Centro Regional de Educación Normal “Benito Juárez” PONENCIA ¿Cómo influye la formación de formadores en el futuro del magisterio? ¿Realmente salimos preparados? LÍNEA TEMÁTICA: FORMACIÓN DE FORMADORES DOCENTES Por: Viridiana Guevara Hernández Dr. en Investigación Martín Juárez Alcántara [email protected] [email protected] Pachuca, Hgo., 30 de mayo 2019 Resumen: En un mundo implícito cada vez más inmerso en la globalización de todo tipo y de toda área, la educación es sin duda uno de los aspectos sociales que ha adquirido más importancia, a su vez la formación de los encargados de preparar a los futuros docentes toma una relevancia destacada con diferentes retos de la sociedad actual: brechas generacionales, nuevas TIC´s y reformas educativas tanto en educación básica como en escuelas normales. Esto ha hecho que la formación de formadores se enfrente a retos que van más allá de la simple preparación profesional, conlleva aspectos como vocación, compromiso, la posesión y dominio de diferentes competencias, conocimiento, habilidades, aptitudes y actitudes. Los catedráticos, de contar con los rasgos mencionados anteriormente podrán entregar docentes de calidad, comprometidos con los cambios actuales que requieren las nuevas generaciones que en la actualidad tienen su auge. FORMACIÓN DE FORMADORES DOCENTES ¿Cómo influye la formación de formadores en el futuro del magisterio? ¿Realmente salimos preparados? Hablar de la formación de futuros docentes es tener un panorama realmente abierto de áreas de oportunidad. Es alentador para un formador participar en el proceso de quienes tendrán en sus manos a la infancia del mañana. Sin embargo, aunque suene casi poético, ambas partes (docentes en formación y sus mentores) se enfrentan con realidades actuales que ponen en conflicto a estos protagonistas. Mi nombre es Viridiana Guevara Hernández y hoy hablaré sobre las dificultades y retos que se enfrentan en la actualidad en la formación de formadores docentes desde el punto de vista del estudiante normalista. Muchos son los factores que se presentan en la actualidad, uno de ellos es la globalización La globalización es aquel fenómeno que se encarga de rebasar las barreras del idioma y distancia, interrelaciona pueblos e individuos, es el intento de hacer un mundo que no este fraccionado, sino generalizado por bienes comunes, en este caso la educación. Ahora bien, ¿Cómo es que esto afecta a los nuevos maestros? En un mundo que esta cambiando constantemente donde los paradigmas pasados han sido rebasados por las nuevas tecnologías es un hecho que la forma de modificar el conocimiento también debe ser reformada. Muchas veces nos encontramos con brechas generacionales a las que les cuesta romper modelos a los que están acostumbrados, con conocimientos básicos o pocos sobre las TIC´s y los escenarios áulicos del mundo actual. Cuando estamos en formación es cierto que no podemos saltarnos la teoría (es la esencia de nuestro ser) pero en atmósferas reales ¿Cuántas veces lo que sabemos teóricamente sobre nuestro alumnado (y como tratarlo) es diferente a lo que vivimos en clase? Mi intención no es demeritar las investigaciones y trabajos de las generaciones pasadas, sin embargo, no podríamos globalizar las estrategias de enseñanza para todos, las nuevas generaciones son algo nunca antes vistas ¿a qué me refiero con esto? Que si bien nosotros nos parecemos un poco a nuestros padres, nuestros padres a nuestros abuelos y nuestros abuelos a nuestros bisabuelos la actual sociedad es un cambio radical. Entonces no podemos seguir educando a nuestros alumnos como cuando estábamos en educación básica ¿no lo creen? ¿O por qué se piensa en el currículo cada vez más como una estandarización? Los docentes son el núcleo de los servicios educativos; sin embargo, carecen de actualización de contenidos, los nuevos planes y programas en las escuelas normales no son suficientes. Es necesario que nuestros formadores de docentes sean apoyados con especialistas sobre temas de interés actual que ayuden a construir a los docentes del mañana: Cursos, actualizaciones, talleres ¿y por qué no? Saber como contextualizar contenidos: No es lo mismo educar para la vida en la ciudad que en una zona rural, aunque las competencias y habilidades a desarrollar son las mismas en los aprendizajes clave de SEP lo que nos toca es aprender a enseñar y generar estudiantes competentes en el entorno donde estemos. El tiempo efectivo dedicado al aprendizaje continúa siendo insuficiente, no logramos fomentar el desarrollo integral de los estudiantes normalistas ni, consiguientemente, contribuir al desarrollo cognitivo, afectivo y aptitudinal, siendo con lo que supuestamente se busca llegar con la Nueva Reforma Educativa. Por supuesto, no podemos hablar sobre los nuevos planes y el impacto que tienen en las escuelas básicas y normales sin mencionarla: La iniciativa del presidente López Obrador, propone fundamentalmente reformar los artículos 3ro. y 31 de la Carta Magna y quitar el carácter punitivo hacia los profesores y que se implementó en 2013 con el cese de las plazas a quienes no se sometieran a la evaluación de la SEP. También busca eliminar los concursos de oposición y la evaluación. Suena bien ¿no? Como si los futuros docentes tuviéramos el camino más libre y los que están dentro del servicio profesional docente ya no tuvieran que vivir con el miedo de perder el miedo. Pensemos en los pros y contras de esta reforma (sobre