SEMANA12 TEMA 4 :AO: 12 GLÁNDULAS ANEXAS ORIGEN DEL HÍGADO En la formación del hígado participan el divertículo hepático, que se forma como una evaginación de la porción distal del intestino anterior y el septum transversum, placa de tejido mesodérmico situada entre la cavidad pericárdica y la futura cavidad abdominal. Las células del divertículo hepático proliferan intensamente y se introducen en el mesénquima del septum transversum formando los cordones hepáticos, los que interceptan a las venas onfalomesentéricas y umbilicales y forman los sinusoides hepáticos HÍGADO Y VÍAS BILIARES En la medida que los cordones hepáticos crecen y se introducen en el septum transversum, la comunicación del divertículo hepático con el intestino anterior se adelgaza formando el conducto colédoco, en el que aparece una evaginación que forma la vesícula biliar. Los cambios de posición que experimenta el duodeno provocan que la desembocadura del colédoco, situada inicialmente en su cara anterior, pase finalmente a una posición medial Los derivados definitivos del divertículo hepático son los hepatocitos cuyo origen es endodérmico, los mismos forman los cordones hepáticos; mientras que las células hematopoyéticas, las células de Kupffer y el tejido conectivo del hígado derivan del mesénquima del septum transversum. En la décima semana del desarrollo, el hígado representa aproximadamente un 10 % del peso corporal, lo que se debe fundamentalmente a su función hematopoyética; la cual disminuye gradualmente en los dos últimos meses de vida intrauterina, la que es asumida por la médula ósea. SITUACIÓN ANATÓMICA DEL HÍGADO El hígado es una glándula mixta anexa al tubo digestivo, de gran volumen y con un peso promedio en el adulto de 1.5 kg. Es un órgano intraperitoneal y supramesocólico que ocupa casi completamente el hipocondrio derecho por debajo de la cúpula diafragmática y está protegido por los arcos costales de ese lado a partir de la quinta costilla; con una prolongación hacia el epigastrio y el hipocondrio izquierdo. Observen en la imagen su proyección sobre las paredes anterior y lateral derecha del abdomen, hecho de gran significación práctica en la realización del examen físico. En el hígado se describen dos caras: diafragmática e inferior o visceral, separadas por el borde inferior agudo. CARA DIAFRAGMÁTICA La cara diafragmática del hígado es extensa y convexa, con una superficie anterior, una lateral y otra posterosuperior. Se relaciona ampliamente con el diafragma, la pleura y la base del pulmón derecho, con las costillas y cartílagos costales de ese mismo lado. En ella se destaca la línea de fijación de los ligamentos falciforme y coronario, sitios donde el peritoneo visceral que reviste al órgano se refleja hacia la pared anterior del abdomen en el primer caso, y hacia la cara inferior del diafragma en el segundo. El ligamento falciforme separa por esta cara los lóbulos derecho e izquierdo del órgano. CARA INFERIOR O VISCERAL La cara inferior, a diferencia de la diafragmática, presenta elevaciones y depresiones ocasionadas por su relación con órganos vecinos; y surcos debidos a la localización de vasos sanguíneos y la vesícula biliar. Es característico en esta cara la presencia de dos surcos longitudinales en sentido anteroposterior, comunicados entre sí por un surco transversal, formándose en conjunto una letra H mayúscula El surco longitudinal izquierdo está ocupado en su parte anterior por los restos fibrosos de la vena umbilical, el ligamento redondo, y su parte posterior por los restos fibrosos del conducto venoso El surco longitudinal derecho está interrumpido en su parte media por un puente de tejido hepático. Su parte anterior se denomina fosa de la vesícula biliar o cística, ocupada por esta estructura, y su parte posterior se denomina surco de la vena cava inferior. El surco transversal es profundo y se extiende de la fosa de la vesícula biliar al surco longitudinal izquierdo, se denomina puerta o hilio y sirve de paso a los elementos del pedículo hepático. Este último está formado por la arteria hepática propia, la vena porta, el conducto hepático, los nervios y los vasos linfático. LÓBULOS DEL HÍGADO. La presencia de estos surcos en la cara inferior delimita cuatro lóbulos hepáticos. El