CARTA PUBLICA AL PRESIDENTE DE LOS CHILENOS Don SEBASTIAN PIÑERA E.

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CARTA PUBLICA AL PRESIDENTE DE LOS CHILENOS
S.E, Sr. Presidente de la República de Chile
Don SEBASTIAN PIÑERA E.
Apreciado Presidente:
Mi nombre es Oscar Catalán Sánchez, ex Alcalde de Aysén por tres
períodos consecutivos, de derecha, hoy un ciudadano más de esta hermosa
tierra.
Ud. me conoce y por ello me permito públicamente dirigirme a vuestra
Excelencia para comentarle y solicitarle lo que en adelante le expondré.
Aysén le brindó uno de los mayores respaldos nacionales para su elección.
Lo hicimos porque queríamos CAMBIOS, confiábamos -y yo sigo
haciéndolo- que sería el Presidente de Chile que le cambiaría la anónima y
olvidada suerte histórica a esta región y su gente.
Que en Ud. esta parte de la Patagonia vería renacer la esperanza de ser
Chilenos como el resto de nuestros compatriotas.
Que nos integraría a la Patria amada;
Que alejaría nuestra mirada envidiosa de los beneficios que acostumbran
tener los que viven al otro lado del alambre que nos separa de nuestros
hermanos argentinos, que con buenas carreteras, bonificaciones al
combustible, salud especializada, educación de calidad y otras tantas cosas
les hace atraernos e incluso, renunciar al terruño que tan orgullosos
defendemos, para por necesidad de una mejor calidad de vida avecindarnos
donde bien nos acogen, pero que no es nuestro suelo.
En Ud. expresamos una mayoritaria confianza y por ello creo -hoy me
explico- el estallido social que llena páginas noticiosas sobre Aysén.
Estallido que - y aunque cueste reconocerlo y aceptarlo- sin acciones de
fuerza nos seguiría dejando como rincón del mundo, al que sólo se le mira
por sus recursos naturales -muy abundantes, por cierto- pero para servir al
país,
y
muy,
muy
poco
a
los
que
aquí
viven.
Ha de saber Sr. Presidente, que mientras en el resto del país lloran lágrimas
de dolor por súbitas alzas en los pasajes por largos feriados, aquí no nos
conmovemos siquiera, pues ni pensamos en poder salir de esta tierra. Para
hacerlo, necesitamos al menos dos días, y sólo para viajar.
Entenderá Ud. que por un día o dos, no podemos darnos el lujo de visitar a
los del "norte", que para nosotros comienza en Puerto Montt. Por lo demás,
el costo del pasaje aéreo muchas veces supera lo que un trabajador gana
en todo el mes, sueldo obtenido bajo condiciones de rigor en el mar o el
campo, o de aislamiento geográfico o de oportunidades cuando se vive en
nuestras
ciudades.
Por lo expuesto, votamos por Ud.
Creímos que no flaquearía en conectarnos por Carretera al resto del país.
Que con Ud. no podría el tortuoso muro de un extranjero, que con dotes de
mal vecino, nos niega el paso y la felicidad de recibir a los miles de
compatriotas que nos creen vecinos inmediatos, a pocos kms. de los de
Punta Arenas.
Que avanzaría cual locomotora para abrir felicidad a los que aquí cuidamos
lo que la Patria muchas veces negó. Una gran y rica región, de naturaleza
exuberante y de chilenos doblemente chilenos: Los Patagones.
Patagones que hoy en las calles, tras húmedas fogatas, le reclaman mayor
velocidad en lo que sabemos se está haciendo, pero que no sigue el ritmo
de la locomotora que ayer nos sedujo con su actuar público y privado.
Vivimos aislados en un puñado de pequeños pueblos, ciudades - aprovecho
de decirlo- que se calefaccionan con la tala de miles de árboles nativos, que
además de ser un grosero atentado ecológico, muchas veces se hace
ilegalmente,
sin
planes
de
manejo.
No
nos
queda
otra.
Se nos prometió gas de Argentina, por el Sr Frei, y luego por el Sr. Lagos y,
nada.
Se nos brindó una Ley de Bosque Nativo, que compensando su
preservación evitaría el aberrante suicidio que nuestra generación ayuda a
fabricar por la necesidad de combustión, y, otra vez, nada.
La Sra. Bachelet nunca tuvo acción decidida para dictar el Reglamento para
aplicar la beneficiosa y futurista Ley que evitaría tal tala, pagando por no
cortar.
Así,
seguimos
talando
nuestro
amado
porvenir.
Nuestros viejos de campo, sin que nada les compense y sin poder derivar a
otras fuentes de energía, son multados millonariamente por hacer uso de
nativos propios para combatir el frío o para obtener trabajo para sostener la
prole, que sin esto recursos, queda condenada a ser mano de obra no
calificada y, menos aún, en condiciones de ser sostenida para estudios
superiores.
Súmese a lo anterior que la oferta académica regional es sin duda muy
menguada por escasa población y equipamiento tecnológico. De aquí que
muchos jóvenes, nacidos en el rigor de la Patagonia estén hoy en las
barricadas.
