Subido por ajolote27

Pastor de truenos - Leoncio Bueno

Anuncio
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Impreso en el Perú
Derechos reservados
Edición dirigida por el autor
Leoncio Bueno ·
Taller "TUNGAR"
- Restauración 160 - Breña - Lima.
Laonc10 auano
pastor de truenos
EDICIONES TUNGAR
Viví como una sombra
y sin embargo
supe cantar al Sol.
Paul Eluard
PERU. HONDO UNIVERSO
,
aqu1
desde mi soledad,
desde el fondo
lúgubre
de esta prisión.
te amo,
alzo tu bicolor.
escribo
junto al mar
este prístino verso:
P E ·R U.
\
l1
ESTE DOLOR
Este dolor, este lapso de ausencias
en medio del mar, con Lima en lontananza,
es parte de mi vida.
Tal vez cuando pasen los chúcaros años
y esté sentado en la playa de enfrente
mirando este mismo mar desde un barranco
pensaré en estas horas con dulzura,
y acariciándolos caritativamente,
lea estos versos,
como una historia antigua sólamente.
O vaya a La Punta y desde el viejo muelle
divise la casita blanca de El Frontón
y diga retrospectivamente, yo estuve allí.
Entonces, mi corazón palpitará con ternura,
a mis labios asomará una sonrisa niña;
volveré a la ciudad más armonioso y sobrio
pensando sabiamente ~n que todo transcurre:
la dicha, el dolor, son los variables granos
de esta breve cosecha que es la vida.
Por eso, corazón, estate quieto,
¡ no perturbes mis bravos pensamientos!
13
PEREGRINA
a Danlel, a Félix.
Yo por ella corrí
los más duros caminos,
hice trizas mis sueños,
des.garré mi centella en flor de lirio
y abrazando
a la ciega esperanza
tramonté los infiernos ..
En las playas insólitas,
en el yermo letal de los patíbulos
inscribí sus consign~ con mi sangre,
se batieron mis ansias como fieras..
La encendí en las torn1en tas.,
la avivé en todas las hogueras,
olí su flor sangrienta en todos los combates.
¡ Oh legiones pe·rdidas al umbral de la historia!
¡ Oh lidiador herido un lapso antes del alba¡
¿ Qué hachas no blandieron mis hondas rebeliones?
¿Qué tormentos infandos no arrostraron mis huesos?
Me batí como un bravo leñador en el monte,
me alisté con los hombres que han matado a la muerte.
Gemí, luché, morí ...
Torné a nacer en un ciclón perpetuo.
IS
Así crujió mi sombra, así tazqué el acero,
atrás quedó la infancia con su rosada lira.
Yo me embarqué en la nave crujiente del martirio
aún me esperan suplicios y más cruentas torturas, '
aún serán cien mil veces machacados mis huesos;
¿qué importa?
A mi lado combaten los hombres de piel dura,
los hombres cuyos ojos la patria ha iluminado.
16
1A ISLA DE 1A MEDITACION
En esta isla,
¿qué puede mi alma de pájaro y rocío?
Esta, es la isla de la meditación hasta la muerte.
¿Meditar? Sí, meditar;
estar quieto y sombrío como una cruz en el camino ,
o deambular entre sí mismo
como la brizna de un lamento,
así, hasta que el can de la brisa
haga hilachas mis huesos
o sobre mis espaldas
--crezca el yuyo del mar y apacenten
ostras y caracolas.
Meditar en el destino del hombre,
de los hombres que a diario se desangran
por transformar el mundo.
.
Pero estos pensamientos
son oscuros y fríos
como cuervos con moquiJlo.
Felizmente,
hay horas de paz entre mis temporales,
horas en que el beso del mar
vuelve verdes las rocas;
entonces, echo a volar al cielo. mis palomas,
miro a la costa y pienso en un mañana espléndido,
veo sus ojos, mirándome desde un niño.
17
ORIFLAMA
Porque quiero que broten mariposas
y nazcan margaritas en las rocas,
por eso,
osadamente empino
estos versos que aspiran
a ser
puentes de luz entre el canto y las batallas.