lóbulo izquierdo, situado a la izquierda del surco longitudinal de ese lado. El lóbulo derecho, a la derecha del surco longitudinal de ese lado. El lóbulo cuadrado, entre ambos surcos longitudinales por delante del surco transverso, y lóbulo caudado, entre ambos surcos longitudinales por detrás del surco transverso. Esta lobulación es clásica en las descripciones anatómicas del órgano, pero es sólo externa porque los patrones vasculares intrahepáticos se corresponden con la existencia de dos grandes lóbulos: derecho e izquierdo. RELACIONES PERITONEALES El hígado es un órgano intraperitoneal, como se señaló anteriormente, pero con una pequeña superficie desprovista de peritoneo que coincide con el contorno del ligamento coronario; esta superficie contacta directamente con el diafragma. RELACIONES TOPOGRÁFICAS DEL HÍGADO. Observen en esta imagen las relaciones del hígado con el estómago y el esófago; así como con el riñón, la glándula suprarrenal y la flexura cólica del lado derecho. Deberán precisar a través del estudio independiente las características de las relaciones topográficas del hígado por su cara inferior, lo cual les permitirá comprender mejor la presencia de las impresiones y elevaciones. Como órgano macizo, el hígado presenta estroma y parénquima; el estroma está constituido por: cápsula, tabiques y armazón reticular. La cápsula es de tejido conectivo fibroso denso, denominada cápsula de Gliss Los tabiques de tejido conectivo parten de la cápsula, dividiendo al órgano en lóbulos y lobulillos. En su espesor viajan vasos sanguíneos, linfáticos y conductillos biliares. Es necesario aclarar que en el humano los lobulillos no están bien definidos como ocurre en otros mamíferos. La armazón reticular, está constituida por una trama fina de fibras reticulares en relación con los sinusoides. El parénquima lo forman diferentes tipos celulares, entre los que predominan los hepatocitos, además de los sinusoides y los canalículos biliares. HEPATOCITOS Los hepatocitos generalmente son células poliédricas, con citoplasma acidófilo por la abundancia de mitocondrias y de retículo endoplásmico liso; el aparato de Golgi es muy desarrollada Estas células presentan seis o más caras, dos de ellas están en contacto con los sinusoides a través del espacio de Disse, donde se encuentran las células de Kupffer, con funciones importantes de defensa; en estas caras, también denominadas absortivas, la membrana plasmática presenta microvellosidad. Las caras contiguas de los hepatocitos que delimitan el canalículo biliar, estructura que no posee pared propia, reciben el nombre de caras secretor Las caras restantes donde la membrana plasmática muestra gran desarrollo de los medios de unión reciben el nombre de caras de fijación. En un corte de hígado pueden apreciar los hepatocitos dispuestos en cordones y entre ellos los sinusoides; fíjense en su forma poliédrica, y en las características tintoriales del citoplasma y de los núcleos. Estas células poseen una gran capacidad de división por mitosis, lo que le confiere al hígado poder regenerativo. Los hepatocitos se organizan dando lugar a estructuras denominadas lobulillos hepáticos clásicos, considerados como la unidad estructural del hígado. LOBULILLO HEPÁTICO CLÁSICOS Los lobulillos hepáticos clásicos tienen forma hexagonal, en su centro se encuentra la vena centrolobulillar y en sus ángulos existen áreas ricas en tejido conectivo denominadas áreas portales o espacios porta, en los que se encuentran una rama de la arteria hepática, una rama de la vena porta y el conducto biliar formando las tríadas portales. En la imagen pueden apreciar estas estructuras. Observen como los sinusoides se disponen entre las hileras de hepatocitos, y desembocan en la vena central o centrolobulillar. ÁREA PORTAL En esta microfotografía óptica a mayor aumento, pueden observar un área portal, en la que se distinguen el conducto biliar, la rama de la arteria hepática y la rama de la vena porta. ORGANIZACIÓN MORFOFUNCIONAL DEL PARÉNQUIMA HEPÁTICO Para comprender el funcionamiento del hígado es necesario conocer tres conceptos básicos de lobulillos hepáticos, los que se representan en este esquema. Como ya hemos expresado el lobulillo hepático clásico es la unidad estructural del