Subido por danielaldape26

05 Acueducto Romano-Nimes pp 5

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ACUEDUCTO ROMANO EN LA CIUDAD DE
NIMES
Alexandra Builes1, Catalina Corrales1, Tania Orrego1
1
Ingeniería Ambiental
Facultad de Ingeniería
Universidad de San Buenaventura (Medellín)
1. INTRODUCCIÓN
Tanto el acueducto de Nimes, como los
demás construidos por los Romanos, nos
muestran la calidad de la ingeniería que se
manejaba en esa época. Resulta llamativa
la admiración y orgullo que tenían los romanos por su red de abastecimiento de
agua y acueductos, como se observa en las
palabras de Plinio (XXXVI, 15) (Smith,
1870): “…Pero si alguien calculara cuidadosamente la cantidad de agua de los suministros públicos, baños, depósitos, casas,
zanjas, jardines y villas suburbanas; y por
la distancia que deben atravesar, los arcos
construidos, las montañas perforadas, los
valle nivelados; tendremos que confesar
que nunca ha habido nada más maravilloso
en todo el mundo…”.
Lo que más llama la atención de este trabajo de la ingeniería hidráulica romana no es
su arquitectura, sino la conducción en sí:
Desde localizar un punto o fuente, con
agua de suficiente calidad y cantidad para
abastecer a la ciudad; transportarla desde
allí, así se encontrara lejos, manteniendo
siempre la calidad, lo que requería una
pendiente que no alterase ni la calidad, ni
la conducción; con un sistema de equipos
que garantizaran toda la constancia del
suministro para finalmente obtener agua
limpia que fluyese por fuentes y surtidores,
y para quienes lo tenían contratado, abriese
el grifo de su casa y saliese agua, totalmente regulada. Con el siguiente trabajo bus-
camos comprender los elementos básicos
que componen al acueducto de Nimes, para
con ellos, desde la materia de Mecánica de
Fluidos de la Universidad de San Buenaventura realizar la aproximación de la pérdida de energía del acueducto de Nimes.
2. CONCEPTO EN LA ROMA
ANTIGUA
DE
LA
DISTRIBUCIÓN DE AGUA.
La gran mayoría de la ciudades romanas
buscaban aguas limpias, puras y lo más
sanas y agradables al gusto y tacto, por lo
que preferían construir grandes acueductos
desde lugares lejanos a la ciudad, los cuales generaban altos costos, pero que les
aseguraban que el agua fuese pura, saludable, con poco sabor y poco mineralizadas,
traídas desde zonas donde no se pudiese
ensuciar por la agricultura o los animales.
Para buscarlas iban a donde van actualmente las compañías de aguas y empresas
embotelladoras: a manantiales de montaña
o a ríos de montaña donde hay pocos lodos
y material en suspensión y las aguas son
transparentes.
Una vez hallado el manantial, río o cualquier fuente de aguas puras y saludables, la
ingeniería hidráulica romana entrada en
acción y trasladaba las aguas para que en
vez de que corrieran montaña abajo, encauzarlas para llevar el río de montaña a la
ciudad, canalizarlo y distribuirlo; pero
siempre intentando mantener las condiciones en que se encontraba inicialmente, es
decir, corriendo y fluyendo continuamente.
Para ello, preservaban el agua del contacto
con el exterior e impedían que estuviera
estancada, pero evitando velocidades altas
que erosionaran y arrastraran materiales en
suspensión. A continuación, se muestra el
mapa del recorrido del acueducto de Nimes.
Figura 1. Recorrido del acueducto de Nimes (basado en Passchier y Schram, 2007).
3. TIPO DE ACUEDUCTO SEGÚN
ABASTECIMIENTO.
Según el tipo de localidad y administración
se estructuraba la red de abastecimiento de
agua, pudiendo encontrarnos tres tipos básicos:



