda Olimpiada, París 1900, constar definitivamente de
110 metros. En aquella edición, Alvin Kraenzlein corrió en 15''4. La progresión de los registros olímpicos en
la especialidad ha superado la barrera de los 13'': Roger Kingdom ganó en Seúl (1988) en 12''98.
100 METROS VALLAS
La síntesis de lo que significaron las pruebas de vallas femeninas en las Olimpiadas de Seúl está marcada por
la progresión de los registros. Aunque no se batiera ningún récord de mundo, si se estrenaron nuevos récords
olímpicos y el nivel global en marcos tanto en 100 como en los 400 metros vallas femeninos fue excelente.
En Seúl, la búlgara recordwoman del mundo Jordanka Donkova ganó la medalla de oro en los 100 metros
vallas y además sus 12''38 fueron nuestro récord olímpico. El boicot de países del bloque soviético a los
Juegos de Los Ángeles había impedido participar antes en un Olímpico. A la de Seúl llegaba después de haber
batido, un mes atrás, el récord del mundo, que dejó en 12''21.
En los 100 metros con vallas femeninos, había una indiscutible favorita: la búlgara Jordanka Donkova. Tenía
la suerte además de que su rival más peligrosa se encontraba en muy mala forma física. Así las cosas,
Donkova sólo debía temer por su compatriota Ginka Zagorcheva, La caída de la última vallista le ponía a
Donkova más fácil la medalla de oro.
Donkova demostró que la velocidad y la técnica en los 100 metros vallas son igual de importantes. Poseía
ambas virtudes y, sin adversarias, la victoria fue una cosa de niños.
TRAYECTORIA OLÍMPICA
En los Juegos Olímpicos de Los Ángeles de 1932 se introdujo en el programa de prueba de vallas femenina
que era habitual en aquella época: 80 metros con vallas de 76´2 centímetros. En 1970 se oficializó la distancia
de 100 metros, como la conocemos actualmente, incorporándose ya con la etiqueta de carrera olímpica en
Munich−1972
400 METROS VALLAS (MOSES)
Ciento noventa carreras y 181 victorias; 122 sin conocer la derrota; nueve años, nueve meses y nueve días de
imbatilidad; plusmarquista mundial y doble campeón del mundo y olímpico. EDWIN MOSES era el más
indiscutible forito para conseguir la medalla de oro en los Juegos de Seúl. Llegaba a esta olimpiada como amo
y señor invencible de los 400 metros vallas.
Para lograr vencer a Moses, otro norteamericano, André Philips, tubo que convertirse en el segundo vallista de
los 400 metros más rápido de todos los tiempos, 47''19, a 17 centésimas del récord mundial del propio Moses.
Philips batiría eso sí, el récord olímpico.
2
De manera paradójica, Edwin Moses registró su mejor marca en unos Juegos Olímpicos, superior a la que
hizo merecedor del oro en Montreal y Los Ángeles, y entró en tercer lugar. Perdió porque sus rivales, André
Philips y A. Dia Ba no sólo poseían una calidad, sino porque tuvieron un día muy inspirado.
Moses enseñó a André Philips a correr los 400 metros vallas dando 13 pasos entre valla y valla. Era uno de los
alumnos mas aventajados y, después de que en los trials (pruebas de selección americanas) Keving Young
arrebataba a Harris el tercer puesto, se convirtió en el único delfín capaz de bajarse del trono.
Pero a Moses le superó también un corredor que daba 14 pasos entre vallas, el senegales Dia Ba, que en la
recta final fue más rápido y realizó una remontada sensacional.
El problema de Moses fue que ya no podía, como antes, entrar en la recta igualado con hombres más jóvenes
que él. Estos demostraron tener una mayor resistencia muscular
. Así en los últimos 60 metros perdió toda opción al oro. En cuestión de décimas de segundo, Philips se le
adelantó después, y ya casi al final, Dia Ba también. En la recta el rey abdicó.
Ya en la intimad familiar, después de la final olímpica de Seúl en los 400 metros vallas, Edwin Moses se echó
a llorar. No esperaba encontrar rivales en un día inspirado.