hígado y tiene forma hexagonal. El conocimiento de sus características morfológicas permite comprender el recorrido de la sangre y la bilis en el hígado, como veremos más adelante. El lobulillo portal, se define como una región triangular delimitada por tres líneas imaginarias trazadas entre tres venas centrales y cuyo centro es un área portal, lo que determina que en el centro del lobulillo se encuentre el conductillo biliar. De esta forma este lobulillo tiene la organización clásica de toda glándula exocrina con las células secretoras dispuestas alrededor de un conducto, por lo que se considera la unidad exocrina del hígado. Por tanto podemos decir que el lobulillo portal está formado por todos los hepatocitos que descargan su bilis hacia el mismo conducto biliar interlobulillar. El acino hepático o lobulillo de Rappaport, tiene forma de rombo, en dos de cuyos vértices opuestos se localizan venas centrales y en los otros dos se localizan generalmente espacios porta aunque a veces existe un espacio ciego. LOBULILLO HEPÁTICO CLÁSICO Y ACINO HEPÁTICO El acino hepático es considerado la unidad funcional microscópica del hígado ya que su estructura responde a la dinámica microcirculatoria del órgano. De los espacios porta salen un conjunto de vasos perilobulillares por los que circula sangre proveniente de la vena porta y de la arteria hepática que se mezclan a través de una anastomosis senocapilar; garantizando así una irrigación uniforme desde toda la periferia del lobulillo hepático clásico hacia la vena central. De esta forma se crean tres zonas metabólicas importantes llamadas por Rappaport: ZONA I que se corresponde con la periferia del lobulillo hepático clásico, la ZONA III, más cercana a la vena central y se corresponde con el centro del lobulillo hepático clásico y la ZONA II con una posición intermedia entre la I y la III y sin límites definidos. En su estudio independiente interpreten el hecho de que los hepatocitos localizados en la zona I son las primeras células en regenerarse y las últimas en morir después de un daño circulatorio del órgano, y los localizados en la zona 3 son los primeros en sufrir necrosis en las mismas condiciones. VASOS INTRAHEPÁTICOS. En esta esquematización de los vasos sanguíneos intrahepáticos se puede observar la entrada por el hilio de la vena porta y la arteria hepática propia, así como la disposición de sus ramos más finos por la periferia de los lobulillos hepáticos en el espesor de los tabiques de tejido conectivo. Las venas hepáticas, formadas por la confluencia de vasos más finos a partir de las venas centrolobulillares, drenan en la vena cava inferior. Los conductos biliares que acompañan a las ramificaciones vasculares son los primeros eslabones de las vías biliares, a cuyas características morfofuncionales nos referiremos posteriormente. CIRCULACIÓN SANGUÍNEA Y BILIS En este esquema que representa parte de un lobulillo hepático clásico, se muestra el recorrido de la sangre y la bilis en el hígado. Observen que la sangre representada con flechas rojas, va por los sinusoides desde la periferia al centro del lobulillo hasta la vena centrolobulillar; mientras que la bilis representada con flechas verdes lo hace en sentido opuesto, desde el centro del lobulillo a través de los canalículos hasta los conductos biliares localizados en los espacios porta FUNCIONES DEL HÍGADO. • Producción de bilis • Síntesis de proteínas plasmáticas, apoproteínas y factores de la coagulación. • Metabolismo de lípidos, glúcidos y proteínas. • Destoxificación de la sangre. • Síntesis de urea, ácido úrico y creatinina. • Hemocateresis • Hemopoyesis embrionaria y post embrionaria en condiciones especiales. VÍAS BILIARES INTRAHEPÁTICAS Canalículos biliares Colangiol Conductos de Herrio Conductos interlobulillar Conductos hepáticos derecho e izquierdo. La bilis elaborada por los hepatocitos es vertida hacia los canalículos, los que cerca del espacio porta se reúnen y forman colangiolos y conductos de Herring, estos conducen la bilis hasta los conductos biliares interlobulillares que forman parte de la tríada y se reúnen para formar los conductos hepáticos derecho e izquierdo. VÍAS BILIARES EXTRAHEPÁTICAS Los conductos hepáticos derecho e izquierdo al atravesar el hilio