.No
lo
compartimos,
pero
lo
entendemos
No luchan contra Ud. o el Gobierno, lo hacen contra la falta de
oportunidades.
Porque en Ud. ven la posibilidad de más becas, Universidad, apoyo a la
familia, y que fue, como lo sostengo, el prometido Cambio que atrajo su
triunfo.
Sé que Úd. lo comprenderá. La lucha es contra el abandono, que -se sabele inspira cambiar.
Así, con escasas oportunidades para terminar estudios especializados,
acompañan en la angustia a sus cansados y viejos padres, que forzados,
venden por pocos pesos la tierra de sus rigores de juventud, a extranjeros y
nacionales de fortuna que se las disputan por su riqueza y belleza, llegando
algunos de aquellos a intentar imponernos que en nada alteremos su virgen
estado-. Claro, así la quieren, por qué aquí no viven, porque la quieren
prístina para disfrutarla en ocasiones contadas del año y los que la viven el
resto del calendario, ser -por digna pobreza y aislamiento- su barata y
generosa
mano
de
obra.
Sabemos, por lo menos muchos que como modestos vecinos aquí
habitamos, que hay que explotar racionalmente lo que la generosa
naturaleza nos entregó. Que si se explotan las riquezas del mar o las aguas
de nuestros hielos, ríos y lagos es parte de nuestro patrimonio regional el
que
se
consume.
Muchos, respetando a los que así no lo creen, aspiramos que el mar de
Aysén y las aguas continentales sean para pescadores y empresas que
laboren
y
faenen
en
la
región.
No queremos ser la despensa de los que desde otras regiones solo
conocen Aysén por sus regalados recursos, dado que es lo único que
tenemos, y ellos tienen tanto dónde elegir para crecer y prosperar.
Creemos, y Ud, lo compartió en su campaña, que ha llegado el fin a la
explotación de las Zonas Contiguas. El mar de Aysén para Aysén, pareciera
ser
lo
que
de
Ud.
se
espera,
Presidente.
Las aguas continentales, patrimonio de las comunas que las poseen, para
que sean gravadas por la riqueza que generan, convirtiendo a las
comunidades
en
beneficiarios
directos
de
tales
inversiones,
Es cierto eso sí, que para fomentar la instalación de capital y trabajo, han de
hacerse los esfuerzos estructurales a nivel nacional, junto a los aportes de
cooperación regional, para el logro de las condiciones que favorezcan la
competitividad
en
los
emprendimientos.
Transporte, energía y cargas salariales debieran ser objeto de fuertes
acciones
compensatorias
y/o
de
facilitación
para
ello.
Todo lo dicho, en mi humilde entender es, entre otras cosas, lo que ha
encendido el fuego contra su Gobierno, que es también el que muchos
ayudamos
a
instalar.
Es la expectativa, la impaciencia por ver los Cambios, por ver a Chile y a su
Presidente, cumpliendo demandas históricas que otros no vieron, o que
simplemente
no
gozaban
de
la
capacidad
para
resolver.
No es contra Ud., es por nosotros.
Comprenderá entonces a valientes como Fuentes, Flores, Ángulo,
Contreras, Ruíz y tantos otros que de pescadores se han transformados en
lideres Sociales. Ellos, con fuerza y apoyados por la ciudadanía y sus
organizaciones, encarnan sentimientos, fe en un destino mejor.
Enfrentados al dilema de los Grandes, escogieron el camino de la
Rebelión para ser escuchados, y a través de ellos, el sordo clamor de los
Patagones que se ha sumado a su grito de atención. Ese se oye, y se
seguirá oyendo en cada fogata, en cada corte de ruta., en cada palabra de
la Alcaldesa y Concejales, en cada taxista y dueña de casa, en cada
estudiante y campesino. Lo murmuramos todos, en forma tranversal, sin
distinciones,
Se han encendido luces, con madera patagona, para apagar la noche del
olvido y el rapto de nuestras riquezas, para exigir lo que a nadie estuvo a la
altura de exigírsele, un Cambio en la Forma de Gobernar.
Un cambio con mayor apertura en las decisiones; dónde un Plan Aysén sea
fruto del trabajo de nuestras autoridades elegidas y designadas, pero
también de actores sociales que representen todos los sectores de nuestra
disgregada geografía regional.
Un Cambio en la elección de nuestras autoridades regionales, consejeros e
intendentes.
Un Cambio en la potestad de las regiones para administrar recursos
mayores de origen nacional, pero sobre todo, los que tienen clara
identificación en el patrimonio regional. En nuestro caso, las aguas, que al
menos debieran significar ingresos directos a las comunas que deciden dar
permiso de explotación, bajo el prisma de la regionalización de sus
beneficios.
Un Cambio tal, que en lo que otro no pudieron enfrentar sea Ud. el que le
haga honor a Chile….., Nacionalizar la Patagonia.
Reciba mis más apreciados saludos, en la convicción de que los grandes
desafíos los reserva la historia para los que se atreven a enfrentarlos. En Ud
confiamos.
Oscar Catalán Sánchez
Ex Alcalde de Aysén
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