La MUD y su tarjeta única (a regañadientes)

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La MUD y su tarjeta única (a regañadientes)
Luego de meses de estira y encoge, de pataletas y pataleos, de
negociados y componendas oscuras, aparecen ahora rimbombantes
los “líderes” de la MUD con su nuevo paquete chileno: la Tarjeta
Única. Con alegría de tísico y llenos de incredulidad, celebran en la
MUD el cuasi milagroso acuerdo para lograr la unidad (“opción única”)
de cara a las elecciones del próximo 6 de diciembre, donde se
escogerán a los 167 nuevos diputados ante la Asamblea Nacional
(113 nominales, escogidos en 87 circunscripciones, 51 escogidos tipo
lista y 3 representantes de las comunidades indígenas).
La tarjeta única de la MUD es como un “vente tú” lleno de pirañas,
lobos y marchantes. Allí lo que predominan son los intereses y antojos
de apenas 4 “jefes” opositores. Estamos frente a la imposición de una
“opción única”, no consensuada ni debatida democráticamente, sino
aprobada bajo chantaje y coacción. Por eso, los 13 o 14 partidos que
cohabitan en la MUD, han aceptado a regañadientes la tarjeta única,
más obligados por las circunstancias y la presión, que por afinidad
política o ideológica. Todas las “tendencias” se acomodaron
(espectadores, no más) tras la tarjetica azul pálido de la supuesta
unidad, la cual parece una manito de Facebook suplicando por un
“Like”. Esta tarjeta los unifica, pero como partido los despersonaliza y
dispersa a sus propios militantes y simpatizantes. Así, nuevamente la
MUD juega más a canalizar el odio visceral de la derecha histérica en
contra de la Revolución Bolivariana, que a consolidar una masa de
militantes propios, organizados entorno a los partidos que la
conforman.
La imposición de la tarjeta única se ejecutó sin anestesia y a los
demócratas de la derecha no les quedó más que resignarse y calarse
la jugada de la cúpula de la MUD. Por eso, como tapándose la nariz,
aparecen declaraciones en la fauna opositora como las de Gonzalo
Himiob donde señaló que “Si algo debemos recuperar, cuando la
oscurana pase, es la capacidad ciudadana de cuestionar
inteligentemente, como es nuestro derecho, a los políticos; pero
también, en segundo más o menos importante término, la capacidad
de nuestra dirigencia a escuchar las críticas que se le hagan, vengan
de donde vengan”. Que extraño mea culpa y reconocimiento sobre las
grandes carencias democráticas de la derecha. Denota el texto la
añoranza sobre una ética política que está bien alejada de las
prácticas cotidianas de la nomenclatura opositora. Opacidad
democrática la llamarían algunos.
La realidad habla por la oposición. La puesta en escena de las
Primarias opositoras pusieron en la palestra pública sus modos de
acción política: dedazos, venta de cargos, exclusión y rechazo hacia
los jóvenes y las mujeres. Las Primarias opositoras no trajeron nada
de unidad, más bien quedó división, descontento y muchos rencores
(para cobrar en otro momento). En Copei, Voluntad Popular y La
Causa R ventilaron públicamente sus rabietas y disidencias. A esta
gente no le gustó la compraventa de los puestos salidores. El resto,
cual borregos, aceptaron sumisos diluirse en el pálido tarjetón. Billete
mata galán y ellos dirán (o calcularán más bien) que no pueden
morder la mano que los alimentará en los próximos 5 meses.
La tendencia a la siniestralidad es previsible e inocultable. Una nueva
derrota electoral los arrasará el próximo diciembre. Les será cuesta
arribar lograr “cuajar” candidatos impuestos sin consulta, ajenos a las
realidades de las localidades opositoras que supuestamente van a
representar. La vergüenza opositora es el develamiento de una cúpula
partidista misógina, negado totalmente a brindar igualdad de
oportunidades y condiciones a las mujeres que hacen vida en la
oposición. Los jóvenes y estudiantes, tan utilizados como carne de
cañón por la derecha fascista y violenta, tampoco han encontrado
representatividad alguna en la carrera electoral. Cuando las
ambiciones andan sueltas solo los poderosos pueden comprar los
cargos y las conciencias. Los dinosaurios y los políticos-empresarios
acapararon casi todos los puestos, ellos son los que mandan. Cuando
esta gente habla, expresa y representa el sentir de la clase burguesa
criolla, las logias políticas que viven al amparo de las mafias
económicas y a los lacayos que viven soñando que el Tío Sam les
lance un “huesito” y suelte a los Marines en el Palacio de Gobierno.
Por su opacidad democrática a la MUD lo que le sale es Tarjeta Roja
(hablando futbolísticamente), por sus recurrentes acciones golpistas y
antidemocráticas (golpes, paros, acciones violentas). La MUD no ve en
la Asamblea Nacional un espacio de acción y debate político. Ellos
aspiran la asamblea para la venganza, para la coacción y el chantaje
político. Bien lo reconoce descaradamente el propio Chuo Torrealba al
declarar su empeño y misión en la nueva Asamblea Nacional, bajo
cuyo control “podría perfectamente proceder a la restitución de los
poderes públicos…”. Esta gente sueña afanosamente con destituir
ministros a su antojo, arrasar a los poderes públicos (casi como el
“Emperador” Carmona Estanga en el año 2002), negar los créditos
adicionales y obstaculizar el funcionamiento del gobierno. Esta es la
única agenda política que tiene la oposición para el siguiente período
legislativo. Otro de los disparates des-motivadores de Don Chuo es
criticar al CNE. Deschavetadamente se le ocurrió soltar un chinazo
diciendo ante los medios: “…allí se concentra la trampa, es donde
estadísticamente hemos visto mesas con un comportamiento
irregular”. Será que habla Don Chuo de los espacios territoriales
donde la derecha ha reelegido históricamente a sus gobernadores y
alcaldes (Lara, Miranda, Amazonas, Maracaibo, Barquisimeto, Baruta,
Chacao, El Hatillo), donde en algunos centros electorales llegan a
ganar con “elevadísimas” diferencias. Toda la verborrea de la MUD
intenta crear falsas esperanzas en sus huestes, haciéndoles soñar con
opciones de triunfo, para luego terminar derrotados y amargados.
Frente a la mezcolanza de intereses de la MUD está el PSUV, fuerza
Chavista, con unidad de liderazgo, con fuertes fundamentos éticos e
ideológicos y una alta conciencia revolucionaria. Este pueblo heredero
de Bolívar les dará una contundente demostración de grandeza este 6
de diciembre.
Richard Canan
Sociólogo
@richardcanan
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