Subido por pedromarull

Caracterizaciones socio territoriales acerca de la urbanizacion colectiva en Villa Palito; Gabrielli Camila, Marull Pedro

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Villa palito como urbanización contra-hegemónica
Apropiación del espacio público
Introducción
En el siguiente texto abordaremos el caso de la urbanización de Villa Palito a través de la
cooperativa madre, analizaremos cómo el espacio público mediante la apropiación de este
conforma espacio urbano y como las características particulares del caso buscan compensar
las desigualdades en la distribución de los recursos (espacio social reificado). Por medio de
los conceptos teóricos “actitud blasée” de Georg Simmel y “derecho a la ciudad” de David
Harvey se buscará abordar la hipótesis de si Villa palito conforma o no un espacio urbano
contrahegemónico.
Cooperativa Madre (Villa Palito, La Matanza)
Villa Palito nace en la década de los 60´ consecuencia de la reubicación habitacional de
villas en capital federal durante el gobierno de facto de Onganía. La urbanización nació y se
desarrolló como asentamiento precario hasta 1993 cuando se da inicio a un proceso de
organización colectiva de vecinos la cuál se vió cristalizada casi 15 años después como una
experiencia inédita en la cual habitantes, referentes y técnicos del estado trabajaron en
conjunto para el mejoramiento habitacional del barrio.1
En 1993 se conforma la cooperativa Arraigo fruto del Programa Arraigo del Gobierno
Nacional. Éste tenía como objetivo beneficiar a hogares que ocupasen terrenos de propiedad
estatal, ellos debían pagar una determinada suma a fin de que el Programa realizará una
escritura traslativa de dominio a su favor. Este tipo de política de vivienda representó un
cambio frente a acciones estatales establecidas previamente. El principal objetivo del
programa era la transferencia de la propiedad a la población establecida en tierras
fiscales nacionales. Los adjudicatarios debían pagar una determinada suma de dinero a estos
fines.2 El plan se dividía en distintas etapas, primero se valuaba el valor de la tierra
considerando “las condiciones de deterioro en las que se encontraba la tierra antes de que la
ocupara la villa, el no uso por parte del propietario (en este caso el Estado) y la falta de
urbanización de la zona” (Lezcano, 1997). Luego se relevaría la cantidad de habitantes y
condiciones habitacionales y finalmente se crearía un instituto nexo (Cooperativa de Trabajo
Barrio Almafuerte) entre habitantes y funcionarios del Plan Nacional Arraigo.
Al momento de la implementación del Plan la principal institución que nucleaba a los vecinos
del barrio era la parroquia “San Roque González y Mártires” a cargo del padre Basilicio
Brítez, más conocido como Bachi. Pasados los años el Plan Arraigo no cumplió ciertas
expectativas y en 1999 se produce una toma de terrenos en los colindantes del barrio de lo
que serían aproximadamente 300 lotes, la resistencia de los vecinos y la influencia del
1
“Ni piqueteros ni punteros. Procesos de organización comunitaria durante el kirchnerismo. El caso de la urbanización de
Villa Palito, La Matanza”; Forni, Pablo. Castronuovo, Luciana. Nardone, Mariana; 2012; Buenos Aires.
2
“La Política de Radicación de Villas en la Capital Federal, Serie de Estudios N° 16” Lezcano J.; 1997; Buenos Aires;
Centro de Estudios para el Cambio Estructural
párroco en los funcionarios del estado nacional evitaron que se desalojen los terrenos. A
partir de ese momento el padre Bachi (pese a haber integrado la cooperativa Arraigo) plantea
que la organización y el proceso de mejoramiento habitacional debía ser conducido por los
vecinos de la toma, en este grupo de vecinos empieza a apoyar como referente a un joven
llamado Juan Enriquez ya que trabajaba vendiendo en las calles del barrio, actividad que le
daba la ventaja de conocer y poder articular entre los vecinos. Así es como nace la
cooperativa “Madre” en la cuál Juan gana las elecciones y es electo como presidente, en el
contexto de surgimiento de la cooperativa, 1999, la exclusión social era moneda corriente,
sobre esto Juan enriquez expresa en una entrevista “no teníamos nada, lo único que teníamos
era la posibilidad de poder salir adelante”.