del órgano se unen y forman un conducto hepático común más grueso, ya con una trayectoria extrahepática, que se sitúa por delante de la vena porta a la derecha de la arteria hepática. Después de un corto recorrido, al conducto hepático se le une el conducto cístico, continuación directa de la vesícula biliar, y se forma entonces el conducto colédoco. Este último situado entre las dos hojas del omento menor se dirige hacia abajo por detrás de la cabeza del páncreas, se une con el conducto pancreático principal y desemboca en la luz de la segunda porción del duodeno a nivel de la papila duodenal mayor. UNIÓN DE LOS CONDUCTOS COLÉDOCO Y PANCREÁTICO PRINCIPALES. Observen en esta imagen la unión del conducto colédoco con el conducto pancreático principal formando una dilatación, denominada ampolla de Vater, inmediatamente antes de desembocar en la segunda porción del duodeno. SEGUNDA PORCIÓN DEL DUODENO La mucosa de la segunda porción del duodeno se puede ver con claridad la papila duodenal mayor, sitio de desembocadura de los conductos colédoco y pancreático principales. ESFÍNTER DE ODDI La disposición circular de fibras musculares lisas alrededor del conducto formando a ese nivel el esfínter de Oddi. VESÍCULA BILIAR. La vesícula biliar es una estructura hueca de 8 a 12 centímetros de longitud, dilatada en forma de pera, situada en la fosa del mismo nombre en la cara inferior del hígado y cubierta parcialmente por peritoneo. Tiene la función de almacenar temporalmente la bilis procedente del hígado y modificar algunas de sus cualidades físicas y químicas. Se divide para su estudio en tres porciones: fondo, cuerpo y cuello. El fondo está orientado hacia abajo y hacia delante y puede contactar con la pared abdominal anterior. El cuello se continúa con el conducto cístico, mencionado anteriormente. La coloración y los pliegues de la mucosa de la vesícula y del conducto cístico. A este nivel son frecuentes las litiasis como causas de disfunciones vesiculares y digestivas, e incluso de cuadros graves que requieren de atención médica especializada. PARED DE LA VESÍCULA BILIAR. Las vías biliares son estructuras tubulares con un patrón general de organización de su pared. Por su mayor significación, nos referiremos a la vesícula biliar. Esta presenta tres capas : mucosa, muscular y adventicia o serosa. La mucosa está revestida por un epitelio simple cilíndrico con microvellosidades, en cuya lámina propia en ocasiones se encuentran glándulas mucosas y tejido linfoide. La mucosa carece de muscularis mucos La capa muscular está formada por músculo liso dispuestos en varios planos y La capa más externa de la vesícula es una adventicia en la parte que se adhiere al hígado y una serosa en el resto de su superficie. SECRECIÓN BILIAR. La bilis juega un importante papel en la digestión y absorción de las grasas y comienza a producirse durante la vida prenatal. Cada día el hígado produce entre 600 y 1 000 mL de bilis que se almacenan y concentran en la vesícula biliar hasta el momento de su vaciamiento en el duodeno para realizar sus funciones. COMPOSICIÓN DE LA BILIS. La bilis está compuesta por: Agua, sales biliares, pigmentos biliares, colesterol, ácidos grasos, lecitina y electrolitos. FUNCIONES DE LA BILIS La función principal de la bilis consiste en facilitar la digestión y absorción de las grasas. Esta función será detallada más adelante en el transcurso de la presente actividad. Además a través de la bilis se excretan el exceso de colesterol y productos de desecho del metabolismo de la hemoglobina, como la bilirrubina, además de algunos medicamentos. REGULACIÓN DE LA SECRECIÓN DE BILIS La secreción de bilis por el hígado es estimulada por: La hormona secretina que se produce a nivel del duodeno y aumenta el contenido de agua y bicarbonato de la bilis. El sistema nervioso parasimpático a través del nervio vago. El aumento del flujo sanguíneo hepático . Algunas sustancias coleréticas como las sales biliares. VACIAMIENTO DE LA VESÍCULA La bilis se produce constantemente en el hígado y se almacena en la vesícula biliar hasta el momento de su vaciamiento, cuando por contracción del músculo liso de sus paredes pasa al duodeno a través del colédoco previa relajación del esfínter de Oddi. Los mecanismos