SISTEMA CIRCULATORIO El aparato circulatorio se encarga de transportar sustancias en el organismo: Lleva los nutrientes, resultado de la digestión desde el tubo digestivo hasta todas y cada una de las células del cuerpo, transporta las sustancias de desecho, producto del metabolismo de las células, desde estas hasta los órganos de la excreción y transporta las hormonas, tan importantes para que el organismo funcione coordinadamente. Además regula la temperatura del cuerpo. En el ser humano la circulación de la sangre tiene tres características, es cerrada, doble y completa. Es cerrada porque la sangre circula siempre por el interior de los vasos sanguíneos o por el interior del corazón. Es doble ya que se pueden observar dos circuitos, uno menor o pulmonar que va desde el corazón a los pulmones y de vuelta al corazón, y uno mayor o sistémico que va del corazón al cuerpo y luego al corazón. Es completa, porque la sangre oxigenada no se mezcla con la carboxigenda. El recorrido de la sangre se puede resumir de la siguiente manera: VENTRICULO IZQUIERDO - AORTA - CUERPO - VENAS CAVAS - AURICULA DERECHA - VENTRÍCULO DERECHO - ARTERIA PULMONAR PULMONES - VENAS PULMONARES - AURÍCULA IZQUIERDA - VENTRÍCULO IZQUIERDO. El recorrido que hace la sangre desde el corazón a los pulmones y de éstos al corazón nuevamente se denomina circuito menor o pulmonar y el que va desde el corazón al cuerpo y luego regresa al corazón se llama circuito mayor o sistémico. En nuestro cuerpo, formado por billones de células agrupadas en tejidos y órganos, el principal líquido de transporte es la sangre. Su movimiento dentro del cuerpo es la circulación sanguínea. La sangre circula por una red de tubos, los vasos sanguíneos: arterias, venas y capilares. Pero su recorrido sería imposible sin el corazón, una bomba que impulsa el líquido circulante. SANGRE Se considera que la sangre es un tejido constituido, como todos ellos, por células y por una sustancia intercelular que en este caso es de naturaleza líquida y que se llama plasma sanguíneo. El tejido sanguíneo cumple tres funciones primordiales: Transporte: de nutrientes, desechos y hormonas. Regulación: de la temperatura corporal, la acidez y la concentración iónica de los líquidos corporales. Protección: contra la invasión de agentes nocivos y contra la pérdida de líquidos en lesiones. Todos los componentes celulares de la sangre se forman en un tejido especial, la médula ósea, que se halla en el interior de algunos huesos, como los de la pierna y los brazos. Desde allí se vuelcan al torrente sanguíneo a medida que van madurando. El plasma tiene un color amarillento y está compuesto por agua, proteínas plasmáticas y otras sustancias disueltas como iones, sales, gases, etc. Las proteínas plasmáticas más abundantes son la albúmina, que cumple la función transportadora; las globulinas, que intervienen en la respuesta inmunitaria, y el fibrinógeno, que interviene en la coagulación sanguínea. Los elementos celulares son: Los glóbulos rojos o eritrocitos, ocupan el 50 % del volumen de sangre, un microlitro (una gotita pequeñísima) posee cerca de 5 millones de estas células. Cada eritrocito vive aproximadamente 120 días y su función está relacionada a la hemoglobina, proteína capaz de transportar oxígeno y dióxido de carbono. Los glóbulos blancos presentan una gran diversidad y se clasifican en granulares y agranulares, de acuerdo con la presencia o no de gránulos. Los monocitos y los linfocitos son glóbulos blancos agranulares, y los granulares se dividen en neutrófilos, eosinófilos y basófilos. Sus funciones variadas contribuyen a la eficiencia de los sistemas de defensa de nuestro organismo contra los agentes invasores externos e impiden infecciones. Las plaquetas intervienen en la formación del tapón plaquetario que evita la pérdida de sangre cuando se produce la ruptura de un vaso sanguíneo. El mecanismo de coagulación consiste en una serie de transformaciones químicas en las que intervienen distintas proteínas y el calcio disueltos en el plasma