El nuevo proceso de urbanización recibió apoyo de la nueva gestión municipal del intendente
Balestrini e incluso visitas y recibimientos del presidente Nacional Néstor Kirchner en 2004,
el proceso de urbanización se dividió en diferentes grupos de trabajo cooperativo que
fueron remunerados con honorarios a los participantes, entre ellos se encuentran experiencias
innovadoras como grupos de demolición conformados por jóvenes del barrio y grupos de
capacitación en oficios de la construcción que se encargaría de llevar adelante los núcleos
habitacionales. Estas unidades habían sido diseñadas previamente entre vecinos respecto a las
necesidades particulares de las familias proyectando futuras ampliaciones y que pudiesen
responder ediliciamente a sus actividades laborales ya sean comercios, talleres, etc.
Además de la vivienda la cooperativa buscó dar solución a la integración socio-urbana de
los vecinos. El barrio cuenta con dos jardines de infantes, una escuela primaria y secundaria,
una orquesta para niños, y un centro de formación profesional donde se ofrecen cursos de
soldadura, carpintería, y panadería, entre otros y según referentes del barrio, más del 70% de
los adultos de Villa Palito terminaron el secundario. También existen un centro asistencial
para personas en situación de calle, un centro para jóvenes con adicción, un centro para
víctimas de violencia de género, y un Centro Integrador Comunitario (CIC) que cuenta con
un área de cultura y otra de salud, en la cual trabajan médicos clínicos, pediatras, cardiólogos
y hasta expertos en salud mental comunitaria. El deporte también fue una parte importante
del proceso, es por esto que se construyeron clubes de fútbol en los cuáles cerca de 100
chicos del barrio toman la merienda y entrenan.
“Urbanizar no es sólo construir casas nuevas. Es trabajar solidariamente entre todo el
barrio para que la gente pueda crecer y estudiar. Es cambiar toda una cultura para poder
mejorar la calidad de vida en una manera integral”
Gladys Enríquez, coordinadora del CIC.3
El espacio público como la mediación entre la sociedad y el estado
En la década del ´70 surge una de las primeras definiciones de espacio público por Jürgen
Habermas, quien populariza el concepto. Sostiene que la formación del espacio público es un
fenómeno propio de la sociedad burguesa que se da en paralelo con la afirmación del
capitalismo a partir del siglo XVIII. Lo define como algo intermedio entre el estado y la
3
“De villa a barrio: cómo los vecinos de La Palito lograron una urbanización de adentro hacia afuera” Wei He, Lucía;
Red/acción periodismo humanitario; 2018; Buenos Aires
sociedad civil, donde se da un cruce e interacción de los distintos actores que forman la
sociedad. Lo define como el espacio social en el que se forma la opinión pública. 4
Según Carrión el espacio público no es lo residual, ni una forma de apropiación ni donde se
enajena la libertad como muchas definiciones sostienen. El autor lo entiende a partir de una
doble consideración relacionada: su condición urbana, por lo tanto su relación con la ciudad y
por su calidad histórica, ya que cambia con el tiempo y en cada momento tiene una lógica
distinta. El espacio público se define en relación a la ciudad y si la ciudad es el espacio
donde se condensa la heterogeneidad social de un grupo poblacional, son necesarios
espacios de encuentro e intercambio tangibles o intangibles, que habiliten a los diversos
construir la unidad en la diversidad (la ciudad) y definir la ciudadanía (democracia). Esos
lugares son los espacios públicos. 5
“Las primeras reuniones se organizan en el tinglado de la Iglesia. El despacho y la
secretaría parroquial pasarán a ser centro de operaciones de la cooperativa, será aquí donde
se conformará la denominada cooperativa madre.”6
Cooperativa madre como espacio de encuentro e intercambio tangible de Villa Palito. La
cooperativa madre tierra cumplirá un rol fundamental y principal en el proceso de
urbanización y que surge a raíz de la necesidad que tenían los vecinos de un espacio de
apropiación, hasta el momento espacio intangible; de intercambio, de reunión y contención.
Cooperativa madre va ser este espacio que habilite la diversidad y defina la ciudadanía dentro
de un barrio popular, va a ser la que da el inicio y marcará el camino a las demás cooperativas
que vendrán posteriormente.