reguladores del vaciamiento de la vesícula biliar son humorales y nervios El más importante es el humoral, por acción de la hormona colecistocinina secretada por la mucosa del duodeno en respuesta a la llegada de grasas desde el estómago. Esta hormona estimula la contracción de la vesícula y la relajación del esfínter de Oddi, con lo que se produce su vaciamiento. La regulación nerviosa del vaciamiento de la vesícula depende de la inervación parasimpática que proporciona el nervio vago. Finalmente debemos mencionar la existencia de algunas sustancias que al ser ingeridas estimulan el vaciamiento de la vesícula y reciben el nombre de colagogos. Ejemplos de ellas son las grasas y el chocolate. Otra glándula anexa al tubo digestivo es el páncreas cuyas características morfofuncionales analizaremos a continuación. PÁNCREAS. El páncreas se forma por dos evaginaciones que se originan del intestino anterior, una en posición ventral y otra dorsal. Con la rotación hacia la derecha del duodeno, el esbozo pancreático ventral, representado en azul, se sitúa en posición posterior con respecto al duodeno y por debajo y detrás del esbozo dorsal, representado en marrón. Más tarde ambos esbozos y sus conductos se fusionan; del páncreas ventral se forma el proceso unciforme y la porción inferior de la cabeza del páncreas, el resto de la glándula deriva del esbozo dorsal. La porción distal del conducto pancreático dorsal se une con el conducto pancreático ventral, y forman el conducto pancreático principal. La porción proximal del conducto dorsal desaparece o persiste en forma de conducto pancreático accesorio. En ocasiones los conductos no se fusionan y persisten en forma de un doble sistema. Como ya conocen, los islotes de Langerhans se desarrollan a partir del tejido pancreático parenquimatoso en el tercer mes y en el quinto comienzan a producir insulina, que tiene una gran importancia durante la vida fetal pues actúa como hormona de crecimiento; además secreta glucagón y somatostatina. MALFORMACIONES DEL PANCREAS La malformación más frecuente en la formación de este órgano es el páncreas anular. En ocasiones el esbozo ventral del páncreas tiene dos componentes, uno derecho y otro izquierdo. Durante la rotación, giran en sentidos opuestos: el derecho hacia atrás y el izquierdo hacia delante, quedando el duodeno rodeado por un anillo de tejido pancreático produciendo una obstrucción que puede ser parcial o total. SITUACIÓN Y PORCIONES DEL PÁNCREAS El páncreas es una glándula mixta, productora de hormonas como la insulina y el glucagón que intervienen en el metabolismo, y de enzimas esenciales para el proceso digestivo. Está situado profundamente en la cavidad abdominal por delante de los grandes vasos y por detrás del peritoneo parietal posterior, es un órgano retroperitoneal, con su eje longitudinal orientado transversalmente de derecha a izquierda y algo hacia arriba, a la altura de las primeras vértebras lumbares. Su extremo derecho está enmarcado por las distintas porciones del duodeno. El páncreas se divide para su estudio en tres porciones: cabeza, cuerpo y cola. Entre la cabeza y el cuerpo se describe un estrechamiento llamado istmo. RELACIONES PERITONEAL. El peritoneo parietal posterior cubre por delante al páncreas excepto a nivel de la línea de fijación del mesocolon transverso. RELACIONES TOPOGRÁFICAS DEL PÁNCREAS Además de la relaciones topográficas del páncreas con el peritoneo parietal posterior y con el marco duodenal, es importante precisar que este órgano tiene relaciones de vecindad con otras estructuras. Por detrás con los grandes vasos abdominales, los vasos mesentéricos superiores, la columna vertebral y otros como el riñón izquierdo, la glándula suprarrenal izquierda y el colédoco, no observables en esta imagen. Por delante se relaciona con la cara posterior del estómago a través de la bolsa omental. Su cola se relaciona con el baso. CONDUCTOS PANCREÁTICOS El componente exocrino del páncreas vierte sus secreciones a través de un conducto pancreático principal y otro accesorio, como se observa en la imagen. Ambos conductos desembocan en la luz de la segunda porción del duodeno en las papilas duodenales mayor y menor. El páncreas es un órgano macizo cuyo estroma está constituido por: Una