Tema 6: TURISMO SOSTENIBLE 6.1 Modelos e impactos

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Tema 6: TURISMO SOSTENIBLE
6.1 Modelos e impactos
6.2 Proceso de planificación del turismo sostenible
6.3 Políticas y estrategias del turismo sostenible
6.4 La gestión turística y la gestión ambiental
6.1 MODELOS E IMPACTOS
Concepto y definición:
Una de las consecuencias básicas de la Conferencia de Río (1992) es la
vinculación entre el desarrollo económico y las cuestiones ambientales en
un nuevo modelo (desarrollo sostenible) en cuyo marco sea posible
satisfacer las necesidades del momento presente sin comprometer las
posibilidades futuras. Al cabo de décadas y siglos de prácticas económicas
destructoras de la naturaleza, es difícil invertir las tendencias. Por el
momento, el desarrollo sostenible es más bien motivo de propuestas
dialécticas que un inventario de políticas eficaces.
La sostenibilidad exige un equilibrio entre los objetivos a corto y largo
plazo, bajo el convencimiento de que pueden derivarse todo tipo de
beneficios (incluso económicos) con un uso equilibrado de los recursos
naturales.29
Hasta ahora el modelo de desarrollo extendido en las zonas turísticas
española, como puede ser buena parte del litoral mediterráneo, ha sido el
intensivo
–
continuo.
Las
características
de
este
modelo
son
la
densificación y la congestión urbanística debida al desarrollo lineal de las
edificaciones . Ello provoca un deterioro de la imagen urbana, la polución
visual y tipologías urbanas estandarizadas, acompañadas de un deterioro
del paisaje natural. Se produce, también, una clara desconexión entre los
espacios costeros e interiores, desaprovechando así los recursos turísticos.
Por último, y en general, aparece un insuficiente grado de tratamiento de
los residuos, debido a la falta de infraestructuras para hacer frente a la
masificación.
29
Bosch, Pujol, Serra y Vallespinós “Turismo y Medio Ambiente”. Ed. Ramón Areces,
Colección CEURA Economía 1998 (Pág 24)
1
Frente a este modelo se alza el modelo alternativo, también conocido por
extensivo – puntual, que se ajusta mucho más a las preferencias de los
turistas
modernos.
Este
modelo
alternativo
presenta
un
desarrollo
horizontal y equilibrado que provoca una imagen urbana tradicional de alta
calidad, como una recuperación del paisaje natural. Asimismo, existe un
esponjamiento de la estructura urbana que evita la congestión del modelo
tradicional e integra los espacios litorales y los interiores. Este modelo se
caracteriza por una importante prevención de la contaminación y por una
preocupación por la protección de los espacios naturales, mientras se
incorporan al paisaje urbano los recursos culturales.
El modelo de desarrollo turístico tradicional suele incidir con mucha
fuerza sobre el medio ambiente. Las causas de este alto impacto ambiental
los encontramos en la intervención excesiva sobre la línea costera
acompañada de una ocupación excesiva del suelo. Este tipo de desarrollo,
unido al fomento de actividades turísticas perturbadoras de la fauna y de los
ecosistemas
naturales,
provoca
la
transformación
del
paisaje
y
la
destrucción de la vegetación autóctona. También suele aparecer un
consumo al límite de recursos hídricos, un desperdicio energético y la
generación de desperdicios sin aprovechamiento. Además muchos de estos
residuos son aguas residuales que generalmente acaban vertidas al mar sin
cumplir las mínimas garantías. Por último, la utilización extensiva del
transporte privado provoca graves efectos sobre la atmósfera y fomenta la
contaminación acústica.
El modelo de desarrollo extensivo – puntual racionaliza mucho más el
crecimiento, adecuándolo al entorno natural a través de la potenciación de
los
valores
paisajísticos.
Para
ello,
fomenta
el
transporte
público,
especialmente el ecológico, y potencia las actividades turísticas reguladas
de bajo impacto ambiental. Respecto al tratamiento de residuos, este
modelo presenta una importante actividad de depuración y reutilización de
las aguas residuales, la utilización de energías alternativas y el reciclaje de
residuos urbanos. Su principal problema reside en la necesidad de ocupar
2
mucho más territorio para ofertar el mismo número de plazas, con el
impacto que ello supone30
6.2 PROCESO DE PLANIFICACIÓN DEL TURISMO SOSTENIBLE
La planificación y la gestión del desarrollo sostenible constituyen dos
partes del mismo proceso. La planificación es el proceso de toma de
decisiones necesarias para alcanzar el escenario que deseamos. Mientras, la
gestión es la capacidad de hacer que todo funcione y funciones bien. Ello
significa administrar los medios económicos y técnicos disponibles con el fin
de lograr los objetivos de un plan determinado.
