Subido por Fabiana Dorante

Decisiones Inteligentes - Mark Matlock

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DECISIONES
INTELIGENTES
MARK MATLOCK
Dedicatoria
Este libro está escrito para mi hijo DAX,
que empezará la escuela este año.
Espero que, a medida que crezcas,
puedas leer lo que tu padre ha escrito,
y que aprendas de mi dolor.
ÍNDICE
Title Page
CAPÍTULO 1
¿Caminar o correr?
CAPÍTULO 2
Decisiones, decisiones
CAPÍTULO 3
Los planes de Dios para nosotros
CAPÍTULO 4
Tú y los estándares morales de Dios
CAPÍTULO 5
Usando la sabiduría para tomar decisiones
CAPÍTULO 6
Cuatro consejos útiles para tomar decisiones sabias
N° 1: No tomes decisiones a las apuradas
N° 2: Reúne información
N° 3: Evalúa tus motivaciones
N° 4: Busca guía
CAPÍTULO 7
Poniéndolo en práctica
– Tres cartas de aceptación
– Un viaje en autobús con la banda de la escuela
– Este viernes no habrá clases
– Una expresión de arte
– Simplemente nos estábamos besando
– ¿Durmiendo con su mejor amigo?
– El viernes hay dos exámenes
– Un descuento muy especial
– Perder la noción del tiempo
About the Author
Copyright
About the Publisher
Reconocimientos
Quiero agradecer a Jill Miller por toda su ayuda al poner en este
libro tantos casos que estudiamos juntos. Gracias además a Aaron
Giesler y Chris Lyon por leer el borrador y darme retroalimentación.
Quiero agradecer también a Randy Southern, mi editor, quien
facilita mi trabajo de escritor, y quien hizo que este libro sea mas
fácil de leer para todos. Finalmente quiero darle las gracias a Garry
Friesen, cuyo libro “Decisiones: haciendo la voluntad de Dios” trajo
mucha claridad a mi estudio de la Biblia con respecto a este tema.
CAPÍTULO 1
¿CAMINAR
O CORRER?
No soy un gran atleta. Dado que soy el mayor de cuatro hijos
varones, podrías pensar que pasé largas horas con un balón en el
patio de mi casa, junto a mis hermanos. Sin embargo, yo no soy así.
Aparte de una pequeña temporada en la liga local de futbol, no tuve
en mi niñez mucha experiencia en los deportes que en mi país son
los principales como el beisbol, el baloncesto, o el futbol americano.
Cuando entré en la escuela secundaria, parecía que todos los
chicos practicaban al menos un deporte, así que pensé que yo
también debía incursionar en alguno de ellos. Estaba buscando un
deporte que no tuviera mucho contacto físico. De modo que mis
opciones eran el golf y el atletismo. Lamentablemente, el momento
dentro del cronograma de clases en el que se practicaban estos
deportes era el mismo, así que no tuve más alternativa que escoger
uno de los dos.
El golf era un deporte que nunca había practicado en un campo
real (salvo por algunas veces en un campo en miniatura). Sin
embargo, me encantaba la idea de jugarlo, y estaba muy seguro de
que lo disfrutaría. Por otro lado, yo era un corredor bastante rápido,
y creía que si podía sobresalir en alguna disciplina, esta era el
atletismo. ¿Cuál debía escoger?
Oré mucho antes de tomar mi decisión, y le pedí consejo a
todos los que conocía. Pero cuando llegó el momento de tomar la
decisión, mi mayor in uencia fue mi entrenador. De todas las
personas que conocía en ese tiempo de mi vida, era a quien menos
respetaba. Mientras estuve en su clase, me puso todos los apodos
que puedas imaginarte. Inclusive insultó a mi madre un par de
veces. Este hombre no podía entender como un adolescente de 15
años había crecido sin el más mínimo conocimiento de las reglas
básicas del futbol americano. Así que él me respondía de la única
forma que sabía: humillándome. Pero luego, un día, me vio correr.
Cuando terminé se me acercó, puso su brazo sobre mi hombro, y me
dijo: “Hijo, estás en buena forma. Deberías estar en el equipo de
atletismo.”
Este momento de aliento fue el que determinó mi decisión nal.
Desde ese momento decidí que sería un corredor. Cada día después
de clases miraba a varios chicos con pantalones especiales de golf
subirse al bus y dirigirse al club local, donde practicarían sus
jugadas. Mientras tanto, yo me quedaba en la escuela y corría y
corría y corría hasta más no poder. Y cada día me preguntaba si
había escogido sabiamente.
Finalmente llegó el día de mi primera carrera. Fui asignado para
correr tres kilómetros, ocho vueltas alrededor de la pista, tan rápido
como mi cuerpo me lo permitiera. Era un caluroso día de verano,
pero yo igual estaba determinado a ganar la carrera y asegurarme
un espacio en el equipo titular.
Cuando escuché la señal de inicio, empecé a correr. Después de dos
vueltas, vomité en la pista. Pero eso no me detuvo. Seguí corriendo.
¿Les mencioné que estaba muy caluroso el día? Muy pronto, empecé
a sentirme mareado y todo me empezó a doler. Volví a vomitar,
escupiendo lo último que me quedaba de la pizza de peperoni que
había almorzado. Y sin embargo seguí corriendo, hasta el momento
en el que me desmayé.
Cuando desperté, tenía mis pies elevados y un tubo de oxígeno en la
nariz. “¿Qué sucedió?”, pregunté. “Tuviste un pequeño ataque
cardiaco”, me dijo mi entrenador. “¿Gané?”, pregunté. Tenía que
saberlo …
Mi entrenador se rió, “Mark, te detuviste 3 metros antes de la línea
de llegada y permitiste que todos se te adelantaran. ¿Qué fue lo que
paso?”
Volví mi rostro hacia la ventana, y vi la llegada del bus del equipo
de golf. Varios chicos se bajaron del bus, con sus refrescos en la
mano. Su ropa parecía recién salida de la lavandería. Mientras
tanto, mi corazón estaba adolorido, y el interior de mi boca con
sabor a vómito.
“Golf”, pensé, “debí haber escogido el golf”.
CAPÍTULO 2
DECISIONES,
DECISIONS …
Las decisiones vienen en todas las formas y tamaños. Algunas
son pequeñas y no tienen realmente un impacto duradero. Por
ejemplo, qué cosa almorzaré, o qué es lo que voy a hacer el n de
semana. Por otro lado, hay algunas decisiones que pueden afectar tu
vida en una forma mucho más profunda: qué carrera voy a estudiar
y en qué universidad, o con quién me casaré. Algunas decisiones
parecen muy pequeñas pero al nal se convierten en grandes, y
otras parecen grandes en un principio, pero luego nos damos cuenta
de que no tenían mucha importancia.
La persona promedio toma cientos de decisiones por día, a
menudo sin siquiera darse cuenta de que las está tomando. Por
ejemplo: ¿Debo controlar mi temperamento, o me permito perder la
razón? ¿Debería hablar y defenderme, o mejor cierro mi boca? ¿Debo
hacer algo respecto a las necesidades de la persona que está a mi lado o
mejor me hago el distraído? Estas son algunas de las decisiones que
tomamos, a veces sin pensarlo mucho.
Por supuesto que no todas las decisione s se toman de esta
manera. Algunas requieren que nos tomemos un tiempo para
pensarlas muy detenidamente. Algunas involucran saltos de fe
escalofriantes, y algunas te hacen un nudo en el estómago y te
mantienen despierto toda la noche. Las decisiones de esta clase son
las que te hacen meditar sobre lo increíble que es tomar decisiones
todos los días, especialmente considerando que hay muchas
alternativas diferentes.
Piensa que Dios, con toda su sabiduría y su poder,
habernos entregado un manual de vida indicando: empiece
punto A, vaya al punto B, prosiga hacia el punto C, etc. Él
haber preprogramado cada momento de nuestras vidas,
habernos hecho como robots, esclavos a sus mandatos.
pudo
en el
pudo
pudo
Sin embargo, él no lo hizo así. Cuando colocó al Adán y a Eva
en el jardín del Edén, les jó una única regla: no coman del árbol
prohibido. Pero luego Dios incluso permitió que ellos decidieran si
iban a obedecerle o no. Él les dio la libertad de escoger.
La libertad de elección separa a los humanos del resto de la
creación de Dios. Los animales no tienen tal libertad. Ellos se
manejan por instinto y oportunidad. Cuando un animal en la selva
está hambriento, simplemente come lo que haya disponible. Cuando
un animal es amenazado, ataca o huye. Cuando un animal está en
celo, simplemente se aparea. No pone en consideración, por
ejemplo, los bene cios de la monogamia. No hace planes para
conocer a sus futuros suegros.
Nosotros, los humanos, de nitivamente tenemos nuestra parte
de instintos también. Pero lo que nos hace diferentes de los animales
es nuestra capacidad de controlar nuestros impulsos. Los humanos
tenemos la capacidad de ver las situaciones desde diferentes
perspectivas. Podemos evaluar los “pros” y los “contras” antes de
tomar un curso de acción. Tenemos la libertad de pensar y luego
escoger.
Yo esperé veintitrés años, hasta que estuve casado, para tener
sexo. Fue difícil, pero lo hice. Mi deseo de tener sexo era muy
fuerte, pero nuca fue más fuerte que la decisión que había tomado.
Yo había evaluado los pros y los contras de la situación, y había
decidido que mi pureza a largo plazo era más importante que mi
placer a corto plazo.
Dios quiere que nosotros escojamos con sabiduría. Y Él nos ha
equipado con sabiduría para elegir. Pero Dios no va a interferir en
nuestras elecciones, incluso si tomamos decisiones de una manera
no sabia. Consideremos a los dos ladrones que fueron cruci cados
junto a Jesucristo (encontrarás esta historia en Lucas 23:32-43). Uno
de ellos se burló e insultó a Jesús. El otro ladrón respondió, en
esencia, lo siguiente: “¿Por qué te burlas de Él? Tú y yo merecemos lo
que estamos pasando, pero este hombre es inocente.” Luego él se volvió
hacia Jesucristo y le dijo: “Acuérdate de mí cuando estés en tu reino”.
“Hoy mismo estarás conmigo en el paraíso”, le prometió Jesús.
Un hombre escoge arrepentirse de sus pecados y aceptar a
Jesucristo. El otro escoge rechazarlo. Observa que Jesús honró
ambas decisiones. Él no presionó al primer ladrón para que
cambiase de opinión. Él no le amenazó, ni le rogó (“Realmente soy el
hijo de Dios, el único camino al cielo, por favor, por favor cree en mi
…”). En lugar de eso, Jesús le permitió al hombre tomar su propia
decisión, y así es como funciona la libertad de Dios.
Desde luego que con esta libertad viene la responsabilidad.
Cada decisión contiene un condicional: si usted hace esto, entonces
sucederá tal cosa; si elige aquello otro, entonces va a suceder tal
otra.
Al nal, el resultado es llamado consecuencia, y es por eso que
estoy escribiendo este libro. Si quieres hacer elecciones sabias tienes
que considerar las consecuencias de tus decisiones. Algunas
consecuencias son positivas, como descubrió el ladrón que fue al
paraíso, algunas son negativas, como debe haber descubierto el otro
ladrón, y algunas son neutrales.
La buena noticia es que Dios nos ha dado muchos recursos y
oportunidades para aprender a tomar buenas decisiones que traigan
consecuencias positivas. Él llenó su palabra con sabiduría. Él nos
creo con un cerebro capaz de procesar las opciones y evaluar las
decisiones que en nuestra vida tomamos diariamente. Y Él permite
que nosotros podamos consultar y explorar su voluntad antes de
tomar cualquier decisión.
CAPÍTULO 3
LOS PLANES
DE DIOS PARA
NOSOTROS
¿Te suenan familiares algunas de estas declaraciones? Primera:
“Estoy buscando la voluntad de Dios”. Otra: “No quiero estar fuera de
los planes de Dios”. Otra: “Siento que Dios me está guiando a hacer
esto”. Otra: “Simplemente ora, y Dios te revelará lo que tienes que
hacer”.
Dentro del pueblo cristiano, cuando afrontamos decisiones
importantes la voluntad de Dios siempre es un tema a considerar. La
pregunta es: ¿Cómo conocemos cuál es la voluntad de Dios?
No soy el único que se hace esta pregunta. Muchos jóvenes de
distintas partes me bombardean, en persona y por medio de correos
electrónicos, con sus interrogantes acerca de cuál es la voluntad de
Dios para sus vidas, Todo el mundo quiere saber la misma cosa:
¿Cómo puedo conocer la voluntad de Dios para mi vida?
Desafortunadamente, muchas personas buscan la respuesta a esta
pregunta con expectativas no realistas. Así que, en lugar de
ayudarles a tomar decisiones sabias, esta conducta los lleva a tomar
decisiones realmente equivocadas.
No quiero que tomes malas decisiones o que te frustres en el
proceso de entender qué es lo que Dios espera de ti. Así que déjame
darte algunas verdades bíblicas básicas acerca de la voluntad de
Dios.
Las Escrituras nos enseñan que, en lo que a Dios respecta, hay
dos tipos de cuestiones que tenemos que considerar: su soberana
voluntad y sus estándares morales. Una de ellas tiene muy poco
que ver con las decisiones que tomamos, mientras que la otra tiene
(o debería tener) un impacto increíble en las decisiones que
vayamos a tomar.
LA SOBERANA VOLUNTAD DE DIOS
La primera cuestión es la que llamaremos “la soberana
voluntad de Dios”, y ésta incluye sus planes y propósitos para el
universo. Vemos la evidencia de la soberana voluntad de Dios en los
pasajes como Efesios 1:11 que dice: “En Cristo también fuimos hechos
herederos, pues fuimos predestinados según el plan de aquel que hace
todas las cosas conforme al designio de su voluntad”.
Sin embargo, Deuteronomio 29:29 nos deja bastante claro que
la soberana voluntad de Dios está oculta de nosotros: “Lo secreto le
pertenece al Señor nuestro Dios, pero lo revelado nos pertenece a
nosotros y a nuestros hijos para siempre, para que obedezcamos todas
las palabras de esta ley”.