cápsula delgada de tejido conectivo, cubierta ventralmente por peritoneo. Los tabiques que dividen al órgano en lobulillos y un tejido intersticial rico en fibras reticular Por su parte el parénquima está formado por los acinos pancreáticos, los islotes de Langerhans ya estudiados, y los conductos excretores. PÁNCREAS Los lobulillos pancreáticos separados por tabiques de tejido conectivo, además se distinguen las unidades secretoras. PARÉNQUIMA PANCREÁTICO El páncreas exocrino es una glándula tubuloacinar compuesta. Las unidades secretoras o acinos pancreáticos constituyen la mayor parte del órgano, éstas son del tipo seroso, sus células secretan enzimas digestivo. La secreción endocrina como ya conocen es producida por los islotes de Langerhans CONDUCTOS PANCREÁTICOS El sistema de conductos del páncreas se inicia en los conductos intercalares que se localizan dentro del acino y están formados por células centroacinares; estos conductos se unen entre si constituyendo los conductos intralobulillares, los que convergen y dan lugar a los interlobulares que desembocan en el conducto principales. JUGO PANCREÁTICO. .Agua .Iones bicarbonato .Enzimas digestivas • Amilasa pancreática • Lipasa pancreática • Colesterol esterasa • Fosfolipasa • Zimógenos o Profermentos. • Tripsinógenos • Quimotripsinógenos • Procarboxipeptidasas. El producto de secreción del páncreas exocrino es el jugo pancreático que está integrado p Agua, iones bicarbonato, electrolito y Enzimas digestivas, como la amilasa y la lipasa pancreáticas, la colesterol esterasa y la fosfolipasa; además algunas enzimas digestivas en forma de zimógenos o profermentos como el tripsinógeno, el quimotripsinógeno y la procarboxipeptidasa FUNCIONES DEL JUGO PANCREÁTICO. • Protege la mucosa intestinal. • Participa en la digestión de los: Glúcidos , Lípidos y Proteínas Las principales funciones del jugo pancreático están determinadas por sus componentes. El agua y los iones bicarbonato tienen la función de proteger la mucosa intestinal de la acidez del quimo. Las enzimas digestivas participan activamente en la digestión de los principios inmediatos. REGULACIÓN DE LA SECRECIÓN PANCREÁTICA. En la regulación de la secreción pancreática intervienen factores humorales y nervios La regulación humoral depende de la acción de las hormonas secretina y colecistocinina. La secretina se produce por la llegada de un quimo ácido a la primera porción del duodeno y estimula una secreción pancreática rica en iones bicarbonato y agua que se denomina secreción hidrolática. La colecistocinina es producida por la llegada al duodeno de un quimo rico en proteínas, grasas y los productos intermedios de su digestión; estimula la secreción de un jugo pancreático rico en enzimas digestivas que se denomina secreción ecbólica. Finalmente otro estímulo de la secreción pancreática menos potente, es la estimulación parasimpática que se materializa a través del nervio vago y se traduce en una secreción con un contenido moderado de enzimas y de escaso volumen. FASES DE LA SECRECIÓN PANCREÁTICA. La secreción pancreática consta de tres fases: Una fase cefálica, dada por las mismas señales que caracterizan la fase cefálica de la secreción gástrica, ya orientada en la actividad anterior. En ella predomina la estimulación parasimpática que da lugar a una pobre secreción de enzimas digestivas y escaso volumen. Una fase gástrica, muy similar a la cefálica. Es regida por la estimulación parasimpática y en ella continúa una escasa secreción de enzimas. Finalmente la fase intestinal se produce cuando llega el quimo al intestino y se caracteriza por una secreción muy abundante y rica en enzimas que depende de la producción de secretina y/o colecistocinina, de acuerdo a las características del quimo que llega. TIPOS DE DIGESTIÓN La obtención de nutrientes se realiza a través de la alimentación, en este proceso la digestión juega un papel fundamental. El proceso digestivo comprende la digestión mecánica realizada principalmente por los dientes, la lengua, y la acción muscular trituradora del estómago que determina la destrucción física progresiva del alimento en masa y paralelamente con ésta la digestión química. Esta última presenta características generales independientes del tipo de alimento