Seguridad e Higiene en la Empresa, Consideraciones Básicas La seguridad e higiene, permite mantener los sitios laborales aptos, seguros y confiables. Su propósito es contribuir con el cumplimiento de las funciones de los trabajadores, resguardando su salud y su seguridad. La seguridad e higiene está constituida por parámetros, que se desarrollan en materia de seguridad y prevención de riesgos laborales. Sin embargo, antes de profundizar en el tema, es importante definir higiene para contextualizar bien el concepto. Higiene, son aquellas prácticas que realizan todas las personas, para su cuidado y aseo personal a fin de prevenir afecciones. Este término se ajusta perfectamente al ámbito laboral. En este sentido, se habla del mantenimiento de los recursos que son utilizados para preservar la armonía y paz laboral. Evitando así, los riegos laborales y enfermedades futuras derivadas del trabajo diario. No obstante, los riesgos laborales se refieren a las situaciones que violentan la seguridad en el espacio de trabajo. Por consiguiente, se toma en cuenta como causa probable de peligro para el empleado. Por tal razón, surge la necesidad de implementar en las empresas toda la normativa relacionada con la seguridad e higiene. Desde hace una década se incorporaron cambios en la utilización del término seguridad e higiene. Conociéndose hoy en día como, seguridad y salud laboral, término que incluye todas las acciones para prevenir accidentes laborales. Así se trascendió la simple aplicación de técnicas y mejoras en las condiciones ambientales para prevenir enfermedades (concepto que se ajusta más a la seguridad e higiene). La seguridad y salud laboral, no sustituyen a la seguridad e higiene. Más bien, busca abarcar más espacios que contribuyan a la protección del trabajador. Como la salud ocupacional o la ergonomía en el trabajo. Aun así, la seguridad e higiene en el ámbito laboral se considera una actividad que beneficia la salud de los empleados y por lo tanto, también la productividad de la organización. Del mismo modo, propone y estimula la práctica de actividades para el desarrollo adecuado de las tareas físicas y mentales. Las pausas activas, durante la jornada de trabajo, sólo son un ejemplo de estas actividades. También lo son las ejecutadas fuera del entorno y horario laboral. Como las prácticas deportivas y juegos interdepartamentales o viajes recreacionales. Hoy en día las empresas están aplicando en sus políticas internas, parámetros más eficaces en esta materia. Tal es el caso de la inclusión de mobiliario ergonómico en las distintas áreas. Así como la iluminación suficiente y adecuada. Estas consideraciones no sólo reducen los costos producidos por accidentes o enfermedades ocupacionales. Sino que contribuyen con el buen desempeño del trabajador, mejorando así su productividad. No obstante, a pesar de su trayectoria y evolución. El objetivo primordial de la seguridad e higiene sigue siendo prevenir los riesgos laborales. Por consiguiente, su meta es continuar fomentando su aplicación en todos los procesos, para que las actividades laborales se desarrollen en un óptimo entorno. Sin embargo, el éxito de la seguridad e higiene dependerá del ajuste a la norma y su constante aplicación, por parte del trabajador y del patrono. Además, de contar con los recursos y herramientas en las áreas de trabajo y espacios físicos. En este sentido, es importante que la empresa cuente con recursos para dictar talleres informativos y para incluir y/o formar profesionales expertos en materia de seguridad e higiene. Además de los equipos de protección (uniformes, cascos, botas, chalecos, guantes, entre otros). Por otro lado, no se pueden dejar atrás los implementos también necesarios, como los carteles de señalización y extintores, por ejemplo. Útiles para enfrentar cualquier situación inesperada, pues minimizan el tiempo de ubicación y aceleran la capacidad de respuesta por parte de las trabajadoras. En el caso de los extintores, deben ubicarse en sititos visibles y de fácil acceso, en una pared vertical, y preferiblemente cerca de los sitios de evacuación o donde haya probabilidades de un incendio. Es importante resaltar, que indiferentemente de la preparación o el espacio de trabajo, la seguridad e higiene, es necesaria. Origen y evolución de la seguridad e higiene La seguridad e higiene