La planificación es, así, la principal herramienta de la que se debe servir el
municipio para programar su desarrollo con criterios de sostenibilidad. Esta
planificación turística debe interpretarse no sólo como la base de un
documento que exprese las líneas de actuación en materia turística, sino
más aún como un proceso de negociación entre todos los sectores
implicados, entre los que se pueden citar los empresarios, la administración
pública, los residentes, los turistas, etc.
Éste es un proceso que debe entenderse de manera flexible, negociada y
abierta, a fin de pactar las reglas del juego del desarrollo turístico. El
proceso de planificación ha de asegurar tanto la sostenibilidad de los
recursos turísticos como la captación de inversiones adecuadas y la
reversión de los beneficios hacia la comunidad receptora. Por tanto, el
desafío principal de la planificación del turismo sostenible consiste en
conciliar
las
oportunidades
de
negocio
turístico
con
los
intereses
ambientales y sociales de la sostenibilidad.
La planificación debe servir para definir un plan de desarrollo turístico
sostenible en el que se expresen una serie de aspectos claves. De entrada
se han de definir los objetivos del municipio en relación a la actividad
turística, reconociendo los puntos fuertes y débiles del municipio y las
oportunidades y amenazas del entorno. Para ello se ha de contar con un
inventario de los recursos de potencial turístico y una evaluación del
estado de las infraestructuras y los servicios de apoyo. Una vez definidos los
30
Bosch, Pujol, Serra y Vallespinós “Turismo y Medio Ambiente” Ed. Ramón Areces Colección
CEURA Economía 1998 (pág 87)
3
objetivos se deben estudiar los espacios afectados por la dinámica turística
y sus condiciones de desarrollo urbano.
La evaluación del modelo turístico más conveniente se ha de realizar
teniendo
en
cuenta
la
caracterización
de
la
demanda,
los
clientes
potenciales y la posible competencia. Asimismo, se deben determinar los
límites en la capacidad de carga del territorio, identificar los impactos
ambientales, sociales y económicos del turismo y, sobre ello, plantear las
estrategias de sostenibilidad a seguir y el programa de actuaciones que se
quiere llevar a cabo. En la planificación no se debe olvidar una normativa de
protección
de
los
recursos
ambientales
y
culturales,
así
como
los
fundamentos de la negociación entre el sector público y privado, para
acordar las responsabilidades, las inversiones y los plazos de ejecución.
Podemos señalar tres aspectos fundamentales de la gestión turística:
→ Participación
La participación se materializa a través de la integración de la comunidad en
el proceso. Esta integración se ha de hacer tanto desde el consenso sobre el
modelo de desarrollo elegido, como desde la participación en el desarrollo
económico que supone la actividad turística. Para ello, es imprescindible la
realización de consultas
la población que permitan contar con la mayor
colaboración y aprobación posibles.
→ Programación
La programación ha de coordinar las inversiones necesarias, ha de asignar
las responsabilidades y tiene que prever unos plazos de ejecución. Todo ello
se ha de recoger en un Programa de Actuaciones Prioritarias que abarcará
estos tres puntos
y servirá de guía para el desarrollo de la actividad
turística.
→ Financiación
Para llevar a cabo cualquier proyecto se requiere la captación de inversiones
ya sean privadas o públicas, como provenientes de la cooperación entre
administraciones públicas. Asimismo, la financiación ha de tener en cuenta
la asignación de fondos y subsidios.
4
En resumen, la planificación del turismo sostenible trata de implementar un
nuevo modelo de desarrollo turístico que, como hemos visto, es más acorde
con los gustos del turista moderno y que presenta un alto grado de
preocupación medioambiental. En la planificación se trata, por tanto, de
integrar en un mismo proceso las estrategias del desarrollo turístico y la
gestión del turismo y del medio ambiente.