“(...) el espacio público es un componente fundamental para la organización de la vida
colectiva (integración, estructura) y la representación (cultura, política) de la sociedad, que
construye su razón de ser en la ciudad, y es uno de los derechos fundamentales en la ciudad:
el derecho al espacio público como derecho a la inclusión.” - Carrión7
La apropiación del espacio en villa palito, como compensar la reificación
Lefebvre sugiere que todo espacio apropiado por los seres humanos se encuentra
inevitablemente relacionado por un lado, con su cuerpo (la práctica espacial) y su imaginario
(espacios de representación). La práctica espacial, es para Lefebvre el espacio percibido
que integra las relaciones sociales de producción y reproducción. Sostiene que es el principal
secreto del espacio de cada sociedad y está directamente relacionado con la percepción que la
gente tiene de él con respecto a su uso cotidiano: sus rutas de paseo, los lugares de encuentro.
4
Espacio público: punto de partida para la alteridad - Fernando Carrión M.- Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales,
Flacso-Ecuador
5
El concepto de ‘espacio público’ en Habermas: algunas observaciones a partir del caso ateniense* - Daimon. Revista
Internacional de Filosofía, nº 77, 2019, pp. 151-163
6
La historia de una organización comunitaria: de la toma de tierras a la gestión en el Estado. El caso de Villa Palito-Barrio
Almafuerte-La Matanza.
7
Espacio público: punto de partida para la alteridad - Fernando Carrión M.- Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales,
Flacso-Ecuador
Los espacios de representación son para el autor, los del “debería ser”, el plenamente
vivido, experimentado directamente por sus habitantes a través de símbolos e imágenes. Este
espacio supera al espacio físico, ya que sus usuarios hacen un uso simbólico de los objetos
que lo componen. Es un espacio maleable por la imaginación humana que busca cambiarlo y
apropiarlo.8
Por otro lado Delgado sostiene que hay que prestar especial atención a los recorridos de los
sujetos por determinados lugares, no poner el foco en qué efectos produce ese lugar en los
sujetos, sino en cómo estos sujetos utilizan los espacios. Si bien los sujetos que actúan en un
espacio son determinados de algún modo por éste, ellos no se limitan sólo a cumplir trazados
predefinidos, por el contrario, recorren los espacios de acuerdo con su experiencia. Los
cuerpos, atravesados por diversas prácticas y hábitos, utilizan el espacio de una manera
mientras que este influye sobre ellos.
Podríamos decir que el espacio público no es un escenario preexistente; es espacio público en
tanto es atravesado por una experiencia social al mismo tiempo que organiza esa experiencia
y le da formas. A la vez podemos entender el espacio público como soporte contenedor,
soporte que habilita ser apropiado y transformado y en tanto esto suceda, el espacio público
inmerso dentro de una metrópolis, comienza a ser espacio urbano.
Ahora bien, esta transformación impacta en las condiciones de vida y democratización de lo
que es la ciudad, por ejemplo bourdieu plantea el espacio social reificado.
“El espacio social reificado (es decir físicamente realizado u objetivado) se presenta, así,
como la distribución en el espacio físico de diferentes especies de bienes y servicios y
también de agentes individuales o grupos localizados físicamente (en tanto que cuerpos
vinculados a un lugar permanente) y provistos de oportunidades, más o menos efectivas, de
apropiación de esos bienes y servicios (en función de su capital y también de la distancia
física con respecto a esos bienes, que depende a su vez del mismo capital). En la relación
entre la distribución de los agentes y la distribución de los bienes en el espacio se define el
valor de las diferentes regiones del espacio social reificado.” Bourdieu
Según Bourdieu los agentes o grupos sociales, en tanto cuerpos, al igual que las cosas, están
localizados en un lugar y ocupan un sitio. El lugar es el espacio físico donde se sitúan los
mismos y el sitio es comprendido como la extensión, la superficie y el volumen que un
agente o cosa ocupa en un espacio físico. Tanto los agentes sociales como las cosas, están
situados en el espacio social y el espacio apropiado funciona como una especie de
simbolización del social que se traduce de esta manera en el espacio físico.