Han habido algunas pocas excepciones, desde luego. Dios ha
revelado ciertas partes de su soberana voluntad (a menudo en
formas sobrenaturales a través de sus profetas) en algunos
momentos precisos de la historia (Amos 3:7 dice: “En verdad, nada
hace el Señor omnipotente sin antes revelar sus designios a sus siervos los
profetas”). Pero esas revelaciones han tenido propósitos especí cos
en tiempos críticos. Están muy lejos de lo que llamaríamos “la
norma”. En líneas generales, la mayoría de las personas no
experimentan intervenciones milagrosas de este tipo en sus vidas.
Los planes de Dios están más allá de la comprensión humana.
Por lo tanto, la soberana voluntad de Dios es algo a lo que debemos
someternos, en lugar de algo que debamos tratar de entender.
Romanos 11:33-34 dice: “¡Qué profundas son las riquezas de la
sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Qué indescifrables sus juicios e
impenetrables sus caminos! ¿Quién ha conocido la mente del Señor, o
quién ha sido su consejero?”. Esto sugiere que un espíritu humilde es
la mejor forma de acercarnos a la soberana voluntad de Dios.
Algo que sí sabemos es que la soberana voluntad de Dios
gobierna desde los aspectos más amplios hasta los más pequeños de
la vida. Cuando Jonás, el profeta del Antiguo Testamento,
desobedeció un mandato directo de Dios, el Señor usó los vientos y
el mar, sin mencionar las plantas, gusanos, peces y demás, para
trabajar en la vida de Jonás. Proverbios 16:33 toma el concepto de
la soberana voluntad de Dios y lo lleva un paso más allá, al
sugerirnos que incluso los juegos de azar están bajo el control de
Dios: “Las suertes se echan sobre la mesa, pero el veredicto proviene del
Señor”.
La Biblia nunca nos da instrucciones acerca de que debamos
entender la soberana voluntad de Dios antes de tomar una decisión.
La soberana voluntad de Dios sucede a pesar de las decisiones que
tomemos, y nunca inter ere con nuestra libertad de elección.
Considera la cruci xión de Cristo. Claramente, la voluntad de
Dios era que Cristo muriera en la cruz por nuestros pecados.
Entonces podríamos preguntarnos: ¿Las personas que lo mataron,
tuvieron realmente libertad para decidir hacerlo o no hacerlo? Bueno,
las Escrituras nos ofrecen evidencia de que Dios usa la libertad que
él le ha dado a la gente, para cumplir su divina voluntad. Por
ejemplo, estaba en la naturaleza de Herodes y Pilato el desear
cruci car a Jesucristo. Dios simplemente usó su naturaleza, su
forma de pensar, para llevar a cabo sus propósitos celestiales.
Hechos 4:27-28 lo dice de la siguiente manera: “En efecto, en
esta ciudad se reunieron Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y con
el pueblo de Israel, contra tu santo siervo Jesús, a quien ungiste para
hacer lo que de antemano tu poder y tu voluntad habían determinado
que sucediera”.
Este pasaje sugiere que Herodes y Pilato libremente escogieron
hacer lo que Dios había determinado que debían hacer. Si eso te
suena como una contradicción tal vez el siguiente ejemplo te aclare
un poco las cosas.
En la película Superman 2 el hombre de acero se enfrenta
contra el general Zod y sus dos secuaces. Sucede así: Después de que
los tres villanos, que eran del planeta natal de Superman, Kryptón,
escapan de su prisión en la Zona Fantasma, ellos se dirigen hacia la
Tierra. Una vez aquí, ellos descubren que tienen súper poderes
iguales a los de Superman pero, siendo villanos, ellos usan sus
poderes para el mal y con intenciones de gobernar la Tierra.
Dándose cuenta de que él no podía pelear contra los tres,
Superman prepara un plan. Primero, él los atrae de una forma muy
sutil hacia Lex Luthor (su némesis en la Tierra, que está intentando
unir fuerzas con el general Zod) en la Fortaleza de la Soledad. Ahí,
en el escondite secreto de Superman, él tiene un cristal que podrá
quitar los súper poderes a los malvados kryptonianos. Sin embargo,
el problema es que este cristal también le quitará los poderes a
Superman.
Un momento después, Superman secretamente “recluta” a Lex
Luthor para detener el malvado plan de los tres villanos. Le explica
a Lex que necesita que lo ayude a engañar al general Zod y a sus
secuaces para que entren a una cámara secreta antes de que él
active el poder del cristal. Pero Luthor lo que hace, un minuto más
tarde, es traicionar a Superman y revelarle a Zod el plan del héroe.
Entonces Zod invierte la situación y obliga a Superman a entrar
en la cámara y activar el cristal. Y así ocurre. Sin embargo, cuando
Superman sale de la cámara él aun conserva sus poderes mientras
que el general Zod y sus compañeros han perdido los suyos.
Superman derrota sin esfuerzo a los kryptonianos, que ya no
tienen súper poderes, y Luthor nalmente se da cuenta de lo que
acaba de suceder … La cámara en realidad estaba diseñada para
proteger a Superman de los efectos del cristal. Superman sabía que
Luthor lo iba a traicionar, y diseñó su plan teniendo en cuenta esto.
Él no tenía control sobre Lex Luthor, pero sabía que la naturaleza
del villano podía servirle para su plan.
No es una analogía perfecta de la forma en que Dios trabaja con
gente imperfecta, pero puede darnos luz en cuanto a cómo funciona
su soberana voluntad.
La soberana voluntad de Dios
1. Es un secreto. Dios la ha revelado gradualmente y en porciones.
2. No podemos impedir que se cumpla por medio de nuestras
decisiones.
3. No se nos dice que la busquemos. Más bien se nos dice que la
conozcamos, que la aceptemos, y que aceptemos la autoridad de
Dios sobre todas las cosas.
LOS ESTÁNDARES MORALES DE DIOS
A diferencia de la soberana voluntad de Dios, sus estándares
morales nos han sido completamente revelados a través de la
creación y de su Palabra. Una de las primeras evidencias que nos
permiten conocer los estándares morales de Dios, la encontramos en
las instrucciones que le dio a Adán en el jardín del Edén (Génesis
2:15-17).
Básicamente, Adán tenía libertad para comer de cualquier
árbol. Pero los estándares morales de Dios le prohibieron a Adán
comer del árbol del conocimiento del bien y del mal. Adán no tenía
que preguntarle a Dios: ¿Puedo comer de este otro árbol? ¿Puedo
comer de aquel? Dios le dio a Adán la libertad de escoger, pero con
una excepción.
A diferencia de la soberana voluntad de Dios, sus estándares
morales pueden pasarse por alto. Al explicarle a Adán las
consecuencias de desobedecer su voz, lo que Dios mismo estaba
haciendo era darle a entender a Adán que es posible para la gente
violar sus estándares morales. Tenemos la libertad de escoger a
favor o en contra de los mismos.
A medida que la historia humana siguió avanzando, Dios reveló
más y más de sus estándares morales. Por ejemplo, un poco más
tarde en el Antiguo Testamento, la nación de Israel recibió los diez
mandamientos. Cada uno de ellos es un estándar moral de Dios. Y
no sólo a través de las enseñanzas y del ejemplo de Jesús, pero
también a través de los escritos del apóstol Pablo y de otros, el
Nuevo Testamento nos revela un poco más aún. Pero en el principio
Adán y Eva tenían solamente un estándar, y ellos decidieron
violarlo.
LOS ESTÁNDARES MORALES DE DIOS
1. No son un secreto. Han sido revelados a través de la creación y de
las Escrituras.
2. Podemos pasarlos por alto o ir en contra de ellos.
3. Se nos ha enseñado que debemos buscar cumplir con los
estándares morales de Dios en nuestras vidas.
CAPÍTULO 4
TÚ Y LOS
ESTÁNDARES
MORALES DE
DIOS
¿Qué signi can los estándares morales de Dios para ti, a medida
que tratas de tomar las decisiones que van a de nir tu vida? Aquí
hay un par de cuestiones para que tengas en cuenta.
NO TIENES QUE ADIVINAR QUÉ ES LO QUE DIOS
QUIERE QUE tÚ HAGAS
Muchos cristianos se estresan cuando tienen que tomar
decisiones porque ellos erróneamente creen que deben encontrar la
única respuesta correcta de Dios para resolver el problema. Pasan
incontables horas batallando para determinar la “perfecta voluntad
de Dios para sus vidas” (algo que Dios nunca les ha dicho que
hagan).
“Perfecta voluntad” (la idea de que Dios tiene un plan
especí co para nosotros, y de que si obviamos ese plan estaremos
viviendo en una especie de “plan B”) no es un concepto que las
Escrituras apoyen. Nuestra responsabilidad es asegurarnos de que
estamos cumpliendo con los estándares morales de Dios. Pero fuera
de eso, tenemos libertad para escoger el camino que tomarán
nuestras vidas. Este es un concepto muy complicado de entender
para muchos cristianos. Queremos creer que Dios tiene que darnos
luz verde para cada una de nuestras decisiones (que él tiene una
voluntad perfecta para cada uno de nosotros y no una que tenemos
que encontrar por nosotros mismos). ¿Pero es esto realmente
consistente con las características de Dios y de su interacción con
nosotros?
A lo largo de las Escrituras, Dios se presenta a sí mismo usando
la analogía de un padre bueno. Aunque no tengas el mejor papá
biológico del mundo, tú sabes cómo un buen padre debería ser.
Personalmente me siento bendecido, porque tengo un gran
papá. Mi papá es un arquitecto de profesión, y su personalidad calza
perfectamente con la carrera que él escogió. Es muy ordenado,
estructurado, y calculador. Si él no fuera así, le hubiera sido muy
difícil construir algo en su vida (y si él no fuera meticuloso, los
edi cios que ha diseñado posiblemente se hubieran caído). Veo a mi
padre como un gran creador, que tiene muchos de los atributos de
Dios en cuanto al orden, el propósito y la imaginación.
Sin embargo, a pesar de ser un padre tan bueno, mi padre no
espera que yo dependa de él para cada decisión que tengo que
tomar. ¿Puedes imaginarte como sería mi vida si así fuera?
–Hola papá, soy yo. Mis amigos quieren que vayamos juntos a
almorzar, ¿debo ir con ellos
–Claro hijo, deberías ir.
–¿A dónde debería ir?
–Podrías ir a McDonald’s.
–¿Qué debería ordenar?
–Tal vez un combo que incluya un Big Mac.
–¿De qué tamaño lo debería ordenar?
–No tan grande, un tamaño mediano …
Creo que entiendes la idea. Sería ridículo esperar que mi padre
tuviera una opinión rme en todas mis decisiones. Mi padre me ha
enseñado a escoger entre las cosas buenas y las cosas malas, y me ha
enseñado a tomar buenas decisiones. Sin embargo, yo tengo libertad
para tomar esas decisiones dentro de los parámetros que él me ha
enseñado, intentando no meterme en problemas.
Dios (el mejor papá que uno podría tener) ha hecho lo mismo
por nosotros. Nos ha dado los límites de sus estándares morales, y la
libertad de tomar nuestras propias decisiones dentro de esos límites.
TÚ TOMARÁS LAS MEJORES DECISIONES
No entender de manera correcta la voluntad de Dios nos puede
llevar a los cristianos a tomar decisiones tontas. En un esfuerzo por
encontrar “la perfecta dirección de Dios” para cada una de las
decisiones de la vida, la gente ha adoptado muchas prácticas
supersticiosas que pueden ser peligrosas. Miremos de cerca algunas
de ellas …
SEGUIR SEÑALES
¿Alguna vez has jugado el juego “Dame una señal” con Dios? Es
ese juego en el que tú haces un trato con Dios acerca de las
decisiones que necesitas tomar. Te daré un ejemplo de mi propia
vida. Cuando llegó el momento de decidir a qué universidad asistir,
mi estrategia fue enviar mi solicitud de ingreso a tres universidades:
a la UCLA, a la UECC, y a la Universidad de BIOLA. Me convencí a
mí mismo que la señal de Dios sería recibir la carta de aceptación de
alguna de esas universidades. Aquella que aceptara mi aplicación
sería aquella a la que Dios quería que yo asistiera. Y me sentí bien
con mi estrategia, hasta que mi papá me señalo algo: había una gran
posibilidad de que me aceptaran en las tres universidades. Debo
admitir que no había considerado esa posibilidad. Estaba
convencido de que Dios permitiría que fuera aceptado solamente en
una universidad, la de su voluntad, y a esa asistiría. El problema era
que mi trato con Dios no estaba basado en principios bíblicos. En las
raras ocasiones en las Escrituras donde Dios interviene directamente
en la vida de las personas para ofrecerles guía y dirección, es el
Señor (no la persona involucrada) quien inicia el contacto. María no
estaba buscando una visita del ángel, y mucho menos que le dijera
que ella sería la madre del Hijo de Dios. Noé no estaba esperando
que Dios le dijera que construya un arca. Moisés no estaba buscando
una zarza ardiente cuando Dios le habló. Si Dios tiene algo que
revelarnos, él lo hará en su propia forma y en su propio tiempo. Él
no necesita pedirnos permiso, él ciertamente no necesita esperarnos
a nosotros. De hecho, tratar de interpretar las señales de Dios puede
llevarnos a toda clase de problemas.
Cuando estaba en la universidad, una mujer joven me dijo que
Dios le había dado una señal, que le había dicho que debía casarse.
Ella me dijo que había orado por una señal, y que Dios se la había
dado (y aparentemente ella le había pedido a Dios que compartiera
esta señal conmigo). La señal indicaba que debíamos casarnos, ella y
yo. Su revelación me puso en una posición muy incómoda.
Realmente me incomodaba verla a ella sufrir por “mi falta de
sujeción a la voluntad de Dios para nuestras vidas”. Así que
pregunto: ¿ves realmente el peligro de seguir señales ambiguas?
Gedeón es una de las pocas personas mencionadas en la Biblia
que pidió y recibió de Dios una señal. (Encontrarás su historia en
Jueces 6:7-8). Podemos aprender algo de la historia de Gedeón.