Moses estaba haciendo una carrera técnicamente correcta. Como acostumbraba dio 13< pasos entre vallas,
afrontándolas por su parte izquierda con su pierna izquierda. Ello le permitía un ahorro de cuatro o cinco
metros en la carrera.
TRAYECTORIA OLIMPICA
Antes de convertirse en especialidad olímpica en París−1900, los 400 metros vallas ya se disputaban en
Hungría desde finales de la década de 1870 y en Francia desde 1888. A partir de Los Ángeles−1984 esta
prueba ha pasado a formar parte de las disciplinas femeninas.
SEÚL−88 (FEMENINO)
A diferencia de los 100 metros vallas, los 400 metros vallas femeninos tienen una corta historia olímpica; en
1984, en Los Ángeles, la prueba figuró por primera vez en el programa. De cualquier manera, las participantes
de los Juegos de Seúl demostraron que es una historia que está escribiendo muy deprisa.
Así sorprendió en Seúl los grandes avances de las marcas que se obtuvieron en los 400 metros vallas
femeninos. Para entrar en la final, las atletas tuvieron que correr la prueba en menos de cincuenta y cinco
segundos.
Todo lo que no fuera absoluto dominio germano−oriental se consideraba como una sorpresa en la final de 400
metros vallas. Así, esta especialidad tiene una breve historia entre las femeninas, que hasta ahora han visto
subir a lo más alto del podium a una marroquí y una australiana, esta última vencedora en Seúl−1988
EDWIN MOSES
La victoria siempre ha sido una constante en su vida. Apenas ha conocido el amargo sabor de la derrota en
trece años se plena dedicación al atletismo. Por eso se dice de Edwin Moses que era un imbatible por su
espíritu. Es el mas fiel representante del mito en la vida de la victoria. Nadie ha logrado más victorias
consecutivas que él en la historia del atletismo: 122. Solo Parry O'Brein, lanzador de peso, ha rozado una
hazaña semejante con 116 victorias consecutivas.
3
Su primera medalla de oro en una Olimpiada da logró Montreal con tan sólo veinte años. La política le dejó
fuera de los Juegos Olímpicos de Moscú. Con veintiocho años consiguió la segunda medalla de oro en Los
Ángeles−1984. Solo la edad de treinta y dos años, y el buen que hacer de André Philips le impidió conseguir
nuevamente el oro en Seúl−1988. Doce años enfrentándose a la más disciplina del atletismo junto al maratón
los 400 metros, pero con la diferencia complementaria de las vallas.
IMBATIBLE EN MONTREAL
Edwin Moses nació el 31 de Agosto de 1955, en Dayton, un pequeño pueblo del Estado de Ohio, en Estados
Unidos. El mismo día y mes, pero en 1983, batió el récord del mundo de los 400 metros vallas en Coblenza,
con una marca de 47''02. Antes que inclinarse por el atletismo decidió ser ingeniero euronaútico, carrera en la
que se licenció en el Atlanta Georgia College, especializándose en el guiado electrónico de misiles.
A los once años se dedicaba a corretear por las calles, pero sin continuidad ni seriedad. Tenía un físico
perfecto para ser atleta. Un metro ochenta y ocho para 77 kilos. Hasta los veinte no comenzó a dedicarse en
cuerpo y alma a los 400 metros vallas. Apenas un año después tenía ante si una cita olímpica en Montreal. En
tan coro espacio de tiempo logró clasificarse. Era capaz de correr los 110 metros vallas en 13''64 o los 800
metros vallas en 1'48''98. Pero a el le atraía la dificultad técnica de los 400 metros vallas.
En Montreal no solamente superó en la final a Mike Shinl y Yevgeniy Gavrilenco, sino que además estableció
un nuevo récord olímpico con 47''64
En apenas unos meses ya era considerado como el número uno. Sólo una derrota significativa durante 1977,
que luego sería histórica. Fue el 26 de Agosto en Berlín ante el germano occidental Harald Schmid, su gran
rival para los próximos diez años. Fue el punto de partido de un récord impresionante, 122 victorias
consecutivas hasta caer por segunda vez en Madrid, el 4 de junio de 1987, ante su delfín Danny Harris.