El espacio social reificado se define como la distribución en el espacio físico de diversos
bienes y servicios, así como también de agentes y grupos sociales localizados físicamente con
oportunidades desiguales para la apropiación de dichos recursos. Esta apropiación se da en
función de la estructura y volumen de capital, y de la distancia física con respecto de esos
8
“La tesis de la producción del espacio en Henri Lefebvre y sus críticos: un enfoque a tomar en consideración” - Baringo
Ezquerra, Quid 16 N° 3
bienes que depende a la vez de los capitales poseídos. De esta manera, el valor de las diversas
zonas físicas en un determinado territorio, se define por la superposición entre la distribución
de los agentes y la estructura de los recursos.9
¿Es Villa Palito una construcción alternativa a un espacio reificado?¿no plantea acaso la
democratización de los servicios y los bienes?¿Es una nueva forma de espacio social
reificado?
La mercantilización del espacio público plantea y supedita la calidad de vida a donde llegue
el mercado. La lógica del mercado se rige mediante la secuencia siguiente: primero hay
urbanidad, donde se considere viable y luego vienen todos los servicios que van a satisfacer y
brindar a quienes habiten la zona el confort necesario. Ahora bien, podríamos decir que en el
caso de villa palito se resignifica este concepto y se da a la inversa el proceso. Desde lo
autogestivo desarrollan la calidad de vida que necesitan para que evolucione la urbanidad y
en consecuencia la apropiación.
Actitud blasée, lo plebeyo como contrarelato simmeliano
Cuando Simmel escribe “La metrópolis y la vida mental” empieza a problematizar acerca de
cómo son las estructuras mentales de los habitantes de las grandes ciudades. Detalla una la
vida cargada de estímulos y la supeditación al orden de la economía monetaria, ambos
factores influyen en una percepción ensimismada e individualista del mundo según el autor.
La autopreservación del ser en su teoría aparece como eje considerando que dichos
individuos progresan y mejoran cumpliendo las instancias y requerimientos de esta
estructura.
Sobre la actitud Blasée y su relación con la economía:
“...el dinero expresa todas las diferencias cualitativas de los casos en términos de ¿cuánto
cuesta? Con toda su capacidad e indiferencia, el dinero se convierte en el común
desarrollador de todos los valores y vacía, irreparablemente, el centro de los casos, su
individualidad.”...
Sobre la actitud Blasée y su relación con los estímulos:
“Si uno respondiese positivamente a todas las innumerables personas con quien se tiene
contacto en la ciudad…uno se vería atomizado internamente y sujeto a presiones psíquicas
inimaginables.”10
Ahora bien, el contexto en el que Simmel retrata a este hombre metropolitano se da a
principios del S XX, contempló cómo las nuevas industrias requerían cada vez más fuerza de
trabajo, como el crecimiento de la economía del desarrollo y el crecimiento de las urbes
parecía ilimitado. También actúa la influencia de los cambios de pensamiento religioso,
filosófico y político del S XVIII en los cuales prima la idea de la liberación del hombre.
Nietzsche y la incansable lucha del individuo como requisito previo para su pleno desarrollo
9
EFECTOS DE LUGAR- Pierre Bourdieu
Simmel, Georg; “la metrópoli y la vida urbana”;en Revista Discusión (1977), núm. 2. Barcelona: Barral.
10
o las tendencias socialistas que si bien por medio de la supresión de la competencia llegaban
al mismo objetivo, la autodeterminación del individuo, ethos de una época.
“...pero en cada uno de ellos actuaba el mismo motivo fundamental, a saber, la resistencia
del individuo a ser nivelado, engullido por el mecanismo socio-tecnológico."11
Sin embargo cabe preguntarse qué valores, formas de vinculación y organización e ideas
filosófico-políticas impulsa otro tipo de contexto, en el caso de Villa Palito en el cuál el
trayecto de su constitución encontramos como hechos significativos el desplazamiento de
grandes poblaciones a un área no urbanizada (signado por la violencia de un gobierno
ilegítimo), la vulnerabilidad económica y social que se constituía en los habitantes del
barrio, los fallidos intentos de urbanización por parte de un gobierno por medio de una
cooperativa barrial, la crisis económica y social del 2001 cristalizada en el “que se vayan
todos”. Todo ello da pie a dos situaciones muy puntuales. Primero la economía monetaria, el
orden institucional-político, el estado (¿la democracia?) no parecieran ser el ordenador de la
vida pública que suponían ser, no sólo a partir de la crisis sino que acompañados por los
largos años de desidias en la respuesta habitacional para estos grupos sociales. La
particularidad del 2001 es que la crisis no es de un gobierno o respecto a un sector
socioeconómico, se plantea como una crisis del modelo, una crisis del orden establecido. En
este sentido entra la segunda situación, cuando todas las estructuras dejan de ser garantes de
la civilidad las prácticas sociales se vuelcan a lo más elemental, la organización colectiva
empieza a primar en forma de ollas populares, trueques y protestas. Diego Sztulwark
reflexiona respecto a esta crisis puntualmente acerca de lo plebeyo como reverso de lo
político12, lo plantea como un conjunto de fenómenos individuales y colectivos que aparecen
en las fisuras de la política institucional como movimiento centrífugo que nuclea todas los
actores sociales en la cuál los individuos se niegan a poner su capital humano meramente
abocado a la producción mercantilizada.
