Narrador: había una familia que tenía tres hijos, dos varones y una

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Narrador: había una familia que tenía tres hijos, dos varones y una mujer, que era muy bonita. En todas las fiestas del
pueblo y de cualquier parte que la invitaran sus admiradores, le coqueteaba a todos los hombres y, al final se burlaba de
ellos.
Tulivieja: (Sale de la pista de Baile y empieza a hablar con un muchacho)
El muchacho: ¿Cómo haces para que todos los hombres estén enamorados de ti?
Tulivieja: No lo sé debe ser porque soy muy hermosa.
El muchacho: Bueno si algun día quieres salir conmigo no dudes en irme a buscar. Yo vivo en una casita amarilla cerca
de la catedral.
Tulivieja: Tranquilo no dudes en eso. (El joven se va y ella empieza a reírse)
Narrador: El tiempo pasaba y ella no dejaba de burlarse de los mozos del pueblo; lo único que parecía importarle eran las
fiestas. Donde sonaba una lata, allí llegaba a bailar. Sus padres siempre le llamaban la atención y le preguntaban que
por qué se burlaba de sus enamorados.
La madre: Mi niña no tienes porque burlarte de los campesinos que quieren cortejarte, tu belleza es muy grande pero no
debes aprovecharte de ella. ¿Esta Bien?
Tulivieja: (Se ríe) Tú y mi padre no entienden que eso me da mucha risa, y no lo puedo evitar. Esos pobres ingenuos
tienen esperanzas de que me enamoraría de ellos y eso es lo que menos pasaría.
El Padre: ¿Tú no entiendes que esas personas también tienen sentimientos? ¡No diré más y espero que no vuelva a
pasar!
Tulivieja: Hay que gozar de la vida, no pienso casarme padre.
El padre: Que no vuelva a suceder y punto, recuerda que yo soy una de las mayores autoridades de por aquí, y todos
empezarían hablar de nosotros si no te logras controlar.
Narrador: para unas patronales, llegó un vendedor de Panamá y la sacó a bailar y se enamoraron.
( todos bailando y el vendedor le toma la mano a ella y empiezan a bailar)
se van y empiezan a hablar)
( están un ratito bailando y luego todos
Tulivieja: ¿ Tendría el honor de saber con quien he tenido el placer de bailar?
El vendedor: Soy Luis, y trabajó en Panamá distribuyendo frutas en todas las provincias de Panamá y me acaban de
trasladar para acá, la península de Azuero.
Tulivieja: Me alegro, así podremos vernos bastante a seguido.
El vendedor: Seguro.
(él de va y ella se queda pensando un segundito y luego va a su casa)
Narrador: Ellos empiezan a entablar una relación, porque como podemos ver por primera vez la tulivieja se había
enamorado de alguien, pero todavía los padres no se habian enterado, ni se podian enterar porque el padre mandaría a
matar al joven. Así que ellos se veían con mucho cuidado y sin ser vistos.
( Ella se encuentra sola y siente unos movimientos en la barriga y se la toca, mientras esperaba al vendedor)
Tulivieja: Esto no puede ser posible. (Llega el vendedor)
El vendedor: Hola linda, ¿ Cómo te encuentras hoy?
Tulivieja: Luis.. acabo de darme cuenta que estoy embarazada.
El vendedor: ¡Esto no es posible! Tu padre me mandara a matar si se entera. (Se toca la cabeza pensativo) Creo que yo
mejor me voy de aquí antes de que me manden a matar.
Tulivieja: No, no, no te vayas. Este va a ser el plan, yo voy a llevar mi embarazo con las mayores precauciones y nadie
se dará cuenta de nada. Y al nacer el bebe yo iré al rio y lo mataré. Haré todo lo que sea necesario pero no dejare que tu
te vayas de mi lado.
El vendedor: Bueno yo mantendré un poco de distancia.
Tulivieja: esta bien me parece, mientras todo esto pasa.
El vendedor: por cierto, se me olvido decirte que tengo que hacer un viaje hacia Panamá que mi jefe va a darme unas
instrucciones.
Tulivieja: Esta bien, te esperaré aquí.
Narrador: La tulivieja al ver que su amado no volvía, decidió contarle a sus padres sobre la pequeña aventura que tuvo.
(Llega a la casa)
Tulivieja: Madre, tengo algo que contarte. Necesito hablar contigo.
