Carta a los candidatos por la salud El Consejo Ejecutivo Nacional

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Carta a los candidatos por la salud
El Consejo Ejecutivo Nacional de la Federación Sindical de Profesionales de la
Salud de la República Argentina (Fesprosa), en nombre de los 30 mil profesionales y
trabajadores de salud de veintidós provincias se dirige a usted a los fines de hacerle llegar
nuestra visión y nuestros reclamos con vistas a la próxima contienda electoral.
Diagnóstico de la situación
Los indicadores de salud colectiva reflejan una situación social que marca la
persistencia de severos déficits, no superados durante el ciclo de crecimiento económico
que comenzara en el 2003 y que hoy se encuentra detenido.
No ha habido mejorías sustanciales en indicadores sensibles que hacen a la
situación socio sanitaria: niños y niñas bajo la línea de pobreza, niños y niñas bajo la línea
de indigencia, tasa de mortalidad infantil, tasa de mortalidad materna y embarazos
adolescentes. Podemos afirmarlo a pesar de las dificultades para el diagnóstico
producidas por la tergiversación cuando no destrucción de las Estadísticas oficiales.
Gasto en salud-infraestructura disponible
La Argentina gasta en salud entre el 8,5 y el 10% del PBI. La deformación de las
estadísticas públicas impide hoy tener valores confiables y precisos. El sector público
consolidado (nación, provincias y municipios) invierte solo el 2,6% del PBI, es decir, del 25
al 30% del gasto total en salud. El 85% de ese gasto lo siguen aportando las provincias.
El gasto de bolsillo de la población (medicamentos, insumos, aranceles, seguros
privados, copagos) supera el 40%.
El sistema público de salud en la Argentina cuenta con 1.500 hospitales y 6.000
unidades sanitarias. El sistema posee 70.000 camas de internación (52.000 menos que al
finalizar la gestión de Carrillo en 1954).
Los planes focales, aplicados verticalmente como paquetes promovidos por los
organismos financieros internacionales, no han solucionado los grandes problemas
de la salud:
No mejoraron las tasas de mortalidad infantil y materna.
El Plan Remediar no disminuyó el gasto de la población en medicamentos.
El Plan Nacer no impactó positivamente en las tasas sanitarias y agravó la precarización
laboral.
Las tercerizaciones y las privatizaciones fragmentaron y debilitaron al sistema
público de salud, sin ofrecer respuestas.
Un ejemplo paradigmático ha sido el fracaso de la privatización del Hospital MaternoInfantil de Salta.
El Sistema de Formación de Posgrado se encuentra en crisis.
El síntoma más elocuente es que no se cubren más del 25% de los cargos en las
Residencias del equipo de salud.
Situación de los trabajadores de la salud
En la Argentina, en el Sector Público, trabajan 300.000 agentes (profesionales,
técnicos, administrativos y personal de apoyo).
Siendo la actividad de salud de índole humano-intensiva (gente que atiende
gente), la situación de los trabajadores se convierte en un nudo crítico de las políticas
sanitarias.
El 30% de la fuerza laboral está precarizada, con provincias que alcanzan el 80%
(San Luis) o superan el 50% (Santiago del Estero, Formosa).
El principal programa del Ministerio de Salud de la Nación, el plan de médicos
comunitarios, hoy en vías de reconversión, tiene al 100% de su fuerza laboral
precarizada, con bajos sueldos y cobro irregular. En el Hospital Posadas se encuentran
precarizados el 70% de los profesionales. La situación persiste a pesar de la
desprecarización de treinta mil trabajadores de todo el país gracias a la lucha de las
regionales de FESPROSA.
En muchos casos los salarios se encuentran por debajo del valor de la canasta
familiar regional (canasta básica total), y en algunas provincias, como Santiago del Estero,
por debajo de la canasta alimentaria.
La baja tasa de sustitución del salario por el haber previsional (40%) lleva al
envejecimiento de los planteles, dado que los trabajadores postergan al máximo el
momento de su jubilación.
Las condiciones laborales antes descriptas, el deterioro edilicio y la violencia intra
y extra- institucional, conforman un cuadro que impacta negativamente en la salud de los
trabajadores de la salud. Recientemente CICOP, la regional de FESPROSA en la
provincia de Buenos Aires, obtuvo la sanción de una norma que reconoce el desgaste
laboral y el sufrimiento psicosocial de los trabajadores de salud. Este es un paso que
deberá extenderse a todo el país.
En el orden nacional no existe una instancia de negociación colectiva entre el
Estado y sus trabajadores. A ello se suma la ausencia de instancias de negociación en
muchas jurisdicciones provinciales y municipales, unida a la falta de libertad sindical.