“…reverso democrático de la política, como apropiación de la crisis, como potencial
cognitivo que permitiría… releer lo político, actualizar el concepto de lo político,
comprender que no es aceptable una política totalmente servil al mandato del capital. Lo
digo así: lo plebeyo es la vida que no se deduce de la axiomática capitalista.”13
Entendido de esta manera, el proceso de toma, la gestión de una mesa comunitaria para la
toma de decisiones y proyecto, la conformación de cooperativas de autogestión y la
organización colectiva en Villa Palito puede considerarse como producto de este fenómeno y
de ese contexto. Así como Simmel construye la actitud blasée como condición necesaria para
la vida metropolitana, lo plebeyo debe conformar cierta actitud respecto a la vida en
comunidad. Donde previamente el ordenador civil era la economía monetaria ahora prima el
ponerse de acuerdo para realizar una toma o para definir el valor material e inmaterial (y
11
Simmel, Georg: “El individuo y la libertad.” (1986) Barcelona, Península.
Sztulwark, Diego; “La ofensiva sensible: Neoliberalismo, populismo y el reverso de lo político”; 2019; Buenos Aires;
Editorial Caja Negra
13
Entrevista a Diego Sztulwark: Lo plebeyo como reverso de lo político; 2019; Lobo suelto, anarquía coronada.
12
simbólico) en el trueque. Es también el caso de los valores de individualidad y
ensimismamiento para la liberación y realización del individuo, los cuales fueron
reemplazados por la solidaridad y la organización colectiva para la conquista de derechos y
mejoramiento de la realidad material. Así como la la actitud Blasée es hija de su contexto el
“que se vayan todos” que es más parecido a que se vayan los que están y vemos como nos
arreglamos o “la patria es el otro” frase acuñada por el movimiento político que supo
aprovechar este contexto como capital son hijas del 2001.
Villa Palito y el derecho a la ciudad
David Harvey plantea que la construcción de una ciudad no puede disociarse de qué tipo de
lazos sociales, relaciones con la naturaleza, estilos de vida, tecnologías y valores estéticos
deseamos. En esa línea corona con la frase de “se trata del derecho a cambiarnos a nosotros
mismos cambiando la ciudad. Es, además, un derecho común antes que individual, ya que
esta transformación depende inevitablemente del ejercicio de un poder colectivo para
remodelar los procesos de urbanización”14. Harvey también plantea el proceso de
urbanización capitalista como un fenómeno en manos de clases acomodadas, si bien esta
hipótesis verifica en la mayoría de los caso cabe preguntarse qué alternativas son plausibles a
este modelo y que condiciones tienen que estar dadas para que estas “revoluciones urbanas”
(Lefebvre)15 puedan ser por lo menos esbozadas. En este sentido el autor plantea algo así
como un despertar global de los desposeídos y clases medias contra las élites ya sean
económicas o políticas que hoy rigen los órdenes urbanos (¿una comuna de París
instagrameada?) en el cual se democratizan las decisiones sobre la producción y gestión del
excedente. Ahora bien cuando considera esto como “instituir nuevos modos de
urbanización” cabe preguntarse si no se debe entender de forma más profunda la necesidad
de un nuevo modelo ¿Es estrictamente necesaria la continuación de producción de
plusvalías?¿Es realmente justo que el derecho colectivo de ciudad prime por sobre el
individual? Hay un cierto consenso en la idea de que las decisiones urbanas no deben
beneficiar a clases acomodadas por sobre el resto de la sociedad, pero si la necesidad
colectiva requiriese de la exclusión de un sector (por más mínimo que fuese)¿Sería correcto?