Primero, Gedeón buscó la con rmación de un mensaje muy
especí co que Dios le había dado a través de medios
extraordinarios. La intención de Gedeón era quitarse la duda que
tenía, no estaba buscando ayuda para escoger que hacer. Segundo,
el plan de Gedeón requería una actividad sobrenatural. El terreno
tenía que estar seco y el vellón mojado, para no dejar duda alguna
de que la mano de Dios estaba obran do. Tercero, la prueba de
Gedeón resultó positiva cuando usó por segunda vez su estrategia
(que ahora el suelo estuviera mojado y el vellón estuviera seco).
Cuando he visto a jóvenes jugando el juego de “Dame una señal”
con Dios, usualmente dicen cosas como estas: “Si tengo que invitarla
a salir, entonces que ella responda el teléfono la primera vez que suene”,
o “Si debo salir con él, que lleve puesta una camisa roja”. Lo siento
mucho, pero estas situaciones no son señales de Dios, y no son
bíblicas en ningún sentido.
Si tú crees que Dios te va a dar una señal, asegúrate de hacerlo
adecuadamente. Tienes que probarlo en ambas formas,
positivamente y negativamente, para obtener una respuesta (como
lo hizo Gedeón). Si tú dices por ejemplo: “Dios, quiero saber si debo
invitar a salir o no a la chica que me gusta”, di algo así: “Que el agua se
convierta en Coca-Cola”, y después de eso dejas un vaso de agua en
la mesa. Una vez que esto se te cumpla, no te detengas ahí, sino que
ahora dile: “Dios, si tú no quieres que yo la invite a salir, convierte
entonces este otro vaso de agua en Coca-Cola”, y dejas otro vaso de
agua sobre la mesa. Ahora bien, si terminas con agua en vez de
Coca-Cola en ambas ocasiones, ¿qué conclusión sacarás? ¿Qué te
dice esto acerca de la voluntad de Dios?
Otro problema con buscar la voluntad de Dios en diferentes
señales es que dejamos las señales libradas a nuestra propia
interpretación. Por ejemplo, una persona podría decir: “Dios, ¿debo
asistir a esta clase o no? Dame una señal clara”, entonces si algo
inusual sucede, la persona decide que debe ser una señal de Dios.
Sin embargo, Dios nunca va a insultar nuestra inteligencia. Él no le
habla a la gente a través de mensajes ambiguos, dejando luego que
ellos decodi quen esos mensaje. Cuando se re ere a su voluntad
para nuestras vidas, ¿por qué va él a di cultarnos las cosas, dejando
todo a oscuras? Ese no es el carácter de Dios, y esa no es la forma en
la cual él trabaja.
AFERRARSE A UN SENTIMIENTO
Tuve que enfrentarme con una de las principales decisiones de
mi vida cuando tenía catorce años. No estaba seguro de si debía
lanzarme para ser presidente de mi escuela o simplemente
presidente de mi clase. Cada opción tenía algunas cosas positivas y
otras negativas, y tan sólo tenía un par de semanas para decidir.
–¿Cómo sabré qué escoger? –le pregunté a una mujer cristiana
durante un campamento de verano.
–Simplemente lo sabrás –me dijo ella.
Pero no lo sabía, así que le pregunté– ¿Cómo es que uno lo
sabe?
Dios te habla con una voz tranquila y susurrante –me explicó.
Esperé, pero no escuché ni vi nada.
¿Una voz que me diga qué? ¿Cómo es que suena esta voz? –le
pregunté.
Realmente no es una voz audible –dijo la mujer–. Es algo
dentro tuyo que te dirá lo que tienes que hacer.
Ahí fue cuando me perdí. Un rápido estudio del Nuevo
Testamento nos con rma que no existe ningún lugar en el que Dios
diga que tenemos que guiarnos a través de sentimientos ambiguos.
En las Escrituras, cuando Dios nos da instrucciones (lo cual, quisiera
repetir, ocurre en ocasiones muy, muy raras), él siempre lo hace de
una manera clara.
Existe un pasaje que las personas usualmente usan para apoyar
la idea de que Dios habla a través de una voz calma y un susurro. Es
la historia de Elías, en el Antiguo Testamento, más especí camente
en 1 Reyes 19:11-14, que dice:
El Señor le ordenó:
–Sal y preséntate ante mí en la montaña, porque estoy a punto
de pasar por allí. Como heraldo del Señor vino un viento recio,
tan violento que partió las montañas e hizo añicos las rocas;
pero el Señor no estaba en el viento. Al viento lo siguió un
terremoto, pero el Señor tampoco estaba en el terremoto. Tras el
terremoto vino un fuego, pero el Señor tampoco estaba en el
fuego. Y después del fuego vino un suave murmullo. Cuando
Elías lo oyó, se cubrió el rostro con el manto y, saliendo, se puso
a la entrada de la cueva.
Entonces oyó una voz que le dijo:
—¿Qué haces aquí, Elías?
Él respondió:
—Me consume mi amor por ti, Señor, Dios Todopoderoso …
Esta idea de un susurro apacible, o, como la Nueva Versión
Internacional lo traduce, un “suave murmullo”, ha sido mal
interpretada por muchas personas como un sentimiento o una
impresión. Como puedes ver, esta era una voz audible.
La creencia de que Dios se dirige a nosotros por medio de
sentimientos ambiguos como la “paz interior” es una mala
interpretación, y es muy peligrosa. Algunas personas han venido a
mi o cina y han intentado que yo abandone mi creencia y acepte la
de ellos. ¿Cuál es la prueba que me ofrecen para saber que lo suyo
es cierto? Simplemente me dicen: “Es que lo siento como un fuego en
mi pecho”.
Realmente Dios nos ha dado paz, pero esa paz no puede ser una
in uencia para tomar decisiones. La idea de que un sentimiento o
una paz interna signi quen que la voluntad de Dios es hacer esa
cosa, y que si no hay paz signi ca que no tenemos que hacerla, es
ridícula. Piensa, ¿tuvo Jesús paz mientras estaba orando en el jardín
de Getsemaní justo antes de que fuera arrestado y cruci cado?
Lucas 22:44 dice que Jesús estaba batallando con un intenso dolor,
y la expresión que emplea el escritor es “su sudor era como gotas de
sangre que caían a tierra”. La falta de paz interior de Jesús en esta
situación no tenía nada que ver con la voluntad de Dios.
De igual manera, hay momentos en que uno no siente
absolutamente ninguna culpa o vergüenza por hacer algo que uno
sabe que está mal. Esa falta de paz no tiene nada que ver con la
voluntad de Dios. Dios no nos guía con sentimientos ambiguos.
MALINTERPRETAR LAS PUERTAS ABIERTAS
En las Escrituras, “puertas abiertas” se re ere a las
oportunidades que Dios nos da para hacer algo. Sin embargo, la idea
de que tenemos que ver si las puertas se abren o no para tomar
nuestras decisiones es un concepto que no es bíblico.
Miremos lo que la Biblia tiene que decirnos acerca de las
puertas abiertas: “Pero me quedaré en Éfeso hasta Pentecostés, porque
se me ha presentado una gran oportunidad para un trabajo e caz, a
pesar de que hay muchos en mi contra” (1 Corintios 16:8-9). Pablo
decide continuar su ministerio en Éfeso porque había surgido una
oportunidad que era demasiado buena para dejarla pasar.
En contraste, en 2 Corintios 2:12-13 se describe una situación
en la cual Pablo no tenía la ventaja de tener una puerta abierta:
“Ahora bien, cuando llegué a Troas para predicar el evangelio de Cristo,
descubrí que el Señor me había abierto las puertas. Aun así, me sentí
intranquilo por no haber encontrado allí a mi hermano Tito, por lo cual
me despedí de ellos y me fui a Macedonia.” Este pasaje nos muestra
cómo el Señor abrió una puerta para el ministerio de Pablo en
Troas. Pero Pablo estaba preocupado por Tito así que él fue a
Macedonia en lugar de ir a Troas.
Lo que es problemático en este pasaje es que en ningún
momento encontramos a Pablo saliéndose (o no) de la voluntad de
Dios, cuando él decide no ir a Troas. Cuando Dios abre una puerta,
él ofrece una oportunidad para que escojamos o no escojamos un
propósito. No es un asunto de lo que es correcto o incorrecto, es un
asunto de preferencia personal.
Una vez aconsejé a una mujer joven que había tenido muchas
oportunidades para servir a Dios. Y esto había resultado en un
problema, porque ella estaba intentando hacerlas todas. Se había
inscripto en muchos ministerios y ahora se encontraba en
problemas. Le pregunte por qué se encontraba tan delgada, por qué
había hecho un cambio tan caótico en su vida, y por qué estaba
intentado hacer tantas cosas. “Porque Dios abrió la puerta, y yo quiero
estar en su voluntad”, me respondió ella. En realidad, ella no estaba
cumpliendo con ninguna de sus obligaciones, porque estaba tan
exhausta al intentar cumplirlas todas. La vida está llena de
oportunidades para servir a Dios, así que necesitamos escoger
sabiamente las puertas abiertas por las cuales transitaremos.
Recuerda, el hecho de que una puerta se abra no signi ca que
tengamos que pasar por ella.
Verás que puedes tomar buenas decisiones cuando dejes de
utilizar fórmulas para encontrar la voluntad de Dios. El que tú sepas
mirar los estándares morales de Dios cuando inicias el proceso de
tomar decisiones, y que conozcas que tienes la libertad de escoger lo
que harás más adelante, te pone en un terreno sólido cuando de
tomar decisiones importantes se trata.
Hace poco, en uno de nuestros campamentos de verano, una
chica estaba batallando con su decisión respecto de qué universidad
elegir, así que se me acercó después de una charla que di acerca de
la voluntad de Dios. Tenía una gran sonrisa en su rostro. “Me acabo
de dar cuenta de que tengo la libertad de escoger a cuál universidad
quiero asistir”, ella me explicó. “He estado petri cada y con miedo de
arruinar mi vida si escogía la universidad equivocada. Ahora me doy
cuenta de que cualquier escuela que escoja está dentro de los estándares
morales de Dios. He estado esperando una respuesta, alguna señal de
Dios acerca de a cuál universidad asistir. Gracias por ayudarme a
deshacerme de esta carga en mi vida.”
Espero que tú también te sientas igual después de leer esta
sección del libro. Pero no estás listo aún. La joven mujer, cuyo
nombre es Raquel, regresó y me preguntó cómo podía decidir
sabiamente sobre este asunto de a qué universidad asistir.
“Me alegra mucho que preguntaras”, le dije. Luego procedí a
compartir con ella la información que está en el siguiente capítulo
acerca de aplicar los estándares morales de Dios (y también su
regalo de la sabiduría) para caminar a través del proceso de tomar
buenas decisiones.
CAPÍTULO 5
USANDO LA
SABIDURÍA
PARA TOMAR
DECISIONES
Raquel estaba intentando decidir a cuál universidad asistir. Al
principio ella estaba considerando tres universidades. Sin embargo,
su padre no estaba muy emocionado con una de ellas, así que
siguiendo los estándares morales de Dios cuando dice “Honra a tu
padre y a tu madre” (Éxodo 20:12), Raquel sacó esta escuela de su
lista. De esta forma, su lista se redujo a dos opciones.
¿Así que cuál es el siguiente paso? ¿Hay algún otro escrito en la
Biblia que pueda ayudar a Raquel y que ella pueda aplicar para
tomar una decisión? La respuesta es sí.
Como seguidores de Cristo tenemos una increíble libertad, pero
no toda libertad es necesariamente bene ciosa. Si leemos 1
Corintios 10:23, allí dice: “Todo está permitido, pero no todo es
provechoso. Todo está permitido, pero no todo es constructivo”.
Una vez que apliques los estándares morales de Dios a tu
decisión, aún quedarás frente a muchas opciones diferentes. Algunas
opciones son mejores que otras así que, ¿qué haces en ese
momento?
Pides sabiduría. Como mencioné antes, las personas en el Nuevo
Testamento rara vez oraban por guía especí ca de Dios. Sin
embargo, ellos a menudo oraban por sabiduría. Colosenses 1:9 dice:
“Por eso, desde el día en que lo supimos no hemos dejado de orar por
ustedes. Pedimos que Dios les haga conocer plenamente su voluntad con
toda sabiduría y comprensión espiritual”. Y Santiago 1:5 “Si a alguno
de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará, pues Dios
da a todos generosamente sin menospreciar a nadie”. ¿Recuerdan la
analogía que mencionaba antes, acerca de ser un buen padre? Mi
padre no nos dio una lista de lo que era correcto e incorrecto. Lo
que él hizo fue enseñarnos a tomar buenas decisiones y a aplicar la
sabiduría en nuestras vidas.
Dios también nos ha dado sabiduría a nosotros. La Biblia está
repleta de ella. Exploremos cómo usar la sabiduría de Dios cuando
tenemos que tomar decisiones.
CAPÍTULO 6
CUATRO
CONSEJOS ÚTILES
PARA TOMAR
DECISIONES SABIAS
Nuestro cerebro funciona con patrones, los cuales se van
desarrollando a lo largo de un determinado tiempo. Cuando
aprendiste a leer, ponías atención a cada letra y a cada sonido
mientras leías. Leer, aunque fuera una pequeña oración en un libro,
requería una cantidad considerable de tu tiempo y de tu esfuerzo.
Luego, mientras se te hacían más familiares las palabras y los
símbolos, ya no veías letras individuales sino palabras completas.
Un patrón se había desarrollado. Ls ptrnes hacn qu sea psible leer
sta orción auque ten algns ltras.
Cuando se trata de tomar decisiones también utilizas algunos
patrones. De hecho, los patrones pueden ayudarnos a tomar
decisiones y juicios increíblemente rápido. Cuando vas a tu
restaurante favorito, normalmente pides el mismo plato, aquél con
el que has tenido buenas experiencias en el pasado. Y todos tenemos
nuestra propia ropa favorita y nuestras propias bebidas favoritas.
Esto es resultado de los patrones que hemos usado en nuestro andar
diario de toma de decisiones.