Uno de los mayores disgustos de su carrera fue no poder acudir a México en 1980. Siempre a luchado contra
la despolitización del deporte y el doping. Pensó en la retirada, pero le atrajo más la idea de lograr una
nuevamente el oro en su propio país, Los Ángeles.
En 1983 logró el récord mundial de la distancia. Era el aviso de que en Los Ángeles nadie le derrotaría. Fue
primero por delante precisamente de sus dos rivales mas temibles: la plata, Danny Harris, y el bronce, Harald
Schmid. En esta Olimpiada se convirtió en el primer atleta de color en hacer el juramento olímpico inicial.
Curiosamente, podría no haber estado presente en la Coliseum de Los Ángeles. En las pruebas de clasificación
hizo dos salidas nulas en la final, lo que equivalía a la descalificación. Moses convenció a los jueces que todo
fue un error provocado por el clic de la cámara de un fotógrafo. Fuese verdad o no, Moses fue perdonado.
TÉCNICA Y ENTRENAMIENTO
En los 110 metros vallas se dan ocho pasos hasta la primera valla, por lo que el pie de impulso está colocado
en el taco delantero.
El pie de la pierna de impulso se flexiona, pues favorece que salga con más fuerza del suelo y que el cuerpo
tenga la indicación necesaria para favorecer el ataque a la valla. Las caderas permanecerán altas. La otra
pierna sigue flexionada hasta que la rodilla alcanza la altura de la cadera, momento en el que se extiende y
sobrepasa la valla realizando una acción de descanso que favorece al alcance de las caderas. El ataque de la
valla se realiza de arriba abajo.
El pie de la pierna de ataque contacta con el suelo con la parte externa y la pierna se mantiene estirada. La
pierna de impulso también se extiende, iniciándose una elevación lateral en la que el muslo avanza y sube
4
abriendo la rodilla hacia fuera. Cuando el muslo está encima de la valla continúa su acción y se eleva la
rodilla siempre en la línea de carrera. Posteriormente desciende y toma contacto con el suelo.
Las caderas se mantienen en la línea de carrera y el tronco se adelanta ligeramente sobre la pierna de ataque
en el momento del paso de valla. En el descenso, el tronco se endereza para acelerar la bajada.
Se dan tres pasos entre valla y valla. El primer paso es más corto que el segundo y el tercero es todavía mas
corto para favorecer la posición elevada de caderas. El paso total de la valla es aproximadamente de tres
metros y medio. Dos metros son recorridos antes de pasar la valla, y el metro y medio después. Toso ello
depende, no obstante, de cada atleta y de sus características morfológicas.
REGLAMENTO
• El peso total de la valla no debe ser inferior a los 10 kilos y su altura es de 1.23 metros.
• La parte superior es la madera y la rayada. Las vallas blancas se hayan en el extremo.
• Las barras que soportan la parte superior son de metal.
• El diseño de la valla es tal que es preciso ejercer una presión de 3600 kilos cono mínimo y de 4 como
máximo para derribarla.
En las carreras, cada corredor tiene una calle. Un corredor será descalificado por cualquier de las siguientes
razones.
• Si el corredor pasa el pie o la pierna por el exterior de la valla.
• Si pasa una valla que no este en su calle.
• Si derrumba intencionadamente con la mano o el pie la valla. Derribar las vallas sin intencionalidad
no es motivo de descalificación para el atleta.
En la prueba de los 400 metros vallas existe un ritmo de 21 o 22 pasos hasta la primera valla y de 13 a 15
entre valla y valla.
Los vallistas son grandes expertos en tirarse a la lama es decir, en extirar el máximo de sus posibilidades el
cuerpo en las llegadas a meta.
Como se trata habitualmente de hombres de buena envergadura física, aprovechan su estatura para arañar
algunas décimas de segundo en las llegadas apretadas, por lo que suele ser común el empleo de la photofinish.
12
5
Descargar