La madre: Cuéntame pequeña, que ha pasado.
Tulivieja: Bueno, hace poco en unas patronales he conocido a un joven vendedor, bueno hemos tenido una pequeña
aventura y he quedado embarazada.
La madre: Bueno lo más importante es saber donde esta el padre.
Tulivieja: Él se fue a Panamá y no creo que regrese.
La madre: Bueno a ver si con este acontecimiento te empiezas a responsabilizar de tus actos.
Tulivieja: No, ese no es el punto yo no quiero un hijo.
La madre: te va a tocar cuidarlo pequeña.
( La tulivieja sale llorando)
Narrador: Ella da a luz su bebe, pasa el tiempo y ella se da cuenta de que su bebe es muy enfermizo. La mamá vivía
regañándola, diciéndole que primero son los hijos y después los placeres de la vida, porque ella siempre se alistaba e iba
a parar al baile que le quedara más cerca.
La madre: Mi niña debes entender que Dios te ha dado un hijo y tu deber es cuidarlo y quererlo como a nadie más.
Porque los hijos son el don mas sagrado que hay y es el amor mas puro que existe.
Tulivieja: yo no vine al mundo para cuidar a un esperpento. Solo se vive una vez y yo no me voy a perder las patronales
para cuidar a un niño que nisiquiera lo amo, porque es hijo de un vendedor lujurioso, y él será igual que él.
La madre: Lo hubieras pensado antes, pero ahora te toca cuidar al niño.
Narrador: Un día, también para una patronal, la mamá vio que estaba alistándose para el baile sin importarle que el niño
enfermito tuviera más de una hora de estar llorando de hambre. Y como ésta la regañó, entonces cogió al niño y se
dirigió a la fiesta con él.
( Mientras caminaba hacia la fiesta pensaba en voz alta)
Tulivieja: Yo no tengo porque cuidar a este niño, yo mejor me voy a mi fiesta tranquila de la vida y lo dejaré aquí en la
orilla de la quebrada, iré a la fiesta y luego lo pasaré buscando.
Narrador: Como quería llegar antes de que tocaran la primera pieza, comenzó a querellar el caballo y éste, al
desbocarse, en vez de seguir hacia el pueblo, dobló hacía el río. El camino era empinado, rocoso. El caballo se encabritó
y la tumbó. En la madrugada, cuando ya la gente regresaba del baile, la mamá, preocupada,veía cómo empezaba a
amanecer y ella no llegaba. Y entonces mandó a uno de sus hijos al pueblo para que averiguara dónde estaba.
(en el pueblo, habian muchos campesinos por allí)
El hermano: ¿Has visto a mi hermana?
Campesino # 1: ¿ Cuál es que es tu hermana?
El hermano: La que es muy bella, y casi todo el pueblo esta enamorado de ella.
Campesino # 1: No, no la he visto por ningun lado.
El hermano: ¿ Me podrías ayudar a buscarla o preguntarle a las demás personas?
Campesiono # 1: Si,claro amigo.
Campesino # 1: Disculpa Joven, por casualidad habras visto a la joven muy hermosa que esta en casi todas las fiestas.
Campesino # 2: No, ni rastro de ella. No la he visto desde las últimas patronales.
Campesino # 1: Bueno muchas gracias por su ayuda.
Campesino # 2: Cuando quiera Señor.
El hermano: Hola señora, me podría decir si ha visto a la Joven que esta en todas las fiestas de por aquí.
Campesino # 3: No, no la he visto. Aparte me extrañó no haberla visto en el baile de ayer.
El hermano: Si, eso es lo que nos extraña a todos.
Narrador: Él recordó entonces que su mamá le había dicho a su hermana, como a las ocho y media a nueve de la noche
cuando salió, que no abandonara a su hijo, que Dios la iba a castigar porque los hijos eran lo más importante del mundo.
Que son una bendición de Dios. Que por actuar mal con su hijo, Dios la iba a castigar. Y comenzaron a buscarla por todo
el pueblo. Pasó el día y la noche y no la encontraron. Entonces la buscaron por los caminos alrededores. Una comitiva
cogió hacia el río.
La madre: ( en su casa, sola) Señor Dios, te pido que si mi hija esta muerta o viva me lo comuniques por un sueño.