Dentro de nuestro cerebro están las neuronas, que son
estimuladas constantemente. Las neuronas son las que nos ayudan a
armar estos patrones en nuestro cerebro. Puedes pensarlo como si
fuera un campo de césped. Cuando caminas a través de él por
primera vez, dejas una marca en el césped. Cuando camines otra
vez, vas a seguir el mismo patrón que hiciste la primera vez. A lo
largo del tiempo, y cuanto más utilices ese camino, la marca se hará
cada vez más permanente. En términos de toma de decisiones, entre
más elijas cierto tipo de opciones, más te verás in uenciado a tomar
esas mismas decisiones en el futuro.
Nuestro cerebro procesa ambas cosas, la razón y la emoción (y
tenemos patrones que están sujetos a ambas). Las emociones pueden
ser muy in uyentes a la hora de tomar decisiones. Sin embargo,
algunos patrones emocionales pueden sacarnos del camino. Tal vez
es por eso que el libro de Proverbios dice: ”Por sobre todas las cosas
cuida tu corazón, porque de él mana la vida” (Proverbios 4:23).
Si tú formas patrones de pensamiento buenos y saludables, se te
hará más sencillo tomar buenas decisiones en el futuro. Es por eso
que resulta importante entender los patrones que in uyen sobre
nuestra forma de tomar decisiones y, si es necesario, reemplazarlos
por nuevos patrones.
Mientras estudiaba el libro de Proverbios (una colección de
buenos patrones), encontré algunos principios que pueden
ayudarnos a tomar buenas decisiones. Si los pones en práctica
pueden ser patrones que se incorporen a tu estilo de vida. Y, a pesar
de que te los voy a explicar en forma de “pasos”, no siempre ocurren
en esta secuencia. Vamos, adelante …
PASO N°1
NO TOMES DECISIONES A LAS APURADAS
La mayoría de las malas decisiones que tomamos ocurren
cuando las tomamos apurados. A nuestro cerebro, que ama los
patrones, le gusta tomar decisiones y emitir juicios de una manera
acelerada (a pesar de que no siempre son los mejores). Así que, para
empezar, el paso más decisivo (y a menudo el que representa un
desafío mayor) es darnos cuenta de que no tenemos que
apresurarnos al tomar la mayoría de nuestras decisiones. Sin
embargo, muchos de nuestras decisiones apresuradas son el
resultado de que otras personas nos presionan para que decidamos
de una manera acelerada.
Las compañías de publicidad gastan anualmente billones de
dólares para tratar de convertirnos en compradores impulsivos. Las
tiendas quieren que tomes decisiones instantáneas. Ellas saben que
si tú te tomas el tiempo para pensar acerca de la compra,
posiblemente no la lleves a cabo. Es por eso que la publicidad tiene
que ver con letreros que dicen “¡Apresúrate, oferta limitada!
¡Compra ahora! ¡Oferta de último minuto!” Nota: las personas que
saben de este negocio sugieren que nunca compres nada que tenga
un precio alto hasta que te hayas tomado al menos un día para
pensarlo. (Ese es realmente un buen consejo. Mi esposa quiere que
me tatúe esa frase en la frente.) Esperar es a menudo una buena e
inteligente decisión.
Una de mis compañeras de la universidad era una chica
realmente linda y dulce. Un día, en la iglesia, ella conoció a un
chico que estaba en el ejército. De inmediato se enamoró de él, y
empezaron a tener una relación por teléfono, hablando cada día
durante todo el tiempo que él estuvo fuera del país. Meses después,
él regresó a nuestro pueblo para visitarla por un par de días. Ella me
dijo que se iban a casar. ¡Estaba tan emocionada! Yo supuse que
ellos esperarían al menos un año, o algo por el estilo, pero ella me
dijo que se iban a casar de inmediato.
¿Qué piensan tus padres al respecto? –le pregunté.
Ellos piensan que es una mala idea que nos casemos –replicó
ella.
La miré jo a los ojos y le dije– ¿Adivina qué? Estoy de
acuerdo con tus padres. Es una idea terrible. Apenas conoces a
este chico. Date algún tiempo para pensar. Y si realmente es una
decisión adecuada, seguirá siendo adecuada dentro de unos
meses.
Poco tiempo después me di cuenta de que ya no estaba en la
escuela, y me preocupé un poco. Intenté localizarla, pero nadie
sabía dónde estaba. Finalmente llamé a la casa de sus padres para
saber de ella. Su madre dijo: “¿No está en la escuela?”. Sus padres no
tenían idea de dónde estaba ella.
Como me lo imaginé, mi amiga se había ido a Las Vegas a
casarse con su novio. Sus padres estaban atónitos pero no sabían
qué hacer. Y, semanas más tarde, mi amiga había tenido que salir de
la universidad durante su primer año de estudios.
Pero esa no fue la peor parte. Unos días después de su
casamiento, mi amiga recibió una llamada de la policía militar. Ellos
le dijeron que no era la única mujer con la cual su amante esposo
estaba casado. Este tipo le había dicho a mi amiga que era
divorciado. Sin embargo, el proceso legal de divorcio nunca había
sido nalizado. Por lo cual el comandante militar le había ordenado
a él que anulara su último matrimonio o que se enfrentara a una
baja deshonrosa en el servicio militar. Así que, ¿qué fue lo que hizo
el “esposo” de mi amiga? Se deshizo de ella como si fuera un viejo
costal de papas, y mi amiga quedó devastada por su traición y por
sus mentiras (recuerda que ella ya había consumado su
matrimonio).
Proverbios 19:2 dice: “El afán sin conocimiento no vale nada;
mucho yerra quien mucho corre”. En otras palabras, no está bien
decidir algo sin tener conocimiento previo acerca de aquello sobre
lo cual vamos a decidir. La primera pregunta que necesitas hacerte a
ti mismo es: “¿Cuánto tiempo tengo para decidir?” Luego tómate ese
tiempo. Si alguien intenta apresúrate o intenta presionar tu decisión,
eso será un indicador de que estás en problemas.
PASO N°2
REÚNE INFORMACIÓN
Muchas decisiones nunca llegan al paso N°2 porque son
tomadas impulsivamente, basándonos en nuestros instintos o
sentimientos más que en nuestra razón, nuestra re exión, o un
consejo útil. Mientras esa parece ser una forma adecuada de encarar
la vida, realmente es una forma muy insensata. Cuando únicamente
te basas en tu conocimiento y opiniones, limitas tus opciones. Sin
embargo, cuando buscas información adicional y opiniones
diferentes, expandes tus opciones.
Algunas veces, este paso de reunir información es sencillo
debido a que la situación está frente a ti. Sin embargo, algunas veces
el proceso es difícil y lento. Involucra más que simplemente
preguntarle a un amigo o a una amiga lo que él o ella piensan.
Proverbios 18:17 dice: “El primero en presentar su caso parece
inocente, hasta que llega la otra parte y lo refuta”. Un día cuando yo
era niño, mi padre y yo aprendimos esta lección de una manera
complicada. El problema comenzó cuando mi pequeño hermano
Jonathan decidió golpear a mis dos hermanos gemelos menores (a
ambos). A pesar de que él tenía siete años y ellos tan sólo tres años,
Jonathan les dio una tunda. Les jaló el cabello, y les dio de
puñetazos hasta que ambos empezaron a llorar. ¡Fue muy divertido!
Cuando mi padre corrió a la habitación, vio a sus dos hijos
gemelos llorando y me vio a mí riendo desaforadamente.
Rápidamente él concluyó que yo era quien les había causado el
problema, así que se que quitó el cinturón y empezó a castigarme.
De repente, yo ya no estaba riéndome. Estaba gritando: ”¡Yo no lo
hice, yo no lo hice!”. Papá me miró y me dijo: “¿En serio? ¿Entonces
por qué te estabas riendo?”
Cuando le expliqué lo que realmente había sucedido, mi padre
se sintió muy mal. Le había pegado a un niñito inocente. (Yo pensé
que este sería un buen momento para pedirle una nueva
computadora). Al principio parecía muy adecuado lo que él estaba
haciendo, hasta que alguien vino y le dio más información. Es
importante examinar todas las versiones antes de llegar a una
conclusión.
Las personas sabias son capaces de ver las situaciones desde
diferentes puntos de vista. A pesar de que el punto de vista de otras
personas pueda estar equivocado, es importante tener la capacidad
para entender por qué esas personas actúan o ven de la manera en
que lo hacen.
Hace algunos años estaba de moda la famosa frase WWJD
(“¿What Would Jesus Do?”, o “¿Qué haría Jesús?” en español). La
idea era pensar desde la perspectiva de Jesús para la vida. Yo
quisiera llevar esta expresión un poco más allá, y aplicarla a
cualquier otra persona que pueda conocer personalmente los hechos
y las situaciones que se han vivido. Por ejemplo, yo podría
preguntarme qué haría mi hermano mayor en esta situación, o que
harían mis padres si se encontraran en el lugar en el que me
encuentro yo en este momento, o que haría Albert Einstein, o que
haría Leonardo Da Vinci, o que haría cualquier otra persona a la que
yo admire. Aprender a tener en cuenta las perspectivas de otras
personas puede ser extremadamente bene cioso. Por un lado, nos
ayuda a mantenernos centrados en nuestra forma de pensar. Por
otro lado, nos ayuda a aprender a expandir nuestras opciones
cuando afrontamos ciertas situaciones.
Algunas veces este paso de reunir información requiere más que
simplemente pensar acerca de diferentes perspectivas. Algunas veces
involucra una investigación física. Por ejemplo, recientemente
compré una computadora, y en gran parte lo hice porque quería
editar los videos de mi familia. Sin embargo muy pronto descubrí
que mi cámara de video no era compatible con esta computadora.
La cámara era muy antigua.
Así que fui a comprar una nueva cámara de video. El empleado
que me atendió en la tienda de electrónica me mostró una cámara y
me habló acerca de los últimos avances en tecnología. Pero cuando
le pregunté si era compatible con mi computadora, él miró la caja,
la leyó de un lado a otro, y tartamudeó en su respuesta. Ese fue el
momento en que perdí toda mi con anza en su consejo.
Del mismo modo ocurre cuando iniciamos el proceso de toma
de decisiones. Me di cuenta de que no necesitaba comprar una
cámara en ese momento, a pesar de que estaba ansioso por empezar
a editar los videos de mi familia. Decidí que iba a esperar a tener
más y mejor información.
Regresé a casa y busqué en Internet muchas páginas que me
aconsejaran acerca de diferentes tipos de cámaras. Encontré que
efectivamente la cámara que iba a comprar no era compatible con
mi computadora. También me di cuenta de que la cámara ideal para
lo que yo necesitaba costaba varios cientos de dólares menos que
aquellas que me habían mostrado en la tienda. Al nal, un poco de
investigación física me ayudó a tomar una mejor decisión.
Si estás a punto de tomar una decisión que requiere
investigación física, aquí hay algunos consejos:
PRIMER CONSEJO:
HAZ UN BUEN USO DE LAS TARJETAS
Cuando vas a tomar una decisión es muy útil mirar la
información relevante, poniéndola por escrito en frente tuyo, en
lugar de tenerla en el aire sin llegar a nada.
Supongamos que estás a punto de escoger un taller para cursar
el semestre que viene (porque tienes materias obligatorias pero
también un taller optativo). Tus opciones incluyen: Costura, Cocina,
Artesanías en madera, y Programación de computadoras. Tu primer
paso debería ser escribir en papel, preferentemente en tarjetas, los
detalles acerca de tus opciones.
Aquí hay algunos ejemplos:
•El taller de Artesanías en madera sólo está disponible
durante el horario después del almuerzo, no por la mañana.
•Detesto ensuciarme las manos, ya sea trabajando la madera
o cocinando. •Conozco a la profesora de Cocina y es
realmente muy divertida.
•Mi amiga va a tomar las clases de Costura. •Tendré mucha
tarea (de mis otras materias) para hacer el semestre que
viene.
Una vez que hayas llenado varias tarjetas, divídelas en
categorías. Por ejemplo, las tarjetas que digan “siempre he querido
coser”, “mi amiga quiere tomar las clases de costura” y “coser
requiere poco trabajo” deberían estar en un mismo grupo. La idea es
que las dispongas en categorías para luego analizar con más claridad
la situación y tomar una decisión acertada.
Una vez que hayas agrupado tus tarjetas, puede que te des
cuenta de que necesitas un poco más de información, pero que esa
información no está disponible en tu cabeza en este momento. No
hay ningún problema. Investiga un poco. En el ejemplo que
poníamos, tal vez quieras hablar con algunos estudiantes que ya
hayan tomado las clases que tú estás considerando, para tener otras
fuentes de información. Y mientras más información tengas, más
tarjetas.
SEGUNDO CONSEJO:
PESA LOS PROS Y LOS CONTRAS
Tal vez te resulte posible tomar una decisión con solo haber
escrito y agrupado tus tarjetas. Pero si no es así, intenta con mi
segundo consejo (pesar los pros y los contras de cada opción). En la
parte superior de una hoja escribe la decisión que quieres tomar, y
haz un par de columnas para cada opción, una columna que diga
“pros” y otra columna que diga “contras”. Recuerda que los pros
tienen que ver con todas las cosas positivas que derivarían de tomar
esa decisión, y los contras con todas las cosas negativas que
ocasionaría tomar esa decisión. Utiliza todo el tiempo que necesites
y todas las opciones que se te ocurran para llenar tu lista con pros y
contras.
Si estás enfrentando una decisión como la del ejemplo anterior,
vas a usar cuatro hojas de papel: una para el taller Artesanías en
madera, otra para las clases de Costura, otra para el taller de Cocina
y otra para clases de Programación de computadoras. Luego vas a
llenar las listas adecuadamente con todos los pros y los contras que
se te ocurran para cada opción.
Si, por ejemplo, la programación de computadoras requiere
mucho de tu tiempo en casa, probablemente esto vaya en la
columna de los contras. Otro ejemplo es el de las clases de costura,
que requieren muy poco trabajo y esto probablemente vaya en la
columna de los pros. “Mi amiga está tomando las clases de costura”,
bueno … esto puede ir en los pros o en los contras, dependiendo de
cómo te lleves con tu amiga. Tú decides en qué columna vas a poner
cada cosa.