Porque quiero que mis hermanos de condena
vivan .doscientos años jóvenes,
y el resuello batallador de sus pulmones
aumente
como el peso del peñasco
que empujan a la cumbre,
por eso
desbordo mis arterias,
me trenzo en oriflama
y quiero
que mis vértebras estallen hasta el cielo
antes de pronunciar un, ya no puedo.
He resuelto viajar por el· camino en que cultiva
la fuerte poesía sus lirios como espadas
y decirle:
19
En el fragor de la batalla
mis nobles camaradas reclaman
la armadura de un canto,
algo claro que imponga
un resplandor hermoso en sus combates.
Quiero tender un paso
entre el monte y la Luna,
entre el yermo y la nube
por donde se establezca
el tránsito de los guerreros,
a la luz de los astros,
dando espaldas a la noche,
erguidos,
marchando innumerables de victoria en victoria.
20
FURENTE OCEANO
Este mar implacable,
no se apiada de los niños infinitos,
que sólo han aprendido a llorar desde su luz
sin campos para ir tras una mariposa.
¡ Madres y esposas del mundo/
¿ a qué donar burbujas al océano?
Ahora, cuando los hombres
buscan la libertad marchando hacia ·1a muerte;
ahora que no hay adónde huir,
que todo está sitiado en una isla de pánico
donde el fuego se levanta en todo lado;
madres y esposas del mundo,
amamantad lobeznos y huracanes;
haced de cada niño un hombre,
de cada hombre un héroe o un poeta
y salid de su brazo al encuentro del canto.
21
OS UAMO A I.AS JORNADAS
Os llamo a las jornadas, toco
el pututo indicativo, toco
las alas del hambre americano.
Os llamo a galopar sobre Los Andes
montando los corceles robados a la luna.
Os llamo con mi voz de lampa dura.
Clamo y proclamo
desde el mendrugo arado en sobre asalto;
desde el fusil sembrado a sangre y riego.
De surco a pan, de hambre a hombre,
de vela a Sol, de hacha a ebúrneo cuello;
clamo y proclamo,
ayer y hoy, apunto:
¡ fuego¡ . Apunto
la voz agreste en grito. Apunto
para cantar, soñar, todos en paz: Mañ~a.
¡'0s llamo a las jornadas¡
22
BIAS DE OTERO VIENE
Viene, Bias de Otero
me dice: España vive,
España permanece
alerta,
como siempre,
sonora en sus poetas,
habla
en tí, en mí,
en todo alumbramiento
o acto insólito. En todos
los vientos, los gránulos
de lluvia, sangre o tierra,
rojo follaje de puna o rauda cordillera,
en toda artesanía
de pólvora o de brisa,
de hueso o de paloma.
Viene el aire de España,
viene envuelta
en sus molinos. Vienen 1Q. laúdes
transportados
por estoicos claveles desangrados
•
I
indígenas llamados Fcdericos amanecen
jinetes; pare la madre España
Martorelles de furia, con revólver.
23
LONTANA.N7A
Desde un frío peñasco,
veo el mundo.
El pasado,
fue un océano de sangre.
El presente, es un baño de sangre;
y el futuro,
¿será sólo océanos de sangre?
¿No hallaremos la forma
de vivir para el canto?
¡ Antes,
correrán muchos ríos de sangre¡
24
.,
DESPUES DE 1A REVOLUCION
Quiero vivir en Paz para poder sin sombra
trabajar como un buey de sol a sol, al viento,
refrescarme los huesos de alegría,
ir corriendo desnudo al encuentro de la lluvia,
hacer surcos, alcohol, hijos y versos,
embriagarme hasta el perno
y bailar
como un negro borracho en los días de la patria.
25
UN HOMBRE TRISTE
Un hombre triste
tuvo una vez un sueño: Quiso
ser poeta,
pero
siguió siendo en la sombra
un hombre triste.
Una vez más soñó, apasionadamente.
Se enroló en la epopeya luctuosa: Quiso
ser un bravo,
vivir épicamente
su última muerte,
pero en el fondo
siguió siendo sin paz
un hombre triste.
Ya sin remedio,
agotada hasta el fin
la última aventura,
convenciose
que no era mala cosa
ser
hasta la médula
un hombre triste.