Narrador: Vino Dios y le contestó concedió el sueño. En una cueva vio a una mujer, de pelo largo, toda deforme, que no
se dejaba ver el rostro.
La Madre: ( Despertó austada) Señor mi hija me ha desobedecido, y ha matado a su propio hijo. Yo sé que eso no tiene
perdón.
El padre: ¿Que paso? ¿ Por qué te ves asustada?
La madre: Dios me comunicó en un sueño que nuestra hija está muerta, y que él la ha condenado por haber matado a su
propio hijo.
El padre: ¿ No podría ser otra persona?
La madre: No creo, porque cargaba el mismo vestido que ella llevaba puesto ayer.
( los dos se agarran las manos y empiezan a llorar)
Narrador: Unos quince días después, sin pensarlo, un señor encontró el esqueleto de un niño en un remanso de la
quebrada, cerca de la casa de la desaparecida. Y le dieron cristiana sepultura. Desde entonces empezó a escucharse un
espeluznante llanto de mujer por la orilla de la quebrada. Ya después eran bugidos que hacían retumbar la tierra.
Narrador: Una muchacha muy bonita y muy correcta se encontraba de noche saliendo de sus clases para dirigirse a su
casa y entonces aparece un joven y le empieza a sacar conversación)
El Joven: Disculpa Señorita, estas no son horas para que usted este caminando por estas calles tan oscuras.
La Joven: No, no se preocupe, mi casa queda por aquí cerca.
El Joven: Si usted desea la puedo acompañar hasta su casa.
La Joven: Ya le dije que no se preocupara señor. Yo vivo muy cerca de aquí.
(La joven se da media vuelta, y continua caminando, y el joven sigue caminando atrás de ella. Entonces la tulivieja
aparece atrás de el y le toca el hombro)
Tulivieja: Eres un hombre muy lujurioso, como el que me dejo embarazada y ahora Dios me ha condenado a buscar a mi
hijo eternamente. No dejaré que tu le hagas eso a nadie.
( Lo envolvió en su capa y cayó al suelo muerto)
Narrador: A la mañana siguiente encontraron al Joven muerto.
Campesino # 4: Este hombre merecía ya la muerte porque siempre atrás de jovencitas.
Campesino # 5: Si yo lo sé. Era un lujurioso.
Narrador: En una fiesta todos estaban bailando y entonces la tulivieja extrañaba esas fiestas y decidió meterse.
( Estan todos en la fiesta bailando y de repente en el centro de la pista se encuentra la tulivieja bailando) (Salen todos
gritando y corriendo, maldiciéndola)
Narrador: Otro día un viajero llego a la ciudad y se quedo a dormir en una casa cerca de la quebrada entonces estaba
dormido y de repente empieza a escuchar unos gemidos y decide a levantarse para averiguar que son.
Viajero: ( Sale a caminar por el bosque) Me pregunto que serán esos ruidos tan extraños. Puede ser que hay un pobre
animalito herido.
Narrador: El viajero era de muy buen corazón y no permitiría que un animalito muerta, si él puede impedirlo.
( de repente aparece la tulivieja justo en frente de él)
Tulivieja: ¿Se te ofrece algo Joven?
Viajero: Nada soy un Vendedor de Panamá y vengo a distribuir unas frutas, y me quedaba en una casa cerca de aquí
cuando de repente escuche unos gemidos. ( Él la mira como con cara de asco preguntándose como quien era)
Viajero: ¿Puedo saber quien eres tú?
Tulivieja: Bueno, pues te lo diré. Yo soy una Joven que un día un Viajero, que era vendedor de Panamá y distribuía frutas
me embarazó, después se largó a Panamá otra vez y entonces me quede con un hijo que era muy enfermizo, mi madre
me obligaba a cuidarlo y bueno lo maté en esa quebrada que esta cerca de tu casa. Entonces Dios me castigo
eternamente a deambular por aquí, buscando a mi bebe.
Viajero: Me imagino que me dejaras ir, porque yo no te he hecho nada.
Tulivieja: Pues te cuento que no podré ya que tu eres como él. ( Lo envolvió en su capa y lo mató.
Narrador: Su maldición consiste en que después de recorrer todos los ríos y quebradas del país, tiene que volver a
empezar en el mismo lugar donde dejó a su hijo abandonado. Por eso, de tiempo en tiempo sus gemidos lo escuchan las
personas de esos lares.
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