Una vez que termines de confeccionar todas tus listas, mira bien
cómo ha quedado cada una. Vas a darte cuenta de que muchos de
los datos, opiniones, y pensamientos que tenías “ otando en el
cerebro” ahora están bien ubicados en cada una de las columnas, lo
cual va a lograr equilibrio y claridad en tu mente a la hora de tomar
la decisión. Si, por ejemplo, decides que las clases de costura son las
que tienen más potencial para ti basándote en tu lista de pros y de
contras, posiblemente sea esa la que termines escogiendo. Si algo
cambia (por ejemplo, que la clase de costura estaba llena), entonces
aún tienes su ciente información como para tomar otra decisión que
te bene cie.
TERCER CONSEJO:
HAZ ALGÚN CAMBIO EN LA COLUMNA DE LOS
CONTRAS
Si tu decisión aún no es clara, ve a la columna de los contras y
fíjate si hay algo que puedas “arreglar”. Algunas veces estarás en
condiciones de minimizar o reducir los aspectos negativos de ciertas
cosas simplemente haciendo algunos ajustes. Por ejemplo, si quieres
tomar las clases de Programación de computadoras, podrías ajustar
tus horarios y tu tiempo libre de manera de poder trabajar en casa el
tiempo que sea necesario.
Finalmente, si aun tienes problemas para decidir si tus pros son
más fuertes que tus contras, intenta ponerle a cada pro y a cada
contra una cali cación del uno al diez, basándote en qué tan
signi cativos son para ti (siendo uno “poco importante”, y diez
“extremadamente importante”). Si le das un número a cada una de
las anotaciones en tus listas de pros y de contras, y luego sumas y
restas (todos los pros menos todos los contras) te darás cuenta de
que alguna lista será la que sobresalga por su mayor puntaje, y esto
te ayudará a tener una visión más clara de la decisión que vas a
tomar.
CUARTO CONSEJO:
¿QUÉ TANTO AFECTARÁN MIS DECISIONES
A OTRAS PERSONAS?
Podemos usar estrategias similares para determinar qué
impacto tendrá una decisión en otras personas. Esto es algo
importante para tener en cuenta, porque Dios nos da instrucciones
de que debemos cuidar y proteger a otros así como nos cuidamos a
nosotros mismos: “No seas vengativo con tu prójimo, ni le guardes
rencor. Ama a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor” (Levítico
19:18). Supongamos que tu familia está a punto de hacer un viaje
para visitar a tu abuela que vive en otro lugar. Desafortunadamente,
ese viaje entra en con icto con el campamento de verano de tu
grupo de jóvenes. Tus padres te dicen que puedes elegir (puedes ir
con ellos de viaje, o puedes ir al campamento).
Tu primer paso para tomar una decisión es hacer una lista en
dos tarjetas separadas, con los nombres de las personas que se van a
ver afectadas por cada una de las dos alternativas, “ir a casa de la
abuela” e “ir al campamento”.
En este caso, esos nombres pueden incluir a tu mamá, a tu
papá, a tu hermano, a tu abuela, a tu mejor amigo, a tu amigo
nuevo que va a ir al campamento por primera vez y, desde luego, tu
nombre debe estar también.
Pregúntate a ti mismo cuáles de esas personas estarían
contentas si fueras al viaje de la familia. Tu abuela de nitivamente
lo estaría, ya que no te ha visto por casi un año. Y tú también
quieres verla. Sin embargo, tú sabes que vas a volver a verla dos
semanas más tarde en la boda de tu primo. Por otra parte, tu mamá
ha añorado este tiempo para que la familia esté junta, a pesar de
que ella te ha dado opción de escoger.
Ahora piensa qué tan feliz estarás si vas al campamento.
Ciertamente a tu mejor amigo y a tu nuevo amigo les gustaría que
los acompañaras al campamento. Tu hermano también lo preferiría,
ya que le dejarías todo el asiento del auto familiar para él solo.
Además, asistir a esos campamentos ha sido algo muy especial para
ti en el pasado, así que de nitivamente estarías contento de poder ir
este año también.
El siguiente paso es considerar a quién puedes lastimar con tu
decisión. Empecemos con las vacaciones de tu familia. Si escoges ir
con tu familia, el único miembro de la familia que podría sufrir es tu
hermano, porque probablemente le gustaría tener todo el asiento de
atrás para él solo. Las demás personas de tu lista, como tu mejor
amigo, posiblemente te extrañen pero no van a estar tristes ni
deprimidos si no vas al campamento. Para tu nuevo amigo, sin
embargo, representa un problema diferente. Tú eres el único en el
grupo de jóvenes que hace realmente un esfuerzo por hacerlo sentir
cómodo. Si tú no vas al campamento, puede que tu nuevo amigo
escoja no ir él tampoco.
Por otro lado, si tú escoges ir al campamento podrías herir los
sentimientos de tu mamá. No sabes con certeza cómo se sentirá tu
abuela, pero estás bastante seguro de que ella se desilusionará si no
te ve. Además te das cuenta de que tu hermano, por mucho que lo
niegue, se aburrirá todo el camino si tú no vas en este viaje de
familia.
Después de considerar tus alternativas y sus posibles
consecuencias, tú decides. Por ejemplo, puedes decidir que pasar
una semana lejos de tu mejor amigo no es tan malo como perderte
la oportunidad de compartir un tiempo valioso con tu abuela (que
está envejeciendo, y a quién no ves muy a menudo). Te sientes mal
por tu nuevo amigo, pero decides ayudarlo a hacer algunos
contactos con otros chicos de tu grupo, tal vez con tu mejor amigo,
antes de ir al campamento, para que él no se quede en casa sino que
decida acompañarlos y no se pierda esta oportunidad. Al nal,
entonces, tú decides ir con tu familia a la casa de la abuela.
RECUERDA, TÚ NO ERES RESPONSABLE POR
LA FELICIDAD DE OTROS
Cuando estés pensando en cómo tus decisiones van a afectar a
otras personas, recuerda que, aunque eres responsable FRENTE a las
personas, no eres responsable POR las personas. Tú puedes ponerte
a su disposición para ayudarles, pero al nal son ellos los que toman
las decisiones en sus vidas (para bien o para mal). En otras palabras,
tú no eres responsable por la felicidad de otras personas. A lo largo
de tu vida te encontraras con amigos que tomarán decisiones
terribles, y con amigos que te presionarán para que los ayudes a
lograr sus propios propósitos. Esto último es lo que se conoce como
“manipulación”. No permitas que te suceda. Obviamente tú quieres
demostrarles amor a las personas que están cerca tuyo, pero no al
punto de que se aprovechen de ti en el proceso.
No todas las decisiones involucran datos que puedan ser
recolectados con facilidad, pero es importante que reúnas mucha
información que te pueda dar diferentes perspectivas a la hora de
tomar una buena decisión.
PASO N°3
EVALÚA TUS MOTIVACIONES
Proverbios 12:15 dice: ”Al necio le parece bien lo que emprende,
pero el sabio atiende al consejo”.
Las motivaciones pueden ser un arma de doble lo, y a menudo
pueden ser engañosas y difíciles de descubrir. Puede que diez
personas hagan la misma cosa, pero si les preguntas encontrarás
diez diferentes razones para hacerlo. Aún así, las motivaciones son
tremendamente importantes. En el sermón del monte, Jesús animó a
sus seguidores a orar, a ayunar, y a dar, pero a hacerlo de modo que
la gente no se diera cuenta de que lo estaban haciendo (lee Mateo
6:1-18). Él sabía que muy a menudo hacemos este tipo de cosas
(incluso cosas buenas) por razones egoístas.
Los seres humanos somos maestros de la racionalización. Una
canción que salió hace algunos años intentaba racionalizar el sexo
con estas palabras: “¿Cómo puede el amor estar equivocado si se
siente tan bien?” A menudo asumimos que algo está bien o que es
correcto sólo por el hecho de que queremos hacerlo. Pero esa
actitud no es diferente del instinto animal. Simplemente tenemos
palabras más bonitas para describirlo, como pasión, romance, y
deseo.
Algunas personas creen que pueden salirse con la suya y tomar
malas decisiones sencillamente agregándole “Dios” a su decisión. He
hablado con adolescentes que han intentado decirme: “Yo sé que
Dios quiere que yo tenga relaciones sexuales”. Así que yo les
pregunto: “¿Cómo sabes eso?”. “Simplemente lo sé”, me han
contestado.
Algunas veces la razón se viste de motivaciones “nobles”. He
conversado con algunos jóvenes que han robado algo, y cuando son
atrapados ellos se excusan con esta brillante explicación: “Yo lo
necesitaba más de lo que lo necesitaba él”. Eso es realmente es
profundo, ¿no lo creen?
Al principio, todas nuestras decisiones parecen correctas. Es
recién un tiempo más tarde cuando nos damos cuenta de qué
estúpidos fuimos, o de qué poca visión tuvimos cuando las
tomamos. Y aun peor es la actitud de algunos de nosotros, que nos
convertimos en maestros de torcer nuestras palabras para que
nuestras razones, motivaciones y acciones parezcan razonables. Si
no estás seguro de tus motivaciones cuando tomas alguna decisión,
hazte a ti mismo las siguientes preguntas:
1. ¿Qué tan seguro me siento al escoger esta opción de entre
todas las opciones disponibles?
2. En mi interior, ¿sé que este deseo que estoy teniendo es
bueno, o es malo?
3. ¿Estoy tan decidido y tan convencido de que debo tomar
esta decisión que no estoy abierto a otras ideas?
Sé muy bien que es difícil tratar de descubrir cada tendencia
que tienes, pero es bueno que te fuerces a ti mismo a pensar acerca
de algunas de las formas en las cuales estás siendo in uenciado. Si
no estás seguro de qué tan fuertes son tus tendencias e in uencias,
responde las siguientes preguntas:
1. ¿Hay personas en tu vida con las que siempre estás de
acuerdo, aunque ellas estén equivoca das?
2. Haz una lista de los cinco peores pecados que una persona
puede cometer.
3. ¿Cuál es la cualidad que tú más admiras en las personas?
4. ¿Por qué te vistes de la forma en que lo haces?
5. ¿Con qué tipo de apariencia (look) te identi cas más?
6. ¿Qué es más importante para ti, terminar una tarea o
relacionarte con alguien?
7. ¿Usualmente preparas todo por adelantado, o esperas
hasta el último minuto?
8. Si tuvieras una reunión con alguien, ¿qué tan tarde podría
llegar esta persona a la cita, antes de que empieces a
molestarte?
9. ¿Qué tipo de persona hace que te enojes por dentro?
10. ¿Qué piensas de las personas que tienen otro trasfondo
étnico (personas de otra raza, de otro país)?
¿A cuáles grupos admiras? ¿A cuáles grupos ni siquiera respetas?
Explica en pocas palabras tu actitud hacia cada grupo.
Una vez que hayas respondido todas estas preguntas,
descubrirás que de nitivamente estás siendo in uenciado por otros
en algunos temas (y que algunas veces tienes opiniones dirigidas
únicamente por las emociones). Tómate un minuto para re exionar
sobre cuánto puede afectarte esto al momento de tomar una
decisión. En otras palabras, piensa qué tan objetivo puedes ser, o
qué tanto te dejas in uenciar por el pensamiento de otros a la hora
de decidir.
PASO N°4
BUSCA GUÍR
Una vez que hayas reunido su ciente información, y que la
hayas puesto por escrito en chas o papeles para tener una mejor
comprensión de tus motivaciones, te encontrarás en una buena
posición para buscar la guía de alguien de afuera, a quien escogerás
teniendo en cuenta qué tipo de decisión necesitas tomar.
Proverbios 21:30 dice: “De nada sirven ante el Señor la sabiduría,
la inteligencia y el consejo”. Así que sería una buena idea poner en
práctica lo que hemos aprendido acerca de los estándares morales
de Dios.
PRIMERA PARADA:
ORA POR SABIDURÍA
¿Quiere Dios que tomemos decisiones sabias? ¡Puedes apostar a
que sí! De hecho, él promete darnos sabiduría cuando la
necesitemos. Santiago, el hermano de Jesús, escribió: ”Si a alguno de
ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará, pues Dios da a
todos generosamente sin menospreciar a nadie” (Santiago 1:5).
Podemos estar con ados en que Dios responderá nuestras oraciones
cuando le pidamos sabiduría. Este pasaje realmente no dice cómo es
que Dios nos la va a dar, pero sí asegura que vamos a recibirla
cuando la pidamos. Así es que antes de recurrir a otras fuentes en
busca de sabiduría debemos pedirle dirección primeramente a Dios.
SEGUNDA PARADA:
TEN EN CONSIDERACIÃN LO QUE TÚ CONOCES ACERCA
DE LOS ESTÁNDARES MORALES DE DIOS
Si realmente estás tomando en serio esto de aplicar los
estándares morales de Dios a la hora de tomar decisiones, el lugar
más lógico para comenzar es con los dos mandatos que Dios nos dio
en Mateo 22:37-40. Número uno, ama al Señor con todo tu corazón,
con toda tu alma y con toda tu mente, y número dos, ama a tu
prójimo como a ti mismo.
Si esos dos son demasiado generales para ti, puedes leer los diez
mandamientos en Éxodo 20. También puedes leer en Romanos 13:910 la forma en que Pablo resumió los mandamientos: “Porque los
mandamientos
que
dicen:
«No
cometas
adulterio», «No mates», «No
robes», «No codicies», y todos los demás
mandamientos, se resumen en este precepto: «Ama a tu
prójimo como a ti mismo.». El amor no perjudica al prójimo.
Así que el amor es el cumplimiento de la ley”.
La desobediencia a los mandatos de Cristo y a los diez
mandamientos puede tomar diferentes formas. Considera la
siguiente lista en Gálatas 5:19-21: “Las obras de la naturaleza
pecaminosa se conocen bien: inmoralidad sexual, impureza y libertinaje;
idolatría y brujería; odio, discordia, celos, arrebatos de ira, rivalidades,
disensiones, sectarismos y envidia; borracheras, orgías, y otras cosas
parecidas. Les advierto ahora, como antes lo hice, que los que practican
tales cosas no heredarán el reino de Dios”.