27
CUADERNOS
DE
UN CONDENADO
--1--
CUADERNOS DE UN CONDENADO
-- 2 -
OLAS
Olas del mar carcelero
que me asedian sin cesar,
ancho y verde centinela
de perenne rebramar.
Dilatada, escueta espera,
más dilatada en el mar,
mi gaviota compañera
ya se cansa de esperar.
Soledades sin auroras,
soledad del corazón,
soledad a todas horas,
soledad en El Frontón.
Insondable mar, ¡ oh, mar¡
¿ qué fue de tus caracolas,
tus encantos y el rimar
de tus sirenas cantoras?
¡ De lindas cosas, ni hablar,
esta playa es El Frontón
donde nos devora el mar
como un tigre el corazón!
30
1A
CITA
Aquí era la cita,
en un peñón estéril
tú, me esperabas sola.
Por todos los caminos del mundo te busqué,
toda mi ardiente lava
se agotó trashumando entre los vientos.
Tú, e·stabas aquí,
mientras yo, ávidamente hurgaba el cielo
revolviendo centellas en tu búsqueda,
tú, estabas aquí,
ululando en los peñascos,
hostigada por los pájaros,
en medio del océano
in.e esperabas, transida entre las rocas.
Hubo noches sin luna, y visiones, y versos
en que yo, lívidamente, soñé con este monte,
y ví tu blanca imagen
crispada en el cenit de los tormentos.
31
Ahora estoy contigo,
demos muerte a los buitres,
encendamos
el amor y la luz en las cabañas.
Aquí, era la cita,
aquí aguardabas mi impaciente búsqueda.
¡ Ya estamos juntos,
muestra a mis ojos, El Camino.'
32
AL RIO DE MI AMADA
Dulce Apurímac
cuando te añoro,
siento
en mis hondas raíces tu sabor,
el sabor tus orillas.
Dulce Apurímac,
en tus . fértiles ribas se derrama
mi sed, loba de amor.
Dulce Apurímac,
cuando añoro tus ondas, resucito,
retoño,
como un álamo joven, cuando pienso
en tu dorso lunar
lleno de mariposas,
¡Oh, río ancestral;
33
AIRE MIO
Aire mío,
luz de manzana amanecida en mis labios,
beso,
musgo,
centella de mis huesos;
¿dónde estás?
Antes, me hablabas desde el agua,
jugueteabas brincando sobre el arco iris,
te anunciabas con los ecos en las tardes de angustia.
Ahora, no sé dónde te escondes.
Debes estar lejos, ¡ lejos como los siglos!
Aquí, en mi corazón, tu era se quema,
una columna de humo se eleva desde mi copa
siento la saliva como plomo fundido.
¿ Es que te has resecado
agua dulce de mis hondos puquiales?
¡ Oh, brisas del hontanar, campos soleados;
iésta es la hora en que mi alma cruje como caña brava!
34
PERMA.NECIA EN LA CAUSA
Heme aquí, con la fiebre
de ver pasar tu canto de colores,
todavía estoy ciego, deshojado
y con la voz inmóvil.
Anduve por el mar sin hori.wnte
enamorado siempre de tus ojos de aurora.
Como una ánima en pena
bajé a los socavones de la muerte
donde está quieto el ti<!mpo
y está húmedo el rayo.
Allí perdió su sabia _
mi noble árbol de huesos,
allí se endurecieron
mis manos como piedra~.
¡ Oh, las horas de espanto
en las que, enloquecido,
corría sin corteza!
Entonces, en m1 pecho,
partido estaba el viento,
brotaba en mi enramaje
inmensa ave de sombra.
35
Mis pelos se llenaban de relámpagos,
en la colina ardía mi fronda como un astro.
En esta amarga búsqueda
mi voz está perdida,
perdido está mi aliento;
pero aún sin aliento
voy a seguir buscando ardientemente
tu canto de colores
y tus ojos de aurora,
¡ sin pensar que estoy ciego!
36
AGUIIAS MIAS
En medio del desierto ,
han venido hasta mí
'
con sus alas quebradas
Jas poderosas águilas
de los vuelos truncadós.