Acueducto único
Grupo de acueductos
Acueducto compartido
El acueducto único es el tipo más corriente,
prototipo de las ciudades medias. Su composición era sencilla: Una ciudad se abastecía de un único acueducto que podía estar
a una distancia considerable, pero era exclusivo de la ciudad, ejemplo típico de él
es el acueducto de Nimes, mandado a construir por Agrippa en torno al año 20 aC.
Las fuentes de agua las buscaron a unos 25
km en línea recta hacia el norte, en el manantial Eure, cerca del actual Uzes, que se
encuentra a 72 metros de altitud. El recorrido elegido es probablemente la labor
técnica más importante de todo el acueducto: en vez de elegir un trazado directo,
usando para regular pendientes pozos, escaleras o resaltos, o sifones; optaron por un
itinerario con pendiente casi constante,
evitando instalaciones hidráulicas complementarias.
El recorrido, ejemplo de nivelación topográfica, pasó a ser de 50km, partiendo de
una cota de 72m de altitud, y llegando a
Nimes con una cota de 60m, con solamente
11,8m de desnivel en los 50km de trazado.
En su recorrido tenía solamente dos equipos de control de caudales: uno justo después de su toma y otro justo antes de la
entrada del puente acueducto de Pont du
Gard. A lo largo de los 50km de recorrido
se tuvieron que realizar 24 puentes acueducto que mantuvieran la pendiente media
del canal y dos túneles en roca. Todos ellos
están perfectamente descritos y documentados en el trabajo de Passchier y Schram
(2007).
4. HISTORIA Y TURISMO
El arte de vivir en el sur de Francia es una
sutil mezcla entre una atmósfera típica mediterránea y una determinada filosofía del
"buen vivir" y el "buen comer".
cerca de Uzès, es el monumento antiguo
más visitado de Francia.
Construido en el siglo I a.C., atraviesa el
Gardon y son los restos de un acueducto de
cincuenta kilómetros que suministraba
agua a la ciudad romana de Nimes, situada
a unas pocas decenas de kilómetros. El
acueducto es la combinación del poder y la
elegancia, y se adapta perfectamente a un
entorno natural excepcional.
Figura 2. Mapa del Sur de Francia.
Entre el rigor protestante y la exuberancia
camarguesa, Nimes ha decidido no elegir.
Esta ciudad polícroma es al mismo tiempo
extrovertida y secreta. Con más de 2500
años de historia, Nimes fue colonia del
Imperio Romano que la llenó de imponentes edificios, mostrando la importancia de
la ciudad. La Tour Magne, torre de 37 metros de altura que formaba parte de las murallas romanas, la Maison Carrée, templo
edificado en los primeros años de la Cristiandad e inspirado en el templo de Apolo
de Roma, que dominaba el foro de la ciudad antigua, el templo de Diana y las antiguas termas romanas, la puerta de Augusto
y sobre todo el Anfiteatro, son todos ellos
testigos inmóviles de esa edad de oro. Sin
olvidar el castellum, punto de llegada del
acueducto construido para afirmar la magnificencia de la ciudad y cuyos restos forman hoy un monumento sin parangón en
ningún otro sitio: el famoso Pont du Gard.
Ninguna otra ciudad francesa cuenta con
semejante patrimonio antiguo. Estos edificios, ahora vestigios grandiosos y elegantes, son el orgullo de una ciudad que ha
sabido seguir viviendo con su historia.
Inscrito en la lista del Patrimonio de la
Humanidad de la Unesco, el Pont du Gard,
Nimes es un centro agrícola e industrial
especializado en productos textiles, químicos, alimenticios, elaboración de coñac, de
calzado y de maquinaria.
¿Por qué deciden los romanos establecerse allí?
En el siglo I d.C., “Nemauso” está en auge.
La ciudad necesita mucha agua para las
termas, los baños, las fuentes, el agua corriente de las casas y... para su prestigio.
Nimes la antigua decide dotarse, como
Roma, de un acueducto que va a llevar el
agua de las fuentes del Eure cerca de Uzès
al Castellum de Nimes. De ese modo nace
el Puente del Gard. Los romanos localizaron un manantial de montaña en la población Uzès, a 21 kilómetros de Nimes. Sin
embargo, el trazado del acueducto no podía
discurrir en línea recta, debido a las cadenas montañosas que se encuentran en mitad
del recorrido.
Otro de los ingenios característicos de esta
construcción fue el 'castellum divisorium',
el lugar desde el que se distribuía el agua a
toda la ciudad de Nimes.
Tiene una altura de 49 metros y 360 metros
de distancia, que fueron cubiertos con más
de 11.000 bloques de piedra. Cada uno de
ellos pesaba cerca de seis toneladas para
resistir los embates del viento y del agua.
Los ingenieros tuvieron que buscar una
trayectoria alternativa que les obligó a levantar una construcción de 52 kilómetros
de longitud.
Figura 3. Puente del Gard.
Para que el agua llegara en las mejores
condiciones a Nimes, se construyeron más
de 2.600 metros de canalizaciones sobre 13
arquerías de distintas características y dimensiones.
Asimismo, se crearon más de 1.500 metros
de túneles con pozos de registro, es decir,
depósitos que reciben el agua y la distribuyen. La colosal obra se encontró con retos
como el del cañón del río Gard.
Entre el azul del cielo y el verde de la garriga, se desvela repentinamente a la mirada del visitante. Ataviado del color ocre de
sus piedras acentuado por el sol, el edificio
fuerza la admiración debido a su arquitectura. El puente del Gard que culmina a
cerca de 49 metros resume él solo la ingeniería constructora de los romanos que
construyeron aquí su puente más elevado.
Compuesto por seis arcos de más de 21
metros de altura, el nivel inferior soporta
los once arcos del segundo piso, y coronando todo, se encuentra una fila de arcos
más estrechos y más bajos que los demás.
Sostienen el canal recubierto de losas que
permitía que circulase el agua. Original-
mente 47, ya no son más que 35 en la actualidad, los demás fueron destruidos probablemente alrededor del siglo XII cuando
se realizaron pillajes para recuperar las
piedras que sirvieron para la edificación de
otras construcciones. Esas destrucciones
solo acentuaron el declive de una obra monumental que durante cinco siglos alimentó
de agua la ciudad de Nimes.
En el siglo IV, la falta de mantenimiento
del conducto por donde circula el agua
lleva a la aparición de depósitos calcáreos
que a lo largo del tiempo acaban por dañar
en gran medida el lugar. A partir del siglo
VI, el acueducto ya no es más que un monumento abandonado.
5. REFERENCIAS
[1]. Fabre, G., Fiches, J. L., & Paillet, J. L.
(2005). Vida y muerte del acueducto de
Nîmes-Quince años de excavaciones consagradas al acueducto de Nîmes y al puente
del Gard han revelado elementos desaparecidos. La historia de este monumento y de
su utilización ha sido escrita de nuevo.
Investigación y Ciencia: Edición Española
de Scientific American, (343), 40-49.
[2]. de la Peña Olivas, J. M. (2010). Sistemas romanos de abastecimiento de agua.
http://www.traianvs.net/pdfs/2010_10_dela
pena.pdf
[3]. Passchier, C., Schram, W. (2007).
Nimes. Colonia Augusta Nemausensis.
http://www.Romanaqueducts.info
[4]. Smith, W. (1870). Dictionary of Greek
and Roman Antiquities: Little, Brown and
Compañy, Boston.
[5]http://es.destinationsuddefrance.com/De
scubrir/Ineludible/Ciudades-ypueblos/Nimes
[6]http://lab.rtve.es/ingenieriaromana/nimes/
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