Desde luego que en lo que respecta a los estándares morales de
Dios éste es sólo el comienzo. En las siguientes páginas hemos
listado algunos elementos adicionales sobre los estándares morales
de Dios que pueden ser un factor importante a la hora de tomar
decisiones, además de algunos pasajes bíblicos pertinentes, y de
preguntas clave que debes tener en cuenta.
SALVACIÓN
“Esto es bueno y agradable a Dios nuestro Salvador, pues él quiere
que todos sean salvos y lleguen a conocer la verdad.” (1 Timoteo 2:3-4)
Nosotros sabemos que la salvación universal no es parte de la
soberana voluntad de Dios, porque no todas las personas pondrán su
con anza en Jesucristo. Sin embargo, la salvación está dentro de sus
estándares morales. Dios quiere que las personas tengan
conocimiento de que Jesucristo puede ser su Señor y Salvador.
Las preguntas a tener en cuenta a la hora de tomar una decisión
serían: Mi decisión, ¿servirá para presentarles a Cristo a otras
personas? ¿Va a crear un obstáculo o un tropiezo para que
otras personas lleguen al conocimiento del Señor?
HONRAR A LOS PADRES
“Hijos, obedezcan en el Señor a sus padres, porque esto es justo.”
(Efesios 6:1)
La opinión de tus padres le importa a Dios. Es importante
mostrarles respeto y consideración a tu padre y a tu madre en las
decisiones que tú tomes. Por supuesto que los padres no son
perfectos. Algunas veces, darles honor y obedecerlos es muy difícil.
Sin embargo, la obediencia es muy importante. Mientras tú estés
bajo la autoridad y la provisión de tus padres, honrar a Dios es
hacer lo que ellos te piden que hagas. Muy frecuentemente me
preguntan: “¿Qué pasa si mis padres me piden que haga algo ilegal
o algo que puede dañarme?” En esa situación, tu trabajo es buscar
ayuda de alguien que tenga a su vez autoridad sobre tus padres.
Recuerda que tampoco es la voluntad de Dios que tú recibas abusos
o que te hagan daño.
La pregunta para tomar decisiones sería: ¿Estarán mis padres
complacidos si yo tomo esta decisión?
SER FIEL
“Ahora bien, a los que reciben un encargo se les exige que
demuestren ser dignos de con anza.” (1 Corintios 4:2)
Nosotros tenemos la responsabilidad moral de ser buenos
administradores del dinero y de las relaciones que se nos han
con ado. Eso signi ca que la responsabilidad que tenemos tiene que
ver con las personas y con los recursos (como el dinero y las
posesiones), y consiste en usarlos de modo que honren a Dios y que
bene cien a otros.
Las preguntas para tomar decisiones serían: Con esta decisión,
¿voy a utilizar de la mejor manera posible las cosas que Dios
me ha dado? ¿Me permitirá esta decisión mostrarles el amor de
Dios a otras personas?
LOS DESEOS DE LA CARNE
“Les hablo así, hermanos, porque ustedes han sido llamados a ser
libres; pero no se valgan de esa libertad para dar rienda suelta a sus
pasiones. Más bien sírvanse unos a otros con amor. En efecto, toda la ley
se resume en un solo mandamiento: Ama a tu prójimo como a ti mismo.”
(Gálatas 5: 13-14)
“Por tanto, hagan morir todo lo que es propio de la naturaleza
terrenal: inmoralidad sexual, impureza, bajas pasiones, malos deseos y
avaricia, la cual es idolatría.” (Colosenses 3:5)
“Porque nada de lo que hay en el mundo –los malos deseos del
cuerpo, la codicia de los ojos y la arrogancia de la vida– proviene del
Padre sino del mundo.” (1 Juan 2:16)
Los animales actúan por instinto. Pero los seres humanos
tenemos la responsabilidad de mostrar autocontrol, entre otros
aspectos, en la forma en que demostramos amor hacia otras
personas. Así que cada vez que sintamos impulsos sexuales o deseos
sexuales hacia algo o alguien, debemos escoger hacer lo que es
correcto.
Las preguntas para tomar decisiones serían: Esta decisión que
voy a tomar, ¿responde a los deseos de mi cuerpo? ¿Necesito
ejercitar un poco más el autocontrol?
AVARICIA
“Porque pueden estar seguros de que nadie que sea avaro (es decir,
idólatra), inmoral o impuro tendrá herencia en el reino de Cristo y de
Dios.” (Efesios 5:5)
Todo lo que conocemos acerca de Dios nos revela su
generosidad hacia nosotros. De igual manera, Dios quiere que
seamos generosos con las demás personas. Cuando somos avaros,
ponemos nuestras posesiones por sobre las personas, y al nal por
sobre Dios también.
La pregunta para tomar decisiones sería: ¿Está mi decisión
motivada únicamente por cuánto voy a ganar yo en esto?
POSICIÓN SOCIAL
“Vivan en armonía los unos con los otros. No sean arrogantes, sino
háganse solidarios con los humildes. No se crean los únicos que saben.”
(Romanos 12:16) Muchas personas harían lo que fuera por
destacarse. Nosotros, por otro lado, no debemos nunca tomar una
decisión que nos separe de los otros en lo que se re ere a la posición
social.
La pregunta para tomar decisiones sería:
¿Está mi decisión basada en un deseo de llamar la atención
de un grupo de personas a las que quiero agradar?
ORGULLO
“Pero él nos da mayor ayuda con su gracia.
Por eso dice la Escritura: «Dios se opone a los orgullosos, pero
da gracia a los humildes.»” (Santiago 4:6)
Muchas de las decisiones que tomamos están basadas en el
orgullo. Nos preocupa mucho cómo vamos a vernos frente a otras
personas. Tomamos decisiones para no vernos nunca débiles, pobres
o heridos. Dios, sin embargo, quiere que basemos nuestras
decisiones en cómo podemos ayudar a otras personas.
Las preguntas para tomar decisiones serían: ¿Cómo incide en
la decisión que voy a tomar mi preocupación en materia de
cómo me ven otras personas? ¿Estoy siendo humilde?
PUREZA SEXUAL
“¿No saben que el que se une a una prostituta se hace un solo
cuerpo con ella? Pues la Escritura dice: «Los dos llegarán a ser
un solo cuerpo.»” (1 Corintios 6:16)
“La voluntad de Dios es que sean santi cados; que se aparten de la
inmoralidad sexual; que cada uno aprenda a controlar su propio cuerpo
de una manera santa y honrosa.” (1 Tesalonicenses 4:3-4)
Aquí importa cómo usas tu cuerpo para la grati cación sexual,
qué películas miras, qué música escuchas, y qué fondo de pantalla
utilizas en tu computadora. Dios quiere que nos comportemos en
todo de una manera sexualmente pura. Las palabras “inmoralidad
sexual” se re eren a todo tipo de mala conducta fuera del
matrimonio, no únicamente a la relación sexual en sí.
La pregunta para tomar decisiones sería: Esta decisión, ¿va a
ayudarme a mantener mi pureza sexual?
PEREZA
“Hermanos, también les rogamos que amonesten a los holgazanes,
estimulen a los desanimados, ayuden a los débiles y sean pacientes con
todos.” (1 Tesalonicenses 5:14)
Algunas veces tomamos decisiones pensando en lo que será más
sencillo. Si bien es tonto trabajar de más, debemos asegurarnos de
que no estemos siendo perezosos u ociosos. Dios quiere que
tomemos decisiones que nos permitan ser usados por él para
compartir su mensaje con otros.
La pregunta para tomar decisiones sería: ¿Estoy escogiendo
esto simplemente porque es el camino más fácil?
HONRAR LOS COMPROMISOS
“Sobre todo, hermanos míos, no juren ni por el cielo ni por la tierra
ni por ninguna otra cosa. Que su «sí» sea
«sí»,
y
su
«no»,
«no», para que no sean condenados.” (Santiago
5:12)
Dios quiere que nosotros seamos personas de palabra. Él
pre ere que digamos que no, y que sea no, a que digamos que sí y
quebrantemos nuestra palabra. La pregunta para tomar decisiones
sería: Esta decisión, ¿hará que rompa mi palabra o quebrante
un compromiso con otras personas?
CUMPLIR LOS VOTOS MATRIMONIALES
«Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se
unirá a su esposa, y los dos llegarán a ser un solo cuerpo.»
(Efesios 5:31)
—¿No han leído —replicó Jesús— que en el principio el Creador
“los hizo hombre y mujer”, y dijo: “Por eso dejará el hombre a su padre
y a su madre, y se unirá a su esposa, y los dos llegarán a ser un solo
cuerpo"? Así que ya no son dos, sino uno solo. Por tanto, lo que Dios ha
unido, que no lo separe el hombre. (Mateo 19:4-6)
El matrimonio es un compromiso importante, pero como somos
personas pecadoras, algunos matrimonios no duran mucho. Sin
embargo, el divorcio o la separación no son el deseo de Dios para
nuestras vidas. Por lo tanto, las decisiones que tomemos deben
re ejar nuestro compromiso a favor del matrimonio. La pregunta
para tomar decisiones sería: Mi decisión, ¿va a honrar mi relación
matrimonial, presente o futura?
Más allá de los estándares morales de Dios, nosotros tenemos
libertad. Y dado que la sabiduría es una buena compañera para la
libertad, debemos tener mucha sabiduría a la mano, para poder usar
bien nuestra libertad.
TERCERA PARADA:
EMPÁPATE CON MUCHOS PROVERBIOS
El libro de Proverbios en el Antiguo Testamento está lleno de
sabiduría práctica para vivir de una manera excelente. Si quieres
aprender a tomar decisiones sabias, mira la colección de pequeñas
frases que se encuentran en Proverbios, del capítulo diez al
veintinueve. Escribe todas las declaraciones que se apliquen a tu
situación.
No necesitas recorrerte todos estos diecinueve
Proverbios cada vez que enfrentes una decisión.
encuentres muchos consejos que sean de ayuda en
versículos que empieces a leer. Veamos cómo la
Proverbios se aplica a una situación de la vida real.
dilema que una amiga me planteó por internet:
capítulos de
Posiblemente
los primeros
sabiduría de
Aquí hay un
Era el día de año nuevo de 2006, y yo estaba en una esta (en
la que, como de costumbre, había mucho alcohol). Había un montón
de personas que estaban ebrias y que me decían una y otra vez que
tomara un trago. Muchísimas cosas me daban vueltas en la cabeza.
“Vamos”, me gritó un amigo, “es solamente un trago, y si no lo tomas
todos se van a burlar de ti”. ¿Qué cosa podría decirnos el libro de
Proverbios acerca de esta situación tan moderna? He aquí lo que
encontré solo quince minutos después de empezar a leer …
•"Como argolla de oro en hocico de cerdo es la mujer bella pero
indiscreta.” (Proverbios 11:22)
•"El que con sabios anda, sabio se vuelve; el que con necios se
junta, saldrá mal parado.” (Proverbios 13:20)
•"El vino lleva a la insolencia, y la bebida embriagante al
escándalo; ¡nadie bajo sus efectos se comporta sabiamente!”
(Proverbios 20:1)
•"El que ama el placer se quedará en la pobreza; el que ama el
vino y los perfumes jamás será rico.” (Proverbios 21:17)
•"Vale más la buena fama que las muchas riquezas, y más que
oro y plata, la buena reputación.” (Proverbios 22:1)
•"No envidies en tu corazón a los pecadores; más bien, muéstrate
siempre celoso en el temor del Señor.” (Proverbios 23:17)
“Temer a los hombres resulta una trampa, pero el que confía en
el Señor sale bien librado.” (Proverbios 29:25)
Evidentemente, la situación que había vivido mi amiga requería
que ella tomara una decisión en ese mismo momento. Ella no tuvo
tiempo de leer la Biblia durante quince minutos para encontrar
alguna dirección o consejo. Además, ella sabía cual era la decisión
correcta. Pero lo que conocer estos pasajes hubiera hecho por ella es
que le hubiera dado con anza para tomar la decisión que ella debía
tomar, y se hubiera evidenciado así la sabiduría que ella había
adquirido. Además, estos pasajes formarían un camino en su mente
para poder tomar otros tipos de decisiones sabias en el futuro.
Si quieres tener una mente clara y fría a la hora de tomar
decisiones sabias, pasa algún tiempo leyendo el libro de Proverbios.
Familiarízate con estos “bocados” de consejo y sabiduría a los cuales
podrás acceder en cualquier momento si los guardas en tu mente.
Entre más leas, más pensarás en ellos, y entre más lo hagas, más
fácil te será ver la verdad de estos consejos en tu vida.
CUARTA PARADA:
CONSULTA A UNO O VARIOS CONSEJEROS
Proverbios 15:22 dice: “Cuando falta el consejo, fracasan los
planes; cuando abunda el consejo, prosperan.” Nada es mejor que
tener muchas perspectivas distintas que te ayuden a tomar una
decisión. Esto no signi ca que buscar el consejo de otras personas
sea sencillo. Sin embargo, lo que vemos es que muchas personas se
rehúsan a pedir consejo, y las razones que dan no tienen sustento
rme. He aquí las verdaderas razones por las cuales la gente en
general no pide consejo a otros:
PRIMERA RAZÓN:
LES DA MIEDO ESCUCHAR LA VERDAD
De la misma forma en que el programa de televisión American
Idol da esperanza a miles de personas con voces terribles, parece
que es mejor vivir una falsa ilusión en un mundo imaginario que
escuchar la verdad. ¿Recuerdas la última vez que viste el programa?
¿Viste lo difícil que es no reírse de personas que cantan tan
espantoso frente a los famosos Simon, Paula y Randy? Muchas veces
nos preguntamos, ¿en qué están pensando estos jóvenes?
¿Realmente creen que son buenos cantantes? Por más que duela, la
verdad es lo que ellos necesitarían escuchar.
SEGUNDA RAZÓN:
NO TIENEN TIEMPO
El esfuerzo de buscar a alguien y de compartir con él o ella la
situación en la que te encuentras toma tiempo. Y, seamos honestos,
a ninguno de nosotros le gusta que las cosas se demoren. A menudo
preferimos resolver las situaciones con juicios precipitados. Pero si
de verdad queremos tomar buenas decisiones, vamos a emplear el
tiempo que sea necesario para buscar consejeros con ables que nos
puedan indicar el camino adecuado.
