Oración con la palabra subrayada

Léxico contextual: Un viejo que leía novelas de amor
8° básico 2014
Luis Sepúlveda (Ovalle, Región de Coquimbo, 4 de octubre de 1949) es un escritor,
periodista y cineasta chileno, autor de cuentos y novelas, entre las que se destaca Un viejo
que leía novelas de amor.
Luis Sepúlveda nació en Ovalle, Chile, en 1949. Era muy joven cuando decidió ser
viajero. De Punta Arenas a Oslo, de Barcelona a Quito, de la selva amazónica al desierto del
Sahara, de las celdas de Pinochet al barco de Greenpeace, recorrió casi todos los territorios
posibles de la geografía y las utopías. Y mientras viajaba, escribía. Hizo los estudios primarios
en la escuela Francisco Andrés Olea (Santiago) y los secundarios en el Instituto Nacional.
Después ingresó la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile de la que se tituló como
director. Años más tarde hizo una licenciatura en Ciencias de la Comunicación en la
Universidad de Heidelberg, Alemania. Desde 1997 vive en Gijón, España.
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Oración
El viento tibio y pegajoso barría
algunas hojas sueltas y sacudía con
violencia los bananos raquíticos que
adornaban el frontis de la alcaldía.
El dentista, que mitigaba los d o l o r e s
de sus pacientes mediante una
curiosa suerte de anestesia oral.
Escupió varias veces formando
cuajarones sobre la tarima
Cada seis meses seleccionaba las dos
nov e l a s q u e , a s u j u i c i o , d e p a r a b a n
mayores sufrimientos
Los Gobiernos viven de las dentelladas
traicioneras que les p r o p i n a n a l o s
ciudadanos
Saltaban de felicidad , ahítos y
satisfechos.
Cuando se pernocta en la jungla hay q u e
arrimarse a un árbol quemado o
petrificado.
Significado y sinónimo
Demasiado delgado, endeble:
anémico
Moderar, aplacar o suavizar la
dureza de algo.
Porción de sangre o de otro
líquido coagulado:
coagulo
Proporcionar , conceder,
presentar:
suministrar
que tiene un contorno circular
de dientes menudos:
dentada
Harto por haber comido
demasiado:
Harto.
Pasar la noche en determinado
lugar, especialmente si es fuera
del propio domicilio:
dormir
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Llegaron hasta un hermoso animal
de hocico alargado dándolos últimos
estertores.
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El muerto estaba de bruces y
todavía empuñaba un machete.
Llegó con su hermano, pero se
murió de malaria hace varios años.
El gordo se incorporó súbitamente.
Al amanecer, aprovechando la
mortecina luz filtrada por el techo
selvático, salieron a rastrear las
proximidades.
El alcalde deseaba zafarse de él.
A media tarde oscureció, y bajo
la luz taciturna de la lámpara
r e t o m ó l a lectura mientras
esperaba rodeado por los ruidos
Sabes que aun así para la bestia sería
fácil emboscarlos, dar el salto, u n o a l
suelo con el gaznate abierto
Tú los has visto emborracharse
junto a los hatos de pieles para
disimular el miedo
El reptil recibió el dardo, se irguió
elevando casi tres cuartas partes del
cuerpo.
Luego vino la ceremonia de
desollar, caminar quince, veinte
pasos, en tanto el machete la abría
y su carne fría y rosada se
impregnaba de arena.
El dentista, que mitigaba los
dolores de sus pacientes mediante
una curiosa suerte de anestesia
oral.
Los pacientes, aferrándose a los
costados del sillón, respondían
Respiración que produce un
sonido involuntario, ronco o
como un silbido, que suele
presentarse en los moribundos:
jadeo
Boca abajo:
Tumbado
Fiebre palúdica:
Paludismo
Improvisadamente:
Repentinamente.
Apagado, sin vigor:
Apagado
Soltar lo que esta amarrado o
sujeto: Soltarse
Callado, silencioso:
Reservado, retraído.
Parte superior de la garganta.
Ropa y pequeño ajuar que uno
tiene para el uso preciso y
ordinario: ajuar
Levantar y poner derecha una
cosa: Enderezar
Quitar la piel del cuerpo de una
persona o un animal, o de alguno
de sus miembros: despellejar
Moderar, aplacar, disminuir o
suavizar algo riguroso o áspero.
Desarreglar, desordenar o
descomponer.
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abriendo desmesuradamente los
ojos y sudando a mares.
De tal manera que sus monsergas
de ácrata se transformaron en una
especie de verruga moral que lo
hacía simpático.
Mientras el dentista desinfectaba
las restantes sumergiéndolas en
una marmita con cloro hervido.
Los jíbaros, vestidos con harapos
de blanco, aceptaban sin protestas
el mote-nombre endilgado por los
conquistadores españoles.
¡Qué me vienes a mí con bravatas!
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Eran buscadores de oro sin recodo
fijo. Peregrinos, los llamaban las
gentes, y no les importaba si el oro
lo encontraban en los ríos o en las
alforjas del prójimo.
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Y que a causa de un desfalco lo
enviaron a ese rincón perdido del
oriente como castigo.
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Los indígenas quisieron replicar,
pero el cañón apuntándoles fue una
imperativa orden de guardar
silencio.
…a muchos miles de kilómetros de
distancia e ignominia una banda de
asesinos armados y pagados por
otros criminales mayores…
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Exposición o petición fastidiosa
o pesada. Lenguaje confuso y
embrollado.
Olla de metal, con tapadera
ajustada y una o dos asas.
Encaminar, dirigir, acomodar,
facilitar. Encajar, endosar a
alguien algo desagradable o
impertinente.
Amenaza proferida con
arrogancia para intimidar a
alguien.
Especie de talega abierta por el
centro y cerrada por sus
extremos, los cuales forman dos
bolsas grandes y ordinariamente
cuadradas, donde, repartiendo
el peso para mayor comodidad,
se guardan algunas cosas que
han de llevarse de una parte a
otra.
Apropiación indebida de bienes
o dinero ajenos por parte de la
persona que ha de custodiarlos.
Estafa, robo.
Deber o exigencia inexcusables.
Que manda.
Deshonor, descrédito de quien ha
perdido el respeto de los demás a causa
de una acción indigna o vergonzosa.
Deshonor, oprobio, deshonra.