se originó en el siglo XIV. Sus primeras acciones tuvieron lugar en el continente europeo, en una asociación de artesanos de Italia, Alemania y Francia. Para controlar circunstancias que comprometían la salud de los artesanos, surgieron y se establecieron normativas, que resguardaban a todos sus asociados. De esta manera, nació la especialidad conocida, para el momento como medicina del trabajo. Esta fue instaurada por el Doctor Bernardo Ramazzini. El Doctor Bernardo Ramazzini, nació en Carpi, en el año de 1633, se estableció como médico en Parma. Tiempo después ejerció en Roma, no fue metódico ni procuró serlo, pero puede considerarse como el padre de la medicina ocupacional. Ramazzini, estudió las enfermedades profesionales, y una de las primeras preguntas que hacía a sus pacientes para llegar a un diagnóstico, era: ¿En qué trabaja Usted? Hoy día continúa siendo una de las primeras interrogantes al ir a consulta médica, debido a que aún se considera importante la influencia de las actividades diarias sobre el cuerpo humano. Con el pasar del tiempo y dada la importancia de este nuevo concepto. Se impulsaron normativas de seguridad e higiene en otras áreas de trabajo abarcando a las vigentes actualmente. La Organización Internacional de Trabajo (OIT) establece un gran marco de mecanismos de protección y seguridad para el trabajador. Consideraciones sobre seguridad e higiene 1. Las empresas deben contar con un espacio físico con insumos y equipos médicos, estilo consultorio. Departamento o servicio médico. Allí se debe encontrar un especialista o profesional en el área. Puede estar a tiempo completo o parcial, pero el servicio debe ser durante toda la jornada laboral. 2. Todas las empresas están en la obligación de cumplir con estas dotaciones básicas de implementos de seguridad e higiene. Debido a la importancia que tiene al momento de solucionar cualquier eventualidad que se presente de una forma inesperada. 3. Todas las empresas deben minimizar, y si es posible, prevenir los riesgos en el ámbito laboral a través de los mecanismos de seguridad e higiene. Estas determinadas circunstancias pueden catalogarse de la siguiente manera: Enfermedades Ocupacionales: Contraídas por alguna condición inapropiada en el puesto de trabajo Accidentes laborales: accidentes que le sucede a un colaborador en el trayecto o en su lugar de trabajo. Riesgos ambientales: eventos sísmicos, inundaciones, deslizamientos y otros, que comprometen la vida de un trabajador. 4. Planificar jornadas de mantenimiento. Estas jornadas deben hacerse en los espacios donde se realizan las actividades laborales. Supervisando que se mantenga la iluminación, temperatura y la audición conforme a lo que establecen las normativas que rigen la seguridad e higiene. 5. Realizar talleres y cursos. Estas actividades didácticas deben ser dirigidas a todos los empleados. Es imprescindible que se traten temas relacionados con la actuación en situaciones de riesgo y con la prevención de accidentes. 6. Garantizar las condiciones de la señalización. La empresa y sus especialistas en el área, deben ser garantes de la señalización en el ambiente laboral, especialmente las que representen un peligro o salidas de emergencia. 7. Capacitación y supervisión a todos los empleados. Es importante que la empresa invierta recursos económicos y tiempo para adiestrar al talento humano en temas de seguridad e higiene. Pero especialmente, para motivar el fiel cumplimiento de las normativas, tanto en los puestos de trabajo y en la empresa en general. Por todas estas razones, es importante tener en consideración las normativas y condiciones básicas de seguridad e higiene. De esta manera, los trabajadores pueden cumplir con las normas establecidas en sus puestos de trabajo. Evitando así, posibles accidentes y enfermedades ocupacionales, que a futuro puedan ocasionar un daño permanente. La seguridad e higiene, permite ampliar los conocimientos de cómo llevar una mejor relación de prevención y protección, tanto en lo laboral como en lo personal, propiciando la estabilidad y armonía, en los diferentes ambientes. La seguridad e higiene, es parte de la vida diaria. Por consiguiente, es hora de educar a todas las sociedades en el de uso sus herramientas y normativas. Esto sólo simplificará las vidas de muchos, haciéndolas cada vez más seguras y duraderas.