ingerido que son: • Se realiza por hidrólisis enzimática • Su velocidad depende del estado de agregación del alimento y del tiempo de contacto físico. • La degradación gradual de las macromoléculas depende de la distribución de las enzimas a lo largo del tubo digestivo. REQUERIMIENTOS DE GLÚCIDOS EN LA DIGESTIÓN. Los glúcidos aportan el 50% o más de las calorías de la dieta, se considera necesario ingerirlos en una cantidad mínima de 5 gramos por cada 100 kilocalorías de la dieta para impedir alteraciones metabólicas como la cetos En recomendaciones hechas por expertos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación y la Organización Mundial de la Salud, se orienta la ingestión mínima de glúcidos del 55 % del total de la energía ingerida por día, y un máximo del 75 %, de ellos el 50 % deben ser carbohidratos complejos. En cuanto a los glúcidos no digeribles, es decir, las fibras se recomienda un mínimo de 6 gramos del tipo de la celulosa y hemicelulosa, ya que estas aumentan el bolo fecal, disminuyen el tiempo de tránsito intestinal y la presión intracolon, previniendo la constipación y el cáncer de colon. Otros tipos de fibras como las mucilaginosas disminuyen el tiempo de vaciamiento gástrico y las solubles en agua contribuyen a disminuir los niveles séricos de colesterol. FUENTES DE GLÚCIDOS. Las fuentes principales de glúcidos en los alimentos son los granos de cereales, los tubérculos, las pastas y el arroz. La sacarosa es el azúcar más abundante en la dieta, y la lactosa o azúcar de la leche resulta de especial relevancia en los niños pequeños. Los vegetales, las semillas, y los granos contienen celulosa y otras fibras. Las frutas, los cereales y las legumbres son fuentes de fibras solubles en agua. DIGESTIÓN DE LOS CARBOHIDRATOS. Los carbohidratos de la dieta comienzan su digestión en la boca por la presencia en la saliva de la enzima alfa 1-4 amilasa o ptialina, esta tiene poco efecto a este nivel debido al corto tiempo de permanencia de los alimentos, sin embargo continúa su acción en el estómago hasta que el pH ácido la inhibe. A nivel de la primera porción del duodeno actúa la amilasa pancreática, enzima que hidroliza el enlace alfa 1-4 y convierte a los glúcidos en maltosa y pequeños polímeros de glucosa, que son degradados hasta monosacáridos por las disacaridasas presentes en las células del epitelio de la mucosa intestinal. Los carbohidratos se absorben principalmente en forma de monosacáridos, estos pasan al medio interno por un mecanismo de transporte activo secundario. REQUERIMIENTOS DE LÍPIDOS EN LA DIETA. En las recomendaciones del comité de expertos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación y la Organización Mundial de la Salud, se orienta que el total de grasas en la dieta sea entre un 15 y un 30% del total del aporte energético diario. Para las grasas saturadas entre cero y 10 % En el caso de las poliinsaturadas entre un 3 y un 7 % El tipo de grasa que se ingiera es de vital importancia para la salud humana, así se ha demostrado que las saturadas aumentan los niveles plasmáticos de colesterol y con ello el riesgo a padecer enfermedades vasculares; mientras que la ingestión de ácidos grasos insaturados de los tipos omega 3 y 6 tienen el efecto contrario. DISPONIBILIDAD Y FUENTES DE LOS LÍPIDOS. Los principales lípidos de la dieta son triacilgliceroles y en menor cuantía colesterol, fosfoglicéridos y otros. La mayoría de los alimentos tanto animales como vegetales contienen algún tipo de grasa en cantidad variable. Los aceites de pescado son ricos en ácidos grasos de la serie omega 3, mientras que los aceites vegetales son ricos en ácidos grasos de la serie omega 6, especialmente el ácido linoleico. DIGESTIÓN DE LAS GRASAS Aunque se describe la presencia de una lipasa que actúa a nivel del estómago, la digestión de las grasas tiene lugar esencialmente en el intestino delgado. El primer paso de la digestión es la emulsión, estabilizada por las sales biliares y la lecitina presentes en la bilis; estas sustancias disgregan las partículas de grasa y favorecen la acción de las enzimas: lipasa pancreática, colesterolesterasa y fosfolipasa que las convierten en ácidos grasos y monoglicéridos. Se señala además, la presencia de una lipasa intestinal