6.3 POLÍTICAS Y ESTRATEGIAS DEL TURISMO SOSTENIBLE
La sostenibilidad debe ser, como hemos visto, un reflejo de las políticas y
estrategias de desarrollo turístico. Desde los años sesenta el turismo ha ido
ganando protagonismo como fuente generadora de recursos en España. En
estas cuatro décadas se puede observar una evolución de las políticas desde
la administración pública respecto a las relaciones entre turismo y medio
ambiente. Tomando como referente los objetivos de la política turística, se
pueden
observar
tres
fases
diferenciadas
en
las
políticas
de
la
administración competente:
Fase de desarrollo
Comprende las décadas de los sesenta y setenta. En ellas se trató
principalmente de incrementar el número de visitantes y maximizar los
ingresos por turismo, a través de lanzar programas promocionales y abrir
nuevos mercados de visitantes turísticos. Con ello se pretendía mejorar los
niveles de renta de los españoles y crear empleo.
Fase de estabilización
Durante la década de los ochenta se intentó desde la administración
comprender mejor los impactos sociales, económicos y ambientales del
turismo. En base a esta comprensión se desarrollaron instrumentos legales,
económicos y financieros de apoyo a la actividad, al mismo tiempo que se
coordinaba la política general con la política sectorial del turismo. Por
entonces, se comenzó a dar mayor relevancia a la política turística de
producto y se maximizó la contribución de turismo al bienestar de los
residentes.
5
Fase de calidad
En los años noventa las políticas de la administración pública se orientan a
crear y mantener un marco adecuado para la competitividad empresarial.
Por primera vez se atiende la problemática de los impactos no sólo sociales
y económicos, sino también de los cambios en el medio ambiente de los
entornos turísticos. Con ello, se pretende alcanzar la calidad, la eficiencia en
el sector, así como obtener beneficios de manera sostenible.
Para elaborar una política turística como las que acabamos de ver se
requiere en primer lugar conocer la demanda a través de las motivaciones
de los turistas potenciales y teniendo en cuenta el comportamiento de los
mercados. Con este estudio previo de la demanda se puede adecuar la
oferta a esta potencial demanda elaborando uno o varios productos
turísticos en base a las potencialidades y características del municipio.
A la hora de llevar a cabo estas políticas, se ha de lograr un ámbito
territorial eficiente que se consigue con la aplicación de un modelo de
desarrollo
sostenible
y
la
mejora,
y
continua
adecuación,
de
las
infraestructuras y los servicios. Como ya sabemos, el arma más eficaz para
llevar a cabo una política de desarrollo turístico es la elaboración de un Plan
Estratégico de Desarrollo Turístico en el que se detalla la planificación
turística y se gestiona la ejecución y el seguimiento de las políticas
diseñadas. La administración pública debe, además, ejercer su capacidad de
liderazgo, a través de la coordinación e incentivación de las estrategias de
actuación.
El diseño de políticas, tanto de oferta como de demanda turística, es
fundamental para promover un sector competitivo enmarcado en un
momento de desarrollo sostenible en los destinos turísticos maduros, como
es el caso de muchas zonas del litoral mediterráneo español.
Veamos algunas de estas políticas:
Regulación de territorio:
En estas se apunta regular el sector turística partiendo de los Planes de
Ordenación Urbana, en que deben definirse el espacio más adecuado para el
establecimiento de las nuevas actividades turísticas. Esta definición tiene
que ir acompañada, por un lado, de una normativa de edificación coherente
con las tipologías tradicionales y, por otro, de la regulación de medidas de
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esponjamiento de los espacios urbanos que permitan recuperar espacios
degradados y crear zonas de reserva de suelo urbanizable que disminuyan
la presión sobre la primera línea de playa.
Las políticas referidas al medio ambiente deben enfatizar el control y la
protección de los entornos naturales a través de la evaluación de los
impactos ambientales, que es una de las exigencias imprescindibles para
cualquier
proyecto
turístico.
Se
debe
promulgar
una
normativa
medioambiental que incorpore grados de protección más o menos intensos
según la fragilidad del medio, así como buscar los mecanismos financieros
que permitan gestionar y mantener el patrimonio protegido. Un claro
ejemplo de esta organización de los mecanismos financieros es el
establecimiento de compensaciones para ofrecer a las zonas que se han
declarado protegidas.