EL DETERIORO DEL MEDIO AMBIENTE IMPACTA NEGATIVAMENTE EN LA SALUD
COLECTIVA
El 5 de junio de 2015, varias ONGs, colectivos sociales del país, Cátedras de la
Universidad Pública y profesionales de la salud, el derecho, las ciencias sociales y
agrarias realizaron una presentación ante el SENASA a fin de que inicie el procedimiento
de Análisis de Riesgo de todos los registros con el principio activo Glifosato, conforme lo
establece el Punto 3 del Capítulo 18 de la resolución SENASA 350/1999. El glifosato fue
declarado como "probablemente cancerígeno para los seres humanos" (Grupo 2A) por el
informe del mes de marzo de 2015 del Centro Internacional de Investigaciones sobre el
Cáncer, órgano que actúa dentro del marco de la Organización Mundial de la Salud.
Las evidencias epidemiológicas en los pueblos fumigados y la resolución de la
OMS hacen necesarias la prohibición inmediata del glifosato y el 2,4D.
La "Megaminería a cielo abierto" es una de las más devastadoras formas de
extracción de materias primas minerales (oro, plata y cobre principalmente).
Tiene enorme impacto negativo a nivel ambiental, social, económico y cultural. Sus
efectos más nocivos son el agotamiento del agua, la contaminación de los bienes
comunes, la pérdida de la biodiversidad, la destrucción del paisaje y la destrucción de las
economías regionales. La utilización y liberación de sustancias tóxicas constituye un
grave riesgo para la salud de la población, como acaba de demostrarse en Jachal.
FESPROSA se pronuncia por la prohibición de la megaminería contaminante con
utilización de sustancias tóxicas, la reforma inmediata del Código de Minería y la
anulación de todas las leyes que permiten a las corporaciones transnacionales y sus
socios locales la explotación irracional y depredadora y el saqueo de nuestras reservas
junto al monitoreo activo de las zonas afectadas por todos los megaemprendimientos que
actualmente existen en el país.
FESPROSA exige políticas activas en defensa de la salud pública y de las
condicionales laborales de sus trabajadores, a saber:
A- Apoyo al Proyecto de Ley de Creación del Programa de Financiamiento del Sector
Público de Salud que busca llevar el gasto estatal en el área al 4% del PBI en el
2016, como inversión social prioritaria.
Este programa, basado en el incremento de la inversión del estado nacional, prevé que
las provincias que accedan al mismo deban cumplir una serie de requisitos que
compartimos, a saber:
La no disminución de su propio presupuesto medido en porcentual del PBI.
La creación de una cuenta especial de transferencia con acceso al monitoreo público en
Internet.
La promoción del trabajo decente, finalizando con la precarización de los trabajadores de
la salud y los salarios que no cubran la canasta familiar.
La prohibición expresa de aplicar esos fondos a la privatización o tercerización de
servicios.
La gratuidad absoluta de todas las prestaciones en el Sistema Público.
La negociación colectiva nacional, una carrera sanitaria para todo el país y la oferta de
trabajo full-time en el Sistema Público de Salud.
B- El compromiso de suspender la financiación de planes focales con créditos de los
organismos financieros internacionales, los que aumentan la deuda externa y la
dependencia en el diseño de políticas públicas de salud.
C- El apoyo a la creación de una paritaria nacional de salud, con participación de los
gremios del sector, los ministerios de salud y trabajo y el Consejo Federal de
Salud.
D- El apoyo al proyecto que lleva las jubilaciones al 82% móvil para los trabajadores
de la salud. Junto a ello la derogación del impuesto al salario.
E- La puesta en marcha de políticas efectivas que hagan realidad los instrumentos
legales disponibles para la producción pública de medicamentos, sueros y
vacunas.
A modo de conclusión:
El estado de la salud pública sigue siendo una deuda impaga de la democracia argentina.
Es necesario impulsar un gran debate nacional sobre la reforma sanitaria que necesita el
país para que su sistema se convierta en instrumento de efectivización plena del derecho
ciudadano a la salud.
JORGE YABKOWSKI
FERNANDA BORIOTTI
PRESIDENTE
SECRETARIA GENERAL
MARÍA ISABEL DEL PÓPOLO
VICEPRESIDENTE
MARÍA
GRACIELA AQUERRE
ADRIANA BUENO
SECRETARIA DE ORGANIZACIÓN
SECRETARIA DE INTERIOR
GUILLERMO PACAGNINI
SECRETARIO GREMIAL
VÍCTOR ARAMAYO
SECRETARIO DE POLÍTICA HOSPITALARIA
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