todo en lo último) en donde reza “quitar los concursos de oposición y la evaluación”; ¿Realmente estamos conformes con esto? Para los normalistas es un punto muy favorable, pero nuestros formadores pensarán ¿En serio todos mis alumnos están 100% listos para trabajar? ¿Han sido potencializadas sus áreas de oportunidad? ¿Tienen los conocimientos, actitudes, aptitudes y competencias para desempeñar el puesto de Licenciado en Educación? Quedan respuestas incómodas ¿Cierto? Entonces, si no todos los futuros docentes al terminar sus estudios alcanzan las habilidades y competencias del perfil de egreso, debe haber un compromiso mutuo. Como catedráticos normalistas recibir actualizaciones sobre lo que está pasando en las escuelas, conferencia, talleres, qué enseñar para que enseñemos y tener una mano dura y crítica sobre el futuro del magisterio, si se quita el examen de oposición ¿Qué futuros maestros le dejaremos a las nuevas generaciones? Y ¿Cómo próximo profesional de la educación, no es dejar todo en manos de nuestros superiores?: La formación autodidacta siempre ha existido (pocos la llevan), la innovación y todo el auge de las nuevas tecnologías es nuestra herramienta primordial para el mañana, pero nuestra responsabilidad es lo que hacemos hoy. Mencionando otro documento importante, en el Plan de Nacional de Desarrollo de nuestro actual presidente (2019) emprendió un análisis de las escuelas normales rurales y su desempeño en el sistema educativo (p.42). En el sexenio pasado se operó una “mal llamada reforma educativa” que era en realidad una contrarreforma laboral, contraria a los derechos laborales del magisterio. Si bien las evaluaciones eran para castigar al grupo de maestros que no acreditaran de manera efectiva dicha prueba ¿Qué queda hacer entonces? Hacer que el maestro domine competencias suena lo más lógico, lo más lógico es mandar a cada escuela cursos de capacitación y actualización, que sean de calidad y ponderados por expertos en la materia, pero muchas veces lo que debe ser no siempre es. Cursos de 4 horas, donde se atiende a un gran número de maestros, o cursos en línea para conocer las nuevas asignaturas de la malla curricular de cada Licenciatura no son suficientes. Entonces ¿Desde dónde tenemos que hablar de mejorar la educación? ¿Desde las escuelas de educación básica o desde las actualizaciones para maestros de normales? Para formar docentes se debe contar con maestría y hace poco se pide ahora el doctorado, esto con la intención de mejorar la calidad educativa y esta bien, tenemos catedráticos mejor preparados, pero ¿Qué tanto sabe ellos de las nuevas mallas curriculares de cada Licenciatura? ¿Se les ha dado a conocen lo suficiente? Yo creo que no, además en las escuelas normales hacen falta especialistas para cada Licenciatura, pedagogos de cada área expertos en cada área que demanda el currículo realmente comprometidos con su labor tanto en vocación como en responsabilidad para el futuro de los maestros. Aquí quiero hacer una pregunta con la que quiero invitar a la reflexión: Los docentes somos reproductores de los modelos educativos impuestos por la Secretaria de Educación Pública, ¿Hasta qué punto es bueno? Honestamente considero que lo explicado anteriormente crea una desigualdad regional extensa y difícil de nivelar ¿Cómo pretendemos reproducir los mismos modelos educativos para todos los contextos? ¿Qué pretendemos con ello? ¿Educamos para la SEP o educamos para mejorar la calidad de vida? Un formador de formadores debe analizar, estudiar e innovar para construir (junto con las vivencias de sus alumnos) las estrategias adecuadas que permitan al docente en formación dar una educación de calidad en cualquier lugar donde se le sea asignado. Y aquí es donde viene la pregunta que le da razón a esta ponencia ¿Realmente están preparados los docentes normalistas para formar formadores, o para salir a este campo laboral? Las inquietudes de ambas partes surgen de muchos lados pero partimos de lo anterior: Los planes y programas para normalistas. Yo soy de la Licenciatura en Educación Física, me encuentro en mi último año escolar aún con el currículo 2002, actualmente en mi institución ya hay una generación que comenzó con el Plan 2018 para mi carrera y debo confesar que me encuentro en desventaja. Analizando este nuevo plan observo y me doy cuenta que la malla curricular le da más herramientas a los que saldrán con este plan que con el anterior. “Desarrollo socioemocional y aprendizaje”, “Neurociencia de la infancia a la juventud”, “Pensamiento pedagógico” son algunas de las asignaturas que realmente van más allá de la reproducción de planes y programas, realmente forma a un docente capaz de concientizar en la inteligencia motriz y emocional. Como mencioné con anterioridad, las brechas generacionales demandan problemáticas nuevas que requieren el desarrollo de inteligencias de diferentes ramos y no sólo lógica-matemática. Hoy por hoy ¿Qué tan preparado están los catedráticos para trabajar esas áreas de oportunidad con los alumnos normalistas? Pero no, tampoco es dejar todo en manos de nuestros maestros, porque si bien, las últimas generaciones de los planes anteriores sabemos de ante mano que en esta profesión está prohibido dejar de estudiar, incluso al graduarnos, ahora mi pregunta va para ti, compañero normalista: ¿Estás preparado para salir a la vida laboral? Si tu respuesta es no ¿Qué tan preparado te sientes para tomar medidas por tu cuenta?