Servicios turísticos
Los servicios que se ofertan son una de las claves de la oferta. El municipio
debe velar por la calidad de los establecimientos desarrollando programas
de mejora para adecuar los servicios a estándares de calidad definidos. Para
ello,
se
ha
de
fijar
una
normativa
para
la
reconversión
de
los
establecimientos obsoletos y potenciar el funcionamiento de la oferta de
alojamientos con criterios ecológicos. Esta política sobre los servicios ha de
promover la especialización de una oferta encaminada a satisfacer las
nuevas demandas turísticas que aparecen en los visitantes.
Infraestructuras
Las políticas referentes a las infraestructuras deben orientarse a cubrir los
déficits importantes sobre todo los relativos a la dotación de agua, la
vialidad y la depuración de aguas residuales. Asimismo, se debe poner en
marcha un sistema de reciclaje de residuos urbanos. Se recomienda
también
la
utilización
de
energías
alternativas
en
restaurantes
y
alojamientos.
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Transportes
Se debe fomentar el uso de transporte público no contaminante y la mejora
de las zonas peatonales. La disuasión del vehículo particular se ha de
realizar con un control de los accesos y de los aparcamientos.
Oferta complementaria
El producto debe dotarse, por parte del equipo municipal, de aquellos
elementos que le permitan adecuarse a una demanda más exigente. Ello se
consigue preservando los derechos del consumidor y ofreciendo garantías
de calidad con un precio adecuado a la oferta.
La promoción y la comercialización de la oferta
Son uno de los aspectos clave de la actividad turística. El municipio ha de
coordinarse con las acciones desarrolladas por el resto de administraciones,
especialmente con las de la Comunidad Autónoma. También con el sector
privado, con el que hay que fomentar mecanismos de apoyo a las empresas
que
incorporen
mejoras
medioambientales,
así
como
diferenciar
la
promoción de productos, con el fin de mejorar la rentabilidad de la inversión
y paliar los problemas derivados de la estacionalidad turística
La información y la formación
La mejora de estos dos aspectos es esencial a la hora de planificar las
políticas relativas a la demanda turística. Se deben promover sistemas de
información, promoción y reservas que ayuden a la demanda a organizar su
viaje de forma más independiente, de acuerdo a las nuevas tendencias que
se perciben en la demanda . Se han de realizar publicaciones o material
informativo
sobre
las
empresas
turísticas
que
adopten
medidas
medioambientales y sensibilizar tanto a visitantes como a residentes sobre
los códigos de conducta ambiental.
6.4 LA GESTIÓN TURÍSTICA Y LA GESTIÓN AMBIENTAL
La gestión desde el gobierno municipal puede valerse de una serie de
instrumentos para compatibilizar la gestión turística y la gestión ambiental.
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El Plan de Gestión Ambiental del municipio desde un punto de vista turístico
basa su éxito en la mejora de la calidad de su entorno, de los servicios, de
los recursos y de todas las infraestructuras de apoyo. Además es
importante la consideración y la evaluación de las variables ecológicas que
se relacionan con el negocio turístico.
La calidad ambiental es un elemento clave de la calidad total en el servicio
como objetivo estratégico del negocio turístico. No basta con cumplir los
límites de lo que marca la legislación, sino que es preciso ir por delante en
cuanto a gestión medioambiental.
Una de las ventajas de asumir la calidad ambiental es satisfacer al cliente
más exigente. La mayoría de turistas que vienen a España proceden de
países con unos estándares de calidad ambiental superiores a los españoles.
La calidad ambiental permite, que el cliente conozca sus derechos y no
renuncie a la exigencia de un medio ambiente de calidad durante sus
épocas de vacaciones.
La gestión para el desarrollo sostenible supone un ahorro de costes
provocado
por
la
minimización
de
la
producción
de
residuos,
de
optimización de los usos del agua y un consumo energético racionalizado.
Este ahorro, que se incrementa cuanto más precisa sea la gestión
energética, incide especialmente en los costes asociados a la prestación de
servicios.
También se produce una mejora de la imagen municipal, ya que un
municipio ecológico goza de una mayor aceptación social. Esta imagen
positiva no sólo se da entre la clientela, sino también con el resto de las
administraciones públicas, lo que permite negociar los presupuestos más
favorablemente e incluso acceder a ayudas financieras.
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