En el caso de Villa palito cabe destacar situaciones de una urbanización popular que si bien se
mimetiza con lo propuesto por Harvey tiene ciertos matices en los cuales creemos que se
aleja de esta tesis, principalmente como la vocación puramente local de conquista de
derechos de la cooperativa se contrasta con la revolución globalizada que plantea el autor.
Otro factor que es interesante comparar es que el derecho a la ciudad se plantea como un
derecho colectivo, un objetivo común en el cuál las buenas prácticas urbanas están
cuantificadas en la relación de toda la sociedad con su soporte natural, el desarrollo y
consigo misma en una relación vertical de arriba hacia abajo la cuál pasa primero por estos
objetivos generales. En el caso de la cooperativa madre la estructura es a la inversa, de abajo
hacia arriba, pasa primero por necesidades particulares de los usos programáticos de las
viviendas, se consensuan los intereses de los vecinos y luego se efectúa como plan de acción.
14
15
Harvey, David; “Ciudades Rebeldes: del Derecho a la Ciudad a la Revolución Urbana ”; Madrid; 2012.
Lefebvre, Henri; The Urban Revolution; Minneapolis; 2003; y Writings on Cities; Oxford; 1996
La principal diferencia entre ambas radica en que Villa palito parte como proyecto de
derechos vulnerados a particulares mientras Harvey lo observa como derechos vulnerados a
un colectivo, si bien planteamos anteriormente la necesidad de la organización comunitaria en
el caso de estudio, esta organización aparece como condición necesaria para la praxis,
cuando el objetivo último es la satisfacción de las demandas materiales del individuo “donde
existe una necesidad, nace un derecho”16.
Contra-hegemonía en las prácticas espaciales, hacía un nuevo concepto de urbanización
Hegemonía: del griego ἡγεμονία ('dirección, primer puesto, preferencia, mando, jefatura')
En la antigua Grecia el hegemón era el conductor, el guía y también el comandante del
ejército. En el tiempo de la guerra del Peloponeso, se habló de la ciudad hegemónica
respecto a cada una de las ciudades que dirigían la alianzas de las facciones contendientes.
Tomando conceptos del marxismo gramsciano podríamos entender la hegemonía como la
dirección política ideológica consensuada en un grupo donde un sector poderoso impone sus
intereses. La hegemonía en relación a un poder coercitivo institucionalizado y a la sociedad
civil conforma un estado, este crea un tipo de civilización que responde a sus necesidades,
fomenta ciertas costumbres y hace que otras desaparezcan, da lugar al hombre -y la
mujer- colectivos, que tienen automatizados estos hábitos.17
Siendo entonces los hábitos urbanos producto de imposiciones de las clases dominantes
decidimos problematizar y preguntarnos si acaso no hay un contra hegemón en estas prácticas
y ,acompañado de este, la posibilidad de conformar de una nueva mayoría. En Argentina, más
precisamente en el área metropolitana de Buenos Aires hay larga historia en relación a
intentos de erradicar las distintas villas, en especial durante gestiones no caracterizadas por la
reivindicación de los sectores populares como es el caso de Villa palito. Surge la hipótesis si
acaso no hay un componente ideológico en la decisión de “urbanizar” estos barrios,
mismo el término ya deja en claro que dichos espacios están contemplados por fuera de lo
que se entiende como ciudad. Si bien es innegable que dentro de los barrios populares hay
carencias infraestructurales y habitacionales que urgen de ser abordadas estas no solo se
limitan a lo que respecta a estos barrios. Entonces, el hito político detrás de la conquista de
la urbanidad villera tiene un componente simbólico asociado a las clases dominantes. Es
entonces la ciudad domesticada la voluntad de mejorar las condiciones materiales de vida
en estos barrios o expresión de deseo de censurar prácticas espaciales, modelos de
organización social y manifestaciones políticas no canónicas. En este caso Villa palito
aparece como un matiz más entre las opciones para la gestión de estos territorios, poder llevar
las necesidades infraestructurales a los barrios postergados, pero una ciudad como
construcción colectiva y democrática, no como imposiciones de las gestiones de turno.
16
Duarte, María Eva
Natalia Albarez Gómez; ”El concepto de Hegemonía en Gramsci: Una propuesta para el análisis y la acción política”;
Revista de Estudios Sociales Contemporáneos n° 15, IMESC-IDEHESI/Conicet, Universidad Nacional De Cuyo, 2016, pp.