TERCERA RAZÓN:
CREEN QUE ELLOS TIENEN LA VERDAD EN SUS MANOS
Proverbios 12:15 dice: “Al necio le parece bien lo que emprende,
pero el sabio atiende al consejo”. Algunas personas pre eren
arriesgarse a hacer algo estúpido, antes que tragarse su orgullo y
admitir que no lo saben todo.
Una vez que tú pases esos obstáculos iniciales tendrás que
enfrentar la siguiente pregunta: ¿A quién debo yo pedirle consejo?
Algunas personas buscan a expertos que han estudiado por años las
situaciones que ellos están enfrentando. Una vez vi un programa en
el que los expertos eran un matrimonio que tenía un doctorado, y
ellos estaban dando consejos sobre cómo mejorar sus relaciones.
Entré en internet, puse en Google el nombre del consejero, y quedé
impresionado al descubrir que el “experto en matrimonios” había
estado casado ya tres veces. “Posiblemente eso es lo que lo convierte
en un experto”, pensé. “Haberse casado más veces que otras
personas”.
Estoy seguro de que esta persona estaba muy informada en
materia de matrimonios. Pero también sé que una persona sabia no
necesariamente tiene muchos títulos universitarios.
Una persona sabia es aquella que lo demuestra por sus
resultados, no por un currículum impresionante. ¿De quién deberías
tú buscar consejo? ¿De una persona que ha estado casada tres veces,
o de alguien que ha estado casado con la misma persona durante
treinta años? Tal vez puedas aprender cosas de ambas personas,
pero creo que la persona que tiene un matrimonio exitoso es la
persona que debiera darte el consejo.
Otra cualidad que debes buscar en un consejero es respeto por
los estándares morales de Dios. A menudo, la persona que
demuestra esa cualidad es un cristiano. No estoy diciendo que no
puedas recibir consejo de una persona que no sea un seguidor de
Cristo. Sin embargo, debes tener en cuenta que sus valores no van a
estar completamente en línea con los valores de Dios, así que su
consejo debe ser ltrado de alguna forma. Por otra parte, sólo
porque una persona sea cristiana, esto no la convierte
automáticamente en una persona sabia.
Debes entonces desarrollar relaciones con cristianos maduros
que hayan caminado con Dios y que lo hayan visto proveer
dirección a través de los tiempos buenos y los tiempos malos. Estas
personas podrán darte una increíble sabiduría, y serán una gran
motivación para ti. Te van a mostrar los pasajes especí cos de las
Escrituras que te pueden ayudar. Van a orar por ti y contigo.
Uno de los principales problemas que los adolescentes
enfrentan en la iglesia el día de hoy es su limitado contacto con las
personas mayores de la congregación. Esa no es la intención de
Dios. Necesitamos recibir sabiduría de las personas que son mayores
que nosotros, y que por lo tanto son más experimentadas.
Siguiendo la misma línea, estoy seguro de que tus padres te
aman y quieren lo mejor para ti. Es probable que ellos hayan
cometido todo tipo de errores y que ahora quieran ayudarte a que
no cometas los mismos errores que ellos cometieron. Así que,
¡muérdete la lengua y escúchalos!
Tu pastor de jóvenes y tu pastor principal son también buenas
fuentes para buscar la sabiduría de Dios. Hazles preguntas, y
continúa haciéndoles preguntas hasta que llegues al fondo de la
situación que estás investigando.
QUINTA PARADA:
ENTRÉGALE TU DECISIÓN AL SEÑOR
“Y todo lo que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el nombre
del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él.”
(Colosenses 3:17) Proverbios 16:3 lo dice de esta manera: “Pon en
manos del Señor todas tus obras, y tus proyectos se cumplirán.” ¿Qué es
lo que hace que una decisión sea una buena decisión?
1. Ésta decisión honra a Dios.
2. Está de acuerdo con los estándares morales de Dios.
3. Busca el bene cio tuyo y el de otras personas.
4. Brinda lo mejor a corto plazo, y también a largo plazo.
5. Está motivada por los valores apropiados.
CAPÍTULO 7
PONIÉNDOLO
EN
PRÁCTICA
La última sección de este libro contiene algunos de los casos
que hemos estudiado, para que tú puedas conocerlos. No solamente
puedes usarlos para ganar un poco de entendimiento acerca de las
decisiones que estas personas tuvieron que tomar, sino que también
puedes proyectar estas situaciones a tu vida en particular.
A pesar de que todos somos únicos, muchas de las situaciones
que afrontamos en la vida son muy similares a las situaciones que
otras personas enfrentan o enfrentaron. Hebreos 2:14-18 nos
recuerda que Jesús fue tentado en las mismas formas en que
nosotros somos tentados. Cuando de tomar malas decisiones se
trata, todos tenemos algo en común: las mismas tentaciones.
Una forma de tomar buenas decisiones es considerar diferentes
situaciones antes de que afrontemos nuestras propias situaciones
similares. Pensar por adelantado en una situación nos permite
proyectarnos a nosotros mismos en situaciones que podríamos
enfrentar en el futuro. Además de eso, nos da la oportunidad de
evaluar las posibilidades sin tener la presión de tener que actuar en
el momento (tomando en el apuro, posiblemente, una decisión
fatal).
En las siguientes páginas encontrarás historias que han tenido
que afrontar jóvenes como tú. Lee cada una de ellas, y, pensando en
cada muchacho o muchacha, pregúntate a ti mismo qué harías en su
lugar. Hemos incluido algunas preguntas y pasajes de la palabra de
Dios para que te ayuden en el camino.
PRIMERA HISTORIA:
TRES CARTAS DE ACEPTACIÓN
Bruno, que se encontraba cursando el último año de la escuela
secundaria, envió solicitudes de ingreso a cinco universidades
durante su último semestre. Casi a nes de febrero, él recibió cartas
de rechazo de dos de las escuelas para las cuales había aplicado, y
tres cartas de aceptación, de las otras tres. Las cartas de aceptación
fueron: de la Universidad del Oeste de Virginia, en la cual todos sus
amigos habían sido aceptados, de la Universidad del estado de Ohio,
el “Alma Mater” de sus padres, y de la Universidad de Texas, que
era a donde él había querido ir desde que había comenzado la
escuela secundaria.
La Universidad del Oeste de Virginia le ofrecía a Bruno media
beca por cada año que asistiera (en otras palabras, la mitad del
dinero que tendría que pagar para seguir su carrera en esta
universidad sería cubierto por la universidad, simplemente con que
aceptara asistir allí).
La Universidad del estado de Ohio no le ofrecía ni un centavo.
Sin embargo, sus padres le habían ofrecido pagar la suma completa
de su universidad más el costo de su hospedaje y su alimentación si
aceptaba asistir a esa universidad (y sólo a esa universidad) porque
ellos creían que era la mejor universidad del país. Ellos no pagarían
por sus estudios si asistía a Virginia o a Texas.
La Universidad de Texas le ofrecía una beca de cinco mil
dólares, sólo por su primer año, si él aceptaba asistir a esa
universidad. Ahora bien:
•¿Cómo podría la sabiduría de Proverbios 29:25 (“Temer a
los hombres resulta una trampa, pero el que confía en el Señor
sale bien librado”) ayudar a Bruno a tomar una buena
decisión?
•¿A quién debería pedirle consejo Bruno para tomar esta
decisión? •¿Cómo se aplicarían las palabras de Proverbios
3:5-6 (“Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia
inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus
sendas”) a la situación de Bruno?
•¿Cómo podría Proverbios 16:3 (”Pon en manos del Señor
todas tus obras, y tus proyectos se cumplirán.”) ayudar a Bruno
con su decisión?
•¿Qué debería hacer nalmente Bruno, y por qué?
SEGUNDA HISTORIA:
UN VIAJE EN AUTOBÚS CON LA BANDA DE LA ESCUELA
Ana, que está cursando el segundo año de la secundaria, tiene
solamente una amiga en toda la escuela a la que ella asiste. Ana toca
la auta en la banda de su escuela, y es conocida por todos por su
buena reputación en cuanto a conducta.
A pesar de todo esto, Ana ha estado pasando mucho tiempo con
Jaime y Lucas, dos estudiantes de tercer año que también están en
la banda. Jaime y Lucas tienen la reputación de “pasarla muy bien”
(cigarros, cerveza, drogas, y quién sabe qué más). Hasta el
momento, Ana ha sido capaz de no involucrarse, a pesar de los
esfuerzos de Lucas y de Jaime por meterla a ella en sus
comportamientos de n de semana. Sin embargo, este viernes al
equipo de futbol le ha tocado ir a jugar a un pueblo a dos horas de
distancia. La banda entera está viajando en un autobús para
acompañar al equipo en el juego, y de camino allá Jaime y Lucas les
anuncian a todos que no habrá ningún chaperón ni chaperona que
pueda cuidarlos. Ana, que está sentada en la parte de atrás del
autobús, nota que los jóvenes no están bromeando.
Jaime y Lucas, con cierta intriga, se voltean hacia el asiento
donde se encuentra Ana y la desafían. Jaime, que está sosteniendo
un paquete de cigarrillos Marlboro en una mano y un encendedor en
la otra, le dice: “Oye, Ana, ¿quieres fumar? Nadie lo sabrá”.
•¿Cómo podrían las palabras de Proverbios 15:22 (‘Cuando
falta el consejo, fracasan los planes; cuando abunda el consejo,
prosperan”) ayudar a Ana mientras batalla con esta decisión
que tiene que tomar de inmediato?
•¿Cómo podría la verdad de Proverbios 13:20 (”El que con
sabios anda, sabio se vuelve; el que con necios se junta, saldrá
mal parado”) servirle para este caso en particular?
•¿De qué formas podría la falta de amigos de Ana afectarle
en la toma de decisión que tiene que realizar?
•¿Cómo serviría la verdad de Proverbios 29:25 (“Temer a los
hombres resulta una trampa, pero el que confía en el Señor sale
bien librado”) para ayudarle a Ana en el proceso de tomar
esta decisión?
•¿Qué debería hacer Ana, y por qué?
TERCERA HISTORIA:
ESTE VIERNES NO HABRÁ CLASES
Vanesa, una alumna de primer año de la secundaria, está
inscripta en el curso de artes plásticas de su escuela. Es la última
clase que tienen en el día. Cuando ella estaba en la escuela primaria,
no era aceptada por la mayoría de sus compañeros. Sin embargo
ahora, en la clase de artes plásticas, algunas de las chicas del último
año (que son más populares) por alguna razón la han hecho parte de
su grupo. Este tipo de aceptación es una experiencia nueva para
Vanesa, y ella realmente lo está disfrutando.
Las chicas de este grupo son chicas “buenas” la mayor parte del
tiempo. No andan en estas, siempre tienen notas excelentes, ¡y
además todas tienen automóvil! Desde que ellas decidieron que
Vanesa formaba parte del grupo, la han llevado a todos lados con
ellas (a almorzar, de compras, y al cine). Vanesa realmente se siente
como parte de este grupo de amigas.
Pero hay una cosa que incomoda a Vanesa. La mayoría del
grupo falta a la clase de artes plásticas todos los viernes por la tarde.
Alicia, la líder del grupo, comenzó con esta “moda”, y ahora casi
todas las otras chicas siguen su iniciativa. Lo han estado haciendo
desde hace seis semanas, y a pesar de que la Sra. Hernández (la
profesora) no ha dicho nada acerca de la ausencia de las chicas, la
idea de faltar sin permiso y sin justi cativo a una clase no le parece
correcta a Vanesa. Ella está agradecida de que ninguna de las chicas
del grupo la ha invitado aún a unirse a ellas para faltar a clases.
Hasta ahora, la única chica del grupo que se ha rehusado a
faltar a clases es Silvia, una chica de tercer año. Ella se queda en la
escuela todos los viernes, y asiste a la clase a pesar de la ausencia
masiva de todo el grupo. Pero últimamente las otras chicas le han
estado haciendo la vida imposible a Silvia durante el almuerzo, y la
mayoría de las veces la molestan hasta que se pone a llorar.
Un viernes, durante la hora del almuerzo, a Vanesa nalmente
le hacen la pregunta que había estado evitando y temiendo. Alicia se
vuelve hacia ella y le dice: “¿Así que vas a faltar a clases con nosotras
esta tarde, Vanesa?”. Vanesa duda. “Vamos, Vanesa”, presiona Alicia,
”va a ser solamente una vez”.
•¿Cómo se aplicaría la sabiduría de Proverbios 16:25 (“Hay
caminos que al hombre le parecen rectos, pero que acaban
por ser caminos de muerte”) a esta situación?
•¿Cuántas opciones tiene Vanesa a la hora de tomar esta
decisión? ¿Cuáles son?
•¿Es posible que más de una opción sea correcta? ¿Por qué
sí, o por qué no?
•¿Cómo podrían ayudarle a Vanesa las palabras de
Proverbios 13:20 (”El que con sabios anda, sabio se vuelve; el
que con necios se junta, saldrá mal parado”) en esta situación?
•¿Qué debería hacer Vanesa, y por qué?
CUARTA HISTORIA:
UNA EXPRESIÓN DE ARTE
Desde que Mateo inició su tercer año en la secundaria, han
estado apareciendo algunos gra tis en una de las paredes de su
escuela. Inicialmente, los gra tis eran sólo imágenes de las mascotas
de la escuela y algunas palabras inofensivas. Pero a medida que el
año avanzaba, los gra tis se han puesto peores (con imágenes
ofensivas y palabras denigrantes). Ahora, ya cerca de la mitad del
año, las autoridades de la escuela están amenazando a los
responsables de estas pintadas con arrestarlos una vez que se
descubra quiénes son.
Un día, durante el almuerzo, Mateo se sienta a comer con unos
amigos a los que conoce desde la escuela primaria. Cuando él
menciona algo acerca de las autoridades del colegio, y de cómo
estaban trabajando para descubrir a los responsables de los gra tis,
Carlos, uno de los chicos del grupo, le pregunta: “Oye, Mateo, ¿quién
crees que está dibujando esos gra tis?” Antes de que Mateo pueda
responder, otro de sus amigos, Tomás, se le acerca y susurra:
“Hombre, somos nosotros.” El resto de ellos empieza a reír y a mirar
la cara de Mateo, mientras él trata de organizar dentro de su cabeza
la información que acaba de recibir. Tomás patea la parte trasera de
la silla de Mateo y le dice: “Vamos, es sólo una expresión de arte”.
