Carmen Vélez 18 Jul 2017 mujeresyrevolucion Carmen Vélez, alias La Generala se levantó en armas durante la revolución maderista. A fines de mayo de 1911 apareció en la sierra occidental de La Malintzin al mando de una tropa de 300 hombres que operaba en los distritos Tlaxcalecas de Hidalgo y Cuauhtémoc, aún después de la renuncia de Próspero Cahuantzi. Al pasar por San Bernardino Contla y Amaxac de Guerrero propició cambios de autoridades y aconsejó se demandara la abolición de impuestos, un tema importante para la regularización de los fondo públicos del país. En junio de 1911 aseguró que marcharía sobre Santa Cruz Tlaxcala, muy cerca de las fábricas La Trinidad, San Manuel y Santa Elena y otras poblaciones importantes de la región. El gobernador de Tlaxcala intentó detener su avance por el temor de que los obreros se sublevaran; para ello envío a las fuerzas del teniente coronel Cruz Guerrero a intentar frenar las tropas de La generala. Carmen Vélez al ver este hecho se entrevistó con el gobernador y éste aseguró que en la conversación se puso en claro que ella se había levantado en armas para sacar de prisión a su hermano Uriel Vélez. Carmen Vélez La generala poseía recursos económicos, ya que su padre era rico, por lo que el propio gobernador Agustín Sánchez le sugirió solicitar el indulto de su hermano a cambio de su rendición. El Congreso concedió la libertad de Vélez, lográndose el desarme de la gente de La Generala, previa indemnización. En enero de 1913, en representación de Pablo Tépal, solicitó amparo para éste contra actos del juez de primera instancia, en el documento acusó al Ejecutivo estatal de venganza política. El día 27 del mismo mes fue acusada de reclutar gente en La Malintzin, y en febrero de 1913 Rafael Cuéllar la aprehendió. A pesar de la persecución política que padeció Carmen Vélez siempre combatió por la causa maderista