Una a una llegaban,
daban luz a una lágrima,
se hundían en las hondas oquedades ...
¡ Pobres águilas mías!
¡ Cuanta furia pusieron
en su ardor y en sus sueños!
Ya no vibra en sus alas el impulso
que empujaba a las nub~s,
ya no hienden sus vuelos
siderales alturas.
Estas aves, un día,
fueron reinas del aire,
fueron claras, azules
¡ y cuan llenas de bríos!
37
Hasta que una tormenta
rompió sus alas blancas
y u.na extensa agonía
abrasó sus pupilas.
38
AZUL ANTIGUO
Un día soñé que el universo
era un césped de luz y de rocío,
que a mis pies pululaban sudorosos
como un juego de niños,
los planetas ...
Entonces, quise hacer verdad mi sueño.
Alcé TT}i lampa y de valor armado
tendí la rienda a mi juncal sonoro.
Logré cruzar enfurecidos mares
pero un rayo envidioso
me fulminó los ágiles caballos de totora.
Náufrago en las olas
me varó el mar en espantosa playa.
Mordí los temerosos arrecifes,
tricé los implacables farallones,
con mis potros vertiendo ardientes lavas
me batí entre erupciones y humaredas.
39
Ya no llevaba su lampa el buen labriego,
ni canción vegetal. ni tordillos en el pelo;
pero algo estaba vivo en su agonía,
¡ el ansia de luchar, ay, estas ansias
tercas de amar, de hacer algo hermoso,
aunque sea muriendo día tras día!
40
PASTOR DE TRUENOS
WS RETOÑOS
Amigos:
Ustedes, gallitos del campo
desde el rojo n1onte,
me están escuchando.
Desde los penachos
de la caña pálida,
me están escuchando.
No es cierto que han muerto.
¡ Arriba, muchachos!
¡ Arriba, peoncitos del alba!
Soltemos de nuevo el trino indeleble,
aquí está el verano, más guapo que antaño.
Gorjean las lluv~as, relinchan los ríos,
hietven de arrullos los tiernos sembríos ...
Volemos al monte. Volemos ahora.
De nuevo madura• el maracuyá.
.
'
43
MI TIERRA ESTA AL NORTE
Espero atardecer
cantando a mis héroes anónimos,
a mis santos apóstoles caídos
bajo el plomo
en las grandes invasiones.
Tengo ya los dos brazos incendiados,
atizo en lo que puedo
el rayo urgente. Espero
limpiamente
traspasar los ochenta;
vivir bajo la fronda
de un gran espino
en el norte de mi patria,
frente
a alguna colina tapizada
por silvestres pastizales
en donde alcance a ver pastar mis cuatro cabras.
44
AL RIO DE MI INFANCIA
Señor,
padre del valle.
padre de inis padres,
río sabroso que me diste
muy temprano a beber. Yo te prometo
por la feraz potencia de tus ondas
jamás estarme quieto.
Quiero ser como tú, semen del Ande,
progenitor de valles
que retornas impetuoso en los veranos
para darnos a todos pomarrosas.
45
DOS MAESTROS
A la luz de la luna,
el abuelo
sentado en el poyo.
Las viejas,
hilando a un costado,
los perros al pie,
dormitando;
y todos los niños en torno, mirando
la augusta figura del orador facundo.
El viejo labriego narraba
tremendas historias,
proezas macabras de antiguos esclavos.
El mismo, el abuelo,
después de Castilla
siguió siendo un negro
esclavo remontado
Por si alguna duda,
mostraba
la ausencia sombría de sus dos pulgares.
47
Los niños, de día,
marchaban sin aire a la Escuela,
oían huraños
la charla erudita del pulcro maestro.
Los niños amaban la luna.
¡ Con que fruición absorvían
la parla nutricia
del bravo peón legendari91
Soñaban que un día
corriera en sus venas,
su sangre rebelde, su afán de remonta.
FABUI.A DEL CAMPESINO Y SU ARBOL
Hubo una vez, un campesino loco.
Se le ocurrió sembrar un árbol raro.
en la punta de un cerro endemoniado.