Más tarde, durante la última clase del día, el Prof. Rodríguez
dice: ”Se me ha pedido que les anuncie que si alguno de ustedes tiene
información acerca de las personas que son responsables por los gra tis
que están apareciendo en la propiedad de la escuela, tiene que
noti carlo inmediatamente a algún profesor o a alguna de las
autoridades de la institución”.
•¿Quién crees que debería pesar más a la hora de que Mateo
tome una decisión: sus amigos o las autoridades de la
escuela? ¿Por qué?
•¿Cómo podría la sabiduría revelada en Proverbios 29:25
(“Temer a los hombres resulta una trampa, pero el que confía en
el Señor sale bien librado”) llegar a ser un factor en el proceso
de toma de decisión de Mateo?
•¿Cuáles son las opciones de Mateo en esta situación? ¿Cuál
debería escoger? ¿Por qué?
•¿Cómo se aplicarían las palabras de Proverbios 24:26 (“Una
respuesta sincera es como un beso en los labios”) a esta
situación?
QUINTA HISTORIA:
SIMPLEMENTE NOS ESTÁBAMOS BESANDO
Antonio y Linda, ambos en tercer año de la secundaria, han
estado saliendo por siete meses. Cada uno asiste a una escuela
diferente, pero se conocieron a través del grupo juvenil de su iglesia.
Antonio y Linda aman a Dios, y están comprometidos a honrarlo con
su relación. El día que celebraron tres meses de estar juntos, ambos
se prometieron amor mutuo.
Recientemente Linda le con ó a la líder de su grupo pequeño
que Antonio le había sugerido que pudieran invertir en su relación
de una manera pura. Cuando la líder del grupo pequeño le preguntó
a Linda por qué, ella le dijo: “Porque ambos amamos a Dios y nos
amamos mutuamente, y queremos permanecer puros”. Una semana más
tarde, cuando estaban celebrando su séptimo mes de noviazgo,
Antonio llevó a Linda a un mirador en la parte alta de la ciudad. Él
le preparó canciones románticas, y luego se inclinó sobre ella para
darle un “beso de feliz aniversario”. Ese beso (en un principio,
inocente) en seguida se convirtió en una sesión de besos
apasionados. Luego, en el calor del momento, Antonio le pregunto a
Linda: “¿Puedo quitarte la blusa?”
•¿Cómo puede la presión de grupo (o, en este caso, la
presión de un novio) afectar a una muchacha en esta
situación?
•¿Cómo se aplicarían las palabras de
Proverbios 29:25 (“Temer a los hombres resulta una trampa,
pero el que confía en el Señor sale bien librado”) a la decisión
que Linda necesita tomar en este momento?
•¿Cómo podría la sabiduría de Proverbios 24:26 (“Una
respuesta sincera es como un beso en los labios”) ayudarle a
Linda a responder a la pregunta de Antonio?
•¿Cuántas opciones tiene Linda? ¿Cuáles son? ¿Cuál de ellas
debería escoger? ¿Por qué?
•¿Por qué es que el tiempo que uno se toma para elegir una
de las posibles alternativas es tan importante en una
situación como esta?
SEXTA HISTORIA:
¿DURMIENDO CON SU MEJOR AMIGO?
Carolina, que está cursando el último año de la escuela
secundaria y es capitana de la banda del colegio, está saliendo con
Erick, el capitán del equipo de futbol. Carolina también es parte de
un grupo muy unido, formado por ella y otras cuatro chicas, en el
cual todas conocen desde preescolar. Todas asisten al mismo grupo
de jóvenes, e inclusive han estado juntas en distintos programas de
su iglesia. El grupo es inseparable. Una noche, Carolina invita a
todas las chicas a su casa para una pijamada. Todas pueden venir
excepto una de ellas (Sofía, una de las capitanas del equipo de tercer
año).
Esa noche, después de un tiempo realmente divertido de mirar
películas, pintarse las uñas, comer helado, y pasar un tiempo juntas,
las chicas sacan sus bolsas de dormir y las acomodan en el cuarto de
Carolina. Mientras están todas riéndose y hablando, una de las
chicas mira a Carolina y luego mira al resto del grupo. De repente,
el cuarto se torna muy silencioso. Carolina mira a todas sus amigas
y les pregunta: “¿Qué está sucediendo?”
Después de una larga pausa, una de ellas comienza a hablar:
“Carolina, no sé cómo decirte esto, pero escuchamos que Sofía le ha
dicho a la banda completa que estás engañando a Erick. Ella dice que
estás durmiendo con el mejor amigo de Erick, David”.
•¿Cuáles son las opciones de Carolina ante esta situación?
¿Qué responsabilidades tiene ella a la hora de decidir cómo
responder?
•¿Hicieron bien sus amigas en contarle a Carolina lo que
Sofía ha estado diciendo? ¿Por qué sí, o por qué no?
•¿Tiene Carolina que confrontar a Sofía? ¿Por qué sí, o por
qué no?
•¿A quién debería pedirle consejo Carolina antes de tomar
una decisión?
•¿Cómo podría la sabiduría de Proverbios 16:25 (“Hay
caminos que al hombre le parecen rectos, pero que acaban por
ser caminos de muerte”) ayudarle a Carolina en el proceso de
tomar esta decisión?
SÉPTIMA HISTORIA:
EL VIERNES HAY DOS EXÁMENES
Carla es una estudiante ejemplar, y siempre aprueba con
honores. Está cursando el tercer año de la secundaria, y es
presidenta de varios grupos en su escuela. Es además la editora del
anuario escolar, presidenta del club de arte, y una porrista muy
versátil. Carla trabaja medio tiempo en una tienda, y es novia de
Miguel, un estudiante en el último año de la secundaria. Sacar
buenas notas, sin embargo, no le resulta sencillo a Carla. Ella
estudia mucho y muy duro para sus exámenes. A menudo ella
duerme menos de cinco horas por noche, ya que se exige mucho a sí
misma para que sus notas sean las mejores. Esta semana, la Prof.
Garita ha puesto en el cronograma para el día viernes un examen
parcial del curso de inglés. Desafortunadamente el Prof. Pérez,
conocido por sus terribles exámenes de historia, también ha
programado un examen para este viernes tan terrible.
El martes, tres días antes de los exámenes, Carla está sentada en
la biblioteca, tratando diligentemente de jar en su mente todos los
temas de inglés y de historia. En ese momento entra Miguel, se
sienta, y pone frente a Carla algunos papeles boca abajo. “Mira, mi
amor, ¿sabes qué es esto?”, pregunta él. Carla duda. ”Son las
respuestas del examen parcial del Prof. Pérez”, dice Miguel.
•¿Cómo podría aplicarse a este caso la sabiduría de
Proverbios 16:25 (“Hay caminos que al hombre le parecen
rectos, pero que acaban por ser caminos de muerte”) para
ayudar a Carla a tomar una decisión?
•¿Cómo podrían jugar en el proceso de toma de decisión de
Carla las palabras de Proverbios 16:3 (”Pon en manos del
Señor todas tus obras, y tus proyectos se cumplirán”)?
•¿Cuáles son las diferencias entre los pensamientos de
Miguel, los del Prof. Pérez, los pensamientos de Dios, y los
de Carla, con respecto a esta situación?
•¿De qué forma podría Carla considerar cada punto de vista
para tomar una decisión?
•¿Cuáles son las opciones de Carla ahora? ¿Cuál debería
escoger? ¿Por qué?
OCTAVA HISTORIA:
UN DESCUENTO MUY ESPECIAL
Rosa es una estudiante de segundo año de secundaria. Se acaba
de mudar a una nueva escuela en un nuevo estado porque su papá
obtuvo un nuevo trabajo en una nueva iglesia. Rosa extraña mucho
su antigua escuela y su antiguo grupo de amigas. Durante tres
semanas ella ha estado intentando hacer nuevos amigos en esta
nueva escuela, pero no le ha ido muy bien.
El grupo juvenil en la iglesia de su papá, sin embargo, es una
historia distinta. Desde la primera vez que se encontraron, Rosa
encajó a la perfección. Las otras chicas son súper amigables, y la han
invitado a pertenecer a su grupo pequeño y además a almorzar
después de la reunión. Rosa aceptó. Después del almuerzo, las chicas
le preguntaron a Rosa si quería ir con ellas a dar una vuelta por el
centro comercial. Rosa aceptó inmediatamente, y les agradeció
mucho por la amistad que le han brindado.
Ya en el centro comercial, Ana, una de las chicas más grandes,
guía al grupo hacia una tienda de ropa. Dentro de la tienda, las
chicas empiezan a tomar un montón de prendas y a conversar sobre
lo lindas que eran y sobre lo bien que les quedarían puestas. Luego
se van hacia los vestidores, cada una con un montón de prendas en
la mano, dejando a Rosa sola en la mitad de la tienda. Después de
unos minutos, todas salen de los vestidores con las manos vacías.
Ana se dirige hacia donde está Rosa y le susurra: “¿Qué tomaste tú?”.
Rosa la mira sin entender a qué se re ere. ”Fa sabes …”, le dice Ana
a Rosa mientras se levanta la blusa y le muestra que lleva puestas
tres blusas más debajo de la suya, “¿qué tomaste tú?”
•¿Cuáles son las opciones de Rosa al encontrarse en esta
situación?
•¿Hay algo que podría haber hecho Rosa para evitar esta
situación? Si es así, ¿qué cosa podría haber hecho?
•¿Cómo podrían las palabras de Proverbios 13:20 (”El que
con sabios anda, sabio se vuelve; el que con necios se junta,
saldrá mal parado”) orientar a Rosa en el momento de tomar
una decisión? •¿Cómo podría la sabiduría de Proverbios
29:25 (“Temer a los hombres resulta una trampa, pero el que
confía en el Señor sale bien librado”) ayudar a Rosa en esta
situación? •Basándose en Proverbios 23:17 (“No envidies en
tu corazón a los pecadores; más bien, mués trate siempre celoso
en el temor del Señor”), ¿qué debería hacer Rosa?
NOVENA HISTORIA:
PERDER LA NOCIÓN DEL TIEMPO
Vicente, un chico que está en tercer año de la secundaria,
obtuvo recientemente su licencia de conducir. Sus padres poseen un
auto cada uno, pero le han explicado que no pueden darse el lujo de
comprarle uno a él. Sin embargo, sí le ofrecieron la posibilidad de
que él manejara uno de los dos vehículos de la familia cuando la
oportunidad o la necesidad se presentaran. Vicente es miembro de
un club de futuros cientí cos. Los martes después de la escuela, su
hermana Tania, que está en la escuela primaria, tiene práctica de
vóleibol, y Vicente tiene una actividad con su club de cientí cos.
Ambas actividades duran hasta las 5:30 p.m. De modo que esos días
los padres de Vicente le permiten que use el auto y que lleve a Tania
a la escuela. Hasta le han dicho que puede usar el auto durante el
tiempo del almuerzo. El único requisito es que tiene que recoger a
su hermana después de la práctica de vóleibol, y que deben estar en
casa a las 6:00 p.m.
Hoy es martes, y a las 7:00 p.m. Vicente aún se encuentra
conduciendo por la autopista (con Tania en el asiento del
acompañante). Al llegar a casa, sus padres lo sientan en la sala y le
preguntan qué fue lo que sucedió. Él explica que sus amigos querían
pasar un tiempo juntos después de la charla que tuvieron en el club
de cientí cos, y que él perdió la noción del tiempo. Sus padres lo
castigan: no podrá usar el automóvil durante las próximas dos
semanas.
•En una escala del uno al diez (siendo uno ‘nada
importante’, y diez ‘extremadamente importante’), ¿qué tan
malo fue lo que hizo Vicente, independientemente del
castigo que recibió de sus padres? ¿Por qué escogiste ese
número? ¿Piensas que fue adecuado el castigo de sus
padres?
•¿Cómo podrían las palabras de Proverbios 15:18 (”El que es
iracundo provoca contiendas; el que es paciente las apacigua”)
ayudar a Vicente a decidir cómo responder al castigo de sus
padres?
•¿Cómo podrían las palabras de Proverbios 17:27 (”El que es
entendido refrena sus palabras; el que es prudente controla sus
impulsos“) ayudar a Vicente en esta situación?
•¿Cuáles son las opciones de Vicente? ¿Qué debería escoger
él? ¿Por qué?
About the Author
Es el Vice-Presidente de contenido de eventos en Youth Specialties y
el fundador de Planet Wisdom. Ha estado trabajando con pastores
de jóvenes, adolescentes y padres por mas de veinte años con el
propósito de poder ayudarles a desarrollar relaciones saludables. E s
autor de varios libros para jóvenes y habla cada año con mucha
frecuencia a miles de jóvenes alrededor del mundo, donde les
presenta verdades bíblica s de manera s que los motivan a cambiar.
Reside en la ciudad de Dallas, Texas junto a su esposa Jade y sus dos
hijos.
La misión de Editorial Vida es ser la compañía líder en comunicación cristiana que satisfaga las
necesidades de las personas, con recursos cuyo contenido glori que a Jesucristo y promueva
principios bíblicos.
DECISIONES INTELIGENTES
Edición en español publicada por
Editorial Vida -2010
Miami, Florida
© 2009 por Mark Matlock
Edición: María Ana Gallardo
Diseño de interior: CREATOR studio.net
Diseño de cubierta: CREATOR studio.net
RESERVADOS TODOS LOS DERECHOS. A MENOS QUE SE INDIQUE LO CONTRARIO,
EL
TEXTO
BÍBLICO
SE
TOMÓ
DE
LA
SANTA
BIBLIA
INTERNACIONAL. © 1999 POR BÍBLICA INTERNACIONAL.
NUEVA
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EPub Edition © JULY 2013 ISBN: 9780829779004
CATEGORÍA: Juvenil no cción / Vida cristiana
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