150-160
17
Conclusión
A raíz del análisis realizado y habiendo tomado como caso de estudio Villa Palito
consideramos que bien representa lo que definimos como espacio urbano no canónico,
mediante la apropiación del espacio y la urbanización por medio la cooperativa madre es un
claro ejemplo del potencial de las organizaciones para compensar desigualdades territoriales
estructurales. Otra conclusión a la que llegamos es que cada nuevo proceso o paradigma de
acción respecto a la producción espacial requiere de construir narrativas, condensar valores
comunes y formular demandas concretas para ser llevados a cabo. En el caso de Villa palito
la construcción de un sentido fuerte de comunidad y las ganas de “construir un barrio en el
que den ganas de vivir” (en las palabras de un vecino) más que un asentamiento fueron
claves. Por último, la organización “de abajo hacia arriba” es una herramienta que si bien es
una experiencia satisfactoria en este caso requiere de un despliegue territorial y coordinación
entre actores que no suele abundar.
Algunos interrogantes respecto al estudio de caso que nos resultan interesantes se acercan
más a la pregunta acerca de por que la experiencia no fue replicada en otros asentamientos
con similares condiciones, en tanto su actitud frente al poder estatal, sus acciones
reivindicativas no incluyen un enfrentamiento con el Estado sino que se limitan al reclamo de
la tierra que se encuentran ocupando que luego se traduzca en un plan de urbanización. Una
de las hipótesis que surgen es que la escala de Villa palito, el contexto de una previa
organización territorial y una crisis socio-económica sin precedentes que impulsaron esta
urbanización, fueron parte de un marco que difícilmente sea traspolable a otras experiencias.
En trabajos de esta escala creemos que lo sustantivo no es la vivienda sino el cambio cultural
que la urbanización conlleva. Cambios culturales muy profundos que precisan del trabajo
articulado de diversos actores (Estado en sus distintos niveles, Iglesia, vecinos del barrio)
para llevarse a cabo.
Bibliografía
Ni piqueteros ni punteros. Procesos de organización comunitaria durante el kirchnerismo. El
caso de la urbanización de Villa Palito, La Matanza”; Forni, Pablo. Castronuovo, Luciana.
Nardone, Mariana; 2012; Buenos Aires.
“La Política de Radicación de Villas en la Capital Federal, Serie de Estudios N° 16”
Lezcano J.; 1997; Buenos Aires; Centro de Estudios para el Cambio Estructural
“De villa a barrio: cómo los vecinos de La Palito lograron una urbanización de adentro
hacia afuera” Wei He, Lucía; Red/acción periodismo humanitario; 2018; Buenos Aires
Espacio público: punto de partida para la alteridad - Fernando Carrión M.- Facultad
Latinoamericana de Ciencias Sociales, Flacso-Ecuador
El concepto de ‘espacio público’ en Habermas: algunas observaciones a partir del caso
ateniense* - Daimon. Revista Internacional de Filosofía, nº 77, 2019, pp. 151-163
La historia de una organización comunitaria: de la toma de tierras a la gestión en el Estado.
El caso de Villa Palito-Barrio Almafuerte-La Matanza
EFECTOS DE LUGAR- Pierre Bourdieu
Simmel, Georg; “la metrópoli y la vida urbana”;en Revista Discusión (1977), núm. 2.
Barcelona: Barral.
Simmel, Georg: “El individuo y la libertad.” (1986) Barcelona, Península.
Entrevista a Diego Sztulwark: Lo plebeyo como reverso de lo político; 2019; Lobo suelto,
anarquía coronada.
Sztulwark, Diego; “La ofensiva sensible: Neoliberalismo, populismo y el reverso de lo
político”; 2019; Buenos Aires; Editorial Caja Negra
Natalia Albarez Gómez; ”El concepto de Hegemonía en Gramsci: Una propuesta para el
análisis y la acción política”; Revista de Estudios Sociales Contemporáneos n° 15,
IMESC-IDEHESI/Conicet, Universidad Nacional De Cuyo, 2016, pp. 150-160
Harvey, David; “Ciudades Rebeldes: del Derecho a la Ciudad a la Revolución Urbana ”;
Madrid; 2012.
Lefebvre, Henri; The Urban Revolution; Minneapolis; 2003; y Writings on Cities; Oxford;
1996
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