Como era loco el labrador, solía
diariamente cargar un cubo de agua
hasta la cima de aquel monte yermo.
El árbol fue creciendo lentamente,
el labrador tozudo redoblaba
el alimento líquido y a veces
t'nterraba en su torno
parte de su comida y sus picantes.
El labriego era loco, mas; tenía
una mujer del Ande que lo ama,ba.
Era más joven. El labriego le decía:
"Faustina, cuando muer~.
te la arreglas, me entierras bajo mi árbol".
49
Pero el labriego loco no n1oría,
ni siquiera enfermaba.
Murió mas bien de vieja, la Faustina.
Al tercer día
apareció su féretro vacío.
El árbol del labriego
crecía más y más y más crecía,
frondoso y relumbrante cual si fuera
cosa de encantamiento.
Ya solitario, el campesino
construyose una hamaca voladora,
del árbol portentoso,
en lo más alto de la fronda umbría.
Allí, entre las hojas adoradas
acostase a morir y, aún el árbol
siguió creciendo,
y crece ... ¡crece todavía!
50
¡ADIOS PASTOR DE TRUENOS!
c:No sientes cómo balan tus cabras en la inverna?
¿No vés cómo llora tu hacha estremecida?
¡ Ya tus manos de yunque
no tocarán su mango!
Allí, en el rincón donde una tarde la pusiste,
allí, se cubrirá de polvo y moho.
i Adios, pastor de truenos!
Vé, a apacentar sin tregua
tus rebaños de estrellas en el cielo.
Esta noche,
los espinos del monte
arrugarán sus hojas.
Tu sombra melancólica
vagará por los campos.
Uno a uno, tus pasos
recogerás por !todos los caminos.
Vendrás en luna nueva
a contemplar tus bestia~ afligidas,
a tocar tus aperos,
tu hacha, tus espuelas;
51
y al sentirte a lo lejos
los bueyes mugirán dc5concertados
y tu espectro se irá siempre más triste.
( Adios, pastor de truenos!
Vé, a prender tu fragua entre las nubes,
y a forjar el relámpago hacedor de la lluvia!
52
MACALUPU
Macalupú deambula sin trabajo.
Diariamente recorre la avenida Argentina,
suda la gota gorda con el seso
humeante
bajo un sol prepotente.
Maldita y complicada está la moña
en esta Lima pícara y perversa.
¡Ah!. ..
Ni pensar en volver a Catacaos.
Allí, es lenta la danza;
la tierra,
el agua,
el sauce
ajenos, aún cuando sean
dulce la chicha, el sol resplandeciente;
¡ no hay- adonde sembrar, no hay adonde
moverla todo el año!
Macalupú aspira ser un compañero
de buena labia; instalarse
con hato y árbol propio en la barriada.
53
Hablar en las fogosas asambleas,
ser activista hasta rayar;
casarse con limeña sacalagua
de cintura cimbreante,
tener hijos que un día
pisen Palacio ... ¡ Ay! Entonces:
Volver,
volver como machete
para abatir los troncos carcomidos.
54
AYER NOS VISITO IPANAQUE
El buen Jesús del Norte, Ipanaqué,
ha venido a esta isla del furor
sonriendo como un -gran huaco chimú;
sombrero .en mano, pata cala,
camisa transolada, rosa té,
sobre -el hombro la alforja bicolor
con frutos, ¡ ay!, de su dulcísimo sudor.
Este rústico sabio, sin solaz,
ne ha aprendido el hablar de la ciudad
dice, orondo, "lo \iide'' por, lo ví;
él sabe sólamente
las tierras del patrono cultivar
comer yucas y papas con ají,•
levantarse temprano, arar, arar, y arar ...
55
REBUZNO PROPIO
· Cojo la pluma y ¡ nada!
cada vez soy más sopenco''
QUEVEDO
Escribo, canto, clamo y proclamo,
pero aún no suena
mi escuálido quirquincho.
Siembro, podo; barbecho. Siembro,
vuelvo a podar, barbecho
sin descanso, mas no veo
crecer mi verdolaga.
Ando, camino, sudo
la gota gorda hollando
inhó~pitos senderos
y siempre estoy reptando a tientas
lejos de mi propio recobeco.