en los enterocitos de la mucosa, cuya función carece de importancia. Después de penetrar en la célula epitelial, los ácidos grasos y monoglicéridos son captados por el retículo endoplásmico liso donde forman nuevos triglicéridos que viajan con los quilomicrones de la linfa para desembocar en el torrente circulatorio a través del conducto torácico. MICE Las sales biliares son sintetizadas por el hígado en forma de ácidos biliares, y vertidas por la bilis hacia el duodeno. Debido a su carácter anfipático son capaces de formar micelas, que son partículas coloidales, que presentan su porción polar orientada hacia el agua y su porción apolar rodeando las gotas de grasa, lo que les permite estabilizar la emulsión formada previamente por acción de los movimientos peristálticos intestinal. Esta propiedad que poseen las sales biliares de estabilizar las emulsiones se conoce como acción detergente. Otra función de las micelas es activar la enzima lipasa. Durante la absorción estas micelas rodean los productos hidrofóbicos de la digestión, lo que les permite atravesar la capa de agua inmóvil que rodea a la mucosa intestinal e incorporarse al interior de la misma, donde ocurre posteriormente una resíntesis de lípidos complejos, formándose los quilomicrones que se expulsan por exocitosis hacia la linfa. FACTORES QUE INFLUYEN EN LOS REQUERIMIENTOS DE PROTEÍNAS Los requerimientos de proteínas del organismo están dados por la necesidad de los aminoácidos contenidos en ella. La ingestión de proteínas es importante tanto desde el punto de vista cuantitativo como cualitativo, es decir, el hombre necesita ingerir, diariamente cantidades mínimas de proteínas, estas deben contener además, los aminoácidos esenciales que el organismo al no sintetizarlos, debe adquirir por la dieta. Los requerimientos proteínicos dependen de diversos factores como son: • La ingestión total de calorías, ya que cuando estas no son suficientes las proteínas pueden utilizarse como fuente de energía. • La edad, en las etapas de crecimiento se requiere de un mayor aporte de proteínas. • La actividad física, puede en determinadas circunstancias aumentar el consumo de proteínas como es el caso de los atletas. • El embarazo y la lactancia implican necesidades suplementarias de proteínas. • El calor, el cual puede incrementar la pérdida de nitrógeno, sobre todo en individuos no aclimatados. • En determinados estados patológicos que impliquen pérdida de nitrógeno y por tanto aumento del consumo de proteínas. DIGESTIÓN DE LAS PROTEÍNAS. La digestión de las proteínas comienza en el estómago por acción de la pepsina, enzima secretada en forma de profermento que es activado por el ácido clorhídrico. La acción de esta enzima sobre las proteínas las convierten en residuos de 8 a 10 aminoácidos, luego a nivel del duodeno actúan las enzimas proteolíticas pancreáticas tripsina, quimotripsina y carboxipeptidasa que las convierten en polipéptidos y aminoácidos. A nivel del borde en cepillo de la mucosa del intestino delgado se encuentran las peptidasas que las degradan hasta aminoácidos, forma en que se absorben las proteínas por un mecanismo de transporte activo secundar CONCLUSIONES. • El hígado es una glándula mixta muy voluminosa, cuyas características morfofuncionales explican la significación de este órgano en el proceso digestivo, además de su participación en múltiples vías metabólicas. • Las vías biliares intrahepáticas y extrahepáticas constituyen un sistema morfofuncional a través del cual la bilis producida por los hepatocitos, es transportada y modificada cualitativamente hasta ser vertida en la luz del duodeno según las necesidades del proceso digestión. • El páncreas es una glándula mixta, cuyas características morfofuncionales explican la significación de este órgano en el proceso digestivo mediante la producción y secreción del jugo pancreático; además de su participación en la secreción hormonas. • Las secreciones biliar y pancreática juegan un importante papel en la digestión de los principios inmediatos y son reguladas por mecanismos nerviosos y humorales. • La digestión es fundamental para la obtención de los nutrientes de la dieta, permitiendo la absorción y asimilación necesarias para el normal funcionamiento del organismo.