¿Hasta cuándo,
no voy a articularme
mi rebuzno propio?
57
Hierbo, cocino, aderezo; sirvo
y a la postre cuaja, pero no cuaja·
mi propia salsa.
Tjempo ha que machaco y le doy de alma
a ésta mollera dura
por saborear deberas mi sandía.
58
FRATERNIDAD
FRATERNIDAD
Hermanos:
fautores de la luz y de la historia;
nosotros,
desde el vientre del grumo y de la oruga,
desde cuando latíamos inconscientes en el plancton,
desde aquellas épocas inmemorables del miedo,
desde aquellaf noche insondable de los siglos
nosotros,
soñamos con la fraternidad.
Desgraciadamente,
surgía entre nos.otros,
a espensas de nosotros,
uno, que era nuestro propio cuchillo.
Era, en verdad, aparentemente, uno de los nuestros,
amasado entre nosotros, parido entre nosotros.
crecía y comía con nosotros;
era pues, nuestro hermano:
Sí. Pero se llamaba Caín.
Poseía en grado sumo astucia,
codicia y ambición sin término.
61
En todo nos aventajaba,
su tendencia competitiva era ilimitada.
Solía darse maña
para salir airoso en los torneos .
Gozaba en demostrarnos su condición sobresaliente.
A cada instante, en toda circunstancia
pugnaba por persuadirnos de su superioridad,
tanto, que nos · insuflaba una locura colectiva.
Terminábamos proster~ándonos ante él.
Tejíamos en su tomo una aureola mítica
y no dudábamos en hacerlo cabalgar a horcajadas
sobre nosotros
Después ... ¿Después?; ¿para qué contarlo?
¡ Todos sabemos el resto de la historia!
¡ Ay, hermanos! Hace rríucho tiempo,
desde que a~n latíamos inconscientes en el plancton,
nosotros,
seguimos soñando con la fraternidad.
62
CANTO DE AMOR Y DE ESPERANZA
Hermanos de Asia.
Hermanos de Africa.
Hermanos de América Latina:
El mundo va a resultar pequeño para nosotros.
Tomaremos los cinco continentes,
poblaremos los mares.
Somos tantos y crecemos tan tumultosamente
que nada nos detendrá.
Somos jóvenes, bravos y sumamente ·hermosos,
pero urgidos por ardientes esperanzas.
Formaremos un gran abrazo
universal, humano, revolucionario.
Estrecharemos contra nuestro pecho al globo entero,
haremos jadear a las viejas metrópolis,
irrumpiremos en sus lindos bulevares,
nos posesionaremos de sus grandes tesoros artísticos;
y sus lánguidas mujeres
suspirarán dichosas en nuestros brazos ...
y egendraremos
la nueva generación de hombres fulgurantes.
63
DISCURSO EN TRES PALABRAS
•
1ª.
PALABRA
Alfarero perenne del mañana,
Guillermo Lobatón, hacha del pueblo,
Guillermo Lobatón, huevo del Ande.
Sobrio y estoico te encontró la Gloria,
oreando al viento tu clavel de sombra.
Has muerto como muere todo un hombre
que se dió piel al Sol, armando el tiempo.
67
2•. PALABRA
Lobatón, i ay! Lobatón.
Mira, en la patria
el Sol sigue llorando.
i Ay, Lobatón tu combatjste
porque este Sol enfenno sea un salmo,
un solo amor, con tierra, pan y cielo.
Pero tú has muerto Lobatón, desnudo,
Y ahora al Sol lo están crucificando.
¡ Ay, Lobatón que en buen hora naciste!
; Ay, Lobatón que todo lo dejaste
y lleno de Perú, entero te diste!
Ya cerraste los ojos y a la patria
siguen, los buitres comiéndole los: ojos.
69
3ª.
PAIABRA
( úJtlma de té)
¡NO!
i NO puedes haber muerto!
NO se puede morir la más viva esperanza,
lo que es limpio, lo que es luz, lo incorruptible,
quien jamás puso el dedo en un centavo.
quien trascendió justicia y poesía.
NO.
NO puedes haber muerto.
Acaso,
¿ ha de vivir tan sólo la ancha mierda?
¿ Sólo tienen derecho 1.os puercos a las lilas?
¿ Es la peor desgracia, ser un hombre,
y entregarse a vivir verticalmente al. pie del orbe?
¡ Que me arranquen los versos
de una sola tazcada !
NO.
NO lo quiero creer. ¡ Maldita sea!
NO puede ser verdad tanta vileza,
NO puede ser la luz ahogada en fango ..
NO. NO puedes haber muerto,
montaña de valor, nobleza rara ... !
71
LOS JUECES Y EL DR. FAUSTO
LOS JUECES
Era la noche,
media
noche de espectros ambulantes;
cuando junto al florero aquel de su pomada
surgieron unas sombras milenarias
como errantes labriegos
despojados de sus cha~ras.
Por el fresco sabor a pino tierno
distínguese a Yavel,
por el fluído estival
a Pumalión, fecundo en balas.
-¡ No -clama el Dr. desde su nieve súbita¡ No puede ser, Uds. están muertos!
Estalla Pumalión en carcajadas.
Yavel intensifica
su aroma nemeroso .
. El Profesor exclama atónito.
¿-Qué broma es esta' ¿ Desde cuándo
hacen bromas los mártires?
- ¡ Ja! ¡ Ja! ¡ Ja!
75
El Dr. titubea
-Por favor, nobles sombras
retírense. ¿A qué viene esta broma?
Yo he destilado versos, hilvanado discursos
e;n loor a vuestra gloria.
Volved, volved en paz bajo la hierba fría.
-¡ Ja! ¡ Ja! ¡ Ja!
Las sombras permanecen.
No quieren responder. No dicen
nada, nada, nada;
sólamente
hacen macabros juegos con sus hachas.
Febril grita el Dr.
-Vienen a preguntarme,
qué hice yo,
qué no hice para ayudarlos?
Resuenan en la estancia
potentes carcajadas.
Dubita unos instantes el Maestro.
y dubitante, atónito le encuentra la alborada.
--¡ Un nuevo día - exclama- y las sombras;
¿Retornarán? ¿ Qué vienen a juzgarme
aqu1, esas somb ras ")....
Verdad, todo mi tiempo
lo dedico a éste tráfago de puercos.
¿ De qué se reía Pumalión a cada instante?
~· Yavel, 5iempre esparciend9
su fragancia arbórea. ¿ Seríl a...-caso
el único Dr. que ahora recibe
tan acérrimas penas temerosas? ...
Se oye una voz. Dos voces que le gritan:
-Sigue no más tu tránsito a la podre!
76
Este libro se terminó de imprimir
el 29 de Mayo de 1968, en los
talleres de Editorial LIBROS Y
LETRAS, _Chota Izq. 1553.
LIMA-PERU
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El 7 de julio de 1956,
en una cochera del
antiguo Garage S-an
Jacinto donde hasta
hoy funciona el taller
de reparación de baterías ''Tungar''; quedó constituído
el
Grupo Intelectual I
~.
¡,.:·_·
~~
~-,.
:
º
de Mayo. lntervinieron en su fundación,
además del autor del
presente volumen:
Víctor Mazzi, Eliseo
García, Carlos Loayza, José Guerra, Pe-·
dro Durán, Emilio
Costilla Larrea, Víctor Ladera, Moisés
León Paitán, José Gu-
tiérrez Olaya, Miguel
Carrillo Natteri, AI~miro Pér,ez Contreras y Luis Cohayla
Núñez.
El Grupo desde entonces, ha realizado
una intensa vida cultural que ha trascendido las fronteras nacionales. Se
han incorporado nuevos y valiosos elementos y se han
templado, en el ejer- ·
ciclo constante de la
creación s•us t antiguos v¡¡Jores. t:
'
"PASTOR DE TRUENOS'' sale a la luz
con el propósito de
reafirmar, una vez
más, la actitud, el
mensaje y los principios de solidaridad
emitidos por los fun ..
dad·ores del grupo,
inspirados en. los ideales y el sacrificio
de los mártires de
Chfcago.
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